Capítulo LVIII: El sobre.
Newt sonrió mientras bebía de su vaso de café, jamás se había divertido tanto en Hogwarts como ahora, ya tenía a casi todos los alumnos identificado y podría decir que sus favoritos eran los hermanos Weasley, Malfoy, Zabini y Creevey, pero por sobre todos esos hermanos, las que se ganaban el premio mayor a su felicidad eran las hermanas Snape. Esas chicas eran increíbles, Phoenix Snape dejaba a cada alumno callado con su ironía y sarcasmo, la había visto defenderse de algunos alumnos e incluso hacer travesuras con los gemelos Weasley y le había gustado mucho esa broma que dejó sin pelo a Albus Dumbledore. Volvió a reírse fuerte al recordarlo, llamando la atención de algunos alumnos que le miraron extraños, nuevamente bebió de su café.
En cambio, Aroa Snape, no era irónica ni sarcástica, pero tenía una hiperactividad que volvía loco a cualquiera, sus comentarios incomodaban a más de un alumno o profesor, en especial a Remus Lupin y su padre Severus Snape, ambos parecían ser las victimas perfectas de la pequeña. Pero al fin y al cabo, era la que no entraba en el cuadro de su familia. Él entendía esa situación, era difícil cuando te conocían más por el nombre de tus familiares antes que el tuyo propio.
Giró su cabeza, viendo como Tonks se sentaba a su lado con una sonrisa, mientras aguantaba el frío.
— ¿Qué haces aquí congelándote?—preguntó, mientras se abrazaba a sí misma.
—Estoy viendo como los chicos de primero y segundo están jugando—contestó, mirando a Tonks — ¿Tu que estabas haciendo?—le preguntó, ofreciendo su café para que entrara en calor.
—Perdí el sobre que me dio Pomfrey así que pedí un segundo sobre, pero a ella eso no le hizo mucha gracia, pero de igual manera lo tendrá en unos minutos—comentó Tonks con una sonrisa, mientras negaba el café. — ¿Qué has descubierto?
—He encontrado que las hermanas Snape son mis favoritas en mi lista de diversión, su padre solo se hace el malo con ellas para educarles, pero todos los padres lo hacemos, pero al final se divierte con ellas y lo peor es que ellas lo saben—comentó con una sonrisa, volviendo a beber de su café— ¿Qué descubriste tu en tu venida aquí?
—Nada, he mandado una carta a un viejo amigo, le agradará saber que su antigua amiga del bosque está creciendo bien—habló Tonks con una sonrisa, viendo a Aroa—movámonos de aquí, quiero leer ese maldito sobre de una vez y quiero estar en un lugar calentito—comentó Tonks, ayudando a Newt a incorporarse—Quiero averiguar qué ocurre con esos chicos, de una vez por todas.
— ¿Tienes algo en mente sobre qué animal pudo atacarlos?—preguntó Newt interesado—Porque yo sospecho que solo fue un perro común y corriente, o algún animago ilegal—comentó con interés.
—Yo tampoco creo que sea un animal—concordó Tonks con una sonrisa, al averiguar que ambos pensaban de igual manera.
Ambos se encaminaron a la enfermería, se mantuvieron en silencio para que sus voces no resonarán por los pasillos y de esta manera evitar que se formarán rumores alimentados por mentes maliciosas que poseían algunos alumnos. Cruzaron la entrada viendo como Phoenix se reía con Eli y Pansy, ellas le miraron atentas, pero a los pocos segundos volvieron a lo suyo.
Tonks abrió la puerta de la enfermería, dirigiéndose automáticamente al despacho de Pomfrey, esta se encontraba escribiendo una carta, esta levanto su mirada y lo primero que hizo fue abrir el primer cajón de su escritorio, sacando el sobre y levantándose para entregándoselo a Tonks con una expresión de enojo.
—Por favor esta vez, lee los papeles aquí, me costó mucho pedir una segunda copia—habló con seriedad, viendo la mueca de disculpa que hacia Tonks, al mismo tiempo que Newt le miraba de manera burlesca.
—Lo haré ahora mismo, tú lo verás con tus propios ojos —advirtió Tonks, tomando el sobre abriéndolo allí mismo.
Pomfrey se cruzó de brazos viendo que Tonks tenía el sobre en sus manos, mientras que Newt Scamander le miraba con una sonrisa cómplice, pidiendo paciencia para su amiga. Tonks sacó el contenido del sobre y leyó con atención, se sorprendió al leer que los tres chicos habian sido atacados con un hechizo de confusión y otro de pérdida de conocimiento. Ahora entendía porque los chicos se mostraban más confusos al recordar el ataque que ocurrió aquella noche. Pero se sorprendió al ver el resultado de Aroa, era peligroso.
Se quedó en silencio por unos segundos, pensando en la actitud de Aroa desde el accidente, en la mayor parte del día Aroa parecía actuar normal para estar bajo ese tipo de hechizo, pero si hubo circunstancias en la que se notaba que no era ella misma.
— ¿Qué dice?—preguntó Newt al verle tan serio.
—Lo que suponía—le contestó a Newt con una sonrisa que solo demostraba que se encontraba satisfecha—Hablemos en privado—pidió Tonks con una sonrisa que saco de quicio a Pomfrey.
—Si mejor vayan afuera, tengo pacientes que necesitan descansar en silencio—aclaró molesta, mientras los sacaba de la oficina y también de la enfermería.
Tanto Newt como Tonks suspiraron, esa mujer no iba a cambiar nunca. Ambos volvieron a andar por los pasillos, Tonks dirigió a Newt a la Buhonera para enviar un mensaje urgente a Baltasar.
—Los chicos recibieron un hechizo de confusión y uno de pérdida de conocimiento, por ello no, recuerdan nada Newt—comentó la mitad de lo que había descubierto, mientras enviaba una lechuza con una pequeña nota llamando a Baltasar.
—Eso quiere decir que el culpable estuvo con los chicos en todo momento, puede que el perro estuviera cerca y se escapara al escuchar los pasos de los profesores—habló Newt, sacando conclusiones.
—No es solo eso. Aroa tiene un positivo para uno de los maleficios prohibidos—comentó a Newt Scamander, preocupada.
—Está viva, así que debe ser un ataque del hechizo Crucio—habló con una sonrisa aliviada—Por esa razón llamaste a Baltasar.
—Claro que sí, quiero saber qué tipo de hechizo fue—habló Tonks, preocupada por su prima menor.
Newt se quedó en silencio unos segundos. Aroa hoy parecía muy normal en el campo de Quiddicth, mientras jugaba con los demás, hasta podría decir que se encontraba más relajada que nunca. Por otro lado, Tonks parecía realmente preocupada como si tuviera motivos para sospechar que su prima se encontraba en verdadero peligro.
— ¿Le contarás a Severus?—preguntó Newt preocupado.
—Quiero hacerlo, pero no sin antes estar seguro. Severus es algo impulsivo cuando se trata de las chicas en peligro—aviso Tonks algo preocupado.
—Pues es mejor que nos apuremos en ir a la entrada de Hogwarts para encontrarnos con Baltasar— anunció Newt con una sonrisa.
Tonks observo como los chicos de primero y segundo entraban al castigo. Se preocupó, pero prefirió hacerle caso a su amigo, necesitaba a Baltasar de una vez por todas.