Capítulo LIX: Peticiones.
Baltasar dejó las cosas que se encontraba haciendo en cuanto recibió la carta de Tonks se trasladó a Hogwarts, apareciendo en el puente que se llevaba directo a la entrada principal del castillo, sorprendió a algunos alumnos de la casa de Slytherin, camino directo al colegio, viendo que todas las miradas se dirigían a su persona. Apresuró el paso al ver a Newt y Tonks detenerse en medio de la puerta principal, esta al verlo corrió y la abrazo preocupada, él solo le correspondió para luego enfrentar su mirada a la de su amiga.
— ¿Qué pasa? Me llamaste urgente, tú no eres así—preguntó Baltasar con una sonrisa.
—Es mi prima menor Aroa, vi los papeles que pedí el día en que nos dieron el caso y salió positivo en uno de los maleficios—explicó rápido, mientras llegaban a la entrada principal, donde se encontraba Newt, esperándolos.
—Entiendo ¿Qué quieres que haga?—preguntó Baltasar preocupado.
—Necesito que leas la mente de Aroa y busques los recuerdos de esa noche y también el maleficio que le lanzaron a ella—pidió Tonks, determinada a hacer lo que sus instintos le decían.
—Espera—pidió Baltasar dudativo—Se que me es fácil leer la mente de todos aquí, pero ¿Severus sabe de esto?—preguntó viendo que Tonks le miraba un poco nerviosa— Porque te recuerdo que Severus no lo aprobó la primera vez y dudo que quiera aprobarlo ahora—comentó serio al comprender las acciones de Tonks.
—Solo serán cinco segundos—pidió Tonks preocupada—le informare a Severus en cuanto sepa qué maleficio es, lo prometo—habló, tratando de convencer a su amigo.
—Tonks, ese hombre es peligroso cuando se trata de sus hijas ¿Cómo le explicarías que sabes que maleficio fue, sin decirle que me usaste para leer la mente a Aroa?—preguntó, para nada convencido de la idea descabellada de su amiga.
—Aroa podría estar en peligro Baltasar—exigió a su amigo algo enojada.
Baltasar observo a Newt, quien solo le sonrió, pidiendo cooperación para esa idea descolocada, personalmente no le gustaba para nada esa idea y tenía el terrible presentimiento de que a Severus no le iba a agradar para nada.
—Tonks, no estoy seguro—comentó dudoso— ¿Qué va a pasar si Aroa le dice a Severus?
—No te preocupes por eso, yo habló con mi prima para que eso no ocurra—dijo Tonks, restándole importancia, sorprendiendo a ambos chicos.
—Oye, no puedes hablar así, sin pensar siquiera en la opinión o sentimientos de Aroa—recalcó Newt un poco molesto.
—Bueno. ¿Me vas a ayudar o no?—recalcó enojada.
Baltasar tragó saliva al ver la mirada oscura de Tonks, se resignó era mejor apoyarla que ponerse en contra, porque eso conlleva más problemas y siendo sincero, sabía que se iba a arrepentir de no ayudar a su amiga, cuando tuvo la opción real.
—Está bien te ayudaré, pero si Severus se entera, te culpo a ti—advirtió Baltasar con seriedad.
Tonks afirmó con la cabeza mientras sonreía, ambos caminaron por los pasillos, mientras buscaban a Aroa con la mirada, aún faltaban al menos dos horas para la cena así que Aroa si no estaba jugando, era muy probable que estuviera en la sala común de Gryffindor con sus amigos.
—Tonks. Aroa no está por ninguna parte y si seguimos dando vueltas por el castillo Severus sabrá que estamos en el castillo—comentó Baltasar con nerviosismo.
—Relájate. Severus está en clases de pociones con los de séptimo hasta la hora de la cena—comentó Tonks, relajada— ¡Escóndete!— ordenó Tonks, empujando a Baltasar dentro de un aula vacía.
—Oye, ten cuidado—se quejó Baltasar al recuperar el equilibro y ver que Aroa se asomaba por el pasillo a través del espejo, juntó con Hator.
—Los detendré y así tu lees la mente de Aroa de manera rápida—avisó a Baltasar antes de salir del aula.
Aroa se detuvo en el pasillo junto a su amigo al ver a Tonks, quien se puso en frente de ambos, sonriéndoles, sintió el aroma de Baltasar, pero se frustró cuando no lo vio.
—Chicos ya les comunicaron el día en que nos autorizaron la salida nocturna— comentó Tonks, distrayendo a ambos.
—Sí, nos avisaron en el desayuno, antes de que nos encontráramos a clase—comentó Hator con una sonrisa.
—Tonks ¿Estuviste con Baltasar?—preguntó Aroa, viendo que su prima se ponía nerviosa.
—Ah sí, tuve que ir al ministerio y me encontré con él—mintió Tonks, viendo que Aroa negaba con la cabeza mientras rodaba los ojos.
Su prima mentía el dolor de Baltasar era reciente y estaba seguro que estaba oculto en una de las aulas del pasillo. Se sintió mareada al sentir que alguien intentaba leer sus pensamientos, lo resistió, haciendo una mueca de dolor. Miro a Tonks con seriedad, viendo que esta le miraba sin entender. Suspiro, dejando a su prima y Hator atrás y abrió la puerta del aula donde se encontraba Baltasar, pero no había nadie en su lugar.
—Aroa ¿Qué ocurre?—preguntó Tonks al verla tan confusa.
—No sucede nada—respondió a su prima con molestia—Hator, vámonos. Dennis nos está esperando para terminar los deberes—murmuró de mal humor.
—Nos vemos en otra ocasión, Tonks—se disculpó Hator, yendo detrás de su amiga.
Tonks les sonrió hasta que les vio desaparecer por el pasillo, observo para ambos lados antes de entrar en el aula y ver que Baltasar salía de detrás de un espejo un poco asustado.
— ¿Qué pasó? ¿Pudiste ver en sus recuerdos?—preguntó Tonks ansiosa, esperando una respuesta.
—No pude ver absolutamente nada—confesó, sorprendiendo a Tonks.
— ¿Cómo que no viste nada?—preguntó Tonks, ansiosa al escuchar una respuesta que no esperaba.
—No vi nada—repitió Baltasar con algo de miedo al ver la mirada de odio de su amiga—Tal vez Severus tiene un hechizo protector sobre sus hijas y por ello no pude ver nada—explicó a Tonks, viendo que su rostro se relajaba.
—No pensó en ello—comentó, frustrada. Ahora ¿Cómo iba a saber qué tipo de maleficio tenía Aroa?
Baltasar suspiro aliviado al saberse salvado de Tonks, al menos ahora podía librarse de aquella locura y así no llevarse consigo el odio de Severus al tocar a una de sus hijas. Miró a su amiga de manera sospechosa, la conocía perfectamente como para saber que estaba planeando algo aún más loco de lo que acababa de pedir, así que prefirió interferir antes de que se metiera en problemas.
—Creo que lo más sensato—recalcó la última palabra, ganándose la atención de Tonks—sea que esperes un par de días hasta que los niños intenten recordar el accidente y así podrás observar algún cambio en Aroa—trató de convencer a su amiga.
—Pero eso ocurrirá en dos días y si a mi prima le pasa algo—propuso desconfiada—ni siquiera puedo cuidarla sin llamar la atención.
— ¿Y si mientes a Phoenix? Podrías decirle que Aroa ha estado actuando extraño y que la vigile—propuso Baltasar.
—Phoenix querrá una explicación de porqué la vigilancia, no es tan fácil de engañar, siempre descubre todo lo que planeó incluso antes de decirlo—murmuró Tonks de mal humor, recordando todas las veces en que su prima le había dejado pagando por revertir sus planes—Creó que tendré que hacerte caso por esta vez.