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Wrong House por NNK

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Notas del capitulo:

Como siempre los personajes pertenecen a J.K Rowling y algunos son de mi completa autoria.

 

 

Capítulo LXVII: Sala común de Gryffindor.

 

Aroa en vez de concentrarse en la película se dedicó a pensar en los mil y un castigos, que su padre Severus podría imponer a Harry por haberse escapado a Hogsmeade junto a su amigo Ronald Weasley. Deseaba estar en el despacho de su padre, podría fingir que necesitaba ir al baño, pero no le gustaba mentir luego de todo lo que vivió en el primer semestre y parte del segundo. Observo a su lado buscando alguna ruta de escape, pero estaba bloqueada por todos lados, si se movía a la derecha e izquierda llamaría la atención de varios alumnos de primero y segundo y un regaño de la profesora Mcgonagall a causa del revuelo provocado.

La segunda ruta la llevaba directamente con la profesora de Mcgonagall y ella con la presencia de Neville Longbottom no la tenía del mejor humor que digamos, además moverse de su sitio significaba dejar a Neville desprotegido contra la mirada molesta que le dirigía la profesora. Sus ojos se concentraron unos segundos en la pantalla y bufó frustrada, se moría de ganas por estar en la oficina de su padre Severus. Giró su cabeza al sentir que alguien le daba una patada a su silla, había sido Luna, quien con un dedo le señaló hacia la puerta.

Abrió sus ojos asustada, cuando vio a Remus Lupin en la entrada, este entró y se sentó haciendo el menor ruido posible, junto a la profesora Mcgonagall, quien le observo curiosa al verlo allí.

— ¿Le falta mucho a la película? Necesito hablar un tema serio con Aroa—le susurró Lupin a Mcgonagall, viendo que su ahijada fingía ver la película.

—Va a la mitad, además deja que Aroa comparta con sus compañeros—le advirtió Mcgonagall.

—Déjame sacarla, ni siquiera está viendo la película, está fingiendo—le hizo saber a Mcgonagall, al ver que su ahijada se acomodaba al lado de Neville—Apuesto que ha estado muy inquieta y justo cuando llegue yo mágicamente se puso seria.

—No me importa Remus, Aroa está viendo una película a la cual se inscribió hace una semana—recordó Mcgonagall—Y está tranquila y por la forma de actuar tiene cero ganas de hablar contigo. Vete—ordenó, ganándose una mirada de molestia de Remus. —Haz lo que quieras, esa mirada ya me la conozco, solo déjame terminar de ver la película.

Remus sonrió ante el comentario de la que primero fue su profesora y ahora se convirtió en su compañera de trabajo. Además más que pelear quería agradecer y preguntar sobre el comentario de Aroa que le preocupó, su ahijada le advirtió con tiempo que Harry Potter estaba en peligro y él alcanzó a salvarlo, antes de que Severus sospechara para que realmente podría servir el pergamino que ocultaba un mapa de casi todas las partes del castillo. Suspiro, a veces olvidaba que Aroa se ofendiera como Severus y su mejor escape era no hablar del tema, pero aquello también significaba a veces que se alejaban de la persona y no quería que Aroa hiciera eso con él.

Aroa decidió moverse hacia su lado derecho y solucionar el tema al saber que su padrino no se iría hasta aclarar su preocupación. Neville se hizo a un lado, al igual que Ginny y dos alumnos de Hufflepuff de primero, se disculpó en un susurró y le hizo un gesto con la cabeza a Remus, quien se levanto y siguió a su ahijada hasta el final del pasillo.

— ¿Pudiste salvar a Harry de mi papá?—preguntó Aroa, mirando a Remus con una sonrisa.

—Sí, cuando te fuiste me estaba llamando para pedirme explicación sobre un pergamino de broma que habían comprado Ron en la tienda de Zonko—comentó alegre, le había gustado defender a Harry, pero no le gustaba mentir—Aroa…yo…—pronunció con duda. Aroa lo interrumpió.

—Genial, entonces creo que volveré a mi sala común con Neville—comentó, viendo como el chico salía junto a Ginny y sus compañeros de curso. —Nos vemos luego, padrino.

— ¡Aroa, espera!—exclamó, llamando la atención de todos los alumnos que le miraron asustados, ya que era primera vez que lo veían enfadado. Remus se sintió avergonzado e hizo sonar su garganta para aclararla—Ve con cuidado a la sala común.

Aroa soltó una risa al ver que Remus se giraba, dándole la espalda y se marchaba por el otro lado del pasillo. Prefirió seguir a Neville, quien miraba a los de primero sintiéndose un poco intimidado. Colín fue quien dijó la contraseña a la dama gorda para dejarlos entrar a la sala común. Aroa entró dejando que Neville volviera con Seamus, vio que Oliver seguía con su maqueta, sonrió, era mejor molestarlo un poco.

— ¿En qué número de estrategia vas?—preguntó Aroa en el oído de Oliver, causando que este se levantara de su asiento asustado y le mirara con odio antes de volver a sentarse en el mismo sitio.

— ¿Para qué quieres saber? Para decírselo a Phoenix, para que se lo diga a Elí y ella se lo comunique a Draco Malfoy, primero sobre mi cadáver—sentenció, ansioso y de mal humor.

—Eso sería muy divertido, pero no soy una lechuza como para enviar ese tipo de mensajes—declaró Aroa,  viendo que Oliver se distraía unos segundos de su maqueta—Además porque te preocupas tanto, Harry sabe burlar muy bien a Draco en el quiddicth.

— ¿Cómo sabes eso?—preguntó Oliver, curioso. Aroa iba en su primer año ¿Cómo podía saber que Harry había ganado a Draco en los últimos dos años?

—Phoenix, Eli y Draco me enviaban cartas mientras estaba en casa—respondió con una sonrisa. —Todas eran muy divertidas.

— ¿Y esas cartas hablaban del equipo de quiddicth de Gryffindor?—preguntó alarmado, ganándose una mirada de fastidio de Aroa.

—Alguna de ellas—contestó, viendo como Oliver le miraba aterrado—Oliver, relájate. No contaban muchas cosas sobre Gryffindor, Phoenix hablaba de las cosas que hacía con Eli, así que sus cartas eran muy parecidas, Draco hablaba sobre lo divertido que era… estar en Hogwarts—comentó a grandes rasgos todo lo que le contaba Draco en sus cartas—Oliver, eres un maniático.

—Mejor, vete de aquí, me vas a hacer olvidar mi estrategia—comentó de malhumor.

Aroa rodó los ojos, divertida y  camino en dirección a donde se encontraba Hermione junto a los hermanos Creevey, se sentó al lado de ambos, bajo la mirada preocupada de Hermione, quien no dejaba de mirar hacia la entrada de la sala común esperando que aparecieran sus amigos.

—Creo que lo mejor será que vaya a dormir—aviso Aroa a ambos hermanos, quienes la miraron sin entender.

—Pero no hemos cenado aún—hizo saber Dennis preocupado, su amiga últimamente se estaba saltándose las cenas—Has estado toda esta semana saltándote la cena.

— ¿Y cuál es el problema? Solo tengo sueño y ya—comentó como si nada, llamando la atención de sus amigos.

—Si duermes toda la noche ¿Por qué te estás quedando dormida en clases?—preguntó Dennis preocupado—Yo insisto en que vayas a la enfermería, eso no es normal.

Aroa miró a ambos hermanos preocupada, sabía que su actitud últimamente estaba cambiando para mal, pero no quería que sus amigos supieran que ocurría, decidió subir a su cuarto cuando se dio cuenta de que Hermione le miraba de reojo, interesada en su conversación. Subió lo más rápido que sus pies se lo permitieron, cerró la puerta y se dejó caer en su cama con su cabeza mirando hacia la ventana. Se sentía frustrada e insegura y para colmo no había nadie en el cual pudiera confiar de manera sincera.

Levantó su cabeza con una sonrisa, al ver que el gato de Hermione jugando con un perro cerca de la entrada del bosque prohibido, sintió alegría al verlo correr junto al gato, parecía que por esta noche no tendría pesadillas en donde su padre Sirius la abandonaba una segunda vez.

Notas finales:

Gracias a todos por llegar hasta aqui. Nos vemos en la siguiente publicación.


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