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05 Visión por wicc69

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Notas del fanfic:

Hace muchos años leí un fic en cual Wiccan y Hulkling se coqueteaban en la cafetería que trabajaba Hulkling. Eso me inspiró a hacer una historia en un universo de telenovela aquí no existen súper poderes pero sí referencias al mundo Marvel y su impacto. 

Notas del capitulo:

Hace muchos años leí un fic en cual Wiccan y Hulkling se coqueteaban en la cafetería que trabajaba Hulkling. Eso me inspiró a hacer una historia en un universo de telenovela aquí no existen súper poderes pero sí referencias al mundo Marvel y su impacto. 

–Aquí están–dijo Billy al abrir la puerta– Vi la moto estacionada y...

–Toca la puerta idiota.

–¿¡Están bebiendo!?– continúo Billy haciendo caso omiso a su hermano.

“¡Oh,no!” pensó Teddy “Billy creerá que soy un ebrio ¿No le puso cerro a la puerta?” hasta sus propias ideas temblaban.

–¡Ya llévatelo!– dijo Tommy con desdén– Ni siquiera ha tomado su cerveza– volteo los ojos y abrió otra cerveza.

 

De forma brusca Billy salió de la alcoba dejando la puerta abierta.

Sin pensarlo dos veces, Teddy salió corriendo a alcanzar a Billy. Los pasos del moreno eran firmes y veloces, tanto que Teddy tuvo que dar algunas zancadas para alcanzarlo. 

–Quédate con él.

Teddy sintió como se le partía el corazón. No sabía que decir, como excusarse, lo había arruinado todo. Lo único que pudo hacer fue tomar la mano de Billy y éste, alzo la mirada.

–Si querías beber alcohol hay un bartender en el jardín– dijo Wiccan en tono melancólico.

–En realidad yo no bebo, fue idea de Tommy.

Wiccan movió sus ojos marrones de un lado a otro. Su cara se iluminó.

–Déjame adivinar te engañó, ¡no!, te manipuló.

–Ehmm– Hulkling no era capaz de hablar mal del hermano de Wiccan.

–¡Ese estúpido infeliz!– dijo Wiccan iracundo– ¡Sabía que tramaba algo cuando lo vimos en el garaje! ¡Cuando éramos niños me engatusó para que me vacunaran dos veces!– recordó con rabia– Y en Aspen… ¡Ahh!... ¡Fue un error dejarte con él! Porque él sabe que tú…

El corazón de Hulkling dio un vuelco.

–Que yo que… 

–Que tú me…

Hulkling acercó su rostro al de Wiccan.

–Tú me…– tragó saliva –… megustas.

–Tú también me gustas– dijo Hulkling con un cosquilleo en cada palabra.

El rostro de Wiccan se acercó más al del rubio.

 

De repente escucharon una puerta abrirse, ambos voltearon, vieron como de una habitación cercana salió un gran aparato que se deslizaba mediante ruedas ¿era una aspiradora o un electrodoméstico gigante? No, tenía la parte superior con forma humanoide. Era un robot.

–Es mi padre– exclamó Billy.

–¿Tu papá es un robot?– preguntó con asombro Teddy.

–Por supuesto que no–dijo Billy entre risas– Es una video llamada–al decir esto señaló en donde debería ir la cabeza del autómata la cual comenzó a proyectar una imagen humana sobre el maniquí blanco. Se podía observar a un señor de mediana edad, con lentes grandes, rubio pero con entradas en la frente.

–Hola padre, él es Teddy Altaman– dijo Billy presentando al rubio.

–Me da gusto que hayas aceptado la invitación– el holograma era tan de alta definición que parecía que el padre de Billy estaba moviendo los labios frente a Teddy –Víctor Shade, un gusto. 

El robot alzó la mano, Teddy vaciló, y sin poder cerrar la boca, estrecho la mano robotica, sin poder apartar la mirada de esta. Eso era de lejos lo más extraño que había hecho. 

 –¿Vienes a comer? –preguntó Billy.

–Lo siento hijo, pero tengo mucho trabajo– contestó Víctor –No podré llegar para la comida de tu abuelo. 

–No te preocupes… –el tono de Billy era lánguido.

–Te llamo porque La Visión indica que Clint fue por tu madre y que dos autos invitados llegan en 10 minutos– explicó el robot– ¿Y tu hermano?

–Indispuesto– dijo Billy con cizaña. 

–Hijo ¿Puedes recibir a los invitados? –solicitó el sintezoide.

– Con gusto– suspiró William.

–Gracias, me tengo que ir, así que te lo encargo mucho. Adiós hijo, adiós…

Billy y el androide voltearon a ver a Teddy que seguía estrechando la mano del androide con expresión de perplejidad.

–…Interesante– dijo Víctor antes de colgar la llamada.

–Eso me dio miedo–al fin habló Teddy –Era como estrechar una mano real.

Sin poder contenerse Wiccan comenzó a reírse muy fuerte, tanto que se escuchó un poco de eco.

– Lo siento – Billy intentó controlarse al notar que el rubio se estaba poniendo rojo –Vamos a recibir a los invitados.

 

Al salir al jardín Teddy quedó maravillado con lo amplio, verde y hermoso del área. Cada mesa estaba bajo una ostentosa carpa y tenían elegantes manteles y centros de mesa de bambú y velas; las sillas de jardín tenían cojines y eran de cedro barnizado; sobre sus cabezas y cruzando el jardín había grandes lámparas orientales; incluso tenían una piscina con pétalos de rosas amarillas flotando y al fondo una edificación con su propia zona de bar techado.

–Hermoso ¿verdad?– dijo Billy dejando notar su orgullo–Es la primera vez que los contratamos, los habituales estaban saturados. 

–¿Enserio hicieron esto en menos de dos horas?– hoy ha sido el día que Teddy se ha llevado más sorpresas en su vida.

–Para ser justos la piscina y el bar siempre han estado ahí– Billy soltó una pequeña risa –Ahí puedes pedir lo que quieras de beber…– señaló el edifico tras la alberca.

Teddy lo volteó a ver con seriedad.

–… Lo digo por quieres un refresco– se excusó Billy.

Billy sacó su teléfono que estaba vibrando éste lo activó y se escuchó la voz de su padre.

<<Summers esperando acceso>>

–Conceder acceso– dijo el chico de ojos marrones a su celular.

 

“¡Un Ferrari, un maldito Ferrari!” Teddy recordó que el único Ferrari que había visto en su vida estaba estacionado cerca de Central Park y no le tomó una foto porque le dio vergüenza. “Sabía que tenía dinero, pero ¿Con que personas estoy tratando?”

Del costo automóvil amarillo con azul, bajó un hombre castaño y blanco, usaba gafas de sol sport rojas, que hacían juego con sus bermudas y playera negra. El hombre abrió la puerta del copiloto, de la cuál bajó una mujer pelirroja.

Teddy sabía que era gay prácticamente desde siempre, y nunca tuvo ningún interés en alguna mujer, pero esa pelirroja definitivamente le había llamado la atención. Tacones y un pequeño vestido negros, resaltaban su bien torneada figura, y que podría interpretarse de mal gusto si no fuera por el corte, la calidad de la tela y el saco color vino.

 

–Bienvenidos –dijo cortezmente William al saludar a la pareja– ¿Cómo siguen?– su tono fue más bajo.

–Bien… – contestó el joven castaño alzandose los lentes de sol y dejando ver unos ojos tan marrones que eran casí rojos.

–Te presento a Scott y Jane Summers– introdujo Billy –Amigos de la familia.

–Theodore Altman– “saludar a quienes conducen un Ferrari es como saludar a una celebridad”– Un gusto.

–El gusto es nuestro– completo Scott.

–Teddy ¿puedes llevar al jardín a los Summers?–dijo Billy con el celular en mano – Viene otro auto.

 

–Ehmm ¿Quieren algo de tomar?– dijo Teddy viendo el bar del fondo.

–Whisky –dijo Scott.

–¡Yo lo traigo!– exclamo Teddy.

–Se lo pediremos a un mesero–dijo Jane intentado detenerlo.

Esas palabras tuvieron el efecto contrario y Teddy aceleró el paso.

 

Por alguna extraña razón estar junto a esa pareja tan guapa y tan rica hacia que Teddy se pusiera nervioso. Una vez en el bar Teddy vio a una chica rubia con cola de caballo, de baja estatura y con uniforme de mesero. La chica estaba ocupada tratando de usar la máquina de capuccino del lugar.

–Disculpe… ¿Sabe cómo prender está máquina?– preguntó la chica algo desesperada.

–Sí– hay una identica en la cafería en la que él trabaja– Este botón la enciende –al apretar el botón se dio cuenta de que la máquina estaba en otro idioma–Debes de esperar a que la luz esté roja para iniciar.

–Muchas gracias, nunca había usado un modelo taaan… exótico–se excusó la chica–¿Le sirvo algo?

–El joven de ahí quiere un Whisky.

–¿Cómo lo preparo? ¿7 & 7, Rob Roy, En las rocas?

–Ehmm–el único trago que Teddy reconoció fue en las rocas– No lo sé. 

–¿Ella quiere algo?

–No lo sé– en definitiva esa pareja distría mucho a Teddy. 

–Yo le iré a preguntar– al decir esto la chica emprendió el camino.

 

“En definitiva estoy muy distraido, ha sido un día muy impactante” se auto reclamó pensamientos “Será mejor que me concentre en lo que estoy haciendo” y observó como la luz de la de máquina de café se prendía.

 

–Dame un capuchino por favor.

Teddy tomó una taza y volteó.

Era Kate quien estaba del otro lado de la barra.

Teddy sonrió y sirvió un americano de la máquina.

–¡Estaba jugando!– Kate casi gritó al ver que Teddy jalaba una palanca.

–No te preocupes, creo que este es mi lugar– dijo sirviendo el café.

–No digas eso, sólo harás quedar mal a Billy.

–¿Por?

–Porque el invitado de honor no debe estar tras la barra.

Notas finales:

Muchas gracias a todos los que llegaron hasta este capítulo, saber que me leen me motiva para escribir más y siempre estaré feliz de escribir sobre Billy y Teddy


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