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Gods and monsters por marga33

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Notas del fanfic:

Primer fanfic, sean misericordiosos :D

-Tu traslado será esta noche-dijo el funcionario sin molestarse en levantar la vista de sus papales.-No tienes permitido llevarte nada más que lo puesto de un centro al otro y cualquier intento de escape significará una década más en tu condena ¿entendido?

-¿Van a decirme a dónde me llevan?-preguntó el chico que tenía en frente. El funcionario se lo quedó mirando, un chico de 18 años recién cumplidos, llevaba cuatro años en la correccional de menores de Perm y ahora iba directo a la cárcel, miró en sus papeles, no por el nombre de la prisión sino por el delito. Le sorprendía que aquel chico de aspecto angelical estuviera en aquella situación. Era delgado, de cabello dorado y ondulado y rostro delicado. Lo único que arrancaba de aquella ilusión eran los ojos, tenía unos extraños ojos negros que contrastaban con su cabello; unos ojos donde el iris y la pupila se fundían en uno solo. Su mirada era amenazadora.-Van a llevarte a la prisión de Norlisk.

-¿A esa prisión de Norlisk?-preguntó Sasha frunciendo el ceño, era difícil de creer.

-Que yo sepa solo hay una.

-A ver tío espera un segundo-gruñó Sasha apoyando los codos sobre la mesa e inclinándose hacia delante.-El Lobo Ártico es una cárcel para tipos peligrosos, yo no soy uno. Hago mi vida, no me meto en problemas y tengo un expediente limpio.

-Eso no tiene relevancia en tu caso-dijo el funcionario con desdén.-Además, por lo que hiciste no me sorprende que te envíen allí.

-Tiene que hacer algo-dijo Sasha golpeando la mesa.-Sobrevivir aquí y sobrevivir allá son cosas muy distintas. Joder, estaré en un cajón en tres días.

-Haberlo pensado antes-dijo el hombre mientras le entregaba un papel.-Ahora firma eso para terminar de una vez.

Sasha le arrancó el papel el cual firmó sin leer, tampoco es que pudiese negarse a firmarlo, sea lo que fuese. El funcionario llamó al guardia y ambos salieron hacia el patio del correccional. Sasha sentía el cuerpo pesado, no podía creer que iba a parar a una de las cárceles más infames del país, un lugar en medio de la nada en Siberia, rodeado de asesinos.

Pateó el piso con rabia, no era tan cierto lo que le había dicho a aquel tipo. Su expediente no se encontraba exactamente limpio, era más bien que no era tan malo como el de otros. Había tenido unas cuantas peleas, pero en general le dejaban tranquilo y él hacía lo mismo.

Ahora iría a un lugar con criminales de verdad, suspiró mientras se sentaba en una de las bancas del patio. En la cualquier cárcel había dos opciones, pelear o ceder, hasta ahora Sasha había preferido pelear, o mejor dicho su temperamento no le había permitido otra cosa. Pero en el Lobo Ártico no estaba demasiado seguro si eso funcionaría.

-¿Cómo fue la reunión?-le preguntó su amigo Sergei, tenían casi la misma edad pero Sergei sería liberado de un par de meses.-¿Ya te dijeron si te trasladan cerca? Quiero poder pasar a verte cuando me saquen de aquí.

-¿Viajarías a Siberia?-preguntó Sasha burlón.

-Joder, dicen que ahí las cárceles son jodidas-dijo Sergei preocupado.-¿Van a darte máxima seguridad?

-El puto Lobo Ártico-dijo Sasha sacudiendo la cabeza.-Esa cárcel donde tiran a los vory (mafiosos) y a los terroristas. Van a comerme vivo, mi cráneo va a terminar en la repisa de alguien.

-No puedo creer que te largas-dijo Sergei sentándose junto a él.-Mierda, no puedo creer que yo me largo. Prácticamente nos criamos aquí, es tan injusto que te hagan hacer aun más tiempo, no es como si eso te fuera a ayudar a hacer una vida allá fuera.

-Creo que el punto es que no haga una vida allá fuera-musitó Sasha.-Solo me quedan seis años pero a veces creo que van castigarme para siempre.

-En seis años viajaré a Siberia y te traeré a casa, podemos abrir un bar o algo así. Ser socios de nuevo-dijo Sergei.-Lo prometo.

Sasha sonrió pero en sus ojos se adivinaba el desamparo, era una hermosa mentira, pero mentira al fin y al cabo. Incluso si Sergei no se daba cuenta, la vida haría lo suyo, su amigo lo olvidaría y el día en que lo liberaran, si es que sucedía, no habría nadie esperando fuera.

Los amigos se quedaron sentados en silencio, como si quisiesen atesorar aquellas últimas horas. Sergei tenía razón, habían crecido en ese lugar, eran familia, o al menos así había sido por un tiempo.

 

*****

 

-Celda 112-dijo el guardia sin demasiada ceremonia mientras abría la puerta de barrotes. Sasha hizo un esfuerzo por mantenerse erguido, había intentado prepararse mentalmente para aquel día por meses. Pero nada lo habría preparado para todo lo que había sucedido las últimas horas.

El viaje había sido de diecisiete horas por una carretera llena de baches, en una furgoneta blindada que se iba poniendo cada vez más helada a medida que entraban en el norte siberiano. La cárcel era un edificio antiguo y descuidado de la era stalinista, estaba tan congelado como el exterior y parecía tener problemas con las plagas. Pero lo peor había sido su ingreso, los guardias estaban locos, mientras los de la correccional eran desagradables y algo estúpidos, allí eran sádicos. Le habían dado una buena paliza antes de obligarlo a tomar una ducha con lo que era prácticamente hielo líquido.

Y ahí se encontraba, apaleado, mojado hasta los huesos y luchando por estar de pie frente a su nueva celda. El guardia lo empujó dentro y cerró la puerta tras de si. Sasha miró alrededor, la celda era grande pero no lo suficiente. Habían cuatro literas, dos a cada lado, separadas por sábanas que colgaban del techo, en el centro había un par de mesas con sillas, una de las mesas estaba ocupada por tres tipos que jugaban a los dados, otro se encontraba acurrucado en el piso. Los demás debían estar en sus literas.

-¡Eh, carne fresca!-anunció un joven moreno y alto sentado en la mesa, los otros tres hombres comenzaron a surgir de entre las literas mirándolo curioso.

-¿Qué hiciste para acabar aquí?¿robarle el dinero a tu mami?-preguntó un tipo calvo y gordo riéndose como hiena.-¿cuántos años tienes rubio?

-No te importa-respondió Sasha en tono seco.-¿Cuál es mi cama?

-Allí-dijo otro de los hombres cuya expresión era particularmente cruel mientras señalaba el piso.-Justo al lado de nuestro Aly-dijo burlón. Sasha se dio cuenta de que se referían al chico sentado en el piso, no lograba verle bien la cara ya que miraba hacia abajo, pero era joven y menudo.

-No me jodan-dijo Sasha perdiendo la paciencia, lo único que quería era echarse en un colchón por muy asqueroso que fuera y cerrar los ojos.-¿Dónde está mi puta cama?

Los otros tipos se miraron, unos tres comenzaron a acercársele peligrosamente, el calvo hizo sonar los nudillos.  Sasha dejó caer el fardo que le habían dado con sus cosas de aseo y la almohada y subió los puños al instante. Pero una risa atravesó la tensión haciendo que todos se volvieran hacia el hombre sentado en la cabecera.

Sasha lo miró desconcertado, era un tipo alto y musculoso, no llevaba camiseta y se veían la multitud de tatuajes que tenía, a todas luces era un vory. Su cabello castaño y corto estaba peinado hacia atrás y su rostro era apuesto. Pero había algo inquietante en él, en su sonrisa alegre pero fría y en sus ojos grises y pálidos, como descoloridos.

-El gato tiene garras-dijo el hombre divertido.-Escucha chico, aquí si quieres dormir en una cama tienes que ganártelo, nadie te va a regalar nada en este lugar.-dijo el hombre, su voz era tranquila y distraída, pero Sasha se dio cuenta de que todo le escuchaban con suma atención. El tipo de persona que no necesitaba alzar la voz para que lo escuchasen.-Recoge eso-dijo con tono autoritario señalando las cosas que había dejado en el suelo. Sasha lo miró desafiante, no quería comenzar así, siendo el títere de ese vory. No iba a dejar que lo mandoneara.

-¿Y qué tengo que hacer exactamente para ganarme una cama?-preguntó con un tono cargado de sarcasmo. El vory le dedicó una sonrisa carnívora y encendió un cigarrillo mientras se levantaba de la silla.

-Escucha niño, acabo de perder en los dados y no estoy de humor-le dijo acercándose lo suficiente como para echarle el humo en los ojos.-Dormirás en el piso por un tiempo, eso es todo.

Sasha perdió la paciencia, siempre le pasaba lo mismo cuando estaba cansado y algo le molestaba demasiado. Perdía el control, la vista parecía cubrírsele con un velo escarlata y sus puños se cerraban por su cuenta. Se lanzó a darle puñetazos pero el tipo los esquivo como si nada, agarrando su puño y retorciéndole la muñeca de una forma horriblemente dolorosa. El tipo le sonrió y Sasha intentó golpearlo con la otra mano, pero el tipo aumentó la presión sobre su muñeca, el rubio tuvo que reprimir un chillido. Nunca había peleado contra alguien tan rápido y fuerte.

-Pide perdón-exigió el tipo con la misma sonrisa aterradora. Sasha se mantuvo callado intentando que el dolor no se revelara en su rostro.-¿Vas a hacer que te rompa un hueso en tu primer día?-preguntó burlesco mientras la presión aumentaba. Sasha apretó los dientes-Siempre me toca ser el malo-dijo el vory poniendo los ojos en blanco. Con un movimiento rápido y preciso hizo que un crack resonara en la celda. Sasha no pudo evitar gritar esta vez.

-Bastardo, loco hijo de…-no pudo terminar de soltarle las cuarenta. El vory se había vuelto a sentar y los otros tipos se le habían echado encima dándole la tercera paliza del día. Sonó una alarma breve por los altavoces y los guardias comenzaron a abrir las puertas, los tipos le dejaron tranquilo y salieron de la celda. Sasha se quedó en el piso, el cuerpo le temblaba y tenía la muñeca torcida en un ángulo imposible.

-¿Necesitas ayuda?-le preguntó el chico sentado en el piso con voz tímida. Sasha lo miró, había conocido tipos así en la correccional, la clase de personas de la que alguien siempre terminaba aprovechándose. Pero no podía pararse por su cuenta después de la lluvia de golpes así que asintió con la cabeza.-Me llamo Alyosha-se presentó el chico mientras lo ayudaba a incorporarse.-¿Sabes dónde está la enfermería?-Sasha negó con la cabeza.-Yo te la enseño. No tuviste mucha suerte con la celda, es bastante chunga.-dijo el chico mientras caminaban por los pasillos de cemento.-Yo no volvería a enojar a Vasya si fuera tú, él es el jefe de esta parte de la cárcel, no es un tipo al que quieras en tu contra.

-Imagino que lo obedeces para no tenerlo en contra ¿no?-dijo Sasha con tono áspero. Alyosha se asintió con la cabeza.-¿Y cómo te ha resultado hasta ahora?

-Joder…-dijo Alyosha.-Pues no muy bien a decir verdad, este sitio pudre a cualquiera. Mira Idris el turco es el que más fácil explota, ni siquiera lo mires, el viejo Petrov no te molesta si tu haces lo mismo, a Lev le gusta lastimar a la gente este del humor en el que este, los otros dos Karim y Dima son tipos tranquilos.-le contó Alyosha.-Pero con Vasya nunca sabes que te va a tocar.

Sasha le echó un vistazo a su nuevo compañero de celda, tenía el cabello negro y ojos azules, le faltaban dos dientes delanteros y tenía una mejilla magullada. Se notaba que los otros le trataban como un saco de un boxeo, se preguntó cuánto llevaba durmiendo en el suelo.

-Es aquí-anunció Alyosha cuando estuvieron frente a la enfermería.

-Gracias-dijo Sasha. Tuvo ganas de darle una sonrisa, pero conocía a los de su tipo: si le daba el mínimo de afecto se le quedaría colgado y él no podía lidiar con peso muerto.

 

*****

 

Cuando las luces se apagaron sus compañeros encendieron velas y no apagaron la radio. Vasya había mantenido lo dicho y Sasha no había tenido más remedio que tenderse en el suelo junto a Alyosha. Por la radio pasaban una pelea de boxeo, al parecer varios de los tipos habían apostado. Sasha estaba muerto de frio, todo su cuerpo le dolía, sobre todo la muñeca rota. Vasya la había hecho añicos de un simple movimiento, como quien lo ha hecho un montón de veces.

Vasya parecía ir perdiendo y estaba cada vez más molesto, fumando un cigarrillo tras otro y soltando maldiciones. Estaba de espaldas a Sasha quien lo miraba fijamente, Alyosha le había dicho que no hablara en la celda a menos que alguien le dijera algo. Estaba mirando el tatuaje que cubría la espalda de Vasya: era una enorme cabeza de tigre con las fauces abiertas, estaba hecho solo con tinta negra pero era demasiado bueno como para ser un tatuaje de prisión. Fue como si Vasya pudiese sentir su mirada, se giró repentinamente hacia él mientras le lanzaba una colilla aun encendida que Sasha esquivó por poco.

-Me traes mala suerte gatito-le dijo mientras se levantaba de la silla, Sasha sintió el impulso de retroceder contra la muralla pero se contuvo, obligándose a mantener su mirada.-Voy a perder 10.000 rublos en esta pelea-Vasya se inclinó hacia él y lo agarró del mentón.-¿Cómo piensas pagarme?

-Querías que estuviera en el suelo, estoy en el puto suelo; querías mis cosas, ya me robaron todo lo que les pareció-dijo Sasha furioso.-¿Qué más quieres tío?-esta vez fue el rubio el que acercó su rostro al mayor.-Si no sabes apostar, no lo hagas.

-¿Quieres que le rompa algo más?-dijo el chico moreno, Idris, furioso. Pero Vasya alzó una mano ordenando silencio.

-Puedo encargarme solo de un gato grosero-dijo Vasya mientras soltaba su mentón para llevar la mano a la muñeca vendada la cual apretó sin misericordia. Sasha chilló y Vasya sonrío satisfecho, tiro de su muñeca hacia arriba.-Vamos, levántate-dijo tironeándolo sin ningún cuidado. Sasha logró ponerse de pie, Alyosha a su lado temblaba acurrucado en el piso, como si intentara hacerse invisible.-Tranquilo, no te romperé nada más…creo. El castigo nocturno es diferente.

Vasya lo arrastró hasta el rincón izquierdo de la celda, entre la pared y la sabana que colgaba del techo tenían una sorpresiva privacidad. Vasya lo lanzó con fuerza contra la pared y Sasha se estrelló contra ella quedando aturdido, se apoyó para lograr mantenerse en pie.

-Déjame tranquilo-dijo Sasha jadeante, las piernas le temblaban. Vasya no estaba enojado, sonreía de una forma sádica que le daban ganas de huir. Pero no había adonde largarse. El rubio ya podía figurarse qué quería aquel vory, si hubiese querido golpearlo lo habría hecho en frente de todos. Sasha nunca había sido asaltado de esa manera antes, seguía siendo virgen y planeaba mantenerlo así. Llevó su mano a la espalda, había roto un espejo en la enfermería y guardado uno de los fragmentos, no era demasiado grande pero lo suficiente para ser peligroso.

Sacó el fragmento de su bolsillo trasero e intentó calcular el mejor ángulo para atacar, pero incluso antes que apartara su mano de su espalda pudo ver en los ojos de Vasya que este acaba de darse cuenta que estaba armado. Sasha vaciló unos segundas, pero no quedaba de otra, se lanzó e intentó apuñalarlo por la izquierda, pero Vasya dio un hábil giro evadiéndolo con facilidad. Lo intentó de nuevo pero esta vez Vasya lo hizo tropezar, haciéndolo caer al suelo y pisando su mano buena que sostenía el afilado fragmento, el cual levantó y examinó con rostro curioso.

-No anduviste perdiendo el tiempo-dijo examinándolo y encogiéndose de hombros mientras lo guardaba en su bolsillo.-Puede ser útil.-se inclinó y cerró la mano en sus cabellos agarrándolo en un puño y lo lanzó a la cama.-Eres interesante-dijo Vasya.-Y bastante rápido en los ataques, aunque tu defensa da pena.-busco algo entre su ropa hasta sacar un pequeño paquete de pastillas blancas, le ofreció una con la palma extendida.

-No quiero tus putas drogas-dijo Sasha mientras se frotaba la cabeza adolorida.

-Es solo para el dolor-dijo Vasya suspirando con exasperación.-Créeme no vas a poder dormir sin una de estas.-dijo Vasya. Sasha apartó la tercamente la mirada y Vasya perdió la paciencia. Le abrió la boca con los dedos y le coloco la pastilla en la garganta. Sasha sintió el sabor amargo del medicamento deshaciéndose en su boca, intentó escupirlo pero Vasya le había tapado la boca y la nariz.-Traga de una vez- le ordenó y Sasha solo pudo obedecer.-Ahora recuéstate, cuando te haga efecto te va a costar un poco estar de pie.

-No entiendo-murmuró Sasha desconcertado, comenzaba a sentirse extrañamente ligero.

-¿Qué no hay que entender?-dijo Vasya mientras sacaba el trozo de espejo de su bolsillo y lo volvía a examinar con regocijo.-Esta es tu cama, gatito.

Notas finales:

Gracias por leer!

Porfa dejn su review con opiniones, preguntas, recetas de pie de limon, lo que sea... recuerden que una sola review suya inspira a querer seguir publicando ;)


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