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Plan de retiro por lady_chibineko

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Título: Plan de retiro

Autor: Lady chibineko
(Miembro de la Orden Sirusiana)
(Miembro de la Mazmorra del Snarry)
(Alumna de la casa de Hufflepuff en Media Noche en la Torre de Astronomía)

Disclaimer: Los personajes de esta historia, pertenecientes a la película "Skyfall" basados en los personajes de las novelas de James Bond escritas por Ian Fleming, son propiedad de Sony Pictures Entertainment y MGM. Los personajes de la franquicia de Fast & Furious es propiedad intelectual de Gary Scott Thompson, Universal Pictures y los respectivos productores de cada película. Esta historia entra después de la película Fast & Furious 8 (The Fate of the Furious) y el spin-off Hobbs & Shaw.

Advertencia 1: Este es un fic slash, lo que quiere decir relación chico-chico; si no es de su agrado este tipo de lectura por favor no sigan.

Advertencia 2: Mención de MPreg.

Una nueva entrega de este complejo mundo, diviértanse!

~.~.~.~.~.~

- ¿Era esto realmente necesario, Doble Cero Siete?- preguntó Q en un suspiro cansado, con los brazos cruzados y un aire que prometía sufrimiento en el futuro del idiota que se encontraba frente a él.

Por supuesto, ese idiota era el mencionado agente Doble Cero, y como era bien sabido, el hombre vivía constantemente pisando la línea que gritaba peligro y coqueteando con la misma muerte, así que como que las advertencias de Q no hacían mucha mella ni efecto.

El rubio dolor de cabeza del Quartermaster tan solo esbozó una de sus típicas sonrisas de playboy, antes de preguntar con total desparpajo.

- ¿Me creerías si te digo que ésta vez en verdad estaba seguro de que iba a traer el equipo completo?

Q rodó los ojos y contestó con un parco.

- No. Y ahora que ese asunto ha sido dejado en claro... Señorita Moneypenny, creo que esto es suyo.

Bond abrió los ojos con sorpresa, mientras se borraba de un plumazo la sonrisa de su rostro. Pero ya era muy tarde.

Una mano lo pescó directamente de la oreja y comenzó a arrastrarlo de camino a la puerta de salida de Q-branch, con la obvia intención de llevarlo a la oficina de M, donde el hombre estaría esperándolo con el único objetivo de hacerlo escribir el reporte de la misión, con Moneypenny justo al lado, hasta que dicha tarea fuese completada.

Tortura pura.

Q sintió algo de satisfacción al pensar en aquello. Bond sin duda se merecía ese castigo y más luego del estado en el que había traído la Walther. Y eso sin añadir que no había traído nada más.

Tomó con cuidado la Walther, que fue todo lo que había vuelto de la última misión de Bond, y depositándolo en una bandeja con cuidado, decidió llevarlo él mismo hasta los laboratorios con el único afán de revisar el daño personalmente y así poder dejar las instrucciones precisas para salvar el arma. Ya tenía bastantes problemas con el presupuesto actual como para aumentar incluso más leña al fuego.

Salió de Q-branch con destino a los laboratorios sin pensar en nada más que en el equipo que tenía que salvar.

Fue por el pasillo, dobló a la derecha y de frente 60 metros, luego a la izquierda y... apenas y le fue posible esquivar el casi choque con la agente que en ese momento doblaba también dicha esquina, pero desde la dirección opuesta.

- ¡Agente Shaw! ¡Por todos los cielos! Si fuese tan amable de prestar atención por donde va, estoy seguro que el resto de nosotros le estaría muy agradecido.- reclamó el hombre con tono semi sarcástico, aunque pronto se le bajó la molestia al notar la tensión en la postura de la mujer.

A decir verdad, desde que la agente regresase de la misión a la que fue enviada en suelo estadounidense, en calidad de préstamo, a la agencia del enigmático 'Don Nadie'; la agente tenía un aire de abatimiento, tensión y distracción alrededor suyo que no parecía querer dejarla.

Lo cual por lo general no era en lo absoluto asunto de Q, excepto por el hecho de que esa mañana había recibido la orden de preparar el equipo para un grupo de 8 agentes que iban a ser enviados a una misión de reconocimiento, y el nombre de la agente Shaw se encontraba en aquella lista.

Y desde la perspectiva de Q, el estado de distracción de la agente podría ser peligroso, no solo para ella sino también para su equipo.

Por su parte, la rubia se envaró completamente, antes de comenzar a deshacerse en disculpas.

Q suspiró.

- Deténgase allí agente, no hace falta que se disculpe tanto. Tan solo trate de prestar mayor atención a su alrededor de ahora en adelante.

La agente pareció desinflarse de un momento al otro.

- Sí, señor.

Q la miró evaluativo y decidió tomar el toro por las astas.

- Agente Shaw, sin ánimos de meterme donde no me llaman ¿Se encuentra usted bien? Porque de no ser así, preferiría estar al tanto antes de que sea enviada en la nueva misión, y ponga en riesgo a todo su equipo.

Shaw de nuevo se puso rígida, su cuerpo entero pareció tensarse como una cuerda de guitarra.

- Eso no será necesario, señor. Estoy bien.

- ¿Seguro? ¿No tiene ningún problema? ¿Algo con algún compañero, quizás? ¿Algún cabo suelto con alguna misión?

Por un momento la agente pareció dudar, pero finalmente respondió.

- Es... un asunto personal, señor. Familiar.

Y bien, con una respuesta como esa, por lo general Q hubiese dejado el asunto pasar. Excepto que la familia Shaw no era una familia exactamente común, claro está.

Un escalofrío recorrió a Q.

- No recuerdo ningún aviso de aprehensión reciente en el caso de sus hermanos o su madre, agente ¿Podría elaborar su respuesta?

La mujer abrió los ojos con desmesura, mostrando signos de incomodidad.

- ¡No!... No, no se trata de eso. Es solo que... mi hermano mayor formó una familia... y recién me enteré hace poco, cuando me puso enfrente a su pareja e hijos.

- ¿Oh?- ¿Deckard Shaw casado? Eso era extraño, Q no recordaba cambios en el estatus civil del ex-agente y ex-mercenario según los registros en el sistema; a la vez que dudaba que la agente se estuviese refiriendo a su otro hermano.

- Si.- respondió la agente Shaw con un tono de amargura.- No creyó importante decírmelo antes.

Q suspiró.

- Veo. Sin embargo, le aconsejo que catalogue sus prioridades, agente. Si hundirse en su aparente miseria por un hecho tan trivial, o actuar como un miembro de MI-6, superar este pequeño impase y prepararse para su siguiente misión.

El rostro de la mujer se tiñó de carmesí ante el suave, aunque obvio regaño de su superior, y tras unos segundos asintió.

- Sí, señor.

- Bien, en ese caso, debo continuar mi camino.

Y sin más, Q se dirigió al laboratorio.

Aunque la nueva información obtenida sobre Deckard Shaw quedaba de todas maneras pendiente para ser revisada después.

~.~.~.~.~.~

La verdad fue que Q no tuvo tiempo para pensar en el misterio del ex-agente Shaw hasta mucho, mucho, pero mucho tiempo después. Cuatro días después para ser más precisos, que fue cuando por fin pudo pisar el interior de su pequeño departamento; e incluso allí el asunto tuvo que ser dejado de lado hasta luego de atender a sus gatos, limpiar un poco el lugar y dormir, justo en ese orden.

Y aun así, encontrar la información deseada fue demasiado fácil. Un par de clicks y la partida de matrimonio del ex agente de la DSS, Luke Hobbs (quien actualmente trabajaba como agente de la organización dirigida por Don Nadie) y el ex-agente de MI-6, Deckard Shaw (quien también trabajaba en la misma agencia que el agente Hobbs), se exhibía ante sus ojos en la pantalla de la laptop.

Unas cuantas preguntas más correctamente realizadas, y un par de hackeos menores; y las partidas de nacimiento de los pequeños hijos de ambos agentes se mostraban también. Niños traídos al mundo gracias a la participación de una prima cercana del agente Hobbs, quien actuó como madre sustituta por poco más de 8 meses.

De acuerdo, sí; lo dicho por la agente Shaw concordaba con lo encontrado, pero de alguna manera Q sentía que aquello no era todo, que faltaba una pieza en aquél rompecabezas.

Y su cerebro seguramente hubiese seguido aquella línea de pensamiento, de no ser por el par de brazos que lo sobresaltaron en un primer momento al cerrarse alrededor de sus hombros, para luego hacerlo gruñir al darse cuenta de quién era el dueño de aquél abrazo.

Nunca debió permitir que Bond sacase un juego de llaves de su departamento, ni debió de haberle dado la clave para desactivar el sistema de seguridad... En realidad debería pararse en ese mismo instante a cambiar todas las claves. Bueno, soñar no costaba nada.

- Te diría que gruñeses menos y no fruncieses el ceño para evitar que se te quede marcado, pero creo que ya es demasiado tarde para eso.- dijo una vez detrás suyo con tono bromista.

Olviden lo pensado anteriormente, ahora mismo se paraba a cambiar todas las claves y le quitaría el juego de llaves a Bond aunque la vida se le fuese en ello.

- Bond.- gruñó una vez más Q, antes de suspirar en derrota. No iba a hacer nada- ¿No sé supone que deberías estar en camino a MI-6 para entregar el reporte de tu última misión?

- Hmmm.- fue la única respuesta que obtuvo Q, mientras pequeños besos eran regados por su cuello y nuca.

- ¡Bond!- gruñó el menor con más énfasis.

El aludido suspiró.

- Estaba... Pero R debería saber a estas alturas lo que puede ocurrir si pregunto porque mi Quartermaster no está en el micrófono y la respuesta es 'Q se retiró a descansar'.

Ante aquello, Q rodó los ojos.

- Bond...- volvió a repetir el más joven en tono de advertencia.

Pero el agente solo besó de manera traviesa detrás de su oreja izquierda.

- Tranquilo Q. Fue un asunto sencillo, mi equipo está completo y reposando en este momento sobre la mesa de tu cocina. Y prometo dar mi reporte mañana a primera hora ¿Satisfecho?

- ...Supongo.

- Bien.- rio ligero el Doble Cero, antes de poner la barbilla sobre el hombro derecho de Q, para ver lo que estaba en la pantalla del portátil. Y por supuesto, terminó leyendo los certificados exhibidos allí.

- ¿Deckard Shaw? ¿Casado y con hijos?- estuvo unos segundos en silencio- ¿Es por eso que la agente Shaw actúa como si alguien hubiese envenenado a su perro y se lo hubiese dejado como regalo?

Q volteó ligeramente para mirar a Bond a los ojos, y asegurarse de que notase su ceño fruncido.

- Esa fue una imagen siniestramente específica ¿Debo preocuparme por Tesla y Turing?

Bond volvió a desplegar aquella sonrisa traviesa que parecía no querer dejarlo ese día.

- En lo absoluto. Esos dos están completamente a salvo conmigo.

- Mmmm... Más te vale. Entonces ¿La agente Shaw sigue exhibiendo una actitud decaída?

- Bueno, estaba así hace cuatro días, antes de que saliese a su misión; pero era bastante obvio. No se cómo estará ahora.

Q miró de nuevo la pantalla.

- Su desempeño parecía el adecuado hasta el momento en el que me retiré de Q-branch, y R no se ha contactado conmigo por ninguna de las misiones que se están llevando a cabo, así que presumo que sigue dando la talla.

El rubio apretó un poco el abrazo mientras seguía mirando la pantalla.

- Deckard Shaw... Era un buen agente para MI-6. Trabajé en un par de ocasiones con él y su equipo... Fue una pena perderlo, pero ¿Quién iba a imaginar que fue incriminado y en realidad era inocente? Prácticamente acabó con el equipo que fue asignado para su captura sin pensarlo dos veces.

- ¿Y acaso no hubieses hecho lo mismo en su lugar? Estoy seguro de que estaba al tanto, así como lo estás tú, que en la situación en la que se encontraba en aquél momento, era poco probable que volviese respirando a suelo inglés.

El sonido que salió de la garganta del Doble Cero, sin duda concordaba con lo dicho por Q.

- Aun así es una lástima que nadie notase que fue incriminado. Gran Bretaña perdió un buen agente.- el hombre miró la pantalla un momento, ladeando de pronto la cabeza- En realidad me sorprende que no le hayan ofrecido la oportunidad de volver...

El gruñido que emitió Q, sin duda cortó las palabras del rubio.

- ¡Oh! Fueron puestos en alerta, pero no quisieron siquiera aceptar la mera probabilidad de haberse equivocado, lo cual es muy diferente.

James miró a Q confundido.

- ¿Y tú, como sabes eso?

- Porque fui yo quien fue con Mallory para hablar sobre Shaw y un par de agentes más.- continuó Q con voz furiosa, sin quitar la mirada de la pantalla.

El rubio agente, por su parte, dejó de abrazar a Q por la espalda y se movió al lado de éste, jalando una silla del juego de comedor para sentarse al lado del genio informático.

Q mientras tanto, respiró profundamente para calmarse un poco; tras lo cual continuó.

- Tras lo ocurrido con Silva, comencé a estudiar los casos de otros agentes. Los de Deckard Shaw, Tamara Briggs y Richard Brown llamaron mi atención, así que los estudié, reuní las pruebas del porqué estaba seguro de que habían sido incriminados, y fui con Mallory.- la mueca de fastidio que se dibujó en los labios del hombre fue bastante evidente- Aparentemente, al no ser parte del área de inteligencia que estudia el comportamiento del personal, me fue dicho que no me metiese en asuntos que no me competía. En 2014, Tamara Briggs fue capturada por agentes británicos... No llegó viva a su juicio como bien lo sabes.- recalcó Q, alzando la mirada y enfocándola en la del rubio.

James lo sabía bien. Briggs se había transformado en una asesina a sueldo tras ser acusada de traición por MI-6, tal y como Deckard Shaw se había volcado a la vida de mercenario tras el mismo evento. Aunque no había sido algo inmediato para Briggs, sino que se mantuvo en silencio casi 2 años. Bond estuvo en el equipo para capturarla, y lo que vio en sus ojos antes de que cayese luchando lo dejó pasmado, al punto de no haber sido él quien tiró del gatillo en aquella ocasión: Ira, resentimiento, resignación. Ella se sentía traicionada y como se supo tras el destape de las manipulaciones del grupo terrorista Eteon, estaba en todo su derecho, pues no solo se confirmó la participación de dicho grupo tras los eventos de la baja deshonrosa de Shaw, sino de por lo menos una docena más de agentes, y eso solo en suelo inglés; entre ellos Richard Brown (quien hasta la fecha se encontraba prófugo) y Tamara Briggs.

Bond tragó con dificultad.

- Ya... veo.

Q bufó.

- No, no creo que lo veas, Doble Cero Siete. Y la verdad no importa, porque no eres quien da la orden de disparar, solo la mano que jala del gatillo. Pero me aseguré de que quienes dan las órdenes si sepan lo profundo que cavaron sus propias tumbas, que no olviden como ignoraron mis indagaciones, y sobre todo el cómo no voy a dejar que lo vuelvan a hacer.- para ese punto los dientes de Q casi rechinaban unos contra otros de lo fuerte que los apretaba el genio- No voy a dejar que nadie, menos aún una organización terrorista como Eteon, o idiotas con demasiado poder en MI-6, vuelvan a meterse con ninguno de mis agentes.- y dicho aquello Q volvió la mirada a la pantalla, con tal intensidad que de haber sido posible, seguro hubiese derretido el aparato en segundos.

Por su parte Bond exhaló aire con dificultad. La pasión de Q por mantener a los agente, a TODOS los operativos de MI-6 a salvo, causaba sensaciones en él que creía que nunca más iba a volver a experimentar.

Y se dijo a sí mismo que no estaba listo para lidiar con todo aquello de momento, así que en un intento por cambiar el humor del lugar y atrapó los labios de Q en un beso profundo, uno que a pesar de su negativa por aceptar sensaciones y sentimientos que la pasión de su Quartermaster por el que los agentes de MI-6 sean vistos como seres humanos en lugar de armas, le hacía notar justamente la manera en que Q hacia su interior hervir.

Pronto la laptop entraba en modo de ahorro de energía por el prolongado período de tiempo sin ser utilizada, mientras el departamento del joven se llenaba de gemidos y palabras susurradas en medio de un momento de pasión.

~.~.~.~.~.~

12 días después

Q miraba impávido a cierto agente, mientras era dado de alta del área médica tras 24 horas de estar allí.

Se suponía que serían 72 horas como mínimo, pero ni siquiera el juramento hipocrático lograba esos días que los doctores y enfermeros de MI-6 lidiaran más de lo necesario con el legendario agente con licencia para matar.

Q rodó los ojos antes los inútiles esfuerzos del hombre por ocultar la ligera cojera que lo aquejaba, y se aclaró la garganta para hacer notoria su presencia. Y se negó a admitir que la manera en la que los ojos del agente se iluminaron al darse cuenta de que estaba allí, le causó un revoloteo de mariposas en el vientre.

- Doble Cero Siete, si ya estás listo para partir, entones por favor sígueme. Soy tu chofer designado.

La sonrisa de autosuficiencia del rubio hizo que Q dejase escapar un bufido.

- No es para que te pavonees de esa forma, Bond. Tan solo estaba de salida y no logré eludir a Tanner tan bien como Moneypenny.- reclamó el joven genio mientras daba media vuelta y salía del área médica, con Bond cojeando detrás.

Llegaron poco después, sin prisa alguna, al estacionamiento; y Q le abrió a Bond la puerta del copiloto, esperó a que el hombre se acomodase luego de poner en el asiento de atrás el maletín de emergencia con ropa y accesorios que tenía siempre disponible en MI-6 y que tras su paso por el área médica, ahora debía de volver a armar; y pronto Q se acomodó también en su asiento tras el volante.

Salieron del lugar y se mezclaron con el resto de los automóviles que navegaban las siempre atestadas calles de Londres, y Q se concentró en manejar.

Unos minutos después, el silencio se rompió.

- Q...- Bond llamó su atención con voz seria.

- ¿Sí?

- ¿Adónde vamos?

El menor frunció el entrecejo.

- A tu departamento. Creí habértelo dicho a tu salida del área médica.

Otro silencio se instauró, y duró hasta la siguiente luz roja, donde una mano se posó en el brazo izquierdo del conductor.

- Q...

El aludido miró a su pasajero y soltó un gruñido. Bond tenía mirada de cachorro perdido bajo la lluvia.

- ¿En serio me vas a dejar solo? Acabo de ser dado de alta, pero creo que aún no estoy completamente recuperado.

¡Por eso se suponía que debías de estar bajo la atenta mirada del área médica por 72 horas y no solo 24! quiso gritarle Q al agente, pero sabía que sería inútil.

Suspirando reanudó la marcha con el cambio de luz del semáforo, y dio un giro en la siguiente intersección, negándose a ver la sonrisita de autosuficiencia de su amante ocasional.

Al llegar al edificio donde estaba su departamento, Q ayudó a Bond cargando el maletín a pesar de las protestas del mayor, y ambos esperaron para tomar el elevador.

Poco después, eran recibidos por un coro de maullidos, ronroneos y topes de cabeza.

Bond pronto se tiró al sofá y gruñó satisfecho mientras se acomodaba alzando ambas piernas y estirándose cuan largo era.

Q observó con una mueca de fingida molestia como Tesla y Turing se acomodaban en el pecho del agente, a lo que finalmente hizo un gesto de molesta desestimación con una mano, mientras se dirigía a la cocina con la firma intensión de hacer un buen té en el cual ahogar sus frustraciones del día.

- No sé a quién irás a molestar cuando finalmente salgas del servicio, pero realmente compadezco a esa persona.- señaló en un murmullo demasiado alto como para esperar el haber hablado sin ser escuchado.

Y efectivamente supo que fue escuchado cuando la risa ronca del rubio convaleciente inundó el lugar.

- ¿Qué acaso no te lo he dicho antes, cariño? Tú eres mi plan de retiro.- fue la contestación que obtuvo el comentario recién hecho.

Y era cierto, el espía había estipulado aquello muchas veces, durante por lo menos los últimos 7 de los 16 meses que llevaban en aquella especie de relación de compañeros de trabajo con beneficios.

Nuevamente Q tuvo que esforzarse por aplacar la molesta sensación de revoloteo de mariposas en su vientre, mientras terminaba de prender la hornilla para colocar la tetera donde ya había llenado el agua, y revisaba qué medicinas le tocaba tomar a Bond y cuando.

~.~.~.~.~.~

3 días después

Q abrió la puerta de su departamento y se dejó a sí mismo pasar por dicha puerta, mientras exhalaba un suspiro y lamentaba la falta de maullidos y ronroneos brindándole la bienvenida.

Pero lo más probable fuese que los dos pequeños y peludos traidores estuviesen bien acurrucados con James donde quiera que el hombre estuviese de momento, así que por lo menos no era como si tuviese que preocuparse realmente por la ausencia de sus gatos.

Un vistazo a la cocina le dijo que al igual que el día anterior, y el día antes de ese; Bond había preparado algo de comer también ese día, y una involuntaria sonrisa se dibujó en sus labios.

- ¿Q?- la voz somnolienta del dueño de sus actuales pensamientos se hizo presente- ¡Ey! Llegaste temprano hoy.

Q se encogió de hombros ante el comentario.

- 002 terminó la misión de manera satisfactoria y con bajas mínimas. En vista del poco papeleo, decidí terminar hoy a tiempo y dejar cualquier otra cosa para mañana, o bien a cargo de R.

- ¿Oh? ¿Y Q-branch no se cayó a pedazos tras el inusual anuncio?

Q le mandó al rubio una mirada molesta, pero no le duró demasiado.

- Espero que tengas hambre. Hice pasta con salsa de tomate y albóndigas... de las que te gustan, horneadas y con centro de queso mozzarella.

Ante aquello Q frunció el entrecejo.

- No recuerdo que tuviese carne en la nevera... o queso mozzarella.

- No tenías, compré eso y un par de cosas más. Ya tengo planeado el menú de mañana, así que ahora sabes que debes de venir temprano a casa para que no se desperdicie mi futuro esfuerzo por alimentarte.

- ¡James! ¡El objetivo de darte descanso médico es justo para eso!- regañó sin embargo Q, no cayendo en el juego del agente- ¡No se supone que debas de salir, menos cargar peso!

Bond rodó los ojos.

- Y no lo hice. Está esta cosa llamada compras en línea, donde te traen todo a la puerta del edificio, y luego hasta la puerta del departamento. Te aseguro que el llevar dos bolsas de la puerta hasta la cocina, no me va a enviar de nuevo al área médica de MI-6.

- Oh...

- Exacto, oh. Pero me alegra saber que mi querido Quartermaster se preocupa tanto por mí.- añadió el espía con una sonrisa y un tono meloso de voz, los cuales Q de pronto encontraba no solo enervantes, sino también difíciles de catalogar; y que devolvía la molesta sensación de alas de mariposas revoloteando en su estómago.

Por toda respuesta, Q se dirigió a la cocina y prendió una hornilla con la firme intención de calentar la comida y evadir responder cosa alguna al agente que lo miraba divertido.

Las albóndigas estuvieron deliciosas.

~.~.~.~.~.~

La noche encontró a Q frente a la pantalla de su portátil una vez más. Bond se había ido a dormir tras la comida, pues las medicinas que tenía que tomar por lo menos durante 2 días más, tendían a llevarlo directo a la cama, y no de la manera a la que el rubio le hubiese gustado. Eso decía mucho, teniendo en cuenta lo altamente resistente que era el agente a medicamentos y drogas en general. Aunque por supuesto nunca lo hacían dormir más de 2 ó 3 horas, así que no se sorprendió cuando un par de brazos lo encerraron de manera remolona en un abrazo.

- Creí que ya no tenías más trabajo por hoy.

- No estoy trabajando.- contestó Q sin quitar la vista de la pantalla.

Bond emitió un sonido con la garganta mientras se fijaba mejor en el contenido de la pantalla.

- ¿Nowhere?... ¿Jugando con el hacker de Don Nadie de nuevo?

Q se encogió ligeramente de hombros mientras continuaba tratando de entrar a los archivos de la organización secreta estadounidense.

La verdad había sido un golpe a su orgullo el saber que el hacker creador del 'Ojo de Dios' había terminado siendo reclutado por Don Nadie y su equipo antes que por MI-6, sobre todo porque Ramsey era inglés... o inglesa, no lo tenía en claro; pero le habían ganado por puesta de mano y eso no le gustaba.

Así que Ramsey y él tenían este pequeño juego, donde cada uno se metía al sistema de la organización del otro en busca de fallas, y luego las señalaba mostrando la información que habían sustraído gracias a la brecha de la seguridad en el sistema del otro. Cuanto más alto el nivel de clasificación de la información sustraída, mayor era el orgullo mostrado. Y a la fecha, Q iba ganando, por así decirlo.

Por supuesto, a excepción de Bond, quien constantemente miraba sobre su hombro cuando estaba metido en su departamento; nadie más sabía sobre aquello, y nadie había detectado la infiltración de ninguna de las dos partes, ni siquiera por asomo.

Q en serio no podía creer que le hubiesen ganado ese hacker por puesta de mano.

Y en cuanto a las brechas en el sistema contrario, tampoco es que lo hiciesen de manera constante, en especial porque Q tenía verdadero trabajo metiéndose en otros sistemas por órdenes de sus superiores, por lo que casi no le quedaba tiempo para este tipo de distracciones personales; pero todo ese asunto con Deckard Shaw unos días atrás había reavivado esa pequeña picazón por demostrarle a Ramsey que Q-branch era mejor que cualquier organización del otro lado del charco, así que allí estaba de momento, gastando su tiempo mientras hackeaba el sistema de Nowhere.

- ¿Y encontraste algo interesante?

- Aún no he podido entrar a nada. Se nota que ha mejorado la seguridad de los archivos... así que supongo que demoraré un poco más de lo normal.

Eso le ganó un beso en la nuca por parte del espía.

De pronto...

- Extraño.

- ¿Qué pasa?

- Hay un archivo de video que no parece estar encriptado... tan solo... alguien trató de esconderlo, pero...

Q hizo doble click en dicho video, y de pronto se abrió una ventana mostrando a los 3 hermanos Shaw, con los 2 menores en la parte de atrás de lo que parecía ser un vehículo, mientras el mayor conducía y renegaba al mismo tiempo.

Era obvio que no estaban al tanto de que estaban siendo grabados.

El video fue bastante largo, aunque Q cortó un buen pedazo de éste donde el vehículo fue dejado en el parqueo de lo que, según se entendía, era el hospital donde se encontraba el agente Hobbs, junto a la madre de los Shaw, la hermana del agente Hobbs, y los hijos de ambos agentes.

Las revelaciones de ese video fueron... abrumadoras, por decirlo de alguna manera; aunque también bastante esclarecedoras en relación a la actitud mostrada por la agente Shaw unos días atrás.

- Shaw es... fértil.- sentenció finalmente Bond tras varios minutos de finalizado el video.

Q por su parte abandonó los servidores de Nowhere, completamente consciente del porqué el video no había sido entregado a Ramsey para ser encriptado. Era información delicada, por así decirlo; y seguramente Don Nadie estaba debatiendo que hacer con dicha información.

- ¡Fértil!- gruñó el rubio mientras, casi reclinado en la silla donde en algún momento se había sentado, echaba la cabeza para atrás.

- ¿Es eso un problema acaso, Bond?- preguntó Q en tono seco.

El agente lo miró con aquellos ojos azul helado, mostrando incredulidad.

- Q, he trabajado junto a ese hombre.- dijo como tratando de establecer un punto.

- Lo has mencionado antes, sí.

Bond respiró profundo.

- Ese hombre es una máquina de matar ¡Lo he visto acabar con escuadrones completos sin ayuda de nada más que un arma de fuego y un par de cuchillos!

- He leído lo mismo descrito en su archivo, en relación a sus habilidades, sí.

- No... ¿No te sorprende? Es decir... ¡Es un hombre fértil!

- ¿Y crees que por ello es incapaz de hacer lo mismo que un hombre como tú, o incluso hacerlo mejor? Es capaz de dar a luz, igual que prácticamente todas las mujeres en el mundo, incluyendo las agentes que forman parte de MI-6; y sin embargo no te he visto nunca actuar con tanta incredulidad hacia la capacidad de 004 de acabar con escuadrones completo con nada más que su arma designada y los tacones en punta de sus zapatos. Por supuesto, si alguien se atreviese a tan solo pensarlo mientras ella se encuentra presente, estoy seguro que esa persona no llegaría a ver un nuevo amanecer.

Bond cerró la boca de golpe, al igual que los ojos.

- Es... es cierto. Lo siento, es olo que- el agente aspiró una bocanada de aire- He conocido hombres fértiles Q, y nunca supe de alguno que...- hizo un gesto con la mano, señalando hacia el monitor.

- Entonces ¿Nunca escuchaste sobre el detective Williams?

- ¿Quién?

- En Hawaii.

Por la expresión del rubio, Q supo que en verdad Bond se había olvidado de aquél hombre y el revuelo que había causado unos años atrás.

- Ah, cierto... Es solo que... Mira, he conocido algunos hombres fértiles a través de los años, pero todos ellos eran... eran...

La risa parca y sin humor del genio cortó la perorata del espía.

- Bond, tú has conocido solo a los que una vida de glamour y lujos les pareció atractiva, y a quienes el ser un adorno colgado del brazo de quien pueda pagar esos lujos no es mayor problema. Y recuerdo perfectamente los ofrecimientos que te hicieron los últimos tres con los que te cruzaste en misiones.- Q miró a Bond esbozar una sonrisa algo apenada ante aquél comentario y rodó los ojos- Mira, no estoy diciendo que ese tipo de vida esté mal; al contrario, me alegro de que esos hombres hayan logrado cumplir con lo que querían para sus vidas; pero eso no significa que todos busquen lo mismo.

Bond alzó las cejas con sorpresa.

- ¿Es que acaso hay más?- preguntó realmente interesado, y a la vez sorprendido por el concepto planteado por Q.

Q asintió lentamente.

- He sabido de algunos pocos casos a través de los años. La mayoría se encuentra en los Estados Unidos, algunos en Europa y Asia, también de un caso en Nueza Zelanda. Y el guardar silencio ha sido fundamental para poder vivir la vida que querían, así que no solo espero que no me preguntes quienes son, sino que te lo pido... Por favor, no divulgues la información sobre el ex-agente Shaw.

Esta vez fue Bond quien asintió con lentitud, como sopesando la información esquiva proporcionada por su amante, catalogándola en su cabeza, haciéndose preguntas respecto al tema.

Q sospechaba por donde iban los pensamientos del agente, así que esperó con calma por lo que venía.

- ¿Por qué?... Q ¿Por qué tienes información sobre la identidad de hombres fértiles que no...?

- ¿Son públicos?

Bond asintió. Q tomó aire y miró al agente a los ojos.

Sería muy fácil desviar la pregunta, decir tal vez que era porque podía, o que era un tema de su interés. Ponerse en los zapatos de quien se abandera por los derechos de una minoría, o simplemente no contestar.

Pero la verdad era que quería responder la pregunta de Bond con sinceridad, y ver a donde lo llevaba eso.

Los ojos verdes de Q se posaron sobre los azules de James.

- Porque... Yo sé sobre ellos, y ellos saben sobre mí; y de esa manera somos más fuertes estando juntos que cada quien por su cuenta. Y si alguno necesita ayuda, todos los demás brindan lo que pueden para encontrar una solución. Algunos, por supuesto, tenemos mejores medios que otros; pero cada aporte es igual de valioso.

El aliento de Bond se congeló en su garganta, la manzana de Adán apenas se movió para dejar pasar la saliva.

- ¿Tú...?.- preguntó el hombre al borde de, al parecer, desfallecer.

Los hombros de Q cayeron.

- Si bueno, como dije, no todos están interesados en los hijos y el glamour que un viejo duque puede ofrecer.

- Pero... nosotros... nosotros...

- Bond, no sé si lo has notado, pero hemos usado protección casi siempre.- y no solo era una cuestión de no quedar embarazado. Con todas las veces que el rubio usaba el sexo como arma en sus misiones, Q prefería no arriesgarse a que le pasasen una ETS solo por un buen revolcón, muchas gracias.

- ¡Exacto! ¡Casi siempre!... Entonces... ¿Alguna vez?

Q negó.

- Tal vez no hayamos usado siempre un condón, pero nunca olvido mis pastillas. No te preocupes, estás a salvo.

El rubio frunció el entrecejo.

- No recuerdo haber escuchado de pastillas anticonceptivas para hombres fértiles.

- Tal vez porque no se supone que deban existir.- contestó el genio con tono aburrido- Pero teniendo en cuenta que ningún doctor aceptaría realizar un procedimiento de esterilización en un hombre fértil, es la segunda mejor opción.

Bond lo miró tan confundido que Q tuvo que ahogar una risita.

- Es decir... que no quieres...- y Bond señaló su propio estómago, para dar a entender lo que quería decir.

- ¡Oh, Dios! ¡No! Tal vez tenga el equipo, pero el instinto se perdió en el camino. Tengo bastante con cuidar de mis técnicos y agentes, como para encima hacerme de más responsabilidades.

- Oh...- murmuró Bond mirando al piso.

Y de nuevo estaba allí, el rostro pensativo. Por lo menos no mostraba señales de estar juzgándolo.

- ¿Qué? ¿Decepcionado?

Bond alzó la vista, y sorpresivamente aquella sonrisa de galán se dibujó en su rostro, sacando por completo a Q de contexto.

- Por supuesto que no, mi querido Q. Yo tampoco tengo madera de padre, así que no veo porque habría de decepcionarme.

Q frunció el entrecejo.

- No entiendo. Que tiene que ver una cosa con la otra.

Bond se aclaró la garganta.

- Ya te lo dije, eres mi plan de retiro.

- ¿Y?- preguntó Q, siendo esta vez él quien llevase la mirada confundida y el corazón en la garganta.

- Pues... Que al parecer esta es una tarde de confesiones, porque yo también tengo una que hacer. Y es que... hace un tiempo decidí que, si llego a la edad de retiro, y hay días en los que estoy casi seguro de que eso realmente va a suceder; entonces, ese día... ese día te voy a decir lo mucho que te amo, Q; y te preguntaré si te interesa pasar el resto de los días que me quedan, juntos. Y es que me das tanto... toleras mis manías, sabes como manejarme, a mí, mis temores, mis pesadillas, mis momentos menos brillantes y los de verdadera gloria; y no solo entiendes lo que tengo que hacer por la Reina y la patria sin reclamarme al respecto, sino que estás allí a mi lado en todo momento. Eres leal Q, fuerte y valiente. Eres todo lo que creí que no iba a encontrar, pero allí estás, y aunque no tengo lo suficiente para darte un equivalente de lo que tú me das a mí, ambos sabemos que soy lo suficientemente egoísta para que eso no me importe. Me conoces Q, como poca gente puede afirmar hacerlo, y a pesar de ello no has salido corriendo en la dirección opuesta, sino que me aceptas, sin pedir a cambio más de lo que tengo... Y hasta ahora siempre creí que no encontraría nada más, que nada se iba a presentar frente a mí... Pero allí está la oportunidad, y la voy a tomar.

- ¿La oportunidad? ¿De qué hablas?

James estaba tan serio.

- Puedo ayudarte a proteger a esos hombres, Q; y puedo protegerte a ti un poco más. Incluso si cuando llegue el momento, te pregunte y tu respuesta sea no, ya me has dado más de lo que pude haber soñado jamás, y día a día sigues haciéndolo. Estaré ansioso de ser capaz de retribuirte, cuando quieras y en lo que quieras. Solo tienes que pedirlo. Y no espero nada a cambio.

Q sintió su pecho contraerse ¿O era su corazón el que se hinchaba? Quien sabía.

Era solo que... nunca pensó sentirse tan... feliz.

- ¿James?

- ¿Q?

- Más te vale llegar a la edad de retiro, agente. Ya te falta poco. Pero hasta entonces estaré vigilándote ¿Lo entiendes, Doble Cero Siete?

El rubio tragó y asintió.

- Y más vale que no olvides lo que acaba de transpirar entre nosotros ahora, porque yo no lo haré ¿Y James? Ten en cuenta, que es posible que cuando preguntes... la respuesta sea sí.


The End


Notas de la autora:

¡Oh! No puedo creer que voy por el tercer oneshot de esta serie. En realidad cuando escribí el primer oneshot de Hawaii Five-0, ni se me pasó por la cabeza hacer un universo sobre hombres fértiles, y ahora tengo tantas ideas que no sé ni dónde meterlas. Tantos fandoms, tantos universos, tantas series y tantos ships... Esto ya se me salió de control. Pero no pienso hacer nada al respecto excepto escribir.

Anyway, veamos como balanceo todo entre estudios, trabajo, casa y vicios.

Y bueno, allí está otro caso, el de Q. Es fértil, sí; pero no siente apego a la idea de formar una familia con niños en ella (childfree me salió el muchacho). Tiene demasiado en su bandeja con todas las responsabilidades que se ha agenciado como líder de Q-branch (sus agentes son sus niños, aunque algunos tengan la edad para ser sus padres), y protegiendo (a su manera) a otros hombres fértiles que como él, o como Deckard, o Danny; no tienen interés en caer en el estereotipo que la sociedad ha designado para los hombres que pueden dar vida. Y la buena noticia, James Bond está completamente de acuerdo con ello. Si es que finalmente la vida les da la oportunidad de establecer algo serio a futuro, estoy segura que serán muy felices (a su poco convencional forma de vida).

En fin, gracias por leer hasta aquí, nos vemos en los siguientes proyectos que van a salir (el capítulo 9 de 'Lazos de familia' ya ha dado inicio, además que pronto va a salir el siguiente oneshot de mi serie Shobbs, el segundo capítulo de 'Contra todo pronóstico' y el capítulo 4 de 'Amado Febo').

Un beso felino para todos y sigan cuidándose mucho.

chibineko chan
(Miembro de la Orden Sirusiana)
(Alumna de la casa de Hufflepuff en Media Noche en la Torre de Astronomía)
(Miembro de la Mazmorra del Snarry)

~.~.~.~.~.~

Campaña de NO AL PLAGIO

Digamos NO al plagio, este mensaje va dirigido al público, para que el trabajo de cada uno como autor sea tratado con el respeto que se merece. Recuerden que cada obra es como el bebé de cada uno de los que creamos dichas obras; y como tales amaremos y protegeremos esas obras dándole lo mejor de nosotros para que el resto del mundo pueda disfrutar con el resultado final. Por eso, si sabes de algún caso de plagio, denúncialo al autor del respectivo trabajo, ten por seguro que dicho autor te lo agradecerá. Gracias


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