Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juguemos a casarnos e intentemos no enamorarnos por Menma Lightwood-Uzumaki

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Ay, perdonenme la vida, pajaritos! Realmente lo siento muchísimo, trate enserio de actualizar el diez, pero ando con un bajón emocional terrible que me quitó la inspiración, no obstante, hice mi mejor esfuerzo y ahora les traigo el capítulo de esta semana, el cual por cierto le quiero dedicar a dian801 Linda, tu comentario me hizo el día de una manera que no tienes idea, saber que estabas esperando actualización me impulsó a editar este capítulo, por ello te lo dedico y espero que te guste tanto como los otros. Por cierto, me gusta tu nombre :3

Ah, y también quiero darle una bonita bienvenida a Edmary, tienes todo mi amor y cariño desde este lado de la pantalla, mujercita.

Ahora si.

Disfrútenlo.

PD: Sin cursivas porque ando pobre XD

               *Capitulo 5*

     Juntos pero no revueltos
    Mezclados pero no batidos
¿Porque no mejor ignoramos lo complejos, y acercas tu cuerpo al mío?



- Ya estarás contento, Uchiha - Resopló un Naruto con el rostro crispado.

Sasuke, a unos pasos de distancia, rodó los ojos.

- Cállate la boca, Naruto.

- Oh, ni creas que vas a conseguir detenerme con tu humor de mierda - Naruto siempre se había caracterizado por ser un humorista consiente ¿Osea? Sabe cómo bromear pero también cuando detenerse. En este caso, sin embargo, las emociones del Uchiha le estaban valiendo tres hectáreas de verga - Por tu culpa estamos metidos en este lío.

- ¿Mi culpa? - Reitero con evidente sarcasmo - De ninguna manera, tú eres la única razón de que estemos aquí.

Y de la misma manera que en las últimas cuatro horas, volvieron a engarzarse en una discusión sobre quién era el más culpable de los dos. Llevaban todo ese tiempo repitiendo la misma rutina: Guardaban silencio, luego alguno hacia un comentario malintencionado al azar, el otro se ofendia lo cual daba rienda suelta a una discusión que duraba más o menos veinte minutos y después se quedaban en silencio con aire de enfurruñamiento para volver a repetir el ciclo unos diez minutos después, intentando ver quién era más responsable de su desgracia.

Naruto no paraba de dar vueltas en su espacio, la ansiedad le estaba matando.

- A mi mamá le va a dar un ataque cuando sepa dónde estamos, y ni creas que voy a pintarte como la víctima para que la tuya no te mate - Advirtió muy serio, a lo que Sasuke soltó una seca carcajada.

- Me da igual lo que quieras hacer o lo que le vayas a decir a tu madre. A diferencia de tí, yo no necesito mentir sobre nada.

Tal vez fuera porque sabía que estaba horriblemente equivocado, porque estaban peleándose como solamente una vez lo habían hecho o que estaba a un paso de estallar de ira, pero Naruto le miró de una manera casi cruel, bufando en lo que soltaba un:

- Bonitas palabras viniendo de un tipo que me lloró para que me casara con él.

Sasuke abandonó súbitamente su posición para detenerse a unos escasos centímetros de su cara, en su rostro había enojo, pero también un punto crítico de frustración interna.

- ¿Que fue lo que dijiste?

- Justamente eso - Estaba loco si pensaba que eso le iba a amedrentar. Al contrario, le dió más impulso - Tu eres el único gran mentiroso aquí, el único que todo el tiempo tiene que andar aparentando algo que no es. Así que no me vengas con estúpidas frases de indiferencia porque no te quedan, Teme.

- Al que no le queda el papel de santa paloma de la moralidad es a ti, Dobe. Te recuerdo que mientras yo tenía mis motivos para mentir, tú te involucraste en esto porque te dió la gana y porque lo quieras admitir o no, eres un desastre de persona andante qué lo único que quería era causar problemas como siempre lo haces. Así que ¡Felicidades! - Señaló con ira la palma abierta hacia un lado, en donde unos gruesos barrotes los separaban del mundo exterior - ¡Lo conseguiste! ¡Estamos encerrados como unos criminales y todo porque no pudiste por una vez en tu vida cerrar la maldita boca!

- ¡No me jodas! ¡Si estamos aquí es porque tú eres un insufrible avaricioso que no acepta perder! ¡Un insoportable orgulloso de primera que no podía vivir feliz con un dólar menos! ¿¡Querías dinero, Uchiha!? ¡Yo te daré dinero, pero para que te lo metas por el...!

- ¡Ustedes dos! - El oficial en servicio le dió un golpe sordo con la macana a los barrotes, provocando que ambos se sobresaltaran con una mueca por el chillido del metal - ¡Callense antes de que pierda la paciencia!

Ambos hombres taladraron al sujeto con la mirada antes de hacer lo mismo entre ellos, luego cada quien terminó en una esquina, volviendo a la fase del silencio en esa rutina que habían adquirido en sus escasas horas de presidio.

Si.

Tal cual.

Estaban presos.

¿Pero como? Si hasta hace poco su única preocupación había sido simplemente arreglar las cosas entre ellos y salir a comprar algunas estupideces para su boda. Porque si, gente, no se han saltado nada, aunque si que hay muchas cosas que faltan por contar. Es decir ¿Cómo fue que pasaron de una bonita y tranquila salida familiar a ellos dos peleándose como gatas en celo dentro de la prisión? Pues bien, primero había que retroceder a esta mañana, al inicio de la salida.

Sus padres habían estado parloteando entre sí, ensimismados en los recuerdos de un Sasuke en pañales haciendo un montón de cosas que ni por asomo él se acordaba, pero en vez de quejarse por ello, sus ojos vagaban hacia los del rubio. Los dos se estaban obligando a caminar lo más cerca posible, pero se notaba la incomodidad.

Mikoto se giro a verlos con una sonrisa comprensiva.

- Ya, chicos, no tienen porqué estar avergonzados aún. Nosotros no vamos a juzgarles.

- Cierto - Fugaku asintió con cautela - Que seamos viejos no quita que entendamos como son los jóvenes.

- Exactamente - Se vio feliz ella - Ya nadie los va a molestar y nosotros comprendemos. Es normal.

Si, era normal para las personas que son pareja o que simplemente se meten mano a conciencia por diversión, no para dos supuestos mejores amigos de toda la vida que nunca se habían tocado pero ni con el cepillo de barrer y que ahora de pronto se masajeban hasta correrse encima del otro.

Naruto y Sasuke sonrieron cada quien a su medida, aunque en ambos parecía como si les fueran martillado los dientes.

La señora Uchiha perdió un poco la sonrisa, pero no sé rendiría tan fácil, buscaría la manera de que todo estuviera bien de nuevo; Dio un salto y aplaudió.

- ¡Empezemos entonces!

La salida en si fue bastante normal, comenzaron a buscar cosas esenciales primero ya que las tiendas de ropa aún no abrían. Por lo que se distrajeron viendo adornos, probando algunos pasteles, charlando sobre lo estúpidos que podían ser algunos requisitos para el matrimonio legal y almorzando mientras esperaban; Naruto hablaba con ambos padres y se llevaba todo el ramen que pudiera comprar, observando de reojo como Sasuke parecía ajeno a todo. Se le notaba pensativo y más indiferente de lo usual, como si nada de la salida le importase.

Y eso, inevitablemente, le puso aún más de mal humor.

Por lo mismo es que entre ellos no había mayor diferencia a esta mañana, a excepción de que andaban particularmente irritables, Naruto por su falta de atención teniendo en cuenta que todo este lío era por su culpa, y Sasuke pues... el no lo tenía muy en claro. Lo único que si lo estaba era la primicia de que si no resolvían el asunto, la salida familiar terminaría en desastre.

Finalmente cuando las tiendas abrieron, se encontraron todos en el apartado para trajes formales, revisando cada uno sus opciones.

- ¿Que color van a usar? - Inquirió curioso el señor Uchiha levantando en su mano un traje blanco.

Resultó divertido puesto que al mismo tiempo que Sasuke respondía un predecible "Negro", Naruto hizo una mueca de fastidio mientras decía un rotundo "Negro no".

Despertando de su letargo, El Uchiha más joven le dió una ojeada crítica a su pareja.

- ¿Y porque negro no?

- Porque literalmente lo usas todos los días en el trabajo, nunca escoges un color diferente - Se cruzó de brazos, no es como si la boda para él fuera la gran cosa, pero debía aparentar que si. Además, farsa o no, no le gustaba el uso excesivo de negro en todo. Y con el humor que se cargaba, pues peor aún - Si quieres parecer un zamuro toda la vida, bien, pero no en la boda.

- Bien - Chasqueo la lengua, optando por darle el beneficio de la duda a pesar de que su instinto le empujaba a pelear - ¿Entonces cual?

Naruto puso una cara como si lo estuviera pensando, después elevó un dedo.

- Azul oscuro.

- Pero si eso es prácticamente lo mismo - A Sasuke perfectamente se le podía reventar la vena de la frente ante esa reverenda idiotez, y el rubio se mostró ofendido.

- Claro que no, son dos colores totalmente diferentes, por algo no se llaman igual.

- Pero si son casi iguales ¿Que importa cómo se llamen? - No se podía creer que estaban discutiendo sobre eso.

- Te estoy diciendo que no son iguales - Gruñó el rubio, y Sasuke entrecerró los ojos.

- Y yo te digo que no, Dobe.

- Sasuke, no deberías llamas así a Naruto - Riño la mujer Uchiha arrugando las cejas, en lo que Naruto le ponía los ojos en blanco.

- Dime, Uchiha ¿Amaneciste daltónico o es que solo andas mas Teme de lo usual?

- Ay, olvidenlo - Suspiró Mikoto, resignandose a que era imposible defender a uno si el otro no cooperaba.

- Hola, un gusto conocerlos - Un chico hizo aparición justo a tiempo, era alto y de un cabello castaño liso. Sus ojos oscuros eran bastante atractivos - Mi nombre es Ren y trabajo aquí - Miró a la parejita con cierto entretenimiento culposo - Lamento la interrupción, se que no pidieron mi asistencia. Pero no pude evitar escuchar su discusión, así que ¿Que les parece si les ayudo a buscar los trajes? Siempre es bueno una segunda opinión.

- A mi me parece bien - Fugaku no es que fuera muy sociable, pero requería algo de paz para no perder la paciencia.

- Perfecto entonces - Se giró, más miró de reojo al azabache - Ah y señor, aunque el azul muy oscuro y el negro sean bastante parecidos, no son iguales.

- ¡JA! - Se jacto el Uzumaki directo en su cara, más Ren sonrió un poco.

- Pero debo aclarar que si no se van a casar en el exterior o en un lugar con mucha luz, si lo usa sería prácticamente lo mismo que si fuera un traje negro.

- ¿Me decías? - Fue su turno de burlarse, consiguiendo que Naruto se enfurruñara.

Realmente ninguno presto atención a lo que estaban escogiendo, Sasuke porque sentía que todos los colores que le estaban pasando eran tan oscuros que para eso solo usaban algo negro y ya, mientras que Naruto aparte de no poder decidirse por algo que le gustase (Mikoto no dejaba de pasarle un traje tras otro y ya se estaba mareando) no podía apartar la mirada de su supuesto futuro marido siendo manoseado por el vendedor.

Vale, quizás estaba exagerando, pero es que...

- Este se le ve bien - Comentaba Ren mientras, situado apenas a un paso de distancia, le sostenía la tela de las costillas - Aunque un poco flojo.

- Si, es cierto - El Uchiha se miró en el espejo con desinterés, el traje era de un tono gris suave.

- No tenemos este modelo en una talla más pequeña, pero podemos ajustarlo para usted - Y le puso una mano en el pecho en lo que acomodaba la camisa - Aquí también podríamos mejorarlo.

- Quizás, pero el cuello también es fastidioso y no quiero gastar en algo que tendré que acomodar de arriba a abajo.

- Déjeme ver...

Sasuke, para mayor comodidad, echó la cabeza un poco atrás en lo que el otro chico utilizaba sus dedos para acomodar la tela algo tiesa del cuello, rozando de vez en cuando la pálida piel del Uchiha en el proceso.

- Bueno, la parte de arriba lleva mucho trabajo así que está descartada, ¿Que tal los pantalones? - Súbitamente, se sentó a los pies de su cliente, con sus manos en los muslos y su cara a un par de centímetros de su entrepierna - Se lo podemos vender por separado si quiere.

- Mmm...

Entre los espectadores de ese cuadro estaba Mikoto, mirando la escena con esa concentración típica de quién busca resolver un problema matemático. A ella le gustaba el color más no el que quisiera comprar las prendas por separado.

Fugaku, por su parte, apenas le dió una mirada rápida para decidir que ese modelo era horroroso.

Ah, y Naruto...

Naruto sentía que le iba a dar un puto infarto.

Tenía muy en cuenta que no tenía jurisdicción para sentirse de esa manera, porque sencillamente no eran nada realmente. Pero era sumamente frustrante el pensar que por haberse tocado entre ellos se había formado una incomodidad que podía destruir su amistad, pero al parecer Sasuke no tenía problema alguno en que Ren lo hiciera. Fuera trabajo o no, una parte suya pensó que sería agradable poder tomarse esas libertades sin estar ebrios o que el Uchiha le mirase como a una iguana atropellada.

- Están bien - Sasuke se dió un repaso distraído, ignorante de sus pensamientos - Algo sueltos abajo, tal vez.

- Entonces tal vez a estos también haya que recogerlos aquí - Y de manera despreocupada, tomo en su mano el puño de tela que estaba justo en medio de sus piernas.

"Este reverendo hijo de su grandísima..." El Uzumaki se obligó a apretar los ojos antes de poner una excusa rápida e irse a otro lado de la tienda, ya de por si se sentía ridículo por andarse molestando por algo que no debería causarle celos, peor aún era si lo veían.

Pero ahora que nadie lo hacía, solamente se sentía peor.

- Soy tan imbécil... - Murmuró en lo que tomaba asiento en una silla, más su tranquilidad no duró ni dos segundos al ver que había perdido el traje que tenía en las manos - Oh, genial, ahora me demandarán por robo.

- No si te echo una mano.

- ¿Eh? - Alzó la cabeza para ver a un chico bastante más joven que él con su traje perdido en las manos. Naruto podía apostar que no debía rebasar los veinte años, no obstante, no se veía para nada desagradable y su sonrisa era encantadora.

- Ten - Le extendió la prenda con amabilidad - La dejaste caer allá atrás.

- Gracias - Su educación le forzó a esbozar una sonrisa agradecida que su estado de ánimo le impidió sentir.

El chico le miró con cierta curiosidad.

- ¿Entonces?

- ¿Entonces que? - Replicó él a su vez.

- ¿Que es lo que te tiene tan triste? - Así, directo, sencillo y para nada grosero, simplemente curioso. Y eso a Naruto le causó algo de gracia.

- ¿Un niño queriendo ofrecerme ayuda? Interesante - Más que ofenderlo, el chico se sentó a su lado. Estaba sonriendo con una diversión que le recordaba bastante a él mismo.

- No soy tan joven, así como tú tampoco eres tan mayor. Te ves incluso de mi edad, de hecho... ¿Que edad tienes?

- Veintiocho - No le preocupaba hablar con él o dar algunos datos pues era un adulto y sabía cómo cuidarse, además el chico le caía bien; Sonrió divertido - Así que no somos muy cercanos, ¿Cuántos tienes tú? ¿Veinte? ¿Diecinueve, tal vez?

- Recién cumplidos, si - La manera orgullosa en la que soltó aquello le hizo reír un poquito - Búrlate todo lo que quieras, pero ser joven tiene sus ventajas.

Tal vez fuera porque estaba algo decaído por dentro, pero no pudo evitar preguntar un:

- A ver ¿Cuáles?

- La capacidad de no complicarnos la vida - Su sonrisa de adolescente ampliándose - Cuando no tienes muchas responsabilidades aparte de las usuales, tiendes a ver la vida más fácil de lo que es.

- ¿Crees que eso es una ventaja?

- Lo es si tienes en cuenta la cantidad de personas que se ahogan en un vaso de agua, rodeandose de complicaciones. Cuando no sufres todo el tiempo por esa presión que solo te hace ver problemas, es más fácil ver por cuales vale la pena amargarse la vida.

- Eres muy listo - Recargó el rostro en la palma de su mano. Algo similar al entretenimiento le brilló en los ojos azules - Para ser un niño.

El otro chico rió con ganas.

- Seré niño todo lo que quieras, pero sabes que tengo razón. Tu eres el mejor ejemplo.

- ¿Yo? - Sintió sus cejas alzarse un poco, su interés creciendo - ¿Porque?

- Por tu cara. Podrás ser todo un adulto, pero te apuesto a que estás dándote mala vida por algo que se puede solucionar fácil.

- No te voy a contar mis problemas personales si es lo que buscas - Fue necesario dejar eso claro, pero ni su tono de seriedad o su cara de mal humor lograron bajarle el buen ánimo al contrario.

- Nah, no hace falta. Tu puedes hacerlo por tu cuenta sin mi ayuda, simplemente imagina que tus problemas son de alguien más. Si yo, por ejemplo, te contara que estoy pasando por la misma situación que tú, ¿Que consejo me darías?

Naruto se quedó silencio, tratando de procesar aquello que le decían. Ciertamente viéndolo de esa forma resultaba un consejo útil, pero era algo complicado cuando sabía en el fondo que el problema era suyo. Quiso pedir algún otro incentivo, pero aún no había terminado de abrir la boca cuando una voz femenina algo mayor llamó a lo lejos, a lo que su psicológo estrella respondió de inmediatamente levantándose de su lado con su ánimo aún por las nubes.

- Suerte, hombre adulto - Y entonces le guiñó un ojo con complicidad, marchandose al lado de una mujer que al parecer era su madre.

Al quedarse solo, sin embargo, Naruto se sentía de todo menos suertudo.

Porque si, si lo veía de esa manera y alguien desconocido le decía "Hey, me gusta mi mejor amigo y creo que a él igual pero no lo quiere admitir por sus estúpidos prejuicios de hombre cavernario" él simplemente le diría que no espere a que todo se vuelva un caos para ser sincero, que le hiciera ver a su amigo lo evidente que era todo el asunto entre ellos, y que en vez de complicarse simplemente lo resolvieran hablando, diciéndose lo que sentían y aclarando de una vez por todas si todo eso era un teatro o una manera sutil de decir que realmente querían tener algo el uno con el otro.

Por supuesto, era sencillo decirlo... ¿Pero hacerlo? ¿Y con Sasuke? Uhg, ahí la cosa se complicaba.

- No sabía que te gustaban los niños.

Naruto elevó la maraña de pensamientos que le envolvían la cabeza para fijarse en la cabellera negra que tenía enfrente; Sasuke estaba allí, usando un traje que él consideraba de abuelito y una cara de seriedad que podía pasar por típica de no ser por el indiscutible aire de malas pulgas que se cargaba.

Era evidente que estaba molesto, pero como andaba, a Naruto no podía darle más igual.

- Hay muchas cosas de mi que no sabes - Se limitó a responder, levantándose para seguir buscando su propio traje y de paso, devolver el otro antes de volverlo a perder.

Sasuke estaba detrás de él, le sentía muy cerca y aunque su presencia le estaba poniendo más de los nervios, se propuso a ignorarlo totalmente.

- ¿Sabes, Dobe? Se supone que estamos comprando cosas para la boda, puede que sea una farsa pero no servirá de nada si mis padres te ven actuando de esa manera.

Y hasta ahí llegó la indiferencia.

- ¿De cuál manera? - Podía reírse de lo estúpido que le sonaba eso - ¿Hablando con una persona? ¿Conociendo nuevos amigos como un ser humano normal? Que tu seas un antisocial de lo peor no significa que todos los seamos, Uchiha.

- No tiene nada ver con ser antisocial o no - Le gruñó sin despegarse de su lado - Simplemente digo que no se ve bien que me dejes botado para hacer sociedad mientras yo resuelvo todo lo demás.

- ¿Resolver que cosa, Uchiha? - Se detuvo para alzarle una ceja, algo parecido a una ira burbujeante le estaba naciendo en el centro del pecho - Si hay que ser imbécil para no notar que de los dos eres el único que no tiene interés alguno en esta estupidez del matrimonio - Se giró bruscamente en dirección a la ropa - Así que mejor deja de criticar lo que hago y ve aparentando un poquito más interés, que si esto falla no quiero que después me vengas a echar la culpa por arruinar algo que estamos haciendo por tí.

El Uchiha dejó salir una especie de resoplido incrédulo, pero se reservó la respuesta pues, en cierto modo, Naruto tenía razón en que estaba algo distante.

Pero es que... ¿Como no estarlo cuando no sabes ni que hacer con tu vida?

Se hizo el silencio por unos segundos que resultaron bastante pesados. El Uzumaki no sabía decir que cara tenía Sasuke pues le daba la espalda, pero intento no pensar en eso mientras buscaba otra cosa que ponerse.

Finalmente luego de unos diez minutos logró encontrar justo lo que buscaba, era un traje de un color bastante particular, como de un gris muy oscuro pero matizado de una manera que le gustaba, aparte venía con una corbata de color blanco cuya textura era algo llamativa. Es como si estuviera hecho solo para él.

Bueno, para él y para la mano que lo tomó al mismo tiempo que la suya.

- ¿Y ahora que haces, Teme? - Reclamó el rubio, su mal carácter volviendo con más ganas.

Sasuke se mostró imperturbable.

- Nada, solo me lo voy a probar.

- No - Entonces procedió a tirar de la prenda con algo de fuerza - Yo me lo voy a probar.

- Tu no decides eso, Dobe - Y procedió a hacer lo mismo pero en su dirección.

- Lo decido porque yo lo ví primero.

- ¿Que eres? ¿Un niño de primaria? - Seguía jalando cada vez que Naruto hacia lo mismo - Se un adulto y búscate otro.

- A ti ni siquiera te gusta este color, lo que quieres es joderme la vida - Puso algo más de empeño y Sasuke le imitó casi de inmediato, por cada palabra que decían le proferían un tirón a la pobre prenda cuya culpa había sido simplemente estar en el lugar y momento equivocado.

Sasuke arrugó más el entrecejo.

- Si quisiera joderte la vida haría algo más que quitarte un tonto traje cualquiera.

- Pues si tan tonto te parece entonces búscate otro.

- No te voy a cumplir el capricho de dejártelo solo porque andes de mal humor.

- ¿Me vas a hablar tú de mal humor cuando siempre andas con una cara de animal estreñido? No me jodas.

- Se le llama portar seriedad, y viene con el paquete de actuar como un adulto razonable y no como un niño caprichoso.

- ¿Caprichoso? Tu eres el que me tiene peleando por una tela.

- Yo no estoy peleando por nada, simplemente quiero esto y si tengo pasar por encima de tus berrinches para conseguirlo, entonces eso voy a hacer - Naruto le soltó un ruidito de mofa de lo más descarada y Sasuke entrecerró los ojos - Sabes que lo haría, Dobe. No tengo problema alguno para luchar por lo que quiero.

- Para variar - Murmuró entonces el rubio, a lo que su amigo compuso en su rostro una cara de confusión ligada con molestia.

- ¿Y eso que mierda significa?

Bueno gente, dicen por ahí que hay que vivir la vida sin miedo al éxito, y aunque era posible que esto terminase de cualquier forma menos en eso, la latente impulsividad que corría por sus venas pudo más que nada.

- A eso, justamente - Le comenzó a latir más fuerte el corazón, y la adrenalina del momento le causó un escalofrío que le puso la piel se gallina - A que me sorprende que quieras venderme esa propaganda cuando es más que obvio que vives la vida en base a lo que dicen los demás, a lo que todo el mundo quiere que seas.

- El que tenga una vida exitosa haciendo lo mismo que hace el resto de mi familia no significa que soy un títere. Da la coincidencia de que se me da bien, cuento con apoyo y puedo vivir de ello, es más de lo que algunos pueden decir de sus propias vidas.

- Por favor, Uchiha. ¿Apoyo? ¿Coincidencias? Te ahogas en tu propia vida y lo sabes.

- No por el hecho de que no viva como tú, saltando de una estupidez a otra, amaneciendo en fiestas o viviendo de milagrosos golpes de suerte quiere decir que no vivo la vida.

- Bien, entonces ¡Pruébalo! - alzó un poco la voz, enorgulleciendose de haberle sacado de onda ante eso último - Has algo que quieras, demuéstrame que no eres una fotocopiadora industrial que necesita salir y vivir. Pruebame que al menos tienes el valor suficiente para eso. Te reto.

Naruto pudo ver sin problemas la manera en la que el rostro del Uchiha se crispó de pronto, frunciendo los labios y resoplando como un animal furioso que lleva días sin comer, claramente descolocado por su desafío y cada vez más enojado por no estar actuando.

- ¿Entiendes mi punto ahora, Teme? - Dijo con cierto desdén al ver que no decía ni hacia nada. Apretó el puñado de tela - Ahora suéltalo de una bendita vez antes de que me hagas...

Fue la tela, la misma que el tan tercamente estaba negado a soltar la que tiró de él hacía adelante, pero había sido el Uchiha el que lo había hecho en primer lugar, echando el brazo atrás lo suficientemente fuerte hasta que el espacio entre ellos se volvió prácticamente inexistente... y luego inexistente a secas.

El Uzumaki abrió los ojos con una gratificante sorpresa cuando le sintió besarle con una ferocidad que no le había sentido antes, como si pronto estuviera sufriendo un Power Up de confianza tan jodido que desvaneció por concepto cualquier prejuicio o pudor existente en su cabeza.

- Esto... - Susurró por lo bajo apenas le dejó respirar. El negro estaba brillando por la excitación - Quería hacer esto.

- Bien, muy bien, Uchiha... - Naruto fingió premiarlo por un segundo - Pero ya que estamos con esas... - Murmuró en lo que un subidon de ese "Sin miedo al éxito" le azotaba igualmente la cabeza, lanzándose a besarlo tan rápido que chocaron con los percheros de la tienda - Yo quería hacer esto otro... - Sonrió divertido unos segundos después - Ahora es un empate.

Sasuke bufó.

- Empate una mierda.

Entonces le tomó con seguridad, tirándose al vacío para atraer su boca como si del fin de mundo se tratase. Y no era tanto el beso, oh no señores, era la pose, con sus manos agarrándose de todo lo que se pueda agarrar, eran los dedos, presionandose sobre la tela de la ropa ante la tensión de los cuerpos, era las lenguas, tocandose una y otra vez de manera sucia e indecorosa, eran las respiraciones, agitándose cada vez más ante el ritmo salvaje de sus bocas moviéndose encima de la otra, era la pasión, el ambiente, el roce, el calor, los sonidos, la cercanía, la lujuria. La todo, gente, literalmente la TO-DO.

Salvo el grito, claro está.

Estaban tan cerca que cuando lo escucharon que se golpearon la frente, llevándose una mano a la cabeza mientras veían como una monja le cubría los ojos a un niño de unos cuatro años cuya boca abierta dejaba en claro que nunca en su corta vida había presenciado un pecado similar.

- Uy... - Dejó caer el de ojos azules al ver como la mujer les articulaba un montón de palabrotas que tanto la presencia del niño como su religión le prohibían verbalizar. Pero entendió las palabras "Desvergonzados" "Pecadores" y algo sobre unas llamas, jinetes del apocalipsis y el nombre del de Dios, pero no termino de entender en qué sentido iban juntas esas palabras.

Una vez la señora se llevó al pequeño lejos de las garras de la perversión, el Uzumaki giro al ver a su amigo rodar los ojos.

- Que estupidez.

- Eh, que el inocente niño acaba de traumarse - La esquina de su boca tiró hacia arriba con algo de gracia - Hay que comprender el punto de la pobre señora.

- Pobre nada, estaba exagerando - Finalmente las manos se dignaron a soltar el ya arrugado traje en lo que se daba la vuelta con indiferencia - No fue nada importante como para que haga tanto drama.

¿Que?

Es que osea... ¿Que?

- ¿Nada importante? - Reiterar esa frase no fue tan difícil como procesarla - ¿Es enserio?

Sasuke se giró a verle con esa vacilación de quien no quiere la cosa.

- ¿Que cosa? Me retaste a hacer algo improvisado y eso hice, es todo.

- Te rete fue a hacer algo que quisieras hacer, Sasuke.

- Si, bueno - Su rostro endureciendose un poco - Me pareció una buena opción dadas las circunstancias.

¡Ay por favor!

Le tenía que estar jodiendo.

- ... Realmente no se porque esto no me sorprende - Antes de que el azabache pudiera contestar a eso, levantó una mano - No, espera, si lo sé. Tal vez tenga que ver con el hecho de que eres incapaz de aceptar lo obvio o quizás simplemente te estás haciendo el imbécil, pero veo cualquiera de esas dos opciones muy probables.

Ciertamente ninguno de los dos esperaba que la conversación se fuera por ese rumbo, pero Naruto estaba a punto de rozar el límite de su tolerancia, y Sasuke no le estaba colaborando.

- Por favor, Naruto - Era evidente que estaba tratando de restarle importancia con ese tonito de fastidio - Nos besamos antes una vez y no fue nada.

- Aquella vez éramos unos pubertos y eso apenas se podía considerar un beso.

- Un beso es un beso, Dobe, da igual con quién o como se...

- ¡Bueno, ya! - Aquello que antes había sido un bonito sentimiento que mejorar las cosas se había transformado en algo más sulfúrico - ¡Estoy harto!

Eso y que la tolerancia había pasado a mejor vida, claro está.

Sasuke parpadeó.

- ¿Que?

- ¡Que me hiciste perder la maldita paciencia! ¡Por Dios! ¿¡Eres ciego o simplemente estúpido!?

- ¿De que coño me estás hablando ahora? - Era innecesario, lo sabía y Naruto también, la única diferencia es que su amigo no tenía ningún problema en decirlo en voz alta.

- ¡De ti! - Le señaló con la palma abierta, podía hasta golpearlo de no ser alguien violento - ¡De la manera tan fastidiosa en la que me quieres embaucar con esa porquería de que esto no te importa!

- ¡Jamás he dicho que no me importe! - Exclamó finalmente, elevando la voz.

- ¡Entonces deja de actuar como tal, porque tirando todo por el piso solo lo estás empeorando!

- ¡Fue simplemente un beso, joder! - Una amargura se le instaló en la boca del estómago, era como si parte de su cabeza estuviera de acuerdo con lo que estaba diciendo mientras que la otra no, al contrario, le hacía sentir miserable e hipócrita por hacerlo; No obstante, no se detuvo - ¡Algo normal! ¡Un reto que tú mismo me pusiste! ¡Un momento como cualquier otro y ya!

- ¿¡Y lo de ayer que!? - El negro se abrió con sorpresa, pero él no se detuvo - ¿¡A según tu logística de Uchiha que todo lo sabe, que fue ese "Momento"!?

- ¡Maldición, Naruto! ¡En ese momento estaba borracho!

- ¿¡Ah sí!? ¿¡Y con qué te embriagaste ahora!? ¿¡Con la fibra de los pantalones!? ¡Porque solo por si no te has dado cuenta, Teme, me acabas de meter la lengua hasta la garganta! - No era tanto lo directo, lo vulgar o la cara de furia, era el tono. Naruto estaba gritando como nunca lo había hecho. Era normal, nunca antes se había sentido tan frustrado con alguien - ¿¡Que excusa absurda vas a meter a eso!? ¿¡O acaso dirás qué también te rete a meterme mano por telepatía!?

- ¡No pensaba meter ninguna excusa!

- ¡Ah, pues grandioso! ¡Para variar, decides subirte los pantalones y ser sincero en vez de actuar como un imbécil!

- ¿¡Porque coño estás tan insoportable con el tema!? - Si antes había estado gritando a un tono estándar, ahora lo hacía al mismo que él. A los de la Patagonia no les hacía falta hacer silencio para oírles, pues Sasuke, finalmente cediendo a sus propios problemas, había explotado - ¿¡Que mierda importa si no se lo que me gusta!? ¿¡Que importa si no lo quiero saber y ya!? ¡Es mi problema!

- ¡Si! ¡Era tu maldito problema y aún así me metiste en él! - Resopló fuerte, terminó de tirar lo que tenía en las manos y apretó los labios, sus ojos se veían mortales, pero también algo húmedos - Pero ¿Sabes que? ¡Me lo merezco por haber aceptado, por haber intentado hacer algo por tí, por tratar de querer ayudarte a ser sincero contigo mismo por una vez en tu vida! ¡Por tratar de que aceptaras lo que sientes!

- ¿¡Querías que aceptara lo que siento o que aceptara que siento algo por ti!? - Lo brusco de eso les dejo a ambos fuera de base por unos segundos; Sasuke se recuperó primero - Porque más que ayudar, esto parece una campaña para que admita que me gustas o una mierda parecida.

"Wao..." Lo había hecho sonar tan mal, como si toda su ayuda hubiera sido con malicia...

- Claro... - Naruto asintió despacio, mirándole con una fijeza muy seria - Claro, tienes razón, porque esto de casarnos claramente fue mi idea, porque esto de fingir estar enamorados fue mi plan desde un principio...

- ... - Uhhh... Sasuke se enderezó, conocía ese tono, era el de "La has cagado y lo sabes" ¿Y lo peor? Es que si lo sabía - No me refería...

- Porque obviamente fui yo el que aceptó quedarse en la casa de tu familia rodeado por un montón de metiches sin preguntarle al otro lo que pensaba...

- Naruto...

- Porque yo soy el que obligó el otro a mentir para hacerse el interesante, a participar de una ceremonia que se suponía ya se había planeado pequeña y sin importancia, ¡Porque de seguro fui yo el que prácticamente obligó al otro a tocarse para después tirarmele encima! - Era consiente de que ya andaba histérico, pero que Dios lo ayude, ya no le importaba - ¡Tenía que ser yo! ¿¡No es así!? ¿¡Y porque, eh!? ¿¡Por ser estúpidamente bueno, porque ya debería estar acostumbrado a ser el maldito bicho raro o porque soy el único aquí que no se miente a si mismo!?

Ohhh...

Eso definitivamente había sido precisamente directo y doloroso.

A Sasuke no se le ocurrió absolutamente nada que decir, y sinceramente a Naruto tampoco, simplemente quería terminar de maldecirlo, darse la vuelta y devolverse a su casa con alguna excusa que seguramente el matrimonio Uchiha no se creería pues seguramente ya habían escuchado el griterío. Pero como para dejar en claro que sí el día empezaba mal era imposible que terminase bien, nada más al voltear se encontró de nuevo a la monja, está vez acompañada de un policía y un grupo de niños de entre los cuales varios estaban preguntando cómo se podía meter la lengua hasta la garganta de otro o pedirle que le metieran mano por telepatía.

A la final terminaron arrestando los a ambos por exhibicionismo y desorden en un lugar público, no compraron ningún traje y terminaron peor que como comenzaron.

Y ahora volvían aquí, a la fase del silencio en la que dejaban de hablarse hasta que alguno decidía volver a pelear.

Pero Sasuke no quería pelear, no realmente. Entendía que mucho, si no es un todo, había sido por su culpa, es solo que no encontraba la forma adecuada de disculparse sin volver a iniciar otra pelea, le era imposible aceptar que la había cagado y mucho más en hacérselo saber a Naruto. De modo que entre el problema con su mejor amigo y el hecho de que aún no sabía si sus padres habían oído la pelea, ya se hallaba bastante estresado.

No dijo nada más, y a pesar de sus ligeras esperanzas, Naruto tampoco.

- Ustedes - El mismo guardia apareció para abrirles la reja dos horas después - Ya se pueden ir.

- ¿Quién pagó la fianza? - Cuestionó el de cabello oscuro al salir, pues el otro se mantenía callado.

- Alguien que no dijo su nombre pero se identificó como su hermano mayor.

- Fabuloso - Lo que le faltaba, seguramente el instinto paternal de Itachi le había empujado a devolverse y ahora debía aguantarse el sermón al llegar a casa.

Aunque ese problema no fue tan incómodo como el salir y quedarse en total silencio, cada quien por su lado de la salida como decidiendo que hacer ahora.

El cerebro de Sasuke maquinaba a la velocidad de la luz, buscando algo que decir. Pero Naruto ya no esperaba recibir nada de él, por lo que se limitó a sonreírle sin ganas.

- Nos vemos en el altar, supongo.

Le vio dar un par de pasos para alejarse de él, y casi inmediatamente le sostuvo de la mano, impactandose al ver como ese simple gesto encendía una pequeña chispa de esperanza en esos ojos azules.

- Dobe...

- ¿Si?

Sasuke lo esperó, espero esa afanada revelación que le haría decir lo que sentía así como en las películas, pero nada de eso llegó.

Suspiró derrotado.

- Jamás quise que esto terminara de esta forma.

- ... Ya - Lentamente, aquella gota de ilusión se desvaneció tras la acidez de la resignación - Yo tampoco.

Naruto se dió la vuelta y caminó a paso lento al lugar de donde el pensaba que nunca debió salir en primer lugar, a su tranquilo y solitario departamento de hombre soltero.

Y entonces se fué.

Y a Sasuke eso le afectó más de lo que nunca podría admitir, porque no solamente Naruto se había ido, no...

Él lo había dejado ir.










Continuará...

Notas finales:

Ains, ya me dió cosita :c

Recuerden, pajaritos, en una historia el drama es necesario, pero no sé preocupen, ya solo faltan dos capítulos. Y si, el último será la famosa boda ¿Como creen que saldrá eso? UwU

Ahora, cambiando un poco de tema, hay algo que deberian saber, y es que me voy a retirar de amor Yaoi.

No ahora, obviamente pienso terminar este fanfic en sus semanas correspondientes, pero una vez que lo haga, me voy de vacaciones (Figurativamente, claro está. Soy pobre para viajar xD) Siempre dije que no quería ser de esos autores que dejan las cosas sin continuar, así que terminaré esto como Dios manda y luego me iré.

Las razones son algo complicadas, simplemente diré que en estos días recibí un golpe muy duro en esta página con respecto a mi primera historia publicada en este perfil, que irónicamente es la más larga y a la cual le tengo muchísimo cariño. Fue algo que me hizo perder el enfoque, algo que me dejó sumamente triste, devastada, toda llorosa y sin ánimo alguno de hacer nada relacionado con los fanfics o el anime. De hecho estuve considerando no escribir más, pero antes de tomar una decisión apresurada, prefiero irme unos meses para pensarlo mejor y sentirme bien de nuevo.

No sé cuando vuelva, pero pueden contactarse conmigo por el correo o por los comentarios, amo responderlos y no me molesta interactuar tanto dentro como fuera de la página.

Y bueno eso fue todo, déjenme su review para saber si les gusto el capítulo y que creen que pasara en el siguiente.

Los adoro un montón, no lo olviden nunca!

Con cariño, Menma.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).