Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Traición por Okumura23

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esto es un AU y un One-Shot, por lo que no habrá continuación. Las parejas son TobiDei, ObiKaka y SasoDei

Notas del capitulo:

Todo se fue a la borda.

 

Lo que Deidara esperaba lograr cuando decidió engañar a su pareja fue encender nuevamente el deseo y la pasión entre ellos, que el Uchiha volviera a ser posesivo con él y demostrarle su eterno amor. Claro que la jugada no le salió, cuando se lo dijo a su novio con cierto toque de discordia e incluso presumiendo tal acto, se esperaba todo menos eso.

 

‘‘Terminamos’’. ¿Escucho bien?

¿Terminar?

 

‘‘¿Qué?’’.

 

‘‘Lo que escuchaste Deidara, terminamos.’’ Su voz era tan fría y áspera, sin ninguna emoción, solo una mirada que lo despreciaba y una voz tangente.

 

‘‘Obito no, no… ¿Estas bromeando?’’. Al ver una expresión seria en el rostro de su amado, se alteró. ‘‘¡Llevamos saliendo 5 años! ¡No puedes hablar en serio!’’. En un intento impulsivo trató de tomar la mano del pelinegro con la suya, pero el Uchiha la apartó lo más rápido posible.

 

‘‘Deidara… ¿Te has dado cuenta de a qué punto has llegado para mantener nuestra relación? Me engañaste, me fuiste infiel, te acostaste con OTRO, solo para mantener esta relación de mierda. Esta relación nunca funcionó y lo sabes.’’  Le dolía, le dolía mucho enfrentarse a aquellas palabras.

 

‘‘Cállate’’.

 

‘‘No, tú sabes muy bien qu-’’.

 

‘‘Cállate... ¡Cállate! ¡CALLATE!’’. Se dio la vuelta para salir corriendo de esa casa, no quería escucharlo, pero una mano se posó sobre su muñeca la cual apretó y lo volteo para quedar nuevamente cara a cara, sus ojos fijos en él, unos ojos con odio, tristeza, nostalgia, fastidio, unos ojos que alguna vez lo miraron con cariño.

 

‘‘Dei… Ambos sabemos que nuestra relación nunca funcionó. Fue culpa de ambos, si tan solo en aquel entonces lo hubiéramos hablado… Si hubiéramos dicho "Oye esto me molesta" "No me gusta la idea". Pero no, nunca lo hicimos, y estamos pagando el precio de eso, tú crees que soy una necesidad en tu vida, tienes una obsesión. Mas sin en cambio yo, nunca te puse un alto, siempre permití tus celos, tus reglas, tus reclamos, tus órdenes; hiciste que me alejara de muchos de mis amigos por creer que me perderías, no tenías confianza en mí, y yo por querer complacerte, por evitar problemas y suponer que eso era amor, cedi. Pero ya no soy ese niño de 15 años, y tú tampoco lo eres. Ambos somos dos jóvenes de 19 años que saben que esto está mal. Que esto ya no puede seguir, el amor que te tenia se fue desde hace mucho, y tu amor, se convirtió en una obsesión’’.

 

Estaba sollozando como nunca, escuchar cada una de esas palabras salir de la boca de su amante, quien una vez le profeso amor eterno, le dolía, dolía como el infierno.

 

‘‘Sabes lo que pienso, nunca me limité a decírtelo en nuestras discusiones y charlas serias. Ya no te amo, fuiste un increíble primer amor, pero esto fue suficiente, llegó demasiado lejos. Dei, yo no quiero formar mi vida contigo, te lo he repetido por más de 2 años, yo no quiero encadenarme a alguien que ya no amo, a perderme de cosas por una persona que, si bien vale la pena, yo no estoy dispuesto a seguir. Deidara no quiero ser grosero, pero ya no hay otra manera de decírtelo, no hay otra manera de que te entre a la cabeza que sea así. Nuestra relación fue hermosa, pero esto ya debió de haber llegado a su fin hace 3 años, cuando sucedió mi accidente. Me he mantenido contigo por dos cosas, por el gran cariño que te tuve, y porque sé que una ruptura no es fácil, incluso para mi es difícil, pero no quiero seguir. Por favor, Deidara, terminemos con esto, todavía somos jóvenes y tendremos otras experiencias y nuevas oportunidades para formar una familia, una que verdaderamente te haga feliz, y no siga por compromiso o responsabilidad’’.

 

‘‘¡¡YO NO QUIERO OTRA PERSONA!!’’. Se las arregló para gritar desesperado. '‘Yo solo te q-quiero a ti, Obito. Por favor no me hagas esto… Eres lo mejor de mi vida y-’’.

 

‘‘¿Por qué decir que soy lo mejor en tu vida cuando no has probado otras cosas? Deidara, por favor, ¡Abre los ojos! Esa simplemente es una vaga excusa para permanecer juntos, incluso te cambiaste a la escuela de derecho por mí, cuando tu… ¡Cuando tú querías ser artista! Simplemente esto ya no funciona, el amor se construye, se avanza, no se quedaría atascado como con nosotros. Deja el pasado y concéntrate en el presente, en el futuro. ¿Eres feliz en esto, que llamas amor? Por qué yo no; nunca me arrepentiré de nuestra relación, pero me arrepiento de ser lo suficientemente estúpido como por no haber tomado oportunidades por esta. Nada en el mundo nos obliga a estar juntos, que el primer amor sea el eterno es casi imposible. Entonces déjalo, Dei…’’.

 

El joven rubio abrió los ojos con sorpresa, pues, al escuchar y analizar sus palabras, parecía como si su querida pareja ya se hubiese enamorado de alguien más, ¿Quién había enamorado a su preciado novio? Una persona se le vino a la cabeza.

 

‘‘Ese maldito Hatake’’. Escupió con veneno.

 

‘‘¿Qué tiene que ver Kakashi con esto?’’. Pregunto confundido el Uchiha.

 

‘‘No me vengas con eso Obito. Está más que claro que te enamoraste de él ¿No? Claro, lo de ustedes no podía ser simplemente una amistad, ¡Ahora quien es el exagerado! ¡¿Eh?!’’. Exclamó con furia, siempre sospecho de la confianza de ambos chicos y su cercanía.

 

‘‘¿En serio Deidara?’’. Su voz salió demandante, como si se tratara de un gruñido. ‘‘Sabes muy bien porque Kakashi y yo tenemos tanta confianza. Hemos sido amigos desde pequeños, más bien, mejores amigos, y el simple hecho de saber que volvería a la ciudad después de tres años me emocionó tanto que no perdí ni un segundo en recuperar el tiempo perdido’’.

 

‘‘Claro. A mi no me vas a ver la cara de estúpido, Uchiha. ¿Creíste que no me enteraría de que fue tu primer amor y que tu fuiste su primer amor? Créeme que investigué muy bien a tu amiguito cuando vi la total atención que le dabas a su llegada’’.

 

‘‘¿Ves? Esos celos y desconfianza son lo que mato nuestro amor. Y no me salgas con la pendejada de que no te hable de él.’’ Dijo con un bufido, luego de un segundo suspiro, tenía algo que decir, pero las palabras no salían. ‘‘Tienes razón Deidara. Yo siempre he amado a Kakashi, nunca pude olvidar ese sentimiento, no cuando lo volví a ver, cuando lo volví a tener a mi lado. Fue mi culpa, lo siento, de verdad, intenté ignorar esos sentimientos que día con día se volvían más fuertes y no pude; sin darme cuenta, volví a caer en sus manos, en sus encantos. Pero, aun si me enamore de alguien más, no es culpa de eso, nosotros ya estábamos mal, y lo sabes. Dei, por favor, detengamos esto, pongámosle un alto. Serás feliz con alguien más, yo lo sé; y no, nunca te engañe, a pesar de todas las ganas que tenía de abrazar, besar e incluso hacer mío a Kakashi, nunca lo toque, nunca sobrepase la raya, porque no importaran nuestros problemas, yo no tiraría la toalla, yo no arruinaría esto, yo te seria fiel, ante todo.’’

 

Vaya, el dolor de un corazón roto era lo peor en el mundo, que tu persona especial te dijera que ya no te necesita, que ya no quiere estar contigo, que te diga que ha encontrado a alguien que le haga feliz, con quien quiera compartir su amor, su alegría, sus sonrisas, sus besos, sus abrazos, su vida o parte de su juventud, dolía, dolía como el mismo infierno. Dedicó tantos años en esta relación, tanto esfuerzo y tiempo, para ser lo suficientemente bueno para el hombre que tenía en frente suyo, porque, desde que le dedico una tierna y dulce sonrisa, quiso más, quiso ser su razón, porque ese azabache ya era la suya. Pero al parecer no lo logró, era tan simple de entender, lo arruinó, lo echó a perder sin darse cuenta… No quería separarse, entre toda la neblina que formaban sus lágrimas, pudo ver algo que nunca vio, más bien, que nunca quiso ver, unas esposas, donde él y Obito estaban juntos, lo que los mantenía juntos, lo que encadenaba al Uchiha. ¿Si libera al azabache… él sería feliz?  Obito siempre pudo haberse largado, romperle el corazón y destrozarlo, pero no lo hizo, nunca haría algo que lo lastimara, bueno, algo que no lo lastimaría en extremo.

 

‘‘P-perdón Dei…Yo...Yo lo siento, te falle, no pude cumplir la promesa que te hice’’. Esa voz tan rota lo hizo salir de sus pensamientos. No ¿Por qué el…?

 

‘‘¿Por qué? ¿Por qué te… disculpas? Tu no tienes la culpa de nada Obito, fue mi culpa por presionarte, por negarte cosas que querías, por encadenarte a mí, por convertir tu amor por mi en incomodidad, incluso me atrevo a decir que en asco. Más bien también fue tu culpa, de hecho, de ambos…Si te dejo, si dejo que seas libre… ¿Serás feliz?’’.

 

Esas palabras sorprendieron al chico de cabellos azabaches, no podía hablar y se encontraba llorando, asintió.

 

‘‘Ya veo…Obito, te amo, te ame tanto, te agradezco por hacerme feliz, por darme tantos momentos que hoy en día valoro tanto, por darme amor cuando nadie lo hizo, por ser ese rayo de luz en esa inmensa oscuridad, por todas las risas, los abrazos, los besos, por absolutamente todo… Quiero que después de esto, encuentres a alguien mejor, más bien, ya lo encontraste, se feliz, es lo único que te pido, hazlo tan feliz como me hiciste a mí, incluso más, ese chico tiene tanta suerte de tenerte, de tener a Uchiha Obito detrás suyo. Gracias mi lindo Tobi, por ser parte de mi vida y sacarme adelante, te amo, siempre lo haré, pero prometo de igual forma, ser feliz. ¿Puedo...?’’.

 

Deidara se había acercado lo suficiente como para que sus labios se tocaran al mínimo roce, el Uchiha simplemente lo atrajo a él y unieron sus labios en un beso, una despedida, donde dejaban el llanto, el dolor, la amargura, la felicidad, el orgullo y donde se despedían del uno del otro, fue un beso que el rubio disfrutó más que nunca, era el último, era la última vez que recibiría ese toque que siempre lo volvió loco, pudo sentir la gran diferencia entre sus vagos besos castos y este. Sollozo y se apartaron, el Uchiha lo miraba con esos ojos tan redondos y negros como la noche, una mirada tan intensa, podía leer lo que quería decir "Gracias" .

 

Sin más, Obito se apartó y tomó una pequeña maleta, donde ya tenía ropa guardada y salió del lugar, aquel departamento donde el de ojos azules y el llamaron hogar con tanto amor.

 

*・゜゚↝*・゜゚↝*・゜゚↝*・゜゚↝*・゜゚↝*・

 

Era de madrugada y tocaban su puerta sin descanso. Con pereza salió de su cómoda y calientita cama para abrir al visitante nocturno, tal vez podría ser Obito, tal vez volvería a su casa después de una pelea con Deidara.

 

Se quedo en shock al ver al rubio parado enfrente de su puerta, con una capucha negra, traía un par de guantes negros y los ojos hinchados, probablemente por llorar. Tuvo un par de escalofríos, no solo por el frío y la lluvia, sino porque el joven rubio se veía tan amenazante.

 

‘‘¿D-Deidara? ¿Qué haces aquí?... Oye Obito no se encuentra aquí, así que lárgate’’. La mayoría de las veces en que Deidara venia su casa era en busca de Obito, pues muchas veces el Uchiha se quedaba con él después de una pelea con el de ojos azules, tampoco quería ser grosero pero el rubio siempre lo trataba mal e insultaba cada vez que se veían.

 

‘‘Termine con Obito’’.

 

‘‘¿Qué?’’.

 

‘‘Así como lo escuchaste. Es todo tuyo, ganaste Hatake. No vengo a matarte así que cálmate hum. Solo vengo a pedirte que…Hazlo feliz, dale todo lo que yo no pude, cuidalo y amalo de verdad, Obito, el…el te quiere, el te ama, no cometas los mismos errores que yo. Solo eso, hazlo feliz por mi ¿De acuerdo?’’

 

Nunca espero eso, verdaderamente eso nunca lo espero, simplemente le sonrió.

 

‘‘Yo también lo amo, no te preocupes, amare y cuidare de Obito. Gracias Deidara’’.

 

Sin más el menor se despidió.

 

。.゚+ ⟵。.゚+ ⟵。.゚+ ⟵。.゚+ ⟵。.゚+ ⟵(。・。.゚

 

Pasaron 10 años, era la primera vez que pisaba su ciudad natal después de todo ese tiempo. Estaba acompañado de su pareja, un pelirrojo de estatura un poco más alta, decidió volver a su ciudad gracias a este chico.

 

Cuando pasaron por el parque lo pudo divisar, se trataba de su primer amor, aquel ruidoso y tierno azabache que se ganó su corazón a los 13 años. Al lado de él se encontraba una figura bastante familiar, sin duda reconocería ese cabello por todas partes, se trataba de nada más ni nada menos que Hatake Kakashi y Uchiha Obito. Al mirar un poco más a la pareja, notó que ambos cuidaban de un niño de unos 2 años, un chiquillo con tres marquitas en cada una de sus mejillas y de cabello rubio, tal vez un niño que adoptaron. Los tres se encontraban riendo.

 

Sonrió para sí mismo, se alegraba de que ese par fuera feliz, Obito tenía razón cuando dijo que él mismo podría ser feliz sin él, conocer a alguien más, y no se arrepentía de nada, ahora tenía a Sasori a su lado; y aunque le costó, logró superar al Uchiha.

 

Ahora lo único que podía desear y pedir es que ambos fueran bendecidos con unas vidas llenas de felicidad y amor con las personas que amaban, sin engaños, sin mentiras, sin traiciones. 

 

 

Notas finales:

Espero y les haya gustado.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).