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Sin mi, no eres nada por RLangdon

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Naruto estaba fuertemente ruborizado, permanecía inmóvil, con sus ojos completamente abiertos, sin terminar de entender qué estaba pasando.

Transcurrieron un par de segundos, que, para el menor parecieron eternos, no sabía qué hacer, mucho menos qué decir. Aquellas palabras eran una clara afirmación de afecto por parte del agente. No estaba bien, entonces ¿Por qué su cuerpo no reaccionaba?

El mayor se irguió lentamente, separándose de los hermosos y dulces labios rosados de Naruto, eran tan tersos, tan suaves, que sentía la necesidad de probarlos una vez más, sin embargo, se contuvo al ver el confundido rostro del chico.

-Es que yo...yo no...- empezó diciendo Naruto. Mantenía su vista en el suelo, simplemente no podía ver al agente a los ojos, era una situación realmente incómoda.

-No sientes lo mismo que yo, lo sé- aclaró Kakashi, esbozando una encantadora sonrisa, Naruto alzó la mirada sin saber qué decir al respecto. -Pero haré que cambies de parecer- se acercó nuevamente al chico y sujetó su mentón entre sus dedos para observar fijamente los ojos celestes cargados de intriga, confusión, miedo. Podía interpretar los movimientos corporales que el menor efectuaba de vez en cuando como una clara muestra de nerviosismo.

-Debo irme- anunció Naruto, poniéndose de pie, se había dado la vuelta con la intención de encaminarse a la salida, evadiendo la afirmación que el agente le había hecho. Estaba convencido de amar a Sasuke, no obstante aun conservaba demasiadas dudas sobre el mismo.

Kakashi se dirigió al escritorio para tomar algunos papeles que yacían sobre el mismo. La mayoría no tenía fecha anexada, estaban acomodados por orden alfabético, sin embargo, había uno en específico, apartado del resto. Centró su atención en él. Naruto había llegado a la puerta, sujetó el picaporte para abrirla.

-Nos veremos después. -habló el agente observando el papel entre sus manos. -Naruto...Uzumaki. -el cuerpo del susodicho se tensó de inmediato.

No podía saberlo. No había forma de que Kakashi supiera su verdadero apellido.

Se petrificó, forzándose a retirarse de la puerta para ver al sonriente agente a sus espaldas.

**

No sabía cuánto tiempo llevaba encerrado en ese repugnante lugar, al menos unas cinco horas ya habían transcurrido desde su ingreso en esa celda.

Caminaba de un lado a otro, apenas unos diez metros cuadrados le permitían moverse con ansiedad dentro de la prisión que lentamente lo carcomía, tanto física como mentalmente.

Era una sensación meramente asfixiante, había descargado su puño contra el muro, por lo menos unas treinta veces, escuchaba injurias a través de las paredes conectadas a las demás celdas. Le importaba un demonio los insultos que le dirigían los demás reos, estaba sumamente molesto con ese bastardo de Kakashi.

Su frustración aumentaba conforme su mente recurría a la última conversación con el mismo. Se aseguraría de vengarse de ese insolente, sentía el odio recorrer todo su cuerpo, ya se las cobraría personalmente.

El preso que permanecía recostado en la parte baja de la litera, únicamente se entretenía mirando al excéntrico compañero de celda que le había sido asignado, sin entender realmente el motivo que tenía el muchacho para tener que descargar su ira, lastimándose a sí mismo.

De pronto, Sasuke se detuvo, percatándose de estar haciendo exactamente lo que ese cretino quería, se estaba dejando llevar por el impulso y la rabia que rápidamente se apoderaba de su cuerpo. Resopló con molestia antes de sentarse en el piso.

Sonrió a medias, podría despistar a Kakashi procediendo a comportarse contrario a como lo hacía actualmente, cerró los ojos, despejando sus preocupaciones, el creciente enojo hacia Kakashi, el sentimiento de decepción por Naruto, debía olvidarse de todo en ese momento.

**

Naruto abandonó el edificio con su mente atiborrada de pensamientos y dudas.

Otro interrogatorio. Todavía no reparaba las consecuencias que le había generado el último encuentro con Kakashi y ahora este le pedía hablar en privado otro día para explicarle, y a su vez pedirle explicaciones sobre su identidad.

Esta vez actuaría diferente, tenía que decirle a Sasuke primero, aunque no sabía cómo podría reaccionar, además, aún sufría la incertidumbre sobre su relación con Sakura. De algo estaba seguro, no le diría sobre el íntimo encuentro con Kakashi...al menos no aún.

Debían aclarar varias dudas antes, después, cuando se presentara la oportunidad, buscaría la forma de decírselo.

Entró a la casa con los ánimos rozando el suelo, aparentemente la situación había mejorado, pero solo era una ilusión. La realidad seguía siendo igual de cruda que siempre, solo eran altibajos en su vida, irónicamente tenía más momentos negativos para recordar. El pasado era una simple sombra, donde lo único rescatable de esos recuerdos eran sus padres, a los cuales no había visto desde que decidieran venderlo.

Suspiró, cerrando tras de sí la puerta, la melancolía se reflejaba en su semblante reflexivo, había sido una pésima idea acudir a la delegación, además, ni siquiera había podido ver a Sasuke.

No había terminado de subir las escaleras cuando escuchó el timbre. Se mantuvo inmóvil, probablemente Kakashi inspeccionaría la casa, después de todo quería indagar más a fondo sobre la vida de Sasuke, y actualmente, también sobre la suya.

Un tenue rubor se expandió por sus mejillas ante tal pensamiento, no tenía de que preocuparse, las armas estaban ocultas, al igual que la mochila con las demás pertenencias de Sasuke.

Descendió pensativo los últimos escalones, esperando que el visitante cesara y optara por retirarse, no fue así, esta vez tocaban a la puerta con mayor insistencia.

Se encaminó resignado a la entrada, apenas hubo abierto la puerta cuando la mujer entró, sin detenerse a observarlo, se dirigió al comedor y posteriormente a las escaleras.

-Sasuke no está- murmuró Naruto con su mirada fija en la chica, no debía sorprenderle el hecho de que siguieran juntos, pero no terminaba de aceptarlo, si Sasuke seguía frecuentándola no tendría más opción que alejarse definitivamente, sin importar cuán doloroso fuera.

Sakura detuvo su búsqueda y se dirigió con molestia al chico, su mano derecha se impactó con fuerza contra la mejilla de Naruto.

-¡¿Cómo es que Sasuke es quien está encerrado y tú estas libre?!- inquirió colocando ambas manos sobre su cintura, frunciendo el ceño con clara molestia reprimida.

Naruto cerró los ojos, intentando calmarse.

-Si sabes dóndede esta Sasuke ¿Por qué no lo buscas allá?- tajó, abriendo la puerta, tal vez tenía razón y quien merecía estar en el lugar de Sasuke era él, sin embargo no tenía derecho a escupírselo en la cara.

-Eres un idiota, desconsiderado, insensible- enumeró Sakura, sin moverse de su lugar. Se había pasado toda la mañana intentando contactar al Uchiha sin éxito alguno, teniendo que recurrir a las oficinas en busca de información del muchacho. Sabía el contenido de la mochila y en consecuente lo que podría suceder. -Te dije que te alejaras de...

-Fue Sasuke quién me buscó- se defendió alzando la mirada, harto de no poder contradecir a la chica, ya que Sasuke no estaba presente para confirmar o negar sus dudas sobre ella.

-Solo eres su pasatiempo. Sasuke me quiere a mí- se cruzó de brazos, expectante.

-Pues no parece- masculló el rubio con fingida indiferencia. Aunque interiormente le dolían demasiado esas palabras, no lo demostraría.

-Sasuke quiere tener hijos, me lo comentó hace un tiempo y estoy segura que sigue anhelando formar una familia, dime...- se acercó a Naruto con una sonrisa de oreja a oreja. -¿Puedes darle hijos?- cuestionó en tono de burla, Naruto bajó la mirada, no lo soportaba, la situación lo superaba y ni siquiera era capaz de objetar nada contra eso. -Ahora te quedas callado, era de esperarse, Sasuke te va a dejar cuando se aburra de ti. Aunque me imagino que ya lo sabes- dirigió una última mirada de reojo al chico antes de salir de la casa, pero no pudo ver su rostro puesto que era cubierto por algunos mechones de cabello dorado.

**

El día transcurrió lento para Naruto, quien, estaba convencido de que Sakura se presentaría en la delegación tan pronto dejará la casa. Seguramente también estaría ahí, para qué molestarse en ir.

Aquella pregunta que le había formulado Sakura había terminado de herirlo, hundiendo su autoestima aún más, dejándolo en un punto crítico. A pesar de los hechos, se había reprimido las lágrimas, había llorado demasiado en corto tiempo. Ya no tenía lagrimas que derramar, pero el dolor continuaba... y se incrementaba.

Decidió subir a dormir un rato, o intentar hacerlo, tantas preocupaciones le habían producido un fuerte dolor de cabeza. Todo lo sucedido solo propiciaba un hecho que no quería aceptar...dejar a Sasuke.

*

Pasaron las horas, el chico de cabello rubio yacía sobre la cama, durmiendo profundamente, su rostro aniñado se notaba apacible pese a todas las circunstancias sufridas.

El azote de la puerta fue más que suficiente para despertarlo de golpe, miró asustado a su alrededor mientras intentaba despabilarse por completo, el sonido había provenido de la parte baja de la casa.

Se levantó con rapidez de la cama pero no tuvo tiempo de llegar a la puerta cuando observó a Sasuke ingresar a la recámara.

-¿Qué relación tienes con ese hijo de puta?- preguntó, cerrando la puerta con la misma fuerza que lo hubo hecho con la de la entrada.

Naruto lo miró extrañado ante la pregunta, sin asimilar que el Uchiha ya estuviera enterado de que había intimado con Kakashi.

-Ninguna- se apresuró a responder, sentándose sobre el colchón. No deseaba discutir pero conocía a Sasuke, lo suficiente para saber que intuía algo.

-¿Revolcarte con ese infeliz no significa nada?- frunció el entrecejo, encaminándose a Naruto, este retrocedió su cuerpo hasta quedar contra la cabecera de la cama. Tenía miedo de que lo golpeara.

-No- se quejó al sentir el fuerte agarre que Sasuke ejercía en su cabello para obligarlo a levantarse. - ¡Lo prometiste!...- sus ojos se cristalizaron ante el fuerte dolor que le provocaba el mayor, Sasuke deshizo su agarre al escucharlo.

-Perdón- se disculpó en voz apenas audible, observando el afligido rostro del chico, debía mantener su promesa, tenía que cambiar, no lastimarlo, si lo hacía era lógico que lo perdería -Olvidaré este incidente- inhaló profundo. -Que no vuelva a suceder.

Naruto asintió con la cabeza, incrédulo por la reacción del Uchiha. Se estaba esforzando, lo indicado sería esperar un poco antes de exteriorizarle sus dudas sobre la relación que tenía con Sakura.

-Me...- miró hacia otro lado. -Me citó mañana para otro interrogatorio.

Sasuke frunció el ceño, apretando con fuerza sus puños, clavando las uñas sobre las palmas.

Ese maldito buscaba la mas mínima excusa para estar a solas con Naruto.

-No irás- esta vez era una orden, no una petición, mucho menos una sugerencia, el menor lo observó preocupado.

-Pero Kakashi dijo que...

-Iré yo en tu lugar- le interrumpió el Uchiha tomando el rostro de Naruto con sus manos, acariciando la mejilla del chico con su dedo pulgar, consciente de la preocupación que estaba padeciendo el rubio al estar sumido en una situación de la que no podía hacerse cargo.

-Sabe mi apellido- admitió Naruto mirándolo a los ojos, las abisales pupilas del Uchiha se cargaron de ira. Los documentos originales de Naruto estaban en su mochila, la única que había tenido contacto con esos papeles además de él, era...

"Sakura"pensó, apretando con fuerza la mandíbula, maldiciendo interiormente el haber confiado en esa traidora. Le alarmaba el asunto que implicaba el que Kakashi supiera el verdadero apellido de Naruto, además, eso acreditaba como falsedad de declaración.

-Fue mi culpa... ¿verdad?- preguntó el chico, con un deje de dulzura en la voz, Sasuke se vio obligado a dejar de lado sus divagaciones, una de las tantas cualidades que amaba de Naruto era que el chico trataba por todos los medios de inculparse por las acciones de otros, aceptar la culpa y las consecuencias que nada tenían que ver con él.

-No, de hecho fue mía- acercó su rostro al de Naruto, rozando sus labios suavemente, percibiendo la calidez y suavidad de los mismos, era todo un delirio saborearlos. Las mejillas del rubio fueron adquiriendo una tonalidad carmín cada vez más notoria, a medida que Sasuke intensificaba el beso, explorando la húmeda cavidad con su lengua de manera lujuriosa.

Mordió el labio inferior del menor, jalándolo ligeramente, atrayéndolo hacia él. Naruto se dejó llevar por las acciones del Uchiha, correspondiendo el beso, olvidando de momento las preocupaciones que lo destrozaban internamente.

El Uchiha se vio en la necesidad de separarse de los suaves labios para tomar aire. El rostro sonrojado de Naruto lo excitaba de sobremanera. Era inexplicable y a su vez increíble que, a pesar de verlo a diario, cada día el chico se volvía mas lindo, más adorable. Por ello no le sorprendía que ese idiota de Kakashi estuviera tras de él.

Repartió suaves besos sobre el rostro de Naruto consiguiendo que se sonrojara fuertemente

-Te amo, Naruto- susurró en su oído.

-Te amo mas- le respondió el menor mientras se acurrucaba, dejándose envolver entre los brazos de su pareja, y haciendo a un lado su preocupación que hacía unos momentos lo inquietaba tanto.

-Tengo que verla esta tarde- murmuró Sasuke sin percatarse de haber exteriorizado su pensamiento, el cual no pasó desapercibido para el Uzumaki.

-No quiero- comenzó diciendo Naruto, presionando fuertemente sus ojos para evitar que las lágrimas escaparan de sus hermosos ojos celestes. Sasuke lo escuchaba con atención. -Que sigas viendo a Sakura- se sentía egoísta al pronunciar aquellas palabras, si Sasuke continuaba frecuentándola era porque debía sentir algo por ella, sin embargo no estaba dispuesto a compartir su amor y menos con esa chica, quería que Sasuke lo amara a él, únicamente a él. Se sentía demasiado inferior, tan...poca cosa.

No tenía nada que ofrecerle a Sasuke, a diferencia de lo dicho por Sakura. Lo hería en el alma el simple hecho de pensar que Sasuke deseaba formar una familia y él no sería capaz de dársela.

-No lo hare- confirmó Sasuke, pasando ambos brazos alrededor de la cintura de Naruto, otorgándole un contacto más íntimo, más placentero, no entendía a qué se debía la desconfianza que raras veces le demostraba Naruto respecto a la chica, ¿es que no comprendía que no sentía nada por esa mujer?

La respuesta era sencilla y seca. Debía demostrárselo con hechos, no con palabras. Era la única forma de que Naruto cediera de una buena vez con ese tema, asimismo sopesó la idea de que Naruto hubiera accedido a tener relaciones con Kakashi con la finalidad de vengarse por ideas erradas que se hacía el chico con respecto a la supuesta relación que llevaba con Sakura.

Eso estaba en el pasado, si había tenido una relación más que afectuosa con ella, se había encariñado y sincerado demasiado, pero ahora todo había quedado en el olvido. No sentía absolutamente nada por ella, ni siquiera la veía como una compañera, cuanto y menos como una amiga, no obstante comprendía el sentimiento que debía experimentar Naruto al verlos cerca, aunado al hecho de sus problemas pasados.

-Esta noche iremos a cenar a un restaurante- pronunció, acariciando los mechones dorados de Naruto, este ladeó la cabeza confundido, aquel gesto le pareció por demás tierno al Uchiha, pero no lo demostró.

-¿Puede ser ramen?- preguntó el menor incorporándose sobre sus codos para observar mejor a Sasuke. Una sonrisa se formó en los labios del Uchiha. Ahora tenía no solo la oportunidad de pasar más tiempo a solas con Naruto, también usaría esa salida para dejar en claro la situación con Sakura. Tenía que citarla para aclararle su relación con Naruto, solo así ella dejaría de joder.


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