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Sin mi, no eres nada por RLangdon

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-¿Sasuke?- se incorporó un poco sobre la cama para poder observar mejor el semblante del susodicho, apenas lo hizo cuando sus labios fueron apresados con una desesperación latente.
 
Cerró los ojos para disfrutar del cálido contacto que los labios del Uchiha ejercían sobre los suyos. Al poco tiempo, se apartaron. 
 
Naruto se mantuvo unos minutos más sentado, pensando. Sus padres tenían algo que ver con esos sujetos y por más que trataba de entender la razón que llevó a sus progenitores a entregarlo a unos completos extraños…no lo encontró.
 
Sus pupilas ensombrecieron al recordar todo lo sucedido. Solo quería ser feliz y tener a alguien a su lado, entonces… ¿Por qué era tan difícil?
 
Ahora estaba con Sasuke, sin embargo, sabía que esos individuos aun estaban ahí afuera, acechándole. Muy probablemente buscándolo para sus propios fines egoístas.
 
Palpó con suavidad la herida en su abdomen, siempre había sido una carga para Sasuke pero ahora no se sentía así. Realmente lo amaba, esa sensación tan bonita seguía presente, a pesar del daño que le hizo.
 
-Naruto, ya duérmete…
 
Sonrió a medias antes de acatar la petición, debía dejar de divagar. Tenía mucho miedo de que esos sujetos los encontraran pero lo único que importaba ahora era disfrutar el tiempo al lado de Sasuke.
 
Cerró los ojos para después aferrarse a la espalda de Sasuke, quería dormir abrazándolo, sabía que el Uchiha no era muy adepto a las muestras de cariño pero se alegró de que Sasuke no le reclamara por semejante muestra de cursilería. Seguramente se había quedado dormido.
 
**
 
 
Se giró sobre la cama, estirando su brazo al hacerlo. No sintió el cuerpo de Sasuke. Rápidamente abrió los ojos, Sasuke no estaba. Se sentó de golpe emitiendo un quejido de dolor al hacerlo, se había olvidado por completo de la herida
 
-Duermes en exceso, Naruto- comentó el Uchiha mientras terminaba de abotonar su camisa blanca. El aludido sonrió levemente al observar a Sasuke a sus espaldas, vistiéndose.
 
Se desconcertó.
 
-¿Por qué te…?
 
-Pedí que me dieran de alta- le interrumpió. Procedió a colocarse los zapatos ante la confundida mirada de Naruto.
 
-Yo también- se incorporó con dificultad del colchón, pero la dura mirada de Sasuke le obligó a devolverse sobre sus pasos.
 
-Tú te vas a quedar unos días más- anunció con seriedad, viendo el afligido semblante de Naruto. - Es indispensable que guardes reposo para evitar que la herida vuelva a abrirse.
 
-Pero ya me siento mejor- mintió tocando con suavidad la zona afectada, no deseaba quedarse más tiempo en el hospital, no solo. Desafortunadamente Sasuke tenía otros planes y en esos planes, él no estaba incluido.
 
-Hay una enorme diferencia entre sentir y estar, Naruto- tomó su corbata que yacía sobre la silla para anudarla alrededor de su cuello con lentitud. Consciente de que Naruto necesitaba reposo, a él solo lo habían golpeado, pero Naruto en cambio aun tenía una herida profunda que debía cicatrizar.
 
-¿A dónde piensas ir?- preguntó cabizbajo, sabía que Sasuke no se quedaría con él pero al menos deseaba saber que pretendía hacer Sasuke. Era peligroso que saliera tan pronto del hospital, no por los golpes que había sufrido, sino por los sujetos que querían dañarlo a toda costa.
 
Sasuke suspiró cansinamente, odiaba tener que dejar a Naruto solo pero tenía que arreglar unos asuntos antes.
 
-Iré a ver a mi hermano- respondió neutral, encaminándose a la salida. Naruto lo siguió en silencio con la mirada, sopesando la idea de que tal vez Sasuke se hubiera hartado de él, de tener que estarlo cuidando en todo momento. Probablemente no volvería.
 
Sintió una fuerte punzada en el pecho al creer que realmente fuera así, que Sasuke lo dejara, pero, no era nadie para detenerlo.
 
-Vendré a las 7 a visitarte- masculló Sasuke al abrir la puerta. El chico se alegró inmensamente al escucharlo. Era lo que necesitaba, una afirmación de que Sasuke volvería, ahora estaba más tranquilo. Asintió con la cabeza, confiando plenamente en Sasuke, volvió a recostarse para descansar un poco mas.
 
Sasuke sonrió antes de cerrar la puerta, solo debía mantenerse centrado en lo que hacía para evitar equivocarse otra vez. Primeramente ocuparse personalmente de verificar la situación actual del proceso penal que se estaba llevando a cabo. No solamente con Itachi. No, se aseguraría de que esos malditos hijos de puta pagaran por lo que le hicieron a Naruto.
 
Quería, no…ansiaba venganza. Notó como sus manos comenzaban a temblar. Sacudió la cabeza para alejar cualquier pensamiento que lo retrasara.
 
Salió del hospital sin siquiera firmar la hoja correspondiente. Las secretarias estaban demasiado ocupadas parloteando y él llevaba prisa. No se iba a quedar ahí de pie, esperando a que esas mujeres terminaran de conversar.
 
Se detuvo en la avenida al recordar una molesta persona, la misma que le había provocado infinitos dolores de cabeza y varios malentendidos con Naruto, malentendidos que aun no aclaraba. Debía hacerlo pronto o Naruto podría desconfiar de él nuevamente.
 
Era un alivio que no se hubiera encontrado con ella. De hecho le sorprendía que Sakura no estuviera allí en el hospital, pidiendo informes sobre su condición.
 
Joder, si lo había encontrado en la comisaria ¿Por qué no lo encontraría en el hospital?
 
Abordó un taxi con una preocupación inmensa. Era extraño que Sakura no se apareciera. No que le importara como estaba, pero le angustiaba lo que pudiera estar haciendo o planeando. No quería tener más problemas con Naruto, ya no mas.
 
Estaba harto, cansado, molesto de haber tenido que lidiar con tantos asuntos inoportunos para sumarle alguna fechoría de parte de la chica de cabello rosa.
 
Frunció el entrecejo al bajar del vehículo, entregó el pago correspondiente al chofer antes de encaminarse a la entrada de la delegación. Y ahí estaba afuera ese estúpido de Kakashi, viéndolo con una sonrisa hipócrita, ¿Qué hacía ahí afuera?
 
Chasqueó la lengua al ver al agente acercarse en su dirección. No le iba a dar las gracias por lo que hizo. Si bien le había ayudado bastante también había sido por su causa que Naruto se distanciara de él. No volvería a permitir que se acercara al chico.
 
Metió ambas manos dentro de los bolsillos de su pantalón. Se frenó en seco al ver a Kakashi pasar a su lado, sin detenerse, sin siquiera mirarle y mucho menos dirigirle alguna palabra. ¿Ahora lo ignoraba?, vaya hipócrita.
 
Siguió su camino sin darle mayor importancia al asunto. De todas formas no pretendía entablar alguna conversación con ese agente de cuarta.
 
Se quedo estático al entrar a la delegación. Había demasiada gente. Odiaba estar rodeado de tantas personas. Demasiado bullicio para su gusto. No tuvo alternativa, se recargó en la pared después de tomar una ficha, ese día sería largo, pero tendría la noche libre para estar con Naruto.
 
Las dos horas que permaneció a la expectativa se le antojaron jodidamente enfadosas. Había salido en más de una ocasión para evitar estar tanto tiempo dentro del edificio. Finalmente era su turno, ya estaba aburrido, se dirigió de inmediato a la ventanilla para solicitar información referente al proceso que enfrentaría su hermano.
 
Recibió de mala gana la hoja del citatorio. Encima de las dos horas que había estado esperando tenía que volver otro día. Que pérdida de tiempo.
 
**
 
No conseguía dormir. No solo estaba preocupado. Sentía los nervios a flor de piel al recordar a la chica que él había asesinado, quizás inconscientemente pero lo había hecho de todas formas.
 
Se sobresaltó cuando la puerta se abrió sin previo aviso. La enfermera recién había acudido a llevarle el desayuno, mismo que había dejado sobre la cama.
 
-¿Cómo te sientes?- preguntó el agente, cerrando la puerta tras de sí. Naruto lo observó con dulzura antes de esbozar una cálida sonrisa.
 
-Mucho mejor.
 
-Me alegra oír eso- sonrió –La comida de hospital no es muy aceptada últimamente- señaló el plato sobre la cama. Naruto agachó la cabeza, apenado. Ciertamente que la comida era horrible pero no podía quejarse, después de todo seguía vivo gracias a la pronta intervención de los médicos.
 
-No me gusta estar solo- murmuró Naruto sin alzar la mirada. -¿Podrías quedarte un rato?
 
-Por supuesto, me encantaría acompañarte el tiempo que quieras- cerró los ojos al analizar sus propias palabras. Dolía no ser correspondido pero siempre estaría para Naruto, aun si este tenía a Sasuke.
 
-Gracias- sonrió al sentir el peso extra sobre la cama. Kakashi había tomado asiento junto a él. Seguramente Sasuke se molestaría si los veía juntos. Conocía perfectamente la faceta posesiva del Uchiha, sin embargo, sentía miedo de estar solo, ¿y si volvía a perder el control sobre su cuerpo?
 
Sus ojos azules tintinearon cuando sus labios fueron apresados por los de Kakashi. No era correcto, él estaba con Sasuke ahora pero tampoco podía rechazarlo. Se sentiría como un maldito si lo hacía, después de lo que Kakashi hizo por él. No quería pedirle que se alejara para siempre, deseaba poder ser amigo de Kakashi pero interiormente sabía que nunca sería así. Kakashi lo quería y no dudaba en dejárselo claro.
 
-Perdón- Kakashi se separó de los labios del chico que permanecía inmóvil sobre la cama. No le había correspondido el beso pero tampoco lo había rechazado y eso en cierta forma lo reconfortaba, quizás Naruto sentía algo por él.
 
-No importa- miró al suelo en un intento por evadir la inquisitiva mirada de Kakashi.
 
-¿Qué quieres comer Naruto?- acarició la mejilla del rubio.
 
-Cualquier cosa- respondió en voz baja. Tenía hambre y mucha pero la comida del hospital tenía gusto a… ¿cartón?, él no era delicado respecto a la comida pero en este caso, no podía decir lo mismo.
 
-No me tardo- Kakashi se levantó de la cama para ir a la cafetería más cercana.
 
Naruto observó la hora marcada en el reloj de pared. Ya pasaba de las seis de la tarde. Sasuke no tardaría en llegar. Mordió sus uñas con impaciencia, arrepentido por no haberle pedido a Kakashi que volviera otro día. No quería volver a pelear con Sasuke después de lo ocurrido.
 
Aunque Sasuke le había demostrado que verdaderamente se esforzaba en cambia. Aun sentía temor de equivocarse, de confiarse de nuevo y salir herido. Miró un punto fijo en el techo, ¿de qué se quejaba?, quizás era masoquista por permanecer al lado de una persona inestable emocionalmente y sumamente celosa pero no podía evitar querer a Sasuke, aun con todos sus desperfectos.
 
-No es nada saludable- expresó Kakashi, acercándose con sigilo al chico de cabello dorado que se mantenía absorto en sus pensamientos. –Pero dudo que no sea de tu agrado- colocó el plato desechable sobre las piernas del menor, quien, prontamente le agradeció por la comida. –Y esto, bueno, no me pude resistir…- Naruto lo miró en silencio, esbozó una sonrisa al ver el ramo de rosas blancas que Kakashi le entregaba.
 
-Muchas gracias- abrazó al agente cuidando de no dañar su preciado obsequio, siendo correspondido de inmediato por el mayor.
 
-La enfermera me pidió que espere afuera unos minutos- se separó del abrazo para ponerse de pie. - Me parece que te harán un chequeo general.
 
Naruto asintió con la cabeza, agradeciendo nuevamente el bonito gesto de parte del mayor. Una vez que este salió, tomó el tenedor desechable para comenzar a comer el delicioso trozo de pastel de chocolate.
 
Apenas hubo dado el primer mordisco cuando la puerta de su habitación se abrió de súbito. Escondió con rapidez el plato debajo de la cama, consciente del regaño de la enfermera si llegaba a verlo comiendo esa comida chatarra.
 
-Sasuke- su corazón se aceleró de manera abismal. El apuesto moreno frunció el entrecejo al ver el ramo de rosas blancas sobre la cama. Se acercó velozmente para tomarlas. Los ojos azules se cristalizaron cuando Sasuke trozó el ramo por la mitad.
 
-Nos vamos- sujetó de la mano al chico para sacarlo de la habitación. Naruto se forzaba a seguirle el paso, confundido.
 
-Pero Sasuke, dijiste que…
 
-Sé lo que dije- le interrumpió con molestia, ejerciendo mayor presión en el agarre. – ¿Crees que soy idiota?- preguntó jalando con firmeza el brazo de Naruto. -¿Crees que soy tu?- el rubio se frenó en seco al escuchar el claro insulto de Sasuke. –No, espera, no quise decir eso…- se devolvió para mirar fijamente los tristes ojos celestes, arrepintiéndose de inmediato de sus palabras. No entendía a qué se debía su actitud, seguramente era por el desperdicio de tiempo y la intromisión de ese idiota de Kakashi.
 
Naruto lo observó en silencio, bajó la mirada antes de emprender la caminata nuevamente junto a Sasuke. Probablemente se había molestado por la visita de Kakashi.
 

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