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DE MANOS SUAVES, PERO FIRMES. por Soledad Quebrada

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Notas del fanfic:

Basado en la serie el Metalista, una visión del primer encuentro  Kimball y Patrick, y como entre su extraña relación de trabajo en el BIC, ambos se ayudan a superar miedos personales al aceptar que el amor está presente en ellos. 

Notas del capitulo:

La primera reacción casi nunca se olvida. 

Devastado, aunque así se sentía, no era suficientemente para expresar todas las emociones que  se aglomeraba en su cabeza en esos momentos. Él, que siempre sabía las palabras correctas para cada ocasión, ahora desconocía cómo explicar las rupturas de su mente y su alma. Era lógico que alguien en su misma condición se sintiera así, desubicado, perdido y desolado; pero en su caso, además, sentía una enorme responsabilidad en encontrar a la persona que le había causado tanto daño y lo había dejado completamente solo.


 


Realmente no sabía como había llegado a las oficinas de BIC, no sabía cómo había evitado preguntas de los guardias de seguridad y de los agentes, pues, su única meta era encontrar a la persona encargada de la investigación el homicidio de su familia. Estaba perdido, o al menos así parecía, ya que, se encontraba de pie en medio de una gran oficina con varios escritorios y personas moviéndose mientras hablaban sin reparar en él, hasta que sintió una mano, grande y callosa pero a su vez suave en su hombro izquierdo. Al girar su rostro, se encontró con un agente un poco más bajo, de origen asiático que el de mirada fría y sería, un poco dura como su mano que aun se mantenía en él, algo le decía, no comprendía realmente, pero podía ver sus labios moviéndose de manera suave, cerró los ojos un momento y cuando lo volvió a abrir pudo escuchar la pregunta quién era Y Qué hacia en las oficinas de BIC.


 


El agente Kimball Cho no era conocido precisamente en la agencia por dejar de lado su porte frío y seguro en cuanto al trabajo se refiere, pero al ver al hombre de cabello color trigo y con rulos desorientado y viendo a la nada, no pudo evitar sostenerlo y cierta forma hacerlo sentir seguro para que regresara al presente. El extraño se presentó como Patrick Jean, era el esposo y padre de los homicidios ocurridos en la mañana anterior de una mujer y su pequeña hija, eso explicaba la presencia del rubio, lo más posible era que buscara información respecto al caso.


 


El agente que sostenía a Patrick pensando que en cualquier momento podría caer al suelo por su aspecto pálido y desorientado, lo lleva a su escritorio para que se sentara en un silla frente a su lugar de trabajo, le sirvió un poco de agua y espero a que terminara para explicarle lo que se sabía del caso y lo poco que hasta ahora se habría descubierto; estaba tan inmerso en las expresiones de dolor y tristeza del hombre frente a él, que no sintió a la persona a su lado, hasta que escucho ser llamado en un volumen alto de voz, casi como un pequeño grito, era su jefa de escuadrón, Teresa Lisbon, al notar que tenía la tención de su subordinado, le  preguntó por el hombre sentado frente a él, -El esposo de la victima - , respondió, de inmediato la mujer le cuestionó el porque no lo había llevado a una sola para interrogarlo, al ser familiar de la víctima.


 


¡Era un sospechoso! Y lo había olvidado completamente, él que siempre era el más sensato a la hora de no dejarse llevar por las emociones, que sin importar la situación en la que se encontraba podía separar su trabajo de sus pensamientos, olvidó por completo del protocolo sobre los posibles culpables cuando una de las partes de un matrimonio era asesinado. Pero no pudo evitar  su preocupación cuando vio al hombre delgado y rubio perdido en una nebulosa de soledad y desalación tan abrumadora, que olvidó que debía seguir un protocolo establecido.


 


Sin perder más el tiempo en sus pensamientos, llama de manera suave pero firme a Patrick para llevarlo a una sala de interrogación. El rubio sigue al agente que desde el comienzo fue el único que reparó en él, y que por esa extraña aura protectora, tenía la sensación de seguridad, sin saber porque tomó del antebrazo al agente, como si sintiera que en cualquier momento podría volver a soledad de sus pensamientos, pero Teresa impresionada por la voz suave y baja, y la reacción del hombre posiblemente sospechoso, solo permite al agente que lo lleve a la sala oscura, y partir de allí decide que ella realizara las preguntas comunes de estos casos, pues con la actitud extraña de su agente teme que se desvié de nuevo.


 


Patrick, abrió lo ojos mientras sentía los rayos del sol de media tarde, mientras aún se encontraba recostado en su cómodo sofá en las oficinas del BIC. Sonrío con nostalgia, soñó con el primer encuentro con Kimball cuando apenas y podía ser consiente de sí mismo, recordó a su familia, pero al mismo tiempo recordó ese extraño inicio de un relación-no relación con el agente de origen asiático que se encontraba leyendo un librp de detectives en su escritorio.  De eso, ya había transcurrido un par de años, y aun podía sentir la protección que irradiaba el agente, además claro, del trato que si bien era frío en y serio, con él había un pequeño cambio de amor, amabilidad, bondad y preocupación como el primer día.


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