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Lunas de enero por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Bueno... vengo con más excusas. Pretendía que para diciembre pudiera comenzar las actualizaciones semanales de esta historia, pero... pues se me atravesó el Flufftober, luego una racha de poca inspiración, y ahora estoy trabajando con la historia navideña de este año, quiero hacer dos: el one shot que siempre hago, y una historia corta. El one shot si lo tengo asegurado ya, la otra no tanto así que todo esto solo para decir que seguimos con las actualizaciones quincenales de Lunas de enero. 

Me despierto con el olor de la comida, carne. Y mantequilla. Beau no cocina, así que es raro. Tampoco escuche llegar a nadie a la casa. Los días después de pasar la noche en el bosque son cansados y la vez llenan de energía ¿Quién está en la casa tan temprano? Si siguen así tendré que poner reglas para venir, odio hacerlo pero no me están dejando de otra.

— ah, buenos días.

— estas cocinando— claro, la única otra persona que está aquí aparte de Beau es Rita. No ha salido de su habitación a menos que la obliguemos a salir, ya sea con chantajes o con órdenes. Aún tiene mal aspecto, su rostro pálido y ojeroso, parece enferma.

— desperté temprano. No sabía que más hacer, y encontré esto en el refrigerador— es mucha carne la que está usando— no pensé en lo que hacía hasta que fue tarde. Lo pagare, en algún momento espero.

— no importa— me siento en una silla y dejo que siga cocinando. Me da mucha curiosidad tenerla aquí, nunca estuve tan cerca de un recién convertido durante el tiempo que se acostumbra a su nueva vida. Por historias sé que antes era muy frecuente encontrarse humanos convertidos, y no sé qué paso para que eso cambiara. 

— creo que es mucha comida.

— no es tanta, comemos mucho. Ya debes notarlo— ella no responde— ¿has hablado con tus amigos o familia?

— no mucho. Envió algunos mensajes. No me gusta mentir, y ya tuve que pedir licencia en la universidad— la veo poner más mantequilla en el sartén— ¿siempre tienen tantos problemas? ¿Será así?

— ¿te refieres a los ataques?

— escuche que pelearon otra vez la otra noche.

— no te mentiré, las cosas están un poco fuera de control estos días. Hay otras personas que son convertidas y no podemos detenerlas, no nos queda de otra más que matarlos.  

— incluso a mí.

— si eres un peligro para otros, si— tuvo mucha suerte de haberse topado con Eddie. De no ser por lo cerca que estuvo la clínica, posiblemente no hubiera sobrevivido. A Eddie no le hará gracia ese hecho. Ella parece estar pensando algo similar porque escucho que murmura sobre la clínica.

— quise saludar a Eddie ayer. Tuve miedo de hacerle daño pero me alegro verlo allí.

— pues eres la única además de Beau que se alegra por eso— ella se gira, mirándome.

— ¿por eso no ha venido nadie?— me encojo de hombros. Pude notar que no todos estuvieron cómodos ayer y si están molestos o algo que vengan y lo digan.

—él también estaba asustado.

— nada que no sepa— ella termina preparando sándwich de carne. Beau baja apenas los sirve, como si estuviera esperando el momento para no tener que hacer nada— Hey, espero que hayas hecho tus tareas, si recibo una llamada más diciéndome que no has cumplido tendré que castigarte. 

— pero no entiendo los problemas de matemáticas y Kevin no ha venido. Baruch es un fastidio explicando y me confunde más. Tampoco logro memorizar las fechas para historia.

— puedes buscar en internet. Ya te lo dije, si tengo que ir de nuevo a tu escuela te prohibiré ir con Eddie.

— eso no es justo.

— puedo ayudarte— Beau se queda con el sándwich en la boca— aprendí técnicas para memorizar y además me gusta la historia. No soy experta en matemáticas, pero podría ayudar.

— ¿en serio? gracias. Sera genial tener a alguien que no esté gruñéndome porque no entiendo lo que quieren explicarme. Como si yo fuera universitario también— vaya sorpresa con Rita. Creo que si era necesario que estuviera con todos. Hasta que ella no estuvo aquí, tampoco creía que fuera posible que un humano se convirtiera y lograra sobrevivir. Siempre los vi como algo sin conciencia y sin control, consumidos por el dolor de la batalla entre su humanidad perdida y su nuevo lado salvaje. Y aquí esta ella, una mujer que sobrevivió a un ataque y a la primera transformación— Rowan, se me hará tarde ¿vas a llevarme?

— Kalila no ha llegado.

— ¿vendrá de nuevo?

— si— al final terminamos tomando turnos entre Kalila, Baruch y Kevin para vigilar a Rita. Aún es demasiado pronto para dejarla sola y correr el riesgo de que se transforme y termine atacando a alguien— ya viene— escuchamos el sonido de su auto. O el que supongo es su auto. No vienen muchos autos por aquí y además al motor de Kalila le falta un buen servicio. El auto se detiene frente a la casa y Beau se va por su mochila.

— huele bien ¿quién está cocinando? Rowan no.

— gracias por la confianza.

— Hey, hola— Kalila está muy sorprendida de ver a Rita.

— entonces, nos vamos— me levanto de la mesa, no sin agarrar otro sándwich.  

— Rowan— me detengo en la entrada— quiero ayudar también, a que nadie más pase por esto. Quiero… detener esto.

— no es probable que puedas hacer eso— Kalila me mira mal— ¿Qué? no sabe pelear, puede perder el control y ser una distracción para nosotros, no voy a mentirle. Pero si puedes ayudar de otras maneras. Y no me refiero solo a cocinar— añado antes de que a ellas se les ocurra arrojarme el sartén— aprendiendo y familiarizándote con nosotros nos dejas menos deberes. No es un comentario con mala intención y no tienes que hacerlo si no quieres.

— es raro que Rowan obligue a alguien a hacer algo. No te preocupes, si quieres saber algo puedes preguntarme.

— inicia con las posiciones— me despido. Beau salta las escaleras y me alcanza en la entrada. Vamos con el tiempo justo para dejarle y llegar a mi trabajo para checar dentro de los minutos extras.

Mi trabajo me gusta, un edificio de tres pisos en el borde del camino junto al bosque. No es el mismo camino que queda cerca de casa y que usamos más frecuentemente. No es muy complicado para mí estar allí, recorriendo el bosque. No es igual que ir siendo un lobo pero me funciona, se siente relajante. En este edificio solo estamos seis trabajadores que nos turnamos las rondas. El bosque es grande así que no somos el único edificio que resguarda el bosque. No podemos impedir que entren las personas pero si alguien llega a perderse entonces tenemos trabajo, no hay muchos animales que ataquen a los humanos por aquí lo que nos quita mucho trabajo de encima. Siempre evito terminar en las pláticas de prevención en las escuelas o en donde lo soliciten, es muy fastidioso y no es lo mío. Entre los dos recorridos que hago por la mañana casi llega la hora de la comida. Como somos seis es sencillo turnarnos para no dejar solo el lugar, al igual que por las noches.

No elegí esta ciudad por el bosque, sino por la ciudad. Me gusta mucho como la zona urbana da paso al bosque, como todos viven tan apresurados teniendo un lugar tan tranquilo aquí. Muchas personas vienen los fines de semana para pasar un momento familiar pero no tantas como esperaría con una ciudad tan cerca. También creí que al estar tan cerca de la ciudad no tendríamos que luchar por el espacio. La ciudad me hizo creer que nadie reclamaría el lugar. Por más que lo pienso, mi instinto me dice que nadie aquí quiere este lugar, los problemas que tenemos son por otros motivos.  Me canso de pensarlo, así que no lo pienso mucho. Como justo ahora, en mi tiempo para comer, no quise ir a casa a escuchar a las dos chicas y decirles algo que las moleste, tampoco quiero comer solo y termine estacionando frente a la clínica de Eddie.

La mujer que recibe a todos está saliendo, sosteniendo su teléfono en la oreja mientras corre por la calle. La puerta está abierta todavía, aunque ya han puesto un letrero de cerrado. El olor a desinfectante y animal llena el espacio, como siempre, y café. Hay un fuerte olor a café aquí.

— Disculpe, está cerrado.

— no vengo por una cita. Estoy aquí para… discutir asuntos con Eddie— el amigo de Eddie me mira, me reconoce.

— entonces ¿Qué quieres hacer ahora?— Eddie baja de las escaleras. Tiene un fuerte olor a sangre hoy— Rowan…

— ¿tienes tiempo?

— estaba pensando comer con Fabien— Fabien nos mira. Puedo ver que está dudando si quedarse o no, si soy un peligro o no.

— no te preocupes, llamare a Will e iré a comer con él. Regreso en un rato— no se queda más tiempo, apenas está saliendo del local con el teléfono en la mano cuando Eddie se para frente a mí.

— ¿paso algo?

— no lo sé. Vine porque no tenía nada que hacer— era muy tarde cuando anduvimos de regreso. Al final todos volvieron al claro y Beau termino robándole un zapato a Eddie. No sé si fue más gracioso su cara de terror o cuando decidió perseguir a Beau y regañarle por jugar así— recordé que tú tampoco tienes que hacer en este rato y vine.

— pues yo si tenía planes.

— se acaban de ir— hay un toque discreto en la puerta. Afuera hay un repartidor de comida, y Eddie lo recibe, apenas se da la vuelta el viento me trae el olor de comida oriental.

— ¿no hay nadie molesto por lo de anoche?

—no creo. A todos les fue raro tener a un humano viéndolos, pero no están molestos contigo. Yo te lleve y asumo la responsabilidad— Eddie no parece convencido— pensé que querrías hacer preguntas, así que vine.   

— yo no quiero hacer preguntas— da unos pasos hacia el consultorio.

— ¿tuviste una emergencia?

— ¿eh? Si, trajeron a un perro atropellado. No sobrevivió ¿Cómo sabes que…?— le sujeto del brazo. Estando tan cerca el olor a la sangre es muy notorio para mí y también algo más, agua salada y nubes.

— estás triste por ese perro— Eddie se aparta, pero alcanzo a notar que su rostro pierde un poco de compostura y se pone triste.

— deja de olfatearme, es raro— sin duda Eddie hizo todo lo que pudo por ayudarle, se nota en la expresión de su rostro, tenso y serio— a veces pasan esas cosas. No podemos salvar a todos— le sigo hasta su escritorio. El espacio es tan pequeño que pronto se llena del olor de la comida.

— oh, sé muy bien eso— Eddie me mira unos momentos, luego saca un par de palillos y destapa el primer cartoncito de comida. Aunque actúa normal, prefiero que se la pase desafiándonos a verle tan decaído— no me gusta que pase.

— No. Cuando escape de casa, solo quería hacer nada. Vagar sin preocuparme por nada— Eddie sonríe un poco, pero no dice nada— me encontré a Baruch poco después, no muy lejos de donde vivía. Estaba intentando cortejar a una chica— hay otro par de palillos chinos en las bolsas. Me entretengo sacándolos— era muy joven e idiota, así que le dieron una golpiza de la que le tuve que sacar.

— Ya me habías contado eso.

— decidió seguirme porque no quería ver a la chica que amaba con otro pero la verdad es que si se quedaba posiblemente recibiera otra golpiza— ah, casi sonríe. Aprovecho el momento para meter los palillos en la comida que trae y termino robándome un brócoli— ah, asqueroso— Eddie aparta la comida, riéndose— conocimos a Donelly un año después, se había perdido.

— ¿un hombre lobo perdido? ¿Estas tomándome el pelo?

— no. Pasa que se bajó en el lugar equivocado y no sabía a donde se dirigía su manada. Se unió a nosotros y nos pusimos a buscarlos, les encontramos pero Donelly ya no quiso quedarse. Nos tomó seis meses encontrarlos. Kalila fue expulsada de su manada porque se negó a unirse con otra manada. Eran una manada pequeña y su padre había muerto poco antes y era el alfa.

— ella me parece muy fuerte.

— lo es— en otro de los cartones de comida encuentro pollo picante. Mejor que el brócoli— la madre de Liam era una solitaria. Murió, y Liam no se atrevió a unirse a otra manda. Eso fue hace poco, dos años.

—  deja de comerte mi comida.

— es suficiente para dos personas.

— entonces Liam se quedó con ustedes.

— nos seguía a todos lados y decía que no. Ya teníamos varios años viviendo y yendo de un lado a otro, divirtiéndonos y evitando tantas peleas como nos era posible teniendo a Baruch y Donelly, el carácter de Kalila no ayudaba tampoco. Le perdimos el rastro unos meses, luego él nos encontró. Es muy buen rastreador.

— ¿y Beau?

— Beau… en ese tiempo de viajes, encontramos un lugar para tráfico de animales— los fideos que Eddie estaba por llevarse a la boca se caen— no estoy seguro de que paso pero puedo suponer que su manada fue cazada, Beau era un cachorro encerrado en una jaula y ellos no sabían lo que era. Cuando Liam volvió a encontrarnos ya estábamos pensando en establecernos.

— pero…

— Beau no habla mucho de lo que paso. Sabemos que vivía en algún lugar entre Europa y Asia y que le trajeron aquí. Nunca intento regresar aunque más de una vez Donelly se lo sugirió— Eddie no dice nada, pero no esta tan distraído como para dejarme robar tranquilamente la comida. Ya hemos apartado tres cartones. Y llega el turno del arroz— Liam y Kevin llegaron juntos, unas semanas de diferencia, Kevin se encontró con Liam cuando nos buscaba. Kevin solo quiso vagar al igual que nosotros, probar algo nuevo y por eso está con nosotros.  

— ninguno de ustedes está emparentado.

— no. ni siquiera primos. 

— formaron una manada nueva.

— créeme que no era mi intención. Ellos solamente no quisieron irse— Eddie se ríe— no creo ser un buen líder. No me gusta, pero todos me obedecen y todos me siguen. Es inevitable.

— creo que solo es gratitud y simpatía. Les agradas, y has hecho mucho por ellos.

— oh, por dios, ni siquiera intentaste decir que soy un buen líder— otra risa. No me gusta mucho hablar de estas cosas, porque no todo me corresponde, pero vale la pena si logre que Eddie cambiara su estado de ánimo.

— no sé cuántas veces repetiré que no sé nada de hombres lobo.

— dios, este cerdo agridulce esta delicioso. Y por cierto, no sabrás de hombres lobo pero si de lobos.

— algo se. No te ves afligido por ser o no un buen líder.

— sé que soy un buen compañero de trabajo— él no dice nada, lo disimula comiendo— es gracioso que termine huyendo de casa para no involucrarme en todo eso de mantener una manada y termine siendo el alfa de una.

— Irónico, sí. Aun no entiendo mucho de cómo viven otros hombres lobo, pero no creo que hagas lo mismo con tus amigos— amigos, me gusta como lo dice— tu no los obligarías a nada que no quieran, no los sometes a tus ordenes seriamente… no sé cómo explicarlo. Puedo notar que si te obedecen es porque ellos quieren, y si alguno no lo hace tú no te molestas.

— notas muchas cosas.

— cuando estas nervioso notas cosas que no tienen sentido. Además, es obvio porque no le dijiste nada a Liam ni a Beau cuando vinieron, Beau te obedeció aunque pudo escapar y venir por su cuenta.

— me hubiera dado cuenta. Creo que eso tiene el motivo, podemos saber que no estamos o a veces donde estuvimos y no tiene caso mentir.

— curioso.

— pronto será luna llena de nuevo— Eddie se queda con la mano levantada y los palillos en la boca— si sales mantente atento, y no le abras a nadie.

— entiendo.

— hay algo que quiero pedirte. Estuve pensando esta mañana, porque Rita parece estar integrándose mejor y la encontré preparando el desayuno, podemos dejar vivos a los recién convertidos. Ya no es necesario matarlos, a nadie le gusta hacerlo pero cuando estas peleando es difícil detenerse— Eddie está suspirando ¿acaso ya adivino que le pediré?— ¿Qué dices?

— quieres que haga lo mismo que hice con Rita, curarles y dejarlos encerrados aquí hasta que no haya peligro.

— ¿Qué dices?— Eddie apriétalos labios— sé que es algo complicado y no podremos hacerlo con todos. Estoy cansado de matar, aunque no tengo idea de cómo haremos para mantener un grupo de recién convertidos.

— entiendo lo que quieres hacer. Tampoco quisiera matar a nadie— su rostro vuelve a ponerse sombrío— si crees que es buena idea, te ayudare. Porque sé que se encontraras la manera de que acepte quiera o no. 

— oh, eres grandioso, Doc.

— cállate. Necesitare que me ayuden entonces a poner un área especial en la cochera.

— ¿Cómo?

— no puedo dejar uno de los quirófanos aislado cada que vayan a venir. Se me acabaran las escusas o mis amigos van a entrar y no quiero que encuentren que tengo encerrada a una persona en una jaula— Oh, se me escapa la risa. No había pensado eso, claro que un hombre lobo terminará por volverse humano y no podrá salir de una jaula— me alegra ver que entiendes mi problema. Podría terminar en la cárcel.

— te ayudare yo mismo. Tenemos tiempo hasta que sea luna llena.

— está bien. Una pregunta más. Lamento si es indiscreto pero has mencionada varias veces a Donelly, no he conocido a nadie con ese hombre.

— murió. Uno de los primeros ataques que tuvimos, estábamos desprevenidos— no es mi intención ser cortante, es inevitable con temas delicados. Eddie no se inmuta, es como si esperara esa respuesta y solo estuviera confirmando. No dice que lo siente, ni ninguna de esas frases para consolar a los otros.

— voy a necesitar algunos muebles especiales para esa área en la cochera. Tengo algo de espacio y puedo sacar el auto cuando tenga que usar ese espacio.

— suena bien para mí. Deja que yo pague— Eddie me mira, alza una de sus cejas.

— ¿esperabas que yo pagara algo que ustedes van a usar?— ah, sin duda, es alguien interesante. En el reloj de pared que tiene veo que faltan diez minutos para que regrese. Hemos estado peleando por la comida todo este rato, Eddie es feroz impidiendo que tome cosas aunque no lo parezca. Solo queda un pequeño cartón— oh, no, no te atrevas.

— nos vemos luego, Doc— soy más rápido que él cuando tomo el cartón, me levanto y corro a la puerta.

— ¡Rowan!— le escucho venir detrás de mí, pero no me alcanza— ¡Esos son mis rollos primavera!— le digo adiós con una mano desde la seguridad de mi camioneta. Él solo me mira fijamente, siguiéndome con la mirada, una mirada que me dice que está pensando cual sería la forma más lenta y dolorosa de torturarme.

Los rollos primavera son mejores que toda la comida que estuve comiendo.

 

Esta oscureciendo cuando regreso a la casa. El auto de Kalila ya no está, en cambio sí está el de Baruch. Me dirijo arrastrando los pies hasta la puerta. Beau debe estar en la clínica, y escucho la televisión encendida en el cuarto de Rita. No había televisión allí esta mañana.

— ella pidió si podíamos ponerle una— Baruch no levanta la mirada de los papeles que tiene en la mesa de la sala.

— parece buena idea.

— estuviste en la clínica del veterinario— no me está preguntando.

— sí.

— debiste preguntarnos antes de tomar una decisión sobre llevarle con nosotros.

— creí que te agradaba.

— me agrada, pero no se tratar a un humano.

— Das clases a un montón de humanos, no me digas que no sabes tratar humanos.

— sabes que no me refiero a eso. Nunca estuve con un humano que supiera sobre nosotros y él siempre está oliendo a miedo. Creo que lo asustaremos más si nos acercamos.

— quizá.

— no lo crees. Estas empujando a todos al límite— tiene razón pero no hay otra manera de cambiar. No ha pasado nada malo y no estoy dejando todo a la suerte, sé que tengo que tener cuidado al involucrar a Eddie con los demás— Rowan ¿Por qué quieres relacionar a ese humano? Entiendo que nos ha ayudado y sus conocimientos resultan ser un beneficio,  pero tienes mucho interés.

— ¿tú no estás interesado? Es el primer humano que sabe sobre nosotros, y aunque nos teme, no se ha ido ni hizo un gran escándalo. Nos ayudó varias veces. Eso es lo que me interesa tanto, es divertido ver como supera el miedo que tiene.

— entiendo. No sabes porque te agrada.

— No ¿acaso tú sabes porque te agradan algunas personas?

— está bien— alza las manos en señal de rendición— solo digo que es un poco inusual ¿encontraste algo en los recorridos de hoy?— Además de poder estar en la naturaleza mi trabajo me permite recorrer el área y saber si alguien ajeno a nosotros a estado aquí.

— no, todo normal. Recorreré el otro sector con Liam esta noche.

— va a molestarse, tiene exámenes esta semana.

— no regresaremos tarde.

— le diré a Kevin que vaya con ustedes.

— ¿Por qué no vienes tú?

— tengo una cita— resoplo, nada sorprendido. Solo espero que no sea un estudiante— estaré pendiente por si encuentran algo o tienen algún problema.

— claro. Hey, por cierto, estuve pensando en algo. Hable con Eddie y estuvo de acuerdo, sobre comenzar a encargarnos de los recién convertidos.

— Rowan, eso es… bueno, pero complicado. Ninguno de nosotros sabe cómo hacerlo ni tenemos el tiempo para hacerlo, ya tenemos suficiente con estar cuidando a uno de ellos como para tener tres o cuatro al mismo tiempo.

— no serían tres o cuatro. Uno cada mes deja un tiempo considerable, y tenemos a alguien que podría ayudarles, Rita. Ella sabe cómo es pasar por eso. 

— ella apenas puede controlarse.

— no puede ir a ningún lado en un tiempo, y ya no esta tan mal. Sé que no podemos hacerlo con todos, pero sería una buena opción.

— si no funciona tendremos que hacerlo aquí. Matarles— puedo sentir el desagrado de Baruch. Tampoco a mí me gusta la idea, y no había pensado eso— creo que debes preguntarle a los demás sobre esa idea, dejar que decidamos mediante una votación.

— ¿tú crees? 

— ¿Por qué me preguntas eso? tú eres el que debe creerlo, no tomes una decisión que nos involucra a todos por tu cuenta.

— Oh… tienes razón. Por eso eres la voz de la razón de esta manada— Baruch pone los ojos en blanco. Nunca creí que él fuera a llegar a ser tan serio y centrado— ¿estaría bien mañana por la noche?

— mejor déjalo para el fin de semana, estamos más cerca de la luna llena y no tendremos obligaciones. Y es el día que no tienes turno en la noche. Me voy, llegare tarde y no puedo dejar a nadie esperando por mí— tan modesto. Llevar a Liam y a Kevin conmigo esta noche nos deja con Beau para vigilar a Rita. Espero que se lo tome en serio.

 

Aun no es media noche cuando nos adentramos en el bosque. Dejamos la ropa en un punto seguro y dejo que ellos se transformen primero. Liam estuvo malhumorado todo el camino y esto es un descanso de eso. Los dos ya se han adentrado en el bosque cuando yo dejo que mi cuerpo cambie. El proceso es algo incómodo, las primeras veces incluso es doloroso, sentir como los huesos se ajustan, como la piel pica cuando se estira y cambia… es un proceso único.

Correr. Quiero correr, y eso hago. La sensación de rapidez, el pasto bajo mis patas. Libertad.

Libertad.

Libertad.

La luna sobre mí. Bosque.

Aulló, aulló por la libertad, por mis compañeros. Un aullido me responde, llamándome.

La luna está allí, mostrándonos el camino. Aulló de nuevo, bajo la luz de la luna. Solo bajo la luna puedo ser yo. Porque solo la luna te hará ver tu alma.

Notas finales:

Proximo capítulo: 11 de Diciembre


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