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Lunas de enero por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

~Hola

Les dejo por aqui la actualización. Un pequeño anuncio, se ha corrido el rumor de que esta pagína podria cerrar, ya que la pagina hermana a esta cerrara en unos días. No se menciona a amoryaoi, pero por si las dudas les informo que tambien pueden leer esta histora en wattpad (con el mismo nombre, alli mi nombre es Silence100) :) esperemos que solos sea un rumor.

La luna ilumina el bosque. Es un lugar diferente a los últimos, o eso me parece: todo es igual para mí. Yo solo les sigo.  Hoy estoy solo, lo que significa que los demás están aquí cerca, puedo escucharlos y verlos y hasta Rowan se ha convertido. Como no es la primera vez que me pasa y es aburrido quedarme viendo a los lobos, ya aprendí que traer algo para entretenerme es vital. Hoy es un libro, Traumatología en pequeños animales.


 Nunca pensé que el bosque pudiera gustarme tanto, no me consideraba amante de la naturaleza al punto de venir seguido por aquí. Ahora ya no me canso con las caminatas que doy y leer aquí es tranquilo, pocas interrupciones. Nunca nos hemos encontrado con otra persona a pesar de mis quejas sobre los cazadores y Lon.


Escucho pasos cerca, el pasto crujiendo bajo las patas de alguien. No levanto la vista del libro hasta que escucho un golpecito algo más fuerte. Beau está frente a mí, sentando y meneando la cola, con un conejo entre los dientes. Cuando ve que lo miro, lo deja caer y lo empuja hacia mí.


— oh ¿eso es para mí?— un ladrido es mi respuesta— Umm ¿gracias? pero no creo que pueda comerlo— quiero añadir que esta babeado, pero no creo que le parezca gracioso como a mí— todo tuyo— Beau se sacude y se lleva el conejo con paso alegre.  Avanzo un par de páginas antes de que me interrumpan de nuevo, desde que llego Jennifer me cuesta un poco distinguir a Liam cuando esta con los demás, los dos son muy parecidos cuando son lobos, pero ella no se me ha acercado. Liam ha tenido la costumbre, desde que lo cure, de sentarse a mi lado. Primero era algo alejado y se marchaba cuando notaba que yo lo miraba. Ahora siento su pelaje en mi brazo— ¿Crees que debí aceptarlo? No soy buen cocinero— mueve las orejas, pero no me mira. Estiro las piernas y vuelvo a mi libro. Debería traer comida la próxima vez, al menos así tendré la excusa de decir que ya comí. 


Venir aquí debió darme una pista de lo que los demás pensaban sobre mí, es obvio ahora. Todos de algún modo han pasado rozándome, no me atrevo a tocarlos a todos a pesar de que me han asegurado de que no pasara nada ¿Quién mejor que yo, sabe que no todos los animales disfrutan del contacto? Por ejemplo, de ningún modo tocaría a Liam como lo hago con Beau. No confió en Jennifer, aunque Rita ya no me da miedo y puedo tocar un poco sus orejas sin temor a recibir una mordida.


Liam se queda conmigo, acostado, cuando se levanta le miro, cuidando de no cerrar mi libro y perder la página por error. Él solo se sacude y se va, estirándose antes de perderse en los árboles, e inmediatamente es reemplazado por Rowan.


— debí imaginarlo. Si me entero de que los estas intimidando te voy a poner un bozal— un gruñido bajo es mi respuesta— hablo en serio, Rowan— Rowan se sienta a mi lado, luego se acuesta con su cabeza en mi pierna— los chicos malos se quedan atados en casa— un resoplido. Baruch se acerca, sacudiéndose. Se sienta cerca de nosotros, dándonos la espalda. Es muy raro saber que a pesar de estar aparentemente solos, no lo estamos. Estoy seguro de que todos están pendientes de lo que digo y lo que hago. Rowan se queda hablando conmigo la mayoría de las veces, así que la atención cuando él está conmigo como humano es mayor. Avanzo un par de hojas más de lectura, acariciando el pelaje de Rowan. Es inevitable, cuando se acomoda de este modo no me doy cuenta de cuando comienzo a hacerlo— Beau me trajo un conejo… no sé qué significa— tengo una idea, porque sé que los animales tienen comportamientos así ¿es lo mismo para los hombres lobo?— voy a escribir un libro sobre hombres lobo, será más fácil para mí— fanfarroneo, no pienso hacerlo en realidad.


Es tarde cuando Baruch se vuelve a convertir en humano y pone fin a la salida. Aún no he conseguido librarme de la sensación desagradable del miedo al escucharlos convertirse y a tener que estar en medio de un montón de gente desnuda.


— Eddie.


— ¿Umm?— dejo de sacudirme los pantalones. Baruch se me acerca, ya vestido gracias a dios— ¿Qué pasa?


— pues…— suspira, y el gesto me hace seguir su mirada. Rowan sigue siendo un lobo. Ahora yo suspiro. Esto significa que yo tendré que llevarlo y que se va a quedar en mi casa, de nuevo— nos vemos mañana.


— Supongo. Vamos, te sigo o me perderé aquí— es un mal chiste que acostumbro decir, cualquiera de ellos podría encontrarme con facilidad si me llegara a perder. Pero Rowan se levanta y camina. Nunca les pregunte directamente porque venían aquí solo de noche, sé que no es necesario que sea de noche para que se puedan convertir, hasta que no hice algunos viajes con Rowan en la camioneta entendí: si alguien me ve conduciendo con un animal tan grande se armaría un escándalo.


No veo la hora cuando llegamos a la casa, tengo sueño. Dejo las cosas en el sofá, apenas llego a la cama, arrojando los zapatos a cualquier lado. Siento cuando Rowan salta a la cama, su pelaje es tan cálido que no necesito cubrirme. Rowan apoya su cabeza en mi brazo y mi pecho, no se mueve. Yo me quedo dormido poco a poco, con un brazo sobre Rowan.  


Despierto con la luz del día, no cerré la ventana.


— ¿ya es de mañana?— los brazos de Rowan me apretujan. Ha cambiado en algún momento durante la noche, la primera vez que desperté y lo vi en la cama casi me da un infarto. Grité y le di un golpe, golpe que pudo esquivar. Intente poner un límite a esto, pero soy débil cuando me mira siendo un lobo. Además siempre que lo hace tengo la sensación de que no me entiende, y termino trayéndolo.


— Sí— cierro los ojos. Gracias al cielo es domingo, no tengo que levantarme temprano hoy. Rowan me mueve, acercándonos. Siento su cabeza en la mía, inhalando en mí cabello. Aun no sé cómo llamar a lo que tenemos, sea lo que sea ¿una relación? No hemos hablado sobre eso aunque es evidente que tenemos algo como eso. Rowan me gusta, eso ya no tiene caso pensarlo— no quiero levantarme.


— nadie te está diciendo que lo hagas.  Hare el desayuno.


— Café.


— y café— Solo habla, porque tampoco parece tener intención de moverse. Me rio, y me estiro— Eddie…— espero,  pero no habla— olvídalo. Dame un momento y preparare algo.


— que sea poco, siempre traes tanta comida que siento que me están engordando— salir a comer con cualquiera de ellos hace que sienta que tengo un problema con lo poco que como. Estoy seguro de que los lobos tampoco comen tanto, sé que muchos pasan mucho tiempo sin comer en invierno.


— comes muy poco, no tendrás con que alimentarme— muevo la mano para darle un golpe, pero claro, Rowan la atrapa. Siento una caricia con sus dedos y luego sus labios dejando besos en mi mano, besos que terminan en una mordida a mis dedos.


— idiota, me dolió.


— ¿lo ves? Tienes que comer más— se levanta, riendo. Le veo salir de la habitación, yo me tomo mi tiempo para levantarme y caminar a mi sofá. Escucho a Rowan en la cocina, ya me acostumbré a que cocine, no lo hace nada mal y prefiero quedarme descansando a cocinar yo, limpiar la cocina después es un precio justo a pagar— hiciste compras— no es una pregunta.  


— ayer, antes de salir al bosque. La comida se acaba rápido cuando estás aquí.


— ¿debo traerte conejos? ¿Tal vez prefieres una cabra o una vaca?


— ¡no quiero nada de eso! no sé dónde iba a meter una vaca— solo imaginarlo es de locos, pero es mejor no seguir por ese camino o me voy a encontrar una vaca o algo más grande en mi casa uno de estos días.


— ¿te parece bien tocino?


— Sí— me gustan estas mañanas, estar cómodamente en el sofá, sin pendientes y medio dormido mientras me preparan el desayuno. La televisión encendida en uno de esos programas matutinos de chismes y comedias.


— ¿te dormiste?


— no. huele bien ¿Cómo siempre haces que huela bien?


— solo es cocinar— una taza entra en mi visión. El olor a café y el humo que sale de la taza me hacen suspirar— Eddie…— otra vez se queda callado.


— solo dilo— le doy un trago al café, logra despertarme. Rowan vuelve a la cocina, puedo escucharlo mover todo— sea lo que sea. No puede ser tan grave.


— no lo es, no sé si te habíamos dicho que tenemos que ir a las otras manadas— ¿ir? no lo recuerdo, me han dicho sobre las otras manadas pero no sobre irse— nos vamos esta noche.


— ¿se van?


— Si… ¡Pero solo unos días! no nos vamos a ir definitivamente y tampoco iremos todos. Kalila, Jennifer, Beau y Lon van a quedarse. Aun no se si Bradley vendrá— oh, se refiere a eso. Dejo la taza en la mesita.


— dios, pensé que se irían para siempre… ¡¿Rowan?!— casi me caigo del sofá, él ha saltado desde atrás, como un luchador— ¿Qué haces? Vas a arruinar mi sofá y no voy a encontrar otro igual de cómodo…— Beso… un beso más. Mi cerebro se desconecta cuando me besa— Rowan…


— ¿te preocupaste porque nos iríamos?


— ¿Qué? no, yo…— lo hice— solo porque dijiste de pronto que se irían ¿Qué esperabas? Nadie menciono nada sobre irse, me sorprendí.


— ¿te sentirías solo si nos fuéramos?— parece una pregunta en broma, pero no estoy seguro de cómo responder. Nunca tuve una vida social demasiado activa, tampoco me la pasaba encerrado, pero desde que los conozco he cambiado mucho mi estilo de vida y ahora todos ellos son… dios, no lo diré jamás en voz alta, pero son como un montón de perritos esperando su turno para recibir elogios.


— Si, me sentiría solo— no tiene caso mentir. Rowan está mirándome ¿es sorpresa lo que veo?


— ¿en serio?


— lo haría, creo que me sentiría triste también ¿no es eso lo normal cuando tus amigos se van lejos?


— no esperaba tanta honestidad— me dice, y su cara se pone roja— el desayuno va a enfriarse— le sigo con la mirada, me da la espalda pero puedo ver sus orejas coloradas. Es muy extraño, no sé qué hacer cuando Rowan se porta tímido. Lo único que hago es seguirlo a la mesa y comer en silencio.


Los primeros días que Rowan comenzó a quedarse más tiempo, solo observaba. Ahora me ayuda a ordenar, sin que yo se lo pidiera. Estoy seguro que tiene relación con lo que dijo que iba a “cortejarme” no hizo más que venir más seguido y traer comida, y limpiar.


— ¿A dónde irán?


— visitaremos algunas manadas cercanas, para comprobar si han tenido problemas como nosotros— para ver si son los únicos. Si son los únicos eso significaría que todo es planeado— no debería tomar mucho tiempo, pero nos moveremos en autos y en algunas tendremos que quedarnos por educación— hace una mueca cuando dice eso. Esas son palabras de Baruch.


— suena difícil. No le des problemas a Baruch.


— ¿ahora vas tras él? que humano tan cruel— me encojo de hombros, sonriendo como si lo estuviera pensando. Rowan me abraza, tirándome al sofá y cayendo encima de mí.  Intento luchar para quitarlo, pero es como traer una camisa de fuerza— si prometo pórtame bien ¿vas a darme un premio? 


— ¿tienes cinco años?— él me sigue mirando insistentemente— Bien, te daré un premio si te comportas— Me sonríe, mostrándome los dientes— pero les preguntare a todos, y no te atrevas a obligarlos a mentir.


— nunca haría eso— aún sigue sonriendo, pongo los ojos en blanco. Me besa de nuevo— no puedo esperar a volver.


— Aun no te vas ¿no tienes que preparar todo?


— ¿te enojarías si digo que le pedí a los demás que prepararan mis cosas?— dios, que tono usa… no puedo evitar que mis labios tiemblen al intentar aguantar para no sonreír— solo quería pasar más tiempo contigo antes de irme.


—oh…— de nuevo sin palabras.


— no necesitamos muchas cosas. Pedí vacaciones en mi trabajo, detesto hacerlo para asuntos como este.


— así que ya tenías planes y me lo dices hasta el último momento— frunzo el ceño. Rowan pone una expresión tan alarmada que me rio— es broma, sé que son asuntos de su manada.  


— Eddie, tú ya eres parte importante de la manada.


— eh…


— no te lo dije antes porque no pensaba ir. Estaba seguro de que no iría, y…— dios, parece un cachorro regañado— no quiero ir, preferiría quedarme aquí.


— ¿eres el líder y no quieres ir?— sonrió— ve y averigua quien está haciendo esto, tendré menos trabajo, y evitaremos que otros sean convertidos. Luego regresas.


— lo dices tan fácil…— deja caer la cabeza en mi hombro.


— ¿puedo pedirte un favor?— escucho un quejido que interpreto como “si”— ¿puedes dejar a Liam aquí?


— ¿dejar a Liam? ¿Por qué?


— Solo si es posible, por favor.


— puedo hacerlo, sí. En especial si tú lo pides— solo espero que Liam no quisiera ir— saldremos por la carretera sur, a las siete— aún faltan algunas horas— me iré después de comer, lo quiera o no voy a tener que hablar con los demás para los últimos detalles.


— si necesitan algo… no, espera, les daré algunas cosas en caso de emergencia, anestesia, vendas, tranquilizantes…— nunca está de más, y sé que Rowan sabe sobre curaciones por el tiempo que pasa aquí— sé que se curan rápido pero es mejor estar listos.


— esa es una buena idea— así que si, cuando Rowan se va, un rato después de la comida, le envió con todos los suministros necesarios para atender una emergencia.  


Tengo una sensación extraña, un poco porque nadie me dijo nada eso y siento que podría ser más peligroso de lo que Rowan me dijo ¿realmente me ocultaría la verdad? no estoy seguro, tampoco creo que sea algo muy importante más allá de su seguridad.  No es que yo pueda hacer mucho si ni siquiera se luchar ¿debería tomar clases de defensa personal? ¿Karate o algo así? podría ayudar.


Es casi la hora en que se van. No he parado de darle vueltas al asunto, Rowan no me dijo que fuera, tampoco que no podía ir. Hace un rato solo se fue, yo no tuve más palabras que un “Buen viaje” que me hizo sentir tonto. Solo faltan unos minutos…


— Ah, no puedo con esto…— tengo que ir. Bajo corriendo, tomando las llaves de pasada. Conducir la motocicleta es una ventaja, no tengo problemas en el tráfico, pero no sé en qué punto exactamente es que se marchan, tal vez ya se fueron. La carretera está muy libre de tráfico,  si hay autos pero nada que me impida moverme ¡¿Esa es la camioneta de Rowan!? ¡Y el auto de Kalila! Casi derrapo cuando me detengo.


— ¡Eddie!— Beau corre hacia mí, le doy unas palmaditas en el hombro, aunque mantengo la vista en Rowan. Sigo caminando hasta él.


— Te alcance.


— ¿olvidaste algo? 


— algo así— le lanzo una cajita, que atrapa sin problemas— en caso de emergencia— Rowan sonríe cuando agita la caja de pasadores para cabello.


— gracias.


— Y…— por favor, todos están mirando, y pueden escuchar. Suspiro— te daré solo dos semanas para volver. Si no regresas, iremos a buscarte— vamos, Eddie,  se más amable— sé cómo te preocupa ser atrapado, así que… si no llegas en ese tiempo, te buscaremos y te sacaremos de donde sea que estés— Rowan sigue sonriendo cuando me abraza.


— cuento contigo— me dice, no es nada discreto cuando me olfatea el cabello, pero no me muevo hasta que me suelta— bien, vamos.


— buen viaje— hay unas pocas despedidas más, y nos quedamos mirando en la carretera como se alejan los autos.


***************************


Tengo una relación extraña con los viajes, porque me gusta viajar, y a la vez, preferiría quedarme.  Viaje mucho tiempo y tener un lugar al cual poder llamar hogar me trae mucha paz. Me gusta el lugar, y hare lo que sea por defenderlo.


La carretera se extiende ante mí, algo bastante desolado a mi gusto.


— me sorprende que no te estés quejando. 


— tenemos media hora conduciendo, dame tiempo— Baruch se ríe, el decidió iniciar conduciendo.


— antes te quejabas en apenas cinco minutos— no lo recuerdo. No hay mucho que ver en la carretera, árboles y algún poblado ocasional, no iremos muy al sur y después no dirigiremos al norte.  Si no tuviéramos que evitar territorios, sería un poco más rápido.


— ¿esto es una buena idea?


— no es la mejor idea pero no hay más opciones. Nadie sabe que iremos, ni que dejamos el lugar, además no dejamos el territorio desprotegido. Kalila es una buena luchadora, y Lon…— Baruch se calla unos segundos— sabrá qué hacer en una emergencia— Al final decidí que Kalila, Jennifer, Liam, Lon, Beau y Kevin se quedaran. De los seis solo cinco serían capaces de luchar, no son malos números considerando que aquí Rita, Murray y Bradley no podrían luchar.


— no me gusta tener los numero desiguales.


— nosotros no vamos a pelear.


— Rita ya puede comenzar con adiestramiento para pelear— interviene Jane, que hasta ahora creía dormida— además, Eddie también está allí.


— no le dije que tuviera cuidado— estaba tan emocionado por verle que me olvidé de eso.


—no lo necesita. Sabe que hacer.


— Sí, además si puede soportarte a ti, no será gran cosa. Solo entramos y salimos, estaremos de regreso en unos días— realmente espero eso, no quiero mucho en que el viaje podría alargarse más aunque nosotros no lo queramos.


 


Tenemos que ir con cuidado, disminuyendo la velocidad cuando nos acercamos a los territorios de las otras manadas, a veces incluso tenemos que esperar a que alguien se nos acerque y pedir permiso. Odio mucho los protocolos, así que dejo la mayoría de las conversaciones a Baruch, él siempre ha tenido talento para eso. Estamos muy lejos de casa, la manada que estamos visitando nos ha dejado una pequeña cabaña en el bosque.


— ¿nos creyeron?— Rita suspira.


—tal vez— no estamos dando mucha información, en caso de que alguna sea la culpable. Hasta ahora ninguno de los recién convertidos ha notado algo familiar o han tenido recuerdos del momento de su ataque— estamos haciendo una visita a las manadas cercanas para tener una buena relación, es la historia.


— se siente extraño ¿Por qué nunca hay señal en estos lugares?— eso también me está matando a mí.


— solo quedan tres manadas más, cuatro días máximo para regresar. Estoy molido— Baruch se acuesta en la bolsa de dormir que acaba de extender— Rowan, debemos hacer una parada, unas horas para convertirnos.


—…— aparto la mirada del cielo. Sentado junto la ventana, observo las caras de mi manada. El viaje está siendo más agotador para los nuevos, alejarse del territorio, el contacto con los nuevos lobos… debe estar siendo difícil para ellos contenerse— lo están haciendo bien, cuando nos marchemos mañana vamos a parar— no quiero tener problemas si alguno pierde el control, estamos demostrando tener todo bajo control a pesar de tener miembros nuevos. Algunas manadas nos ofrecieron convertirnos, una reunión pacífica. Hemos rechazado todas, y eso me hace sentir mal por ellos que no tienen la culpa de mis problemas. Ninguno lo ha cuestionado.


— suena bien para mí. 


— mientras podamos comer algo… tengo tanta hambre— el ambiente se aligera, y reímos. Yo sigo observando el cielo, hasta que la luna aparece en el cielo.


 


Finalmente estamos a unos pocos kilómetros de casa. Terminamos con las visitas con información importante: ninguna de esas manadas tiene lobos nuevos. Así que esto solo nos está jodiendo a nosotros. Después de esto tendré que hablar con Leyre sobre sus acusaciones. Pero eso puede esperar, ahora que regresamos solo quiero volver a la normalidad, hablar con los demás y pasar tiempo con Eddie.


La casa está frente a nosotros, apago la camioneta. Detrás, se detienen los otros dos autos. El olor al bosque y la ciudad…


— Llegaron— Kalila sale cuando apenas estamos tomando las cosas. Espero verla sonriendo, pero hay algo en su expresión, y todo en ella huele a preocupación. No soy el único que lo nota, nadie se mueve ni dice nada, esperando— Rowan, Leyre vino. Esta aquí, en la ciudad… ¡Espera!— no es la única que grita, Baruch y Kevin también me llaman, pero no me detengo. Eddie, necesito ver a Eddie. Corro por las calles, sin detenerme ni una sola vez. Hay otros lobos aquí, y él estaba solo. Necesito verlo.  Empujo la puerta de la clínica, apenas escucho el golpe que da. El olor sigue siendo el mismo, desinfectante, animal, café… la mujer y el amigo de Eddie me miran, sorprendidos por mi llegada.


— ¿Rowan?— le ignoro, dando zancadas hasta su consultorio. La puerta está cerrada y no se abre cuando giro la manija. No hay nadie dentro, no escucho nada y parece estar cerrada desde hace algunos días.


— Eddie…


— no está aquí— su amigo se detiene— tuvo que salir por una emergencia familiar— contengo la respiración. Una emergencia familiar suena a una excusa conveniente— ¿estás bien?


— ¿sabes a dónde fue?


— no realmente, solo sé que fue a casa de sus padres pero no sé dónde queda.


— gracias— me doy la vuelta y salgo.


Leyre, necesito encontrarla. Ella va escucharme ahora. Si se atrevió a ponerle un dedo encima Eddie no habrá lugar en el que pueda esconderse.

Notas finales:

cha chan...¿que ha pasado aqui?? 


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