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Por Nuestra Felicidad por WhiteLies

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Notas del fanfic:

Los personajes no son míos son de Masashi Kishimoto creador de Naruto, yo solo uso los personajes para darle vida a mi historia.

Notas del capitulo:

Espero y les guste.

– Sasuke – la voz le salió algo quebrada ¿La razón? Muy simple, había estado llorando desde hace un par de horas.

– Naruto – le llamo con cariño. Sin hacerse esperar se acercó al rubio y le abrazo como si su vida dependiera de ello.

Sasuke era un pequeño vampiro de tan sólo 15 años, él tenía estrictamente prohibido juntarse con Naruto ya que este era un humano. Tanto la familia de Naruto como la de Sasuke se habían enterado de que ambos se veían a escondidas y más por las noches y algunas veces por las tardes ya cuando el sol de ocultan en el horizonte.

– Lo siento Sasuke – le hablo Naruto – lamento irme – el padre de Naruto decidió que lo mejor era alejarse de esa ciudad en donde los vampiros estaban libres y eran dueños de las cosas que hacían y nadie les podía decir nada.

– ¿No te puedes quedar? – pregunto aún con la esperanza en sus palabras, más el rubio negó con la cabeza y con la mirada triste le volvió a abrazar.

– No Sasuke – una lágrima resbaló por su mejilla derecha – lo siento – repitió – Papá no quiere seguir en la ciudad, piensa que ya no es segura para mí – Sasuke se aferró al pequeño cuerpo del rubio quien sólo tenía apenas 13 años.

– No quiero que te vayas – susurró cerca de su oreja – no quiero perderte – negó con la cabeza.

– No puedo quedarme – más lágrimas se encontraban resbalando por su mejilla – ¿Recuerdas lo que le paso a mi mamá? – el moreno asintió.

Minato Namikaze eran un hombre rubio y de ojos azules, alguien de apariencia joven aun cuando estaba cerca de los 40, hacia un par de años que perdió a su esposa, una hermosa pelirroja muy temperamental.

Hace no más de 4 años Minato había perdido a su esposa gracias aún vampiro quien al morderla le quito la vida, recordaba que mientras ella le hablaba por el celular ella caminaba por las calles oscuras de la ciudad en camino a su casa donde seguramente estaría la niñera que cuidaba al pequeño Naruto.

Nunca espero que aquel día fuese el último en escuchar la hermosa voz de su esposa, nunca imagino que ese sería su último momento de vida de la pelirroja. El sólo recordarlo le dolía como nadie tenía idea.

– Lo lamento, sé que ese es el motivo por el cual tú padre no me quiere cerca de ti – hablo el moreno con las lágrimas asomándose por esos hermosos pozos negros como la noche misma.

– Tú no tienes culpa – hablo un poco más tranquilo Naruto.

– Tal vez no, pero aquel vampiro es parte de mi familia – un suspiro salió de los labios del Uchiha.

– Ya olvídalo, Sasuke – con un último abrazo Naruto comenzó su caminata de regreso a su hogar.

Pero Sasuke tenía otro plan, él no quería que el pequeño rubio se fuera de su lado, lo quería tanto que no aceptaba el hecho de que su padre quisiera alejarlo de él.

Sabía que desde hace ya algún tiempo venía sintiéndose extraño para con el rubio, no sabía que cosa era o de que podría tratarse. Sólo sabía que no podía tenerlo lejos, que si este se alejaba a él le dolía el corazón, cosa rara en ellos ya que aparentemente no podían sentir nada.

Sin pensarlo dos veces tomo al rubio del brazo y lo acercó a él y le dio un beso el cual sólo duró algunos segundos ya que Naruto se separó de él cortando el beso, de un momento a otro se encontraba en blanco, su mente le jugó sucio y le abandonó. No sabía lo que acababa de pasar o tal vez aún no lo reaccionaba y analizaba con claridad.

Para cuando se dio cuenta ya se encontraba en su casa, sin previo aviso se acostó sobre su cama y soltó un sonoro suspiro ¿Quién imaginaria que tendría esa noche su primer beso? Nadie, ni el mismo Naruto sabía que había pasado con ellos dos.

Su padre Minato no podría enterarse que aún se veía con Sasuke y menos que este le había besado y que le había encantado ese roce entre labios. Por poco tiempo que duró el beso lo había disfrutado a más no poder, Naruto se llevó la mano a su boca y delineo sus labios sintiendo la sensación que le hizo sentir Sasuke.

Sin saber cómo reaccionar se tapó los ojos y se puso a pensar en cómo sería su vida si su padre al menos le dejara convivir con Sasuke, si su madre no hubiese muerto, si ella siguiera con aquel par de rubios. Todo sería completamente diferente.

Se levantó de la cama y busco entre sus cosas un libro viejo que su abuelo le había regalado con anterioridad, recordaba que su abuelo le había dicho que cuidara bien de ese libro pues contenía relatos que pocos sabían.

Naruto siempre amo las historias que en aquel libro fueron plasmadas a saber por quién, lo único que sabía era que fueron escritos por personas que conocieron a los vampiros igual a Sasuke. No entendía cómo es que en aquellos relatos los colocaban de malas personas o mejor dicho seres malos cuando no era así, al menos Sasuke no era así.

Tomó el libro que tanto había buscado y volvió a sentarse en su cama para después empezar a leer aquel pedazo a papel.

Se decía que en el pasado las cosas a como era hoy en día era más que diferentes, las personas vivían en armonía junto con aquellos seres que aparentemente eran enviados del cielo para protegerlos de todo el mal que en el mundo vivía.

¿Quién pensaría que el mal era ellos mismo?

Las personas estaban más que encantadas por ellos que fueron alejados del cielo por su hermosura sin igual más sin embargo nadie prestaba atención a las casuales desapariciones que poco a poco frecuentaba esa ciudad.

El mal había poseído sus cuerpos.

Aquellos que osaban llamarlos dioses o señores eran recompensados con un regalo sin igual más ellos nunca volverían a ver la luz brillar, condenados a la oscuridad en la cual ellos fueron a encontrar.

Nadie de aquellos que fueron recompensados se les volvió a ver.

Con el paso de los días las personas se dieron cuenta de su verdadera apariencia, pues detrás de esa hermosa piel tan blanca como la porcelana se ocultaba el alma más oscura que nadie más había visto jamás.

Todos vivieron en la mentira por mucho tiempo.

Tras aquellos pozos negros como la noche había miedo en algunos, odio en otros y confusión en los nuevos. Aquellos puntos negros que se volvían rojos cuando el hambre les daba, cuando el hambre envolvía su cuerpo era mejor huir por un tiempo.

No confíes en ellos pues a pesar de tener belleza no tenían nada de nobleza.

Esos colmillo que se mostraban entre sus labios, la piel pálida que los caracterizaba, la piel fría que te erizaba todo aquello eran características del mal mismo. Huir era mejor que quedarse y esperar la repentina muerte.

La guerra se desató, uno contra otro, el bien y el mal, muerte tras muerte se veían venir e ir.

Los humanos trataron de deshacerse de aquellos enviados del cielo. Los enviados del cielo no se querían irse puesto que llegaron a pensar que la tierra era su hogar, vivir en miedo sin igual. Llora cuando tengas que llorar, sufre cuando ya no tengas en quien confiar, corre cuando no tengas un hogar. Pues el mal está cerca que ya no sabes que pueda pasar.

Al terminar de leer el pedazo de papel volvió a recostarse con el libro sobre su pecho.

¿Qué me pasa? Se preguntaba así mismo.

Naruto no se había dado cuenta que desde que conoció a Sasuke algo en él le había llamado la atención y no era la hermosura con la cual fue dotado sino todo él, esa sensación de peligro que le causa con tan sólo mirarlo le gustaba.

– ¿Qué debo hacer? – se preguntó.

La noche se terminaba y el rubio no le quedo de otra que irse a dormir. A la mañana siguiente el rubio se tuvo que levantar temprano ya que su padre le había dicho que saldrían de temprano.

No quería irse, no quería irse del lado de Sasuke.

Una lágrima resbaló por su mejilla al ver su cruda realidad, le dolía irse del lado de Sasuke y es que al tratar de ignorar los sentimientos que sentía por él le era más que difícil. ¿Cómo podía callar lo que sentía por Sasuke?

– Vámonos Naruto – hablo su padre muy decidido – llegaremos tarde – termino por hablar.

– Ya voy – dijo con la voz más que apagada.

"No te vayas" escucho que le decían en su mente.

– Sasuke – susurro.

"Por favor, Naruto, no te vayas" volvió a escuchar que le decía.

– No puedo quedarme – susurro – no puedo dejar a mi padre sólo – cerró los ojos con fuerza.

Y en parte tenía razón, no podía dejar a su padre sólo después de la pérdida de su madre no le podía dejar sólo para que pasaré por las peores cosas sólo.

– Naruto vámonos – hablo Minato con voz autoritaria.

– Ya voy padre – contesto resignado.

Durante el camino Minato se quedó dormido y Naruto aprovechó y saco nuevamente el libro que su abuelo le había regalado en antaño.

No sabía cómo pasó, pero antes de que me diera cuenta ya estaba atado a él.

El pasado de una persona puede estar ya escrito en la antigüedad, incluso podría tenerte a tu pareja destinada. La mía la estuvo y con alguien que era el mal mismo. Se que no seré la única persona a la cual le pase, alguien más tendrá a su pareja en un ser del mal.

Aunque no quería darme cuenta, enamorado ya estaba.

Poco a poco me fue enamorando y llego el día en que reclamó mi cuerpo en más de una manera, me convirtió en alguien como él, en alguien a quien no podía darme la luz del sol y mucho menos salir con amigos por miedo al hambre que se sentía en mi al tener a alguien así cerca.

Lo mejor sería aceptar que ya estas marcado.

Desde que uno de ellos tiene contacto contigo estas más que marcado de alguna manera o al menos remarcado. Con tan sólo un roce de cuerpo o de manos ellos ya estaban predestinados a estar juntos.

Me encantó saber que estaba marcado por alguien que me quería.

Según ellos la mejor manera de marcar a tu pareja o a la que quieres como pareja es un contacto más que sólo toques de mano. Un beso. Con un beso se era sellado por completo el compromiso con alguien. Si un vampiro como se llamaban tenía ese tipo de contacto contigo quería decir que ese vampiro te quería más de lo que alguien podría imaginar.

Ellos sólo se enamoran una vez en la vida tal y como los humanos lo hacemos.

Una vez termino de leer nuevamente una de esas hojas viejas y manchadas con gotas de tal vez café porque ni el mismo Naruto lo sabía.

Como siempre le encantaba el leer los escritos que en aquel libro estaban, lo único que le llamaba la atención era saber quién los había escrito.

"Nos volveremos a ver Sasuke" ese fue el último pensamiento de Naruto antes de quedar dormido al igual que su padre.

-- Años Después --

Naruto despertaba de aquel suelo en el cual se encontraba tirado, nuevamente había tenido problemas con aquellos que ofendían a su padre, nuevamente le defendió y quedó mal herido después de la inminente pelea en la cual no tuvo alguna oportunidad de ganar.

Hacía un par de años que llegaron a la ciudad libre de vampiros o al menos eso decía su padre.

– ¿Cuántas veces lo vas a hacer Naruto? – pregunto su padre una vez más.

– Cuantas veces sean necesarias para que ellos aprendan a no hablar mal a tus espaldas – contesto más que serio y enojado.

– Ya te he dicho que lo dejes – Minato ya estaba cansado de decirle a su hijo una y otra vez que no a metiera en problemas, que él sólo podría arreglarlos y, sin embargo, Naruto aún no entendía el por qué su padre no le dejaba defenderle.

Todos aquellos decían que Minato Namikaze era un completo cobarde el cual no pudo soportar la muerde de su esposa. En la ciudad de Tokio ya era bien visto de alguna manera que alguien muriera por la mordida de un vampiro, pero para Minato era distinto, no soportaba aún la idea de haber perdido a su esposa.

Tan solo había pasado algunos años desde que Minato decidió salir de Tokio y mudarse a Kioto un lugar tranquilo sin aquellos chupasangre que pudiera arrebatarle lo más importante que le quedaba, su hijo.

En un rincón de la ciudad de Tokio se encontraba Sasuke sentado en una silla al frente de una gran mesa. Sus familiares a un lado de ella y hasta el final su futura prometida.

– Bien hijo – hablo Fugaku Uchiha el padre de Sasuke – Ella será tu futura esposa – hablo lo más calando que pudo – con ella seguirás el Gobierno que nosotros hemos seguido por siglos – termino por hablar haciendo que Sasuke se enfadase con su padre.

– Ya te dije que no me pienso casar con ella – hablo de una manera fría y miro con una enorme furia a su padre y a la que sería su esposa – ¿Desde cuándo nosotros osamos casarnos con alguien? – pregunto levantándose se su lugar y golpeando la mesa con sus puños – nunca hemos dependido se una mujer para poder gobernar – la furia se podía mirar en sus ojos los cuales cambiaron a un color rojizo y en ellos aparecieron tres comas algo que nadie más había visto antes – y conmigo no será la excepción – termino de hablar.

Con la furia aún en mente se fue de casa para su suerte era de noche y así no tendría problema alguno con el sol, se iría del lugar en donde le quieren casar con alguien que él no desea, desde que supo sus sentimientos hacia Naruto se prometió, cosa rara en los vampiros, que siempre le iba a pertenecer a ese rubio de ojos azules que casualmente encontró en un parque a medianoche.

Sonrió para sí mismo recordando como fue que conoció a su rubio amor.

--Flashback--

Sasuke se encontraba caminado por aquel parque en donde tanta veces veía a las personas caminar tanto de día como de noche, algunas veces le extrañaba la idea de poder soportar el sol hasta cierto punto, aunque algunas veces le fascinaba la idea de poder hacerlo.

La noche reinaba en aquel lugar y Sasuke estaba más que feliz porque nadie salía de noche y más con los vampiros sueltos y dispuestos a morder a quien se le antoje.

Nunca se habría imaginado que encontraría a tal persona la cual le haría sentido cosas que él en muchos años no había sentido. Se acercó lentamente a él, mirándole con aquellos pozos que tenía por ojos y pudo observar como el pequeño le vio y sonrió.

– Hola – le hablo Sasuke al pequeño.

– Mm Hola – susurro aún con aquella sonrisa que tenía en los labios.

– ¿Dónde está tu mami? – pregunto.

– No lo sé – dijo el pequeño rubio que estaba frente a él.

– ¿Quieres que te ayude a buscarla? – el pequeño sólo asintió con la cabeza – muy bien vamos.

¿Quién podría pensar que algo así sucedería? Sasuke jamás imagino que su hermano mayor Itachi pudiera hacer algo así. Nunca imagino que su hermano no tendría compasión con aquella pelirroja.

Una vez Itachi termino de beber la sangre de aquella mujer que ahora yacía en el suelo se acercó a su hermano menor a quien ya había sentido su presencia y sonrió con malicia.

– Tienes a una muy buena presa aquí – susurro Itachi a su hermano menor.

– No le voy a beber la sangre, Idiota – le dijo lo más serio que pudo, aunque de cierta manera era mentira ya que la sangre del menor le llamaba demasiado la atención que era imposible no resistirse a su llamativo olor – y no lo quiero hacer – aunque lo dijo más para convencerse el mismo que a su hermano.

Sasuke tomo la mano del menor y se fueron caminando del lugar hasta que Naruto susurro unas palabras que prácticamente le rompieron el corazón al frío Sasuke.

– Mami – Naruto soltó las manos del moreno y fue hasta donde la mujer tirada en el piso, cerca de su mano estaba un teléfono celular aún en línea – Mami – volví a susurrar el menor, pero ahora más cerca de aquella mujer de pelo rojo.

¿Quién podría pensar que así se conocerían? Nadie. Nadie podría pensar que el hermano del moreno mató a la madre del rubio. Que el rubio se encontraría llorando sobre su mami quien ya no respiraba.

--Fin Flashback--

Más la sonrisa desapareció, así como su buen humor. Se detestaba de cierta manera el saber que su hermano mayor había terminado por matar a la madre del rubio y más que el rubio y él se conocieron de esa manera.

No lo pensó dos veces y emprendió un viaje en busca del amor de su vida. Le buscaría, aunque fuese lo último que hiciera en la vida porque ese rubio le tenía de cabeza y ya había pasado algunos años desde la última vez que le vio.

No tardó mucho en cuanto su padre cruzó la puerta por la cual entró en tiempo atrás él.

– ¿Se puede saber a dónde diablo vas? – pregunto su padre con enojo.

– Haré lo que debí haber hecho tiempo atrás – dijo más que seguro, pasando a un lado de Moreno mayor – esta vez no dejaré que me apartes del amor de mi vida – Fugaku se enojó por lo que dijo Sasuke.

– Pensé que ya lo habías olvidado – comentó tomando del brazo a Sasuke e impidiendo que siguiera caminando – Sabes que ese chico no nos convenía para nada – siguió relatando – él no tenía nada que hacer cerca de nosotros, necesitas a alguien igual a nosotros, que sea un vampiro no un simple humano quien después de un tiempo morirá – en ese entonces Sasuke reflexiono lo que su padre decía – quiero que seas feliz Sasuke, pero con alguien igual a nosotros, alguien que este por toda la eternidad contigo y no sólo un par de años – Fugaku miro a los ojos a su hijo.

– Es que sé que él es el indicado – susurro Sasuke a punto de llorar – le he estado esperando por mucho tiempo y ya no puedo esperar más – continuó – Naruto es el indicado para mí, es a quien amo y amaré por siempre – y no pudo retener por más tiempo las lágrima que bajaron por sus mejillas sin detenerse.

– La única manera de que ese tal Naruto este esté tu lado es mordiéndole y convirtiéndolo en uno de nosotros – Sasuke al escuchar las palabras de su padre se sorprendió y se secó las lágrimas lo más rápido que pudo.

– Iré a buscarle – se soltó del agarre de Fugaku y se retiró por la puerta en busca de quien él amaba. Naruto.

...

– Vamos papá – comentó Naruto algo cansado – quiero volver a Tokio – agregó.

– No Naruto, ya te he dicho que no vamos a volver a esa ciudad en donde mataron a tu madre – a Minato le dolía gritarle a su hijo, pero era la única manera en la cual él podía entender.

– Ya no me puedes mandar ¿Sabes? Soy mayor de edad lo que significa que puedo marcharme de aquí en cuando me plazca.

– No te atreverías.

– Eso crees.

– Lo único que quieres es volver a ver a ese maldito vampiro ¿Verdad? – comentó Minato enojado.

– Pues para que mentirte – soltó el rubio de repente – le quiero y siempre lo haré, papá por favor, Sasuke no es como los demás, él es diferente al resto, Sasuke jamás me haría algún daño.

– Eso pensé de ellos, pero mira lo que pasó, mataron a tu madre y tu fuiste testigo de ello, por Dios Naruto imagínate si hubieras corrido con sus suerte y fueras tú quien ahora ya no estarías con nosotros.

– Fue Sasuke quien me encontró. Él no me hizo nada y sé que no lo haría jamás. Papá – Naruto soltó un largo suspiro – le quiero y siempre le hice, si me dieras a escoger entre él y tú.

– No sigas – Minato bajo el rostro en el cual las lágrimas corrían. Minato sabía la respuesta, le dejaría por Sasuke y de ese no había ninguna duda, la cosa es que aún no se confiaba de ellos como para dejarles a cargo a la única familia si le queda.

– ¿Serás feliz con él? – pregunto limpiando las lágrimas de su rostro.

– Más que nadie en este mundo papá – susurro el rubio.

...

– No sé cómo podre agradecerle a tu padre por dejarme estar a tu lado – comentó Sasuke.

– Haciéndome la vida muy feliz, creo que con eso es suficiente – le dijo el rubio besándole los labios al moreno.

– Pero él es feliz – el rubio asintió.

– Espero que tu padre no le haga daño – comentó el rubio mirando a la otra pareja más adelante s ellos.

Quien pensaría que Minato Namikaze terminaría por enamorarse de un vampiro y para el colmo era el padre de quien le ha robado el amor de su hijo. Cualquiera que hubiera pensado eso se hubieran reído de él en su cara, pero ahora viendo las cosas como son se vieron sorprendidos de que aquel hombre que odiaba a los vampiros se terminará por enamorarse de uno y que su único hijo estuviera enamorado de uno igual.

– ¿Estaremos para toda la eternidad juntos? – pregunto Sasuke mirando aquellos ojos azules que le atrapaban como nadie tenía idea.

– Juntos para toda la eternidad – hablo Naruto sonriendo mientras mostraba los colmillos que ahora el poseía.

De Itachi no se volvió a saber nada, pues había desaparecido de la vista de todos. Algunos pensaban o decían que había encontrado una pareja y que ahora vivían felices en una pequeña casa, pero otros decían que había desaparecido como si fuera magia. Aunque Fugaku pensaba que estaba con ese tal Deidara el cual le iba a visitar sin excepciones todos los fines de semana y quien mágicamente también desapareció sin decir nada.

– Me alegra haber dado todo Por Nuestra Felicidad – dijo Sasuke.

– Te amo – susurro Naruto.

– Te amo – susurro Sasuke.

...

No sé si me alcance la vida para ser quien le de calor a tus manos frías, ese quien hace que sonrías todo el día y noche, por ti he cambiado y me gusta haber cambiado, prometo cuidar de ti, aunque sea lo último que haga. No sé qué nos pueda preparar el futuro para nosotros dos, sin embargo, tratare siempre de hacerte feliz. Cuidare que esa sonrisa tuya no desaparezca porque cuando tu sonrisa alegras mi vida. De un color gris y frío lo cambias a un color naranja lleno de vida. Por qué haría todo "Por Nuestra felicidad"

Te amo Naruto.

Sasuke.

FIN

 

Notas finales:

Espero y les haya gustado c:


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