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Comida Misteriosa por Kutzi Shiro

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Notas del fanfic:

Título: Comida Misteriosa.

Fandom: Free!

Personajes: Ikuya Kirishima, Rin Matsuoka, Haruka Nanase, OC's incidentales.

Género: Beso indirecto, ojos vendados.

Advertencias: ¿Ojos vendados?

Resumen: Los deportistas tratan de entretenerse, Ikuya tiene una imaginación muy activa.

Longitud: 789 palabras.

Estado: Terminado.

Aclaración: Free!, novelas y animes, pertenecen a Koji Oji, Kyoto Animation y demás socios y derivados comerciales. No busco beneficio alguno al escribir y publicar esto más que el placer de hacerlo y la esperanza de que sea leído y guste. Fin.

Nota: Fic escrito para participar en el Flufftober2021 y el Kinktober2021 organizados por la página Es De Fanfics, con los promps del día cuatro «beso indirecto» y «blindfolded/ojos vendados» respectivamente.

Nota 2: Cuando la página Es De Fanfics anunció su kinktober y días después su flufftober decidí participar en ambos mezclando los promps de cada día en un sólo fic, espero que el resultado les agrade, los promps kinks son situaciones que nunca había escrito así que espero hacerlo bien al representarlos, se aceptan críticas.

La Villa Olímpica en época de pandemia no era divertida, todos los deportistas confinados sin siquiera tener la oportunidad de salir a caminar o algo, claro que él ya conocía Tokio muy bien pero oír a los extranjeros quejándose le estaba colmando la paciencia, especialmente por que era de lo que podían entenderlos perfectamente cuando hablaban inglés y sus chistes idiotas sobre los japoneses eran lo peor del día.


Al menos podía pasar la mayor parte del tiempo con el resto del equipo de natación. Todos se llevaban bien y podía convivir más con Haruka, siempre que Matsuoka no estuviera por ahí por que se la pasaba tratando de atraer la atención de Haruka y eso era muy molesto.


Y hablando del diablo…


Acaba de convencer a Haruka para que jugaran cartas y justo entraba Matsuoka riendo de algo, fue directo a ellos quitándose el cubrebocas.


—Haru, Kirishima-kun, acabo de ver a unos amigos de Australia y me contaron algo muy divertido —se sentó sin más pasando un brazo por los hombros de Haruka, contando la dichosa anécdota que a Ikuya no podía importarle menos.


Podía oír a Kinjou riéndose de él a pocos metros.


—¡Juguemos algo! —exclamó uno de los mayores entrando con bolsas, todos giraron hacia él— Juguemos a adivinar la comida.


—¿Saqueaste la cocina?


—Cállate Tanaka —en la mesa empezó a sacar varios comestibles, algunos se veían extranjeros y al final un antifaz y una cuerda— ¿quién quiere ir primero?


Se miraron entre ellos sin atreverse a ofrecerse.


—¡Yo reto a Kirishima-kun! —Ikuya volteó a ver a Rin con expresión insultada.


—¿Y por qué yo?


—Viviste mucho tiempo en Estados Unidos…


—Y tú en Australia…


—Y siempre estás diciendo que tu hermano llevaba cosas exóticas de sus viajes, seguramente no tendrás problema con el reto.


El resto lo secundó y eso sólo lo hizo peor, más difícil negarse, especialmente por que había algo de razón.


Miró a Haruka, él lucía un poco confundido con el juego pero cuando sus ojos se conectaron sintió que le daba aliento.


—Está bien, está bien —se levantó para ir a sentarse junto a la mesa, apenas pudo ver un poco de lo que había cuando le cubrieron los ojos y todavía le amarraron las manos a la espalda.


—Para que no intentes tocar la comida —explicaron cuando se quejó.


—Vamos, tomen algo, todos le daremos de comer a Kirishima-kun.


Escuchó ruido de sillas, pasos, cuchicheos y risas; ya se estaba arrepintiendo de esto.


—Abre la boca, vamos a empezar, sólo tienes una oportunidad.


Queso holandés, matcha, chocolate con menta, salchica alemana, puré de manzana, fueron algunas cosas que comió y acertó.


No fue tan difícil, aunque nunca fue buen cocinero sí tenía una buena memoria gustativa. Pero habría sido más fácil si no estuvieran haciendo toda clase de comentarios vulgares, cosas como «abre bien la boca para que te quepa lo que tengo», «mírenlo, tan serio y se lo traga todo», «te quejas pero en realidad lo disfrutas ¿verdad?». Lo más bochornoso era querer oír eso de la única persona en la habitación que no decía nada.


—¿Quién sigue? —alguien preguntó luego de un rato probando y adivinando.


—¡¿Qué?! ¡Nanase-kun! ¡No comas eso, se supone que es para el juego!


—¡¿Haru?! ¡¿Es en serio?! —esa era la voz de Matsuoka.


—Estaban tardando demasiado…


—¡Dame aquí eso! —nuevamente Matsuoka, se oía molesto y lo oyó gruñir hasta llegar a su lado— Abre la boca, al menos quedó el último bocado.


No le gustaba nada que le hubieran quitado la oportunidad de que Haruka le diera de comer en la boca pero abrió la boca obedientemente, sólo había una cosa que Haruka habría tomado para sí mismo entre toda la variedad de comida, captó el aroma antes de que tocara su lengua y se tomó su tiempo para saborearlo como si tuviera que pensarlo mucho.


—Caballa enlatada.


Hubo exclamaciones de felicitaciones y por debajo de eso los gruñidos y regaños de Rin.


El resto de la comida la falló, aunque ya eran pocas cosas, por que sólo tenía una cosa en mente: acababa de compartir una caballa con Haru.


Está bien, comió un pequeño bocado de toda la lata, pero era la misma que Haruka había estado comiendo, con el mismo tenedor que él había estado usando. Jamás había tomado algo del plato, o lata, de Haruka, y él nunca compartía su caballa. Era… extrañamente emocionante.


—Está bien Kirishima-kun, ya puedes irte.


Le quitaron el antifaz y lo desataron, tuvo que parpadear un poco para acostumbrarse a la luz, buscó a Haruka que estaba al fondo con cara de regañado, pero giró a verlo y le sonrió, Ikuya se puso rojo y se apresuró al baño, diciendo que quería lavarse los dientes.

Notas finales:

Nota 3: Creo que este el menos fluff y menos kink de todos XD lo siento, trataba de hacer algo más ligado a las emociones del protagonista (Ikuya) que ha los hechos en sí.

 

Gracias por leer.


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