Tony no sabía que era lo que estaba pasando con él, o más bien, si lo sabía, pero no quería admitirlo.
No quería admitir que sentía una fuerte atracción hacia aquel rubio de ojos azul demasiados penetrantes, delgado y menudito.
Ese que se había convertido en su asistente mientras que su adorada Pepper se encontraba de luna de miel con su muy querido Happy.
No entendía como es que ese pequeño hombrecito le estaba provocando esa enorme erección que ocultaba bajo el escritorio mientras que lo veía regañarle por su comportamiento en la reunión de la que acaban de salir, pero ¿Quién podría culparlo por lo que hizo? Hammer estaba viendo demasiado a su asistente y eso le molestaba mucho, de hecho, le molestó tanto que terminó poniéndose en pie y mandando a todos los del consejo a la mierda por culpa de ese hombre y su mirada lujuriosa hacia el rubio.
Ay, como deseaba agarrar a ese delgado chico y empotrarlo contra su escritorio para follarlo hasta el cansancio.
Ese era su pensamiento hasta que escuchó un folder caer fuertemente contra su mesa;
- ¿me está escuchando señor Stark? - soltó con furia el pequeño rubio viendo como el hombre veía hacia otro lado algo incómodo
"No, no te escuché. Imaginaba como te follaba contra mi escritorio" pensó para si el ingeniero viendo al otro rabiar
-lo siento, Rogers. Estaba pensando en otra cosa- dijo con una pequeña sonrisa al ver cómo su asistente temblaba como un pequeño chihuahua enojado
-señor Stark, necesito que firme esto por favor. - dijo el otro soltando un fuerte suspiro -Tengo que dejarlo listo para mañana y hoy no puedo quedarme más tiempo
- ¿disculpa? – preguntó el otro volteando a ver a su asistente - ¿Es que acaso tienes una cita? - dijo con una risita cuando vio como el otro se sonrojo y bajó la mirada -Tienes una cita- confirmó con algo de sorpresa y molestia a la vez
-la tenga o no, no es de su incumbencia mi vida privada
- ¿quién es?
- ¿disculpe? - preguntó el rubio viendo como el otro lo miraba serio
-quiero saber con quién saldrás, Rogers
-yo... ¡Usted no tiene porqué saber!
-si no me dices, no firmaré nada y te quedarás aquí a perder tu cita- el otro lo miró molesto
- ¡¿perdón?! Usted no puede...- Steve no terminó de decir nada, ya que Tony se había volteado en la silla y sacado su teléfono para ponerse a jugar.
¿Quién se creía ese rubio para tener una cita que no fuera con él? Si, él no lo había invitado, pero... Eso no le daba derecho a restregárselo en la cara
-señor Stark, por favor... – escuchó al otro suplicar
-no oigo un nombre y si no me dices, puedes sentarte que no me moveré- contestó el otro y escuchó al rubio suspirar
-es Brock Runlow, de contabilidad- dijo bajito haciendo que el castaño volteara y lo viera con molestia
- ¿enserio? ¿Runlow?
- ¿qué tiene de malo? Es muy bueno conmigo
- ¡es un gorila idiota! - soltó con fuerza arrepintiéndose al instante al ver la cara enojada del otro
-eso a usted no le consta. - soltó con molestia - ¡Firme eso y ya! ¡Nada le cuesta hacer su trabajo sin hacer un berrinche como un niño!
- ¡tú no me mandas!
- ¡la señorita Potts dijo otra cosa!
- ¡¿te atreves a meter a Pepper en esto?! Bien jugado- rio el castaño, no se había dado cuenta que estaba de pie y a centímetros de esos labios que anhelaba besar
- ¡Firme!
- ¡bien! - gritó también el castaño sentandose de nuevo y poniéndose a firmar todo ante la sonrisa triunfal del rubio y un puchero en su propio rostro.
. . .
Al día siguiente, Tony había llegado de muy mal humor, ya que no pudo dormir por estar pensando en que habría pasado en la cita de su asistente.
El genio ingresó en su oficina con molestia y pasando de largo al rubio, quien estaba de espaldas hacia él, escuchó un muy bajito buenos días que no contestó para encerrarse en su propia oficina con disgusto.
Tony se encontraba leyendo unos documentos cuando escuchó unos leves golpes en la puerta y luego como está se abría;
-si vienes por esto, aún no está Rogers así que no... - el hombre calló al momento al oír un leve sollozo de parte del otro. Inmediatamente, levantó la mirada, viendo el rostro de su asistente y esos hermosos ojos azules rojos e hinchados
-so-solo venía a dejar esto. - dijo bajito dejando una carpeta -Tarde lo que tenga que tardar, señor Stark
- ¿qué sucede? - preguntó Tony mirando al otro quien se dio la vuelta
-nada...
-Steve, mírame- exclamó ya de pie y volteando al rubio quien lo veía con el corazón roto - ¿qué te hizo ese imbécil?
-usted tenía razón, - dijo con una sonrisa rota -es un gorila idiota
- ¿Se quiso sobrepasar contigo? - preguntó con rabia. Castraría a ese imbécil si se atrevió a tocar a su rubio
-ni siquiera se presentó. - comenzó a decir el otro soltándose del agarre y sentándose en el sillón del lugar -Parece que los de contabilidad lo retaron a pedirme una cita y el vio la opción más fácil que fue dejarme plantado después de que hizo demasiados intentos pidiéndome salir y al fin acepte. - suspiró -Hoy cuando entre, todos se reían de mi... Soy un idiota
-no digas eso...- comenzó a decir el otro con ternura limpiándole las lágrimas al rubio -Eres una persona increíble y el chico o chica que conquiste tu corazón será afortunado de tenerte
-que fácil decirlo...
-hazme caso, Steven. Eres muy apuesto, cualquiera caería ante ti, yo lo hice... - se detuvo de pronto al oír lo que había dicho
"¡Mierda!" pensó viendo al otro ponerse colorado y dejando de llorar al instante
- ¿Qué? - susurró viendo como el otro se ponía de pie y se tapaba la boca
-na-nada. - soltó Tony dándole rápidamente la espalda -Solo dije, que… cualquiera caería ante ti, eres muy hermoso y enano, rubio
- ¿Cómo puede decir eso? - preguntó mientras el otro le daba la espalda - ¡¿Por qué ahora?! ¡¿Por qué cuando me lastiman decides decir eso?!- el moreno se voltio para ver como el rubio lo veía con furia
- ¿Qué?
- ¿sabes cuanto me esforcé porque me miraras?
- ¿ah?
-me vestía con ropa ajustada, me movía cerca para que me notaras… ¡pero justo cuando decidido olvidarte dices eso!
- ¡¿Por qué gritas?!
- ¡porque me gusta, señor Stark y usted nunca me notó!
- ¡¿yo no te note?! - comenzó a gritar el otro - ¡tú no notabas como te celaba, como te sobreprotegía! - quedaron de frente mirándose con furia - ¡¿sabes porque mande a todos a la mierda el día de ayer?! ¡¿ah?!
- ¡NO!
- ¡porque Hammer no dejaba de verte ni de saborearte! ¡prácticamente te desnudaba con la mirada!
- ¡y a usted que le importa si nunca me dijo nada!
- ¡pensé que lo habías notado!
- ¡no lo hice!
- ¡me di cuenta!
- ¡eres un idiota! - gritaron al unísono para luego unirse en un fogoso y brusco beso, hasta que ambos se quedaron sin aire.
Los dos se separaron y sin más, Tony tomó al otro de la cintura y lo llevó hasta el escritorio, donde lo sentó sin dejar de besarlo, sintiendo las manos de Steve colocarse alrededor de su cuello;
-es tu culpa, - dijo Steve entre besos -que yo aceptara salir con Brock
-y tuya, - dijo -que yo buscara… chicas rubias
-descarado- soltó el rubio alejándose y dándole una fuerte cachetada. Tony lo miró con sorpresa hasta que volvió a unir sus labios con los de su bello asistente.
Después de unos minutos y cuando el aire hizo falta, ambos se separaron pegando sus frentes perladas en sudor;
-tu me gustas desde hace mucho, Steven, por eso intentaba llamar tu atención molestándote- decía el otro acariciando levemente una de la mejillas del chico
-yo quería tu atención, pero pensé que no era lo suficientemente atractivo. Por eso acepte salir con Brock, porque al menos alguien mostraba interés en mí. - contestó el otro separándose y tocando la mejilla lastimada anteriormente -Siento esto
-me lo merezco
-la verdad es que si- rio el otro viendo el falso rostro de sorpresa del castaño
- ¡hey! - soltó riendo junto con el rubio quien le regalaba una hermosa sonrisa. El ingeniero le devolvió la sonrisa coquetamente para comenzar a besar el blanquecino cuello que se encontraba frente a él, haciendo al otro soltar un pequeño gemido de sorpresa;
-espere… señor Stark- soltó Steve alejando al moreno con sus manos, haciendo que lo viera con un puchero
- ¿ahora soy señor Stark de nuevo? - preguntó intentando acercarse otra vez, siendo detenido por el rubio
-n-no quiero que sea así
- ¿Qué sea así?
-no quiero ser solo un revolcón de una noche… no quiero ser un juguete, no de nuevo- terminó en voz baja siendo escuchado por el otro
- ¿de nuevo? ¿Quién jugo contigo, Steve? - preguntó el otro con enojo
-un exnovio… bueno, pensé que éramos novios- rio con vergüenza el rubio cuando el ingeniero tomó sus manos entre las suyas
-yo no te quiero para solo una noche, Rogers. Quiero estar contigo, me gustas demasiado y creo que no podría estar sin ti a mi lado
-señor Stark…
-solo… solo dame una oportunidad de demostrarte que yo si te puedo amar y hacer feliz- sonrió ante el sonrojo del otro.
Se hizo un breve silencio en el lugar por algunos minutos, hasta que este fue interrumpido por Steve;
-está bien. - dijo con una sonrisa para luego besar la punta de la nariz del otro -Pero, no pasara nada más, debemos trabajar
- ¡¿que?!- soltó Tony al ver como su asistente se bajaba de su escritorio - ¡No puedes dejarme así, Rogers!
-si, si puedo… quiero una cita primero
- ¡tengo una erección aquí! – soltó, señalando sus muy apretados pantalones, haciendo al rubio sonrojarse. Luego este carraspeo y acomodando su chaleco tomó los papeles que el castaño boto en el piso cuando lo sentó en el escritorio
-vaya al baño, si quiere y… desahóguese ahí
- ¡¿ah?! ¡Steve!
-hoy hay mucho que hacer, señor Stark. - rio Steve levantándose y acercándose al otro -Si se comporta en las reuniones que tenemos por lo que nos queda del mes y termina su trabajo a tiempo, sin hacerme quedar horas extras… te prometo que tendrás una recompensa al final del mes, pero… - le besó la mejilla poniéndose de puntitas -Quiero una cita mañana en la noche- el otro lo miro sorprendido, ¿Cómo cree Steve que él podrá aguantar hasta fin de mes sin tocarlo sabiendo sus sentimientos ahora? ¿acaso enserio pensaba dejarlo así? Además, ¿esta enterado de que tienen un par de reuniones con Hammer y que este se lo come con los ojos?.
El castaño soltó un suspiro pesado;
-bien, prometo que me portare bien, haré mi trabajo y no creare ninguna clase de problemas en las reuniones. También que tendremos citas durante este tiempo. – rio de medio lado y tomó al rubio de la cintura por detrás -Espero una muy suculenta recompensa si cumplo todo eso- le susurró en el oído para luego retirarse al baño mientras que el rubio se iba hacia su escritorio algo acalorado.
. . .
El mes había pasado rápidamente. Solo faltaban dos días para que terminara su suplicio y Tony estaba mas que curioso y ansioso por su premio.
¿A qué se refería el rubio con recompensa? Sus citas habían salido muy bien y obviamente se había dado a la tarea de despedir casi a todo el departamento de contabilidad para que no molestaran al rubio de sus sueños.
Se había portado bien, incluso el día que Hammer decidió pasarse de mano larga y tocar el trasero de su asistente. Como había querido cortarle la mano en ese momento, pero Steve dejó en claro, ante la sorpresa de todos, que nadie podía pasarse de listo con él, dejándole un fuerte golpe en sus zonas bajas y diciéndole, de manera educada, que se fuera con la poca dignidad que le quedaba.
El ingeniero estaba sumido en sus pensamientos, cuando escuchó como la puerta de su oficina se abría y por ella entraba el rubio con una hermosa y maliciosa sonrisa;
-ya quiero que acabe esta horrible semana- suspiró cansado Tony mirando como el otro se colocaba frente a su escritorio y dejaba unos papeles
-solo queda un día más, así que todo está bien, señor Stark- contestó Steve recogiendo otros papeles
-si sigues así, solo lograras provocarme y que te tome antes de que acabe el mes
- ¿provocar? - preguntó el rubio acercándose al otro sigilosamente y sentándose sobre su regazo -Esto es provocar- dijo besándolo apasionadamente mientras le tomaba del cabello y se movía un poco sobre el dormido miembro del castaño.
Cuando logró reaccionar, Tony puso sus manos sobre la cintura del otro y lo oprimió contra su media erección, sintiéndose vacío de repente cuando el pequeño se alejó y se colocó frente al escritorio de nuevo;
- ¡¿otra vez?! - gritó frustrado viendo al otro reír tapándose la boca - ¡No te rías!
-te has estado comportando muy bien y todo ha salido bien, así que eso es un adelanto de lo que tendrás
-Stiiiifffffffffff- dijo con un puchero cuando el otro dio media vuelta y se acercó a la puerta, saliendo del lugar tras dejar una carcajada.
Por la noche, Tony se encontraba terminando de leer algo en su tablet cuando sintió su puerta abrirse;
-ya casi termino esto para que nos vayamos, Rogers- dijo sin mirar al que había entrado
-creo que por hoy es suficiente- dijo la voz del rubio, sonando algo seductora
-enserio que… - la frase murió en los labios del ingeniero, ya que al levantar la mirada juró que dejó de respirar y su corazón se detuvo, al ver a su bello y muy sensual asistente vistiendo un babydoll azul, con un muy diminuto bóxer que no dejaba nada a la imaginación junto a unas medias caladas, un ligero y unos pequeños tacones -S-Steve- exclamó con voz ronca y sintiendo como toda su sangre viajaba hacia el sur, haciendo despertar a su amiguito.
¿Acaso el rubio no sabia lo que le estaba haciendo? ¡Por la ciencia! Tony juraba que se iba a correr de tan solo ver a su asistente
- ¿está listo para su recompensa, señor Stark? - preguntó el rubio subiéndose al escritorio del otro mientras cruzaba sus piernas y dejaba un plano perfecto de su trasero en esa ropa ajustada frente al mayor
-pe-pero… - tartamudeo el otro pasando saliva con fuerza -A-aun faltan dos… días… yo… ¡vas a matarme!
-se que falta y se que dije un mes, pero… - dijo con seducción el otro, bajándose y rodeando el escritorio para sentarse sobre la muy dura erección del otro -Creo que esta bien adelantar la recompensa, ya que has sido muy bueno
- ¿co-como sabes…?
- ¿la ropa? Alguien me ayudo
-sabes que no vas a salir de aquí caminando ¿verdad? - preguntó Tony tomando con fuerza la cintura del rubio quien sonrió de medio lado
-por qué mejor no subimos a su pent-house y… termino de darte tu recompensa, ¿eh, Tony? - no había terminado de decir eso, cuando el castaño lo tomó como si fuera un saco de papas y prácticamente salió corriendo hacia el elevador.
Steve sabía que se arrepentiría de eso, ya que tentar tanto al castaño le iba a salir caro.
Tony en cambio estaba mas que contento con lo que estaba pasando. Parece ser que todo se alineo a su favor y por fin su precioso asistente seria suyo, aunque… quizá Pepper lo castre cuando se dé cuenta que prácticamente se hizo pareja de su nuevo asistente, cuando ella le hizo prometer que no lo haría, pero, era Tony Stark y él nunca se arrepentía de nada.