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Yato De Unicornio por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del fanfic:

Hola mis terrones de azúcar, aquí el regalo de cumpleaños para el buen Yato de unicornio, jajaja ese pony con cuerno de la guerra santa del siglo XVIII, ¿Que puedo decir?

Solo lean y disfruten, por que de plano ya es tarde... Jajajjaa

Aquí esto es un AU, así que disfrutarlo mucho.

Notas del capitulo:

Hola mis terrones de azúcar, aquí el regalo de cumpleaños para el buen Yato de unicornio, jajaja ese pony con cuerno de la guerra santa del siglo XVIII, ¿Que puedo decir?

Solo lean y disfruten, por que de plano ya es tarde... Jajajjaa

Aquí esto es un AU, así que disfrutarlo mucho.

-¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡¿QUÉ ES ESTO?!!!-

-¡¡¡POR FAVOR, ACEPTARLO!!!-

-Pero… ¿Por qué?-

Dos jóvenes adolescentes, detrás de los salones de su escuela, usando el distintivo uniforme que representa su grado.

Uno dando algunos pasos hacia atrás, sorprendido por como su compañero se encuentra.

Ya que este le esta extendiendo un pequeño presente, notando que esta por completo rojo, inclinándose levemente para que acepté esto.

Sus ojos azul grisáceos siguen sumamente abiertos, no comprende porque esto está pasando.

¿Por qué su popular compañero?

Con el cual jamás había convivido, salvo por saludos o preguntas relacionadas con las clases, han sido los únicos momentos que han tenido una conversación.

Por lo cual le pareció sumamente raro que le pidiera que fuera con él atrás de los salones, a lo cual acepto sin mayor procuración en cierta, no sería descortés el de cabellos marrón verdoso.

Sin embargo esto sí que no se lo imaginaba, estar de esta forma, nervioso y sin saber que más decir, salvo por los leves gritos de confusión, porque esto ocurra.

-Es tu cumpleaños… Así que… Te quiero dar esto- Contesta el jovencito con ese pequeño regalo en bolsa, estirando sus brazos hacia ese chico que no deja de estar sorprendido.

-No es necesario que me des nada…- Rápidamente contesta, pues creía que solo sus amigos más cercanos conocían su fecha de nacimiento y la mantenía así, no es muy sociable en sí, así está cómodo –Espera, ¿Cómo sabes que hoy es mi cumpleaños?- Ahora se encuentra bastante más confundido ante esto.

Y más que alguien con el que ni una amistad tiene, le esté dando un presente de la nada, le parece de lo más extraño del mundo.

Los orbes turquesas se abren de par en par, aunque aún bajas pues había perdido la capacidad de sostener la mirada a su contrario, logrando que sus mejillas se sonrojaran aún más, pues debía revelar como es que tiene el conocimiento de cumpleaños del otro.

-Bueno…- Difícil ver que tartamudeé pues posee una confianza absoluta, pero en estos momentos los nervios el están ganando tanto –La verdad… Yo… Le pregunte a Tenma… Y él fue quien me dijo… Bueno…- La vergüenza por haber estado de indiscreto, revela bastante de él.

Salvo que el otro ni por la cabeza se le cruza el motivo que se nota.

-¿Por qué harías una cosa como esa, Regulus?- Confundido, pero molesto, ya que detesta que las personas anden inmiscuyéndose en su vida privada, lo demuestra con su ceño fruncido y el ligero puchero que hace con sus labios.

Una clara señal de que está muy enojado, lo que menos deseaba que ocurriera, para el castaño claro, provocando que se alarme, negando con su cabeza, preocupado porque perdiera su supuesta oportunidad que se ha planteado.

-Yato, no te molestes, por favor… Yo solo… Quería… Quiero darte esto…- Vuelve a presentar el regalo con algo de angustia, ofreciéndolo, incluso sus orbes turquesas se contraen con el temor de ser rechazado.

-¿Por qué aceptaría algo así?- Ahora sus manos puestas en las caderas, mirando fijamente a su compañero, pero que por nada del mundo aceptara ahora el presente -¿Y por qué andas preguntando cosas de mi?- Se acerca para encararlo y encontrar una respuesta que le satisfaga, pues eso de estar investigando de otros le desagrada tanto.

-Bueno, es que… Veras… Yo…- Ahora va dando algunos pasos hacia atrás, su mirada no puede enfrentar a los azul grisáceos del contrario que lo intimidan tanto.

-¡¡¡ESCÚPELO DE UNA BUENA VEZ!!!- De pasar de una sorpresa y confusión, ahora tiene el enojo plasmado en su rostro, ya que las personas chismosas no le gustan para nada.

-Yato… Perdóname si te incomoda lo que hice pero… Solo quería saber…- Se encoge de hombros, sujetando el regalo contra su pecho, nervioso porque su plan fallara, aunque no lo había planeado tan bien, se dejó guiar mejor por sus instintos.

-¿Por qué querrías saber algo si?- Confuso, ahora cruzado de brazos, esperando la respuesta del contrario –Ni siquiera somos amigos, como para que te estés preocupando por eso- Le da más información y datos hablados por la verdad de su relación.

Yato y Regulus no tienen una amistad en sí, apenas si se hablan, no es que estén enojados o se desagraden, solo que en un salón de clases, no siempre te vas hablar con todos y eso no significa nada malo.

Para Yato, Regulus era el chico más popular del salón o incluso de toda la escuela, por su inteligencia y atractivo físico, además que proviene de una familia de actores y actrices de una gran categoría, por lo tanto su popularidad también se basa mucho en ello.

Algo que para el de cabellos marrón verdoso no le parece de gran importancia, trataba siempre normal al de cabellos marrón claro y sonrisa encantadora, no le parecía una mala persona, solo que no se movían en el mismo círculo de amistades.

Y de la nada, ese chico le traer un regalo, que sí, le da cierta curiosidad, propia de su edad juvenil, pero igual la duda le consumé.

-Por eso lo hago…- Susurra estas palabras, bajando la mirada, ayudado por su cabello para que sus ojos no sean apreciados.

-¿Eh?- Alcanzo escuchar lo que menciono el castaño, pero igualmente le parece extraño, a lo cual reacciona levantando al cabeza y cruzado de brazos sobre su pecho.

-Quiero… Quería… Ser tu amigo, pero…- Está a nada de decir una verdad absoluta, en donde las cosas pueden o no salir bien, pero arriesgará, sabe que si no lo hace, las situaciones no salen como deseen –Ahora… Yo… Quiero demostrarte que yo…- Los nervios invaden al contrario, apretando sus labios, pero igualmente temblando por su inexperiencia y sentimientos -¡¡¡ME GUSTAS!!! ¡¡¡ME GUSTAS MUCHO!!!-

Ya no pudo contener sus sentimientos, sintiendo que puede ser favorable o malo haberlo hecho, pero su corazón ya le dolía demasiado como para seguir callando.

Su rostro esta por completo rojo, pero su mirada esta clavada al suelo, no puede sostenerla a su interés romántico, fue atrevido en decirle esto, pero era necesario, lo es…

Pues es sincero, lo que le ha pedido Yato.

-¡¡¡¿QUE?!!!- El rostro del de ojos azul grisáceo se ha vuelto rojizo, las mejillas arden levemente, no por que sienta algo especial, sino que no se esperaba nada de esto –Pero… ¿Qué dices? Regulus…-

-¡¡¡ES VERDAD!!! ¡¡¡ME GUSTAS MUCHO!!!- Creyendo que le dirían las mismas palabras que su propio tío le dedico cuando le confeso que sentía algo por un compañero, pidiendo su conejo y lamentablemente no recibiéndolo –No estoy confundido, te lo puedo asegurar- Niega con su cabeza rápidamente, para levantar la mirada, y encontrándose con el rostro que le gusta mirar de forma discreta.

Algo sucedió en ese instante en Yato, ver ese rostro decidido del castaño, los turquesas solo reflejan un singular destello, en donde puede ver que no miente.

Provocando que los nervios ahora en el de cabellos marrón verdoso aparezcan, intentando desviar la mirada.

Preguntándose, porque ahora le parece algo lindo.

No se había fijado de esa forma en Regulus, mas allá de solo saber que viene de una familia importante, su popularidad inminente, y su amabilidad, eran cualidades que sabía que tiene, pero… Sigue sin comprender una sola cosa…

¿Por qué él?

-Pero… Regulus… ¿Qué tengo de especial?- Le pregunta con su mayor duda, pues aunque se siente realmente atractivo, nunca se consideró alguien que pudiera llamar al atención de personas mucho más hermosas de las que tuviera a su alrededor de amistades.

-Yato… Tú…- Sonríe levemente, aunque su corazón no sepa como expresarlo con palabras, quiere decir lo que es su verdad –Eres alguien amable, gracioso… Nunca me has tratado diferente por ser quien soy… Me tratas como a los demás… Y eso me gusta…-

-Pero, podrías tener a cualquier chico o chica, mucho más atractivos que yo…- Se señala a sí mismo, no sale de su confusión por ser el objetivo de ese joven.

-¡¡¡NO!!! ¡¡¡YATO, TÚ PARA MI ERES MUY GUAPO!!! Lindo… Me gusta cuando sonríes… Cuando hablas, tú… Forma de ser, la manera en que te diviertes con tus amigos… O los miras…- Aprieta el regalo contra su pecho, se siente tan nervioso, angustiado por que sus palabras no lleguen, desea ser correspondido, pero… Puede ser imposible.

-Oh… Vaya…- Abre ligeramente la boca, rascando su nuca, mirando atento a como está el joven que es levemente más bajo que él –No niego… Que estoy muy halagado por esto, pero… Yo… Lo siento…-

Sera sincero en sus palabras, no le puede crear ilusiones, aunque pudiera ganar mucho por ser el novio del más popular, no es capaz de aceptar algo así, más sabiendo que no siente nada de amor por el castaño claro.

El corazón de Regulus se detiene en seco por el miedo, provocando que sus ojos se contraigan.

-No lo digas, por favor…- Baja su mirada, pues las lágrimas comienzan a brotar de forma repentina, el dolor en su corazón aumenta, pues no era tonto…

Conocía que esta era la posibilidad más acertada, si no se habían hablado antes, ni sido amigos, es una locura que Yato sintiera lo mismo, que le correspondiera.

Pero… Aun así… No está listo para escuchar todo.

-Regulus…- Estira su mano izquierda, queriendo darle algo de confort, pues no es su deseo lastimar a su compañero.

-Solo… No quiero escuchar… Sé que… Lo que siento es imposible… Pero, no quiero escucharlo de ti, no aun…- Su mirada turquesa se enfrenta a la grisácea del castaño verdoso, dedicándole una sonrisa, aunque las lágrimas surquen por sus mejillas.

En un movimiento rápido, y aprovechando que el otro tiene la mano estirada, le da el reglo que había estado protegiendo todo este tiempo.

Colgándolo en su muñeca, es una de esas bolsas decoradas para que den alusión a la festividad, con esas azas para sujetarlo.

-Solo acepta el regalo, sin compromisos…- Su voz esta entrecortada intenta dar el mensaje, aunque sus piernas falquen, desea irse de una vez, ante de que el otro intente decir algo -¡¡¡NOS VEMOS MAÑANA!!!- Y sin más sale corriendo de detrás de los salones, ya siendo la hora de salida, es luz verde para huir de allí.

Para Yato las cosas ocurrieron demasiado rápido, que lo hace titubear de si es verdad o solo una ilusión.

Quiso detener al chico que salió corriendo, pero… Igualmente ¿Qué le podía decir?

Cuando le fue sinceró, no le corresponde, no lo va a engañar o ilusionar.

Sin embargo le causa curiosidad, demasiada ¿Que es ese regalo…?

-¿Por qué me pasan estas cosas a mí?- Se pregunta lanzando un suspiro, mientras toma la bolsa entre sus manos, para con la derecha darle soporte y con la izquierda sacar su contenido –Matare a Tenma por andar de chismoso… ¿Por qué debe decir mi fecha de cumpleaños?- Niega con la cabeza y los ojos cerrados.

Aunque eso duro poco, ya que al sentir lo suave que contiene la bolsa, se sorprende algo, a lo cual la curiosidad gana y saca de una el presente.

Sus ojos azul grisáceos se contraen de forma sorpresiva, pues esto jamás se lo espero, de hecho le parecía raro que le regalara esto.

-Pero… ¿En qué pensabas Regulus?- Se sonroja, y rápidamente mete el peluche a su respectivo envase -¡¡¡TE VOY A MATAR TENMA!!!- Grita, pues esto era un secreto que ambos amigos compartían, en donde alguna vez se dijeron lo que siempre quisieron de niños.

Juguetes y tonterías, solo una conversación casual para tener algo de que burlase uno con el otro, salvo que en esa ocasión Yato fue sincero, aunque igualmente fingió reírse de sus gustos.

Sin más, el ultimo adolecente de detrás de los salones, sujeta con firmeza el regalo, con cuidado de que no se vea nada, pero si corriendo para alcanzar a su mejor amigo que anduvo de boca floja, así daré una golpiza, por andar esparciendo cosas que le cuenta en confianza.

Lo que no sabe Yato, es que… Solamente Tenma informo sobre su cumpleaños… El hecho de que Regulus le regalara justamente un peluche de Unicornio morado, de una colección limitada…

Fue que el mismo chico, siempre estaba de forma discreta atento a lo que su interés amoroso decía o mencionaba, tanto de juego como de forma seria.

Sí que este día ha sido muy especial en bastante ámbitos para el joven Yato, con una confesión y un regalo que deseo desde que era un niño y jamás tuvo…

Pero ahora las situaciones son diferentes, bueno…

A veces suceden cosas que hacen más especial o raro el aniversario de vida de cada quien.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Qué hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Un pequeño detalle al buen Yato de Unicornio, que hoy esta... Cumpliendo, no se cuantos años... Muchos jajaja dejemosle que son mas que Dohko y Shion, pero menos que los demás dorados del siglo XX.

¿Le cantamos al buen Yato?

Si, ¿Por que no?

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Yato tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Yato tu cumpleaños si que si.

Sin embargo, me debo despedir, les dejare este ultimo nuevo libro dedicado a este caballero, que de seguro ya sabrán que tipo de One Shot van a ser jajajaja

Muchas gracias por comentar, leerme y estar conmigo siempre, de verdad lo agradezco tanto, son los mejores mi terrón de azúcar, los quiero tanto son los mejores del mundo mundial. 

Por favor hagan caso a las medidas de higiene, no se expongan y cuídense mucho.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 


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