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Quédate por elenaa

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Notas del fanfic:

Es un cortito One inspirado en la canció Quédate de Kany García con Tommy Torres.

Aqui la mamá de Sev no esta muerta y este no le dijo sangre sucia a Lily.

Todos los personajes pertenecen a J. K. Rowling.

A raíz de la broma que Sirius le hizo a Severus, la vida de James Potter dio un giro de ciento ochenta grados, nunca espero que el sentimiento de culpa y lástima, que le despertó el Slytherin al verlo casi perder la vida en manos de Remus, hubiera cambiado drásticamente a una cariñosa amistad, pasando por un deseo febril, hasta transformarse en un profundo amor.

Los cinco años que llevaba creyendo, estar enamorado de Lily se convirtieron en un olvidable recuerdo... ¿Qué era lo que le gustaba de la pelirroja? Ya no lo recordaba. En el momento que dejo de soñar con unos ojos verdes, remplazándolos por unos orbes tan negros como la noche estrellada, que veía desde la torre de Gryffindor, tuvo la certeza de que inevitablemente, se había enamorado de su exrival jurado.

No obstante, Severus era toda una caja de misterios; su naturaleza era como el agua, tan cambiante que, en cualquier momento, daba la impresión de evaporarse. Y eso le aterraba.

A James le aterraba la sola idea de que Severus decidiera abandonarlo.

Tenía la sospecha de que una guerra se acercaba desde las sombras, muggles aparecían muertos, casi cada semana desaparecían magos y brujas en puestos importantes, en el círculo íntimo de los Slytherin más puristas se rumoraba que hablaban en secreto sobre Voldemort; Dumbledore a simple vista se veía relajado, pero James intuía que solo se trataba de una fachada del viejo mago.

La prueba de ello, fue la propuesta que este le hizo. El panorama en general pintaba mal, sin embargo, cuando Dumbledore lo llamo a su oficina, no porque fuera el premio anual, sino porque quería que se uniera a un selecto grupo de magos para hacerle frente a Voldemort.

James confirmo todas sus sospechas; la guerra era inminente y tanto él como Severus tendrían que elegir un bando.

Lo sabía porque, aunque su Slytherin no se llevaba muy bien con el resto de sus compañeros de casa, lastimosamente este era muy amigo de Lucius Malfoy y este era uno de los magos más obsesionados con la pureza de la sangre mágica y el poder, una combinación nada agradable.

Solo merlín conocía el esfuerzo que hacía, para respetar la privacidad de Severus, cada vez que veía a la lechuza del rubio aristocrático traerle una carta a su Slytherin; Severus evitaba hablar de lo que estaba pasando, no obstante, cuando le llegaba una carta de Malfoy su mirada siempre se ensombrecía.

 

*****

 

Sentado en su cama con los doseles rojos corridos, James no dejaba de mirar en el mapa del merodeador la mota con el nombre de Severus Snape moverse de un lado a otro, este estaba igual o más pensativo que él.

Desde que Dumbledore le conto que quería formar la orden del fénix y a su Slytherin le llego la última carta de Malfoy; no habían hablado como les hubiera gustado.

Su tiempo en Hogwarts estaba concluyendo y al salir una guerra les aguardaba; sus primeros cinco años en el colegio no fueron los mejores, al menos no para su Slytherin, sin embargo, desde que este decidió darle una oportunidad, todo fue maravilloso, omitiendo que habían mantenido su romance en secreto de sus amigos y que aparentemente ambos se encontraban en bandos opuestos.

Corrió los doseles rojos y mirando que sus amigos aún se encontraban despiertos, se acomodó mejor sobre la cama y confeso—No solo soy amigo de Sev... a finales del sexto curso empezamos a salir.

Peter quien, si se encontraba dormido, soltó un leve ronquido, por su parte tanto Sirius como Remus se sentaron ambos sobre la cama.

El Black solo lo miro curioso, mientras que el castaño lo miro comprensivo.

—¿No piensan decir nada?

—¿Qué quieres que te digamos, que tienes pésimos gustos? —comento Sirius con una sonrisa burlona.

—¿No les sorprende mi confesión? —cuestiono asombrado.

—Al principio si nos tomó por sorpresa tu repentina amistad con Snape, creíamos que era más que nada porque te sentías culpable por lo de la casa de los gritos—respondió Sirius.

—Pero ya no somos unos niños y solo un ciego sería capaz de no ver la forma en la que miras a Severus, tus ojos brillan más que cuando veías a Lily y decías que estabas enamorado de ella—dijo Remus.

—Es más, hasta Lily y Peter saben que entre ustedes hay algo, así que si no te molesta intentare dormir un poco cornamenta—soltó Sirius a la par que se volvía a recostar y se tapaba con las sabanas.

Remus por su parte le sonrió gentilmente y entre sus cosas busco su varita, conjuro un libro y con un Lumus empezó a leer un poco.

—¡Son lo más chicos! —dijo levantándose apresuradamente, se puso unos zapatos y revisando rápidamente que la motita de Severus seguía en movimiento, conjuro su Patronus, para que este le llevara un mensaje a Severus.

 

*****

 

Llego a la torre de astronomía mucho más rápido que el Slytherin y lo espero pacientemente, observando en el mapa como Severus solo daba y daba vueltas en su sala común indeciso en ir.

Y justo cuando estaba por creer que su Slytherin lo dejaría plantado, la motita de este se empezó a mover hacia la salida de la sala común.

En cuestión de minutos tuvo a Severus parado justo de frente, los ojos de ambos se buscaron intentando saber lo que pensaba el contrario.

Poco a poco se fueron acercando, hasta que James se inclinó ocultando su rostro en el cuello de Severus dejándose inundar por la calidez de su Slytherin.

—Sev... ¿me vas a dejar? ¿piensas unirte a los mortífagos?

—Aun no lo sé.

—No quiero soltarte Sev... sé que son tus amigos. Pero tú no eres como ellos. A ti no te interesa la pureza de la sangre y no eres un asesino.

—Hay cosas que no sabes de mi James.

—Lo sé. Siempre he sido consiente, de los misterios que escondes. Y no me importa si son buenos o malos, solo quiero que me los compartas.

—Ya es tarde.

James se separó del cuello de Severus y negó efusivamente con la cabeza.

—Tenemos toda una vida por estar juntos—declaro con una firme mirada que desarmo por segundos a Severus.

—Si supieras lo que tengo planeado hacer cuando nos graduemos... no dirías eso.

—Pruébame.

—Voy a matar al cerdo de mi padre—confeso Severus con voz gélida.

—¡Tú... no eres un asesino! —exclamo mientras nuevamente negaba con la cabeza y tomaba a su Slytherin de las manos.

—Pero puedo serlo. Solo con la muerte de ese desgraciado, puedo sacar a mi madre de su miseria—soltó Severus intentando romper el agarre del Gryffindor.

—Ya no estás solo Sev, juntos podemos encontrar una manera de ayudar a tu madre, olvídate de tu padre. Saliendo de Hogwarts nos iremos con tu madre y mis padres de aquí.

—¿Y la Guerra?

—No estamos obligados a luchar. Si quieres participar a mi lado en la orden que está formando Dumbledore, perfecto; si no te quieres involucrar también perfecto. Lo único que te pido es que no me dejes, no me dejes para ser un mortífago.

—.......

—Quédate a mi lado—suplico soltando las manos de Severus para tomarlo de la cintura y unir sus cuerpos a la par que sus miradas se encontraban.

Severus se perdió en la mirada suplicante de James, esos ojos avellana que lo miraban llenos de amor, se habían convertido en su punto débil: primero barriendo el resentimiento que le tenía a este y sus amigos y ahora alejando el resentimiento que sentía por el cerdo de su padre. Así que decidió confiar en el Gryffindor y en el amor que este le profesaba. Tomo desprevenido a James atrapando sus labios en un beso suave y apasionado, en el que trataba de transmitir todos los sentimientos que este había logrado despertar en él.

Cuando el beso terminó, aun con sus labios casi rozándose ambos declararon—Te amo.

Soltaron una leve sonrisa y sus labios se volvieron a encontrar.

 

Fin

 

 

Notas finales:

Espero que les gustara n_n


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