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¡Eres un imbécil, Kakarotto! por Yakaylex2

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Notas del fanfic:

Dragon Ball... y todos los personajes y nombres utilizados, son propiedad de sus respectivos autores (el gran Akira Toriyama y anexos). Fanfic sin ánimo de lucro. Hecho por una fan, para fans.

Notas del capitulo:

Anime: Dragon Ball Z


Fanfic relacionado: El amor te vuelve estúpido


Pareja: Vegeta x Goku (Kakarotto)

Planeta Polaris 24 de diciembre


- ¿Vegeta, ya podemos irnos? - La voz de Kakarotto retumba en las paredes de esta fría cueva. Se nota que tiene frio, ya que le castañean los dientes.


- ¿Acaso no te das cuenta de que con esta tormenta no podemos usar la nave? - Le digo interrumpiendo mi entrenamiento. - En lugar de estar allí parado, deberías ponerte a entrenar.


- Pero, Vegeta. - Miro a Kakarotto y veo su usual mueca infantil. - ¡Tengo mucha hambre!


- ¿Y qué quieres que yo haga? - Por más que trate de ser amable no lo consigo, este sujeto hace que salga lo peor de mi carácter.


- Hoy es Nochebuena, ¿sabes? - Sonríe como un idiota.


- ¿Y eso a mí qué? - Le pregunto mientras me mira divertido.


- Hoy llegará Papá Noel y habrá un enorme banquete en casa de Bulma. - Me dice feliz.


- Mira, - me pongo de pie a su lado - deja esas tonterías de Papá Noel para los mocosos y lo del banquete ¡ni lo pienses!


- ¡Qué! - Grita asustado. - ¿Pero por qué? - Realmente no sabe nada.


- ¿Cómo que por qué? - Le pregunto molesto. - ¿Quién quiere volver a ver a su ex esposa? - Me estremezco de solo ver a Bulma y recibir sus molestos gritos, pese a que ya tiene a alguien a quien abrumar.


- Yo no tengo ningún problema con Milk. - Me asegura con una sonrisa. - Además la veo seguido por los muchachos. Prácticamente es como siempre, solo que ella ya tiene a alguien más. - Lo miro molesto, ¿acaso no le da vergüenza enfrentarse a todas esas personas después de lo que ha pasado? ¿Después de esa repentina separación? Para mi sorpresa, toma mi mano. El cosquilleo que me produce es tan extraño como siempre, pero en este clima tan frio se siente muy bien. - Mira, Vegeta. El problema contigo es que siempre te preocupas de más.


- ¿Qué yo me preocupo de más? - Lo miro sorprendido.


- Por supuesto, a nadie le importa que tú y yo tengamos una relación. - Siento mi rostro arder. ¡Yo, el gran príncipe de los Saiyajin avergonzado por un plebeyo!


- ¡No tenemos ninguna relación, Kakarotto! - Le digo molesto mientras alejo mi mano. Miro la desilusión en su rostro.


- Mmm, que mal. Me hubiera gustado que si la tuviéramos. - No sé si me está bromeando o algo así. La verdad es que tomar en serio a Kakarotto es bastante difícil. - Creí que esa era la razón por la cual nos separamos de Bulma y de Milk.


- ¿Me estás hablando en serio? - Asiente una sola vez. - Pues tú nunca... Ya sabes... Me habías dicho que...


- ¿Qué?, ¿Era necesario decirte lo mucho que te quiero y que me gusta entrenar contigo por el simple hecho de pasar más tiempo a tu lado? - Ese maldito insecto, ¿De verdad tiene que ser tan sincero? Niego con la cabeza. Siento que si digo algo mi orgullo se irá por el drenaje. - Me gusta mucho tu columna en el periódico y me gusta mucho la forma en la que tu rostro se sonroja. - Se acerca y me toma de los hombros. - Como ahora...


Susurra lentamente y siento que mi corazón late demasiado aprisa. Ese maldito Kakarotto, ese maldito insecto. Lo miro y veo que está a punto de acercar su rostro al mio. ¿Un beso? No, claro que no. Un saiyajin de una raza inferior no se atrevería a besar a un príncipe. ¡Pero Kakarotto es más un humano que un saiyajin!  Solo atino a cerrar los ojos y entonces...


- ¡Sorpresa! - Escucho a todos nuestros amigos terrícolas gritar. Abro los ojos mientras todos nos miran sorprendidos.


- ¿Qué estaban a punto de hacer, eh, picarones? - Dice el maestro Roshi. Mi rostro se vuelve rojo y Kakarotto pone su mejor cara inocente.


- Nada, es solo que a Vegeta no le gusta darme la mano para viajar con la teletransportación. - Me mira burlonamente. - Por eso debo tomarlo de los hombros.


- Pero tú... ¿Cuándo aprendiste...? - Le intento preguntar.


- ¿A teletransportar a otra persona? - Kakarotto parece pensativo. - En realidad no lo sé.  - Todos nuestros amigos comienzan a reír. Alcanzo a ver que Bulma está aferrada al brazo de Yamcha y por extraño que parezca, a Milk del brazo de Mr. Satán.


- Bueno, eso ya no importa. - Dice Bulma con alegría. - Vengan todos, vamos a disfrutar del festín navideño. -Trunks y Goten encabezan la enorme fila que se dirige a la casa. Kakarotto también comienza a caminar junto a los demás. Yo me quedo de pie justo en donde aparecimos. - ¡Vegeta! - Bulma me grita como en los viejos tiempos. - ¡Estás en tu casa, así que entra de una vez! - Asiento incomodo y comienzo a caminar lentamente. ¡Esa mujer!


Me quedo un momento bajo mi árbol de cerezos favorito, mientras todos nuestros amigos entran.


- ¿No tienes hambre, Vegeta? – Kakarotto me pregunta con una sonrisa bobalicona. No pensé que se hubiera quedado atrás.


- Por supuesto que sí, insecto. - Le digo molesto mientras comienzo a caminar.


- Lo que dije fue en serio, Vegeta. - Lo escucho y me paralizo un momento. Sé que no debo creerle, pero una sensación extraña llega a mi corazón.  Siento como se acerca por mi espalda y me abraza fuertemente, mientras me quedo completamente rígido. Después en un rápido movimiento besa mi mejilla y me suelta. - ¡De verdad no sé cuándo aprendí a teletransportar gente! - Echa a correr hacia la casa mientras la realidad de sus palabras y de sus acciones me hacen reaccionar.


- ¡Eres un imbécil, Kakarotto! - Le grito con todo el odio que puede inspirarme.

Notas finales:

Bueno, hasta aquí este mini relato. La verdad es que estaba viendo "escenas graciosas de Vegeta" y me topé con esa frase que le dice a uno de los dragones en Dragon Ball GT, "¡el único imbécil aquí es Kakarotto!" XD. Vegeta siempre me ha parecido muy gracioso y siento que, si algun día pudiera haber alguna escena yaoi real en el anime, sería algo parecido a esto. Porque ninguno de los dos entra en la categoría de uke o seme. Simplemente sería un saiyajin a quien le gusta otro saiyajin y ya. Sin cursilerías ni corazones en el aire. Al menos eso digo yo. ¡Nos vemos, amigos! 


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