Región de Qishan. Túmulos Funerarios.
Abrió los ojos y al enfocar hacia arriba se encontró con las doradas orbes de Lan Wanji, su cabeza estaba recostada sobre el regazo mientras una de sus manos sostenía las suyas. Se enderezó con su ayuda y sentándose miró alrededor, Wen Ning estaba sentado en el suelo junto a la puerta descansando.
Wei Ying: ¿Me dormí?
Lan Zhan asintió.
Wei Ying: Recuperar el fragmento de mi alma y expulsar a ese espíritu fue más agotador de lo que imaginé… pero ahora me siento mucho mejor… ya no siento que una parte de mí estuviera perdida.
Lan Zhan: Wei Ying.
Wei Ying: No te preocupes estoy bien - Por su expresión parecía que quería decirle algo - ¿Qué pasa?
Lan Zhan: Lo siento.
Abrió los ojos con sorpresa, se veía realmente mortificado y por su vida no entendía porque se disculpaba de esa manera, hasta que recordó cuando se marchó de Ciudad sin Noche. La forma en que le había mirado realmente le había dolido porque sin necesidad de palabras supo que estaba enfadado por romper la promesa que le había hecho.
Wei Ying: Lan Zhan - Le toma de la mano y se inclina para darle un beso ligero como toque de mariposa - Yo debería disculparme no tú… rompí mi promesa otra vez.
Lan Zhan: Quería detenerte - Le tomó el rostro entre sus manos - No me odies.
Wei Ying: Jamás podría odiarte Lan Zhan… te amo.
Le rodeó con sus brazos y pudo sentir los de Lan Wanji apretarlo por la cintura, tan fuerte que dolía pero lo necesitaba, ambos en realidad. Al separarse sonrió al volver a ver el brillo cálido en esos ojos dorados que le quitaban el aliento.
Wei Ying: ¿No han venido a buscarnos?
Wen Ning: Hace un rato vinieron - Dijo abriendo los ojos y desperezándose, al parecer su conversación lo había despertado - Pero les dije que no despertarías hasta que tu alma terminara de fusionarse… pero seguro no tardarán en regresar.
Wei Ying: Entiendo - Se puso de pie y miró hacia la puerta - Siento como si se drenara de alguna manera mi energía.
Lan Zhan: También lo siento.
Wei Ying: ¿Celdas hechas para retener cultivadores?
Lan Zhan: Hn…
Wei Ying: Esa rata es demasiado lista - Puso las manos en la cintura y miró hacia el techo - Si intentáramos utilizar nuestra energía para escapar nos debilitaría hasta caer inconscientes… supongo que no queda más que hacer tiempo mientras llega la ayuda.
Wen Ning: Jiang Wanyin fue informado de la situación pero tardarán unas horas en llegar desde Muelle de Loto… además que atravesar el valle hasta llegar hasta aquí no será nada sencillo.
Wei Ying: Espero que lleguen a tiempo.
Su voz fue suave pero sabía que su Jade le había escuchado perfectamente, no era una celda muy grande pero también Lan Zhan tenía una excepcional audición. El tiempo era crucial en este momento, y por el ruido que llegó tras la puerta este se les estaba agotando.
Wei Ying: Lan Zhan - Se le acercó y lo miró a los ojos - ¿Confías en mí?
Lan Zhan: Si.
Sonrió a la escueta respuesta, corta, concisa y sin un atisbo de duda.
Wei Ying: Entonces déjame hacer lo que tengo que hacer.
La puerta se abrió y Jin Guangyao entró con varios de sus soldados, era el momento, no podía atrasarlo más y en su corazón sólo deseaba que su plan funcionara.
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Cuando la celda se abrió y Jin Guangyao llegó con sus fieles cultivadores tuvo esa sensación de nuevo, esa que le traía un mal presentimiento. La ayuda no había llegado todavía así que tenía que buscar una manera de hacer tiempo para darle a los refuerzos la oportunidad de llegar.
Jin Guangyao: Finalmente ha despertado… supongo que ya está listo para reconstruir el Sello del Tigre Estigio.
Wei Ying: Estuviera listo o no… creo que eso no le importa realmente.
Jin Guangyao: Me conoce muy bien Yiling Laozu.
Wei Ying: Tiene demasiada confianza en mis habilidades… no sé si puedo hacer lo que me pide…
Jin Guangyao: No trate de engañarme con palabras Yiling Laozu - La sonrisa había desaparecido y en su lugar mostraba un semblante frío - Si desea que su amada familia salga ilesa será mejor que coopere.
Se dio la vuelta y salió, los soldados les custodiaron afuera de la celda pero a Wen Ning lo dejaron encerrado. Mientras caminaban hacia la caverna principal se preguntó porqué el ex líder del Clan Jin estaba tan empeñado en reconstruir el Sello del Tigre Estigio.
¿Acaso pensaba que podría utilizar el Sello como se le viniera en gana a pesar de saber que sólo Wei Ying podía utilizarlo? ¿Cómo lograría la total cooperación de Wei Ying?
Parecía estar muy seguro, tener en su poder a las personas más importantes en su vida también era una poderosa carta de triunfo. Seguía teniendo sus dudas sobre los métodos de Jin Guangyao, tal vez había perdido un poco de su cordura.
Se acercaron al altar de piedra y Yu Ziyuan se puso a dar ordenes a los soldados, algunos de ellos se quedaron alrededor de la caverna mientras que otros salieron a la entrada por si llegaban visitas no deseadas. Finalmente Xue Yang desapareció por el pasillo con otros soldados.
Wei Ying: Tengo una pregunta - Dijo mirando al ex líder Jin mientras giraba a Chenqing en su mano.
Jin Guangyao: Pregunta… pero no garantizo una respuesta.
Wei Ying: Porque no me extraña esa respuesta… - Miró fijamente a Jin Guangyao con rostro serio y frío, una expresión extraña en él - ¿Qué vas a hacer si traigo el Sello de vuelta? ¿Qué te hace pensar que voy a obedecerte ciegamente para que lo uses a tu antojo?
Esas eran buenas preguntas, pero antes que las contestara Xue Yang regresó con su hijo y Chanseng. Ahora podía ver el motivo de su mal presentimiento y pudo ver algo de miedo en los ojos de Wei Ying por lo que sabía que había llegado a la misma conclusión que él.
Wei Ying: ¿Por qué los has traído?
Se notaba la molestia en su voz mezclada con el miedo, sabía Xie Yun era la mayor debilidad de Wei Ying y eran obvias las intenciones de Jin Guangyao. Trató de mantener su semblante impávido y darle consuelo a su compañero colocando una mano en su espalda baja, el que su hijo estuviera en peligro también le atenazaba el corazón.
Jin Guangyao: Sólo quiero asegurarme de que hagas lo que te he ordenado… por si acaso se te ocurre ser temerario.
Con una sonrisa despiadada y actuando rápidamente, Jin Guangyao sacó un pergamino lo lanzó hacia arriba, recitando un hechizo cadenas aparecieron del techo de roca y se lanzaron contra su hijo y Chanseng, atrapándolos y elevándolos un par de metros.
Wei Ying: ¡Xie Yun! ¡Chanseng!
Las cadenas les sujetaban firmemente, tanto que seguramente era doloroso pero no al punto de asfixiarlos, al menos eso le parecía. Fijó su vista en Xie Yun y este le devolvió una mirada tranquila, asintiendo lo que le decía que por el momento estaban bien.
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Estaban sentados en la cama tratando de descansar cuando se abrió la puerta y Xue Yang entró, con él venían unos soldados. De inmediato se colocó delante de Chanseng porque no soportaba que ese criminal siquiera se atreviera a poner los ojos en él.
Xue Yang: La función está por comenzar… tienen asientos de primera fila - Hizo un gesto y los soldados se acercaron a ambos lados - No hagamos esperar a los demás.
Lo vio girarse y salir, Chanseng le tomó de la mano y se giró a mirarle con una sonrisa consoladora. Al salir se dio cuenta de que las otras celdas seguían cerradas y no se veía a nadie de su grupo por el pasillo, rodeó los hombros de Chanseng con su brazo para tenerlo más cerca.
Al salir a la cámara principal finalmente vio a sus padres frente al altar de piedra y el lago de sangre cargado de energía resentida. No vio a los otros cultivadores o a su Shushu Ning por lo que supuso que seguían en las celdas, había notado al entrar que su energía había disminuido, de alguna manera estaban construidas para retener a cultivadores y no a prisioneros comunes.
Wei Ying: ¿Por qué los has traído?
Se notaba en su voz que estaba molesto con el ex líder Jin, su padre por otro lado le miró dándole la orden tácita de mantener la calma y sobre todo dejar el asunto en sus manos. Lan Wanji tenía la fama de no hablar mucho pero nunca sintió que hiciera falta, con su mirada le comunicaba claramente lo que quería.
Jin Guangyao: Sólo quiero asegurarme de que hagas lo que te he ordenado… por si acaso se te ocurre ser temerario.
Antes de que alguno pudiera reaccionar ante el repentino movimiento, Jin Guangyao sacó un pergamino, recitó un hechizo y lo lanzó hacia arriba, las cadenas que salieron atravesando la roca ya las había visto antes, cuando Hei Lang despertó dentro de Chenqing y le mostró con la Empatía a su Muqin. Se movían como serpientes sedientas y se lanzaron contra ellos.
Wei Ying: ¡Xie Yun! ¡Chanseng!
Las rojas cadenas le rodearon los brazos, cuello y piernas, levantándolo en el aire. Apretaban tan fuerte que lo restringió totalmente, le era imposible moverse pero la cadena en su cuello le permitía respirar. Un gemido le hizo mirar al lado y vio a Chanseng en la misma situación justo a su lado, intentó estirarse para tocar su mano pero apenas y pudo rozar las puntas de sus dedos.
Xie Yun: Chanseng…
Intentó hablar pero no pudo, Chanseng no era un soldado o cultivador entrenado en lucha por lo que estar así debería ser mucho peor para él. Su padre los miró preocupado pero no se alejó del lado de su Muqin, sabía que podría con la situación y asintió levemente para hacerle ver que estaban bien.
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Ver a su hijo y a Chanseng así le trajo malos recuerdos, imágenes de cuando estuvo encadenado. Ahora que su alma estaba completa los recuerdos poco a poco regresaban a él. Cuando despertó en esa cueva siendo retenido por esas cadenas, como Hei Lang pudo llegar a él para liberarle y como escapó, caminando sin detenerse hasta que las fuerzas se le terminaron y fue rescatado por su Shishu.
Se quedó en silencio observando a su alrededor, los soldados estaban rodeándoles y esperando a cualquier movimiento en falso para atacarle. Yu Ziyuan también le observaba en silencio, con sus ojos llenos de odio y una amargura que jamás pensó ver en ella, inevitablemente pensó en Jiang Fengmian, en el cariñoso hombre que lo crió como si fuera su hijo.
Su muerte era algo que siempre pesaría en su corazón, pero a pesar de que ella nunca lo trató con particular cariño nunca se imaginó que sería capaz de llegar a tanto para vengarse, siendo una de las causantes de su vuelta a la vida sino es que también lo fue de su muerte. No estaba seguro de eso último pero ahora que lo pensaba no podía alejar la idea de su mente.
Yu Ziyuan: No pierdas más tiempo Wei Wuxian… haz lo que se te ha ordenado si no quieres verlos morir.
Como si las cadenas atendieran a sus pensamientos las cadenas apretaron más a sus rehenes, Xie Yun hizo un gesto de dolor y Chanseng parecía que iba a perder el conocimiento.
Wei Ying: ¿Cómo puedes hacerle esto a tu propio nieto?
Yu Ziyuan: Nadie que tenga sangre Wen es familia para mí… ahora haz tu trabajo.
Apretó los puños con ira, casi no pudo contener las ganas de darle un golpe en el rostro olvidando totalmente que se trataba de la mujer que le había criado, lo más cercano que tuvo de figura materna después de la muerte de sus padres. Esta mujer que tenía delante era una total extraña.
Pero tenía que controlarse, mantener la calma para acabar con todo de una buena vez. Tenía un plan, el cual había formulado conforme se acercaba a ese lugar, era algo improvisado pero no tenía tiempo para pensar en otra cosa y funcionase o no era lo único que se ocurría para proteger a su familia en esa situación.
Girándose se quedó viendo el altar de piedra, sacó la bolsa donde estaban parte de los restos de Ming Hu y la colocó en este, sintió la conexión de ese altar con la energía resentida del lago de sangre por lo que sería de utilidad para comenzar con su intento de reconstruir el Sello. La abrió y la arena dentro parecía brillar como si fueran perlas.
Wei Ying: Comenzaré… retrocedan.
Jin Guangyao se hizo hacia atrás junto con Yu Ziyuan y Xue Yang, los soldados que los rodeaban se pegaron más a la pared de roca tallada. Lan Zhan fue el único en quedarse a su lado pero no quería que se viera afectado por la energía resentida así que lo miró y le sonrió.
Wei Ying: También tú Lan Zhan.
Lan Zhan: Wei Ying.
Wei Ying: Recuerda lo que te dije - Puso la palma de la mano en su pecho.
Vio la duda en su cara pero al final aceptó y retrocedió unos pasos, alejándose apenas la distancia necesaria. Lo miró unos momentos más antes de tomar a Chenqing y como la vez anterior comenzó a tocar para invocar a sus lobos los cuales comenzaron a salir y situarse a su alrededor.
Wei Ying: Hei Lang - El lobo se hizo presente justo a su lado - Busquen a Ming Hu.
Hei Lang: “Si Gongxi.”
Con un aullido todos los lobos salieron en todas direcciones en busca de los restos del Sello del Tigre Estigio que seguramente deberían estar cerca, poco a poco iban y venían trayendo pequeños granos de arena los cuales dejaban caer dentro de la bolsa, hasta que el último de ellos fue depositado por el mismo Hei Lang.
Hei Lang: “Hemos terminado Gongxi.”
Wei Ying: Gracias viejo amigo - Tocando a Chenqing lo demás lobos regresaron a la Dizi, todos menos el líder - Ahora podemos seguir.
Hei Lang: “Como ordene Gongxi.”
Con mirada determinada fija en la bolsa, llevó a Chenqing a sus labios, la melodía transmitía sus pensamientos y también comenzó a llamar a la energía resentida. Era el Yiling Laozu y ya era hora de hacer honor a ese nombre.
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“Confía en mí…”
Confiaba en Wei Ying con su vida, habían pasado por tantas cosas desde que se conocieron que ahora tenían una sólida relación. Pero tenía miedo de lo que su amado podía hacer para salvarlos, ya había sacrificado su vida una vez por lo que sabía que si la situación se volvía demasiado peligrosa tomaría las medidas que fueran necesarias para salvarlos, aunque eso significara volver a sacrificarse.
Así era su Wei Ying, un adolescente travieso, un chico con hermosa sonrisa y ojos brillantes como plata derretida. Un hombre que daba todo por lo que creía justo y daría la vida por las personas que amaba, estaba orgulloso de él y al mismo tiempo odiaba que fuera tan impredecible.
Sólo le quedaba confiar como le había pedido, sujetó firmemente a Bichen, listo para usarla de ser necesario para proteger la vida de su familia. No tenía idea de cual era el plan de Wei Ying así que tendría que estar preparado para todo.
La melodía de la Dizi lo sacó de sus pensamientos, la energía resentida del lago de sangre comenzó a moverse como el oleaje en una tormenta. Los gritos y gemidos de dolor de las almas atrapadas eran cada vez más fuertes, desde la entrada de la cueva un fuerte viento comenzó a llegar, las ropas y cabellos de Wei Ying quien con sus ojos cerrados no dejaba de tocar.
Xie Yun: Muqin…
Vio a su hijo tratar de soltarse pero sabía que no podría hacerlo, su energía debería estar algo debilitada por el efecto de las celdas, sólo esperaba que no se hiciera daño por intentar liberarse.
El viento se hizo más fuerte lo que le hizo mirar nuevamente a Wei Ying, abriendo los ojos con sorpresa. Tanto él como la bolsa se habían elevado por el aire, intentó acercarse pero los espíritus atrapados comenzaron a salir y a girar alrededor de la sangre, impidiendo a cualquiera acercarse. Se situó justo en medio del lago, con la bolsa justo frente a él mientras seguía tocando.
En ese momento abrió los ojos, los cuales habían dejado de ser color plata para volverse rojos cual rubíes, una mirada que ya había presenciado antes y le hizo recordar el pasado.
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Sintió como era elevado por la energía resentida, el fuerte viento traía consigo la energía no sólo del lago de sangre, estaba invocando a todas las energías de los Túmulos Funerarios porque para realizar lo que tenía planeado necesitaría todo el poder que pudiera reunir.
Abrió los ojos y pudo ver a todos frente a él en la distancia, se había elevado a más altura que la que estaba su hijo quien no le quitaba la mirada de encima. Terminando la melodía bajó los brazos y se quedó viendo la bolsa flotando frente a él, su contenido brillaba reaccionando a la energía y al llamado que había hecho. Lentamente levantó una mano y con un ligero toque dejó que el contenido saliera, la bolsa cayó pero los granos de arena se quedaron flotando y moviéndose a su alrededor.
Wei Ying: Creí que no volvería a verte… vieja amiga.
La arena brillante se puso a girar más rápido como si respondiera a sus palabras lo que le hizo sonreír con nostalgia.
Wei Ying: Te hice sufrir mi fiel amiga… perdóname…
Un dolor enorme ardió en su pecho y las lágrimas cayeron por sus mejillas, para él ambas armas espirituales eran importantes, Hei Lang y Min Hu eran sus compañeros, sus amigos, y al sentir su esencia en esos granos de arena le hizo ver lo mucho que la extrañaba.
Hei Lang: “Gongxi.”
Bajando la mirada vio al lobo a su lado, como siempre. Y con la decisión ya tomada sonrió a Hei Lang.
Wei Ying: “Ya sabes qué hacer querido amigo… terminemos con esto.”
Estiró el brazo derecho sosteniendo a Chenqing, Hei Lang perdió su forma y regresó a la Dizi, las almas y las energías fueron atraídas al arma de la misma manera, poco a poco siendo absorbidas también. La fuerza de esa energía era tanta que de pronto Chenqing comenzó a pesar tanto que le costaba mantener la posición, pero se mantuvo firme.
Wei Ying: “Soy el Yiling Laozu… descendiente del Clan Wen que te creó… te ordeno que vuelvas a mí… Sello del Tigre Estigio.” - Transmitiendo sus pensamientos directamente a la energía resentida concentrándose alrededor de los restos de Ming Hu.
Las paredes de roca comenzaron a agrietarse, podía escuchar el crujido a su alrededor a pesar del sonido del viento. La energía era demasiada para contenerla en ese pequeño espacio, todos debían salir de inmediato. Buscó con la mirada a Lan Zhan y le vio tratar de acercarse.
Wei Ying: ¡No!… ¡Mantente alejado!
Lan Zhan: ¡Wei Ying!
Wei Ying: ¡Saca a todos de aquí! ¡La cueva no resistirá por mucho tiempo!
El poder comenzó a traspasarle, desde la Chenqing pasando por su brazo hasta sentirlo en su pecho. No había manera de detenerlo una vez que lo había iniciado, tan sólo debía confiar en que Lan Zhan pondría a todos a salvo.
Wei Ying: Regresa conmigo Ming Hu… - Susurró mientras veía la arena concentrarse justo frente a la Dizi, retomando una figura conocida - Toma la energía que necesites y recupera tu forma.
Cerró sus ojos para concentrarse y poco después el ruido de una batalla se escuchó a sus pies pero no tenía tiempo para mirar hacia abajo, no podía distraerse en este momento.
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La sangre comenzó a elevarse junto con las almas y la energía, sus túnicas negras se tiñeron de un rojo a juego con su mirada. La velocidad no había amainado y la cinta que sujetaba su cabello se soltó dejando libre su larga melena la cual danzaba como si tuviera vida propia.
La paredes de la cueva comenzaron a agrietarse a causa de la acumulación de poder y un fino polvo comenzó a caer, al mirar hacia arriba vio a Wei Ying mirarle, trato de acercarse nuevamente pero el poder que se había desatado le repelía.
Wei Ying: ¡No!… ¡Mantente alejado!
Lan Zhan: ¡Wei Ying!
Wei Ying: ¡Saca a todos de aquí! ¡La cueva no resistirá por mucho tiempo! - Dijo para después volver su concentración al ritual.
Sentía un frío recorrerle el cuerpo al pensar en dejarle ahí cuando parecía que la cueva iba a colapsar, sacaría a todos y luego volvería porque no había manera de dejarle aquí sólo.
Escuchó un ruido como de pelea en la entrada de la cueva y pudo ver llegar finalmente a Jiang Cheng, pero este no venía sólo. Nie Mingjue con sus hombres le acompañaban y también su hermano Lan Xichen el cual traía a varios cultivadores de su Clan. La distracción fue perfecta porque sin dudarlo desenfundó a Bichen y lanzándola rompió las cadenas que retenían a su hijo, saltando logró atraparlo para que no cayera duramente al piso y le quitó los restos de cadenas que comenzaban a deshacerse.
Xie Yun: Gracias Die - Dijo acariciando sus adoloridas muñecas.
Xue Yang se abalanzó para atacarles así que comenzó a pelear con él, Xie Yun sacó a Suibian de su bolsa Qiankun y haciendo lo mismo que él liberó a Chanseng el cual estaba inconsciente. Jiang Cheng se acercó corriendo y se arrodilló al lado de su hijo, aliviado de verlo aún con vida.
Xie Yun: Shushu Ning y los soldados de Jin Zixuan están encerrados - Señaló hacia la entrada que conducía hacia las celdas.
Nie Mingjue dio ordenes a sus hombres de liberar a los prisioneros, al poco rato Wen Ning llegó hasta ellos y comenzó a revisar a Chanseng. El fijo de la espada enemiga le hizo arder el antebrazo, volteando la mirada pudo ver el rostro desquiciado de Xue Yang el cual parecía estar disfrutando demasiado de toda esta peligrosa situación.
Xue Yang: No es bueno distraerse Hanguang Jun…
Xie Yun: ¡Die! - Llegó a su lado con la vista fija en Xue Yang - Yo me encargo de él…
Asintió y se hizo hacia atrás, sabía que su hijo deseaba saldar cuentas con este indeseable sujeto y no dudaba que podría con él pero de todas maneras se mantendría en alerta ante cualquier jugada sucia que pudiera implementar.
Lan Zhan: No te tardes…
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Sabía porqué lo decía, la cueva estaba cada vez más inestable y no le quedaría mucho tiempo antes de colapsar. Su sentido común le decía que saliera de inmediato así que tendría que mover la pelea afuera.
Xie Yun: Este lugar se cae a pedazos… ¿Por qué no vamos donde tengamos más espacio?
Xue Yang: No caeré en tus juegos niño.
Xie Yun: Si nos quedamos a pelear aquí nuestro juego no durará más que unos minutos… ¿Estarás conforme con tan poco tiempo?
Tenía que hablar en su idioma y tratar de seguirle el juego a la desquiciada mente de ese hombre, al parecer funcionó porque sonriendo comenzó a escapar hacia la salida de la cueva ignorando a cualquiera que tratara de detenerlo.
Xie Yun: Tenemos que salir.
Se acercó para cargar a Chanseng, Jiang Wanyin se había levantado al ver a su madre y estaba hablando con ella, o algo así porque se mantenía en silencio mientras que la mujer no paraba de gritar y soltar veneno.
Yu Ziyuan: ¡Esos niños llevan la misma sangre de quienes mataron a tu padre!… ¡No me importa si viven o mueren!… ¡Nunca debiste casarte con esa mujer!
Abrazó más estrechamente a Chanseng entre sus brazos, no podía creer que esa mujer fuera así, no se merecía a los hijos y nietos que tenía. su odio había llegado demasiado lejos.
Jiang Cheng: Yo aprendí a diferenciar a las personas… a perdonar y seguir adelante… Wen Qing y mis hijos me han enseñado eso… es una lástima que no hicieras lo mismo.
Yu Ziyuan: No puedo creer que seas un blandengue… te pareces demasiado a Fengmian.
Jiang Cheng: Gracias… es el mejor cumplido que me habías podido dar - Enfundó su espada y le dio la espalda - Será mejor que salgas… esta cueva se derrumbará pronto - Avanzó hasta donde estaba y vio a Chanseng en sus brazos - Salgamos…
Xie Yun: Si…
Miró a su padre y comenzaron a salir pero la señora Yu les dio alcance, al parecer no había terminado de hablar con su hijo, pero antes de que ella dijera una palabra más Jiang Wanyin se giró y le habló apenas conteniendo su rabia.
Jiang Cheng: No voy a permitir que lastimes a mi familia otra vez… no te atrevas a regresar a Muelle de Loto… de ahora en adelante no eres bien recibida.
Yu Ziyuan: ¡¿CÓMO DICES?!
Jiang Cheng: Y mi jiejie sabrá la clase de monstruo que nos trajo al mundo… tampoco creo que seas bienvenida en su casa.
Yu Ziyuan: ¡¿Estás exiliándome?!
Jiang Cheng: ¡Agradece que no pida tu cabeza!
Realmente le sorprendió que le hablara de esa manera a su madre, pero el que fuera parte del grupo que había secuestrado a Chanseng había sobrepasado los límites. Chanseng era preciado por todos y no podía concebir que alguien quisiera hacerle daño, no quería volver a ver a Yu Ziyuan en su vida.
Jiang Chanseng: ¿Xie Yun?
Bajó la mirada y sonrió al ver que había despertado.
Xie Yun: Hey… me alegra verte despierto.
Jiang Cheng: ¡Chanseng! - Se acercó y le acarició la cabeza sonriendo aliviado.
Jiang Chanseng: Die…
Una especie de rugido estridente resonó en sus oídos, miró hacia el fondo donde la batalla todavía se realizaba, Jin Guangyao estaba peleando contra Nie Mingjue y Zewu Jun, eran increíbles sus habilidades, era una lástima que el ex líder del Clan Jin hubiera sucumbido ante la ambición y el poder.
Pero no era momento para eso porque la cueva estaba colapsando, miró a su padre que dudaba entre salir o regresar. La situación se veía mal pero tenía que confiar en su Muqin, ponerse a salvo y esperar, así que puso a Chanseng en los brazos de Jiang Wanyin y acercándose tomó a su padre del brazo.
Xie Yun: Debemos salir - Su padre le mira sin moverse - Muqin no querría que te quedaras arriesgando la vida - Mira hacia arriba - Sólo podemos confiar en él… nos prometió volver con nosotros a Gusu - Mira a su padre - Creo en él.
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Xie Yun: Creo en él…
“¿Confías en mí?”
Si. Sin dudar eso le había contestado y lo creía enteramente.
“Entonces déjame hacer lo que tengo que hacer.”
Cerrando los ojos decidió también confiar, su hijo no se había movido esperándole y no podía permitir que saliera herido. Comenzaron a correr mientras que rocas más grandes comenzaban a desprenderse por lo que se vieron obligados a esquivarlas, las peleas habían terminado porque todos buscaban salir para ponerse a salvo.
Ya fuera, en el claro frente a la cueva, su hermano lanzó unos pergaminos para crear un sello y que las marionetas salvajes no se acercaran, pero estas parecían inertes, estaban de pie mirando fijamente hacia arriba.
Xie Yun: ¿Qué miran?
Un fuerte estruendo mezclado con un furioso rugido le hizo ver hacia la entrada de la cueva, esta había colapsado impidiendo que cualquiera volviera a entrar, pero antes de que pudiera reaccionar de cualquier manera algo salió por la parte de arriba.
Un rayo rojo se elevó por el cielo, la noche ya había caído por lo que el resplandor se veía mucho más intenso por lo que tuvieron que cubrirse con las mangas de sus túnicas. Cuando este finalmente cesó pudieron ver una figura flotando en el aire, no tardó en reconocer las ropas rojas y la larga cabellera castaño oscuro.
Lan Zhan: ¡Wei Ying!
Floraba horizontalmente como si hubiera perdido el conocimiento, sobre su pecho Chenqing estaba girando y por encima de ambos, brillando como una joya, estaba el Sello del Tigre Estigio. Lo había conseguido, había reconstruido el arma más poderosa y terrible que el mundo de la cultivación había conocido, pero a qué precio.
Nadie se movía, todos estaban expectantes de lo que iba a suceder, de repente su hermano se volvió hacia Jin Guangyao y de una bofetada le hizo caer al piso. Esto le sorprendió grandemente, no sólo porque iba totalmente en contra del carácter de Xichen, sino que eran grandes amigos. Pero esa amistad había acabado, podía ver el dolor que sus acciones habían causado en él.
Lan Xichen: ¡¿Qué has hecho?!… ¡¿Te das cuenta de lo que has provocado?!
Se acercó a su hermano y tomándole del hombro le hizo retroceder mientras Nie Mingjue ordenaba que encadenaran al ex líder del Clan Jin. Su hermano debió sentirse traicionado de la peor manera y deseaba consolarle, pero en este momento sólo podía pensar en Wei Ying porque las palabras que había pronunciado le preocuparon.
Lan Zhan: Xichen… ¿Qué quieres decir?
Lan Xichen: Invocar nuevamente el Sello del Tigre Estigio es muy peligroso - Mira hacia arriba - Reconstruir un poder así requiere mucha energía y el mínimo fallo puede hacer que todo se salga de control…
Nie Mingjue: ¿Quieres decir que no tuvo la fuerza suficiente?
Lan Xichen: No lo sé con exactitud… pero es demasiado inestable para acercarse… cualquier perturbación de energía podría provocar que todo explote.
Lan Zhan: Confío en Wei Ying… tenemos que esperar.
Nie Mingjue: Entiendo que creas en tu compañero… pero la situación ahora es demasiado delicada.
El silencio fue interrumpido por un estruendoso rugido, este provenía del Sello. El ojo en el centro comenzó a girar como si buscara algo, al parecer no podía ver a su amo a pesar de tenerlo justo abajo, si entraba en cólera perdería el control nuevamente como aquella vez y comenzaría a matar a todo lo que tuviera a su alcance.
Lan Zhan: Wei Ying… despierta.
El tiempo se le hizo eterno y parecía estar detenido, durante angustiosos segundos pensó estar viendo un cuerpo sin vida, sin un alma dentro de él. Pero Wei Ying comenzó a reaccionar y despertarse, pudo volver a respirar en ese momento y esperaba que tuviera al fuerza para terminar lo que había comenzado y controlar al Sello nuevamente.
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Al abrir los ojos pudo ver el Sello justo sobre él, tomando a Chenqing se enderezó aún flotando en el aire, estaba frente a frente con la forma primaria de Ming Hu. Había logrado reunir los granos destruidos, pero lo que planeaba hacer estaba lejos de terminar.
Wei Ying: Ming Hu… ¿Puedes oírme?
Durante unos segundos nadie respondió, por un momento temió que no lo hubiera conseguido y trajera a la vida un arma sin alma, lo que era lo contrario de lo que pretendía lograr, pero pronto pudo escuchar una familiar voz dentro de su mente.
“Wei… Gongxi…”
No era del todo la voz que conocía, era un susurro incorpóreo y desgastado, como el de alguien que no ha usado su voz en mucho tiempo, pero era ella, su amiga.
Wei Ying: Eso es - Levantó lentamente la mano, tocando el sello con el dedo índice y anular, apenas un toque leve - Soy yo…
La energía a su alrededor comenzó a inquietarse, observó a su alrededor y podía sentir las almas inquietas y sedientas de sangre, mirando hacia abajo supo el porque. Todas esas personas, tanto buenas como malas, eran intrusos no bienvenidos en los Túmulos Funerarios. Sólo él como Yiling Laozu gobernaba sobre ellas y tenía que calmarlas.
Wei Ying: Hei Lang - El Lobo salió y se situó a su izquierda - Estoy listo…
Hei Lang: “Puede comenzar cuando quiera… me aseguraré que nadie le interrumpa.”
Asintiendo fijó su mirada en Lan Zhan y Xie Yun, les sonrió transmitiéndoles todo le amor con ese gesto y luego cerró sus ojos tomando nuevamente a Chenqing en sus manos para tocar una nueva melodía. Cuando el Sello escuchó las notas de la Dizi rugió como si el sonido le estuviera atacando.
Wei Ying: “Ming Hu… aguanta amiga mía.”
& FLASH BACK &
Al salir de la villa en la que convivió durante unos años con el Cla Wen no pudo evitar sentir dolor y nostalgia, había perdido buenos amigos y personas que le habían cuidado con amor mientras esperaba el nacimiento de su hijo. Para ellos era su líder, su amigo y esas personas se habían convertido en su familia.
Wei Ying: Hei Lang… tengo una pregunta que hacerte.
Hei Lang: “¿Qué duda tiene Gongxi?”
Wei Ying: Si logro traer a Ming Hu de vuelta… ¿Todo volverá a ser como antes?
Hei Lang: “Si se refiere al poder y las habilidades de ella la respuesta sería si… sobre si podrá controlarlo de eso no tengo duda pero para ello necesitará su alma al completo… pero creo que no se refiere a eso.”
Wei Ying: Me conoces demasiado bien - Hizo una pequeña pausa antes de continuar, mirando el siniestro paisaje dejó ir un suspiro - Volveré a ser visto como el Yiling Laozu y siempre habrá alguien que desee controlarme para acceder a mi poder.
Hei Lang: “De esa forma el Sello fue forjado… sólo alguien con sangre de la familia creadora puede controlarlo.”
Wei Ying: ¿Puede eliminarse? ¿El que sea yo quien la controla?
Hei Lang: “¿Desea que cualquiera pueda usar el Sello?”
Wei Ying: Sabes que eso sería demasiado peligroso… no soy tan tonto.
Hei Lang: “Perdóneme Gongxi… pero no entiendo a donde quiere llegar.”
Tenía una idea y si era posible de realizar deseaba más que nada hacerlo ya que sería la solución para acabar para siempre con la necesidad de la existencia del Yiling Laozu. Así que antes de llegar a su destino le pidió ayuda a Hei Lang para lograrlo.
& FIN DEL FLASH BACK &
“Quiero que nadie pueda controlarla”
“Deseo que Ming Hu sea libre”
Darle libertad a un ser tan poderoso podría ser una locura, pero deseaba acabar con esto de una buena vez, no quería volver a ser controlado como en el pasado, deseaba también ser libre.
Pudo escuchar el rugido del Sello aumentar, su amiga estaba confundida y asustada. Era un momento delicado, la mínima distracción o error y le atacaría para defenderse, trataría de matar a todo lo que estuviera a su alcance. Y era algo que no podía permitir, nadie más saldría herido y mucho menos su amada familia.
& & &
Nie Mingjue: ¿Qué está haciendo?
Eso mismo se estaba preguntando, sintió que respiraba con tranquilidad cuando vio a su Muqin recuperar la conciencia. Hasta que giró la vista para mirarles, no supo porqué pero sintió que esa mirada serena y esa sonrisa eran una despedida.
Xie Yun: Muqin…
La calidez de una mano le sorprendió y apartando la vista del cielo se topó con la hermosa sonrisa de Chanseng, estrechó esa mano sintiendo el confort que deseaba transmitirle.
Jiang Chanseng: No te preocupes… todo saldrá bien.
Acarició esa mano con el pulgar y le sonrió, sabía que lo decía para hacerle sentir mejor porque en este momento nadie estaba seguro de nada.
De pronto el filo de un brillo le llegó por su lado derecho y tomando a Chanseng por la cintura lo colocó a su espalda sacando a Suibian para bloquear el ataque de la espada de Xue Yang. Con fuerza empujó para alejarlo y este se vio obligado a saltar hacia atrás para no perder el equilibrio.
Xue Yang: Buenos reflejos niño.
Jiang Chanseng: Xie Yun.
Xie Yun: ¿Realmente deseas pelear en un momento como este?
Xue Yang: Prometiste continuar nuestro duelo una vez fuera… además no voy a descansar hasta matarte… - Miró el filo de su espada con hambre maniática - Nadie vive una vez que se me ordena su muerte.
Sin tiempo a responder el hombre se lanzó contra él, apenas tuvo tiempo de empujar a Chanseng hacia Jiang Wanyin y apartarse para contraatacar. Era hora de terminar con esta pelea de una buena vez y mirando a su padre le dijo sin palabras que nadie interviniera, esta lucha era suya.
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Xie Yun comenzó a pelear con Xue Yang, confiaba en las habilidades de su hijo y este con la mirada le había dejado en claro que quería ser él quien lo eliminara. Tenía la atención dividida entre su hijo y su amante, ambos estaban en ese momento luchando por algo importante mientras que él solamente podía estar de pie sin hacer nada. Hablando de sentirse impotente.
Lan Xichen: No te preocupes… Xie Yun es el mejor de su generación… si alguien puede contra ese criminal es él.
Lan Zhan: Lo sé.
El enfrentamiento era muy parejo, hasta que este se vio interrumpido por un resplandor tan intenso que casi les cegó. Viéndose obligado a cubrirse un poco volvió su mirada hacia Wei Ying y pudo ver con una mezcla de asombro y miedo como un resplandor de llamas salían del Sello del Tigre Estigio, estas comenzaron a crecer y tomar la forma de alas.
Lan Xichen: ¿Alas de Phenix?
Jiang Cheng: ¿No se supone que es un tigre?
Lan Zhan: “¿Qué pretendes hacer Wei Ying?”
Esas alas alcanzaron una gran envergadura antes de comenzar a agitarse provocando un viento tan fuerte que las marionetas cercanas fueron lanzadas varios metros hacia atrás, los demás apenas lograron mantenerse en pie. Luego lentamente comenzaron a curvarse como si intentara rodear a su maestro, dio unos pasos hacia adelante pero antes de que saltara para llegar hasta Wei Ying las alas le cubrieron como formando un capullo ardiente.
Lan Zhan: ¡Wei Ying!
El Capullo era impenetrable y emitía un intenso calor, sin perder tiempo sacó su Guqin y se sentó para comenzar a tocar, deseaba contactar con Wei Ying para saber si se encontraba bien, a su lado pudo escuchar a su hermano sacar su Dizi para acompañarle y darle más poder a su invocación.
El sonido de las melodías de Gusu pareció enfurecer a las marionetas, los seres de ese reino oscuro se acercaron para comenzar a atacar a cualquier alma viva que estuviera cerca, el sello que puso su hermano no resistió tanto asedio de energía resentida así que al romperse todos tuvieron que luchar por sus vidas.
Unas marionetas iban a atacarlo pero antes de que se le acercaran demasiado Xie Yun se interpuso y las eliminó, del otro lado Jian Cheng hizo lo mismo a las marionetas que se acercaban a Xichen.
Xie Yun: Céntrate en Muqin… nosotros nos encargamos de esas cosas.
Asintiendo miró a su hermano y continuaron, centró toda su energía en tratar de contactar con Wei Ying. Pudo sentir su presencia, de alguna manera seguía vivo dentro de ese capullo de fuego, pero hasta que le escuchara su corazón no volvería a latir con normalidad.
Lan Zhan: “Wei Ying… háblame…”
Hei Lang: “Lan Gongxi.”
Al abrir los ojos el lobo estaba justo delante de él.
Hei Lang: “Si desea ayudar a Wei Gongxi no lo distraiga.”
Lan Xichen: ¿Qué está haciendo?
Hei Lang: “Consiguiendo su libertad.”
No tenía idea de qué estaba hablando e iba a preguntarle pero pudo escuchar la voz de Wei Ying dentro de su mente, el sonido era apenas un susurro y a pesar de todo el escándalo a su alrededor fue claro como su lo tuviese junto a su oído.
Wei Ying: “Lan Zhan… lo siento…”
Hei Lang también parece haberlo escuchado porque giró la cabeza para mirar hacia donde su amo se encontraba.
Lan Zhan: Hei Lang - Necesitaba respuestas y rápido, algo le decía que se estaba acabando el tiempo.
Hei Lang: “Su energía no será suficiente para lo que quiere hacer… y ya no puedo darle más de la mía…” - Deja de mirar hacia el capullo de fuego y le mira - “¿Deseas ayudarle?”
Lan Zhan: Dime qué hacer…
Apretó las cuerdas del Guqin mientras esperaba la respuesta del lobo, haría lo que fuera por ayudar a Wei Ying. Llevaría a su amante a casa sin importar lo que tuviera que hacer para conseguirlo.
Continuará……….
Nota: Una semana más y la penúltima. El siguiente capítulo será el último T_T
Comenzaré a trabajar en mi siguiente proyecto WangXian que espero tener listo a tiempo para no faltar una semana subiéndolo.
Gracias por su apoyo y palabras.