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Creo en algo llamado amor (Zeke x Levi) (Levi x Eren) por AyameKiryu

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Notas del fanfic:

Si les gusta dejen reviw para saber si le sigo o ahorita si ya me retiro jajajajajaja

Conocí a Eren Jaeger cuando a penas este tenía 5 años, lo vi detrás de mi madre, aferrado a su falda, temblaba como una hoja y yo no me podía creer que ese pequeño mocoso estuviera ahí.
-¿Qué hace ese niño aquí?
-Levi…-hubo una larga pausa-este niño se quedará con nosotros a partir de hoy
-¿Qué?-reí un poco, más por nervios que por otra cosa
-Escucha, hubo problemas…todo el terreno del orfanato ha sido vendido para construir un maldi…lo siento, un centro nocturno y los niños…bueno, unos serán reubicados…otros están en hogares temporales, con otros no sabemos qué hacer y bueno.
-¿Bueno?-mire al pequeño detrás de ella, me miraba y desviaba la mirada continuamente, asustado, yo no era especialmente fanático de los niños, mucho menos de uno tan pequeño, mi madre era un médico que por las tardes a veces hacia labor social más que nada por gusto en un pequeño orfanato en nuestra pequeña ciudad, orfanato que al parecer como acaba de describir la mujer acababa de cerrar, bien, yo no solía pasar demasiado tiempo con ella porque era totalmente absorbida por el trabajo y vamos, los huérfanos son millones de veces menos afortunados que yo, pero a veces me sentía solo en casa y no podía evitar recriminar a la noble institución por quitarme el tiempo de mi madre, ¿egoísta? Tal vez, pero bueno, a veces era inevitable pensar así, aunque con 15 años debería estar ya acostumbrado.
-Bueno…él es Eren…él se quedará temporalmente con nosotros como ya dije-la miré mal, el mocoso hizo un gesto de saludo con su mano, pero lo ignoré-Levi
- ¿y ya está?, ¡porque no pudiste decirlo antes!
-Todo fue demasiado rápido, yo no podía dejarlo…Levi entiéndelo
-¿Entender qué?, nunca estas en casa y traes a un bebé
-Ya estaré por las tardes y no es un bebé
-Tch…! claro! estarás aquí por ese mocoso, ¿verdad? -lo miré de una manera que realmente debió intimidarlo, vi como aferro sus pequeñas manos a la falda de mi madre y cerró los ojos con fuerza, parecía realmente asustado, me sentí un poco mal por él, mi madre se agacho a su altura y lo cargo.
-Ya…tranquilo, todo está bien
-Tch-me giré y me fui a mi habitación, estaba molesto por tener que recibir a ese niño en casa y tener que compartir a mi mamá ahora en mi propio hogar cuando esta todo el tiempo con otras personas, pero también me sentí molesto conmigo mismo, el niño era pequeño y obviamente no tenía a nadie.
Paso alrededor de media hora antes de que mamá entrara a mi habitación con el crio profundamente dormido en sus brazos, entro y se sentó en mi cama, yo estaba sentado en una silla frente a mi escritorio intentando resolver unos problemas matemáticos para la escuela.
-Amor…yo se que esto es difícil pero no podía abandonarlo, así como así.
-Tuviste que dejar a otros pacientes ¿no es así?, porque traer el trabajo a casa.
-Eren es el más pequeño de mis pacientes en estos momentos, no llevo mucho con él, no sé a dónde lo llevaran y si recibirá el tratamiento adecuado, además nuestra familia tiene la posibilidad de encargarse temporalmente de él…si estuvieras solo en el mundo ¿no te gustaría que alguien te tendiera una mano? -la mire, estaba afligida, había tristeza en su mirada y yo no soportaba ver a mamá triste, aunque al tratar con niños continuamente esa mirada adornara su cara.
-Ya lo has traído, ¿qué puedo hacer de todas formas?
-Como ya no hare más servicio social en el orfanato podremos pasar más tiempo juntos 
-Tu tiempo se lo dedicaras a ese niño-se levantó colocando suavemente el cuerpo del niño sobre mi cama, sostenía fuertemente con sus brazos un sucio y viejo peluche en forma de conejo que me causo una mueca de asco y después se acercó a abrazarme.
-Levi, se que a veces no podemos estar tanto tiempo juntos, pero debes saber que te amo, eres mi vida ¿sí? No hay nadie más importante para mí que tú, pero me gusta ayudar a otros que…
-No son tan afortunados como nosotros, lo se…-me sentí un poco triste, era cierto quizás era egoísta, pero a veces sentía que necesitaba a mi madre y bueno ella estaba ahí todo el tiempo para otros, pero no en su casa…aun así intentaría comprender; mire al mocoso durante un par de minutos.
-¿Qué ocurre con él?, ¿Cuántos años tiene?
-Tiene 5, su nombre es Eren, lo encontraron hace unos 3 meses en  medio de una carretera con un pijama sucio, muerto de hambre y con ese muñeco de peluche que no suelta…estaba muy asustado y presentaba fuertes señales de abuso infantil-abrí los ojos con sorpresa y de nuevo fije la mirada en él, lo habían abandonado siendo tan pequeño-yo lo he estado tratando desde entonces, es un poco tímido al principio pero es muy dulce, además se pone muy nervioso si hay mucha gente a su alrededor, necesita mucho cariño y que alguien se haga cargo de que continué sus terapias -asentí, sentía ahora lastima por el mocoso y me sentía un poco culpable por haberme enojado-tiene una lesión algo importante en su cadera que yo estoy tratando, le resulta un poco difícil caminar con normalidad, ¿podrías ser amable con él?.
-No tolero a los críos, lo sabes
-No te pido mucho Levi, solo no seas grosero, Eren es un niño muy tranquilo y suele ser obediente, necesita que seamos amables con él y pacientes ¿ok?, hazlo por mi
-Pff, vale 
-¿Puedo dejarlo aquí un momento?-me encogí de hombros-voy a preparar la habitación de invitados para el-seguido de esas palabras salió de la habitación, de nuevo observe al mocoso, dormía profundamente, tenía la boca entreabierta, pensé en como una madre podría abandonar a un niño tan pequeño, 5 años, era algo horrible, el chiquillo era bonito aunque estaba un poco flaco, cara redonda, piel un poco bronceada y el cabello castaño, tenía ambas manos hechas puño y a pesar de estar dormido se veía algo tenso, mi curiosidad me llevo a picar con mi dedo índice una de sus mejillas, se removió un poco y frunció ligeramente el ceño, me causo un poco de gracia, luego lo deje en paz y seguí con lo mío.
Después de un rato mi mamá regreso por el
-Tú también deberías dormir cariño-solo asentí, mi madre levanto con cuidado el cuerpo del mocoso y se lo llevo a la habitación de invitados, luego de un poco de tiempo le hice caso y me fui a dormir.
No sabía cuánto tiempo llevaba dormido, pero mi sueño fue interrumpido por un horrible grito seguido de un par más, al no estar acostumbrado a que haya más gente en casa a parte de mí y de mi mamá juro que casi me da un infarto, me levante de la cama bastante asustado y desorientado, el grito venia de la habitación junto a la mía, cuando logre ubicarme y recordar al crio, Sali de la habitación aun con precaución, y entre despacio a la suya, había dejado de gritar pero ahora estaba llorando abrazándose a si mismo y al mugroso conejo de peluche, mire el pasillo, y como esperaba vi como mi madre subía corriendo descalza lo más rápido que podía.
-Levi-me hice a un lado para dejarla pasar
-No me atreví a entrar-dije
-Así está bien-se acercó con cuidado-Eren, cielo, todo está bien, ven-metió sus manos con cuidado por los costados del chiquillo para que aflojara su postura, el negó y los sollozos siguieron-tranquilo, estas a salvo, ya paso ¿si?, solo fue una pesadilla-de manera suave lo volvió a intentar, esta vez el crio cedió de a poco y se dejó abrazar por mi madre-ya, ya, tranquilo, todo está bien, ¿Qué paso?
-¡Tengo miedo!¡mamá venia¡-sentí como mi corazón se encogió y lo mire con sorpresa, él le tenía miedo a su madre
-No, no, Shhh, estas a salvo aquí solo estamos tú y yo ¿ok? Nadie te hará daño-los sollozos no se detenían, de repente el niño empujo a mi madre y la miro con mucha sorpresa para después aumentar el llanto.
-¡Lo siento!-se agacho y jalo las sabanas hacia el-no quise hacerlo, lo siento-baje un poco la mirada, mi madre ya se había dado cuenta, Eren había orinado la cama.
-No, no pasa nada, no te asustes, todo está bien-mi mamá volvió a acercar sus manos a él, este se encogió sobre si mismo como si temiera ser golpeado, era doloroso verlo-shhh, todo está bien-puso su mano sobre la cabeza del castaño y lo acaricio despacio hasta que este alzo la mirada, temblaba de miedo.-
-No quería hacerlo, fue un accidente-por fin la miro a los ojos
-Lo sé, no pasa nada, ven, vamos a limpiarte un poco para que puedas volver a dormir ¿si?-se llevó el dedo pulgar a la boca y mordió su uña con nerviosismo, luego volteo a verme a mí, desvié la mirada, no sabia como reaccionar, su mirada estaba cargada de miedo y sus ojos parecían los de un cachorrito, por fin le dio los brazos a mi madre, lo cargo y de nuevo fue hasta la puerta donde le di el paso, de nuevo el niño se quedó mirándome fijamente-cariño…lo siento pero ¿puedes cambiar las sabanas?, necesito limpiar a Eren y ponerle otra ropa-hice una mueca de asco pero asentí.
Quite las sabana y talle un poco el colchón con jabón, no quería que eso dejara una mancha, era asqueroso, después de unos 20 minutos mamá regreso con el niño de la mano.
-¿Que haces Levi?, ahora esta demasiado húmedo
-Ya lo estaba de todos modos, no lo podía dejar así
-Que dices Eren, ¿duermes conmigo esta noche? -solo asintió con ese mugroso animal de felpa en la mano, me daba escalofríos tan solo mirarlo, mi madre rio al identificar mi mirada, tenia un problema bastante fuerte con la limpieza, tener a un mocoso en casa me iba a causar urticaria; cargo al crio, este se recargo en el hombro de mi madre.
-Deja de mirarlo así
-Lava esa cosa, no dormirás cerca de eso ¿o si?
-No pasa nada-le acaricio la espalda a Eren, pude ver como poco a poco se fue relajando, el pobre estaba agotado después de ese ataque de pánico nocturno, luego de un par de minutos cayo dormido.
-deberías ponerle un pañal-bajo ligeramente el elástico del pijama del niño mostrándome que efectivamente le había colocado uno.
-¿En serio?, ¿no está ya grandecito?
-Lo había olvidado, debí colocárselo antes de dormir-sonrió-no es la primera vez que ocurre, Eren sufre de terrores nocturnos, por eso a veces moja la cama…la psicóloga me había dicho que mientras logran descubrir que los causa y controlarlos el tiene que usar pañales durante la noche-me acerque a ellos y me senté a su lado, suspire.
-¿Es lindo verdad?-me encogí de hombros e igual que en la tarde pique la mejilla del mocoso con uno de mis dedos-es como si tuvieras un hermanito-rodé los ojos
-Esto te encanta ¿verdad? -le acariciaba la frente despacio, de nuevo el se llevo el dedo pulgar a la boca.
-No las circunstancias, pero sabes que me encantan los niños
-¿Que con su madre?
-No lo sabemos
-La menciono y parecía realmente asustado
-Te dije que presentaba fuertes señales de abuso infantil, lo mas seguro es que viniera de ella 
-Mierda
-Pero normalmente es un niño muy dulce, es solo que bueno, esta en un lugar nuevo, luego en cuanto llega tu pones esa cara de pocos amigos, debe ser difícil-puso su dedo índice en mi entrecejo para que relajara mi expresión
-iré a dormir
-Levi
-¿Si?
-Yo se que para ti es molesto pero…¿podrías ayudarme con él?, tomare mis vacaciones para poder cuidarlo en lo que se adapta, pero mañana tengo que ir a firmar…puedes cuidarlo
-¿En lo que se adapta?...¿no era esto temporal?-realmente no es que me molestara, digo si era repentino y extraño pero solo quería ver su reacción.
-Es temporal…bueno, no lo se aun ¿ok?, pero ¿podrías cuidarlo mañana temprano?, intentare regresar antes de las 2pm
-Mamá, no se cuidar niños, además, quizás me tiene miedo o algo así.
-Solo intenta ser amable con el y todo esta bien, no causara problemas, por favor, solo en lo que regreso.
-Tch…bien-me acerco a ella y beso mi frente
-Gracias Levi, eres un buen chico-sonreí, luego regrese a mi habitación para intentar volver a dormir, ella se llevo al niño para su habitación.
Al día siguiente me levante a las 7am a pesar de estar en vacaciones, sabia que mi madre estaba a punto de salir de casa y yo necesitaba indicaciones para con el mocoso.
-Buenos días-saludo desde la cocina, ya estaba arreglada, lista para salir.
-Buenos días…es temprano Levi, deberías seguir durmiendo.
-¿Hay algo que necesite saber?
-Te había dejado una lista, es un niño bastante normal
-¿Alergias?
-No, les deje el desayuno listo, solo tienes que darle de comer y distraerlo un rato, prometo regresar temprano.
-¿Tengo que levantarlo a una hora en específico?
-No, se levantará solito, en el orfanato despiertan temprano a los niños, deja que descanse, quisiera que se sienta cómodo.
-¿No crees que se asustara si no te ve aquí?-suspiro
-Espero que no, vamos a ser positivos, allá, aunque no es muy confiado con la gente, tenia que convivir con otros niños y adultos así que no creo que haya problemas, relájate, Levi-esta vez quien suspiro fui yo, no me gustaban los cambios bruscos en nada, siempre necesitaba tener todo en orden, pero en fin, tenía que hacerlo; se acercó a mí y beso mi frente-gracias amor, te veo mas tarde-asentí, seguido de eso se marchó.
Ya no regrese a la cama, me quede en la sala mirando la televisión, aunque de repente dormitaba.
Maso menos a las 9:30, vi a la pequeña figura del niño bajar cuidadosamente las escaleras, con timidez buscaba a mi madre con la mirada o al menos era lo que suponía, tenia un pijama gris con estampado de animalitos varios y el mugroso conejo aferrado en la mano.
-¿Doctora?-pregunto al aire esperando una respuesta.
-Ella no está, fue a su trabajo-me levante y me acerque a él, retrocedió un paso, luego miro a todos lados-tranquilo, voy a cuidarte mientras ella regresa, ¿bien? -paso saliva pesadamente y luego asintió
-¿Cómo te llamas?-pregunto mirando hacia el piso
-Levi…soy el hijo de la doctora.
-Yo me llamo Eren 
-Lo sé.  
-Yo no te caigo bien ¿verdad?, voy a portarme bien, lo prometo-torció la boca intentando sonreír, aunque de inmediato sus ojos se pusieron llorosos; no me encantaban los niños, pero tampoco era malo con ellos y ese gesto hizo que mi corazón se encogiera.
-¿Por qué dices eso?, no me caes mal ¿ok?-me agache a su altura y acaricie su cabeza, cuando vio mi mano acercarse cerro los ojos con fuerza pero luego se relajó, el mocoso tenia unos ojos muy bonitos, verdes, y profundos-¿tienes hambre?-asintió  con efusividad-ven, vamos a desayunar, mi mamá nos dejó comida-me siguió hasta la cocina, y ahí estaba, caminaba de una manera bastante simpática, todo su cuerpo se tambaleaba hacia el lado izquierdo y su cadera se giraba un poco más de lo normal debido a la lesión que menciono mi mamá, esperaba que no fuera doloroso para él y como si adivinara lo que yo estaba pensando, con el rostro por completo rojo me miro y me dijo ¨ya no me duele tanto¨-lo siento-negó, al parecer era un niño listo; ya en la cocina de una manera graciosa como todos los niños, se subió a la silla antes de que yo pudiera ayudarlo, apoyo sus brazos en el asiento, luego todo su torso para finalmente girar todo su cuerpo como una gran hazaña y lograr ubicarse correctamente en la silla, aun así quedaba demasiado pequeño en esta así que al final termino requiriendo mi ayuda de todos modos para ubicar un cojín debajo de él y claro, todo esto ocurrió sin que Eren soltara ese horrible conejo sucio-¿dormiste bien Eren?-le pregunte mientras le servía el desayuno, el solo asintió mientras miraba con ojos brillosos la comida, luego me miro a mi.
-¿Puedo comer?
-Claro, come-sonrió ampliamente, luego tomo la cuchara con todo su puño en torno a ella y comenzó a comer, su mirada se iluminaba con cada bocado que daba, yo solo me había quedado ahí en mi asiento, recargando mi cabeza en la palma de mi mano mirándolo como si fuera la cosa mas interesante del mundo, y pues lo era, era una novedad-¿no te daban de comer en el orfanato?
-Si…pero esto esta mas rico-contesto mientras aun masticaba, hice una mueca.
-No hables mientras masticas-se limpio la boca con la manga de su pijama
-Lo siento
-Tch…no crees que deberíamos lavar esa cosa-señale al estúpido conejo, de inmediato lo apretó en un abrazo con el brazo que lo tenía sujeto y negó rápidamente.-Sera solo por un rato, esta muy sucio 
-No quiero, tarda en secar…además todos intentan llevárselo.
-¿Quiénes?
-Los niños, todos agarraban todo
-Ah, es eso, pero aquí no hay mas niños, solo somos tu y yo, nadie mas lo tocara, y esa cosa esta muy sucia, si quieres lo podemos meter a la secadora y en un rato ya estará listo-miro al asqueroso y grisáceo animal con duda en su cara.
-¿Secadora?
-Si, si lo metemos ahí estará totalmente seco y listo para ti en un rato.
-¿Lo prometes?-asentí; aun con un poco de duda agarro al muñeco con una mano y lo extendió hacia mi dirección, lo tome con mucho cuidado entre mi índice y mi pulgar de una oreja, y no pude evitar hacer una mueca, luego me levante y lo lleve al cuarto de lavado dejándolo arriba de la lavadora, por supuesto el chiquillo brinco de su lugar en la cocina y me siguió de inmediato un poco alarmado.
-Tranquilo, vamos a terminar de desayunar y después vendremos los dos a lavarlo, ¿bien?, te prometo que nadie lo va a agarrar-asintió algo desconfiado, luego inconscientemente y de manera natural agarro mi mano y la apretó con fuerza, me pareció algo realmente lindo, hasta el momento, que eran 20 minutos juntos, el crio me agradaba, esperaba que eso no cambiara cuando agarrara confianza y se pusiera horriblemente molesto.
-¿Como se llama el conejo?
-Conejito-vaya, que original.
-¿Te lo dio tu mamá?-negó rápidamente y apretó mas su mano en torno a la mía
-¡No!, me lo dio mi hermano-sonrió  ampliamente, lo cargue un poco para volver a sentarlo en la silla y continuamos comiendo.
-¿Tienes un hermano?-asintió 
-Lo vi hace mucho y el me regalo al conejo, me dijo que cuando tuviera dinero y fuera mayor iba a regresar por mí y me iba a llevar con él, me dijo que tenía que cuidar al conejito, Zeke es el hijo de mi papá, mi mamá no sabía que él fue a verme.
-¿y tu papá?
-No lo sé, no lo conozco, solo se que es un doctor, la mamá de Zeke es otra mamá, no la mía 
-Ya veo, pero por un tiempo tienes que quedarte aquí con nosotros ¿ok?-asintió
-La doctora es buena conmigo
-¿Como eran en el orfanato?
-Amables, la señorita Hange me regalaba dulces y hablaba conmigo, pero no me gustaba
-¿Por qué?
-Porque-miro con atención lo poco que quedaba en su plato de comida y lo movía despacio con su tenedor-dormíamos en cuartos muy grandes y aunque había muchos niños me daba miedo, y algunos niños mas grandes que yo se burlaban de mi.
-¿Por qué?-pregunte con interés, Eren hablaba bastante claro con ese vocecilla aguda y sorpresivamente estaba siendo interesante hablar con el pequeño.
-Porque dicen que camino chistoso…y también se burlan porque-bajo el volumen de su voz-a veces mojo la cama-su rostro se puso por completo rojo, no pude evitar reír un poco, pero no con burla, más bien me pareció de lo más tierno-es que a veces tengo pesadillas-confeso-pero me dijo la señorita Hange que después dejare de tenerlas-sonrió-y ella no me regaña.
-¿Te regañaban?-claro que lo hacían, quizás no lo recordaba pero la noche anterior se veía realmente asustado, se encogía sobre si mismo y parecía un niño totalmente distinto ahora.
-Mi mamá se enojaba mucho y me pegaba si me hacía pipi, o si hacia cualquier cosa que a ella no le gustara, pero la señorita Hange y la doctora dicen que yo me porto bien.
-¿Y eso es verdad?-no quise seguir preguntando, pobre niño, ya le preguntaría a mi mamá después.
-Si, lo prometo…ya terminé, ¿podemos ir a lavar al conejito? 
-No, tranquilo, primero tienes que tomar un baño tu-hizo un adorable puchero
-¿Pero después si?
-Si, tranquilo, no seas desesperado, vamos arriba-bajo cuidadosamente de su silla y ahora con más confianza tomo mi mano, yo lo conduje de nuevo a los cuartos de arriba, entre al cuarto de mi mamá, había una pequeña maleta con un par de cambios de ropa para Eren y un folder con algunos papeles. 
-¿Puedes bañarte solo?-negó-claro que no, vamos.
-Prepare un cambio de ropa que saque de la maleta que mi mamá había llevado a casa y entre al baño de mi cuarto para preparar la bañera, el pequeño Eren estaba ahí de pie peleándose con su pijama para poder deshacerse de ella, termine ayudándole hasta dejarlo únicamente en el pañal, me miro a los ojos y se sonrojo demasiado.
-No pasa nada, ven
-Yo…pronto dejare de usarlos ¿si?-me dijo bastante avergonzado, no pude evitar reír un poco y luego revolver su cabello.
-Esta bien, prefiero que los uses a que estés mojando la cama cada noche-negó rápido
-¡No es siempre!-le quite el pañal y lo metí a la bañera, había hecho un poco de burbujas, a los niños les gustaba jugar y esas cosas-¿tu también lo hacías?-pregunto con timidez mientras yo comenzaba a lavarle el cabello; según recordaba esos accidentes los domine por ahí de los 3 años pero bueno, yo no tenia los problemas que tenía Eren 
-No recuerdo, pero quizás si, son accidentes, no te pongas triste ¿ok?
-Los otros niños se burlaban
-No le hagas caso a otros mocosos-comencé a lavarle el cabello con cuidado, después su cuerpo, el niño tenia varias marcas en la espalda, en la parte superior de los brazos, en las piernas, mamá había dicho que cuando lo encontraron estaba bastante maltratado, me imagino que las marcas recientes habían desaparecido, pero lo que el tenía eras cicatrices, era horrible. 
-¿Quién te hizo estas marcas?-me atreví a preguntar, Eren estaba ocupado jugando con las burbujas, cuando sonreía se veía muy lindo; se encogió de hombros al escuchar mi pregunta, luego pensó un poco antes de contestar.
-Mamá me hizo algunas, pero otras las hacían los novios de mamá, la Miss una vez me pregunto, pero yo no le dije nada porque mamá dijo que no lo hiciera, yo le dije que me había caído, pero la señorita Hange dijo que no tengo la culpa y si un adulto de confianza me pregunta tengo que decir la verdad para que me ayuden-me sorprendí un poco, cada vez odiaba más a esa mujer sin conocerla.
-¿Y yo soy un adulto confiable?-ni siquiera era un adulto 
-La doctora es tu mamá y ella es alguien buena-sonreí un poco y él como reflejo lo hizo también 
-¿Ibas a la escuela Eren?
-Si, iba al…-penso un poco-kínder 3 pero después ya no, porque mamá desapareció 
-¿Ah si?
-Fue cuando la doctora me encontró-sonrió-entonces estuvo bien.
-Me dijo que te encontraron en la calle, ¿Por qué estabas ahí?
-No me acuerdo, cuando desperté estaba ahí y mamá ya no estaba-sus ojos se pusieron vidriosos y empezó a llorar supongo que, al recordarlo, me arrepentí di indagar-tenía hambre y mucho miedo porque estaba solito, y no sabía dónde estaba-comenzó a hipar, lo saqué con cuidado de la tina ya limpio y lo envolví en una toalla 
-Shhh, tranquilo, perdón, no debí preguntar-intento sonreír en una extraña mueca mientras se limpiaba las lágrimas y negó con la cabeza.
-La doctora y la señorita Hange son buenas conmigo así que Eren está bien, además mi hermano me va a buscar después, ¿verdad? -sonreí
-Claro que te va a buscar-le acaricie el cabello-ahora hay que apurarnos para lavar a ese sucio conejo ¿bien? -asintió emocionado y recupero la sonrisa.
Vestí a Eren y después finalmente bajamos al cuarto de lavado; durante todo el rato que el conejo estuvo dentro de la lavadora Eren no se despegó ni un segundo de ahí  mientras el animal de peluche giraba en la lavadora, cuando salió de ahí descubrí que el animal era beige y no gris, suspire de alivio al tenerlo en mis manos limpio, mientras lo miraba, un par de enormes ojos verdes me miraban a mi suplicantes por que le entregara al animal, así lo hice, Eren lo apretó entre sus brazos con mucho cariño, sonreí, el crio era adorable debía admitir.
Mientras yo hacía algunos quehaceres deje al mocoso mirando dibujitos en la televisión, se quedó ahí sentado quieto y embobado, me dijo que jamás había visto caricaturas así que estaba demasiado feliz observando mientras chupaba su dedo pulgar, ya vería que hacer o le diría a mamá para quitarle esa sucia maña.
Mas tarde, como a la una y media de la tarde y antes de lo previsto llamaron a la puerta, creí que sería mamá llegando pronto pero no fue así; era Farlan, un amigo con quien había quedado con otros amigos para jugar soccer
-Llegaste temprano
-Uy, que frio, ¿no íbamos a ir a jugar con los demás? 
-Estoy cuidando a ese mocoso-señale a Eren
-¿Y ahora porque?-lo miro con ojos de cachorro-es tan bonito
-Mi madre se esta haciendo cargo de él, el orfanato para el que trabajaba ha cerrado y bueno, ya la conoces, se encariño con el mocoso, no la culpo, y ahora se estará quedando con nosotros por no se cuánto tiempo-exagero una cara triste
-Y entonces, ¿tú y yo ya no vamos a poder divertirnos a solas? – Se acerco a mi y me dio un corto beso en los labios, de inmediato lo empuje; Farlan y yo, además de ser buenos amigos también hacia poco que habíamos llegado a un acuerdo donde a veces hacíamos algunas cosas que haría una pareja solo por experimentar, yo no estaba interesado en tener ninguna novia…o novio y a él le gustaba yo así que estábamos experimentando un poco entre ambos,
-No, mi madre tomará vacaciones durante un tiempo para poder hacerse cargo de Eren así que estará en casa durante las mañanas lo que significa que será imposible quedarnos a solas-al parecer Eren había escuchado su nombre y se acercó a nosotros, como el día anterior cuando me lo presentaron a mi hizo lo mismo con Farlan, ósea, se puso esta vez detrás mío y lo miro con timidez mientras aferraba su manita a mis pantalones, mi amigo se agacho de inmediato con una enorme sonrisa para saludarlo.
-¡Hola Eren!, soy Farlan, amigo de Levi, ¿Cómo estás?
-Hola-respondió en un tono de voz bajito
-No te asustes, Levi da más miedo que yo-me volteo a ver a los ojos, luego a él y negó
-El no me da miedo-Farlan aprovecho y jalo a Eren hasta el para mirarlo más de cerca y poner esa estúpida cara como las que ponen las chicas al ver un cachorro, por su parte, el niño comenzó a temblar un poco por la sorpresa de ser invadido de esa manera.
-Míralo, que bonito es, y sus ojitos, porque no me dices que *si* y lo criamos juntos-tome a Eren de los brazos y lo cargue alejándolo de la incómoda situación, se abrazó a mi cuello de inmediato
-Lo asustas imbécil, y no seas ridículo, iré a cambiarme en lo que llega mi mamá-intente bajar a Eren pero este no me soltó-espérame aquí-negó
-No tardare
-No me quiero quedar con tu amigo 
-Vale, vamos-accedió a que lo bajara y luego me tomo de la mano, lo subí a mi cuarto y ahí lo deje mientras escogía mi ropa, por supuesto el mocoso no desaprovecho la ocasión para husmear entre mis cosas.
-¿No te agrada Farlan?-me miro a los ojos tras la pregunta y negó rápidamente convencidísimo de responder
-¿Porque?
-Me da miedo-respondió de nuevo con ese tono bajito de voz.
-No, no hay nada que temer-me agache y lo agarre de los hombros-es mi amigo ¿ok?, ¿porque te da miedo?, sé que es un poco raro, pero no es malo.
-Los novios de mamá siempre eran amables cuando me conocían, pero después me gritaban o me pegaban si me quedaba solo con ellos, o tocaban mis partes privadas y no quiero-abrí los ojos con sorpresa, dios mío, ¿qué me estaba contando?.
-No, ¡no!, el de ninguna manera haría eso ¿de acuerdo?, mientras estés aquí conmigo o con mi mamá, nadie va a golpearte, ni a tocarte ¿si? Y si alguien lo hace solo tienes que decírnoslo y entonces yo iré y romperé sus caras ¿bien?-atraje al mocoso a mi y lo abrace con fuerza; luego de un par de segundos rompí el abrazo y lo sente en mi cama-no me tardo, espérame aquí-agarre una muda de ropa deportiva y me metí al baño para cambiarme rápido.
Cuando salí Eren seguía justo en el lugar donde lo había dejado.
-Vamos-bajo de la cama de un brinco y de nuevo fue para sujetarme la mano.
Cuando bajamos, mi amigo estaba sentado en el sofá mirando la caricatura que Eren había dejado puesta como el tonto que era, mientras bajaba la escalera recibí un mensaje de mamá, el contenido no me sorprendió para nada, ya me esperaba ese tipo de cosas de esta situación. 
-“Cariño, hubo una emergencia en el hospital,¿podrías cuidar a Eren un poco más?”
-“Iba a ir a jugar soccer con mis amigos, ¿crees que sea buena idea llevarlo?”
-“Puedes preguntárselo, solo no lo descuides por favor”
-“De acuerdo”
-“Gracias cielo”
Suspire.
-Mama me llamo, dijo que no llegara en un buen rato, debo cuidar a Eren
-Llevémoslo entonces- Farlan se quedó mirándome atentamente, me agache a la altura del mocoso.
-Eren, ¿te gustaría venir con nosotros?, vamos a ir al parque a jugar soccer o ¿quieres quedarte aquí en casa conmigo? -agacho la mirada como si sobre pensara las cosas, y eso era una señal, asintió pero no se le veía ni una pizca de ganas de querer ir-¿en serio es lo que quieres?-levante una ceja
-No quiero causar problemas, me voy a portar bien, lo prometo, hare lo que Levi quiera-como algo tan absurdamente sencillo podía generarle tanto miedo y ansiedad al niño, note como sus débiles piernas comenzaban a temblar.
-No Eren, te estoy preguntando qué es lo que tú quieres hacer hoy-Farlan nos miraba atentos, Eren lo miro fugazmente y luego agacho de nuevo la mirada, al parecer eso que dijo mi mamá de que era sumamente tímido no era exagerado, y bueno, no lo culpaba.
-Quiero quedarme aquí mirando televisión con Levi.
-De acuerdo, entonces miraremos televisión-sonreí un poco y acaricie su cabeza, primero se encogió ligeramente al sentir el contacto, pero luego me dejo, parecía un pequeño cachorro maltratado.
-Lo siento Farlan, hoy no voy-me miro un par de segundos dudando un poco en que decir, después solo asintió, lo acompañe a la puerta.
-¿El está bien?-asentí
-Es un caso un tanto especial, sufría maltrato y todo esto es nuevo para él, a la próxima iré 
-De acuerdo-acerco su rostro al mío- ¿puedo? -rodé los ojos y asentí, sonrió y junto sus labios con los míos un par de segundos, le correspondí-te veo después Levi
-Si
Cuando el se marcho regrese mi vista al pequeño niño que de nuevo estaba sentado en el sofá ahora un poco más desanimado que antes, me senté junto a él, de inmediato alzo la vista y clavo en mi esos enormes ojos verdes que te hacían sentir culpable de cosas que ni siquiera entendías.
-¿Qué ocurre Eren?
-Lo siento
-¿El que?
-¿Lo arruine?, ¿estas enojado conmigo?
-No y no, ven-se acercó a mí, lo cargue con cuidado y lo senté en mis piernas  sabiendo que era algo que haría mi madre, de nuevo el niño se había tensado como si fuera una piedra, luego, poco a poco al sentir que lo sostenía con cuidado se fue relajando, no tienen idea de lo triste que me parecía ese comportamiento por parte de un crio, si bien dije que no me encantaban los niños por ruidosos y molestos prefería mil veces que fueran de esa manera y no llenos de miedo a la menor provocación-escucha Eren, todo esta bien ¿ok?, en esta casa nadie va a lastimarte, te pregunte porque tu opinión también importa ¿ok?, si hay cosas que no quieres hacer porque te hacen sentir mal no tienes porque hacerlas ¿de acuerdo?, no te voy a regañar ni mucho menos a pegar-asintió.
-¿El tampoco esta molesto?-se llevo una mano a la boca y como lo había hecho antes comenzó a masticarse las uñas sin siquiera pensarlo, lo agarre con cuidado de la muñeca y se la retire.
-No lo está, el lo entendió, a veces si no quieres hacer algo deben respetar tus decisiones ¿bien?
-Mamá dice…ella decía que tengo que hacer todo lo que los adultos me piden, porque yo no se nada…-una vez mas su cuerpo se tensó.
-No, escucha Eren, no debes hacer todo lo que los adultos digan ¿ok?, no todos los adultos son buenos y tu sabes mucho, sabes distinguir cuando algo te asusta ¿verdad? -asintió
-Bien…entonces, si algo te asusta mucho o sabes que te puede lastimar no debes hacerlo, tienes que decírmelo de inmediato o a mi mamá ¿bien?, cualquier cosa-asintió
-¿Entonces no me vas a regañar?
-No, claro que no, solo si haces algo que está realmente mal, pero no lo has hecho, ¿de acuerdo? -de nuevo asintió 
-Me agradas-sonrió ligeramente-¿yo también te agrado?
-Si mocoso, me agradas.
Nos quedamos mirando televisión hasta que mamá llego masomenos una hora y media después.
-Ya llegué amor, lamento la tardanza.
-Esta bien 
-¿Cómo estas Eren?, ¿Levi ha sido amable contigo?-Eren asintió 
-¿No fueron al parque?
-No…yo quería quedarme con Levi y el dijo que estaba bien-mi mamá se acerco y le acaricio su carita mientras me miraba a mi.
-Gracias-asentí-ven Eren, ayúdame en la cocina-el asintió, era lindo ver como él podía relajarse un poco más con mi madre cerca.
En los siguientes días poco a poco el comportamiento de Eren se fue estabilizando un poco más, aun era un niño bastante tranquilo y soportable pero ya no estaba todo el tiempo quieto esperando a que mamá o yo  le permitiéramos hacer algo, comenzaba a verse más curioso por las cosas de la casa y hablaba más conmigo ya que a mi madre ya le tenia mas confianza porque lo trataba de antes como ya he mencionado. 
Mi mamá estaba de vacaciones, pero yo no por lo que creo fue mucho más rápida su adaptación a casa al estar con un adulto de su completa confianza, y bueno, para mi fue como tener un perrito nuevo, luego de una semana de estar con nosotros, bastaba con que Eren escuchara que yo iba a abrir la puerta cuando llegaba de la escuela para correr hacia mí y recibirme en la entrada, me había acostumbrado rápidamente a su presencia, y lo admito, me estaba encariñando con el muy fácil, quería al mocoso, era un buen niño. 
Sin embargo, no todo era dulzura y encanto con Eren, tenerlo en casa era difícil, mamá le daba terapia en las piernas y cadera todos los días con diferentes ejercicios y estiramientos coordinados por ella misma, acostaba al niño en el piso para que estuviera en una superficie plana y lo ayudaba a realizar los ejercicios bien, Eren lloraba pero intentaba soportar lo mejor que podía el dolor, a mi mamá le partía el corazón verlo así pero obviamente intentaba no demostrarlo; “tranquilo bebé, eres muy fuerte, estamos por terminar” le decía para animarlo a continuar, el niño sonreía entre lágrimas y asentía, lo respetaba porque si, era un chiquillo fuerte a pesar de su cortísima edad; además de lo pesada que era la terapia también lo llevaba a sus terapias psicológicas con la dichosa doctora Hange, yo no estaba muy enterado de ese proceso pero esperaba que fueran bien, aunque en un aspecto yo y mis nulos conocimientos no veía mejora ya que eran difíciles algunas noches, para cuando Eren cumplió 3 semanas en casa ya había tenido cinco episodios de terrores nocturnos donde se despertaba en la madrugada gritando y llorando, por supuesto mamá era quien iba a socorrerlo hasta que ocurrió que ella al cumplir el mes de que Eren llego a nuestras vidas tuvo que regresar de vacaciones y con ella Eren también tenia que ingresar al jardín de niños para no retrasarse.
Bueno, a Eren le ponía triste causar problemas así que accedió a pesar de estar muy nervioso visiblemente, la noche antes de ingresar a la escuela mamá había tenido que acudir a una emergencia por lo que me quede yo solo por la noche con Eren.
Una vez mas en la madrugada escuche a Eren, esta vez no gritaba, más bien estaba sollozando.
Me levante y me asome a su habitación pero no estaba ahí, estaba en la habitación de enfrente ósea el baño, me pare a un lado para no asustarlo.
-¿Eren?-hable con voz suave-¿Estas bien?
-Lo siento
-¿Puedo entrar?
-Si-entre con él, efectivamente las dos joyas que tenia ese mocoso por ojos estaban inundadas en lágrimas-¿Estas bien?- volví a preguntar y luego me acerque y me agache a su altura para poder abrazarlo, ¿Por qué estas aquí solo?
-La doctora esta cansada y yo no quería molestarla-mi madre ni siquiera estaba en casa-…tuve otra pesadilla-me abrazo con fuerza-Tenía miedo-comenzó a llorar otra vez
-Shhh, tranquilo, ya paso ¿ok?, todo esta bien, solo estamos tu y yo, cuando mamá no este o pasé esto, ¿Llámame a mí, está bien? - ya no me importaba tener que apoyar con Eren, como dije le había tomado cariño al pequeño cachorro rápidamente y bueno, comprendía que al regresar al trabajo mamá tenía más asuntos que resolver a parte del niño.
-Levi...¿Puedes dormir conmigo?
-Si, esta bien 
-¿Levi?
-¿Si?-De nuevo empezó a llorar y su redonda cara se convirtió en una esfera navideña de color rojo.
-Me volví a mojar-no pude evitar reír.
-Lo sé mocoso, esta bien-limpie a Eren correctamente y luego de que el mocoso fuera por su conejo de peluche nos fuimos a mi habitación para dormir, casi de inmediato el niño quedo profundamente dormido, lo deje del lado de la pared para que no hubiera incidentes y después yo también me quede dormido.
A la mañana siguiente desperté gracias a la alarma de mi celular, la apague de inmediato para no molestar a Eren, me gire para  mirarlo un momento, estaba hecho bolita con el animal de felpa abrazado, se veía muy lindo, daban ganas de continuar durmiendo también; tras maso menos 10 minutos de estar como idiota mirando al mocoso como pretexto para no levantarme, mi mamá entro a la habitación.
-Levi, ya tienes que levantarte
-Si…lo se
-Cuando llegue en la madrugada me asuste por no ver a Eren en su habitación-sonrió con dulzura-¿noche difícil?
-Lo escuché llorar en la noche y fui por él, no quiere causarte problemas y no iba a dejarlo solo cuando estaba tan nervioso.
-Muchas gracias amor, eso fue muy lindo de tu parte-solamente asentí y luego me senté en la cama, debía prepararme para la escuela-también en un rato levantare a Eren, hoy debe ir a su primer día de clases, no me gustaría que se retrasara, es un niño inteligente.
-Eso fue lo que lo asusto, está nervioso por ir a la escuela
-Si, ya lo se, pero no pasa nada, tiene que acostumbrarse.
-¿Piensas adoptarlo?, si no es así, no crees que no es tan bueno que nos encariñemos con el
-Aun no se sabe que va a pasar con algunos chicos, la mayoría fueron distribuidos en orfanatos, solo un par quedaron en hogares temporales.
-No fue la pregunta mamá
-¿Tu que piensas?
-Me dijo que el conejo se lo regalo su hermano mayor, ósea que tiene familia.
-Así es.
-Es real ese “hermano”
-Es real, Zeke Jaeger es su nombre, acaba de cumplir los 17 años, es menor de edad, no hemos tenido contacto con él, pero si con el papá.
-¿Y?-me gire para ver a Eren, se veía tranquilo-el papá no…
-Shhh…te lo contare mas tarde ¿ok?, se que tienes preguntas y dudas sobre el niño pero ahora no Levi, regreso a la pregunta inicial, tu que piensas sobre que yo me haga cargo de Eren.
-Es tu decisión...pero si es así, yo te ayudaría, no lo pregunto por echarlo de aquí, lo pregunto porque si después lo reclaman eso no sería bueno para él ni para nosotros-mi madre sonrió. 
-Eres un buen chico Levi 
-Me iré a preparar para la escuela.
-Ok, voy a servir el desayuno.
Cuando termine de arreglarme y volví a mi habitación Eren ya no estaba ahí, baje a tomar mi desayuno y ahí estaba el mocoso ya sentado esperándome para comer.
-¡Buenos días Levi!-Me acerque para sentarme con el y le jale la mejilla, hizo una mueca.
-Buenos días mocoso, no grites-asintió, sonreí, Eren cada vez parecía mas un niño normal, últimamente se veía mas feliz y eso daba paz-¿estas listo para ir a clase?-negó de inmediato
-No, pero voy a portarme bien 
-¿Lo prometes?
-Lo prometo 
-Bien, si es así te comprare un dulce cuando salgas ¿ok?
-¡SI!
-Termine de desayunar rápido y después me fui para la escuela.

Notas finales:

Gracias por leer


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