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Idiotas en la escuela [Kimetsu no Yaiba] por Wan chan

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—De acuerdo a nuestras votaciones, la profesora Kanae será nuestra supervisora. La interceptaremos justo después del descanso, mientras se dirige a la clase C.

Esta era una de esas pocas veces que se veía a la clase F tomar apuntes y prestar atención a la pizarra. Delante de todos y escribiendo en el pizarrón para tiza se encontraba Kokushibo, explicando su estrategia.

—Enmu, Kaigaku y el equipo de CDLI se encargarán de sustraer a la profesora durante su camino. Recuerden ser discretos.

—¿Sustraer? —preguntó Hakuji.

—Suena mejor que secuestrar. ¿Alguna otra duda?

Nadie se atrevió a hablar después de esa explicación, con excepción del mismo Akaza.

—¿Por qué la profesora Kanae?

—Yo puedo responder a tu pregunta, Akaza-dono —la amplia sonrisa de Douma y el sonrojo en sus mejillas le dieron a Akaza escalofríos —. Mi mejor materia es inglés, así que me encargaré del frente —Douma apoyó su brazo en la mesita de té para poder sostener su cabeza en su mano y no perder de vista a Akaza —. ¿Akaza-dono es bueno en inglés? Si tienes problemas en lengua inglesa, te puedo enseñar.

Akaza se removió incomodo en su lugar.

—Solo es bueno cuando se lo propone —contestó Hakuji, yendo a salvar a su hermano.

—¿Oh? Entonces, ¿será Hakuji-dono quien me haga compañía en el EIB?

—No —contestó Kokushibo —, recuerden que los puntos de ataque de cada uno son iguales al puntaje que obtuvieron del último examen.

—Nuestro último examen fue… —susurró Enmu tratando de recordar.

—El examen de ubicación —contestó Kokushibo —. Aunque Hakuji es realmente inteligente, al nivel de la clase A, su puntuación fue de cero.

Las miradas de todos recayeron en Hakuji, quien ni se inmutó.

—No podía dejar a Koyuki a su suerte, ¿Qué clase de futuro esposo sería si la dejaba así?

De repente, las miradas de muchos se sintieron pesadas y una extraña atmosfera negra los rodeaba. Alrededor de Hakuji se encontraban un montón de chicos vestidos como verdugos de la inquisición.

Uwah~ El grupo Castigadores De Lo Impuro ataca de nuevo —susurró Daki con una voz desganada.

Los Castigadores De Lo Impuro (CDLI), es un grupo de estudiantes de casi todos los salones y grados, la cede principal está en el actual salón del 3F. Este grupo de chicos recelosos por la buena fortuna y gracia de aquellos que pueden conseguir pareja, está conformado principalmente por betas y uno que otro alfa nada agraciados. Se han jurado a sí mismos a castigar a todos aquellos que hagan actos impuros como tener novia.

Aunque la verdad solo son un grupo de chicos vírgenes sin suerte en el amor.

—¡Juzguen a este maldito pecador! —gritó un personaje de fondo.

—¡Si! ¡Este maldito hereje no puede tener novia antes que nosotros! —gritó otro.

Discusiones y quejas se escuchaban ahora, varios opinaban que deberían quemar a Hakuji en la hoguera, otros que solo lo castraran.

—¡Koyuki no es mi novia! —gritó Hakuji.

—Es su prometida —agregó Akaza.

Hubo un breve silencio hasta que alguien gritó:

—¡Mátenlo!

Entonces, muchos se alzaron con antorchas y tridentes.

Kokushibo tosió discretamente y de inmediato todos guardaron silencio. De nuevo el joven alfa ponía el orden solo con simples actos.

—Volviendo al EIB… puedes tomar un examen de recuperación una vez que empiece la pelea. Hakuji es nuestro as bajo la manga, así que lo tomará y podrá unírsenos cuando termine.

—Cuenta conmigo —contestó Hakuji.

 

 

El timbre anunciando el fin del descanso sonó. Tanto el alumnado como los profesores regresaban a los salones.

La dulce profesora de inglés, Kanae Kocho, salía de la sala de maestros, empezando a tararear una dulce canción. De repente fue interrumpida.

—¿Puedo acompañarte?

—¡Ah! Profesor Shinazugawa, sería un honor para mí que un sempai de la universidad me escoltara.

Shinazugawa se sonrojó, esos pequeños momentos de su vida era lo que él llamaba felicidad. Su alfa interior se removía de gozo mientras caminaba a lado de la dulce omega.

Estaba de más decir que el profesor Shinazugawa se encontraba enamorado -en secreto- de la profesora Kocho.

Pero, ¿Cuánto le duraría la sutil paz al profesor en ese silencioso pasillo de escuela?

—¿Me escuchan todos?

La voz de Enmu resonaba en los auriculares de todos los involucrados, Kaigaku hizo un gesto de desagrado al tener la floja voz de Enmu hablando directamente a su oído.

—Es hora de dar inicio al plan “sustracción de la profesora Kanae”. Es tu turno, Kaigaku.

El chico de cabello negro solo suspiró cansado y salió corriendo por el pasillo directo a los dos profesores.

—¡Profesora Kocho! Tengo una duda acerca de la lección de ayer.

—Eso no está bien Kaigaku, deberías de preguntar durante tu clase.

—Como la vi pensé que podría preguntar antes de que se me olvidara. De hecho, todo el salón tiene la misma duda ¿podría ir rápidamente a explicarnos?

Kanae palmeó su cabeza y simplemente negó.

—Me hace feliz que quieran aprender, pero no son los únicos alumnos en esta escuela.

La profesora siguió su camino, seguida de Shinazugawa quien no parecía tragarse el cuento del peor grupo estudiando. Los cabellos de su nuca hormigueaban como si predijeran el peligro.

Kaigaku chasqueó los dientes en un ligero tsk, pulsó el botón de su auricular para hablar.

—Enmu.

—Que deplorable actuación —, eso hizo enojar al joven beta de cabellos negros —, de acuerdo, grupo CDLI es su turno. Kaigaku, plan B.

—Entendido.

De inmediato Kaigaku corrió hacia ambos profesores, llamando a gritos a la profesora Kocho, para volver a insistir en que la acompañara.

—CDLI ¡Es su turno! ¡Vayan! —dijo Enmu.

Sin embargo, la respuesta que obtuvo por el auricular fue:

—Esto no era parte del trato.

—¡Sí! ¿¡Qué diablos hace el profesor Shinazugawa ahí!?

—No moveré ni un dedo, el tipo da miedo.

—¿¡Qué mierda dijiste!? —preguntó Kaigaku realmente molesto, no estaba arriesgando el culo en vano.

—¿Kaigaku-kun?

La dulce voz de la profesora Kocho llamó su atención, la había cagado por completo, gritar eso ultimo sin sentido para los profesores fue un garrafal error, debido a que parecía que ese grosero comentario había sido dirigido a la profesora de inglés.

El aura asesina de un alfa molesto se extendía detrás de Kocho. Sí, Kaigaku es un beta, pero incluso él puede sentir el aroma lleno de odio de como Shinazugawa quiere molerlo a golpes.

Enmu suspiró, perderían el EIB antes de siquiera iniciarlo. Así que uso sus bajas artimañas.

—Kaigaku-kun~ —habló con su suave y aterciopelada voz de omega —si convences a la profesora, dejaré que me invites al cine. Si me complaces lo suficiente, te dejaré tomarme la mano, besarme o hacer algo más.

Kaigaku lo sabía, Enmu había provocado a uno de los tantos demonios de la escuela.

—¡No dejen que ese maldito sucio toque a Enmu-chan!

—¡Mátenlo!

—¡Aleja tus sucias manos de Enmu-chan, cabrón!

—¡Atrápenlo!

El plan B había dado comienzo. Una ola de alumnos furiosos vestidos como verdugos, llevando antorchas y tridentes, apareció de repente alrededor de los dos profesores y Kaigaku. La riña se dio rápidamente, y así como habían llegado, el grupo CDLI se habían ido, cargando dos bultos envueltos en sacos.

 

 

En el pasillo más alejado del edificio se encontraban los dos grupos de tercero, tanto los del E como los del F se veían los rostros esperando a su supervisor.

La ola de estudiantes furiosos vestidos de verdugos llegó, dejando suavemente en el suelo uno de los bultos.

—Oye viejo, ¿por qué dos bultos? —cuestionó Gyutaro.

—Un hereje será juzgado por querer mancillar a nuestro idol Enmu-chan. El otro bulto es la profesora Kocho —anunció el líder de CDLI.

—Estos idiotas se tomaron muy enserio lo de sustraer —dijo Douma.

Su pequeña charla fue interrumpida por la representante de la clase E, Susamaru.

—¿Terminaron de hacer sus estupideces, pequeñas sabandijas?

—Ya veremos quién es una sabandija cuando terminemos con ustedes —Douma se colocó enfrente de su clase, era el que lideraría el frente, por lo que lucharía con todo desde el inicio.

El grupo de CDLI liberó a la profesora Kocho, pero al momento de quitarle el saco un horrible olor a alfa molesto inundó el pasillo.

Sentado en el suelo, con los brazos cruzados sobre su pecho, el profesor Shinazugawa trataba de retener, de muy mala manera, el enojo que sentía.

—Una expulsión será lo último de sus problemas cuando termine con ustedes, idiotas.

Douma chilló agudamente, matemáticas definitivamente era una muy mala materia para él, y para muchos del salón.

Aprovechando la oportunidad dada por sus enemigos, el salón E hizo su jugada.

—¡Profesor Shinazugawa! ¡Acepte un EIB, por favor! —pidió Susamaru.

—Lo acepto.

En medio de todos apareció un diminuto cubo que de inmediato se extendió, cubriendo dentro de él a todos los alumnos y al mismo profesor. El área dimensional para los seres invocados se había desplegado, haciendo a las paredes teñirse de un azul rey con patrones de cuadriculado.

—¡Invocación! —el segundo representante de la clase E, Yahaba, hacía acto de presencia. El chico extendió su mano e invocó a un pequeño ser que se parecía a él, pero con los ojos cerrados y en sus manos los globos oculares. Sus puntos de ataque son de 65.

De inmediato Douma fue empujado hacia atrás por Daki, tomando ella el liderazgo de manera repentina.

—¡Ahora solo eres un estorbo! —gritó a Douma.

Daki extendió su mano para invocar a su propia miniatura, una pequeña demonio de cabellos blancos como los de ella, con un trajecito sexy y revelador, de su espalda salían apéndices que eran creados por la faja que la rodeaba. Los puntos de ataque eran de 89.

Yahaba se sorprendió ¿Cómo era posible que alguien de la clase F tuviera una puntuación mejor que la de él?

Daki no se contuvo y atacó directamente al chico, haciendo que sus puntos llegaran a cero en un abrir y cerrar de ojos. Afortunadamente y para sorpresa de muchos, Daki, siendo como es, es la mejor en matemáticas de su clase.

De repente, frente a ellos estaba el supervisor de la escuela, Muzan Kibutsuji, tomando a Yahaba del cuello de su uniforme y jalándolo fuera del área de invocación.

—Aquellos que llegan a cero en un EIB, serán llevados a clases extra de recuperación —sentenció Muzan.

Yahaba se quejó, comenzando a patalear y pedir que lo rescataran.

—¡No me dejen con este demonio! —rogó mientras desaparecía por un extremo del área de invocación.

No había de otra, si ambos grupos pedían terminar el EIB se tomaría como que ambos perdieron y tendrían que tomar clases complementarias con Muzan. Y eso era mil veces peor que estar con el profesor Shinazugawa.

—¡Hagan una defensa! Detendremos lo más que podamos —ordenó Daki a sus compañeros.

Dentro del salón F, las frágiles puertas de shoji eran reforzadas por las mesas de té.

Sentado con su perfecto seiza en su cojín desgastado, Kokushibo tomaba pacientemente una taza de té. Frente a él estaba Akaza, esperando alguna orden del mismo.

—Entonces, ¿Cuál es el plan? —preguntó Akaza.

—¿Plan? —contestó Kokushibo.

—¿¡No hay plan!?

—Solo sentamos las bases y nos arriesgamos a lo que pueda pasar —. Kokushibo sopló delicadamente a su taza de té antes de darle un sorbo —Tal como en la guerra, cuando el ejército contrario sea derrotado o su líder caiga, es cuando se decidirá el ganador. El primer paso hacia la derrota del enemigo es hacerlos retroceder.

—¡Nos están haciendo retroceder! —el grito de Daki se escuchó desde el pasillo.

Akaza se sintió preocupado por perder.

—No le des importancia. El grupo E es mejor que nosotros en promedio, pero incluso a ellos les costará llegar hasta mi a tiempo — tranquilo, dio otro sorbo a su té —. Además su líder está en el frente de batalla, cualquiera de nosotros puede derribarla.

 

 

Susamaru extendió su mano y frente a ella apareció una versión suya en miniatura, parecía un pequeño demonio de seis brazos con un balón de vóley en cada uno. Su puntaje es de 96.

Hábilmente atacó a Daki, reduciendo tres puntos por cada balón que golpeo a la pequeña invocación de la albina.

—¡Daki!

Frente a ella se colocaban las invocaciones de Gyutaro y Enmu, con 34 y 41 puntos respectivamente.

—Odio decir esto, pero te cubriremos para que puedas tomar el examen de recuperación —dijo Enmu.

—Odio decir esto, pero gracias.

De inmediato Daki salió corriendo del área de invocación, haciendo que su pequeña miniatura desapareciera; fue directo a un aula exclusiva para el examen de recuperación.

En el aula se encontraba el profesor Rengoku, supervisando el examen de Hakuji.

—¡Quiero tomar el examen de recuperación! —pidió la albina.

—¡Claro! ¿Qué materia?

—Matemáticas, por favor.

Hakuji dejó de escribir y volteo a ver a Daki.

—¿¡Qué diablos pasó!?

—Larga historia, ahora solo toma el de matemáticas.

Hakuji gruñó en molestia.

—Y yo aquí perdiendo el tiempo — volteó hacia el profesor Rengoku y pidió un cambio de examen.

 

 

—No aguantaremos mucho más tiempo —se quejó Enmu.

Más de la mitad de la clase había sido vencida, Douma solo duró un golpe de un personaje sin relevancia, pues su pobre invocación solo tenía 20 puntos en matemáticas.

—Defiendan a los que tengan menos puntos, retírense poco a poco y…

Las palabras de Enmu fueron cortadas repentinamente, detrás de su pequeña invocación, una miniatura de él con traje sastre, aparecía el ser invocado de Susamaru. Antes de que el golpe le quitara sus últimos 2 puntos, el ataque fue repelido por la miniatura de Kaigaku, sin embargo, esa defensa le costó 18 de sus 32 puntos.

—Tus pecados aún no han sido expiados, Kaigaku —habló el líder de CDLI —, sin embargo, eres el ultimo que queda para proteger a Enmu-chan —gritó de manera aguda mientras era arrastrado junto a más de sus miembros por Muzan.

Rápidamente Kaigaku y Enmu corrieron adentro del salón, justo a tiempo para evitar el ataque masivo de Susamaru. El resto de sus compañeros no corrieron con la misma suerte.

Lamentablemente ese movimiento fue en vano, ya que el grupo E les dio alcance y terminaron con el resto de sus puntos.

—Este es el final, Kokushibo-san —la voz llena de orgullo de Susamaru se dejó escuchar, abriéndose camino entre sus compañeros hasta llegar al líder del grupo F.

Kokushibo ni se inmutaba, sentado aun al estilo seiza, la seriedad de su rostro no se perdía.

—¿Estás segura de haber terminado con todos mis subordinados?

Akaza volteó frunciendo el entrecejo, ¿él? ¿subordinado? ¡jamás!

La clase E observó a Akaza, y muchos recordaron la manera en la que fueron golpeados por el alfa de cabello rosa.

Retrocedieron del miedo, ¿Qué clase de monstruo podía invocar ese sujeto?

—Por si no lo saben, Soyama viene de la escuela del Norte. Del gran instituto para Alfas y Omegas de élite.

Todos contuvieron el aire, solo los chicos de la clase A eran dignos oponentes de esa escuela, académicamente hablando.

—Son todos tuyos.

Akaza sonrió poniéndose de pie, frente a ellos se colocó en posición de ataque, dispuesto a ganar tiempo o en su defecto, ganar por sus propios méritos.

—No se contengan, puedo con todos al mismo tiempo.

En eso llegó el profesor Shinazugawa.

—Para tus pensamientos destructivos, Soyama. Las peleas son por medio de seres invocados, no un mano a mano.

Akaza podría no haberse dado cuenta, pero todo su cuerpo tuvo un espasmo ante tal revelación.

Entonces alguien le gritó a Kokushibo:

—¿¡A quien quieres hacer pendejo!? ¡El Soyama inteligente es la versión nocturna, no el tuti-fruti!

Eso sí que cabreó a Akaza, quien rápidamente alzo su mano e invocó a su pequeña miniatura, una copia de él, pero con marcas por todo el cuerpo y el rostro, piel pálida, vestido con un pantalón bombacho, un chalequito y tobilleras de cuentas ambos de color rosa; imitaba la pose de pelea que anteriormente había hecho el invocador.

—Esa cosa fea parece que tiene un balón de básquet por cabeza.

Tanto el ser invocado como el invocador se enojaron.

En un abrir y cerrar de ojos los alumnos con menos puntaje fueron derrotados. El débil 22 de ataque de Akaza no era nada contra el resto de puntos de Susamaru, pero su ventaja era la velocidad.

La chica se molestó, ordenó el ataque masivo contra Akaza, pero en eso llegó Hakuji.

—¡No cambien de materia a la mera hora, maldita sea!

La invocación de Hakuji apareció, una miniatura con el mismo trajecito que el de su hermano, la diferencia es que el suyo tenía un mejor color de piel, las marcas no estaban y el chalequito y las cuentas eran de color negro.

De un golpe de su diminuto puño aniquiló al resto de los alumnos del grupo E, dejando solo a Susamaru.

—¿Qué diablos? —, Susamaru palideció inmediatamente al ver los puntos de Hakuji —, ¿¡375!? ¿¡Como un maldito monstruo como tu está en esta clase mediocre!?

—Eso es… ¡Por culpa del amor!

El segundo golpe de Hakuji aniquiló la miniatura de Susamaru.

El Examen de Invocación en Batalla termina con la victoria para la clase F.

 

 

La luz del atardecer entraba por las deterioradas ventanas del salón, en el suelo se encontraba sentada Susamaru, sintiéndose miserable por la derrota.

Hakuji estaba satisfecho, tal vez las instalaciones de la clase E no eran las mejores, pero por lo menos no sacaban polvo al momento de pisar el suelo.

¡Koyuki podría venir a la escuela sin tantos problemas!

—Entonces ¿pedirán nuestro salón? —la voz de Susamaru tenía un fino toque de tristeza.

—No —contestó Kokushibo.

—¿¡Qué!? Oye, eso no fue parte del trato –se quejó Hakuji.

Kokushibo solo sonrió, el sonido de la puerta deslizándose hizo voltear a todos los presentes.

—Realmente eres rápido, Kokushibo —mencionó Akaza.

—Akaza, sigo aquí.

La cabeza de Akaza saltaba de izquierda a derecha, efectivamente, había dos Kokushibos, uno al lado de él y otro en la entrada del salón, ¿la diferencia? El apacible rostro sin ninguna mala o doble intención del recién llegado.

—¿Qué te trae aquí, Yoriichi?

—No tienes por qué ser tan áspero conmigo, hermano.

—Ve al grano.

Yoriichi hizo una reverencia antes de empezar a hablar.

—Me presento, soy Yoriichi Tsugikuni y vengo aquí como el embajador de la clase 3A. Nosotros, la clase A, les declaramos la guerra a los de la clase F.

La sorpresa no se dejó esperar. La reacción de los pocos que se encontraban ahí fue de shock.

¿La clase A? ¿La mejor clase de la escuela, les declaraba la guerra?

Por supuesto, Kokushibo sonrió. Era lo que él esperaba.


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