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Angra Mainyu por Mascayeta

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Notas del capitulo:

Perdón la demora, no me vuelvo a perder, por eso, un capítulo largo.

—¡¿Qué significa esto Harry?!

El reclamo de Ginny era más que lógico, El Profeta no se contentó con publicar el abrazo entre él y Draco, sino que había un primer plano de como le sostuvo la mano el resto de la rueda de prensa.

—Nada, no significa nada.
—Eres un cínico Potter.

Ginevra lanzó el diario a su cara marchándose enojada, por su parte Hermione esperó a que quedarán solos para lanzar un Muffliato y poner en marcha su plan.

Potter la escuchó mientras veía como la castaña se acercaba para sentarse a horcajadas sobre él, una vez la tuvo encima, el azabache con lentitud recorrió el muslo de Hermione para subir su mano por debajo de la falda teniendo cuidado de no tocar más allá de lo debido, pero si generando la sensación de que deseaba tenerla.

Harry sonrió cuando Granger le contó que conocía su secreto con Draco, ¿acaso creía que podía presionarlo con eso?

Antes de hacerse ideas que no eran y actuar de manera impulsiva como siempre, decidió oír todo lo que su examante tenía en mente. No se equivocó con el chantaje, pero no dijo nada, preferiría dejarla pensar que ella tenía el control, si la alertaba sobre que poseía información que la pondría una larga temporada en Azkaban, los demás planes se vendrían al piso. Por eso, desvió la conversación a un terreno que le diera algo de ventaja.

—Mione, ¿Sabes cuánto deben los Malfoy por "justicia y reparación" a la sociedad mágica? —el gesto de desconocimiento fue el punto de partida para la manipulación a la cual se aferraría Harry—. Seamos sinceros, una dupla formada por el  Salvador de Mundo Mágico y la primera Ministra nacida de muggles, nos daría poder absoluto en muchos campos, pero sin Galeones, lograrlo es una utopía.

—Eres demasiado adinerado Harry —contestó Hermione jadeando levemente por el roce de los dedos del azabache por uno de sus glúteos.

—Tu amiguita me hizo perder mucho dinero por actuar sin contarme lo que ustedes querían hacerle a Draco —la castaña se tensó por la afirmación, Potter con la mano que sostenía su cadera la acercó con fuerza hacia él—. Ha sido difícil recuperar lo de los impuestos, los acuerdos con los trabajadores despedidos, y las pérdidas por retirar todas las campañas publicitarias donde la cara de Ginevra aparecía, ni Bill Gates soportaría tan alta salida de dinero al mismo tiempo, más cuando los ingresos no son equiparables.

Una risa suave salió de los labios de Hermione, Potter iba por buen camino, pero debía darle lo que ella necesitaba escuchar.

—Siempre hemos sido un buen equipo, hoy perdí otros 70 mil galeones por Malfoy, y quiero recuperarlos —los ojos marrón expresaron confusión—. Nunca pedí nada como recompensa por todos mis "trabajos" en Hogwarts, o por la muerte de Voldemort, si me hubiesen contado con Ginny lo que hacían en contra de Draco y su familia, quizás hace rato los tendríamos destruidos, si acostarme con él generó que me diera su varita, que presionara a Lucius para que delatara los escondrijos de los mortífagos, y que su madre mintiera a Voldemort, ¿No crees que hace rato tendríamos su fortuna?

Hermione se percató que Harry tenía razón, antes y después de la batalla de Hogwarts, por medio de Snape y luego de manera directa, Lucius les dio información que ayudó en la captura y desmantelamiento de nuevas células de mortífagos, así como le proveyó a Greyback como principal arma contra estos.

—Y ¿Yo qué gano si te ayudo?

Harry sabía que las promesas en el mundo mágico, y más con la habilidad que tenía Hermione para hacer hechizos no verbales, equivalía a una promesa que le haría cumplir.

—Soy un hombre casado, con compromisos por mi herencia y contrato matrimonial, hay cosas que deseo y que puedo compartir... —Granger sonrió, no por nada era la bruja más inteligente de su generación, así que continuó despreocupadamente—, un hijo...una fortuna de los traidores... o de los sangre pura.

Potter suspiró mostrándose cansado, retiró con cuidado a Hermione de encima suyo, caminó hasta donde mantenía las botellas de licor y se sirvió una de whisky muggle, no le ofreció a la ministra porque ella no bebía.

—Pero son promesas vacías Mione, tengo un millar de obligaciones, además, no quiero desproteger a mis niños, Albus, Eris, Teddy y Hugo.

Los pasos de alguien entrando a la sala evitaron que Granger diera una respuesta.

Cameron observó la escena, Harry era tan predecible como irracional para tomar sus decisiones, estaba claro que la situación en la rueda de prensa le hizo mover las fichas de manera impulsiva, no se arrepintió de la visita que había hecho horas atrás.

Saludó con frialdad, necesitaba hablar con Potter sobre su viaje a Estados Unidos, la MACUSA pedía su presencia para un análisis de pociones, sin embargo, avisar de que se ausentaría frente a esa mujer era darle la oportunidad que buscaba ella y Ginevra para hacerse cargo de los niños. Sandoval habló de las reuniones al día siguiente con un modelo que iría en horas de la mañana, de igual manera le expuso la visita a las fábricas y continuó con un detallado informe de lo ocurrido con los contratistas muggle.

Hermione se sintió ignorada, deseó a ambos magos una buena noche para retirarse a sus aposentos, subió las escaleras de Grimmauld Place pasando por la habitación del árbol genealógico de los Black, giró el picaporte empujando la puerta que no cedió por más fuerza que hizo.

Apuntó su varita para lanzar un Annihilare, el hechizo era de los más fuertes de apertura, bien utilizado se podía comparar con un Cistem aperio, abría la cerradura de manera brusca y dejaba expuesto lo que hubiese en el interior del lugar que se quería revisar. De no hacerlo bien y regulando la potencia, destruía la cerradura, algo muy malo para su objetivo, descubrir el secreto de Harry detrás de esa puerta.

Lo que no esperó fue que la casa respondiera a su ataque arrojándola con la misma energía del encantamiento hacia atrás.

«Malditas casas de los sangre pura, pero no les durará por mucho».

Maldijo Granger enardecida por el golpe que se dio al caer, con el orgullo lastimado, se retiró enojada y arreglándose la ropa, no tuvo tiempo de ver al elfo doméstico de la familia Black que apareció y sin problema alguno abrió la puerta para revisar que lo existente dentro de la habitación siguiese sin ser perturbado.

—¿Todo en orden Kreacher? —Lord Black cuestionó al percibir la magia de la Ministra.

—La sangre sucia trató de entrar en la habitación señor —repuso el elfo con una reverencia—. Kreacher vino a proteger el árbol como me pidió el amito Regulus.

Harry se sorprendía de la lealtad del viejo sirviente a una persona que murió hace tanto tiempo, nunca nombraba a Sirius y cuando lo hacía, siempre había un tono de queja, hasta dolor en algún instante percibió.

—Gracias, regresa a Hogwarts y procura estar pendiente de mi llamado, pronto volverás a esta casa, a servir a un legítimo Black.

El elfo observó a Potter aproximarse al árbol genealógico de la familia y acariciar el retrato borroso de uno de los descendientes. Detalló la nueva estructura del mural dándose cuenta que varios de los que la señora Walburga había quemado se encontraban allí, pero lo que más le llamó la atención fue descubrir que la traidora Weasley no se enlazaba con el Lord.

—Kreacher estará pendiente del llamado de Harry Potter, siempre servirá a los Black cuando lo necesiten.

Eso fue suficiente para el ojiverde que le permitió irse, regresó a la imagen de Draco que cada vez tomaba más resolución, era la ventaja de ese símbolo de poder, en este se reflejaban las uniones de magia por alianza, beneficio o por destino, por eso Ronald también se vislumbraba junto a Cameron. Cuando su amigo y cuñado aceptó la herencia Prewett y realizó los hechizos y pactos requeridos por los Sangre Pura, fue perdonado por la Magia Ancestral, y por eso aparecía allí, a diferencia del resto de los pelirrojos.

Exhaló con algo de decepción, no le gustaba para nada el viaje de Sandoval a América, pero él tenía razón, con los días Hugo mostraba un deterioro en el núcleo mágico debido a que la única fuente de magia que tenía era Ron, y al ser separado de manera brusca por el requerimiento de la herencia que hacía Molly, el pequeño fue despojado por completo de la protección familiar.
Aunque no lo comprendía muy bien, ya que él al igual que muchos otros infantes, nunca crecieron con sus padres y no sufrían d debilidad o agotamiento de la magia. Fue así como Cameron le explicó que personas como él y Voldemort siempre fueron deseados y queridos por sus madres, tanto así que Merope en vez de abandonar al niño en la calle buscó un lugar donde creciera y tuviese la oportunidad de un hogar, el error de ella fue que lo dejó con los no-mag, por eso los maltratos y el odio que desarrolló Tom.

Así mismo, los Potter siempre lo protegieron, aun después de muertos. Por el contrario, Hugo encapsuló la magia dada por Ron cuando Hermione lo negó cortando el vínculo, el feto creció como un niño normal hasta que fue dado a luz, y reconocido por su padre que prefirió dejar sus prejuicios por los Sangre Pura para que su hijo viviera. No obstante, hasta el año era vital que Ron y la casa Prewett lo cuidara, algo que con las acciones de Molly se vio interrumpido.

Harry no pudo negarse al viaje de Cameron con Hugo, y tampoco que se encontrara con Ronald que estaba en Nueva York como le dijo Draco. Si lo hacía era condenarlo a ser un Squib, tanto al niño como al joven destinado de Weasley, en el mejor de los casos, el otro escenario deseaba no imaginarlo, ser el responsable de dos muertes más era algo que no quería en su vida.

Por el momento, debía platearse un viaje con los niños, lejos de quienes pudiesen darse cuenta de la ausencia de Hugo, hacía meses que Molly no le transmitía ninguna confianza, quizás como algún día le dijo Andrómeda, el tiempo cambia a las personas y en especial cuando se ha sufrido tanto.

Tan pronto llegará, se preocuparía por la adopción mágica de Scorpius. Los avances hechos con el permiso de Astoria, se vinieron al piso cuando en Janos, Malfoy destruyó todo contrato previo,  con el ritual de reclamación. Podía jurar que el rubio conocía muy bien el paradero del niño, no obstante, antes de quitárselo, haría todo lo oso le para hundirlo. Ese era el juego entre ellos, un todo o nada, donde nunca había un ganador, sólo la posibilidad de un nuevo reto.

La presencia de un tercero en la habitación le dio el motivo que necesitaba para sacar del medio al intruso. A un buen volumen de voz, Harry acarició el retrato que el árbol genealógico mostraba difuso, pero reconocible.

—No importa lo que deseas Dragón, eres mío y pronto estaremos juntos...te amo y amaré por siempre.

Ginny se tapó la boca para no gritar, apoyándose de la pared del corredor camino hasta su habitación para al cerrar la puerta derrumbarse. Claro que lo sabía, pero nunca lo escuchó de Harry, esa declaración la rompió por completo, no la merecía cuando había hecho tanto por tenerlo.

En ese instante Ginny odió a su esposo, lo odió por no ser correspondida, porque a pesar de todo, ella tenía claro que sin Potter su mundo perdería sentido, desde los diez años su vida giraba en torno a él, incluso dejó lo que alguna vez creyó eran sus sueños para darle la familia que él siempre quiso, no fue su culpa que James se atorara con un juguete, tampoco que debido a su vida amorosa escolar, su útero quedase débil  y que con el nacimiento de Albus no pudiese volver a procrear, ella era una mujer con aspiraciones, las mismas que deshecho por mantener a Harry Potter a su lado, porque "él" era la única persona que podía estará a su lado. Nadie era suficiente para la gran heroína de guerra Ginevra Molly Weasley Prewett.

Tal y como su madre siempre se lo dijo y recalcó, «la única persona que te merece es Harry Potter. Eres su destino por todo lo que hemos hecho por él en estos años, nos lo debe».

Ginny pensó que Molly se equivocaba cuando en quinto año tuvo que aguantar que Harry sólo tuviera ojos para Cho Chang. Fue hasta en sexto logró que se fijara en ella, su primer beso después del juego de Quidditch, su primera vez juntos en el cobertizo de La Madriguera.

Sonrió por la memoria de lo buen amante que era su esposo. Esa noche Harry dijo que jamás había hecho el amor con alguien, para ella fue una cachetada porque ya no era la niña pura que el azabache creía, sin embargo, Ginny le aseguró que tampoco había estado con ningún hombre. Fue una ilusa, pensó que si no tenía experiencia, no se daría cuenta de que no era casta, muy tarde comprendió el significado de la frase.

No es igual tener sexo que entregar el corazón en el acto, algo que ella comenzó a hacer cada vez que se acostaban, pero que ahora que analizaba su relación, se daba cuenta que Harry después de esa primera vez, nunca hizo.

Recordó cómo tras el entierro de Dumbledore, su actual esposo le pidió tiempo, la búsqueda de los horrocruxes y la proximidad de la batalla final equivalía a convertirla en viuda incluso antes de pedirle formalizar su relación, Ginny aceptó el trato, se separaron, hasta que una noche llegó y le propuso formalizar su compromiso, y aunque por fin obtenía lo que deseaba, percibió en los ojos de Harry confusión y miedo. No le dio importancia, otra vez Molly la tranquilizó, en medio de una guerra pocos son tan valientes de comprometerse, y eso equivalía que si Potter fallecía, ella sería su única heredera porque la magia la reconocería como su esposa.

Esa semana previa al enfrentamiento final, compartieron como amigos y amantes, empero, comenzó a ver cambios en la actitud del ojiverde, la declaración de amor carecía de emoción, se oía más a una obligación por el agradecimiento que lo unía a su familia.

Buscó calmar sus dudas con Dean Thomas, esa fue también la última vez que le fue infiel a Harry, al salir del salón de menesteres caminó por los oscuros y fríos pasillos de Hogwarts, y fue allí donde comprendió a quien pertenecía la sombra que cubría su romance. Desde ese día se colocó como meta evitar que le arrebataran a Harry, más cuando era su obligación, se lo debía, y para conservarlo actuaría de manera inteligente y con astucia.

Por lo que se propuso hacer eso, vivir para y por él, darle gusto en lo que quisiera y favorecer su rol de héroe, por eso le pidió un anillo que pudiese mostrar como evidencia de su compromiso, aunque para Potter eso fue una tontería, tomó el único recuerdo del matrimonio de Lily Potter y se lo puso en señal de que pronto serían una verdadera pareja. 

Ese día lució la argolla frente al grupo de Slytherin donde estaba Malfoy, quien reconoció la calidad de la joya, marchándose sin siquiera responder a su desafío. 

Ese día creyó que sus temores eran infundados, el rubio sabía que iba a terminar en Azkaban, o muerto, así que se descuidó.

Terrible error, los vio al final de la guerra, la magia de Harry lo cubrió y ella pudo ver, al igual que Ron, el lazo de los destinados, el mismo que tenían Scorpius y Albus, y Teddy con Victoria.

No fue fácil, hundirlo en Azkaban, crear pruebas falsas con ayuda de Hermione, y mientras esta trataba de que Flikiers lo hundiera en la locura de los dementores, ella procuró debilitar a los únicos por quien Draco daría su vida, Lucius, Narcissa y ese bebé de Astoria. Uno que ahora era suyo, y al que Harry protegía tanto como si lo hubiese parido.

Se incorporó, limpió las lágrimas y se arregló lo mejor posible, era tiempo de retomar el papel y lugar que le correspondían como esposa de Harry Potter, y eso significaba deshacerse de los estorbos.

—Como siempre decía mi madre, la mala yerba se corta de raíz.


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