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Quédate junto a mi (fic de South Park) por klaushunlove

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Quédate junto a mi




 


Bastará decir que soy Tweek Tweak, el actor que mató a Craig Tucker. Un sucedo que, supongo, está en el recuerdo de todos.


 


En este relato no justifico a mi persona ni planeo expiar mis culpas pues sé que soy un hombre y un humano con defectos, como todos aquí. Tampoco me importa lo que piensen de mí o lo que crean y/o piensen acerca de mi persona pero sí pido que al menos uno de mis lectores logre comprender lo que hice y el por qué maté al único hombre que amé y que era mi única alma gemela destinada, la única persona que pudo haberme comprendido.


 


Recuerdo el día exacto cuando vi por primera vez a Craig. Era 20 de junio del año pasado, estaba actuando como “Arturo” en la obra llamada “Cinema Utopía”* cuando me di cuenta de un hombre, quien más tarde supe que se llamaba Craig, me estaba mirando fijamente. Sus ojos no solo miraban al personaje, sino que también miraban mi alma a través de mis ojos. Sentí que estaba mirando a mi alma gemela en el público.


 


Pero cuando terminó la obra y finalmente pude salir del escenario para buscarlo, él ya se había ido. Sentí como mi corazón se apretujaba cuando supe que él ya no estaba. Mi alma nunca se había sentido más sola y lo único que pude hacer fue buscarlo. Lo busqué durante meses hasta que un día lo vi entrar a un edificio gris y cuadrado.


 


Mi corazón estaba dichoso. Y, armándome de valor, entré a la recepción del edificio. -Buenas tardes caballero. ¿Qué desea?- recuerdo que me dijo la recepcionista que en su etiqueta decía Bebe.


 


-Bueno, vine a buscar a una persona de cabello negro y que entró hace como unos 20 minutos.- dije.


 


-Señor, lo lamento, pero una de las políticas de la empresa es el resguardo de nuestros trabajadores. Si no nos dice el motivo o el nombre del empleado que busca, le pido que se retire del lugar o me veré obligada a llamar a la policía.-


 


Y sin poder estar en el edificio, me quedé afuera esperando a Craig. No me importó que no tuviera nada conmigo excepto mi billetera. No me iba a ir del lugar hasta ver salir a mi amor.


 


Y valió la pena. Nunca supe cuantas horas habían pasado, pero cuando lo vi salir del edifico, pude sentir como mi alma vibraba en sintonía con la suya. Él era realmente mi alma gemela.


 


Sin importarme nada, lo agarré del brazo mientras Craig, inmutado, se dejó llevar por mi hasta una pequeña plaza no muy lejos del edificio gris y cuadrado del había que había salido él.


 


Nos quedamos mirando a los ojos el uno al otro y pude sentir como mi alma finalmente estaba en paz, como había encontrado a la persona que me complementaba y que me entendía. Finalmente ya no sentía esa soledad angustiante que me acompañó durante tantos años.


 


-Eres el actor de esa obra de teatro que fui a ver hace unos meses.- Dijo.


 


Mi aliento se me quedó atrapado en la garganta y durante unos segundos no pude decir nada.


 


-Eres difícil de encontrar.- Recuerdo haberle dicho como unas primeras palabras. Mi angustia y felicidad se hicieron notar ante mis palabras y él se había´dado cuenta, estoy seguro. -¿Cómo te llamas?-


 


-Craig. Craig Tucker.- Mencionó mientras una ligera sonrisa se formaba en sus labios. -¿Y tú?-


 


-Me llamo Tweek Tweak.- Dije. -Mis padres tenían un sentido del humor estúpido, parece.-


 


Nunca supe si era por el chiste, por mi nombre o por algo, pero Craig se rió a carcajadas esa tarde. El sonido me pareció como si los ángeles me hubieran cantado y no por primera vez desde que lo conocí esa tarde, mi alma y corazón se sintieron completos.


 


Nos tomamos de las manos y nos quedamos mirando como anochecía como si fuéramos las dos únicas personas en el planeta. De verdad sentí que él era mi alma gemela.


 


Desde esa tarde nos empezamos a conocer aún más y nos dimos cuenta de que éramos totalmente compatibles, pero yo igual me seguía preguntando cosas. Especialmente si me entendía realmente, si me amaba como yo lo amaba a él, si él sentía lástima por mi y más.


 


Mi ansiedad se había disparado y no encontraba paz si no estaba cerca de Craig o si no estaba actuando. Mi tartamudeo había regresado y cada día me sentía un poco más cansado, pero aún así, era feliz. Era un hombre que se sentía completo con su alma gemela. No podía pedir más.


 


Sin embargo, no quería que Craig se fuera de mi lado. Lo quería ver en todo momento y despertarme con él todas las mañanas. Le había pedido que dejara su trabajo y que estuviera conmigo todo el tiempo. Que nuestro amor y nuestro lazo nos era suficiente para estar juntos por siempre pero él siempre se negaba. Nunca despertaba conmigo en las mañanas y era obstinado en no dejar su trabajo. Decía que era un signo de su independencia y que no lo quería dejar.


 


Cuando decía esas cosas, me dolía en el alma porque él no sabía que yo ya no era un ser independiente. Eso lo perdí cuando lo miré por primera vez en el teatro. Mi vida ya no era mi vida, era la vida de ambos.


 


Sin embargo, él seguía negándose y tanto fue así que lo seguí un día completo. Vi como entraba al edificio gris y cuadrado y como salía en la tarde caminando para llegar a una pequeña casa a no menos de 20 minutos del lugar de trabajo de Craig.


 


Lo seguí y traté de ver y oír lo que hacía en esa pequeña casa. Y grande fue mi sorpresa. ¡Craig estaba besando a otro hombre! ¡Me estaba jodidamente engañando!


 


Me sentí ultrajado, furioso y con una tristeza que nunca antes había sentido. Me fui a mi apartamento y me traté de calmar. Mi alma estaba rota pero traté de pensar con racionalidad.


 


Si Craig estaba con él, significa que seguramente tenía otro amante. ¡Un montón de otros amantes y yo era solo parte del montón! Recuerdo que lloré y lloré como no lo hacía desde que era niño.


 


Al día siguiente ya no volví a seguir a Craig. No podía soportar ver a los otros amantes así que solo fui a la pequeña casa y miré al tipo que estaba dentro. Era un chico de mi edad aproximadamente, tenía el cabello castaño y era un poco regordete. Pero lo que más me llamó la atención era que estaba ciego. Cuando caminaba lo hacía con un bastón y cuidadosamente tocaba las cosas. Me enfurecí aún más. Ese hombre era imperfecto, como yo y como todos, y no se merecía el amor de Craig.


 


Volví a mi apartamento y no pude dejar de pensar en él y en los otros amantes de Craig. No podía creer que yo solo era una parte del montón y eso no podía seguir siendo así.


 


Ese día llamé al que sentí, y sigo sintiendo y creyendo fervientemente, que era mi alma gemela a que pasara la tarde conmigo. Pero cuando llegó, mi amor y mi devoción se habían contaminado con lo que había descubierto.


 


Entró, me abrazó, me dijo que me amaba y fue al sofá, que tantas veces había visto nuestro “supuesto” amor. Ese día fui a la cocina y agarré un cuchillo.


 


No estaba pensando claramente y en ese rato nada me importaba y cuando Craig me vio con el cuchillo en mano, pude ver como se había puesto nervioso. Aquel día, si mi memoria no me falla, uno de mis vecinos se había ido de vacaciones y el otro estaba trabajando, por lo que estaba medianamente solo en el edificio y mi apartamento estaba en el quinto piso, por lo que la única salida era la puerta que había bloqueado.


 


-Me estás engañando.- Recuerdo haberle dicho y Craig se quedó sentado allí, en el sofá con el rostro sin mostrar ninguna emoción y él dijo -No, no te estoy engañando. Tú eres el amante.-


 


-Pero por qué.- yo ya estaba llorando en ese punto. Yo solo quería saber el por qué. -¿Por qué me haces esto? ¡Pensé que éramos almas gemelas!-


 


-No, no lo somos. No sé que película te hiciste en la cabeza pero no somos almas gemelas o, al menos, no somos almas gemelas destinadas. Yo no soy tuyo como tú no eres mío. Somos dos personas distintas entre sí.-


 


Y cuando dijo eso, mis sentimientos arrancaron de mi. No sentí nada, solo vacío, tristeza y rabia, por lo que con el cuchillo en mano corrí hacía él y se lo clavé en el cuello, en la cara, en su abdomen, en todas partes. Solo quería sacar esta rabia y tristeza de mi y nunca volver a sentir nada más porque mi alma gemela había renegado de mi.


 


Recuerdo que estuve horas allí, con el cuerpo de Craig en mi apartamento y yo cubierto de sangre. Finalmente había llamado a la policía, me arrestaron y la noticia se volvió de índole nacional. La policía dijo que fue un crimen pasional, pero nada está más lejos de la realidad.


 


El asesinato de Craig Tucker no fue pasional, sino que fue de despecho, de saber la única persona que consideré la otra mitad de mi, no logró entenderme como yo pensé que lo hacía y aún así es de lo único que me arrepiento en vida, de haber matado a Craig Tucker, la única persona que pudo haberme comprendido en vida completamente.


 


~Fin.

Notas finales:

*Es una obra de teatro que de verdad existe y Arturo es uno de los personajes de la obra.

 

Notas:

Bueno, obviamente este fic está basado en el libro "El túnel" de Ernesto Sábato. Obviamente no logré captar el desarrollo psicológico (ni planeaba hacerlo) pero de todas maneras me gustó como quedó.


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