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La complicada vida de Draco Malfoy por Orseth

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            Barnett había regresado a su departamento de soltero en donde llamó a Andreas.

            -¿En serio se te ocurrió platicar eso en su habitación? –Preguntó sentado en un sofá fumando un cigarrillo mientras Barnett caminaba impaciente de un lado a otro- ¿Por qué mejor no lo despertaste y  le diste un café mientras le decías “me desharé de ti y me quedaré con tus hijos”?

            -¡Cállate Andreas, no me estás ayudando!

            -Pues no entiendo para que me llamaste ¿yo que puedo hacer?

            -Ayúdame a pensar… ¿Dónde diablos pudo meterse?

            -¿Ya investigaste los demás hospitales?

            -Sí, mi investigador se está encargando de eso, incluso alguien vigila Grimauld place.

            -Entonces no queda más que esperar ¿crees que les cuente a los abuelos?

            -No lo creo, lo que quiere es alejarse de los MacLeod.

            -Entonces como dije, solo queda esperar… por cierto Barny ¿en serio ibas a hacer lo que dijiste? ¿no se te hace un poco mierda todo eso?... digo, quitarle a sus hijos y mandarlo a Azkaban…

            -Se lo merece por traidor –respondió sentándose por fin- le dijo la verdad a mi abuelo y él me llamo de muchas maneras… pero lo principal fue que por haber faltado a aquella reunión no escuché que dijo que el primero que se casara y tuviera un hijo varón, que no bastaba con tener al hijo… ¿Por qué diablos no me dijiste eso?

            -Detalles Barny, nunca se me ocurrió, además ni recuerdo si mi madre me dijo eso.

            -En ese sentido poco importa que mi hijo nazca primero,  de todos modos Calem sería el ganador.

            -Y como Draco ya no quiere nada contigo….

            -Sí, no queda más que darle un pequeño empujón al asunto.

            -¿Cómo el que le diste en las escaleras?

            -¡Eso fue un accidente!

            -¿Seguro?

            -Por supuesto, no seas idiota.

            -Dime algo –dijo Andreas mirándolo serio- ¿Qué te importa más, ganar la herencia o ganarle a Calem?

            -¿Acaso importa? Al paso que voy perderé… como siempre –añadió por lo bajo encendiendo un cigarrillo que a los pocos segundos aplastó en el cenicero- ¿Dónde puede estar?

 

 

_________________

 

           

            -Listo, llegamos.

            -¿Podrías… podrías tocar su puerta?

            A esas alturas Timothy solo suspiró y bajó del vehículo mascullando:

            -No me pagan para esto… -además no tenía caso negarse, aquel hombre se veía a punto del colapso y mientras más pronto se bajara de su autobús, mejor; así que hizo lo que le pidió, pero al cabo de unos minutos regresó- No hay nadie.

            -¿Cómo que no hay nadie?

            -No abren.

            -No, no… -musitó cerrando los ojos, ya con la frente perlada de sudor.

            -Señor…

            -Vuelve a tocar por favor… Hermione ¿Dónde estás?

            -Toqué fuerte, de verdad, incluso grité en la ventana, pero esta todo oscuro, no hay nadie -Sintió ganas de llorar ¿a quién acudir? No tenía a nadie más- Oiga… -dijo Timothy conmoviéndose, viéndolo a punto de la desesperación- puedo llevarlo a San Mungo… no le cobraría por eso.

            Ir a San Mungo… sabía lo que eso significaba y las lágrimas escaparon de sus ojos, pero eso era preferible a que sus bebés murieran, así que sin más remedio asintió en silencio.

            Stan se puso en marcha mientras las contracciones empeoraban haciéndolo gritar de dolor.

            -¡Aguante, ya vamos en camino!

            Respirando entrecortadamente miró al frente y buscando con qué distraer su mente, vio un calendario que se ondeaba con el movimiento, entonces vio la fecha.

            -Pero… ¿Cuántos días estuve en la clínica?

            Entonces su cerebro hizo “click”… ¡Claro! ¡No había nadie porque estaban en la boda de Harry!

            -¡Llegamos, llamaré a alguien!

            -¡No, no!... no quiero… entrar ahí…

            -¡Pero…!

            -¡Ah!

            -¡Oiga, está mal, necesita un sanador, no va a parir en mi autobús, solo soy un  cobrador por todos los cielos, me desmayo cuando veo sangre!

            -¡Te lo suplico!... Por favor… por favor…

            -No creo que….

            -Vamos a Neal´s Yard… cerca de Covent Garden… hay un restaurante…

            -¡Pero está muy mal y aquí hay sanadores!

            -¡Ahí también!... por lo que más quieras… te lo ruego… -suplicó entre lagrimas y jadeos.

            -¿Qué es eso?... ¡Oh por Merlín! ¿¡Es sangre?! –Los pantalones azules de Draco tenían ya una gran mancha entre sus muslos- Oh por…

            Draco vio como Timothy se ponía más pálido que un muerto.

            -No te vayas a desmayar ahora… ayúdame por favor… -Timothy hizo un evidente esfuerzo por espabilarse, miró a Draco y vio su evidente desesperación- Sí me llevas a San Mungo… van a quitarme a mis bebés… por favor…

            Timothy vio sus lágrimas y decidió hacer lo que le pedía aunque su sentido común le gritara que pidiera ayuda a San Mungo.

            -Bien –dijo palmeando el hombro de Stan, que miraba todo con ojos muy abiertos- Stan, a Neal´s Year… aunque no me pagan para esto.

 

 

______________

 

 

            -Fue una ceremonia hermosa Harry –dijo Molly sentada a la mesa con Arthur y algunos de sus hijos cuando Harry pasó  a constatar que nada les faltara.

            -Gracias señora Weasley.

            -Y tu esposa es tan bonita, les deseo lo mejor.

            -Se lo agradezco.

            -En hora buena señor Potter –dijo Charlie levantando su copa.

            -Qué bueno que tú si te casaste hijo, no como otros… -añadió Molly.

            -No todos queremos una soga al cuello –dijo el pelirrojo riendo viendo a su madre torcer los ojos casi hasta la nuca.

            Después de ver que todo estuviera en orden regresó a su mesa en donde estaban Rachel, sus suegros, su cuñada, Nicky, Ron y Hermione con Rose y Hugo en medio de ellos.

            -¿Toda la semana estarán en Hawái? –preguntó Sara, su ahora suegra mientras cortaba su filete mingón.

            -Sí pero visitaremos diferentes playas –respondió Harry.

            -Nos gustaría visitar mas lugares, pero ya habrá ocasión –añadió Rachel después de beber un sorbo de champaña.

            -Sí, una semana no es suficiente.

            -¿Ustedes a donde fueron de luna de miel? –preguntó Rachel a Hermione.

            -Nosotros fuimos contra todas las sugerencias y alquilamos una cabaña en el bosque y paseábamos por los pueblitos cercanos probando la comida y mirando las artesanías.

            -Me encanta ese tipo de turismo.

            -En las próximas vacaciones estamos planeando ir a la playa, Hugo nunca ha ido.

            -¡Qué bonito! –Exclamó la madre de Rachel- ¿Ya ves hija, lo bonito que es llevar a la familia a pasear?

            -Mamá… -dijo sabiendo por donde iba el asunto.

            -Oh querida, es que sigo sin entender esa nueva tendencia de los jóvenes de no querer hijos, tener un hijo es de lo más hermoso en el matrimonio, yo fui muy feliz cuando las tuve a ustedes… tu serías un gran papá Harry, tus hijos estarían muy orgullosos de ti sabiendo que eres el “Niño que vivió”.

            -Sí ¿verdad? –Respondió Harry sirviéndole más vino a Ron, quien discretamente miró a Hermione- pero la finalidad del matrimonio también es disfrutar la compañía de la persona amada.

            -¿Lo ves mamá? –Dijo Susan, hermana de Rachel –ya déjalos en paz, además tú tranquila, que yo si pienso hacerte abuela cuando llegue el momento.

            -Por cierto ¿Por qué no vino Bob? –preguntó Nikky.

            -El deseaba venir pero…

            -¡Entiende, es un celebración privada!

            -¡Pero necesita un sanador!

            -¡Váyanse o llamaré a los aurores!

            -¿Qué sucede? –preguntó Sara mientras todos volteaban en dirección al alboroto.

            -Iré a ver –dijo Harry poniéndose de pie.

            -Déjalo Harry, iré yo –intervino Ron levantándose- tú sigue cenando.

            Ya había varios camareros y el gerente en la puerta intentando solucionar el disturbio.

            -Señores retírense por favor –dijo el gerente.

            -Se lo suplico –jadeó Draco siendo sostenido por Timothy- llame a…a… ¡Ah!...

            -Señor lo siento pero…

            -¡Draco! –exclamó Ron pasando por entre los camareros.

            -¡Ron!... Ron ayúdame…

            Ron se giró y echó a correr.

 

 

_______________

 

 

 

            -Tal vez algún ebrio está intentando colarse –dijo John, padre de Rachel.

            -¡Harry, es Draco, está mal y necesita tu ayuda!

            Harry se levantó de prisa y siguió a Ron encontrando una escena que nunca se le ocurrió que vería, Draco estaba prácticamente colgado de un joven que los miraba angustiado y sin saber qué hacer.

            -¡Harry!... oh Harry… -musitó Draco aliviado cuando Harry apareció ante su vista.

            -¡Draco! ¿¡Qué pasó, por qué estas así?!

            Draco extendió su mano y sintió que había llegado a puerto seguro cuando su palma tocó el firme pecho de Harry.

            -Harry… te necesito…

            -Hay que ir a San Mungo –dijo Harry tomándolo de un brazo aun impactado al ver su estampa.

            -¡No!... ¡No por favor!

            -¡Calma Draco, necesitas…!

            -¡Por favor…! –Exclamó sollozando sin poder contenerse mientras se sujetaba de sus solapas- ¡no quiero ir a San Mungo!... ¡me quitarán a mis bebes!... ¡solo tú puedes ayudarme!...

            Harry se quedó quieto por unos instantes sin saber qué hacer, pero los ojos grises llenos de lágrimas y el pómulo amoratado con una puntada en la frente le bastaron para decidirse.

            -¡Ron ayúdame! –dijo sujetando a Draco por la cintura.

            -¿Qué hay que hacer?

            -Hay que llevarlo a un lugar privado ¿Dónde está su oficina? –preguntó al gerente que sin saber que estaba pasando  pero que quien le preguntaba era nada menos que Harry Potter, solo señaló un pasillo caminando de prisa para abrirlo y dejarlos pasar.

            -El dijo… que me los quitaría… -musitó mientras era prácticamente arrastrado por Harry.

            -Tranquilo, todo estará bien.

            Lo metió a la oficina seguido por Ron, Hermione y Rachel; entonces invocó un Patronus musitando algo, después procedió a aplicar hechizos antisépticos por todo el lugar para después transformar el sofá en una cama en donde lo acostó para luego tomar sus signos vitales con su varita.

            -Harry, su pantalón… -dijo Hermione angustiada viendo su ropa manchada de sangre.

            -Hay que quitárselo –respondió mientras él mismo se quitaba el saco de su traje.

            Entre ella y Rachel procedieron a desnudar a Draco de la cintura para abajo y luego cubrirlo con una sabana que una de ellas transformó.

            -¡Ah!... ¡Oh!... ¡Mmm!...

            -Tranquilo…

            Pero Draco no podía estar tranquilo cuando sentía que moría de dolor.

            -Harry deberíamos llevarlo a San Mungo –dijo Ron por lo bajo.

            -Ya pedí ayuda, solo hay que esperar, no podemos moverlo, mientras tanto debo hacer lo que pueda –dijo viendo los resultados de los escáneres que había aplicado con su varita- ¡Hay desprendimiento de placenta!... Por Dios Draco ¿¡Qué te pasó!?

            Hermione se había subido a la cama y había apoyado a Draco en su pecho mientras Harry se aplicaba a si mismo hechizos antisépticos para luego hacerlo con los demás.

            -Draco los bebés ya vienen, debes ayudarme a traerlos sanos y salvos –dijo mientras le acomodaba las piernas.

            -¡Ay!... ¡duele!... –gritó mientras Hermione lo sujetaba con fuerza mientras decía:

            -Tranquilo Draco, intenta regular tu respiración.

            Pero Draco estaba demasiado asustado y angustiado como para regular su respiración, por lo que Ron se sentó  su lado mirándolo directo a los ojos mientras decía:

            -Buscaste a Harry por una razón ¿no?... entonces déjalo hacer lo suyo, ahora necesitamos que tú te concentres en dar tu mejor esfuerzo, tranquilízate y regula tu respiración para que puedas pujar en las siguientes contracciones cuando Harry te lo indique ¿estás conmigo?... vamos compañero, di que sí, yo creo en ti.

            En medio de los sollozos, Draco vio la decisión en los ojos azules de Ron, por lo que tomándole una mano asintió en silencio.

            -Bien –dijo Ron sin levantarse- atento a lo que te diga Harry.

            Harry en tanto había aplicado un hechizo que monitoreaba los signos vitales de los bebés que registraba una frecuencia cardiaca de 180 a 190.

            -Hay sufrimiento fetal –pensó mientras una gota de sudor escurría por su frente al tiempo que separaba sus rodillas para examinarlo.

            Hizo un tacto vaginal que marcaba diez centímetros de dilatación, por lo que sin más, procedió a atender el inminente parto.

            -Draco, en la siguiente contracción, puja.

            Draco asintió con la cara empapada ya de sudor, estaba aterrado pero confiaba ciegamente en Harry, por lo que en la siguiente contracción pujó con todas sus fuerzas.

            -¡Ah!...

            -Vamos, vamos… -musitó Harry- tranquilo Draco, una vez más.

            Pasados unos minutos Draco lloraba sin haber podido dar a luz, por lo que Harry aplicó un par de hechizos que dieron fuerza y nuevos bríos para seguir a pesar de la pérdida de sangre.

            -¡No… no puedo!...

            -¡Sí puedes, vamos!

            En la siguiente contracción, la cabeza del primer bebé por fin asomó y Harry la recibió con cuidado.

            -Vamos Draco, sigue así… -dijo Hermione sin dejar de sujetarlo.

            Pronto el llanto de un bebé se dejó escuchar en la habitación haciendo sonreír a todos, principalmente a Draco, quien descansó momentáneamente al dar a luz al primer bebé; Harry cortó el cordón y envolvió a la niña en una manta y se la dio a cargar a Rachel, luego se concentró de nuevo en Draco.

            -Bien Draco, falta Scorpius, vas muy bien.

            El parto del segundo niño se estaba complicando más de lo esperado y Harry estaba cada vez más desesperado al ver que la ayuda no llegaba.

            -Ha-Harry… -musitó empapado en sudor y cada vez más débil.

            -Vamos Draco, yo confío en ti, tu puedes…

            Asintiendo en medio de dolores, pujo en la próxima contracción logrando con esto que saliera la cabeza del bebé; Harry la recibió pero enseguida notó que algo andaba mal, en tanto un pequeño charco de sangre comenzó a formarse en el piso.

            -¡Harry! –Exclamó Hermione- ¡Draco se ha desmayado!

            Sus signos vitales también estaban decayendo, pero era ocuparse de él o del niño, así que siguió intentando reanimar  al niño.

            -Háblale Hermione, no dejes de hablarle.

            Justo en ese momento un grupo de medimagos llegó al restaurante para alivio de Harry, quien les indicó que atendieran a Draco mientras él se ocupaba del niño; Hermione se hizo a un lado para dejarlos trabajar mientras miraba el rostro blanco de Draco y la sangre que goteaba hasta el piso.

            -Dios mío, Ron… -dijo a punto del llanto mirando a su marido.

            -Es-estará bien, ya lo verás –exclamó él mientras veía la lucha de Harry por reanimar al bebé y la de los medimagos por reanimar a Draco.

            -Vamos, vamos… -musitó dando masajes al pecho del bebé y aplicándole los hechizos que podía sin contar con el equipo y los medicamentos adecuados- vamos Scorpius, vamos bebé… reacciona…

            Entonces el laxo cuerpecito se movió y la hinchada carita hizo un  puchero para luego comenzar a llorar para alivio de todos.

            -Listo, nos vamos –dijo un medimago habiendo dado los primeros auxilios a Draco.

            -Adelante –respondio Harry envolviendo al bebé en una manta para irse todos juntos, incluido Ron, quien recibió en sus brazos a la bebé que cargaba Rachel.

            El lugar que de pronto se había visto lleno de gente y bullicio, quedó vacío dejando un sentimiento de incertidumbre y angustia.

            -Ese era Draco Malfoy ¿verdad? –Dijo Neville cuando Hermione estuvo con ellos.

            -Sí Neville, era Malfoy.

            -¿Pero cómo…?

            -Despidamos a los invitados y luego hablamos.

            -Claro.

            Hermione fue con Rachel, quien despedía a sus familiares.

            -Rachel, lamento todo esto.

            -No te preocupes Hermione, no es culpa de nadie, mientras los bebés y el padre estén bien… además mi familia comprende que fue un caso de emergencia y Harry debía atenderlos, ya todos se irán a su hotel a pasar la noche y mañana regresarán a casa, se que Harry estará ocupado esta noche, así que iré con ellos y ya mañana me reuniré con él, solo háganme saber dónde está, por favor.

            -Claro Rachel, descansa.

            Neville, Luna y la familia Weasley se reunieron en la madriguera, donde Molly hizo chocolate para todos en tanto Hermione les contaba la situación de Draco.

            -¡Qué barbaridad! –Exclamó Molly indignada mientras servía un platón con galletas recién horneadas- ¡ese tipo es una basura! ¿¡Cómo puede alguien arrojar a la calle a alguien tan vulnerable y que encima siendo responsable de eso no te hagas cargo?!...

            -Siendo quien es, es obvio que nadie lo ayudaría –dijo George mirando una galleta como si nada, por lo que todos guardaron silencio sin saber que decir.

            -Y pues… esperemos noticias de Ron –dijo Hermione finalmente.

 

 

_________________

 

 

 

            En el hospital, Draco y los bebés fueron atendidos en cuanto llegaron, Ron entonces envió la dirección a Hermione y ella llegó rato después.

            -¿Cómo van?

            -Nadie ha salido a darme noticias, Harry está dentro, no sé qué pasa… ¿cómo esta Rachel?

            -Bien, se fue al hotel con su familia, no tenia caso irse a Grimauld place.

            -Cierto.        

            -Oye Ron ¿Qué crees que habrá pasado? Draco iba con un pómulo morado ¿Barnett lo habrá golpeado?

            -Eso parece, pero no hagamos conclusiones precipitadas, es mejor esperar.

            -Sí, es verdad.

            Tomaron un café y se sentaron en la sala de espera, a la cual llegó Harry una hora después.

            -Es muy tarde chicos, ya se hubieran ido a descansar.

            -Sabes que no podíamos Harry –dijo Hermione levantándose- ¿cómo están?

            Harry exhaló un profundo suspiro antes de responder:

            -Los niños bien, necesitarán pasar unos días en la incubadora pero están bien; Draco… está en estado crítico, perdió mucha sangre y tuvimos que operar.

            -Pero se pondrá bien ¿no? es decir…

            -Sólo queda esperar Hermione, por lo pronto ustedes deben descansar.

            -Y tú también Harry.

            -¿Y Rachel?... mierda, la boda se arruinó.

            -Claro que no, solo la recepción no fue lo esperado, pero fue una ceremonia hermosa.

            -¿Se fue a Grimauld Place?

            -No, al hotel con su familia, dice que espera que le mandes la dirección para venir mañana.

            -Bien, ahora ese hijo de puta me las va a pagar –dijo quitándose la gorra y la bata manchadas de sangre y caminando apresuradamente a la puerta.

            -¡Harry! –dijo Ron al verlo luchar por sacar su puño de la manga.

            -Voy a matar a ese bastardo… -continuó mascullando aventando la ropa al suelo y caminando de prisa a la salida.

            -¡Harry espera! –Exclamó Hermione.

            -¡Déjame Hermione! –Dijo soltándose del agarre de ella- ¡Ese hijo de perra se va a enfrentar con quien si se puede defender!

            -¡Tranquilízate, no puedes ir a buscar a Barnett así como así!

            -¿¡Por qué no?!

            -Porqué sabrá que tú tienes a Draco.

            Esas palabras tuvieron el efecto instantáneo de hacerlo quedarse quieto.

            -Aparentemente estaba huyendo ¿no? por eso no quería ir a San Mungo, con los niños no natos no había problema, pero ahora que ya nacieron y con Draco incapacitado ¿Quién crees que se los llevará?... Barnett puede reclamarlos legalmente y eso era lo que Draco no quería; si tú te comportas como si nada, Draco puede ocultarse el tiempo necesario para que pensemos que hacer.

            Mesándose los cabellos caminó de un lado a otro sin decir nada.

            -Te aseguro que ellos no harán el próximo movimiento –dijo Ron- si hay algo que esas familias hacen bien, es esconder la basura bajo la alfombra, solo hay que ser cuidadosos.

            Exhalando de nuevo otro profundo suspiro, se dejó caer en un asiento.

            -Estará bien Harry, ya lo verás –dijo ella sentándose a su lado y poniéndole una mano en el hombro.

            -No lo sé Hermione, está muy mal, perdió mucha sangre… ni yo puedo asegurar nada.

            -Entonces tengamos fe.

 

 

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Notas finales:

Hasta la proxima semana ^^


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