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Souvenir por 5kn_akatsuki

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Notas del fanfic:

Hoy estaba a 20min de salir del trabajo cuando apareció esta idea, comencé a trabajarla de inmediato y justo ahora la terminé 

Notas del capitulo:

Puede contener errores, la verdad estoy más dormida que despierta pero quería hacerlo hoy 

 

-Al menos llévalo de souvenir.

Kibum dejó de mirar el cielo estrellado que se pintaba enfrente para voltear sobre su derecha, encontrando a Jonghyun observando como las olas del mar se mecían logrando levantar algo de brisa que azotaba en sus rostros.

-¿Qué?

Hace dos días renegaba de tener que hacer ese viaje familiar, principalmente porque era el que tendría que manejar y tampoco disfrutaba de la playa, es más, odiaba verano. Pero luego que su hermana le insistiera tanto, aceptó; y ahí estaba ahora, alargando esa despedida.

Jonghyun regresaría a Jongno-gu y Kibum a Seul.

Hace dos días cuando estacionó el auto afuera de la cabaña en donde pasarían el fin de semana, una risa estruendosa lo condujo hasta ese chico rubio que cubría su boca sin mucho éxito. Alzó la cejas sorprendido y no solo por el short de caracolas que portaba sino… mhp, sacudió su cabeza al oír que su madre le hablaba.

Después de registrarse fueron a su habitación asignada en donde se tiró a en la cama. El calor era más fuerte ahí que en casa y esta vez el sonido también comenzaba a molestarle por lo que tomó la almohada colocándola sobre su cabeza intentando disminuir hasta las charlas de su hermana con su mamá.

-¿Por qué no sales a ver el mar? –le preguntó.

-Me engento.

-Ponte el short que te compré para ir a la arena.

Sí, estaba tirando en una toalla sobre la arena cuando volvió a sonar esa risa provocando que de inmediato se quitara el sombrero del rostro intentando localizar al rubio. Parecía que disfrutaba del sol y una bebida junto con otros chicos, sin quererlo se encontró sonriéndole.

Ojalá él también pudiera tener ese amor por la playa.

No fue hasta que regresó sus hombros a la arena que Kibum volteó en su dirección solo para verle colocarse el sombrero de Sodam, ocultado su cara. Lo contempló; short hasta la rodilla y playera con mangas largas de color negro, sonrió de medio lado para volver su atención hacia sus amigos.

Esa tarde durante el horario de comida Jonghyun estaba disfrutando con su familia cuando el rubio apareció en su mesa preguntando si necesitaban la sal o si se la podrían prestar.

Sodam contestó de inmediato, tomándola y tendiéndosela mientras Jonghyun permanecía asombrado por la forma en que sus pómulos se alzaron en una amable sonrisa.

-Oí que hay una noche de karaoke –dijo su madre-, ¿por qué no participan?

-¿Mande? –preguntó Jonghyun saliendo del trance –Estaba distraído.

-Hoy es noche de micrófono abierto, ¿por qué no cantas algo?

Entonces estaba en medio de una multitud de universitarios enfiestados sin poder seguirles el ritmo, sosteniendo un vaso de soda de lima mientras tarareaba por lo bajo, la canción que alguien entonaba.

-¿Te la sabes? –preguntaron tomando lugar a un costado suyo.

-Sólo el coro –contestó antes de voltear a ver a quién estaba a su lado-, oh.

-Me llamo Key –sonrió-, bueno, no, pero puedes decirme así.

-Yo soy Jonghyun –contestó extendiendo la mano pero en lugar de estrecharla Key decidió tronar su vaso con el contrario.

-¿Cantas?

-No –mintió-, estaba esperando a alguien.

-Oh.

-¡No! Es decir –se rió nervioso-, a mi hermana. Dijo que quería hacer karaoke pero no la veo todavía.

-¿Tu hermana hace karaoke?

-No mucho –dijo-, pero quería verme cantar.

-Entonces sí cantas –Key sonrió divertido- Dijiste que no, mentiroso –sorbió de su vaso para relajarse-, vine con mis amigos –apunto al dúo que animaba a un pelirrojo que bailaba.

-Vine con mi familia –contestó-, mi mamá pensó que sería bueno venir de vacaciones y agradezco el gesto, ella lo merece, ha estado trabajando tan duro estos últimos años que me pone feliz este descanso pero odio el calor, no me gusta el bullicio y tampoco conducir.

-¿Y tu papá? Podrían alternar el viaje de regreso.

-No creo que sea un buen plan –contestó riendo levemente incómodo-. Pero cómo sea.

-Mis amigos me regalaron este viaje –dijo Key-, hace poco tuve una ruptura que me derrumbó y llega el punto en que los demás se asustan –se rió nervioso-, y ellos dijeron que necesitaba salir de ese entorno, conocer gente y recuperarme.

-Lamento tu ruptura –dijo y sin pensarlo su mano ya estaba en su hombro dándole ánimo-, pero ellos tienen razón, no puedes dejar que algo te apague.

-Es que no es “algo” sino “alguien”, ¿sabes? Fue mi relación más larga y todavía pregunto qué falló.

-A veces sólo pasa –dijo con simpleza-, puedes tener cinco años o dos meses y eventualmente algo pasará y terminará, es parte del ciclo de la vida.

-Lo dices como si hablarás del clima –Kibum rió nostálgico antes de comenzar a andar para salir de la fiesta-. Teníamos cuatro años saliendo, toda la facultad de hecho y aunque no estudiamos lo mismo siempre tuvimos un momento para el otro, incluso adoptamos un gato y prácticamente vivíamos juntos. Ya estaba todo listo.

-¿Para? –Jonghyun se dio cuenta que estaban saliendo del salón o peor aún, que lo estaba siguiendo.

-No digo que fuéramos a ser un matrimonio pero oye, ¿cómo terminas cuatro años de sueños y promesas? Tomas al gato, tu maleta ¿y ya? ¿Qué tal si yo quería quedármelo?

-¿Se llevó al gato?

-Dijo que no podía dormir sin él así que por su salud mental debía llevárselo.

-¿Él?

-Sí –se rió nervioso- soy gay, ¿te incomoda?

-No, no, no –negó incluso con las manos-, prosigue, se llevó al gato, ¿tenía nombre?

-Moris –contestó- y sí, después de terminar me dijo que se iba a quedar unos días en lo que encontraba otro sitio para vivir y acomodaba sus finanzas porque, pues compartíamos gastos.

-¿Tus finanzas están bien?

-Sí, de hecho la idea de vivir juntos era porque tenía roblemas económicos.

Jonghyun asintió tras beber de su vaso.

-Nunca he tenido gatos –dijo.

-Ni yo –contestó Key-, me gustan más los perros. Los gatos se suben a todos lados y me molestaba verlo en la encimera o en la mesa donde comía.

-¿Por qué terminaron? –preguntó Jonghyun ganándose la mirada de Kibum –si se puede saber, claro.

-Descubrí que salía con alguien más –se rió sorbiendo de su nariz-, con una chica.

-Y terminaron inmediatamente.

-No –dijo-, pensé que estaba bien, ¿sabes? Él seguía siendo atento y aportaba para nuestros gastos así que no tenía problema pero ella me buscó para decirme “yo soy la otra” y le dije que lo sabía “¿y qué?” entonces dijo “él te va a dejar por mí porque yo lo hago sentir completo por algo que a ti te falta y a mí me sobra”. Hay cosas que te arrepientes de oír y te hacen pensar “¿cómo desescucho esto?” Y tú me ves y piensas “ese chico es cool” pero… nunca voy a poder completar a alguien, mi ex antes de este también fue lo mismo, siempre hay alguien que les ofrece más que yo.

-Okey, para –Jonghyun dejó de caminar deteniéndolo en el acto- Sí, hubo alguien más que le ofreció “algo” a quien era tu pareja pero de ninguna manera puedo dejar que pienses que fue tu culpa.

-Es que…

-Puedes ser millonario y si la otra persona es avara, nunca será suficiente. Qué maldita ella pero “saldrás de dónde vienes”, es una regla. Dale unos meses para que se apaguen y cuando ese tiempo pase necesito que bajo ninguna promesa permitas que esa persona vuelva contigo.

-Pero…

-No nos conocemos pero creo que vales mucho más de lo que te hicieron pensar.

Kibum sonrió antes de bajar la mirada y presionar los ojos intentando contener un par de lágrimas.

-Cuando regreses a esa casa tomas todas sus cosas y dáselas a un amigo suyo, “oye, voy a entregar la casa y este no ha recogido sus cosas así que te las encargo” aunque sea mentira, lo importante es desintoxicarte.

-¿Desintoxicarme? –talló sus ojos para mirarlo.

-El amor… para mí el mal de amores es como una enfermedad que te deja en cama si te descuidas pero tiene cura y cuando lo consigues, te desintoxicas y vuelves a ser feliz. Pero es una felicidad diferente porque ahora tienes una cicatriz nueva.

-No lo había pensado de esa manera –contestó.

-Pero obtener la sanación dependerá de ti –afirmó-, tus amigos pueden llevarte a un nuevo viaje pero si al anochecer vuelves a pensar en él entonces no solo estás traicionándolos, sino también a ti.

-Es que es fácil decirlo, a ti no te dejaron sin el gato.

-No pero también me han terminado –contestó riéndose-, tiene un tiempo ya. Ni siquiera llegamos al año cuando me dijo que no podía seguir conmigo porque necesitaba concentrarse en las clases y estando conmigo le hacía sentir culpable por dos cosas, porque yo merecía más tiempo y ella no lo tenía para jugar a ser la novia de alguien. Yo insistí en que estaba bien con cinco minutos pero no estaba cómoda con esa idea, me dijo eso de “vales mucho más que cinco minutos” y se fue. No se llevó al gato porque no teníamos pero… el punto es que… la única manera en que pude desintoxicarme fue escribiéndolo.

-¿Cómo novelas?

-Como quejas en el periódico de la escuela y de forma anónima –soltó una pequeña carcajada- “¿Por qué las chicas siempre deciden por los dos?” mi desahogo se volvió muy popular pero dejé de mandar cartas cuando ya no tuve la necesidad de hacerlo.

-Espero que de menos ella se haya graduado por promedio.

-Lo hizo –contestó Jonghyun sonriendo-, ahora toma un post grado con otros científicos y su proyecto de tesis está siendo ejecutado por un equipo interdisciplinario que cree en su idea.

-¿Y nosotros? –preguntó Key entre risas –nos embriagamos en la playa.

-Sí –afirmó riéndose también- Y no porque sea algo común significa que no sea un logro. Dije que me molesta el verano y aun así estoy aquí con los pies en la arena.

-Y aunque suelo aparentar que lo he superado, te acabo de contar mi triste ruptura.

-Contar tu ruptura y tener a cinco científicos estudiando una propuesta son logros increíbles.

Luego de esa charla con un desconocido, Key finalmente se sinceró primero con Taemin porque sentía que podría empatizar con él y necesitaba a un aliado cuando se lo dijera a Minho, que desde luego tomó la postura de “¿por qué lo permitiste? No seas tonto” así que finalmente Onew lo supo porque tuvo que ser mediador de ese debate.

-No regreses a esa casa –dijo muy serio-, múdate a la mía, yo iré por tus cosas.

-¿Cómo crees? –preguntó Kibum en la comida –Tengo que volver.

-Él no se va a salir de ahí porque no le has dado un ultimátum –esta vez comentó Minho-, diré que yo seré su nuevo roomie al regresar y veremos si no se va en dos semanas.

-Me gusta la idea –Taemin bebió de su limonada-, que Minho finja mudarse, que llegue con las maletas vacías para sacar tus cosas y llevaras con Onew-hyung.

-No, creo que yo puedo hacerlo solo.

-Bami –le llamó Jinki-, no lo haz hecho en cuatro meses y juro que él ha de estar ahí con ella.

-Ya dejamos que se burlen de ti por mucho tiempo, ya no más.

Taemin se rió por el inoportuno pero acertado comentario de Minho mientras que Onew cerraba los ojos con pesadez.

Estaba a punto de pelearse por eso cuando notó que al fondo el chico de anoche pasaba buscando una mesa con una bandeja en cada mano, luego una chica le siguió por detrás, seguramente era la hermana.

-Qué manera tan curiosa de decirme que valgo mucho más de lo que me hizo pensar.

Al atardecer, Jonghyun volvía a estar acostado en una toalla sobre la arena pero esta vez bajo sombra.

Key lo pensó un poco antes de sentarse a su lado y levantarle el sombrero del rostro.

Sólo que estaba dormido.

Sonrió antes de colocarlo suavemente.

Se levantó con cuidado y antes de irse colocó una pulsera tejida con conchitas bajo su mano.

Le echó un vistazo e instintivamente sonrió emocionado de pensar qué haría cuando despierte y encuentre el presente, luego regresó a la habitación del hotel para arreglarse porque esa noche sería bohémica.

Cuando Jonghyun despertó lo primero que vio fue a su hermana que sostenía el gorro.

-Levántate, mamá pensó que te habías perdido en el mar.

Presionó sus ojos mientras se estiraba asustándose al sentir algo duro en sus manos.

-¿Qué haces? –preguntó Sodam antes de soltar una carcajada por su rostro panqueado- No tienes nada.

-Ah, sentí algo en las manos.

Ambos buscaron en la arena hasta encontrar la pulsera.

-Vaya –su hermana la tomó-, pensaron que eras un indigente.

-O alguien la perdió cerca de mí.

De cualquier manera Sodam se la entregó.

-Oye, ya que es el último día, ¿puedes pasarlo con nosotras? Mamá hizo este viaje para ti y siempre estás ausente.

-Claro –contestó levantándose-, me disculparé en la cena porque no es que odie esto sólo que ayer mientras te esperaba hice un amigo.

-Uuuh, ¿en serio? Es el primero.

-Y el calor me da sueño por eso me quedé dormido pero de ninguna manera estoy escapando de ustedes –recogió la toalla para caminar a su lado-, son mi familia y las amo pero un viaje en invierno era mejor idea. Me aseguraré de llevarlas a algún sitio en navidad.

La cena en fue como se lo pidió Sodam, en familia.

Jonghyun se disculpó por quedarse dormido y desaparecer la noche anterior pero les contó acerca de este chico rubio que conoció así como su problema, sacando a debate qué debería hacer y por qué los chicos suelen ser infieles.

Cuando la música se hizo tenue voltearon al centro del jardín donde un chico recitaba algo.

-¿Por qué no participas? –preguntó su madre.

-No me inscribí en ningún sitio –contestó apenado-, además, no tengo nada interesante qué decir.

La noche comenzó a ponerse y con ella el frío apareció. Pronto su madre se fue a descansar al cuarto del hotel dejando a los hermanos charlar sobre trivialidades, las aventuras en la arena o el trabajo.

-Pero después de todo –Sodam estiró sus manos por encima de la mesa hasta tomar las de Jonghyun, que jugaban ansiosas con una servilleta-, te perdono porque hiciste un amigo. Estoy feliz por ti.

-¿Sí? –preguntó mirándola- A mí no me pone feliz.

-¿Por? Hace mucho que no hablas con alguien más además e nosotras.

-Noona, mañana nos vamos y no sabré más de él.

Sodam presionó sus manos dándole ánimo.

-Si quieres descansar vamos de una vez, mañana te toca conducir de regreso y como sé cuánto te fastidia yo podría hacerlo una vez que entremos a la ciudad.

-Yo puedo hacerlo, está bien –se levantó del asiento-, vamos de una vez para armar la maleta y que no olvidemos nada.

Antes entrar al lobby se encontró con Key, que le mostró una pulsera similar a la que se estaba cuando despertó, la portaba en la muñeca e incluso le hizo una seña de esperarlo en algún sitio de entre las mesas.

-Ah, noona, iré en un momento –le tomó de los hombros para pasarla por detrás siguiendo al rubio.

Lo llevó hasta el otro extremo del hotel, donde el ambiente era más calmado.

-Mañana vamos a ir a hacer turismo en la ciudad –dijo Kibum recargándose en la barandilla que limitaba el hotel-, me preguntaba si querías ir con nosotros. Mis amigos quieren conocerte.

-Ah –susurró Jonghyun dejando de mirarlo para voltear hacia el mar, notando las olas moverse a cierto compas que le tranquilizaba-, gracias pero no podré.

-Les he hablado de ti y siento que se llevarán bien, no tienes qué preocuparte de nada.

-No, no es eso, sino que hoy es mi último día aquí –la boca de Kibum cayó levemente-, así que no podré acompañarte.

Ni siquiera quería verle porque aunque era poco el tiempo de haberse conocido se había sentido tan cómodo que esa despedida le pesaba.

-Vaya –Key susurró incómodo-, no sé por qué no pensé en eso.

-Lo lamento.

-Yo también –susurró Kibum-, de verdad quería… que conocieras a los chicos.

Se hizo un silencio incómodo.

-Ah, por cierto –Jonghyun buscó la pulsera entre sus bolsillos hasta que la vio en su muñeca e iba a quitársela hasta que la mano contraria se posó sobre la suya.

-Consérvala –dijo sonriéndole.

-Oh –susurró sorprendido porque no tenía algo qué darle hasta que recordó ese collar que solía portar, no tenía mucho valor económico pero serviría así que se lo empezó a quitar hasta tendérselo- Tómalo.

-¿Tu collar? –Key lo recibió, apreciándolo cuidadosamente.

-Al menos llévalo de souvenir –dijo.

-¿Qué?

-Es para que cada que lo veas recuerdes que vales más de lo que te hacen creer –le sonrió.

Notas finales:

¡Gracias por leer! 


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