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La cajita musical de Draco Malfoy por MaruSC94

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Hey bebé

Si todavía me amas como antes

Ya nada me parece interesante

Yo sé que en el amor soy un farsante

Yo sin ti no vuelvo a enamorarme bebé

Ozuna

✿✿✿✿⁠✿✿✿✿✿✿✿✿

 

La verdadera amistad que nos rodea es aquella que nos brinda buenos pasos en los momentos tristes, no aquella que nos lleva al derrumbe a nuestro fin.

 

____________________________________

 

-¿Pero cómo lo haremos Blaise?- preguntó Draco muy impaciente sin tomar en cuenta las promesas de su amigo- siempre que hago algún plan, todo me sale mal, él me gana.

 

-No sabemos todavía, pero quiero que sepas que te vamos ayudar- le aclaró muy sinceramente- cuenta con nosotros para lo que quieras.

 

-Lo que más deseo Blaise es que Potter sufra mucho, tanto que no pueda olvidarlo. 

 

Lo esclareció bien claramente para que sus amigos pudieran comprenderlo a partir de ahora, y estos, si lo hacían solo que Blaise sabía que para hacer sufrir a Potter tanto como quería Draco debían pensarlo mucho. 

 

-Para hacer un plan que lleve a la destrucción de Potter para siempre nos va a llevar días en pensar como lo atacaremos- exclamó el joven moreno- pero no te preocupes, nosotros te ayudaremos en todo. 

 

-Eso ya lo sé- exclamó sin ganas.

 

-Así es Draco, yo también estaré contigo y te aseguro que los otros chicos lo estarán también.

 

-No quiero contar con Crabbe y Goyle- dijo al instante - ellos son muy tontos y bestias, podrían arruinar todo.

 

Estás palabras no causaron ningún malestar en Pansy y Blaise, ya que pensaban que su amigo tenía razón en decir aquello.

 

-Entiendo Draco, pero tal vez ellos nos puedan servir de algo. 

 

-Mmmm está bien - dijo suspirando y tocándose los ojos, no estaba convencido - pero no confío.

 

-No es necesario confiar sino más bien que ellos obedezcan- explicó - le propondremos que nos ayuden en cualquier cosa y lo harán.

 

-Sí, pueden hacer lo que quieran, pero no quiero que lo arruinen- exclamó acariciando su nuca, sentía que los nervios se iban de poco en poco - ya no quiero renegar tanto. 

 

-Lo pensaremos Draco- asentó mirándolo con confianza.

 

-¿Pero qué podemos hacer?- preguntó ansioso por tener la respuesta en ese instante.

 

-Ahora debes descansar Draco- dijo Blaise- estás muy nervioso y demasiado preocupado, y yo necesito que duermas. 

 

-Pero yo quiero hacerlo ahora.

 

-Lo que tú quieres hacer es una locura, no puedes buscar a Potter para lastimarlo, eso sería muy grave para ti - explicó mientras se levantaba de la cama, al instante comenzó acomodar el cabello del joven rubio- por favor Draco, lo hablaremos después, mañana es sábado y lo podremos pensar mejor. 

 

Sin embargo, Draco estaba muy ansioso en eso, sus amigos le estaban demostrando mucha valentía y la fuerza para hacer algo, pero igual tenía miedo de que ese plan se le arruine como siempre, ya estaba cansado de que todo le salga mal, y ahora no tenía tantos deseos de dormir, aunque el cuerpo le pedía a gritos descansar. Suspiró profundamente, mientras se recostaba en la cama y miraba hacia arriba con gesto de impaciencia. 

 

-Blaise…no puedo esperar- susurró tocándose los ojos- no puedo…no puedo.

 

-Pues vas a tener que dormir ahora Draco- le dijo su amigo- no hablaremos de esto hasta que descanses, ni hoy tampoco.

 

-Blaise tiene razón- expresó Pansy- lo haremos mañana. 

 

-Está bien - dijo arrastrando las palabras, aceptó porque lamentablemente no le quedaba otra, su cuerpo le pedía dormir - pero mañana lo haremos a primera hora. 

 

-Si Draco, no te preocupes- dijo Blaise- claro que lo haremos- acercándose a él y colocando su mano en la cabeza continúo- te prometo que lo haremos, pero ahora duerme. 

 

-no me gustaría esperar hasta mañana- reprochó el joven.

 

-Tendrás que hacerlo Draco- dijo Pansy 

 

-Vamos a dormir...vamos…vamos - Insistió Blaise caminando hacia la cama. 

 

-Pueden irse, ya estoy bien- expresó esperanzado de que se vayan de su habitación. 

 

-Ni creas que te vamos a dejar solo ahora- dijo Blaise al instante mientras se acostaba en la pequeña cama que había al lado- aquí estaremos para protegerte.

 

-Ufff - murmuró el joven cansado de esa situación.

 

-Y no te quejes, ahora duerme ya. 

 

-Como me encantaría irme de aquí y buscar a Potter- exclamó impacientemente. 

 

-Yo me voy dentro de 20 minutos- dijo Pansy- quiero dormir en la habitación- solo quiero asegurarme de que te dormirás. 

 

La joven no estaba acostumbrada a dormir con su compañero de lado, pero le importaba tanto Draco que tenía muchos deseos de dormir ahí, sin embargo, por esta noche al ver que el joven estaba un poco tranquilo decidió dormir en su habitación. 

 

-Haz lo que quieras - exclamó Draco dándole la espalda - no me importa. 

 

Pansy no dijo nada con respecto a ese desinterés y se sentó en su cama, pero lejos de él. 

 

-No hay problema Pansy- dijo Blaise recostado en la cama con las manos bajo la nuca - yo estaré aquí con él, no hará nada. 

 

-Por cierto, Blaise- comenzó Draco levantando su cabeza- ¿dónde está mi varita?

 

-¿Qué varita?- preguntó frunciendo el ceño a propósito con mal humor simulando no saber sobre su existencia.

 

-No te hagas el imbécil, ¿dónde está mi varita? 

 

-La tengo yo Draco, te la saqué en el momento en que entramos a la habitación- respondió al instante sin importarle los enfados del rubio. 

 

-¡Maldito imbécil, dámela!- gritó, ocasionando que Pansy se llevará las manos a la cabeza..

 

-¡Basta ya!- gritó Blaise- ¡No te la daré ahora, cuando salga el sol te la colocaré en la mesa, duérmete!.

 

-¡Maldito desgraciado!- chilló dándole la espalda completamente furioso.

 

Lamentablemente no tenía fuerzas para levantarse, y al reconocerlo sufrió mucho por eso, le dolían los ojos al igual que el cuerpo, así que respirando para controlar la ira decidió dormir. 

 

Al cabo de veinticinco minutos el joven dormía como un bebé, Pansy lo miraba con una mirada de tristeza y comprensión.

 

-¿Está dormido?- preguntó Blaise en voz baja.

 

La joven mirándolo asentó la cabeza varias veces.

 

-Me voy- dijo sin subir la voz. 

 

-ve, yo lo cuido. 

 

La joven salió de la habitación sin hacer ruido. Blaise por su parte abriendo los ojos mientras pasaban los minutos para mirar a Draco consiguió dormir, justamente en esa hora por fin el más joven de los Malfoy dormía, los nervios le habían dejado de molestar y eso era porque al llorar se había desahogado un poco, se sentía como si estuviera liberándose de ese peso que todos los días le era insoportable.

 

A las cinco de la mañana, Blaise y Pansy lo miraban dormir profundamente, ellos también habían descansado y se tranquilizaron al ver al joven bien metido en la cama sobre ese sueño profundo que parecía eterno, no temblaba ni deliberaba, solo dormía. Ambos suspiraron relajados por esa vista plena y reconfortante.

 

-Ven vamos a desayunar- dijo Blaise.

 

Los dos salieron de la habitación confiando que el joven se quedaría ahí, al salir se sintieron liberados por un momento, parecía un gran alivio, lamentablemente los días anteriores habían pasado al lado de Draco sin separarse de él en ningún momento, todo para evitar que este cometiera una locura, y se habían cansado que por un momento creyeron volverse locos ellos también. Todo había sido tan delirante, angustioso y desesperante. 

 

Entraron en la sala privada donde Blaise tomó un poco de agua, esperaba disfrutar de este momento relajado lejos de Draco.

 

-¿Vamos a hacer eso?- preguntó Pansy - le dijiste a Draco que le ayudarías a castigar a Potter ¿es verdad?.

 

El joven dejó el vaso y respondió. 

 

-Draco está enfermo, se lastima él mismo- se quejó con esa voz hiriente y frustrante- y lo peor de todo es que nos enloquece a nosotros también.

 

-Pero Blaise, la culpa la tiene Potter- dijo Pansy molesta por aquello que decía Blaise- él no está enfermo, solo está cansado de tanto abuso por ese Gryffindor.

 

-Prometí que lo ayudaría y lo voy a hacer, pero para que él deje de molestar. 

 

-No está molestando…

 

-Yo ya estoy cansado de esto- le interrumpió enojado- no puedo más, me desvelo mucho por su culpa, está volviéndose loco y lamentablemente no sé de qué manera se le puede ayudar. 

 

-Yo haría cualquier cosa para castigar a Potter- dijo Pansy.

 

-yo también, pero lo haré para que viva en paz, así deje de joder a los demás.

 

-Oh Blaise- exclamó Pansy- me duele verlo así.

 

-¿Crees que a mí no?-preguntó dándose masajes a la nuca y mirando hacia el techo - claro que me duele, se le mete tantas ideas en la cabeza, está tan desesperado. 

 

-Por eso mismo debemos hacer algo para sacarlo de ese estado. 

 

-Si, si- musitó agotado de hablar de ese tema- pero lo haremos mañana, necesito descansar.

 

-De acuerdo. 

 

-No te preocupes, Potter tendrá su castigo y será muy duro. 

 

En las cinco y media de la mañana, Draco estaba despierto tomando un vaso de leche con galletas; Blaise y Pansy estaban a su lado mirándolo, el joven no había puesto ningún reproche cuando le llevaron la leche, comió tranquilamente, bebió todo y también comió la galleta; sus amigos habían quedado alegres por esto. 

 

-Bueno, no sabes lo tranquilo que estoy al verte qué desayunaste todo. 

 

-Es que estoy sorprendido de no sentir nervios o ira- expresó mirando el vaso vacío y suspirando- tenía hambre, me costará decir esto, pero… me gustó. 

 

-Bien, pronto iremos arriba.

 

-Ya quiero que hablemos sobre ese mestizo- dijo Draco poniendo sus pies en el suelo. 

 

-Ahora no- exclamó Blaise en voz alta - dijimos que lo haríamos mañana. 

 

-¡Pero quiero hacerlo ahora Blaise!- gritó-¡Ya no puedo con esto, estoy harto de que siempre pierda contra él, es un maldito mestizo, lo odio y lo quiero ver sufrir, estoy muy mal por su culpa!, ¡Quiero que sufra! 

 

-¡Pero necesito que descanses hoy! Solo por hoy…descansar Draco, descansar porque lo necesitas. ¿Qué es lo que no entiendes?.

 

-¡Estoy hablando en serio Blaise!

 

-¡Yo también!.- gritó poniéndose de pie- ¡Debes entender que necesitas un relajo profundo, te estás cayendo tú solo!, ¡por eso debes calmarte para preparar todo lo quieres hacer! 

 

-¡Pero no puedo más! Me duele todo. 

 

-Yo también estoy así, agotado- expresó.

 

-¡Voy a hacer todo lo posible para estar bien!- exclamó enojado-…pero creo que no lo necesito.

 

-¿Aunque sea podes ir al gran comedor? ven con nosotros.

 

-¡Me dijiste que habláramos mañana, pero ya te dije que no puedo esperar, vamos a hacerlo a la tarde!- gritó nuevamente con esa voz desesperante, estaba muy ansioso. 

 

-¿Porque te cuesta esperar hasta mañana? - preguntó el joven meneando la cabeza negativamente- ¿Porque te es tan difícil? 

 

-¿Por qué?-colocó con demasiada fuerza el vaso en la mesita de luz- Porque mientras pasa el tiempo, él se hace más fuerte y yo me debilitó, si lo hacemos después de la puesta de sol, yo a partir de mañana estaré más tranquilo, tendré algo que hacer en su contra pero no voy a negar que quiero pensar bien en saber cuál será mi plan contra esa rata. 

 

-Está bien, si es lo que quieres - dijo sentándose en la cama rendido por la molestia del rubio- lo haremos cuando entre el sol. 

 

-Draco- dijo Pansy acercándose a él- Potter no se va a escapar de nosotros, si quieres hacerlo hoy, vamos a pensar desde ese momento, no te preocupes, él estará destruido después de todo. 

 

Draco no respondió, miró hacia la mesita para buscar a su varita, quería tranquilizarse con ella en sus manos. 

 

-Dame mi varita Blaise- dijo al instante.

 

El joven de inmediato le devolvió la varita sin decirle nada. 

 

***************************************************

Al cabo de una hora, los tres desayunaban en el gran salón, para la tranquilidad de Blaise y Pansy; Draco estaba muy bien, hasta conversó con ellos, de cosas distintas que no tenían nada que ver con Potter, ni siquiera había mirado al Gryffindor, pues justamente Draco se había olvidado de él, sentía que el enojo no lo estaba molestando, pero el odio si existía. 

 

Sin embargo, era el Gryffindor quien le ponía la atención al verlo muy distinto. 

 

-¿Qué te debe pasar Malfoy?- se preguntó mirándolo con mucha curiosidad- tendré que hablar con Hermione…algo tramas.

 

La situación de Potter sobre Malfoy se volvió más curiosa cuando empezaron las clases, y al entrar en el aula de pociones comenzó a observar al Slytherin sin que esté se diera cuenta, lo notó un poco delgado y algo pálido, y lo más extraño era que tenía los ojos muy hinchados. 

 

-¿Lloras Malfoy?- se preguntó mientras se sentaba mirándolo de reojo, al instante colocó su mano apoyada en la mesa y la juntó a la mejilla para acercar su cabeza al sector de dónde estaban los Slytherins y escuchar lo que estos decían. 

 

Potter pensaba que Draco estaba haciendo algo malo, no había podido olvidar esa pregunta sobre el cáliz de fuego, creía que Malfoy lo había hecho para hacerle daño. 

 

Los demás chicos ya empezaban a sentarse, pero Malfoy lo había hecho temprano y ahí estaba con Blaise y Pansy hablando tranquilamente. 

 

-Me encantaría centrarme en esta semana sobre la maldición Imperius- dijo Mafloy a Blaise- tengo que practicar si o si, antes de que ese viejo loco me castigue.

 

-No te preocupes Draco- exclamó Blaise- está vez no permitiré que te haga daño ese ojo loco.

 

-Ojalá, ojalá, ojalá - exclamó el rubio haciendo gestos con el rostro hacia el lugar donde estaba Potter- que hoy a este imbécil le agarre un infarto de tanto Imperius.

 

Pero eso Potter no lo había escuchado porque en ese valioso momento Neville se había acercado a él a saludarlo con esa voz alta e insoportable.

 

-Si, si estoy bien Neville no te preocupes - respondió en voz alta con esa molestia por ser interrumpido en su investigación, la voz alta ocasionó la atención de Malfoy que lo miró de inmediato- ya pronto debo prepararme para enfrentar a la primera prueba. 

 

Neville no dijo nada porque notó que Potter estaba molesto, así que se sentó a su lado, y justamente en ese momento Potter cruzó la mirada con Malfoy, se miraron con esa mirada de odio por varios segundos, pero Malfoy se dió la vuelta para hablar con Blaise, algo que le llamó más la atención en Potter. Era extraño, no le había dicho nada.

 

-Pero que…

 

-Podríamos practicar sobre el Imperius mañana que es sábado- dijo Blaise - si tú quieres claro. 

 

Malfoy demoraba en responder porque ya empezaba a sentir el miedo y temblor sobre sí. Blaise esperó su respuesta y de paso miró al Gryffindor que miraba al rubio con el rostro oculto por la mano, notó que los ojos de este eran verdes intensos y combinaba con esa pequeña cara. 

 

-Sí, si tal vez- dijo Malfoy mirándolo - pero ya sabes lo quiero hacer. 

 

Blaise asentó con la cabeza al recordar que Draco deseaba hablar con él sobre ese plan contra Potter.

 

-Estoy muy curioso sobre esos libros que me dio el profesor Moody, me encanta las plantas, por eso no pude ayudarte con eso Harry- dijo Neville tratando de obtener la atención de Harry, quien tenía la vista en cualquier parte solo que sus oídos estaban en el sector de dónde estaba Malfoy - y aunque no estuviera ocupado no habría hecho eso.

 

Harry si lo escuchó, pero no tenía tantas ganas de hablar con él, sino más bien quería investigar a Malfoy, le tenía tanta curiosidad al rubio que pensaba cualquier cosa. 

 

-No importa Neville, ya no quiero hacer eso- mintió sin mirarlo a la cara, le habría venido bien que su amigo hiciera ese favor de investigar al Slytherin por su parte, es que estaba tan ansioso por saber que pasaba por la mente del más joven de los Malfoy.

 

-La verdad Harry, me gustaría resistir esa maldición- expresó Neville tristemente- pero el profesor Moody me asusta, siento que es un excelente profesor con un carácter terrible, pero no puedo, me cuesta dormir. 

 

-Pero todo fue por culpa del imbécil que tengo al lado- exclamó Potter muy enojado señalando con su mano a Draco sin importar que este se diera cuenta- si no me hubiera dicho esa burla no lo habrían convertido en hurón y el profesor no estaría tan enojado con todos. 

 

Justamente ese dicho a Neville le pareció raro, ya que lo notó como algo sin sentido porque él hablaba del profesor no de Malfoy y lo miró con el ceño fruncido, pero no fue nada extraño lo que Malfoy escuchó quien de inmediato se dio la vuelta con esos ojos llenos de furia para mirar al joven de ojos verdes. 

 

-¿A quién estás diciendo imbécil?-preguntó.

 

Pero Potter no volteó a verlo, sin embargo, una pequeña sonrisa se le escapó de los labios al notar que ahí estaba Malfoy, actuando como el de siempre. 

 

-¿Potter a quien estás diciendo Imbécil?

 

Volvió a preguntar arrastrando las palabras como lo hacía siempre, empezaba a irritarse por la osadía del Gryffindor, eso a Potter le gustó y al instante se sintió raro al comprender que extrañaba ese sonido de voz sobre su nombre. Fue la primera vez que lo había sentido así. 

 

-En fin- exclamó sin darle más importancia a eso, ya no quería sentirse la víctima de Malfoy, estaba cansado de tanto bullying por parte de este.

 

Malfoy por su parte tenía la intención de levantarse para agarrar al Gryffindor de los pelos y tirarlo al suelo, recordó todas las noches que no había podido dormir por su culpa, las debilidades en su cuerpo, esa falta de apetito, todo le había resultado difícil y ver ahora al Gryffindor hablar así tranquilamente, le dio mucha bronca hasta tristeza. Intentó levantarse arrastrando la silla, pero de inmediato una mano le agarró el brazo.

 

-Basta Draco, ya te dije resiste y hablaremos de eso en la tarde después de las clases. 

 

Draco se colocó bien sobre su asiento, ignorando a Potter por completo, suspiró profundamente para calmarse y esperar a su profesor favorito. 

 

Durante la clase con el profesor Snape, Malfoy en ningún momento vio a Potter, se había concretado en la clase, la tranquilidad era latente y muy hermosa, quería recuperar la fuerza para poder resistir al Imperius, preparó varios ingredientes fuertes que el profesor Snape había escrito en la pizarra, una tarea demasiado difícil para Potter porque a cada segundo observaba a Malfoy, notando la palidez de su rostro como la del desinterés que Draco le había dado a su propio cabello. 

 

-Talvez está enfermo- se dijo, dudando mucho sobre si eso era en verdad, pues por sorpresa Draco había cambiado para él. Lo sentía lejos, distante, diferente, extraño. Cómo si el Draco Malfoy de siempre se hubiera ido- ¿Está cambiando?, tal vez sea la edad, la gente cambia - y esa afirmación le dio escalofríos a la piel, ya no que tendría a Draco siguiéndolo todo el tiempo y este no sería castigado -que rayos- se estremeció al pensar así, como si extrañase a su enemigo- que horror, que horror, si yo puedo vivir bien sin los maltratos de este hijo de perra. 

 

Pero Draco si quiera tratarlo como siempre solo que ahora el odio era potente, y podía ser peligroso para ambos. Por eso el joven se limitaba acercarse a él ya que podría cometer una terrible locura.

 

Terminada la clase todos salieron, y justamente sin pensarlo Harry comenzó a seguir a Draco que caminaba junto a Blaise. 

 

-Me duele la cabeza, estoy tan cansado que me gustaría hacerlo ahora, no puedo más- dijo Draco en voz baja tocándose la cabeza.

 

Eso sí Harry lo había escuchado, pero mal, su oído lo había interpretado así:

"estoy tan cansado que me gustaría decírselo ahora, no puedo más".

 

-¿a qué se refiere?- se preguntó.

 

-Ya basta- dijo Blaise -resiste, no puedes hacerlo y no lo harás, no lograrás nada después de todo.

 

Imposible parecía notarse el asunto de Draco, sobre todo curioso para Harry. Se preguntó a quién quería decir eso, y porque eso era tan importante para Draco. 

 

-En fin, si no lo hago ahora voy a morirme después de todo- continuó sin darse cuenta que él Gryffindor venía detrás. 

 

-¿Pero de qué hablas?- preguntó Blaise extrañado- calmante por favor. 

 

-tengo que hacerlo Blaise, estoy sufriendo mucho, me siento tan mal. 

 

Esas palabras a Harry les parecieron demasiado tristes, sin importar que este fuera su enemigo potente, escuchar eso le hizo sentir lástima, aun así, no le deseaba mal a nadie. Comprendió que Draco estaba perdiendo su grandeza símbolo de caída, algo bueno para él como quizás también un tipo de aprendizaje duro para el rubio. Pero no le quitaba lo curioso sobre él, aun así, quería investigar.

 

-Quisiera tan solo tomar a Po…

 

-¡Cállate! ¡Vámonos! - le interrumpió Blaise, notando al Gryffyndor detrás- Potter está detrás de ti- lo dijo en voz baja acercándose a su oído.

 

-Sí, sí, vámonos antes de que cometa una locura…-exclamó en vos baja.

 

Y los dos apresuraron los pasos, haciendo que Harry lo hiciera también, pero se detuvo ya que había perdido las ganas de seguirlo.

 

-Harry espérame- dijo Hermione viniendo detrás, mientras intentaba guardar sus libros en la mochila - quiero hablar contigo sobre la prueba.

 

El joven cerrando los ojos para no tener que salir huyendo, respiró y se quedó a esperar. 

 

Justamente después de las primeras clases terminadas y de tomar el almuerzo, Draco y sus amigos se fueron al lago negro para pensar un poco sobre el Imperius, algo que posiblemente a Pansy le resultaría difícil porque no había dormido tan bien, tenía dolor de cabeza.

 

-Me duelen los ojos- exclamó la joven mirando a Draco, quien estaba de pie mirándolos- quisiera dormir.

 

-Relaja la cabeza, yo te haré masajes- dijo Blaise, comenzando a masajear su nuca.

 

Pansy estuvo a punto de llorar de felicidad en el momento en que Draco se sentó a su lado, el joven ya no estaba tan mal como los días pasados. Odiaba tanto a Potter por tener que hacer sufrir a su compañero y arruinarle la vida.

 

-Ya después de las clases iremos a descansar, eso sí se puede con Draco- dijo Blaise mirando enojado al joven rubio quién lo ignoró por completo. 

 

-Déjame decirte Blaise, que en la tarde vamos a hablar sobre como vencer a Potter, no me importa si me duermo en el camino…espero que entiendas. 

 

Pero Blaise negó con la cabeza, la situación no le gustaba nada, estaba tan cansado que pensar en ese plan sobre cómo dañar a Potter era algo que en verdad no quería hacer, tenía la esperanza de que Draco lo dejara de lado, pero sabía que eso lamentablemente no iba a pasar. 

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-Oye Harry tranquilízate - le decía Hermione a Harry quien caminaba junto a ella por el patio- eso es imposible, Malfoy no pudo haber hecho algo así.

 

-Nadie lo sabe Hermione, pero está tan extraño que me hace pensar que en algo anda. 

 

-No lo creo, Malfoy podrá ser un maldito desgraciado con odio pero para esas cosas no. ¡Míralo!- exclamó con un gesto de asco en la cara- Es un inútil.

 

-Aun así, si hubiera sido él quien colocó mi nombre en el cáliz de fuego lo va a pagar muy caro- expresó hablándole muy seriamente - por su culpa todos me odian hasta Ron. 

 

Harry decía esas palabras hasta se lo creía, estaba convencido de que Malfoy pudo colocar su nombre en el cáliz. 

 

-Ya Harry, ¿qué tanto te ocasiona Draco ahora?. Es el mismo engreído de siempre. 

 

-Es que…está muy diferente hacia mí, ya no es el mismo de antes, parece que me huye.

 

-Mmmm…pues déjame decirte que eso es porque…- le sonrió dulcemente - te tiene miedo ya que lo convirtieron en Hurón.

 

Hermione esperó que su amigo se riera, pero no pasó, Harry se sentía más pensativo todavía.

 

-Pero no sé…algo trama…

 

Potter tenía tantas preguntas en su cabeza, tantas que no sabía que concluir, el Slytherin le parecía muy sospechoso. 

 

-Yo, no lo sé, está distante, seguramente estará enfermo, quien sabe, solo lo veo en clases…pero Harry tu…al parecer los ves muy…

 

-¿Oye me podrías hacer un favor?- le preguntó bajando la cabeza, ya que esperaba el enfado de su amiga. 

 

-Depende de lo que me pidas. 

 

-¿Podrías…- le costaba salir las palabras de la boca- vigilar con mi capa de invisibilidad a…Malfoy?

 

-¡¿Qué?!- preguntó Hermione mirándolo espantada por aquella pregunta.

 

-Vigilar a Malfoy- se armó de valor en lo que en verdad necesitaba decir - podes utilizar mi capa y meterte en la casa de Slytherin para vigilarlo. 

 

-¡¿Estás loco?!- preguntó Hermione mirándolo con asombro mientras sus ojos se ponían en blanco- Ni en pesadillas haría algo así. 

 

-Por favor Hermione, solo será por una hora.

 

-No, no lo haría nunca, es ilegal espiar a la gente, ni mucho menos me metería en esa casa- dijo sin dejar de mirarlo- si me descubren ellos me castigarán. Sé que antes lo hacíamos…pero ahora con el torneo ya no quiero.

 

-Pero es que yo no puedo…-expresó lamentándose de la situación.

 

-Ni tampoco lo intentes, no te atrevas.

 

-Yo quería hacerlo, pero no tengo tiempo- se tocó la cara para sacar un poco el calor que tenía en la mejilla, se sentía tan cansado- con lo que me espera en el futuro no puedo hacer las cosas en orden. 

 

-Aun así, debes dejar de pensar en Malfoy, eso no te hace bien- dijo tocando su mano- piensa en la primera prueba, en cómo preparar fuerza. 

 

-Pero Hermione, la cara de Malfoy…- ya no tenía idea de lo que decía- su cara…

 

-Basta Harry, no me hagas que me enoje, olvídate de él. 

 

Hasta hablar con Hermione le resultaba agobiante, pero no sabía a quién recurrir, ni tampoco quería sacarse esas preguntas de la cabeza, cerrando sus ojos tuvo que reconocer que…

 

-En fin, lo tendré que hacer yo.

 

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Terminadas las clases, lo que a Malfoy le pareció una alegría, se dirigió a la biblioteca para buscar un libro de astronomía, para así distraerse más de lo que ya lo estaba haciendo, comprendió que llorar en su habitación le había hecho muy bien, y no veía la hora de que él sol se metiera para centrarse en ese extraño plan que haría contra Potter. Se sentó en la mesa, había un niño de Reveclaw sentando en otra mesa muy lejos de ahí, muy pocos chicos había.

 

La osa mayor es una de las constelaciones que rodean a la estrella polar, para encontrar a la osa mayor se debe hallar al asterismo del carro o sartén. 

 

Historia mitológica de la osa mayor, centrada principalmente en una historia muggles

 

-iba tan bien - expresó Draco un poco apenado- en fin.

Escuchó al niño de Reveclaw toser muy seguido, lo cual fue un poco preocupante para sí, así que se apartó un poco, aunque era exagerado porque el niño estaba lejos. 

 

Calisto era una mujer que pertenecía al cortejo de la diosa Artemisa (diosa de la caza) para lo cual había hecho el obligatorio voto de castidad justamente el dios Zeus se había enamorado de ella y para estar a su lado se transformó en la diosa Artemisa, sedujo a la joven y esta quedó embarazada para después ser expulsada por la diosa sin antes convertirla en una Osa. Le arrebataron a su hijo cuando nació. Este hijo se llamó Arcas, justamente un día, Arcas se encontraba cazando en el bosque y encontró una gran osa, era Calisto quien al reconocerlo corrió para abrazarlo, pero este le apuntó con su flecha matando a su madre de un flechazo en el corazón. Zeus transformó a la mujer que una vez amó en la constelación de la osa mayor para que ella sea inmortal y después a su hijo en la Osa menor, para que ambos vivieran juntos en el cielo, sin embargo, la diosa Hera que odiaba a Calisto, los castigó para que estos nunca bajarán del horizonte. 

 

-Oh que triste - pensó Malfoy sorprendido de la pena que había tenido al leer eso, era la primera vez que sentía algo así.

 

Volvió a escuchar al niño toser seguidamente, lo miró, el niño se limpiaba los mocos con un pañuelo, pero no fue lo único que vio, detrás de este había unos ojos verdes que lo miraba muy fijamente, pensó que era otro niño pero al pasar los segundos sin apartar la vista de ahí, notó que era Potter el que lo miraba, este estaba junto a la biblioteca y no le había importado que Draco se diera cuenta, se sobresaltó al verlo y cerró rápidamente el libro, mirando hacia otro lado para disimular el susto. Pero al instante empezó a sentir ese descontrol, los nervios sobre su cuerpo, la bronca, la ira y esa necesidad de correr hacia Potter. Por su parte el Gryffindor seguía mirándolo sorprendido de que no querer huir al darse cuenta que Malfoy lo había descubierto, Potter esperaba también la reacción de este. Sin embargo, Malfoy conteniéndose para no correr hacia él, se levantó de la mesa dejando el libro sobre ella y caminó por ese pequeño pasillo contrario del pasillo donde estaba Potter, saliendo de prisa por la entrada de la gran biblioteca, a Potter le extrañó ver lo que hizo, se preguntó porque Malfoy huía de él, que lo asustaba. Malfoy corrió llorando por un pasillo. Estaba desesperado por sacar esas ganas de atacar a Potter; era verdad no quería terminar en Azkaban, no quería, se paró en el pasillo y se apoyó sobre el muro para llorar. Deseaba que Potter no existiera, qué ese odio se fuera, si olvidaba a Potter tal vez buscaría nuevos amigos que no fueran los tontos de Goyle y Crabbe o quedarse con ellos y tratarlos como los amigos que eran, pero lo que le dolía y extrañaba, era que Potter ya nunca sería su amigo, ni en un futuro o en una vida paralela. Nunca lo sería.

 

-Rayos, ¿Porque lloro por ese imbécil? - se quejó completamente furioso por tener ese sentimiento extraño, hasta le dolió no poder tener unos amigos como Granger o Wesley- maldita sea- lloró más al sentir ese clip que le retumbaba en la cabeza, ese clip terrible le decía que Granger y Wesley eran buena gente, algo que odiaba reconocerlo, movía la cabeza para borrar es ese clip, lo que quería era seguir odiando a todos ellos, así debía ser.

Potter lo miraba escondido sin hacer ruido, impactado por verlo llorar, por Merlin, y no demoró en preguntarse porque, que pasaba en esa mente, y de la nada sintió tristeza al ver a Draco con esa mirada llena de lágrimas. El Slytherin trataba de contener sus lágrimas mordiéndose la mano para contener el sufrimiento, intentaba no gritar, ni chillar, sus ojos se habían cerrado haciendo un gesto muy deprimente para Potter, que lastima. 

 

En ese momento Draco comenzó a caminar y de repente apareció a los lejos Zabini quien le gritó, Potter retrocedió hacia atrás para que no lo vieran. 

 

-¿Qué pasa?- preguntó Blaise enojado- ¿Porque estás llorando ahora? 

 

Pero Draco no respondió, tenía tantas preguntas en la cabeza que ya no sabía cómo ordenar su juicio. 

 

-¿Qué pasa Draco?- preguntó Blaise tomando con fuerza al Slytherin y llevándolo a un cuarto que estaba oscuro. 

 

El joven rubio no podía hablar, solamente movía la cabeza negativamente, tratando de contener ese dolor y la bronca. Potter por su lado no se había dado cuenta que los Slytherin habían entrado en ese cuarto desconocido para ellos, creyó que Zabini y Malfoy habían seguido caminando, entonces extrañado por lo que le pasaba a Draco caminó por ese lado. 

 

-Draco… ¿qué pasó? - susurró Blaise tocando su rostro.

Pero el joven no decía nada, estaba tan mal que lo único que quería era que Potter se le vaya de la cabeza para siempre. 

En ese momento el Gryffindor cruzó por ese parte sin darse cuenta que ellos estaban ahí, y Blaise lo vio sintiendo un odio de inmediato, luego vio a Draco con tristeza por la angustia de su amigo. 

 

-Ya..ya…-musitó Draco, llevándose la mano por los labios - ya no quiero sufrir así, yo quiero que esté odio se vaya para siempre- lo había dicho en serio, no importaba si odiaba a Potter, ya no quería sentir ese dolor sobre sí mismo, prefería olvidar todo y continuar con su vida.- no quiero sufrir más.

 

-Toda la culpa la tiene Potter- dijo Blaise- ese imbécil te está haciendo sufrir y a nosotros también, por eso vamos ayudarte a castigarlo- le decía mientras tocaba su cabello - ¿entiendes amigo? él sufrirá para siempre- esperó una respuesta, pero no le importaba si Draco no respondía- vamos a castigarlo, pero ahora debes estar bien, deja de llorar, no lo mires, haz de cuenta que no existe espera a mañana o dentro de unas horas y hablaremos de eso. 

 

-¿En serio?- preguntó limpiándose los ojos con el pañuelo- ¿no te enojarías si te digo que quiero hacerlo hoy?.

 

-Bueno un poco sí, porque quería que descansarás, pero ahora viéndote así, es mejor hacerlo hoy, no me molestaría. 

 

-Tengo tanto sueño - exclamó mirando hacia el cuarto oscuro- pero con esto no puedo dormir.

 

Blaise no dijo nada, Draco tenía razón estaba muy agotado. Blaise pensó en saber cuál era la mejor opción, si hacerlo descansar por hoy y dejar todo para el sábado o tal vez para el domingo. Draco se sentó en el suelo, pensaba en tantas cosas, por una parte, quería olvidar todo, pero después recordaba en cómo se habían burlado de la transformación que tuvo. Todo le daba vueltas dentro la mente, la necesidad de olvidar y otra esas ganas de vengarse de Potter. Blaise se sentó al lado suyo y apoyó su espalda sobre la puerta para que Draco pudiera descansar un poco. Por varios minutos no dijeron nada, Draco pensaba y cerraba los ojos para poder dormir y así sacar ese malestar en su interior, al instante acomodó su cabeza en el hombro de su amigo. Pasaron varios minutos y ambos se durmieron. Se despertaron después de una hora, sin sentir esos nervios en su cuerpo, Draco miró a su amigo y por un instante tuvo el deseo de agradecerle pero no lo quiso hacer. Se levantó juntó a él y salieron de ahí. Malfoy tenía los deseos de caminar por el bosque y respirar aire puro. Caminaron mucho hasta alejarse por completo de esos sectores, Draco quería salir.

Se encontraron con Pansy en la entrada del gran comedor. 

 

-Vamos al bosque- dijo Draco sin mirarla- quiero respirar. 

 

Ella no dijo nada y salieron al gran patio, pasaron por cerca de los tres invernaderos, hasta llegar al bosque sin mirar la casa de Hagrid. Entraron en el bosque prohibido, admirando ese aire fresco, el olor de los árboles. Caminaron sin parar con la varita en alto para evitar cualquier ataque, y siguieron caminando, Draco pensaba que podrían perderse en ese bosque, pero no le importó; pasaron muchos minutos hasta que se encontraron con montañas a lo lejos, Draco creyó que habían terminado el bosque, pero se equivocaba, el bosque era muy grande, ellos solo habían salido por un lugar donde los árboles no se extendían tanto.

 

Observó las montañas tan grandes a los lejos, ahí era otoño, pero las montañas estaban pobladas por la nieve, se imaginó caminar por esos sectores tan frescos, experimentando el lugar, solo sin la preocupación de nadie, se sentó en la tierra olvidando que podía ensuciar su traje. 

 

-Caminamos mucho- dijo.

 

-Sí, y no me importa, me siento tan bien.

 

-No creo que nos extrañen así que…qué más da- expresó Blaise mirando a Draco.

 

Blaise se sentó al lado del rubio y se acostó en la tierra fresca. 

 

Draco se había extrañado por no haber hablado sobre las seguidas que Potter le hacía, aunque estaba enojado por ser perseguido. Prefirió no decir nada. 

 

-¿qué demonios le pasa?- se preguntó enojado- ¿Por qué me sigue?.

 

Estuvieron sin decir nada durante una hora, notando cómo el sol se metía de poco en poco, Draco se recostó sobre las rodillas de Pansy, estaba tan extraño en hacer eso, pero el momento era relajante, no tenía ninguna preocupación que le doblará el cuerpo de nervios. Que bien se sentía. Con las caricias que la joven le hacía en su cabello él se durmió.

 

Una hora después, Draco despertó y dijo.

 

-Estaba leyendo un libro de Astronomía y Mitología griega en la biblioteca, y me encontré con un mito muggles triste.

 

Blaise lo escuchó y le llamó la atención lo que este decía. 

 

-¿en serio?- preguntó sorprendido.

 

-Sí, era la historia de una mujer virgen que pertenecía al grupito de la diosa Artemisa, la mujer fue seducida por un dios llamado Zeus que se hizo pasar por Artemisa para seducir a la joven y esta quedó embarazada y claro la diosa la descubrió…fue terrible, la castigaron convirtiéndola en osa para siempre- no pudo continuar porque tenía ganas de llorar- y le quitaron a su bebé, lamentablemente cuando la osa mamá se encontró con su hijo este no la reconoció porque ella era una osa gigante y el joven temiendo que el animal lo atacara le tiró una flecha matándola en el acto.

 

-Qué triste- exclamó Pansy - en esa época nosotras las mujeres éramos culpables por todo, una pena…pero ahora somos libres…lo digo porque hace muchos años la inquisición de los muggles mató a muchas brujas…casi nos exterminan.

 

-Qué horror- exclamó Draco- por eso no confío en ellos. 

 

-Pero todavía hay mujeres que siguen sufriendo- dijo Blaise mirando sus manos- muy pocas son ayudadas. Muy pocas tienen su justicia.

 

-¿Cómo lo sabes?- preguntó Malfoy.

 

-Pues a pesar de vivir en el mundo mágico, eso siempre se sabe, en mi familia no hay tanta relación con los muggles, aun así, siempre existe una pequeña relación con ellos, aunque no es el caso de mi familia. Muchas brujas sufren violencia de género por parte de sus esposos, la violencia existe en todo el mundo. Es una triste realidad.

 

Draco no dijo nada al respecto, no conocía mucho sobre esos casos, ni tampoco pretendía conocerlo.

 

-Al final el dios Zeus transformó a la mujer en una constelación para que sea inmortal.

 

-Qué forma tuvo de remediar las cosas, aunque no creo que haya significado para nada, en fin.

 

-Yo conozco otra historia de las estrellas- comenzó Blaise- es la constelación de Orión. Se dice que Orión era hijo de un dios llamado Poseidón y que era cazador. Le encantaba cazar que por un momento se enloqueció y al tratar de violar a la diosa, está asustada le envió un escorpión, que le picó en el talón. En pago de este servicio, el animal fue transformado en constelación, y lo mismo le ocurrió a Orión. Por eso, la constelación de Orión huye eternamente de la del Escorpión.

 

-Vaya, todos son castigados…sí que esa mitología muggle tiene sus temas- expresó Draco mirando los gigantes árboles.

 

-Son historias que se relacionan con la Astronomía, la ciencia no cambia si somos magos, todos sabemos que la tierra no es plana- dijo Blaise haciéndole un guiño a Pansy- no cambia. 

 

-Aun así, es interesante sin importar que odie que sean historias muggles.

 

-Puedes leer la historia de Merlin, también es encantadora. 

 

-Talvez - dijo Draco levantándose y limpiando su pantalón - creo que es momento de regresar, nos fuimos muy lejos, pueden estar buscándonos. 

 

-No es así, no creo que nos extrañen- dijo Blaise- pero te digo Draco, deberías leer esas historias de Merlin. 

 

-Si las conozco, Blaise.

 

-Pero podés volver a leerlas para distraerte un poco.

 

De repente Draco escuchó ruidos sobre la tierra que venía hacía ellos, se movió para ver quién estaba por ahí. Buscando por los árboles se cruzó con la vista de Potter que los miraba saliendo con cuidado desde detrás de un árbol, Draco abrió los ojos muy sorprendido al encontrar a Potter ahí, el Gryffindor comenzó a retroceder al darse cuenta que lo habían descubierto, él los había seguido desde que salieron del castillo, dándose la vuelta comenzó a correr ocasionando que Draco lo mirara con odio.

 

-¡¿Qué demonios haces aquí Potter?!- preguntó levantando la voz, pero el Gryffindor no lo escuchó porque corría demasiado fuerte- ¡¿qué rayos haces aquí?!. ¡No!,!no!.

 

-Qué demonios - exclamó Blaise levantándose de prisa y mirando al Gryffindor correr hasta desaparecer.

 

-¡Imbécil, imbécil ¡- estalló Draco de ira, caminando apresuradamente - ¡Maldito infeliz! 

 

-¿Estuvo escondido todo este tiempo?- preguntó Pansy mirando a Blaise.

 

-¡Estuvo detrás de esos árboles espiándonos!- gritó Draco volviendo hacia ellos.

 

-Nos vio dormir…

 

-Maldito roñoso- dijo Pansy levantándose.

 

-Muy bien, ahora sí voy por él - dijo Draco comenzando a caminar completamente furioso, lleno de ira- ¡voy por ti, Potter!

 

-¡Draco espera!- gritó Blaise- ¡espera! ,¡está lejos! 

 

Y los dos comenzaron a seguir a Draco quien caminaba apresurado como si fuera el fin del mundo. 

 

Harry corría un poco asustado, no podía evitar ese susto, había perseguido a los tres Slytherin por el bosque sin importar que estos se alejaran de Hogwarts, todo por la intención de investigar a Malfoy, se escondió detrás de unos árboles, había escuchado la conversación, hasta vio dormir al rubio, no tuvo el deseo de irse, se quedó ahí y justamente al tratar de acercarse un poco más no se dio cuenta que Malfoy lo había visto. Fue terrible el susto cuando este lo descubrió y sin pensarlo dos veces corrió. Salió del bosque después de largos minutos de corrida para ir directo a la casa de Hagrid, rogando a la nada porque este estuviera en la casa ya que no quería que Malfoy lo atrapase en el camino debido a que la puerta del semigigante estuviera cerrada sin nadie dentro, pero se dio cuenta que tenía la varita sin embargo no tenía ganas de pelear con el Slytherin.

 

-¡Hagrid!- gritó de emoción al ver a su amigo ahí sentado tomando un poco de té.

 

-¿Qué pasa Harry?- preguntó este extrañado por la agitación del Gryffindor.

 

-Vamos adentro- dijo Harry respirando agitado - tengo frío. 

 

-Bien.

 

Entraron a la casa, Hagrid estaba completamente extrañado por cómo se veía Harry. El Gryffindor agradeció sin decirle al ver la puerta ser cerrada, hasta tenía miedo de que el rubio se metiera dentro.

 

Hagrid le ofreció una taza de té muy caliente, pero Harry estaba muy ansioso que no tenía ganas de beber nada, este se levantó sin apartar los ojos de la ventana y se acercó a ella para mirar hacia afuera ahí vio como Malfoy entraba con pasos rápidos a los invernaderos mientras que Blaise y Parkinson lo seguían por detrás, sabía que estaba enojado. Sintiendo un poco de tranquilidad se sentó al lado de Hagrid. 

 

-¿Qué pasó Harry?

 

-No fue nada Hagrid, estaba caminando por el bosque tratando de sacar el miedo que le tengo al dragón, por eso vine corriendo porque hacía un poco de deporte.

 

-Es que venías asustado.

 

-No tanto, pero no importa. 

 

-De acuerdo- dijo Hagrid no tan convencido.

 

           OoOoOoOoOoOoO

 

***************************************************

 

Malfoy caminaba apresuradamente por ese gran pastizal que llegaba a Hogwarts, estaba desesperado por buscar a Potter. 

 

-¡Draco!- gritó Blaise - ¡detente!

 

-No Blaise, voy a buscarlo ahora- respondió sin detenerse - él se lo buscó por imbécil.

 

-¡Espera!¡espera!¡espera!

 

-¡Ya no puedo más!

 

-¡No lo busques podemos hablar de eso ahora!, ¡si le haces daño te van a enviar a Azkaban!

 

Aquellas palabras ocasionaron que Draco se detuviera de repente, cerró sus ojos para respirar profundamente, se había agotado por caminar tan deprisa, era verdad no quería ir a Azkaban, eso sería tan terrible.

 

-Escucha Draco, ya es hora- dijo Blaise tomándole el brazo y darle un pequeño masaje para calmar la ira del rubio que ya ocasionaba un poco de color rojo en la cara- si quieres castigar a Potter, vamos a hablar de eso.

 

-por favor Draco tranquilízate, sé que ese imbécil no tenía derecho de espiarnos, pero ahora debemos hablar para castigarlo.

 

El joven abrió los ojos, miró hacia el cielo haciendo una bocanada de aire, trataba de contener esa ira, se preguntó cómo Potter tenía la osadía de espiarlo y con qué derecho; al instante inclinó la cabeza para mirar el pasto húmedo debido a la llegada lenta del invierno, miró a sus amigos, se acomodó el cabello y dijo.

 

-Está bien- exclamó volviendo a caminar está vez más tranquilo.

 

Llegaron a la sala privada dentro de Slytherin, ahí estaban Crabbe y Goyle que al mirarlo notaron que algo le sucedía, Draco se sentó en el sillón muy pensativo en aquello que había hecho Potter, tenía tanto odio que no lo podía soportar.

 

-No puedo creer que haya tenido la sucia osadía de espiarnos, maldito desgraciado- se quejó con la vista en la nada, movía su cabeza negativamente- no lo puedo creer.

 

-¿Qué curiosidad le agarró para estar espiándonos?- se preguntó Blaise sentándose a su lado mientras Pansy lo hacía en el otro sillón.

 

Crabbe y Goyle lentamente se acercaron a ellos sin decir nada, pero tenían curiosidad por saber qué pasó afuera.

 

-Seguramente quiere hacer algo en contra de nosotros - dijo Pansy- claro cómo ve qué Malfoy está débil por lo que le hizo ese loco profesor, él se aprovechará de esa debilidad para burlarse de nosotros.

 

-No lo sé, no lo sé.

 

-¿Qué? - preguntó Crabbe un poco enojado- ¿Potter los espiaba?

 

-Sí, estábamos en el bosque y Draco lo descubrió escondido detrás de un árbol.

 

-Qué sucia cara rajada - expresó Goyle negándolo con la cabeza. 

 

Estuvieron en silencio varios minutos, hasta que Blaise miró Draco y le tocó el hombro para después preguntar.

 

-¿Y?.¿Estamos listos para empezar?

 

El joven acento con la cabeza.

 

-Si.

 

-¿Quieres que Crabbe y Goyle estén incluidos en esto?- preguntó.

 

Draco pensó por un momento en eso, le costaba mucho decir que sí porque tenía miedo de que sus tontos amigos lo arruinaran, pero comprendió que lamentablemente necesitaba las ayuda de estos, tal vez los dos podrían servir para algo.

 

-Sí, pueden quedarse.

 

-¿No querías que estuviéramos aquí?- preguntó Goyle un poco apenado.

 

Pero el joven rubio no respondió, estaba tan mentido en su pensamiento por ver cómo castigar a su rival.

 

Crabbe se sentó al lado de Pansy pero Goyle se paró detrás del sillón y apoyó sus manos en este para mirar a los chicos y escuchar de qué hablarían.

 

-Entonces - continúo Blaise- ¿cómo quieres castigar a Potter? 

 

-El dolor tiene que ser potente, inolvidable, debe ser una herida punzante que nunca pueda sanar.

 

-De preferencia un castigo que nunca pueda curar ¿verdad? - preguntó el moreno.

 

-Así es- asentó sin mirarlo.

 

Blaise no dijo nada, ya que prefería que hubiera un silencio para poder pensar y sobre todo que Draco se tranquilizara. 

 

-¿Y cómo podemos hacerlo?- preguntó solo a Draco ya que quería saber lo que él pretendía hacer.

 

Pero el joven no respondió, no tenía idea de cómo ir por ese paso. Otro silencio más.

 

-Tenemos que encontrar su punto débil - dijo Pansy, muy seriamente.

 

Nadie dijo nada, no porque fueran inútiles en pensar sino más bien porque necesitaban el silencio para obtener una relajación y así centrarse en cómo comenzar el plan.

 

-Primero- dijo Blaise, rompiendo el silencio - tiene que ser castigado sin que nos perjudique a nosotros, no quiero que nadie de aquí sea castigado, debemos ser precavidos para que él Gryffindor sufra y nadie nos castigue después. Él no debe saber que nosotros hicimos eso.

 

Otra vez el silencio. Draco escuchaba todo, pero no miraba a ninguno. Varios segundos…

 

-Conozco a Potter demasiado- comenzó el rubio-, mucho, y sé sus puntos débiles lo que me ocasiona atacar por todas partes, pero necesito algo que sea inolvidable, no debo hacerlo a las apuradas, lamentablemente debe llevar tiempo.

 

-Entiendo y con mucho cuidado.

 

-Yo también conozco algunos de esos puntos- dijo Pansy

 

-¿Y cuál es?- preguntó Blaise

 

-Voldemort.

 

-Pansy por Merlín- exclamó Crabbe con un poco de miedo sin importar que su padre haya sido Mortífago una vez - no digas su nombre.

 

-¿Qué pasa con el señor tenebroso?- preguntó Draco extrañado.

 

-¿Tu lo quieres ver a Potter acabado verdad?- continúo la joven- pues, tengo un pequeño plan, pero es peligroso ya que tendríamos que romper algunas reglas. 

 

-¿Cuál es?

 

-Podemos sacar a Potter fuera del castillo y llevarlo a algún lugar peligroso donde estén los aliados del…"señor tenebroso" y hacer que estos lo maten.

 

Quedaron en silencio cuando Pansy terminó de hablar, esa idea era simplemente no tan de gusto ya que tendrían que meterse en sectores oscuros, no tenían ni idea de dónde estaban los aliados de Voldemort y aunque si la cosa fuera diferente en el caso de saber dónde estaban no tenían deseos de meterse ahí. Draco por su parte ya sabía que sus padres estarían haciendo algo con algunos Mortífagos, como pasó en el ataque del campamento de la copa mundial de Quidditch, sin embargo, él no tenía tanto interés en esas cosas.

 

-Es un plan riesgoso para nosotros, yo no quiero salir de aquí- dijo Blaise.

 

-por eso dije, romperíamos algunas reglas, pero por Draco, soy capaz de todo- dijo sinceramente mirando al joven con la vista perdida en su pensamiento.

 

-Pero Pansy, es peligroso- exclamó Blaise -además yo no quiero infiltrarme con esa gente ni para ubicar en dónde están, la mayoría están en Azkaban y otros libres, pero de aquellos que se escondieron es difícil de localizar.

 

-Mi padre tal vez puede saber algo- dijo Crabbe muy nervioso- pero la verdad…yo no creo que mi padre quiera averiguar sobre aquello, ni tampoco deseo meterme en aquellos lados oscuros, podría morir, Potter no lo vale.

 

-Qué Potter vaya al lugar donde siempre tuvo que estar, con Voldemort- dijo Pansy un poco enojada sin dejar de mirar a Draco.

 

-Pero Pansy, Voldemort está muerto…bueno…eso parece.

 

Goyle por su parte no dijo nada, no tenía problemas de que Voldemort regresara, pero no quería averiguar sobre los Mortífagos, le daba mucho miedo, más si las cosas tenían que hacerlas ellos solos. 

 

-Podríamos buscar información, pero de manera secreta sin tener que salir- dijo Blaise mirando a la nada pensando mientras hablaba- sin buscarlos a ellos personalmente, hacerlo muy distante, sin infiltrarnos…tal vez podemos buscar a alguien que busque información de la ubicación de algunos Mortífagos escondidos…pero no lo sé, todo tiene que ser de manera privada. Sin infiltrarnos.

 

-Eso llevaría tiempo- dijo Goyle- pero es lo que Draco quiere ¿no?

 

Los dos miraron al joven rubio que tenía la vista hacia el suelo, él si los escuchaba, pero no quería decir nada para que ellos pensaran en algo, había decidido quedarse callado y contener la ira para no buscar a Potter.

 

-No es tan bueno el plan- dijo Blaise- es algo difícil y riesgoso, sobre todo al buscar esa persona que tenga contacto con los Mortífagos.

 

Blaise miró a Draco.

 

-Draco.

 

-Si.

 

-Tus padres…ellos…tal vez...

 

-No Blaise- procedió mirándolo e interrumpiéndolo de repente- mis padres valen oro, son mi oro sagrado jamás les pediría algo así, podrían correr peligro, caer en sospecha de los autores y Potter no lo vale, no lo vale para que ellos se metan en eso nuevamente.

 

-Pero ellos eran Mortífagos, tal vez podrían…

 

-Eran Mortífagos y abandonaron al señor tenebroso, se salvaron de ir a Azkaban, están en una nueva vida y no quiero que se metan a buscar información, supuestamente si lo saben, pero no es conveniente darles ese trabajo que podrían traer sospechas sobre ellos.

 

-Es una pena Draco- exclamó Blaise - ellos tienen mucho poder y pueden saber…

 

-Además no me gusta el plan, no quiero ver muerto a Potter, lo quiero vivo y dentro del castillo, pero sufriendo.

 

-Pero Draco, tú estabas con esa idea de acabarlo- dijo Blaise sorprendido- en todos estos días gritabas querer matarlo y ahora decís otra cosa…yo la verdad Draco…ya no te entiendo - concluyó meneando la cabeza- no entiendo qué quieres realmente.

 

-Lo pensé bien, y lo quiero vivo, pero sufriendo y si es posible no de dolor físico sino de mente.

 

-Y mucho menos ahora- seguía mirándolo mientras meneaba la cabeza- ya no te entiendo.

 

-Entonces podemos hacer otra cosa- empezó Pansy nuevamente - hay otro punto débil.

 

-Sigue- dijo Blaise con vos baja y sin tantas ganas debido a que estaba un poco cansado de esta situación.

 

-Sirius Black.

 

-¿Qué pasa con ese criminal?- preguntó Crabbe.

 

-Hay rumores…en el exterior…muy pocos- hablaba cortadamente ocasionando suspenso, Blaise se mordía los labios porque no le gustaba eso, empezaba a impacientarse- dicen que Potter le salvó el alma ayudándolo a escapar. 

 

-Aja, ¿y?.

 

-Podemos sacarle información al Gryffindor de alguna manera ya que estoy convencida de que sabe el escondite, y si lo logramos podemos enviar a Sirius de vuelta a la casa asquerosa de dónde se escapó.

 

-Es una buena idea- dijo Draco.

 

-¿pero y en qué sufriría Potter con eso?.

 

-Pues es la única familia que le queda- respondió Draco- si lo mandamos a la cárcel, Potter sufriría.

 

-¿Y quién sabe? tal vez lo manden a la cárcel a él también, por encubridor- dijo Pansy.

 

Después de eso nadie dijo nada, estaban pensativos, ese plan a Draco le venía bien, lo difícil era en cómo se podría ubicar el escondite de Black, no era complicado mandar a alguien a Azkaban sobre todo si se trataba de un prófugo, sin embargo, también podría ser peligroso lograr ese objetivo debido a que ese prófugo podría tener aliados, Draco reconocía que no era cualquier prófugo.

 

-Es una buena idea, pero no creo que dé buenos frutos- dijo Blaise.

 

-¿Por qué?- preguntó Draco adivinando la respuesta.

 

-Porque Black es un peligroso prófugo y seguramente estará protegido, además si vos quieres ver sufrir a Potter; atacando por ahí el plan podría salir mal, ya que Black tendría aliados y en este caso sería una derrota para nosotros y debido a lo que dijo Pansy, ocasionar que Potter termine en prisión no se puede tampoco - lo miró seriamente - Potter tiene amigos que lo pueden salvar como siempre lo hicieron.

 

-Tienes razón, además creo que sí Black vuelve a prisión Potter si sufriría, pero seguiría la vida con esa esperanza de que vuelva a escapar…aun así es un buen plan, nos ganaríamos el cielo después de ayudar a los aurores. Pero yo quiero verlo sin esperanza, solo con dolor.

 

-Pero véanlo bien- exclamó Crabbe- si ubicamos el escondite, al instante lo buscarán.

 

-No es tan fácil- dijo Blaise- Black es un animado, puede escapar. 

 

-Pero, y si lo atrapan, irá a prisión.

 

-Puede funcionar y talvez no, es un sí y un no. Y si se escapa será toda una pérdida de tiempo. 

 

-Si quieres, podemos dejar a un lado ese Plan- expresó Pansy- colocándolo como plan B si la cosa sale mal o si no sabemos cómo atacar. 

 

-Entiendo.

 

-¿Qué me dicen de sus amigos?- preguntó Crabbe.

 

-La sangre y la comadreja- exclamó Blaise- ¿porque los incluyes?

 

-Potter está muy orgulloso de tener a esas garrapatas sobre su espalda- expresó Crabbe sonrientemente- podríamos romper esa amistad y hacer que Potter sufra, aunque solo lo haríamos con la sangre sucia porque la comadreja está enojada con él.

 

-Esos tres volverían a estar juntos después de ese plan, no se los puede separar- expresó Draco con rabia y enojo en sus gestos- además no habría tanto dolor en él porque este seguiría con su vida, tiene otros amigos.  

 

-Pero quizás…

 

-No creo que eso funcione - dijo Pansy mirándolo - son muy unidos y no tienen una amistad especial, solo son amigos que si se rompe la amistad ellos continúan con la vida.

 

-Es más yo creo le haríamos un favor a la cara rajada- comentó Blaise- porque esos dos son muy chusmas, como chupasangre, molestos e insoportables…así que…

 

-Pero…-volvió a decir Crabbe- si hacemos un plan fuerte para romper su amistad y ocasionar que se odien para siempre, la amistad nunca volvería y Potter sufriría mucho.

 

-Pero ese dolor pasaría con el tiempo- expresó Draco- él tendría a otros amigos. 

 

-¿Y si ocasionamos que todos lo odien?- preguntó Goyle.

 

-Eso ya está pasando Goyle, ahora todos lo odian- respondió Draco.

 

-Podríamos hacer algo más fuerte para que más lo odien.

 

-¿Pero qué?

 

-Podemos crear botones apoyando a Cedric Diggory y decir también: " Potter apesta".

 

-No sé, la verdad es que no veo que eso de muchos resultados- expresó Draco- además Potter tiene a su padrino prófugo que no creo que le importe que otros lo odien. Y sinceramente no le importa.

 

Blaise suspiró mirando hacia arriba y comenzó a darse masajes a la nuca ya que no sabía por dónde atacar. 

 

-Yo quiero verlo sufrir mucho, pero no solo eso, sino que pierda la confianza en la gente, en todo- dijo Draco- que se le complique la vida para siempre. 

 

-Veamos esto- empezó nuevamente Goyle- Draco dice que quiere verlo sufrir; podemos contratar a alguien para que le dé una paliza y lo deje mal.

 

-Pero eso sería muy riesgoso para nosotros- exclamó Blaise- si nos descubren acabaríamos muy mal.

 

-Eso no pasaría si lo hacemos en secreto- expresó Goyle.

 

-Pero siempre tenemos mala suerte hasta en eso, no quiero terminar expulsado - dijo Blaise. 

 

-Aun así- empezó Pansy- si le dan una paliza severa sufriría mucho por eso, él podría quedar…muy…

 

-No, no- dijo Draco al instante sintiéndose más dolorido por no encontrar la respuesta - sus amigos estarían a su lado y lo apoyarían, además existe la magia, esta lo puede curar.

 

-No, si queda muy…- Crabbe no pudo continuar.

 

-Pero no sería consciente del dolor- dijo Draco- y lo que yo quiero es que él sea consciente. 

 

-Oh Merlín - expresó Blaise, llevándose las manos a la frente para acariciar su cien- ya no sé qué pensar.

 

-¿Tú quieres que sufra psicológicamente?- preguntó Pansy - sin dolor físico, ¿verdad?

 

El joven asentó con la cabeza.

 

-Sí, porque el dolor físico pasa rápido.

 

-Podemos ocasionar que lo expulsen del Quidditch- dijo Blaise.

 

Draco levantó la cabeza, se dio cuenta que eso sí era una buena idea y demasiado buena ya que tenía tanto odio hacia Potter debido a eso. 

 

-Sí, eso podremos hacer. 

 

-Pero tendríamos que ver cómo- dijo Blaise mirándolo fijamente- porque meternos en el Quidditch es muy serio.

 

-Pero todo jugador tiene esa pasión- dijo Draco- y si Potter es expulsado del Quidditch para siempre, sufriría mucho. 

 

-Es entendible, pero podemos ver cómo.

 

-Talvez la paliza le ocasione…- decía Goyle

 

-Por favor Goyle- interrumpió Blaise renegando de cansancio - no violencia por favor-expresó arrastrando las palabras- si nos descubren terminaremos expulsados.

 

-Entiendo, es que…

 

-Saquemos del plan B, a lo de Black, y dejemos este, pero veamos el primero - dijo Pansy.

 

-Está bien,

 

-Eso sí, Draco- exclamó Blaise- si en unos cuantos días tenemos la idea de un plan, yo quiero que tú hagas algo. 

 

-¿Qué?

 

-Curarte Draco, no puedes seguir así- continúo - debes buscar ayuda psicológica de alguien.

 

-Lo decís como si estuviera loco- se quejó al instante que se levantaba como enfrentando a su amigo.

 

Pero Blaise de un empujón en el hombro lo hizo sentarse de nuevo.

 

-Me voy afuera, necesito pensar con más claridad y ver…ver…ver…descubrir qué tipo de dolor es ese que tú le quieres dar a Potter.

 

No dijo nada más y salió hacia fuera mientras Draco se recostaba en el sillón.

 

                  OoOoOoOoOoOoO

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La luna ya había salido. Blaise al salir de la sala privada marchó a los baños para asearse. Después de una hora salió del castillo y fue a caminar al frente del gran lago negro, se sentó en la orilla donde pudo admirar el aire fresco del otoño, deseaba olvidar las cosas que tenía pendiente de Potter, aun así no sabía que eran esas cosas, se dio cuenta que si había un plan este debía salir bien para que Draco pudiera castigar a Potter. 

Ya estaba cansado de que todo saliera mal, reconoció que los días que venían eran para pensar, conversar, desarrollar un punto clave, todo era como una pirámide que construir.

 

-uff- exclamó al sentir que los días futuros serían difíciles, sobre todo aquellas semanas cuando ya el plan estuviera en vivo. 

 

Después de estar frente al lago por varios minutos disfrutando de aquella frescura que al parecer iba a ser la última vez pues lo consideraba, así como un final, al darse cuenta que en los futuros días se debería centrar en ese plan y ayudar a Draco con eso, algo que sería muy agotador. Se levantó de ahí, para mirar al castillo. Tenía miedo de que todo salga mal, pensaba en Potter como aquel blanco que debían derrotar, era enfrentar a todo un ejército, sentía que se estaba preparando para una batalla terrible, suspiró al añorar esa esperanza de la victoria. 

 

Se dirigió al castillo y llegó a la entrada del gran comedor, muchos chicos estaban ahí disfrutando de cualquier cosa y algunos de ellos estudiando.

Blaise era un joven apuesto, inteligente, listo, orgulloso, demasiado distante de aquellos rumores que hablaban sobre su madre, no le importaba porque la familia era irrompible, había crecido en un excelente ambiente siempre rodeado de amor familiar y amistad, no le había faltado nunca nada ni tampoco algo cuando su padre falleció, tenía un gran orgullo por la sangre pura sobre todo a esa educación que le había dado su madre.

Se consideró como mejor amigo de Draco Malfoy después de conocerlo y hasta creyó que su amistad era un destino relacionado con el oro como si fuese un maravilloso destino que estaba escrito desde millones de años, quería demasiado a Malfoy y a Pansy también. 

A pesar de ser un joven guapo con un excelente futuro que cualquier chica podría aprovechar, él a sus catorce años no tenía intenciones de salir con nadie, se había mantenido distante de romances o miradas coquetas que cualquiera le pudiera dar y era consiente que había chicas que lo buscaban, pero él nunca les correspondió, su intención era seguir las reglas de su familia, llegar a la adultez para tener una gran profesión y más adelante una esposa. Ahora sus caminos eran el estudio. Comenzó a caminar por el camino largo que estaba en medio de esas grandes mesas, aquellas que se encargaban de dividir todo Hogwarts. Últimamente se había mantenido tan pensativo en el delirio de Malfoy, descubrir ese misterioso dolor que este deseaba implantar en el Gryffindor era como un asterisco extraño y oscuro, Draco era inteligente y algunas veces raro, Blaise no lo podía negar, Draco era igual a él, pero por ahí actuaba como un demente.

 La mentalidad de ambos con respeto a los sangre sucia era muy potente, sus padres siempre le habían demostrado el gran respeto que se le debe tener a la sangre pura y el desprecio a los traidores, muggles o sangre sucia; imbéciles, así lo consideraban muchos. 

En su niñez había adquirido muchos prejuicios duros. Reconocía cuál era el camino correcto. Pero lo de Draco, ahora era muy grave, ya no era él mismo, sentía que esos pensamientos contra Potter lo estaban destruyendo algo que para Blaise era muy triste, nunca había pensado que esos pensamientos orgullosos y correctos hacia la sangre sucia le estuvieran arruinando la vida, todo esto se estaba volviendo un infierno.

 

 Mientras caminaba por ese gran camino muchas chicas lo miraban, Blaise tenía una seriedad en el rostro que lo hacía reflejar como un rey, las chicas hablaban de él en vos baja, pero este solo tenía la vista fija sin mirarlas. Muchas de ellas consideraban a Blaise como la combinación perfecta de Draco Malfoy, ya que él joven rubio era muy apuesto y Blaise a su lado era igual, como si fueran dos chocolates, uno blanco y el otro negro, completamente elegantes, divinos; reconocían que los dos tenían puertas con muchas oportunidades. 

 

De pronto Blaise miró a la mesa de las estudiantes Beauxbatons quienes lo miraban mientras caminaba, si, hasta de esas hermosas jóvenes había obtenido atención, ellas podían mirarlo de pie a cabeza y no mostrar ninguna queja solo admiración, Blaise sabía que podría ser encantador con la mujer indicada, si se disponía en algún momento a salir con alguna siempre y cuando sea exactamente la indicada sin embargo ahora tenía su mente en otro lado así que sin responder a esos roces sonrientes se sentó en su mesa, había muy pocos chicos ahí, inclinó los ojos y apoyó los hombros en la mesa para llevarse una mano a la cabeza, cerró sus ojos para tratar de hacer descansar la vista. Era verdad, por ahora no quería tener novias, estaba ansioso por hacer ese plan, y de repente como si una gota de agua se le hubiera caído en la cabeza llegó una idea, algo que tal vez sería menos problemático. Eso hizo que levantara la cabeza y respirara profundamente como si por fin tuviera la solución para todos los problemas. Entonces se levantó sin importarle que muchas mujeres continuarán mirándolo, salió del gran comedor y bajó por las escaleras hasta llegar a las mazmorras, no tenía esperanza de que ese plan sea del agrado de sus amigos, pero necesitaba hablar con ellos. 

 

Draco se encontraba recostado en el sillón, se había dormido, Pansy leía un libro, Crabbe y Goyle estaban en la mesa haciendo sus tareas, Blaise entró de repente y miró a Draco. 

 

-Draco- dijo su nombre.

 

Pero este no respondió.

 

-Está dormido.

 

-Qué se levante, debo hablar con él. 

 

-Déjalo que duerma.

 

-Pero no ahora, Pansy yo estoy cansado, no dormí bien, por favor debe levantarse.

 

-¡Draco levántate!- gritó la joven. 

 

-¡Levántate!- se acercó Blaise.

 

El joven abrió los ojos al escuchar gritos cerca de sus oídos, entonces mirando que sus amigos lo observaban atentamente se levantó.

 

- ¿Qué pasa? Mmmm.

 

-Tenemos que hablar - dijo Blaise haciendo seña a sus piernas para que este pudiera sentarse a su lado. 

 

-¿Qué pasó?- preguntó sentándose liberando el espacio para que Blaise se sentara. 

 

-Tengo un plan, puede ser algo bueno si lo ven así.

 

Crabbe y Goyle se acercaron a ellos de inmediato para escuchar, los dos fueron a sentarse al lado de Pansy.

 

-Cuenta.

 

-Bien- comenzó mirando a Draco quien se tocaba los ojos porque tenía un poco de sueño- tú quieres castigar a Potter con un dolor potente, ¿verdad?

 

-Si.

 

-Creo entender que no quieres que él sufra de manera física sino psicológica o sea que su mente sufra. 

 

-Así es, pero no sé qué dolor darle. Tiene que ser un plan para que al final él pueda sufrir mucho y nunca olvidar. 

 

-Una cicatriz tan potente que no pueda curar. 

 

El joven no respondió, pero asentó con la cabeza.

 

-Draco en este mundo hay tantos dolores que es imposible de contar, pero existen unos cuantos que muchos lo sufren todos los días- continúo mirándolo seriamente - no podemos romper la amistad de Potter porque ese dolor que él tendría no sería tan potente, y te lo digo porque conociendo como es, él se levantaría al estar rodeado de otras personas, además esa amistad es inquebrantable se nota que si le damos un golpe a su grupo de oro estos podrían separarse pero al final volverían a estar juntos no importa si pasa el tiempo, además no creo que los tres sean capaces de derrumbarse al perder esa amistad, la comadreja tiene una familia grande, si ves ahora él está enojado con Potter pero este no se derrumbó. Por otro lado, la sangre sucia si podría sufrir mucho sin embargo es tan presumida con ese ego que más le importa ser la mejor de la clase…así que no podemos romper eso. No vale la pena. 

 

-Tienes razón además pensar en ellos es tan terrible, me hace doler el estómago - exclamó Draco mirando al suelo y haciendo gestos de dolor. 

 

-El otro dolor es bastante duro- explicó Blaise- pero ni yo quisiera vivirlo.

 

-¿Cuál es?

 

-Draco, yo no quiero hablar de ese dolor, porque hay que tener respeto a ese sentimiento de tristeza. No es conveniente que juguemos con eso.

 

-Pero podrías decir cuál es - insistió Pansy.

 

-La pérdida de un ser querido.

 

Pansy no dijo nada al escuchar eso, Blaise simplemente no quería ni hablar de ese dolor, conocía el sufrimiento de perder a alguien. 

 

-Bueno, eso es entendible - dijo Draco mirándolo - el dolor de la pérdida de un hijo es algo triste, una herida incurable. Potter no tiene hijos.

 

-Claro que no tiene- se quejó Blaise meneando la cabeza negativamente- por eso no podemos hablar de eso.

 

-Pero veámoslo de esta manera- dijo Pansy.

 

-¿Qué? ¿Cómo quieres que lo veamos? - preguntó Blaise frunciendo el ceño.

 

-Podemos revelar la ubicación de Sirius Black y si este muere en manos de los aurores Potter sufriría mucho.

 

-Por favor Pansy- exclamó Blaise tocándose la frente con las dos manos bajando el toque hasta las mejillas- no quiero ocasionar la muerte de nadie.

 

-Pero no estaríamos haciendo nada malo, al contrario, es algo justo porque Sirius es un criminal buscado- dijo Crabbe- es correcto mandarlo a prisión.

 

-No importa si lo delatamos o sí hacemos lo correcto, es difícil encontrar la ubicación de ese criminal y yo no quiero infiltrarme en esas cosas. 

 

-Pero si muere, Potter sufriría - insistía Pansy.

 

-No quiero hacer eso Pansy, es muy riesgoso además debemos contar que Black está bien protegido, el plan podría fracasar y todo sería una pérdida de tiempo.

 

Draco asentaba con la cabeza, sabía que Blaise tenía razón.

 

-Además si ese criminal muere- dijo Draco -Potter sufriría, pero al final esa cicatriz sanará porque el viene de familia muggles dónde tienen tanta creencia con el mas haya y esas cosas raras. Más bien tendría esa luz de ver a su ser querido dentro de ese paraíso de paz.

 

-Por este motivo no quiero hablar de eso, me pone los pelos de puntas- exclamó Blaise negando con la cabeza, no podía creer la tanta crueldad que tenía Draco en su corazón- y debemos respetar ese dolor. 

 

-Es una pena Blaise, porque Sirius Black es un criminal - expresó Pansy.

 

-Ya basta, dije que no vamos a hacer eso, además déjenme terminar. No puedo continuar si ustedes me interrumpen.

 

-Está bien…ya no te enojes, continúa. 

 

-Draco quiere que ese sufrimiento sea una cicatriz incurable e inolvidable, que le cambie el mundo. 

 

-Sí, así es- dijo Draco- y tienes razón Blaise, razón en todo, no podemos romper esa amistad porque no se puede, tampoco meternos con aquel criminal, hacerle bullying con respeto a sus padres ya no vale la pena, eso de burlas Potter los puede tolerar así que… ¿entonces?

 

Blaise suspiró inclinado.

 

-existe otro dolor, uno que es debido a un sentimiento majestuoso en la tierra- levantó la vista hacia su amigo- sin ese sentimiento las personas serían vacías, y como para exagerar la cosa, la humanidad no existiría.

 

Los chicos a su lado lo miraban atentamente, Pansy frunció el ceño sin saber de qué hablaba, quería comprender todo.

 

-Con ese sentimiento las personas son felices- hablaba con una tierna mirada en el rostro- viven en un paraíso rico y dulce, claro siempre que ese sentimiento sea correspondido, cuando lo llevamos dentro sentimos que la felicidad es maravillosa más si vuelve acompañada de un fuego ardiente que quema nuestro cuerpo de manera pasional… es indescriptible, no se lo puede describir porque el sentimiento es tan grande y muy bello- se detuvo por un momento para mirarlos a cada uno, ninguno hablaba solo esperaban saber aquello que daría vida al plan- pero…muchas veces ese sentimiento trae lo contrario, y cuando eso sucede la persona no es feliz, la misma sufre, su vida se vuelve oscura llena de tristeza, tiene mucha soledad más si lo que da vida a ese dolor es un engaño, una pérdida o un abandono. Ese dolor produce una herida que no puede cicatrizar, la persona al sufrir así cambia, hasta puede perder la confianza ante el mundo, lleva años tratando de levantarse, es imposible olvidar…imposible…quizás la herida se cure con el pasar del tiempo pero siempre estará presente en su memoria como un recuerdo amargo, ardiente y muy sofocante… es un dolor agonizante. 

 

Miró a Draco quién asentaba con la cabeza ya que el joven empezaba a entender por dónde iba la cosa, pero tenía mucha curiosidad hacia donde estaba yendo su amigo. 

 

-No será fácil Draco - dijo Blaise mirándolo - pero si lo pensamos bien, él sufrirá más de lo que te imaginas. 

 

-¿Que haremos Blaise?- preguntó el joven..

 

-Vamos a enamorar a Harry Potter y le romperemos el corazón tanto, tanto, tanto, tanto, que su vida se volverá un tormento y no podrá vivir en paz, será como un árbol muerto de pie.

 

Blaise supo que el significado enamoramiento era tan amplio en el mundo sobre todo porque las personas vivían con ello, el amor era la fuente de todo espíritu, lo que llevaba a cada uno a seguir con la vida, pero el enamoramiento era la puerta hacia la felicidad, sin embargo, muchas veces el enamoramiento es un aprendizaje para caminar por los caminos de aquellos que nos llevan de la mano sin saber el final del cuento. 

 

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Cómo olvidarte a tí, como olvidarte a tí, difícil para mí. 

 

 

 

 


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