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La cajita musical de Draco Malfoy por MaruSC94

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Se preparó, se puso linda, a su amiga llamaba

Salió de rumba, nada le importó

Porque su novio a ella la engañaba

Como si nada

 Ella se preparó, se puso linda, y a su amiga llamaba

Salió de rumba, nada le importó

Porque su novio a ella la engañaba

Como si nada

 Ozuna-se preparó

                                     OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO

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Pasado

 Al escuchar esto, Draco abrió los ojos de alegría ya que el plan era algo muy bueno. Pansy también se alegró por eso.

 -Wow Blaise no lo puedo creer- exclamó- ni siquiera se me había ocurrido algo así. 

 -Pues, creo que es un buen plan, aún no se si podrá funcionar.

 -Yo creo que sí funcionaria, Potter podrá ser bueno en la magia- dijo Crabbe lamentándose de haber dicho que era bueno – pero tal vez puede ser ingenuo en otras cosas, un idiota, mejor dicho.

-No creo que Potter pueda enamorar a alguien- pensó Draco- se lo ve imbécil, muy tonto…no creo, eso es un buen punto para nosotros- hablaba muy convenidamente.

Se levantó para acomodarse el cabello y sacarse el chaleco, estaba más tranquilo ya que notaba que eso era un excelente plan para destruir a Potter. Estaba muy convencido de que él Gryffindor era muy ridículo para esas cosas.

-Pero ¿cómo podríamos empezar? - preguntó Pansy.

-Tenemos que…encontrar a la mujer indicada- expresó Blaise.

-Yo estoy seguro que Potter es incapaz de enamorar a alguien – expresó Goyle— Draco tiene razón, Potter es un idiota que se basa en la fama, un chico con mala suerte en la vida, tramposo, lleno de lástima, es tan patético hasta en lo físico, su cabello es horrible, puede andar con un moco en la nariz y no se dará cuenta, si es un imbécil… ahora si lo enamoramos él caerá muy bien…excelente idea Blaise.

El moreno acento con la cabeza ya que estaba de acuerdo en lo que decía Goyle, pero aun así no estaba tan convencido de que el plan podría funcionar, esto porque tendrían que saber cómo desarrollar ese plan.

-Además- dijo Draco caminando por el cuarto- a Potter las chicas lo prefieren por la fama, no lo quieren por otra cosa, en este caso están interesadas en lo poco que él tiene, ósea es un imbécil desafortunado, ¿Quién podría enamorarse de él?. Solo lo desean porque es el bebé que venció al señor tenebroso.

 Pansy comenzó a reírse al reconocer la mala suerte de Potter, odiaba mucho al Gryffindor que comprendía que ella nunca se fijaría en él.

 -Bueno Blaise, ¿dónde encontraremos a esa mujer? - preguntó la joven – si es que tenemos que buscar una mujer ¿verdad?

 -Sí, pero debemos hacerlo con el tiempo, pensar…pensar.

 -¿El plan sería así Blaise?- preguntó Draco- enamorar a Potter y romperle el corazón…¿funcionará?

 -Si se enamora tanto…si…le romperemos el corazón muy bien…

 Draco asentó con la cabeza, y se sentó a su lado.

 -No creo que pueda ser difícil.

 -Es más, el plan es genial porque no estaríamos involucrados – sostuvo Pansy- es más ¿Quién nos culpará de los sentimientos tontos de Potter?, Nadie.

Blaise sonrió, su amiga tenía razón, nadie podría culparlos del tonto enamoramiento de Potter y mucho menos del dolor dentro de él. Al final y al cabo el Gryffindor solo sería un tonto sufrido.

 -Aquí en este lugar hay muchas mujeres guapas- dijo Crabbe.

 -Pero debemos saber si es homosexual o heterosexual- dijo Pansy- tenemos que averiguar eso.

-No, no, no- empezó Blaise- no es necesario eso, no hace falta.

 -¿Por qué?-preguntó Pansy ya que no entendía nada de lo que Blaise había dicho.

 -Pansy, nuestra sexualidad es maravillosa. La sexualidad es una dimensión fundamental del hecho de ser humano…se refiere a la forma de pensamiento, fantasía, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales- continúo mirando a Draco que caminaba pensativo – en resumen, la sexualidad se practica y expresa en todo lo que somos sentimos, pensamos y hacemos. Con eso viene la orientación sexual que está dentro de la sexualidad, es parte del ser humano, es una atracción emocional, romántica, sexual o afectiva duradera hacia una o más persona del mismo o distinto sexo/género. En ese caso no debemos investigar, simplemente elegimos a la persona indicada y listo.

 -Ah, entiendo Blaise.

 -Vuelvo a decir no es necesario averiguar si Potter es heterosexual o bisexual, solo debemos tocarlo en el corazón y listo. Veremos si funciona el plan.

 -¿Cómo es eso Blaise?- preguntó Draco acercándose a él.

 -Sí, el punto débil de Potter es ser inocente- se sorprendió cuando dijo eso-pero si debemos buscar a un hombre ustedes no se deben preocupar si podrá gustarle un hombre ni muchos investigar, supongo que a él le gustan las mujeres, pero si le tocamos el corazón podrá gustarle también los hombres-explicó- pero eso lo haremos en el caso de tener que elegir a un varón para el plan.

 -¿Pero y si no le gustan los hombres?- continúo Draco- no entiendo cuando decís que le debemos tocar el corazón.

 -Es fácil de entender Draco, las personas no escogemos la orientación ni nacemos con ella, eso se desarrolla con la vida de uno mismo mientras crecemos, en este caso si a Potter le gustas las mujeres está bien pero también le pueden gustar los hombres, las personas estamos llenas de sentimientos y uno de ellos es la orientación…mírate a ti, a ti antes te gustaban las chicas pero después también te diste cuenta que te gustan los hombres y eres bisexual, esa orientación llegó hace pocos años, tu orientación fue desarrollándose de poco en poco.

 Draco no dijo nada, pero comprendió lo que decía su amigo.

-Lo voltearemos como tazo- dijo Crabbe sonriendo burlonamente.

-No Crabbe, solo le daremos cariño ya que el cariño es un sentimiento puro en la persona y mirando a Potter es un chico necesitado de amor. Su otro punto débil es ser ingenuo. 

-Y si le damos lo que quiere lo tomará sin pensar.

-Pero hablando del plan vamos a buscar la persona indicada para Potter, una que tal vez pueda hacer eso- continúo mirando a Pansy- vamos a tomarnos el tiempo en ver.

 -Yo lo que quiero Blaise, es que esa persona sea tan potente en enamorar a Potter que cuando le rompa el corazón él no pueda superar.

-¿Estás diciendo que deseas encontrar a una persona que Potter no pueda olvidar jamás?- preguntó Blaise mirándolo.

-Una persona inolvidable, y ese dolor debe ser incurable- explicó sentándose a su lado- un dolor potente. No debe ser cualquier persona, porque si elegimos a cualquiera al final Potter olvidará a esa persona. Debe ser alguien que le cambie la vida.

-Bien, entiendo el punto- sostuvo levantándose y dándose masajes en la nuca.

- ¿A quién vamos a elegir? - preguntó Draco impacientemente.

-Vamos a hablar mañana de eso-dijo Blaise al instante.

-¿Mañana? Pero Blaise yo quería hacerlo ahora- exclamó Draco levantándose también – ya quería comenzar con el plan.

-Pues ya lo tenemos, sabemos lo que vamos a hacer- explicó estirando sus brazos hacia arriba debido al cansancio – pero no le dimos vida, tengo sueño Draco y también hambre.

-Pero yo quiero buscar a esa persona ahora Blaise – insistió Draco- ya no quiero esperar.

-Yo quiero descansar por esta noche Draco, mañana es sábado podemos seguir mañana.

-Blaise por favor- exclamó Draco renegando – yo quiero hacerlo ahora. Vamos a buscarla.

-No, Draco no, quiero comer y tengo que dormir. Mañana lo haremos.

-Blaise tiene razón- dijo Pansy levantándose- debemos ir a comer.

-Bueno ¿pero lo seguiremos hablando después de comer? - preguntó tratando de convencer a su amigo- por favor Blaise.

-Mira Draco- comenzó Blaise mirándolo – quiero hacerlo mañana, debemos descansar ahora, yo ya no puedo más tampoco.

-Cada vez que pasan los minutos siento que la rabia me sofoca- exclamó presionando su cuello- ¡No puedo más!, ¡o lo hacemos esta noche o voy por él.!

 -¡¿Qué quieres hacer está noche?!- gritó Blaise mirándolo con enojo.

-¡Hacer el plan!.

-Por favor Draco, en esta noche no podremos encontrar a esa persona.

-Pero es que ya no puedo más- expresó llevándose la mano a la nuca para acariciarla.

-Se paciente por favor -solicitó- mañana lo haremos, ahora vamos a comer.

Draco inclinó la cabeza para respirar profundamente, Blaise se acercó a él y le tocó el hombro.

-Por favor Draco, descansemos por hoy, vamos a comer.

Pasaron varios segundos para que él joven levantará la cabeza y lo mirara asentando.

-Está bien – suspiró tratando de sacar la intranquilidad de su cuerpo- vamos, si tanto quieren comer vamos…pero mañana Blaise- se detuvo- mañana vamos a continuar.

-De acuerdo.

-Pero esperen- dijo mirando como sus amigos se acercaban a la puerta- deténganse ¡Ahora!.

-¿Qué pasa?- preguntó Blaise cansado.

-Deben jurarme que de aquí no saldrá ninguna palabra con respecto al plan- pidió Draco mirándolo fijamente a cada uno- todo lo del plan se queda aquí dentro, nadie hablará sobre esto afuera.

-¿No confías en nosotros?– preguntó Blaise.

-No se trata de confianza, sino para que el plan salga muy bien y no se arruine, esto debe quedar adentro, así Potter no se entere.

Hubo un silencio por varios segundos.

-Está bien- expresó el joven moreno- te juro que no vamos a hablar del plan afuera.

-Todos me lo tienen que jurar.

-Okey- dijo Crabbe.

-Vamos a juntar las manos y a prometer todos- solicitó Blaise levantando su mano y en espera de que los otros lo hagan también.

Todos juntaron las manos hasta quedar en círculo, Draco también tenía que jurar, nadie debía saber su secreto.

-Juramos a partir de ahora que no hablaremos del plan contra Harry Potter fuera de esta habitación- todos hablaron cerrando sus ojos.

Otro silencio más invadió el lugar, ellos habían quedado pensativos con ese juramento ya que tenían miedo de fallar.

-Podríamos hacer el juramento inquebrantable- solicitó Crabbe con una sonrisa con temor mientras Blaise lo miraba de reojo- tal vez con eso Draco confíe más en nosotros.

-Por favor Crabbe- exclamó Blaise enojado- no es necesario hacerlo.

-Si nos morimos afuera por una estupidez – expresó Pansy riéndose- Potter no vale la pena. Ni para un juramento inquebrantable.

-Vamos, vamos, vamos afuera – decía Blaise impacientemente señalando la puerta a sus amigos, el joven ya no quería estar adentro, tenía hambre- vamos, vamos.

Salieron de la sala privada y nadie dijo nada, estaban muy callados y algo nerviosos debido al pequeño juramento que habían hecho, Blaise estaba convencido de que Draco no estaba bien, necesitaba ayuda, mientras caminaba por los pasillos de las mazmorras al lado del joven rubio, notó la respiración fuerte de Draco, al verlo, este tenía una seriedad en los ojos y una mirada enojada.

-¿Estás bien?- preguntó presintiendo que este podría perder el control en cualquier momento.

-Más que bien – respondió, pero tenía nervios, todo debido al plan y no solamente eso, sino que pensar en Harry Potter le hacía muy mal, no tenía ganas de ir al comedor- soy capaz de todo- exclamó mirándolo con aquellos ojos grises- soy capaz de cualquier cosa, Blaise.

-Entiendo, pero por favor Draco, no pensemos en eso ahora. O lo arruinaras. Es lo poco que nos queda.

-No te preocupes, no lo haré.

 

No dijeron más nada, y subieron por las escaleras, llegaron al castillo, entraron en el gran comedor, Draco iba delante de Blaise. Justamente Potter lo vio llegar y notó esa mirada sería como si fuera de terror, parecía que el Slytherin se preparaba para algo. Observó como Malfoy se sentaba y agarraba una jarra para poner jugó en su vaso cerró sus ojos y bebió el jugo, después lo notó que respiró profundo como si no quisiera mirar a su mesa, Potter sintió un escalofrío al verlo así en ese momento, se dio cuenta que el Slytherin estaba enfurecido, supuestamente era por lo ocurrido en el bosque.

-Oh que miedo- dijo Harry en voz baja dirigiendo su mirada hacia otro lado.

Draco por su parte abrió los ojos y resistiéndose de no mirar al Gryffindor, puso su mirada en la comida, no tenía apetito, pero sabía que si no comía sus amigos le insistirían y la verdad es que a estas altas horas de la noche no tenía ganas de renegar por culpa de ellos. Blaise se sentó a su lado y le dio el cubierto para que empezara a comer.

-Vamos, come, estás muy pálido.

Sin decir nada ni poner reproche, eligió una tarta de queso y después tomó una manzana verde.

-Esta caluroso aquí- expresó Blaise tocándose el cuello- seguramente afuera hay mucho frío.

-Sí, pronto llegará el invierno, pero lo que más se acerca es la primera prueba de ese roñoso mestizo.

Blaise se quedó pensativo al recordar eso, estaba muy curioso al querer saber que pasaría en ese torneo, se preguntaba si Potter sería capaz de salir victorioso de esa prueba, lo que más pedía era que el Gryffindor no tuviera suerte.

Pasaron varios minutos; ellos hablaron de cualquier cosa, Draco comía tranquilo, solo que tenía esa tentación de mirar al Gryffindor para provocarlo, pero no quería, deseaba correr a su habitación y dormir. Pero se había dicho que después de comer iría a la torre de astronomía a ver las estrellas y dormir un poco.

-¿Crees que gane la primera prueba?- preguntó Blaise sin nombrar a Potter, pues con tan solo nombrarlo la situación se ponía caliente.

Draco lo miró frunciendo el ceño muy sorprendido por aquella pregunta, le sonrió lascivamente hasta llevarse la mano a la cara, simplemente no creía que Potter pudiera pasar la prueba, Blaise también se rio y después miró al Gryffindor que comía tranquilamente.

-Blaise por favor- exclamó inclinándose mientras se reía- yo no puedo creer algo así, es un completo imbécil- levantó la cabeza para mirar su comida- si ganase es por ayuda de los viejos de aquí.

En ese momento se rio muy fuerte porque imaginó a Potter despedazado por cualquier cosa, muy pocos chicos lo vieron, esa risa que era elegante para algunos fue escuchada por Potter quien lo miró de inmediato.

-Ya, calmante – dijo Blaise tocándole la espalda porque el joven comenzó a ahogarse- cálmate… Draco – decía más preocupado al ver que tosía mientras seguía riéndose- Draco por favor.

Blaise le dio un vaso de agua, Draco lo recibió, tomó la bebida y de inmediato trasladó su mirada a Potter quien lo miraba completamente intrigado, el joven rubio no paraba de reír y toser; sus lágrimas caían por las mejillas debido a la risa. Blaise le tocaba la espalda para calmarlo, supo que la risa de Draco atrajo la mirada de unos cuántos chicos; otros lo escuchaban, pero lo ignoraban, Blaise cruzó su mirada con el profesor Snape que sonreía al mirar al joven rubio reír. La tos se fue y Draco calmó la risa para luego llevarse la mano a la boca y tratar de respirar tranquilamente mientras miraba a Potter, en ese instante la mirada de los dos fue profunda, no había odio ni amor, solo intensidad, Potter podía ver el brillo de sus ojos grises acompañados de las lágrimas se preguntó qué rayos le pasaba, por su parte Draco notó que la mirada de Potter estaba triste pero no sé preguntó nada simplemente no le importaba aun así no dejó de mirarlo, Blaise supo a quién iba dirigida su vista y miró al Gryffindor, Potter inclinó la cabeza sin sacar esa tristeza.

-El muy desgraciado me está desafiando- exclamó Draco con la boca sobre la mano- muy imbécil.

-Draco por favor cálmate no puedes seguir así- pidió Blaise preocupado- ya es suficiente.

-No te preocupes por eso Blaise- dijo el joven colocando el vaso en la mesa- yo estoy muy bien, solo me molesta que ese desgraciado como siempre está observando.

-Si, pero Draco, no me importa lo que haga Potter, yo pienso que tú…

-Basta- lo miró muy serio- ya basta que yo estoy muy bien.

Su compañero no dijo nada, entonces Draco se levantó de la mesa dispuesto a salir del comedor.

-¿Qué pasa?, ¿a dónde vas?- preguntó- tienes que comer.

 

-No tengo hambre, quiero estar solo en la torre de astronomía.

-Por favor Draco, quédate.

-Después voy a dormir, necesito respirar un poco.

Comenzó a caminar sin tener el deseo de mirar a Potter, salió del gran comedor, dirigiéndose a la torre de astronomía, era de noche, no tenía miedo de que algún profesor le llamara la atención por salir a esas horas, aun así, mientras subía la escalera que iba directo hacia la torre, se comenzó a sentir apenado era debido a que no podía dejar de pensar en Potter. Sabía que dentro de varios días llegaría el día de la primera prueba y estaba tan preocupado de que Potter saliera victorioso. Llegó a la torre, apoyó sus manos en la baranda y miró al cielo; el clima era fresco con un aire que le chocaba la cara, no había traído abrigo, estaba tan cansado que no tenía ganas de bajar por un abrigo. Mirando las ventanas del gran castillo se concentró en el pasado.

-Juramos a partir de ahora que no hablaremos del plan contra Harry Potter fuera de esta habitación- todos hablaron cerrando sus ojos.

Un plan que podría funcionar. Clavar una estaca en el corazón de alguien no lo había pensado, es más, por su forma de vida sabía que esas cosas no se relacionaban con su familia; las reglas eran irrompibles antes de entrar en una relación sus padres debían conocer a la chica para después permitir el cortejo. Essos temas existentes como la pasión, el sufrimiento, la infidelidad, la lujuria, el enamoramiento, el dolor del amor, eran conceptos que su familia aristócrata no lo vivían, ni siquiera sabía si algunos de sus ancestros  pasaron por algo así, había conocido mucho sobre la familia Malfoy gracias a que sus padres le contaron pero en su infancia como en la adolescencia nunca le preguntó la intimidad de aquellos que siguieron la línea de sangre; y no fue porque no pudiera sino por la falta de experiencia, justamente ahora al ser adolescentes con demasiada curiosidad no tenía la intención de preguntar. Desde que reconoció ser bisexual se mantuvo en la promesa de que sus padres nunca lo sabrían, involucrarlos a ellos ante este gran secreto era para problemas, sabía que sus padres considerarían está orientación como una confusión y supuestamente le harían sufrir con hacerle creer que no era el camino correcto, por eso se prometió cerrar la boca y no darles ninguna señal así el día de mañana tendría la fuerza suficiente para enfrentarlos. Tampoco iba a permitirles que ahora le dieran golpes en la vida ni muchos menos que le nieguen la libertad de experimentar, estaba en sus catorce años, era tan joven para recibir empujones hacia atrás, no necesitaba esos golpes ni consejos, su vida se desarrollaba como un árbol que crecía con el pasar de los días tan significativa y frágil. Y había tenido tantos deseos de salir con alguien para conocer esos sentimientos, justamente antes de la llegada de las vacaciones se sintió atraído por un joven de cuarto año, quien tenía unos ojos azules y un cabello color castaño, parecía un espíritu de la miel, así lo consideraba y estuvo tan cerca de acercarse a él sin importar si ese sentimiento era correspondido o no. Pero la pérdida de la copa lo hizo enfadar tanto que se olvidó del joven y ahora ya no tenía ganas de ver a ese chico. Toda la culpa la tiene Potter, así lo creía.

Se sentó apoyando la espalda sobre la pared y empezó a pensar en aquel plan que haría que su rival cayera a lo más bajo de la locura, no quería imaginar nada, solo debía esperar. Estaba tan ansioso porque sea mañana, un nuevo día donde ya tendrían a la persona indicada; un sabor dulce invadió su saliva cómo si ese sabor le estuviera diciendo que ese plan funcionará; observó sus manos tan pálidas, sentía el fresco invadir su piel, más tarde miró al cielo, pero no había estrellas sólo nubes de invierno. Tragó saliva al reconocer que su cuerpo estaba débil, necesitaba dormir. Pero la mentalidad solo lo llevaba a esos deseos del futuro, aquellos deseos que aparecían como una oscuridad latente que helaba su corazón.

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-¿Por qué se fue?- preguntó Pansy.

-ya sabes cómo es- expresó Blaise tocándose la cabeza debido al sueño que tenía, sus ojos se debilitaban- es tan terco, va hacia afuera para helarse…tendré que ir por él.

-Mejor déjalo…Potter está adentro, Draco tal vez necesite pensar.

 

La nieve caía por ese gran lugar, en el cielo no se notaban las estrellas porque estaba cubierto por nubes grises, todo era frío. Los cristales estaban empeñados con la frescura del ambiente, la noche era tétrica. Draco sentado en el suelo brilloso de esa gran habitación dentro de la mansión Malfoy miraba por la ventana, sabía que afuera había mucho frío y tenía esa pregunta sobre hacia dónde podría llegar todo ese clima que secaba y enfriaba el alma. Se acercó de rodillas a la ventana y miró la caída de los copos de nieve, tocó el cristal, y acercándose hacia el vidrio miró hacia afuera, ahí dónde solían estar esas flores que su madre amaba ahora solo había nieve. Parecía no poder evitar aquello, tenía deseos detener la caída de la nieve, todo le resultaba triste. Dentro de la gran mansión no existía ese frío, la chimenea alumbraba todo. Justamente esa noche era especial, por eso las sillas estaban cubiertas de flores plateadas, había velas del mismo color sobre el aire y en la mesa del gran comedor había un mantel blanco y en ella platos y vasos de plata. Cerca de la gran mesa un tren de juguete cruzaba por ese piso lujoso, entraba desde la puerta que estaba cerrada y viajaba por todo el lugar hasta salir por la otra puerta, se trasladaba por aquel pasillo largo que acompañaban las habitaciones desocupadas.  Su familia estaba por celebrar el año nuevo justamente dos días atrás Cissy ya les había establecido a los elfos cómo debían decorar la habitación. Draco que miraba con mucha atención la caída de la nieve, jugaba con los dedos junto al cristal haciendo marcas sobre este, al instante miro hacia el lado izquierdo y ahí estaban todos sus juguetes; un dinosaurio de madera, un libro de astronomía, un caballito de plata y otros osos más; pero no tenía deseos de jugar se sentía tan aburrido, solo quería detener esa noche vacía.

-Draco, mi hermoso dragón, ven aquí- dijo Narcisa acercándose junto a Dobby quien traía un regalo sobre sus pequeñas y arrugadas manos.

Narcisa se hincó. Draco al verla sonrió de inmediato ya que su madre tenía un hermoso vestido de seda color plata.

-Mi hermoso niño, no sabes lo feliz que me hace verte brincar de felicidad, hace unos años gateabas sobre el piso de Malfoy Manor pero ahora con cinco años pareces volar con solo caminar, te amo mi hermoso dragón.

Draco se levantó de inmediato al ver que había un regalo para él y corrió hacia su madre.

-Cuidado con el tren cariño – dijo Narcisa quien se sentó en la silla del gran comedor.

El niño se detuvo para no chocar con el tren que traía sobre sí nieve, y cuando este pasó, Draco corrió a su madre para darle un gran abrazo.

 

-¡Gracias mamá!- La abrazó tiernamente mientras Cissy se levantaba y lo alzaba en sus brazos.

-Mi hermoso pequeño dragón, cuando tengas once años te volverás un poderoso mago, mamá te ama mucho- exclamó sonriéndole y abrazándolo- y ya sabes siempre respeta a la sangre pura.

El niño asentó con la cabeza mientras le tocaba y acariciaba el cabello rubio, casi nunca tenía a su madre tan cerca.

Al instante cuando el abrazo se fue, Draco miró a su madre quien lucía muy bien, los ojos azules de Narcisa brillaban al igual que su belleza, Draco estaba feliz de ver a su madre más hermosa que otras veces. Vio que ella tenía un hermoso collar que resaltaba sobre el vestido, en el centro había dos esmeraldas verdes, tocó el objeto brilloso y levantó el collar para besarlo, después lo volvió observar por varios segundos.

Cuando su madre lo bajo, Draco corrió hacia donde estaba Dobby y tomó el regalo que este sostenía.

-Feliz año nuevo- le dijo Cissy sonrientemente- te amo más de lo que te imaginas.

Ella se acercó hacia una mesita que tenía hojas de color crema, sacó su varita y mientras sostenía un papel lo transformó en un pequeño dragón que comenzó a volar por el aire.

Draco abrió el regalo complemente emocionado, era un dragón de peluche.

-¡Sí! ¡Un dragón!- exclamó lleno de felicidad mientras brincaba levantando el oso- ¡me gusta!, ¡me gusta!.

-Dobby- dijo Cissy- trae el pastel.

-Si ama- obedeció el elfo desapareciendo al acto.

-¿Dónde está papá?- preguntó Draco sin dejar de brincar.

-Papá ya viene cariño.

El elfo regresó con un pastel de color blanco que tenía una decoración de pequeñas flores doradas.

Draco deteniendo sus brincos se acercó al pastel que se elevaba lentamente por el aire llegando a la gran mesa.

-Mamá, ¿las flores se pueden comer?- preguntó acercándose al pastel.

-Por supuesto que son para comer.

Sin darle importancia a eso con su peluche se trasladó hacia su colección de juguetes que tenía, se sentó en el suelo y abrazó al dragón para después mirar cómo volaba por el aire el dragón de papel. Cerró sus ojos sin dejar de abrazar al peluche cuando de repente una imagen se le vino a la vista, algo que lo estremeció al instante. En esa imagen había un niño en medio de un cuarto completamente deplorable, la visión no era tan clara como para que Draco pudiera ver bien el lugar donde ese niño se encontraba, no sabía si era un cuarto normal o un sótano.

-Parece un armario – pensó apenado por esa visión- su ropa está hecha un harapo- sus brazos se debilitaron dejando caer al peluche sobre su rodilla- está solo- expresó en su mente al ver aquel niño solo sin nadie a su lado.

-¡Draco, Draco!- le gritó su padre sonriendo- ¡Draco, hijo!.

El niño abrió los ojos y vio a su padre que caminaba acercándose a la puerta.

-Papá, papá.

-Tu regalo está afuera, voy por él – dijo abriendo la puerta por dónde entraba el tren, Lucius pasó por su lado y se fue.

Draco sin decir nada volvió a cerrar los ojos y ahí estaba el niño tan triste y abandonado como la primera vez, el pequeño tenía unos ojos verdes melancólicos y en su frente había una cicatriz.

-Pobrecito, debe tener frío -dijo en su mente deseando con todo su corazón abrazar a ese niño-tendrá frío -expresó sintiendo una tristeza.

Al instante sintió que alguien le colocó un abrigo sobre sus hombros, cuando levantó la vista su padre lo miraba de arriba.

-Esto es para ti hijo, un hermoso abrigo- dijo Lucius- porque me estás dando un orgullo todos los días, eres igual a mí y sé que seguirás mi camino el día de mañana. Eres un sangre pura y serás el mejor de todos cuando crezcas, un mago poderoso.  

No supo por qué, pero al terminar esa frase sintió un escalofrío en el cuerpo y algo de miedo. Parecía que esa palabra chocó con su corazón. La sonrisa de Lucius desapareció mientras se iba.

Draco acarició ese abrigo de color marrón oscuro, pero de inmediato sintió de nuevo esa gran tristeza sobre su pecho al recordar a ese niño.

-No puede ser- dijo levantándose y acercándose a la ventana para abrir las manos y tocar el cristal- él tiene frío, cuánto lo siento – exclamó viendo la nieve caer del cielo-  por favor detente- solicitó sin dejar de mirar por la ventana- él tiene frío, ¡detente!, ¡detente!, ¡él está sufriendo y yo estoy tan lejos…-empezó a sollozar viendo esa noche fresca y profunda de afuera imaginando toda la lejanía que tenía con ese niño, no podía ir a buscarlo- estás muy lejos de mí, por favor duerme…por favor duerme pequeño, no puedo ir por ti.

La tristeza que invadía su alma era muy potente. Nunca había sentido una preocupación por alguien que no conocía, pero reconoció que por extraña razones esa imagen tocó su corazón.

A los pocos segundos, se encontró con sus padres sentado en la mesa, ya habían terminado de comer, vio a tres personas que hablaban con Lucius, él no sabía quiénes era, ni tampoco les importó.

-Antes de brindar- comenzó Lucius poniéndose de pie con una copa en la mano- Draco, tengo otro regalo para ti – caminó hacia la puerta.

Draco sintiendo una fuerte curiosidad por recibir otro regalo siguió a su padre mientras era acompañado por Narcisa.

Lucius puso su mano en la puerta cerrada y esperó a que su hijo se parará en frente de ella, cuando lo hizo, Lucius le sonrió.

-Sé que esto te hará muy feliz Draco, lo busque por ti.

Lucius abrió la puerta mostrando una oscuridad que provenía de las otras habitaciones sin embargo de esa simple oscuridad por falta de luz apareció un niño con anteojos que caminaba con la cabeza inclinada y tenía los brazos descubiertos y cruzados por el frío; Draco reconoció quién era y de inmediato corrió hacia él niño para abrazarlo fuertemente.

-Ven aquí- le dijo con esas ganas de llorar debido a la alegría que su corazón experimentaba- ya estás conmigo, yo te voy a cuidar.

Lo abrazó muy fuerte recibiendo la aceptación delicada por parte del niño quien lo abrazó ocasionando un brinco de emoción en el menor de los Malfoy, Draco lo miró cubriéndolo con sus brazos buscando la mirada del pequeño, este levantó la cabeza mostrando esos ojos verdes profundos que se parecían a las esmeraldas del collar de su madre.

-Juega con él- dijo Cissy sonrientemente y señalando la colección de juguetes.

Al instante se encontró sentado junto al niño en frente de todos esos juguetes, sentía una felicidad en su alma y una maravillosa ternura, el niño tenía en sus manos el peluche de dragón y lo acariciaba con cariño mientras Draco atrás suyo lo cubría con sus brazos sin tener intenciones de soltarlo.

-Yo te voy a dar calor- le susurró en el oído besando su cabello y calentando sus orejas con el aliento que salía de su boca- te voy a abrazar toda la noche, jamás te dejaré.

Cerró sus ojos pegando la barbilla sobre el hombro de ese niño quién no decía nada solo recibía ese calor apoyando su espalda sobre el pecho de Draco. Si, era el mejor regalo más bello que podía tener.

 

El frío que chocaba en su rostro hizo que se despertara de ese sueño exhalando un pequeño suspiro al instante, sus ojos se abrieron completamente al sentir esa fuerte temperatura sobre su cuerpo. El suelo de madera en la torre de astronomía helaba. Se había dormido acostado sobre esa madera, no le importó tener que reposar su cuerpo sin ningún abrigo. Se tocó la boca al recordar el sueño y por Slytherin se emocionó tanto al ver con quién estuvo; una tristeza terrible invadió ese instante, su corazón latía, la bronca también le invadió y ese enojo entrando de nuevo en la mente le ocasionó un dolor en el pecho, no pudo más y comenzó a llorar, dándose la vuelta para cubrirse con sus manos los ojos.

-Maldito Potter – liberó su llanto sintiendo que las lágrimas caían por su mejilla hasta perderse en la madera, reconoció que ese sueño le había llenado de felicidad, pero ahora al estar despierto solo sentía dolor y desesperación. Se hizo un ovillo cubriéndose con sus brazos; ese llanto se escuchaba en todo el cuarto de astronomía- No puedo seguir así…no puedo más.

La puerta del cuarto de astronomía estaba abierta junto a la pared de adentro de la habitación, pero en medio de la puerta y la pared se encontraba Potter que observaba al joven sin hacer ningún ruido, lo había estado mirando desde hace varios minutos, justamente lo encontró dormido y no tuvo el deseo de irse al verlo así, simplemente se quedó ahí. Tenía tanta curiosidad por saber cuál era el problema que hacía llorar al Slytherin, no le importaba si existía el peligro en meterse en ese territorio.

Draco lloró por varios minutos hasta sentir que su cuerpo le dolía debido al frío. Esa bronca le molestaba la cabeza, le hacía presión sobre las venas como si le estirará la piel, deseaba salir de una vez por todas, ser liberada para dar descanso al cuerpo. Draco era sabía que al liberar esa bronca no sería correcto, pero no podías sacarsela de encima, no sabía, así que se rindió.

-Muy bien Potter – dijo intentando levantarse – voy por ti…voy por ti.

 

Potter al escuchar esto se estremeció de repente, lo había escuchado muy bien, su apellido salió de la boca del Slytherin, sin embargo, no hizo ningún ruido para no llamar la atención de Malfoy, empezaba a temer por qué este lo descubriese. Aun así, quería salir de ahí.  No podía creer que le temía a Malfoy. No lo podía creer.

-mmm- expresó Malfoy sintiendo un dolor en el estómago, no pudo levantarse, se apoyó sobre la pared para tratar de respirar- oh…no puede ser- se quejó, el dolor era muy fuerte- llevo su mano a su vientre para acariciarlo y así hacer pasar el dolor – me duele…oh me duele mucho.

Potter estaba nervioso, demasiado nervioso y aun así no sentía el arrepentimiento de estar ahí, tragó saliva al sentir que sus piernas temblaban de frío, ya se imaginaba que, si hacia un solo ruido el Slytherin se alertaría rápidamente, en ese momento empezó a escuchar pasos fuertes que venían desde la escalera. La persona entró al cuarto pasando por esa puerta abierta.

-Draco por Slytherin – dijo Blaise acercándose al joven quien se retorcía de dolor – estás helado- exclamó al verlo más de cerca- toma este abrigo…rápido.

-Déjame Blaise, estoy bien – dijo agitándose al hablar – ya déjame.

-Eres un terco- comentó hincándose de repente y colocó el abrigo sobre sus hombros – vamos abajo, antes de que te enfermes.

Ayudó a su compañero a ponerse de pie; Draco se inclinaba tocándose el vientre.

-Me duele el estómago.

-Vamos abajo, no entiendo que estabas haciendo aquí…. Maldita sea.

Comenzaron a caminar lentamente.

-Solo quería disfrutar del aire y me dormí- dijo Draco cerrando sus ojos y haciendo gestos de dolor – voy a buscar a Potter. Tengo que hacerlo.

-No.

-Tengo que hacerlo.

-Eres un Imbécil.

La puerta se movió apresuradamente haciendo un ruido fuerte. Los dos jóvenes se asustaron al ver eso y detuvieron su caminar mirando a la puerta. De detrás de ella salió Potter con la cabeza baja temblando de miedo.

-¿Qué haces aquí?-  preguntó Draco con la voz agitada y sin aliento, estaba impactado que el Gryffindor estuviera detrás de esa puerta – que…qué…-musitó sin poder terminar- Potter.

Pero el Gryffindor que tenía los ojos abiertos del susto no respondió; el terror lo había atrapado; comenzó a caminar rozando la puerta con la espalda sin dejar de mirar esos ojos grises llenos de furia, salió de prisas del cuatro de astronomía y si hubiera seguido así con la vista perdida en esa mirada se habría ido de bruces por la escalera, pero se sostuvo de la baranda y corrió hacia abajo.

-¡Potter!-grito Malfoy con la garganta seca debido al frío, intentó perseguirlo pero no podía porque le dolía el estómago- ¡Potter!.

-Ya tiene la costumbre de seguirte – dijo Blaise sorprendido sosteniendo a Draco del hombro.

El Gryffindor ya se había metido en el castillo.

-Suéltame Blaise – chilló Draco liberándose del agarre- no quiero que me ayudes.

-Pero te ves mal- exclamó notando la palidez en su rostro.

-No me importa, espero que no digas nada después.

Sin importar el dolor en su estómago comenzó a caminar.

-¿De qué hablas ahora?

-Cuando lo mate, no digas nada.

-Oh por favor Draco – exclamó negando con la cabeza – ya basta con eso…necesitas dormir.

-Sí, si, si lo que tú digas- salió del cuarto mientras era seguido por su amigo – es increíble que haya contenido mi ira, si no fuera por este dolor ya estaría con su cuello en mis manos.

Blaise suspiró de cansancio ya no podía más, su cuerpo le pedía dormir y Malfoy le daba dolor de cabeza. Se dijo así mismo que cuando llegaría a la sala privada se tomaría un calmante. Ya empezaba a sentir desesperación en su alma. Todo esto debía terminar y de la mejor forma.

                                          OoOoOoOoOoOOoOoO

Cuando llegaron a la sala privada, Blaise casi se va de bruces al suelo porque sintió un mareo, Draco lo sostuvo de la cadera y lo colocó junto a su cuerpo.

-¿Estás bien?- preguntó.

-No, siento debilidad en las piernas, no las siento- dijo tocándose la cabeza.

-Vamos al sillón.

Los dos caminaron lentamente, Blaise se sentó en el sillón recostando su espalda ahí.

Draco sin apartar los ojos de él fue a buscar en la mesa galletas dulces para darle, caminaba inclinándose porque le dolía mucho el estómago.

-Toma esto- le dijo ofreciendo las galletas- come, te hará bien.

Blaise lo recibió y se llevó una a la boca, miró a Draco.

-Esto es culpa tuya, lo sabes.

-¿Pero ahora que hice?- preguntó enojado y extrañado.

-Me desvelo por tu culpa Draco.

-Nadie te pide que lo hagas.

-En fin, me iré a dormir en tu habitación, no te dejaré solo- expresó dándose masajes a la nuca.

-No lo hagas, no me gusta.

-Tengo que hacerlo, para evitar que cometas una locura.

-uff- se quejó mientras caminaba hacia la cocina- tomaré una poción para el dolor, me duele mucho el estómago. No iré a la medimaga.

-Haz lo que quieras, yo tendré que tomarme un calmante para relajarme.

-¿En dónde estabas Harry?- le preguntó Hermione cuando notó que el joven estuvo ausente por mucho tiempo.

 

-Estaba viendo a Malfoy – le respondió sin darse cuenta que había liberado esa respuesta. Lo había hecho porque estaba distraído en ver a Ron

-¿Qué?- le preguntó con los ojos abiertos impactada por lo que escuchó.

Pero Harry no respondió, él miraba a su amigo Ron que estaba sentado muy lejos de ahí.

-oh Ron, no entiendo porque no me creíste- se dijo así sí mismo tristemente sin dejar de mirar con tristeza al chico que era su amigo; mientras Hermione no le sacaba los ojos de encima y lo miraba extrañada.

~~

Draco y Blaise durmieron muy bien esa noche, el más joven de los Malfoy no había tenido nervios en su cuerpo, prácticamente estaba tan cansado que cuando se acostó el sueño lo venció.

Se despertó a las seis de la mañana encontrándose solo en su habitación, ya no le dolía su estómago, entonces decidió levantarse para ir a la cocina por un poco de agua. Después de calmar su sed decidió seguir durmiendo en el sillón. Cuando eran las siete, se despertó encontrando a Pansy, Crabbe y Goyle en la mesa tomando un té con galletas. Los jóvenes habían decidido quedarse en la sala privada ya que no tenían deseos de bajar, estaban ansiosos por el plan de castigar a Potter.

-Buenos días bebé – le dijo Pansy al ver sus ojos entreabiertos.

 

Pepe Draco no respondió, seguía con sueño, pensaba dormir más.

Sin embargo, en ese momento entró Blaise acercándose a ellos.

-Bien, ¿estamos listos para comenzar?- preguntó el moreno.

-Si, te estábamos esperando.

-Bien, ven Draco, te necesitamos.

Pero el joven rubio no tenía ganas de levantarse, así que cerró los ojos nuevamente. Esperaba que ellos hablarán juntos y en voz baja.

-Déjalo dormir- dijo Pansy.

-No, que venga ahora. ¡Vamos Draco!- le gritó mirándolo.

El grito le resultó molesto. No quería levantarse, deseaba seguir durmiendo y si era posible hasta tarde. Pero Blaise estaba dispuesto a hablar sobre eso para así empezar a dar vida al plan, ya no aguantaba el estado de Draco.

-Déjalo, quiere dormir.

-No, se levantará ahora- exclamó enojado - ¡Ven Draco!

El joven abrió los ojos para ver a su amigo mirándolo fijamente.

-mmmm no quiero- susurró negando con la cabeza.

-Ven aquí – dijo en voz gruesa señalando la silla- ¡ven aquí!

-Oh Blaise.

-¡Dale!, ¡levántate!- gritó sin dejar de insistir.- ¡levántate!.

Entonces Draco bostezando se levantó lentamente.

-Pero Blaise…

-No digas nada Pansy, ayer estuvo insoportable todo el día hablando sobre este plan, hinchando las pelotas…pues lo haremos ahora- dijo sentándose en la silla.

Draco se acercó a ellos, se sentó al lado de Blaise, acomodó sus cabellos y limpió un poco los ojos con las manos para poder ver mejor.

-Blaise tengo sueño – expresó mirándolo con un poco de pereza en el rostro.

-No me importa, ayer estuviste toda la hora insoportable sobre lo que le haríamos a Potter, tuve que ir al hospital esta mañana porque me mareaba… así que hablaremos ahora.

Al instante el joven moreno tomó un vaso con agua, tiró un poco del líquido en sus manos y mojó la cara de Draco para que se despejara un poco.

-Esto te sacará el sueño- decía mientras pasaba sus manos húmedas en el rostro.

-Ya está…-exclamó Draco- ya estoy preparado.

Blaise dejó la acción para dar comienzo a lo que debían hacer.

-Como hemos dicho, hay que encontrar a esa persona perfecta para dañar a Potter- comenzó viendo como Draco empezó a ver sus manos- tiene que ser alguien que cumpla nuestros pasos.

-Si…no debe ser cualquiera sino una preparada- dijo Pansy ofreciendo una taza de té a Blaise.

-Hay muchas chicas hermosas en este castillo- anunció Crabbe como si fuera algo nuevo, pero ese dato ya todos conocían – muy hermosas, debemos encontrar alguien que le robe el aliento a Potter.

-Uff, será muy difícil – exclamó Pansy sonrientemente- todas son feas.

-No tenemos que elegir a cualquiera – dijo Blaise- la persona debe cumplir con aquello que proponemos, esa persona debe darnos confianza y mucho.

-¿Por qué es tan importante la confianza?- preguntó Crabbe.

-Oh Crabbe, es importante que cumpla con lo que nosotros queremos, así nos evitamos que nos traicione o que no cumpla.

-Entiendo, debe obedecer todo lo que digamos.

-Así tendríamos la seguridad de que esa persona nunca se va a enamorar de Potter.

Draco comenzó a reír con aquello.

-Por favor Blaise, esa cara rajada es incapaz de enamorar a alguien– exclamó mientras se reía- es un tonto.

-¿Por qué estás tan seguro de eso?- preguntó seriamente.

-Pues míralo, es un imbécil egocéntrico, no sirve para nada.

-Draco tiene razón- dijo Pansy- Potter es un don nadie, es tan ridículo que no podría enamorar a nadie.

Blaise negó con la cabeza no estaba de acuerdo con aquello que decían sus amigos.

-Aun así, tenemos que evitar eso…por más que ustedes no lo crean… la persona que elijamos debe darnos la confianza. Así para que no nos traicione.

-Tienes razón, no tenemos que elegir a alguien que nos gaste el tiempo, sería injusto que Potter salga ganando en eso- expresó Draco – la persona que elijamos tiene que ser de confianza y no solamente eso, sino que tenga la capacidad y fuerza para tocar a Potter.

-Uff eso será difícil – expresó Pansy- porque mirando como Potter es, a esa persona le va a dar asco tocar al Gryffindor. No creo que sea valiente. Más si no lo ama.

-Pansy, si de verdad quieren hacer este plan, debemos buscar a una persona capaz. Lo siento, pero es así- dijo Blaise- esa persona tendrá que hacer eso.

-Entiendo- exclamó Pansy mirando a Draco quien no decía nada.

-¿Y quién puede ser?- preguntó Crabbe.

Un silencio se estableció de nuevo en la sala privada; los jóvenes estaban muy pensativos, tenían que concentrarse en ver quién podría ser. Por su parte Draco no pensaba en eso sino más bien en cómo quedaría Potter después de la ruptura de su corazón.

-Cho Chang- dijo Crabbe sonriendo.

-Oh por Slytherin – exclamó Blaise negándolo con la cabeza- ella siente algo por Harry, no es conveniente.

-No lo creo.

-Además es muy empalagosa- sostuvo Pansy- ingenua igual a Potter.

-Eso no lo sabemos, pero Potter le gusta y le vendría bien, en este caso sería nuestra derrota. Además, si elegimos a Chang ella no podría hacerlo, está saliendo con Diggory.

-Eso es verdad – dijo Pansy.

-Pero piénselo bien- dijo Crabbe- Chang que está saliendo con Diggory podría hacer ese favor de enamorar a Potter, le romperá el corazón cuando el cara rajada sepa que eligió siempre a Diggory.

-No Crabbe- comentó Blaise- Potter no es tan ingenuo como para creer que Chang podría salir con él sabiendo que ella está junto a Diggory. Él lo sabe.

-Pero si Chang se propone engañar a Potter, el Gryffyndor podría creer que está saliendo solo con él. Ella talvez pueda ayudar. Potter terminaría desilusionado al ver que Chang siempre amó a Diggory.

-No lo creo.

-Además- comenzó Draco- yo apoyo a Diggory, no quiero que esté campeón sufra por ver a su novia salir con esa cara rajada.

-Yo quiero explicar bien – dijo Crabbe- sabemos que Chang está con Diggory y Potter lo sabe, pero si ella nos hace ese favor en secreto, lo haría bien porque la mina no siente nada por Potter y al final lo dejaría por Diggory y él sufriría muchísimo.

-Podría ser un excelente plan con ella – dijo Goyle.

-Potter está muy caliente por esa mujer, puede funcionar si lo hacemos bien- dijo Draco- pero yo no quiero que Diggory salga dañado por culpa de Potter…no quiero.

-Pero Diggory no tendría que saberlo- dijo Crabbe.

No creo que funcione- comentó Blaise- Chang es una chica buena y se lleva muy bien con Potter, no haría algo así…Además yo creo que ella si siente algo por él.

-Por favor Blaise…por favor- exclamó Pansy irónicamente- Chang es una presumida igual a muchas otras, muy empalagosa, y algo débil, no me sorprendería que sea un mar de lágrimas si se le escapa el novio.

Crabbe y Goyle comenzaron a reírse, le parecían con mucho sentido lo que Pansy, creía que tenía razón.

-Yo no lo veo así- dijo Blaise- es sangre pura, no puedo ignorar que sea una mujer muy bella, demasiado hermosa. No lo puedo negar.  Pero no creo que pueda hacer algo así. Es muy riesgoso.

Pansy lo miró con asco mientras volteaba su mirada hacia otro lado como si quisiera vomitar.

-Talvez podemos hacer esto- propuso Crabbe- podemos hacer una historia de amor trío, romántica, dramática y trágica.

Los cuatro chicos comenzaron a mirarlo prestando mucha atención.

-Diggory es el novio de Chang, ellos se aman mucho, como se ve…Potter es el intruso que quiera ser Diggory, si hacemos que Chang se una a nosotros, ella puede conquistarlo, ilusionarlo, mimarlo, endulzarlo y después lo dejará; Potter quedará tan mal que nunca la olvidará…tal como lo quiere Draco, Potter perderá la confianza en todo.

-Es algo bueno, pero no es de confianza- exclamó Blaise nuevamente.

-¿Por qué?-preguntó Crabbe.

-Ella es amiga de Potter, le tiene cariño, un punto menos para nosotros, Chang podría arrepentirse y delatarnos.

-¡Eso es lo que no quiero!- gritó Malfoy sobresaltando a Blaise, Crabbe y a Goyle- ¡No quiero que nos traicionen, si la chica se arrepiente podría decir todo y nosotros caeríamos fácil. No quiero eso…Mi deseo es que esa persona lo odie como nosotros, que tenga la fuerza suficiente para hacer eso, que no sienta compasión en lo que hace, por eso la persona que debe hacerlo debe ser potente, inolvidable que le cambie la vida.!

-Entonces – dijo Blaise- Chang no es la indicada y tenemos muchas razones para no elegirla…- mirando a sus amigos continúo – tiene que ser alguien que no le guste.

-Ósea, debe ser una persona que no esté enamorada de Potter- supuso Goyle.

-Pues claro Goyle, lo venimos diciendo desde temprano.

Otro silencio se estableció más en la sala privada, ellos estaban pensando, Crabbe suspiraba hondo sabiendo que este plan se volvía complicado.

-Hay una chica en Reveclaw…- dijo Goyle mirando al techo de la sala- es rara, igual a Potter creo…pero nos podría servir bien.

-Ya sé de quién estás hablando- exclamó Blaise mirando el mantel.

-¿Así?

-Estás hablando de la lunática…la que está perdida en el espacio …con la revista al revés.

-Tierra llamando a Luna, tierra llamando a Luna, tierra llamando a Luna- decía Goyle con voz rimbombante y una sonrisa graciosa en la cara- ¡Por Slytherin! Qué chica tan extraña es. Está perdida, muy lejos- señaló hacia arriba- perdida en la luna.

-¡Es igual a Potter!- exclamó Draco comenzando a reír.

-O igual a ti – dijo Blaise mirándolo de reojo graciosamente- con ojos grises y cabello rubio, pero también por otra cosa más… el delirio.

-Por favor, Blaise, no compares a esa lunática con Draco- exclamó Pansy un poco enojada.

-Está bien- dijo mirando a Draco quien se tapaba la boca para calmar su risa.

-Además no podemos confiar en ella- exclamó Draco que había recuperado el aliento y parado la risa.

-Si Draco, tiene razón, ella es honesta, no creo que se preste para hacer eso- expresó Blaise.

-Por favor Blaise- exclamó Crabbe un poco enojado porque su amigo siempre estaba a la defensiva con esa gente.

-No la conocemos lo suficiente. Y podría traicionarnos en el acto- dijo Pansy.

-¿Entonces? ¿A quién podemos elegir? – preguntó Goyle.

-Tiene que ser potente y bastante fatal- sostuvo Draco una vez más – una chica orgullosa igual a nosotros.

-O chico- añadió Crabbe- cómo lo hablamos ayer.

-Entonces, encontrar a una persona igual a nosotros tendría que ser de esta misma casa- comentó Blaise.

-¿Saben que se me ocurrió?- les preguntó Pansy.

-¿Qué?- preguntó Crabbe.

-Ocasionar que Potter se enamore de la sangre sucia.

-¡¿Qué?!- preguntó Draco mirándola con asco.

-Enamorarlos o hacer que sea un romance entre la comadreja y la sangre sucia y después entre la sangre sucia y el cara rajada, que la relación sea tan fuerte, tan pasional que termine mal, y con Potter sufriendo, la amistad se rompería entre los tres. Un trío toxico.

Draco meneaba la cabeza negativamente, no le gustaba tanto esa idea.

-¿Tú dices que Potter se convierte en enemigo de la comadreja por la sangre sucia? – preguntó Draco.

-¿Enamorarse de ella?- preguntó Blaise, sintiendo asco en el estómago- no creo que Potter se enamore de ella.

-¿Por qué? Es su mejor amiga y cuando una amistad tiene a dos hombres y una mujer en el medio muchas veces esa amistad puede cambiar–explicó Pansy.

Blaise tocándose la cara negó con la cabeza.

-Casi nunca pasa esas cosas, además no me gustaría hacer eso, tendríamos que hacer muchos planes para lograr que Potter se enamore de la sangre sucia y romper esa amistad. Llevaría mucho tiempo.

-Pero es una buena idea, imagínense Potter enamorado de la sangre sucia sería un rival para su mejor amigo… Yo presiento que la comadreja siente algo por la Granger.

-No, no, no, - exclamó Blaise- no podría funcionar- Potter considera a Granger como su amiga no sentiría nada por ella.

-Si lo pensamos mejor, nos vendría bien, no tendríamos que buscar a esa persona indicada.

-Claro que sí, y tendríamos que estar pendiente de esos dos, lo que menos quiero, que asco- se quejó Draco sintiendo más nervios sobre su cuerpo- no, no quiero hacer eso. Aunque no me viene mal la idea, me encantaría ver esa amistad rota.

-Uff es difícil- exclamó Blaise- no es fácil encontrar al indicado…no es fácil Draco.

-Tenemos mucho tiempo para seguir buscando- expresó Crabbe.

-Tiene que ser de confianza, podríamos elegir como dije anteriormente, de la misma casa.

-Hay algo que quiero saber- dijo Crabbe- si estamos buscando a esa persona que hará ese sacrificio, no creo que ella lo haga por gusto ni por obligación, nosotros tenemos que darle algo a cambio.

Blaise lo miró atentamente, no lo había pensado, eso entonces era otro tema que debían tratar.

-Tienes razón Crabbe- confirmó Blaise- la persona no lo hará por gusto ni tampoco debemos forzarla. Tendríamos que pagarle.

-¿Qué?- preguntó Pansy con el ceño fruncido- gastar dinero por Potter, ¿estás loco?

-No estoy loco Pansy, si tenemos que hacer esto, la persona no lo hará por gusto ni por obligación.

-Ni yo gastaría dinero por Potter. Nunca- aclaró Malfoy.

-Pero Crabbe tiene razón- concluyó Blaise-ni yo lo había pensado- miró a Pansy para seguir- es verdad, si lo hacemos habrá que pagar.

-No, lo siento – dijo Pansy- Potter no vale la pena para poner un galeón por él.

-Yo tampoco – dijo Crabbe.

-Ni mucho menos yo- dijo Blaise.

-Menos yo- concluyó Goyle, aclarando todo.

Otro silencio se estableció en ellos, quedaron pensativos por varios segundos hasta que Goyle preguntó.

-Entonces. Tendríamos que buscar a esa persona que sea de nuestra casa para confiar en ella, pero que nos apoye tanto que no nos pida nada a cambio.

-Hay muchos chicos que son nuestros amigos…y aquí en esta casa muchos de ellos odian a Potter- comentó Crabbe.

-Bien, eso es un punto para nosotros…

-Pero…debe ser una persona potente como dice Draco.  Y aquí todos están orgullosos, no lo harán sin nada a cambio. Lo siento es así- aclaró Blaise nuevamente- no se van a sacrificar por él.

-Sí, pero en esta casa hay muchos a nuestro lado- dijo Goyle- lo podrían hacer con el odio que sienten.

-Pero no son tan potentes, lo vuelvo a decir. No se van a sacrificar por Potter.

-¿Estás considerando a nuestra casa como débil?- preguntó Pansy extrañada y un poco molesta.

-No somos débiles, somos muy orgullosos, pero si se debe hacer esto hay que dar algo a cambio… ¿y sabes por qué lo digo.?

-¿Por qué?

-Porque nuestra casa vale mucho más que Potter como para sacrificarnos por él sin nada a cambio.

-Es significado de valor -dijo Crabbe, sorprendiendo a Draco por lo que decía.

-Claro, en este caso Potter no vale nada para gastar por él, pero nuestra casi si lo vale- siguió Blaise.

-Podría pagarlo él sin que se diera cuenta- pensó Pansy.

-Talvez aun así…

-Podríamos ver dentro de esta sala- interrumpió Goyle.

-¿Aquí?-preguntó Pansy extrañada..

-Si. Cómo verás no tenemos a nadie del exterior, no podemos escoger personas de las otras casas porque nos pueden traicionar.

-¿Y qué me dicen de Wesley?-preguntó Pansy interrumpiendo a su amigo.

-¿La hermana de la comadreja? preguntó Goyle.

-Sí, puede ser la indicada.

-Vos quieres llevar al plan a la cueva del lobo – sostuvo Blaise en voz alta.

-¿Pero por qué decís eso?- preguntó Pansy.

-Nos va a traicionar al acto.  Además, no podemos tener contacto con los amigos más cercanos de Potter.

-uff tienes razón. Fui una tonta al pensar en eso. Entonces…

-En esta sala- volvió a proponer Goyle.

-Mira Goyle, aquí hay cuatro hombres y una mujer- dijo Blaise mirándolos a todos con una sonrisa- puede ser cualquiera- terminó riéndose.

Pero esa risa obtuvo asco por parte de Crabbe y Goyle.

-Todos somos orgullosos y no es un pecado- expresó Pansy.

-¡No importa si tenemos que pagar al final ¡- gritó Draco ya cansado de todo, no veía la hora de dar comienzo a ese plan – Lo quiero destruido y ya no puedo más. ¡No puedo más!.

-Tranquilo- exclamó Blaise- tranquilo.

-Draco dice que debe ser una persona inolvidable- dijo Crabbe – con esto podemos entender que Potter debe conocer a esa persona, y de aquí hay muchos que lo odiamos; él nos conoce muy bien. En este caso si uno de nosotros le planta un beso le va a parecer un impacto, pero si se enamora, wow nunca se va a olvidar. Le va a parecer impactante a la primera parte, pero ese impacto puede llevarlo a lo más lejos.

-Impactante porque nos conoce y sabe que lo odiamos- explicó Goyle- eso es un punto a nuestro favor. Pero yo no lo haría, me daría asco.

-No entiendo la verdad- exclamó Blaise.

-Es fácil- explicó Crabbe- si del odio pasa al amor, la cosa pega y fuerte más si la persona es potente, inolvidable.

-¿Estás seguro que puede funcionar algo así?- preguntó Blaise muy extrañado.

-Si- respondió asintiendo con la cabeza.

-Talvez tú, Pansy- exclamó Crabbe mirándola de reojo, pero con una pequeña sonrisa.

-¡Nunca!¡Jamás me metería con Potter! ¡No podría! Me daría asco- gritó muy enojada.

-Pero serías una mujer potente- dijo Crabbe- mira eres su rival, si le das un beso él quedará impactado, pero si les das cariño puede caer.

-Qué asco.

Explicaba mientras la joven negaba con la cabeza con un gesto de asco sobre su rostro.

-Además con eso habría más problemas con Draco, ya que tú eres muy cercana a él, sería como una pelea entre hombres. Una gran batalla por tu amor.

-No me creas tan llorón- aclaró Draco muy seriamente- no derramaré ni una lágrima y piensas que soy capaz de hacer una batalla por algo así.

Lo último dicho por parte del rubio ocasionó una tristeza en Pansy.

-Pansy, es una rival potente- expresó Blaise- yo veo que es la indicada.

-Eso no es cierto- dijo ella al instante- Potter y su grupo de Gryffindor me consideran como una tonta incapaz, hasta la Granger lo cree y ¿tú piensas que él se podría fijar en mí?.

-Pansy, por favor, todos ellos son valientes porque tienen una varita en la mano. pero sin ella no son nada.

-Nosotros tampoco.

-Pero puede pasar…con lo que dije- insistió Crabbe..-talvez ellos te consideren así ,pero si le muestras la otra parte de la moneda el Gryffindor puede caer completamente enamorado. Pero eso sí, lo digo de ahora, yo no lo haría.  En cambió tu Pansy…

-Sé a dónde quieres llegar Crabbe- dijo Pansy interrumpiendo– pero míranos; Blaise por su parte no haría algo así, es imposible porque a él le gusta las mujeres, no podría tocarlo y otra porque Potter no lo conoce tanto; ustedes dos – decía mientras le señalaba con la mano- tampoco son capaces porque no les gusta, eso es entendible – miró a Blaise -yo…por mi parte puedo ser rival de Potter pero…no soy tan potente como lo es…

Se quedó callada al tener la respuesta en la cabeza como si fuese que le hubiera caído un balde de agua fría, se llevó la mano a la boca para tapar el impacto y miró el rostro de aquella persona. Si, esa era la respuesta. Blaise había notado también el silencio, ambos se miraron sorprendidos y el moreno miró de reojo al joven que estaba a su lado, por fin habían encontrado a la persona que estaban buscando.

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