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La cajita musical de Draco Malfoy por MaruSC94

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Capítulo 12                Palabras en fuego

Pueden pasar tres mil años

Puedes besar otros labios

Pero nunca te olvidaré

Pero nunca te olvidaré…

Enrique Iglesias- nunca te olvidaré

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Pasado

-También están las chicas de Beauxbatons, son muy guapas- dijo Crabbe.

Pero Pansy no respondió ya que se levantó rápidamente, Blaise por su parte tenía la mano sobre la frente con los ojos cerrados porque se sentía agotado, pensaba en que Draco podría ser el indicado, pero no sería nada fácil ya una cosa era encontrar a la persona indicada y otra era convencer. Y si, para convencer a Draco ahora sería otro cantar.

-Pero tiene que ser de confianza, no creo que esas mujeres puedan hacer algo así- dijo Goyle- además porque no nos conocen y nos pueden traicionar.

Pansy fue a un mueble y de dentro sacó un pergamino con una pluma y tinta. Escribió algo sobre la hoja blanca.

-Miren cómo es ese Potter, un tonto, será muy fácil engañarlo – expresó Crabbe tratando de captar la atención de Blaise.

Pero el moreno no dijo nada, solo pensaba y pensaba.

-Por Slytherin, esto va a ser más difícil de lo que imaginaba – pensó renegando de la situación- pero si Draco quiere hacer sufrir a Potter va a tener que aceptar…le guste o no.

Draco no decía nada, escuchaba, pero estaba mirando sus manos solo para calmar los nervios, no soportaba esa lentitud que tenían sus amigos, ya quería encontrar a esa persona, pero los veía tan inútiles, sentía que no estaban capacitados para nada. Suspiró hondo y miró a Blaise.

Pansy se acercó a Blaise y le dio un pergamino sin que Draco se diera cuenta al instante tomó la taza que había en la mesa, recogió las demás tasas y se fue a la cocina.

Blaise abrió el pergamino y lo leyó.

Tenemos que hablar ahora

Blaise se levantó al instante.

-Voy afuera, necesito aire fresco.

 

-Pero Blaise – se quejó Draco- tenemos que encontrar a esa persona ya no puedo más.

-Seguiremos después, ahora tengo que salir.

-Blaise por favor te lo pido, terminemos con esto, siento que me estoy…

-Es que eres muy impaciente…-protestó su amigo levantando la vos.

-No soy impaciente, cada vez que pasan las…

-Relájate…es increíble que cada vez que hablamos no encontramos la respuesta al instante, sino que pasan horas para eso…

-Eso sucede porque son unos inútiles – exclamó negando la cabeza en modo de reproche- no saben hacer nada.

-¡¿Pero qué?!- preguntó Blaise indignado- ¡¿Por qué decís esas cosas ahora?!

-Porque demoramos mucho en algo tan fácil.

-Pero no me gustan las cosas que decís ahora, por Slytherin…estás muy ansioso por esto. Que rabia, y todo por Harry Potter…

-No es mi culpa Blaise- reprochó – lo quiero destruido. Todo parece imposible con ustedes.

-Ya basta- se quejó levantando la voz- todos nosotros estamos haciendo hasta lo imposible por buscar a esa persona…y tú te molestas, yo ya no sé qué quieres realmente.

-Pues ya no importa lo que yo quiera, al final ese desgraciado siempre sale ganando… yo creo que esa persona aceptará sin ningún problema…no es tan difícil como lo piensas.

-No Draco, no será fácil y yo ya lo estoy viendo- dijo mirándolo fijamente reconociendo la dificultad que sería convencer al indicado que estaba en frente de sus ojos- más difícil como si tuviera que luchar contra un océano.

-Tan difícil no puede ser Blaise- dijo negando con la cabeza mientras trasladaba su vista hacia la mesa- todos los de afuera están locos, pueden hacerlo hasta con el juicio roto.

Blaise negó con la cabeza mientras se ponía su saco.

-Lo que yo quiero es algo muy importante- exclamó.

-¿Y qué es lo que quieres?

-Qué sanes tu juicio Draco- expresó- debes curarte.

-Eso sucederá cuando vea a Potter destruido.

-Bien, me voy- dijo Blaise sin darle más importancia a esa discusión ya que no aguantaba más y justamente esa respuesta que Draco le había dicho no era lo que Blaise quería.

Draco se levantó rápidamente.

-¿A dónde vas ahora?

-Afuera- contestó- quiero ver el sol salir así podré seguir pensando en esto

-Más tiempo perdido- exclamó el rubio acariciando su cabeza -más tiempo…perdido.

 

-Descansa ahora, vuelve a dormir- pidió Blaise saliendo de la habitación.

-Si Draco, vuelve a Dormir…yo saldré un rato y después volveré.

-Uff- se quejó mirándola con enojo y mucha impaciencia- ¿tú también te vas?

-Si- contesto al instante mientras se colocaba un abrigo de color negro, se disponía a salir- descansa dale, todavía es temprano.

Draco se tocó la frente, estaba irritado y respiró profundo porque ya no podía más.

-Y me quedo con estos dos inútiles – dijo apenado mirando a Crabbe y a Goyle.

-Qué malo eres Draco- dijo Crabbe levantándose de la silla- vamos Goyle. Vamos afuera.

Pansy salió de la habitación y Draco se acostó nuevamente en el sillón para volver a dormir.

-Blaise ¿captaste la respuesta en la mirada?- preguntó Pansy caminando detrás del joven moreno quien al escucharla volteó a verla.

-Así es, Pansy- respondió sin ningún problema – pero no será nada fácil, encima el descarado tiene la osadía de decir que será muy fácil convencer a la persona- exclamó continuando su caminar – ya estoy viendo que esto será una odisea.

-Pero tal vez Draco…

-No hablemos de eso ahora- interrumpió el joven un poco molesto- ya sabes que hicimos un juramento.

-Cierto, me había olvidado de eso.

-Hablemos de eso más tarde, necesito despejarme un poco Draco.

-De acuerdo.

Ninguno de los dos se atrevió a hablar sobre ese tema después  de caminar por los pasillos de las mazmorras, ambos estaban pensativos, Blaise se aseguraba que Draco sería la persona indicada para hacer ese plan contra Potter ya que era el enemigo más potente del Gryffindor, y no solo eso sino que Potter lo conocía muy bien, entre ellos había un lazo negro que se caracterizaba como una cadena con espinas, jamás se iba a romper, estaban destinados a ser monstros entre ambos, era evidente que Malfoy era un veneno peligroso para Potter, el único que le causaría una vuelta al mundo tan fuerte que nunca lo olvidaría, ese dolor jamás sanaría. Pero había algo que Blaise le costaba aceptar y era que Potter tenía el mismo efecto en Draco, podía lastimarlo cómo quisiera con una herida sin cura. Draco sufría con esta obsesión sobre su cabeza, la misma era como un dementor que succionaba su felicidad hasta trasladarlo a un infierno seco. Blaise concluyó que la locura debía terminar.

-¿Pero Draco es el indicado?- se preguntó mientras continuaba caminando sin decir una palabra. Ahora se lo preguntaba.

Esa era una pregunta difícil de responder; sabía que Draco no sería capaz de hacer algo así, no importaba si el joven era bisexual, jamás se atrevería a enamorar a Potter, no tendría ni los deseos de acercarse a él de una manera rara, lo odiaba a muerte. Blaise estaba un poco convencido que Draco podría ser el indicado, solo había sido una señal, muy extraña pero llamativa, tal vez era la persona correcta para cambiar el mundo de Potter.  El mundo de los dos era como una prisión grande dónde ambos eran los únicos, Potter era el carcelero y Draco el prisionero ya que la obsesión la tenía Draco y era tan tormentosa que marchitaba su alma, su vida de poco en poco; Potter se encontraba afuera de la celda mirando a Draco por encima de las rejas, con aquellos ojos verdes lleno de odio, el Slytherin lo miraba con sus ojos grises debilitados de dolor y perdición, todo aquello era el odio que había entre los dos desde el momento en que esa amistad fue negada, tan terrible tan agonizante. No había paz. Pero en el Slytherin todavía había una fuerza que latía desde lo profundo de su corazón.

La pena y la soledad de Draco se reflejaba en su alma acompañada de una oscuridad profunda. Blaise comprendió que Draco podría cambiar la vida de Potter, porque Draco era la negrura en la vida del Gryffindor. Ahora Draco lograba hacer bien el plan, Potter iba a sufrir mucho. Tal vez así el carcelero sea el prisionero. En este caso Draco miraría a Potter por encima de esas rejas, tenía la fuerza pequeña en ese latir profundo y esos ojos se volverían fuertes hasta que el terror se presentaría sobre las pupilas y en un descuido del carcelero, Draco abriría las rejas y lo metería dentro tan fuerte que el Gryffindor no pudiera darse cuenta, segundos después Malfoy le daría una mirada con furia pero también de liberación y satisfacción, el Gryffindor quedaría atrapado en ese lugar con aquellos ojos con temor, dolor y desesperación. Pero el Slytherin no tendría compasión por él, cerraría la celda y se iría para siempre. Dejando todo ese dolor atrás.

Después de pensar en esa situación tan caliente sobre su mente, los dos llegaron al gran comedor donde había chicos ya sentados, miró por impulso a la mesa de Gryffindor y ahí estaba Potter, Blaise solo lo miró por unos segundos suspirando profundamente para ya después girar su vista hacia la mesa, estaba molesto y cansado de todo que no podía sacar la mente al rival de Malfoy, ahora también era su problema; Potter se estaba volviendo una toxicidad en su vida. En la mesa de los Slytherin había pocos chicos.

Cuando se sentaron se encontró con la mirada atenta de Pansy.

-Es el indicado Blaise-dijo Pansy en voz baja al instante.

-Por favor Pansy- le pidió que no hablara de eso ahora ya que deseaba comer algo.

-Ese roñoso Gryffindor va a sufrir mucho, si nuestro amigo lo hace bien, Potter va a pagar por todo…

-Pansy, por Slytherin no quiero hablar de eso ahora- le insistió llevándose la mano a los ojos.

-Sí, ya quiero que Draco lo haga sufrir como se merece, es el indicado para esto Blaise- no levantó la voz ya que quería se precavida de que nadie los escuchara- lo que tanto quiero es ver a Potter en la ruina de su dolor, tan acabado que no pueda respirar.

-Por el amor a Slytherin – se quejó arrastrando las palabras – ya no quiero hablar de eso, estoy tan harto que todo me causa enfado.

-Está bien no diré más nada- exclamó la joven viendo el agotamiento de Blaise.

Los recuerdos de un amor, no me dejan vivir, maldito corazón que no te puede olvidar.

Agrupación Marylin.

Cómo olvidarte a ti, difícil para mí, porque olvidarte a ti, difícil para mí.

                                         oOo0o0o0o0o0o0

Estoy preso entre las redes de un poema…eres tú quien me puede ayudar o me condena… Camilo Sesto.

Malfoy descansó unas cuantas horas más, solo se despertó cuando vio a Crabbe y Goyle entrar corriendo con galletas en las manos, Crabbe colocó en la mesa las galletas y vio a Draco que estaba despierto con los ojos entreabiertos.

Al verlos así tan divertidos por un momento tuvo las ganas de jugar con ellos en un lago para divertirse, pero por ese orgullo Malfoy era muy grande prefirió dejar de lado esas ganas extrañas.

Se levantó para ir a la cocina donde se mojó un poco el pelo para acomodarse.

Salió de la cocina para ver cómo sus amigos se abrigaban, estaban por salir afuera.

-Vamos al bosque, necesito respirar un poco- les ordenó mientras se ponía un abrigo color verde oscuro, el joven necesitaba salir porque sentía los nervios invadir su cuerpo.

-Está bien Draco- dijo Crabbe – vamos afuera.

Salieron del castillo, caminando por ese pastizal tan fresco que la tranquilidad los complació. Había un poco de neblina, Draco se sentía tan ansioso que lo único deseado en ese momento era consumir todo el oxígeno del mundo. Debía olvidar un poco las cosas y respirar bien, se preguntó si Blaise ya tenía la respuesta para el plan hasta tenía las ganas de buscarlo, pero reconoció que insistir mucho a Blaise sería demasiado agotador, así que prefirió que el tiempo se encargará de eso para no llevar a sus amigos al caos. Caminaba a un paso delante de Crabbe y Goyle, los dos jóvenes tenían las manos dentro de sus bolsillos. Crabbe le tocó la mano a Goyle e hizo que se detuviera.

-Tiene que desayunar – le dijo en voz baja mirando a Draco, después soltó su mano y volvieron a caminar- no comió nada.

-Veremos si Blaise le dice algo- comentó su amigo.

Draco no los escuchó ya que estaba muy distante, completamente pensativo, nervioso y ansioso. Miró al cielo, notando aquellas nubes grises como sus ojos, el color del cielo era tan melancólico que sentía el alma marchitarse de poco en poco. De algo estaba convencido; Potter pagaría el dolor que tenía dentro.

El otro problema que le oscurecía el día era su secreto, aquel que sus amigos sabían; la bisexualidad, no podía negar nunca que también le gustaban los hombres y que era capaz de ser feliz con algún joven, pero sus padres no lo sabían y estaba seguro que estos no aceptarían aquello. Les tenía tanto miedo, tanto terror que decirles algo así podría ser el caos, pero no quería que estos se metieran en su vida para impedirles el paso, jamás permitiría que mandarán en su corazón, ni que le hicieran cambiar sus sentimientos. Era libre y preferiría ocultar eso por el momento hasta ser un hombre mayor, por lo menos así ya tendría la fuerza suficiente para defenderse de ellos.

Pasaron por el lado de los invernaderos caminando hacia el bosque, Malfoy no había hablado con sus amigos en ningún momento, solo admiraba la frescura de esa mañana, sin embargo, tenía hambre y el estómago ya le dolía, pero no tenía ganas de volver al castillo para buscar comida ya que tendría que ver a Blaise. Ya empezaba a sentir que su amigo era insoportable.

Llegaron a los árboles que daban paso al bosque, pero Draco no quería entrar, por eso se paró al lado de una gran roca y acomodó su espalda sobre ella, Crabbe se paró al lado izquierdo distante del joven y Goyle del lado derecho distante también, ya que preferían mantenerse lejos del rubio por el carácter que este tenía.

Harry Potter después de desayunar había ido a la biblioteca pasó una hora ahí pero esa preocupación sobre la primera prueba le dejaba los pelos de punta, era este próximo viernes, así que sin pensarlo salió para caminar al frente del lago negro sin hablar con nadie, en su pensamiento existían la primera prueba y Cho, aquella jovencita que le había robado el corazón, ella era tan elegante, tan hermosa, que parecía un cielo rosa en su cabeza, aun así en su corazón había una pequeña tristeza ya que Cho se había mantenido muy cerca de Cedric Diggory , hasta ese momento Harry reconocía sentir celos por eso aunque también le agradaba ver a Cho feliz con el Hufflepuff pues el joven era un chico inteligente y muy listo. Aun así, recordó aquella vez en que había hablado con Cedric sobre a qué bestia enfrentarían en la primera prueba, notó que este no le había agradecido tanto, así que eso era la oscura mancha sobre que sufría Harry hacía por el Hufflepuff, estaba un poco enojado con aquello. Mientras miraba las aguas cristalinas del lago negro un pensamiento se le vino a la cabeza; Draco Malfoy y la noche de astronomía dónde lo había visto llorar.

-¿Pero qué le pasa a Malfoy?- preguntó muy intrigado de encontrar esa respuesta- él está distinto, el muy desgraciado.

No le tenía miedo de enfrentar a semejante rival, hasta podría terminar hechizado o maldecido, pero no deseaba esconderse; había en su mente esa valentía para seguir los pasos del Slytherin sin importar la reacción. Tantas cosas que existían en su juicio; la primera prueba y el terror a esa bestia lanza fuego, el noviazgo de Cedric y Cho, y la extraña actitud de Malfoy. El joven Potter podría distraerse en este día con cualquier cosa; su mente le daba varias opciones; entrenarse para la primera prueba junto con Hermione; ver a Cho o perseguir a Malfoy y como si su cuerpo actuara solo, se levantó rápidamente y empezó a caminar sólo con una decisión en la cabeza: buscar a Malfoy e investigarlo. Las dos opciones se le borraron de la mente cuando recordó la noche anterior al verlo así en la torre de astronomía, con la palidez en el rostro y los ojos hinchados.

-Algo tramas, o algo te pasa- pensó mientras caminaba directo a la gran entrada del castillo.

Marchó directo a la biblioteca pensando que podría encontrarlo ahí, ni si quiera sabía porque tenía deseos de buscarlo en ese lugar sí para él, Draco era perezoso en la lectura ignorando que el Slytherin era bueno en muchas cosas. Entró en la biblioteca ignorando la vista llena de Cho que estaba con su amiga Marietta, sentadas en una de las mesas del lugar leyendo libros, la mirada de Cho se cruzó con la de Potter, los dos se miraron pero Harry parecía robot manejado por alguien, no mostró ningún gesto de alegría al verla solo siguió caminando como si ella fuera una desconocida hasta que se metió en los caminos de la biblioteca buscando al rubio de su mente, la joven se sintió un poco apenada por esa extrañeza en Harry, y estaba preocupada por la primera prueba dónde su novio tendría que luchar con aquel peligro. Ella lo único que deseaba era que Cedric pudiera salir victorioso de aquel peligro, mejor dicho, él y su amigo Harry. Al instante vio salir a Harry corriendo apresurado y algo preocupado, Cho supuso que el joven estaba buscando a alguien. Entonces no le dijo nada porque notó que en los ojos del Gryffindor había tanta desesperación por encontrar a ese alguien.

 

Blaise y Pansy estaban estudiando herbolaría en el gran comedor, solo que Blaise estaba preocupado por el estado de Draco. 

-Tenemos que buscar a Draco- dijo Pansy mientras leía un libro – estoy notando que su estado le ocasiona que se olvida mucho de las tareas.

Blaise suspiró hondo dándole la razón a su amiga, cerró los ojos y abrió de nuevo. Sinceramente él también se distraía con tanta preocupación que veía que ahora todas las tareas se le venían encima.

-No desayunó- recordó la joven mirándolo con preocupación- me acabo de acordar que no tomó nada.

-Si- exclamó tocándose la nuca-  tenemos que ir a buscarlo, estoy tan harto. Es caprichoso… Qué Slytherin me libre ya.

-No te preocupes, todo esto se va a arreglar cuando Potter sufra de amor por él.

Pansy hablaba tan tranquilamente como si su amigo ya hubiera aceptado hacer eso, ni siquiera pensaba en cómo reaccionaría Draco cuando sepa el sacrificio que tenía que hacer. Blaise no lo había concluido realmente, tenía la certeza de que Draco era el indicado. pero si el Slytherin no quería, tendría que buscar a otro. Nada estaba preparando.

-Pansy, por favor- exclamó Blaise- no hablemos de eso ahora.

Estaba tan harto de ese plan que lo único que quería era sacarlo de su mente por unos minutos para poder terminar sus tareas.

-Está bien – comprendió ella- te noto que estás muy cansado y débil, necesitas descansar.

-Aja.

-Ya no veo la hora de ver a Potter destruido. Será algo magnífico- continúo olvidando no hablar del tema - ¿Podes imaginarlo Blaise?- le preguntó con una sonrisa – Potter enamorado de…

Comenzó a reírse, mientras el moreno se llevaba la mano a la cabeza cerrando sus ojos ya más agobiado. No lo podía creer, parecía que Pansy lo hacía a propósito, estaba ya acabando la paciencia, en cualquier momento gritaría. Pero Pansy no lo hacía en serio, ella quería hablar sobre ese plan para darle vida así ver a Potter sufrir.

-Tranquilo Blaise, tranquilo -su mente habló por sí mismo- tranquilo, tranquilo, debes relajarte- pensó mirando sus amigos mientras Pansy no dejaba de hablar en voz baja para que nadie escuchara- después de ese maldito plan, Potter estará destruido y Draco estará libre de ese odio. 

-Blaise, después de lo que dije, ahora me voy a callar para que nadie sepa sobre esa maravillosa idea- dijo la joven sonrientemente.

Blaise cerró los ojos agradeciendo a cualquier deidad mágica sobre la decisión de Pansy. Así que volvió a retomar la lectura del libro cuando en ese momento sin querer dirigió su vista hasta la entrada del comedor, vio a Potter aparecer, el Gryffindor trasladó su mirada a la mesa de los Slytherin justamente a dónde estaban ellos dos y como si buscará a alguien se lo veía un poco desesperado, con esos ojos verdes tan llamativos, pues en realidad si buscaba a esa persona ausente en la mesa, tan desesperado estaba que ni siquiera se había percatado de que Blaise lo miraba.

-¿Qué le pasa a este imbécil?- se preguntó el moreno cuando el Gryffindor corrió por el camino que iba directo a la salida del castillo.

 

Blaise cerró de inmediato el libro al darse cuenta que Potter buscaba a su amigo y se levantó.

-¿Qué pasa Blaise?- preguntó Pansy - ¿te asustaste por algo?

-Potter, Potter- musito enojado mirando a la entrada del comedor- está buscando a Draco.

-¿Cómo lo sabes?- preguntó mirando al lugar donde dirigía Blaise.

-Vamos a buscar a Draco ahora.

-No Blaise, déjalo descansar.

-¿Pero no escuchaste que Potter lo está buscando?- preguntó Blaise- si se encuentra con Draco puede ocurrir una desgracia…vamos por él.

-Ese Gryffindor descarado- exclamó Pansy siguiendo a su amigo- ya me tiene cansada.

-Estos dos cada vez actúan como locos. Si no es Draco es Potter…Maldita sea.

Potter salió del castillo solamente con esa intención de buscar al Slytherin, seguía convencido que Malfoy planeaba algo.

Así que marchó cerca del invernadero, primero quería empezar por el bosque, después por el campo de Quidditch, más tarde por los baños; por las aulas dentro del colegio, de ahí a los pasillos, todo lo haría con cuidado sin ser descubierto. Iba a investigar a Malfoy. Sin embargo, cuando caminaba por el gran pastizal que lo llevaría al bosque encontró al Slytherin, estaba lejos junto con sus dos amigos. Potter al verlo con atención se dijo que Malfoy parecía una perla plateada por la palidez de su rostro y por el cabello platino; el sol brillaba sobre su cara. Verlo así con esos dos amigos cuidándolo parecía un príncipe. Malfoy también lo veía acercarse y sintió los nervios molestarlo de nuevo.

-Ufff desgraciado- pensó al verlo muy lejos- en cualquier momento cometeré una locura- reprochó muy enojado.

Los dos se miraron muy fijamente, directo, aquellos ojos mostraban rivalidad y mucho odio. Aun así no importaba si estaban lejos, esa atención y la presencia de cada uno era lo único que existía. Para Potter en ese momento no existía Cho, ni el torneo de los tres magos, ni tampoco la primera prueba, en su mente solo estaba Malfoy y esa curiosidad de saber que se traía en mente. Lo mismo sucedía en este, en su mundo solamente estaba Potter y aquel odio que sentía por él, un odio y resentimiento que no podía sacar, solo quería descargarse contra Potter. Pero lo que le impedía a aquello era ese estúpido plan.

Sus amigos se dieron cuenta que el rubio empezaba a enojarse sin decir nada y eso era por Potter.

-Maldito desgraciado – susurró Draco, llamado la atención de los dos que lo cuidaban- Maldito- siguió expresando mientras miraba hacia el bosque para esquivar esa mirada potente.

Sus amigos se miraron atentamente.

Potter no quiso acercarse a él, solamente siguió su camino hacia la casa de Hagrid, no iba a hablar con el semigigante sino más bien llegaría a la casa de él para que Malfoy lo perdiera de vista, así podría meterse en el bosque y caminar hacia donde ellos estaban, por lo menos ahí escondido lo vigilaría. No tenía miedo alguno. Y eso sucedió, Potter llegó a la casa, tocó la puerta sin hacer tanto ruido y de ahí corrió hacia el bosque.

 

-¿Quién es?- preguntó Hagrid al abrir la puerta, el semigigante vio a Potter correr hacia el bosque desesperadamente- ¿Harry?, ¿qué pasa?.

Pero el Gryffindor ni siquiera respondió.

Malfoy ya no lo miraba ni siquiera le importó a dónde se dirigió ya sabía que por ahí estaba la casa del semigigante.

-Debes comer algo – dijo Crabbe.

-No me molestes- exclamó Draco rápidamente.

-Pero no desayunaste nada- continúo- te puedes caer aquí.

-No voy a descomponerme. Así que no molestes.

Crabbe suspiró profundamente, ya no quería insistir, sabía que Malfoy estaba de mal humor.

-Podemos buscar a esa cara rajada y darle una paliza- dijo Goyle mirando a los dos.

-es una buena idea- expresó Crabbe- nadie lo sabrá.

Pero Draco al escuchar eso, esbozó una pequeña sonrisa y negó con la cabeza.

-¿Son idiotas o qué?- preguntó incrédulo - ¿No recuerdan que tiene la varita?

Crabbe asentó un poco apenado con aquello que su amigo le hizo recordar.

 

En ese momento a los lejos apareció Blaise y Draco al verlo correr hacia ellos cerró los ojos inclinando la cabeza ya que se sentía tan cansado de que lo molestaran. Después levantó la cabeza y sin prisa alguna caminó por dónde el moreno venía acompañado de Pansy.

En cuanto a Potter, él estaba muy lejos, pero lentamente venía caminando.

-¡Vamos adentro-¡- gritó Blaise-¡ vamos, vamos!.

-Pero no quería regresar- dijo Draco.

-¿Dónde está Potter?- preguntó Blaise preocupado.

-¿Y a mí me preguntas?- preguntó- ese desgraciado se fue por ahí- respondió señalando el camino.- Seguramente estará en la casa de ese gigante.

-¿Desde cuándo que se metió por ahí?-volvió a preguntar sin sacar esa preocupación de sus ojos.

Draco notó la alteración de su amigo y comenzó a enojarse.

-No lo sé Blaise, no me importa.

-Mejor nos vamos adentro- pidió Blaise nuevamente ya que no quería que Draco le hiciera algo a Potter debido al plan que tenían en mente- tienes que desayunar, no puedes andar con el estómago vacío.

-No quiero, no me molestas- exclamó harto- no me insistas.

-Vos y ese imbécil son iguales – exclamó Blaise mirándolo con enojo- tan imbéciles, y caprichosos. Son tal para cual.

-Por favor Blaise – expresó Draco mirándolo con asombro – no puedo creer que me iguales con ese maldito.

-¿Y qué quieres que diga entonces?, los dos se siguen mutuamente. Están insoportables.

Draco negó con la cabeza sin responder, no quería discutir con Blaise lo único que deseaba era que lo dejarán en paz.

-Deja que yo me encargue de él – dijo Draco con una pequeña sonrisa- le daré su merecido.

-Deja de joder ya- exclamó Blaise- o te encierro con él en un armario para que se revienten entre los dos.

Crabbe y Goyle comenzaron a reír a excepción de Draco que negaba con la cabeza.

-Eso es buena idea- expresó Crabbe sonrientemente.

-No voy a permitir esto- dijo al instante.

-Vamos adentro- pidió Pansy- tienes que comer algo.

Draco sabía que no iba a librarse de sus amigos fácilmente, así que renegando comenzó a caminar.

En ese momento, Crabbe y Goyle escucharon ruidos chocantes desde el bosque como si fuese que alguien chocaba con las raíces gruesas, entonces voltearon hacia atrás muy precavidos y ahí estaba Potter que se agarraba del árbol para no caer.

-Mierda- exclamó Crabbe al verlo, sacó su varita para castigar al Gryffindor.

Blaise lo vio también y rápidamente corrió hacia Crabbe que miraba con odio a Potter.

-¡Vamos, vamos, déjalo, no importa.!- le dijo a Crabbe, tomándolo del brazo.

El moreno miró a Potter que caminaba hacia ellos tenía los ojos enfocados en una sola persona, en aquel rubio que se iba sin mirar hacia atrás.

-Vamos chicos- insistió Pansy- vamos, vamos. Vamos.

Entonces Crabbe y Goyle corrieron hacia Draco para evitar que este diera la vuelta.

Blaise y Pansy también se acercaron hacia Draco.

-Cuando llegues al comedor, te vamos a dar una galleta de chocolate con leche para que puedas comer- dijo Blaise para distraer al joven rubio.

Pansy y Blaise sabían que Potter venía caminando detrás de ellos muy lejos, tenían que mantener el plan en secreto y no arruinarlo. Se sentían terrible estar cerca del Gryffindor. Debían mantener a Draco lejos de Potter.

-Sí, cariño, debes comer- continúo Pansy dulcemente.

Draco no tenía ganas de hablar con ellos, ni cuenta sabía que Potter venía detrás de él. Blaise estaba muy pensativo ahora, ¿Por qué rayos Potter seguía a Draco?, era una de las preguntas que tenía en mente y que le empeoraba la preocupación, ¿Por qué?. Si eso era algo alarmante, todo le parecía ya irritante porque si Potter seguía a su amigo tendría que cuidarlo para evitar algún problema grave en esos dos.

-Qué desesperante, por Slytherin.

Otra cosa más de qué preocuparse.

Sin apresurarse llegaron al castillo y entraron. Ninguno miró hacia atrás, aunque sabían que el Gryffindor venía por ahí y era verdad Potter caminaba mirando atentamente a Draco. La curiosidad era potente y no había nada en su cabeza.

-tenemos que mantener este plan en secreto y no se debe revelar – se dijo Blaise así mismo- vas a pagar Potter.

Llegaron al comedor sin decir nada, se sentaron en la mesa de Slytherin. Blaise miró a la entrada para ver al Gryffindor entrar, pero no apareció. Eso lo tranquilizó.

Pansy busco la jarra de leche y galletas que colocó en el plato de Draco.

Pocos minutos después, el joven comía relajado, Blaise lo veía con mucho apetito. Draco disfrutaba de lo que comía.

-Escúchame bien Draco- dijo acercándose a él- no te atrevas a hacerle nada a Potter, si lo haces el plan se arruinará, prométeme.

Draco lo miró seriamente. No sabía qué responder con esa petición.

-En serio te lo pido- siguió mirándolo fijamente – es lo único que tenemos para vengarnos de él. No lo arruines.

 Draco tomó la leche hasta acabarla y lo miró.

Le costaba cumplir ya que le tenía tanto odio al Gryffindor. Pero Blaise tenía razón, era el único plan que tenían contra Potter, no había que destruirlo por algo tan estúpido. Entonces aceptó lo que su amigo le proponía.

Asentó con la cabeza mirándolo. Pero Blaise esperó su respuesta.

-¿Y Draco?- preguntó.

-¿Y qué?

-Lo que te pregunté hace unos minutos, ¿Me lo prometes?

-Si- contestó, era tan difícil aceptar, pero no le quedaba otra – te prometo.

En ese momento entró Potter y sus ojos se cruzaron al instante. Draco no lo pudo evitar. Su mirada se volvió muy seria, demasiado mortal, lo estaba desafiando con esos ojos grises intensos. Potter no se quedó atrás también lo miraba así. Parecían querer luchar entre los dos.  Se detestaban tanto.

Blaise se dio cuenta y rápidamente lo miró tocándole el brazo.

-Oye, me prometiste algo.

Pero no logró captar la atención de Draco, este no quitaba la vista del Gryffindor. Potter sin dejar de mirarlo caminó hacia su mesa y se sentó al lado de Neville, debido a eso Draco ya no podía mirarlo porque había chicos de las otras mesas que le tapaban a Potter. Blaise lo miraba atentamente, en ese momento le pareció que Draco se desesperó por no tener ya a Potter al frente de sus ojos, el joven comenzó a estirar el cuello para lograr mirar a Potter y así seguir desafiando, pero para desgracia había dos chicos de la mesa de Reveclaw que se encontraban tapando al Gryffindor y hablaban tranquilamente hasta que uno de ellos se dio cuenta de la mirada que Draco les hacía a ellos, algo que le pareció extraño. Para entonces ya Potter se había olvidado de Draco y hablaba con Neville.  Blaise por su parte estaba preocupado porque Draco tenía que dejar de mirar así a Potter para que el plan pueda funcionar.

-Oye, Malfoy nos está mirando – dijo el joven de Reveclaw al instante sintiéndose tímido con los ojos fijos del joven rubio que en realidad quería mirar a Potter, no a ellos.

El otro joven que le daba espalda al Slytherin, se volteó para verlo también, lo observó por varios segundos extrañado hasta que captó lo que el joven rubio quería realmente.

-No, quiere mirar a Potter y nosotros estamos encima, - dijo tocando el brazo de su amigo- hazte a un lado, hazte a un lado, ahora- le pidió moviéndose él también.

Cuando su amigo le hizo caso y se movió, la vista quedó libre, justamente Draco al hacer eso con demasiada ansiedad obtuvo la atención de esos dos jóvenes que lo miraban muy curiosos.

Ahora había dos chicas en la mesa de Hufflepuff, que conversaban y sonrían tranquilamente. El joven de Reveclaw se dio cuenta que Draco no podía mirar a Potter por la joven que le tapaba. Entonces…

-Oye, oye señorita- le habló.

La joven que le daba la espalda se giró y lo miró.

-¿Si?

-¿Podrías hacerte a un lado?.  Malfoy quiere mirar a Potter- le preguntó respetuosamente, esa petición también había escuchado la otra chica.

-Por supuesto- dijo sonrientemente, al instante miró a su amiga- hazte a un lado, vamos no demores.

“I would never fall in love again until I found her”

I said, “I would never fall unless it’s you I fall into”

I was lost within the darkness, but then I found her

I found you…

 Em Beihold y Stephen Sanchez

La joven que daba espalda al Gryffindor se volteó sonrientemente, miró a Potter y le sonrió, este se distrajo de la conversación al ver a la joven y se ruborizó muy poco hasta tuvo el deseo de sonreírle. Pero también captó otra mirada sonriente que era de la joven detrás de ella y no solo eso sino también las de dos jóvenes en la mesa de Reveclaw que estiraban el cuello y le sonreían burlonamente, la chica principal se hizo a un lado, le señaló hacia el lugar donde estaba el joven rubio que lo miraba muy desafiante, los otros tres hicieron lo mismo. Potter miró hacia esa dirección que le señalaban, encontrando al rubio su sonrisa desapareció cuando veía esos ojos llenos de rabia. Los cuatro jóvenes miraban a Draco y a Potter, muy graciosamente se reían de los dos. Draco le asentó con la cabeza diciendo mentalmente “” ya verás, Potter, ya verás”” y Potter como comprendiendo sus palabras hizo lo mismo.

Esto ocasionó que los cuatro chicos de las mesas de en medio comenzarán a reírse.

Blaise miraba muy seriamente a Draco observaba todos los movimientos que hacía el rubio. Las chicas se tapaban la boca para controlar la risa. Para ella les parecía gracioso esa rivalidad.

-Ya verás Potter, ya verás- decía Draco sin dejar de mirar al Gryffindor.

-Por favor Draco, ya basta- dijo su amigo tocándose la cabeza. 

-Esto es una novela de todos los días- exclamó el joven de Reveclaw sin dejar de reírse y mirando a Blaise.

Las dos chicas dejaron de mirarlos y continuaron con su conversación.

-Sí, es verdad- aceptó Blaise negando con la cabeza- es verdad, tan insufrible son.

-Harry, ¿qué pasa? - preguntó Neville notando el enfado de su amigo.

-Es Malfoy, como siempre – contestó ruborizado de vergüenza- molestándome.

-Deja de mirarlo- pidió Neville.

-Pero es que él me provoca- explicó bajando la cabeza.

-Ya basta- dijo Neville moviéndole el rostro- debes concentrarte en la primera prueba.

-Está bien- dijo Harry- dame un poco de espacio para no mirar a ese imbécil.

Neville se corrió un poco y Harry también, así cortó la vista de Draco sobre él.

-Draco, no quiero enojarme- advirtió Blaise- deja de buscarlo.

-Uff, está bien Blaise, ya no haré nada- exclamó Draco tomando una galleta para empezar a comer mientras miraba su mano tocar la mesa.

 

                    OoOoOoOoOoO

 

 

Sobre tus ojos vi reflejada aquella espina que rompía mi alma.

Cómo un fénix renací, al probar la miel de tus labios.

Pero perdí mis alas, mi corazón, te rompí y caí. Sucumbí a este oscuro abismo, no puedo encontrar su fin.

Y estoy aquí, solo te espero a ti para volver a volar y vivir.

Este amor sigue cantando, pero mi cuerpo se va secando, mi alma está vacía y ya no recuerdo tus verdes ojos.

Perdí mis alas, mi corazón, te rompí y caí. Sucumbí a este oscuro abismo, no puedo encontrar su fin.

Y estoy aquí, solo te espero a ti para volver a volar y vivir.

Y estoy aquí, solo te espero a ti para volver a volar y vivir.

Canción.

De D/M.

Después de cenar, marchó directo a su habitación para buscar sus cuadernos y caminó a la sala privada donde se sentó en la mesa del cuarto y comenzó a estudiar sobre las tareas de pociones, quería distraerse ya que Potter le sacaba de juicio, también debía recuperar la fuerza para realizar ese plan contra Potter con la ayuda de sus amigos.

Pasaron dos horas cuando de la puerta entraron Blaise y Pansy.

 

-Pensé que se habían olvidado de mí – dijo mirándolos sonrientemente.

Blaise lo miró rodeando los ojos.

-Vaya que preocupación he- exclamó sentándose a su lado.

-¿Ya encontraron a la indicada?- preguntó Draco mientras leía un libro.

Blaise lo miró seriamente y no respondió, estaba con preguntas en su mente que no podía encontrar la respuesta, se había conformado con ver qué Draco era el indicado, pero aun así había cosas de que pensar. Estaba tan nervioso, cansado y agotado.

-¿Porque no respondes?- preguntó Draco.

-Mejor concéntrate en tus tareas, olvida un poco el tema de Potter.

-¿Así cómo así?.

-Si.

-Estaba pensando en estudiar a la noche también ya que si tengo que ayudar en ese plan tendré que organizar las horas- comentó.

Blaise lo miró extraño en ese momento, algo que Draco lo presenció al instante, parecía que el moreno lo observaba con aquellos ojos negros profundos. Draco se estremeció ante esa mirada. ¿Por qué rayos lo miraba así? La mirada era como si quisiera encontrar algo en sus ojos, una respuesta importante.

El rubio muy tímido bajó la cabeza, con nervios sobre su cuerpo, no se atrevió a preguntar. Pansy se sentó al lado de Blaise para darle una mirada similar a la del moreno, estaba muy observadora. Rayos eso sí que lo ponían los pelos de punta.

-¿Estás pensando en el plan?-  preguntó Pansy mientras esa mirada tan extraña se le desaparecía.- debes estudiar , no quiero que te olvides de las actividades.

Pero después de dos horas en esa habitación, ya Draco estaba aburrido y no quería estudiar, solo deseaba poner en marcha ese plan para encontrar la persona adecuada.

Miró a sus dos amigos renegando de la situación de que al parecer estos ya no querían hablar sobre eso, les comprendió porque al ser insistente en cada rato podría ocasionar el abandono de sus amigos y sinceramente no quería llegar a eso. Así que sin decir nada, se levantó y salió de la habitación, para liberar a sus amigos por varias horas.

Cuando lo vieron salir, Blaise respiró profundo cerrando y abriendo los ojos, para después mirar a Pansy.

-Esto sí que va a ser difícil, Pansy- exclamó dándose un pequeño masaje en la nuca – si antes era complicado encontrar el plan ahora será difícil convencerlo.

Pansy acento con la cabeza dándose la razón a su amigo, muy tiernamente miró los cuadernos del joven rubio.

-No te preocupes corazón, Potter pagará por todo. Eso te lo prometo.

Draco salió del castillo para caminar por el bosque, no había tantos alumnos en el exterior, ni siquiera estaba Potter. Había hecho ese pequeño regalo de tiempo libre para sus amigos. Ahora al encontrarse caminando viendo los árboles tan grandes e impregnados con el aroma que salía de ellos le relajaba el cuerpo como la mente y se cautivó con aquello. Magnífico.

Esas hojas húmedas tan pegadas en la tierra fresca era una demostración de la palpitación alejada que brindaba el invierno, quizás si no estuviera en la escuela tal vez podría compartir esos días frescos con su madre dentro de la mansión Malfoy al frente de la chimenea que lo cubría con un pequeño calor, siempre leyendo un libro, alejado de toda preocupación mundial.

Pero lamentablemente esos deseos naturales se perdieron al esconder este secreto relacionado con la orientación. Ya sentía que no podría pasar días más junto a sus padres debido a ese secreto, si lo hacía estos podrían notar un cambio en la actitud.

-Draco es un Malfoy, raíces de mi sangre- exclamó Lucius con orgullo en sus ojos al ver a su heredero- seguirá mis pasos sin dudarlo, llevando el camino plateado en nuestra familia. 

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