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Quedé embarazado en una dulce noche. (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Días después, Lucius le vendó los ojos a Nefert y lo trasladó a otro lugar, justo como le habían ordenado que lo hiciera. Galba había hecho esto con el único propósito de que ambos estuvieran solos un momento y, a juzgar por el silencio de su acompañante, podía asegurar que también era vagamente consciente de esto. De que se trataba de un plan y ya.

 

"... Me gustaría hacerte una pregunta. ¿Estás realmente enlazado con Galba-sama?" 

 

Pero Nefert no podía responder nada. Ni siquiera aunque quisiera.

 

"No me has hablado desde ayer. Está bien, no voy a preguntar al respecto. Solo... Cuando tenga razón, mueve la cabeza de arriba para abajo y de izquierda a derecha cuando esté equivocado ¿De acuerdo?"

 

Sin embargo, Lucius lo había susurrado a su oído para que los guardias que estuvieran cerca no pudieran entender. 

 

"¿Es ese niño...? ¿Es mi hijo?"

 

"..."

 

No podía responder a esa pregunta.  Nefert miró hacia abajo y no hizo ningún movimiento. 

 

"Galba... ¿El bebé está siendo tomado como rehén?"

 

Nefert se mordió los labios con fuerza. Ni siquiera asintió o sacudió la cabeza hacia la izquierda o hacia la derecha como le había dicho. Pero eso debió haber sido suficiente para hacerle entender a Lucius que todo allí estaba mal.

 

"Entiendo. No me importa mucho que ese bebé sea mío o de Galba. Te ayudaré. Puedo ayudar a ese niño. ¿Crees poder volver al Reino del Nilo por tu cuenta?"

 

Nefert asintió ante esas palabras. Sin embargo, lo único que pareció repetirse en su mente fue "No me importa mucho que ese bebé sea mío." Fue tanto así, que tuvo que sostenerse el pecho al sentir como crujía. 

 

"Tú y tu bebé no son los únicos que han sido traídos aquí y retenidos a la fuerza ¿Sabías que muchos de los ciudadanos del Reino del Nilo fueron tomados como esclavos? Están en un calabozo ahora mismo."

 

Nefert apuntó la cabeza a Lucius. 

 

"Entiendo. Está bien, no es culpa tuya. Voy a conseguir un barco para que todos ustedes puedan irse de aquí. ¿Bueno? Déjalo en mis manos."

 

"¡...!"

 

¿Qué estaba diciendo ese hombre? ¿Sabía lo que pasaría si hacía eso? En respuesta a la preocupación de Nefert, Lucius sonrió. 

 

"Está bien. Hey, está bien. No pongas esa cara. No vale la pena que te preocupes por mí. Yo soy el objeto del odio de Galba y no quiero que te involucres. Me cuidaré solo. Tú tienes que ver por ti, y también por alguien más. Eso es lo importante".

 

¡Pero no podía permitir que Lucius se pusiera en peligro por él! Mientras pensaba en esas cosas y trataba de buscar su mano, lentamente llegó a un espacio bastante ruidoso. Y cuando finalmente le quitaron la venda de los ojos y los abrió, descubrió que estaba en un lugar espacioso y que, en vez de Lucius, estaba Galba y una arena circular iluminada por el sol. A la izquierda y a la derecha había comenzado a soplar un viento bastante cálido y abajo de ellos la tierra se levantaba tanto que llegó a pensar que estaba en el desierto de nuevo.

 

"Que bueno que apareciste, comencemos de una vez."

 

Y ante la señal de Galba, un león enorme, de aspecto feroz y hambriento, fue lanzado a la arena de luchas al ritmo de miles de vítores diferentes. Junto con el gruñido, su sombra oscura pareció estar claramente grabada en el suelo como para comprobar su tamaño.

 

"Por favor, toma a Quinn. No querrás que comiencen a malinterpretar lo que somos en un día tan especial como este ¿No es verdad?"

 

Y le pasó al pequeño niño de Lucius después de besarlo en la mejilla. A él lo besó en la cabeza y dijo:

 

"Muy bien."

 

Ya entendía todo. Hoy era el cumpleaños del cónsul Galba y por eso mismo había traído a la escena a Nefert, quien era su amante, y al bebé que pareció lo suficientemente adormilado como para abrir los ojos por más de un minuto entero. Su hijo, que aún era muy pequeñito, tenía cabello dorado y pupilas azules muy parecidas a las de su padre. Después de todo, era idéntico a quien vio en ese sueño. 

 

(Pensé que había perdido mi poder porque estaba embarazado... Pero tal vez todavía tengo algún tipo de magia).

 

Mientras sostenía a su niño contra su pecho, Nefert descubrió que todo esto también había aparecido en una visión una vez. Por supuesto, había llegado a pensar que era el hijo de Galba cuando resultó ser el de Lucius. Y si ese era el caso, entonces significaba que Lucius iba a pelear una batalla mortal contra un león. 

 

"He traído al hermoso Faraón del Reino del Nilo como un regalo."

 

"..."

 

¿Un regalo?

 

"Es mi amado enlace, por supuesto. Pero esta noche, para honrar nuestras tradiciones, este Rey Omega será el regalo para el ganador. Solo el que desafíe a mi león y se convierte en el vencedor absoluto va a poder cogerse a esta dulzura".

 

"¡Um!"

 

Quería gritarle que era un desgraciado, pero lamentablemente no era posible. ¡Este hombre quería socavar la autoridad del faraón del Reino del Nilo solo por venganza!

 

Mientras el público armaba un escándalo considerable, hombre tras hombre saltaba a la arena para desafiar al león y ganar a Nefert. Sin embargo, eran derrotados casi de inmediato por la bestia. Ya con este último habían sido diez. Y fue honestamente asqueroso ver a tanta gente desmembrada.

 

"No ¡Yo sé lo que estás haciendo! ¡Es otro truco para burlarte de Lucius! ¡Deja de hacer que tanta gente muera innecesariamente!"

 

Claro, no podía hablar, pero estaba moviendo desesperadamente la boca mientras lo tomaba de la manga. 

 

"No, un cónsul romano no puede terminar la competencia sin tener un ganador".

 

"Entonces, yo lo seré."

 

Lucius pareció postularse de inmediato para el cargo. Nefert, todavía con su bebé entre los brazos, se levantó y trató de detenerlo. Sin embargo, la mano de Galba lo sostuvo de una vez.

 

"¡...!"

 

¿¡Qué demonios estaba haciendo!? ¡Era muy fácil para su tío provocarlo!

 

Lucius se puso su armadura, pero no usaba casco. En su lugar, solo estaba sujetándo un escudo y una espada que agitaba de un lado a otro a medida que entraba en la arena de luchas. El sol del Mediterráneo brillaba para hacer que las espesas sombras de Lucius y el León se pintaran en el suelo y entonces, la audiencia guardó tanto silencio que el rugido del animal se escuchó tres veces más de lo que había sido. Sin embargo, Lucius no cambió su expresión y pareció mirar directamente al león gigante sin inmutarse o retroceder.

 

Escudo en su mano izquierda. 

 

Una espada en su mano derecha.

 

"Estoy listo."

 

El león rugió con fuerza y, en medio de esto, las patas delanteras se le levantaron de una manera que pareció apuntar a sus hombros.

 

"¡Ugh!"

 

El escudo de Lucius derribó el cuerpo del león en el último minuto, haciendo que rodara por el suelo con un fuerte estruendo. En el medio del polvo, el animal rugió de ira e inmediatamente después se puso de pie, arañando el suelo con sus patas delanteras para poder abalanzarse sobre el hombre. 

 

"¡¡¡...!!!"

 

Nefert intentó gritar otra vez.

 

El escudo de Lucius detuvo la carga del león y, por consiguiente, la audiencia se sacudió en gritos bastante emocionados. Galba se veía muy feliz por todo este espectáculo pero, Theo, que estaba sentado detrás de él, miraba fijamente la espalda de su padre adoptivo como si quisiera arrebatarla. Fue una vibra tan fuerte que, por un momento, a Nefert le llegó una imagen de él matando a Galba. ¿Odio? No, era una intención asesina más feroz que eso.

 

(Él... Realmente odia a su padre adoptivo.)

 

"¡Mátalo!"

 

Se sobresaltó y miró hacia el frente de nuevo. Lucius estaba luchando contra el león en el suelo. Nefert contuvo el aliento y abrazó a su pequeño bebé cuando lo vio hacer pucheros.

 

"¡...!"

 

(Detente… ¿Por qué? ¿¡Por qué estás haciendo algo tan peligroso!?)

 

Lucius pareció estar debilitándose poco a poco, esquivando al león con su escudo en la mano mientras levantaba la espada en lo alto con la otra. Incluso las sombras de sudor, que goteaban por el cabello del hombre, estaban claramente grabadas en el suelo junto con las sombras oscilantes de la melena del animal.


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