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Frágil vulnerabilidad por La loca de los gatos fujoshi

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Aquel caluroso verano fue el escenario casi perfecto para llevar a cabo el ansiado campamento anual, pues este sería en un fresco bosque, rodeados de naturaleza, con un río cercano a las cabañas que se habían rentado para ese fin. Los alumnos de la escuela preparatoria estaban más que listos para asistir, sobre todo para los chicos de primero, que era su primer campamento


Shun, uno de los chicos más destacados de su grado, iba en compañía de Ikki, su sobreprotector hermano, ya que este solía ser ingenuo e inocente también, muchas chicas estaban detrás de él y muy seguramente aprovecharían ese campamento para querer hacer de las suyas.


Llegaron una mañana y los acomodaron en cabañas según un sorteo, quedando así, Shun, su mejor amigo Seiya, Jabu y otro chico de nombre Shiryu que iba en otro salón compartirían una de las cabañas, entre ellos, solo Shun y Seiya se conocían


—Un placer compartir con ustedes este tiempo —extendió su mano Shun


—Igualmente —habló Seiya


—Mucho gusto, muchachos, mi nombre es Shiryu —saludó amablemente a los dos


Luego los dos dijeron sus nombres, el otro chico, que acomodaba sus cosas, estaba alejado de los tres, pero fue Shun quien le habló


—¿Y tú eres?


—Jabu —respondió seco, luego se fue


Aunque no se portó del todo grosero, ni a Seiya ni a Shiryu les cayó bien, Shun que era en extremo amable incluso lo disculpó diciendo que seguramente solo era tímido. Los tres salieron de la cabaña cuando vieron la hora, les habían dicho que después de instalarse, debían reunirse todos en el centro donde se hacían las fogatas


—Bien muchachos —habló uno de los profesores— El toque de queda será a las 10 de la noche, a esa hora la fogata ya debe estar apagada y todos en sus respectivas cabañas


Miró a todos al hablar, algunos no parecían hacerle mucho caso


—Tienen prohibido los chicos acercarse a las cabañas donde están las de las chicas y viceversa, ¿entendieron?


Aunque hubo quejas, no tenían de otra que obedecer


—Por las mañanas, a las 8, ya deben estar todos en el comedor para el desayuno, ese será proporcionado por la escuela, pero la comida, tendrá que ser recolectada, cazada o pescada, por lo que a las 2 de la tarde, se deben reunir cada día para que eso sea organizado


En esa parte hubo más protestas que con lo anterior


—Diario habrá actividades distintas en grupos, se darán instrucciones conforme sucedan


—Profe ¿y la cena? —preguntó Geki, un estudiante grande y robusto al que todos le tenían miedo


—Se permitirán refrigerios de forma libre, cuando se firmaron los permisos se indicó que todos debían traer algo de alimento extra, se puede intercambiar y compartir, no hay límite


La respuesta no les gustó a todos, pero muchos estuvieron de acuerdo. El maestro respondió algunas dudas más y dio otras indicaciones, luego de eso, les pidió que se unieran en grupos y cada uno de esos sería acompañado por un maestro, eso para que exploraran los alrededores y se familiarizaran con el terreno, así como con la fauna y flora del lugar.


Los grupos formados no eran necesariamente los que asignaron para dormitorio, esto para que todos los estudiantes de distintas clases pudieran integrarse, era parte de las dinámicas del campamento


A Shun, no le tocó estar con sus amigos, de hecho, el grupo en que iba estaban chicos que él no conocía, por un lado estaba June, una chica rubia bastante bonita del mismo grado que él, pero de otra clase, Geki, el chico robusto que había preguntado por la cena, él estaba un grado más arriba, Hyoga, un muchacho bastante apuesto que estaba en otro salón y finalmente, Argol, un chico de la misma clase de Shun, con el que nadie quisiera meterse, no era tan buen muchacho


Así, los 5, acompañados del maestro Camus, se dieron a la tarea de explorar el lugar, mientras este, les explicaba qué plantas y frutos estaban prohibidos por causar efectos negativos, incluso algunos que eran venenosos, por lo que debían tener cuidado


Llegaron a la orilla del río, a lo lejos podían ver otros grupos de estudiantes


—Tomaremos un descanso —dijo el profesor— Exploren sin ir muy lejos


Mientras Geki y Argol se fueron en direcciones parecidas, la tímida June fue a ver hacia donde había algunas flores, Shun se acercó a la orilla y vio su reflejo en el agua, su imagen, pronto se desvaneció, pues el agua se movió, Shun volteó a su lado y vio al otro chico, Hyoga, lanzando piedras, se veía absorto mirando el horizonte


El suave viento que se formó movió con delicadeza los cabellos rubios del joven, su perfil apuesto resaltó aún más y a Shun le pareció que estaba ante un espejismo. Tragó saliva y apartó su mirada lo más rápido posible, la sensación que tuvo le resultó inexplicable


—¿Qué fue eso? —se preguntó desde el fondo de su corazón— Será mejor que explore


Dio media vuelta y se alejó del chico, caminó hacia donde estaba June, la chica era bastante bonita y desde que la vio sintió que quería acercarse a ella. Su hermano Ikki siempre le aconsejaba que no se fiara de las personas y que se cuidara de las chicas, ya que era muy sobreprotector y él bastante tímido e inocente, pero esta chica parecía todo lo contrario a lo que su hermano decía


—Veo que te gustan las flores


—Así es —respondió ella mientras miraba una, oliéndola un poco— ¿Y a ti?


—No mucho, pero sin duda prefiero verlas en la naturaleza


—Es verdad —admitió ella y ambos se rieron, mientras seguían observando


Pasaron unos minutos y el profesor los reunió de nuevo a los 5, luego de algunas palabras y explicaciones, resolver dudas y así, los 6 volvieron al área de las cabañas. Otros grupos también estaban regresando, se había hecho tarde


—Como es la primera tarde aquí y se les asignó una tarea que les quitó tiempo, por el día de hoy les daremos la comida también, vayan al área de comedor por favor


Los anteriores grupos se deshicieron y ahora sí se juntaron los conocidos y amigos, mientras Shun caminaba hacia donde estaba Seiya conversando con Shiryu, tropezó sin querer con alguien y casi cae al suelo, pero esa persona lo agarró del brazo para que no cayera


Shun levantó la mirada y vio a Hyoga frente a él, lo miraba directamente a los ojos


—Ten cuidado —dijo serio, aunque amable


—Sí, sí… perdón —respondió avergonzado. Su brazo fue soltado


Luego, Hyoga simplemente se alejó de ahí, Shun notó que estaba solo y no hablaba con nadie, de hecho, se sentó sin compañía en una de las bancas, de hecho, la de los profesores, Shun también vio que se sentó junto a Camus y compartieron algunas palabras, supuso que él era su maestro de verdad en la escuela, ya que Shun no tenía clases con él, pero lo que verdaderamente pasaba, es que Camus era el tío de Hyoga


—Shun, ven rápido —llamó Seiya a su distraído amigo, este fue hacia allá


—Perdón, buscaba a mi hermano —mintió, pues bien sabía dónde estaba sentado Ikki


—¿Quién es tu hermano? —preguntó Shiryu


—Se llama Ikki —respondió amable


—Ah, él está en mi clase —contestó el de cabello largo— Habla mucho de ti, pero no te conocía, que coincidencia


—Eso veo —sonrió amplio— ¿Por qué no te sientas con él?


—Mira, no quiero interrumpir —señaló al susodicho


Shun volteó y miró a su hermano coqueteando con la chica que le gustaba, ella se llamaba Esmeralda y era muy popular entre los chicos, pero ella no era muy sociable, incluso un poco tímida, pero tenía buena química con Ikki


—Tiene 3 meses sin suerte —rio un poco divertido— Pero ella lo mira bien, estoy seguro.


La comida fue servida y todos comieron en paz. Por ese día no hubo otra actividad para que pudieran descansar luego del largo viaje, pero al día siguiente sí que habría actividades.


Temprano por la mañana tuvieron actividades físicas y juegos, cuando llegó la hora de obtener los ingredientes para la comida, los volvieron a formar al azar en grupos de 5 alumnos bajo la supervisión de un maestro


A Shun le tocó en el equipo de pesca, su objetivo era obtener algunos kilogramos de camarón de río para preparar en caldo, en esta ocasión le tocó con su amigo Seiya, Marin, prima de su amigo y que estaba en su misma clase, Ban de otra clase y nuevamente Hyoga. A cada uno se le otorgó una malla para pesca


—Maestro ¿cómo se supone que lo hagamos?


—Observen bien, lo haré una sola vez —respondió Aldebarán, el maestro que les tocó en esa ocasión


El profesor indicó todos los pasos y dio consejos de cómo hacerlo, luego se retiró para dejar que ellos lo hicieran solos, mientras Seiya ayudaba a Marin, Ban estaba por su cuenta, sin pedir ayuda, mientras él, intentó seguir los pasos, pero no le salía bien


Shun miró a su lado, Hyoga usaba la malla bastante bien y sin algún problema, parecía que tenía mucha experiencia en ello, Shun estaba maravillado, así que se acercó a él


—Eres genial —comentó con voz suave, pero tono alto


Hyoga no lo miró, pero tampoco lo ignoró


—¿Quieres que te ayude?


—¿Eh? ¿En serio? Claro que sí, por favor —pidió emocionado


Hyoga indicó con su propia malla, la posición en que debía ponerla y luego le dijo cómo lanzarla, las indicaciones eran muy parecidas a las del maestro, pero no iguales, a Shun le sorprendía que Hyoga no presumiera ante el maestro y los demás que él ya sabía hacerlo, se notaba que era modesto


Shun tomó su malla e hizo lo que el rubio le indicó, pero no pudo atrapar nada, así hizo algún par de intentos más, pero nada, entonces Hyoga pacientemente se acercó a él


—Sujétala así —agarró ambas manos de Shun como si fueran los propias e hizo el mismo movimiento, así podría el peliverde sentir cómo debía hacerse


En esta ocasión, la malla cayó en el lugar cómo debía ser y aunque no logró agarrar mucho, esta vez le fue mucho mejor que antes, por lo que se sorprendió y emocionó mucho


—Pude hacerlo —sonrió ampliamente


Al poco rato, Shun se dio cuenta que ambos permanecían demasiado juntos, eso lo puso un poco nervioso porque no quería incomodar al otro chico, así que se alejó rebuscadamente


—Lo intentaré de nuevo —dijo con timidez, sin notar la reacción del otro ante su alejamiento


Hyoga no mencionó nada y continuó con lo suyo. Los otros tres del equipo lograron juntar una cantidad considerable de camarón, pero de todos, el rubio fue quien mejor resultado obtuvo, en cambio Shun fue el peor, pero el maestro no lo regañó, sino que lo alentó a que la próxima tendría mejor suerte


Los 6 volvieron al campamento donde se estaban reuniendo los demás grupos, cazadores, recolectores y llevaron todo a las cocinas para que el grupo de alumnos encargados de cocinar, hicieran lo propio bajo la indicación y supervisión de los cocineros


—Mientras está la comida, los sentaremos en mesas de forma aleatoria, así conocerán a más de sus compañeros de escuela, para el desayuno de mañana igual que hoy, podrán sentarse con su grupo de amigos habitual, igual con la cena —indicó el encargado del viaje


Todos los alumnos ya no se quejaban, sabían que de todos modos las cosas se harían así. Fueron sentados cómo se indicó, a Shun le tocó en la mesa con otras 7 personas, ya que en cada una cabían 8, para su suerte, ahora le tocó con su hermano, pero también por su mala suerte no le tocó con Hyoga, a quien podía ver a 3 mesas de distancia


—¿Por qué quería que nos tocara juntos? Ni siquiera somos amigos —pensó contrariado, no sabía qué le sucedía, pero ese chico le parecía muy agradable


—¿Cómo te ha ido hermanito? —preguntó Ikki al susodicho


Shun le contó todo lo que pasó en el día con emoción, su hermano lo escuchaba sin interrumpir, orgulloso de que se mostrara tan independiente.


Dos horas después que comieran, tuvieron algunas actividades físicas, entre ellas cortar y recolectar leña de los árboles que habían sido previamente autorizados por los guardabosques. Como era una actividad ruda la de cortar, se eligió a personas basados en su fuerza, prácticamente todos hombres, a los que les tocó recolectar fue a mujeres y hombres que no pudieron con la primera labor.


Mientras que a Ikki le tocó cortar leña, a Shun le tocó recolectar, así que acompañado de un grupo de chicos y chicas, cargaban algunos troncos rumbo de regreso al campamento. Sin darse cuenta, Shun se tropezó con una piedra y perdió el equilibrio, casi cae, pero algunos troncos se fueron directamente hacia el suelo


—¿Te ayudo? —preguntó Marin, la prima de Seiya, quien llevaba también troncos


—No gracias, ya me encargo —respondió amablemente


La chica obedeció, mientras Shun se agachó para rejuntar todo, vio unos pies detenerse frente a él luego algunos troncos se levantaron del suelo. Levantó la mirada y vio a Hyoga ayudarle, el chico había dejado junto a él en el suelo, el hacha que le habían dado para cortar leña, había terminado su parte, así que ya iba de regreso


—Gracias —dijo sonriente y un poco sonrojado, sintiendo vergüenza de haber sido tan torpe


Una vez que Hyoga le dio los troncos que juntó a Shun, agarró de nuevo el hacha y se marchó


—Es tan serio —pensó con un poco de tristeza, Hyoga era callado y frío, pero no era mala persona o grosero, aunque a él le habría gustado que hablaran un poco más.


A los tres días de campamento, la mayoría de estudiantes ya se conocían, aunque eran de distintas clases y grados, aunque no todos se llevaban bien, pero había grupos de amigos que se ampliaron esos días, entre ellos, el grupo de Shun, ahora desayunaban juntos él, Seiya, Marín, Shiryu, un chico de nombre Ptolemy y Shaina, amiga de Marin, ocasionalmente se les unía Jabu, el compañero de dormitorio


—Este domingo será de actividades libres ¿Qué quieren hacer? —preguntó con entusiasmo Seiya


—No es que haya muchas opciones —respondió de mala gana Shaina


—Yo digo que vayamos a explorar por ahí ¿Qué les parece? —propuso Marin, pero su semblante parecía algo extraño, como si planeara algo


—¿Alguno de ustedes trajo alcohol? —preguntó Ptolemy


—Claro que no, está prohibido tonto —respondió Jabu


—Escuché que los de tercero trajeron a escondidas, podemos pedirles un poco —dijo con malicia


—Yo paso —dijo Shun espantado, él no quería beber, eran menores de edad después de todo, además él era bastante correcto al actuar


—Bah, que aburridos —dijo el joven, llevándose los brazos tras la nuca.


Mientras seguían conversando, del otro lado del comedor donde estaban desayunando, a cinco mesas de ellos, Shun vio a Hyoga, estaba sentado solitario, aunque había otros chicos en la mesa, él no hablaba con nadie, a veces respondía cosas que le preguntaban o cuando hablaban con él, pero no conversaba, Shun se preguntaba por qué era tan serio.


Llegó el domingo y fue día libre luego de unas actividades en la mañana, el resto podían ir a dónde quisieran, tenían que volver antes de las 9 para la cena. Así como lo habían planeado, el grupo de amigos de Shun se fue a caminar, a media tarde comieron los refrigerios que llevaban


De pronto, Marin le dijo a Seiya que había olvidado algo y que por favor fuera por eso a la cabaña de regreso, ya que era importante, luego sugirió "disimuladamente" que Shaina lo acompañara, así, el par de jóvenes se fue de ahí, quedándose los demás


Del grupo que acordó irse a caminar, solo Jabu no les estaba acompañando, pues se fue con otro grupo de amigos, así que Ptolemy, Marin, Shiryu y Shun, continuaron caminando


—Miren, parece que hay unos conejos por ahí ¿deberíamos cazarlos?


—Están fuera de la zona de caza legal, los guardabosques nos van a reprender —informó Shun


—Que aguafiestas eres —dijo Marin— Igual vamos a acercarnos


—Creo que volveré a la cabaña —comentó Shun


—¿Estás bien? ¿Te acompaño? —preguntó Shiryu


—Estoy bien, solo me cansé, pero ustedes quédense.


Ya nadie dijo algo, así que Shun caminó de regreso a la cabaña, pero se norteó un poco y se perdió en el camino de regreso. Caminó entre unos árboles y llegó hasta un claro, ahí, se detuvo en seco al ver algo que lo impresionó, sentados en una piedra, estaban Seiya y Shaina besándose a escondidas, nadie más estaba cerca y ellos no notaron su presencia


El rostro completo de Shun se sonrojó, así que regresar por un objeto no fue más que un pretexto de Marin para juntarlos, con razón ella fue la que propuso que salieran a caminar en el día libre


Con cuidado de no llamar la atención, Shun salió de esa zona y regresó en sus pasos, pero aún no podía encontrar el camino de regreso, entonces recordó las instrucciones de uno de los maestros, pues este les indicaba cómo debían distinguir hacia qué lugar ir basándose en el musgo que crecía en los árboles, así fue como se guio


Mientras caminaba de regreso, pensaba en lo que vio, de repente levantó dos dedos y acarició sus labios, pensando en que él no había dado su primer beso aún. El tema nunca le había preocupado realmente, pero ahora, por alguna razón, sintió mucha curiosidad.


A Shun no había aún una chica que llamara su atención, nunca de hecho, había pensado en eso, si las chicas eran lindas o no, si prefería alguna personalidad, si le gustaba una característica física en especial, nada de eso. Podía pensar si alguna mujer le parecía atractiva, pero no pensaba en ella de otra forma, como si quisiera abrazarla, besarla o tocarla, solo era consciente de la belleza femenina igual que como lo era de la belleza masculina, solo como concepto.


A su mente, llegó la imagen de Hyoga el día que fueron a pescar, ese perfil tan apuesto y el semblante atractivo, fue la primera vez en que pensó que así debía lucir un hombre de verdad guapo, pero ¿Por qué pensaba en él en esos momentos?


Por estar distraído, volvió a perder el rumbo


—Concéntrate Shun —pensó mientras continuaba caminando


Sin embargo, seguía distraído y no vio la cuesta abajo que estaba cerca de él, tropezó con una piedra y cayó irremediablemente, al menos 5 metros hacia abajo, lastimándose la pierna, intentó ponerse de pie, pero fue imposible


—Diablos, pero que tonto fui —se lamentó con profundidad. Miró hacia arriba, por fortuna la caída no fue de 90 grados, sino que resbaló por la tierra, sin embargo, estaba lejos del camino debido a la longitud


Shun llevaba un short, por lo que pudo ver su herida, no fue grande u honda, pero sangraba y le dolía, no era un simple raspón


—¿Hay alguien? ¡Ayuda! —gritó con fuerza y esperó un rato, sin respuesta


Llevó su mano al bolsillo del pantalón y quiso sustraer su teléfono celular, pero notó que no lo llevaba con él, muy seguramente se cayó mientras él resbalaba


—No puede ser —miró a sus alrededores en busca del aparato, sin éxito


Resignado, se levantó sin usar la pierna lastimada e intentó andar mientras la arrastraba, pero el tobillo se sintió lastimado también. A riesgo de causarse un daño permanente, decidió mejor no forzarlo, así que volvió a sentarse, esta vez se arrastró un poco, pero se movía poco, así que desistió y mejor continuó pidiendo ayuda.


En el cielo, no tardó en darse cuenta que el sol se pondría en cualquier momento, Shun llevaba tiempo pidiendo ayuda y nada, calculaba que serían ya las 7 de la tarde, si oscurecía, sería imposible que lo encontraran y seguro pasaba la noche ahí


—¿Me estarán buscando? Mis amigos solo vieron que me aparté del grupo, los demás en el campamento supondrán que estoy con ellos, a menos que ellos les hagan saber que no me han contacto, no sabrán nada y nadie me estaría buscando —meditó con pesimismo


Sin darse por vencido, volvió a pedir ayuda, exclamando lo más fuerte posible, esperó un poco y finalmente escuchó una voz lejana


—¿Hay alguien ahí? —escuchó con un poco de eco, no distinguió la voz, pero era obvio que le llamaban desde la orilla del camino


—¡Sí, ayuda por favor! —gritó fuerte


No escuchó respuesta de vuelta y minutos después, el sonido de pisadas sobre hojas y ramas secas lo hizo voltear, hacia él caminaba Hyoga, con su semblante serio de siempre. Shun lo vio acercarse y sintió que su corazón se aceleraba, volvió a percibir que se trataba de un chico sumamente atractivo, pero además de eso, era alguien que no dejaba sola a una persona que necesitara ayuda, incluso si apenas le conocía


—¿Estás bien? —preguntó al ver la sangre seca en la pierna derecha de Shun


—Mi tobillo, creo que me lo luxé, no puedo levantarme —señaló esa parte del cuerpo, también fue en su lado derecho


—Te ayudaré —se agachó hacia él y extendió su mano— No apoyes ese pie


Shun agarró la mano amiga e intentó parase, pero le fue imposible no usar ese pie, así que luego de sentir que algo crujía soltó un grito y cayó de nuevo al suelo, llevándose a Hyoga con él, aunque por fortuna no le cayó encima, solo quedó de rodillas cerca


—Con cuidado


A pesar de todo, sus rostros quedaron relativamente cerca, por primera vez Shun se percató del lejano brillo en su mirada, todo el dolor se le olvidó


—Creo que será difícil, no soy tan fuerte —se puso de pie, ignorando la mirada embelesada del otro— No tarda en oscurecer, iré por ayuda


—Espera


—¿Qué sucede?


—No me dejes solo por favor, puedes llamar a alguien ¿no?


—Dejé mi teléfono en la cabaña —respondió con seriedad


—El mío debe estar por ahí, por favor búscalo, se cayó de mi bolsillo, pero no debe estar lejos —pidió con desesperación, comenzaba a hacer frío y no quería estar solo


Hyoga no respondió, miró por unos instantes al chico y luego sondeó la zona con la mirada, caminando de aquí y allá sin alejarse mucho, aunque no encontraba su teléfono


—Es tu nombre Hyoga ¿cierto? Perdóname, estoy pidiéndote demasiado


—No es nada —respondió alzando un poco la voz, ya que estaba a unos metros— Y tu nombre es Shun, lo recuerdo


—Así es —sonrió ampliamente, luego agachó la mirada— Me recordó de las veces que estuvimos en el mismo equipo —pensó nervioso, había algo extraño que sentía en esos momentos


—Fue una caída ruda —comentó mientras se acercaba hacia él— Lo siento —extendió hacia el chico el teléfono celular, la pantalla estaba destruída


Shun agarró el teléfono e intentó encenderlo, sin éxito alguno, se había descompuesto


—Creo que no hay remedio, tendrás que dejarme aquí y pedir ayuda —dijo con tristeza


Hyoga miró hacía el cielo, en menos de una hora se iría toda la luz del sol, no había mucho tiempo, así que caminó por ahí mientras miraba el suelo, Shun no entendía qué buscaba, aunque no preguntó, cuando vio al chico agarrar una rama que parecía maciza, lo entendió, se la daría para usar como bastón


—Toma —extendió el objeto— Úsala con tu mano derecha, no apoyes el pie, yo te ayudaré levantándote con el lado izquierdo ¿crees poder?


—Sí —dijo con entusiasmo


Llevaron a cabo el plan, esta vez Shun gracias a otro apoyo, el de la rama, pudo no usar su pie lastimado y ponerse de pie, usando solo el izquierdo para avanzar. Ambos comenzaron a caminar lentamente, al ritmo del peliverde


Mientras Hyoga le agarraba la mano sobre el hombro y con la otra le sostenía la cintura, miraba seriamente hacia el frente. Shun miró su semblante de reojo, parecía tan determinado ayudándole que se conmovió. Sonrió por instinto y sintió el rostro arder ¿acaso estaba sonrojado?


Shun apartó la mirada de él y miró hacia el suelo, preguntándose ¿Por qué su corazón latía de aquella forma tan desesperada? ¿Era debido al miedo? ¿O acaso era algo más?


—Hyoga, dime ¿Por qué eres tan callado? —preguntó para romper el hielo


—Hablo solo cuando tengo algo qué decir, es todo —respondió con seriedad, Shun sintió que decía eso para que no intentara hablar con él— Perdón, no insinuaba que te callaras —dijo rápido, entendiendo el silencio incómodo tras su respuesta


Al oír la explicación, Shun sonrió tímidamente, aunque Hyoga parecía frío como el hielo, resultaba ser más generoso y cálido de lo que pensó


Hyoga se detuvo unos instantes y miró la pendiente


—No es caída en línea recta, creo que son alrededor de 5 metros hacia arriba, pero por la inclinación se volverá más largo, ¿crees poder caminar tanto? —preguntó mirando de reojo a Shun, este asintió


Ambos continuaron su andar, casi a media subida, encontraron un par de troncos y decidieron descansar un poco, Hyoga ayudó a Shun a sentarse y miró su pierna, la sangre ya no fluía, pero estaba seca y pegada a la piel, necesitaba ser lavada para no infectarse


Antes no se le ocurrió, pero ahora sí, por lo que Hyoga se quitó la camisa ante un atónito y confundido Shun, no entendía lo que estaba pasando


—Tu herida, debí cubrirla antes —rasgó la camisa tras decir eso, luego colocó la tela alrededor de la pierna y la amarró


Mientras lo hacía, Shun miraba a un hincado Hyoga frente a él, cubriéndole la herida con sumo cuidado, sintió una indescriptible calidez de solo mirarlo. Su corazón últimamente se aceleraba en varias ocasiones, lo hacía temer de que estaba enfermándose, una taquicardia quizás


—¿Cómo te sientes?


—Bien, gracias —sonrió con timidez, Hyoga lo cuidaba mucho, aunque él era apenas un desconocido— ¿Porque eres tan bueno conmigo? —preguntó sin pensar, a los segundos después sintió que quizás fue inapropiado hacerlo


—Somos compañeros en este campamento, lo haría por cualquiera —contestó también sin pensar, pasándole lo mismo que a Shun


—Ya veo, era obvio —agachó un poco la mirada


Por alguna extraña y desconocida razón, sintió que esa no era la respuesta que esperaba, ni siquiera tenía claro lo que quería o esperaba, ¿Por qué Hyoga le hacía dudar de cosas tan simples?


—Deberíamos continuar


—Sí


Acercándose a Shun, Hyoga lo ayudó a ponerse de pie y continuaron caminando, Shun quería saber más cosas de él, peor no se animaba a hablar, quizás lo haría enojar o algo


Parte de la piel que sentía de Hyoga estaba fría y eso le preocupó, por ayudarle en su herida, se quedó sin camisa y comenzaba a hacer frío. Por otro lado, sus ojos vagaron por aquel torso desnudo y pudo notar que, aunque no era mucho, el rubio trabajaba su cuerpo, Shun tragó saliva y decidió mirar a otro lado, no entendía por qué diablos miraba y pensaba de esa forma


Llegaron finalmente hasta la cima, la luz del sol se había ocultado por completo y la luna sobre ellos los iluminaba con su tenue brillo. Shun miró que Hyoga lucía preocupado


—¿Qué sucede?


—Es que bueno, yo… —dudó un segundo— Padezco de ceguera nocturna


—¿Qué dices? —preguntó intrigado


—No veo bien de noche —respondió agobiado, odiaba esa condición


—Entonces yo seré tus ojos, así como has sido mi soporte —dijo con optimismo, sonriendo amplio


Hyoga no respondió al instante, se quedó mirándolo en silencio por un largo rato, poniéndolo un poco nervioso al peliverde, luego, de forma inesperado, el rubio mostró una gentil sonrisa, la primera que Shun veía en ese apuesto rostro


—¡Sonrió! —pensó aturdido, sintiendo el rostro caliente y agradeciendo que Hyoga no pudiera notarlo debido a su condición


—Sigamos, confío en ti —respondió con amabilidad, Shun asintió, contento


Con la voz de Shun para guiarlo, no fue difícil para Hyoga continuar apoyándolo, así, los dos caminaron juntos hacia las cabañas, en silencio, pero no se sintió incómodo, por el contrario, fue como si aquel momento quisiera ser guardado por ambos para siempre.


A lo lejos, los demás campistas los vieron, para esa hora ya estaban preocupados con algunos maestros y guardabosques buscándolos. Un grupo de estudiantes se acercaron a ambos corriendo para ayudarlos, encabezando el grupo estaba Ikki.


Aunque estaba contento por la preocupación de todos, muy dentro de su corazón, Shun esperaba que ese momento junto a Hyoga durara un poco más.



Cuatro días después…


Ya que no tuvo una fractura y su torcedura no fue fuerte, Shun pudo salir de la cabaña y caminar por sí mismo, con ayuda de un bastón improvisado, aunque estaba mejor que antes, no se le permitió hacer las actividades que hacían los demás, así que debía quedarse solo en el área de campistas


Sin embargo, para que no se aburriera, solían hacer que alguno de los estudiantes le acompañara. El primero en tener la tarea de ayudarlo y hacerle compañía fue Ikki, él mismo se ofreció para ello, aunque quería hacerlo diario, pero no se lo permitieron para que hiciera actividades también


El resto de días fue mediante sorteo, en el segundo de ellos le tocó a Geki, quien aunque tenía fama de matón por su apariencia, en realidad era muy buena persona. El tercer día fue turno de Shaina, a quien Shun le resultó difícil de tratar, ya que por más intentos que hacía por no pensar en ello, a su mente acudían las imágenes que había visto de ella besándose con su amigo, a quien tampoco le comentó lo que vio


Ese día, el cuarto, para su agradable sorpresa, fue el turno de Hyoga, quien al igual que Ikki, fue el único que no se quejó por perderse de las actividades campistas. Había pasado la hora de desayuno y ya todos se habían ido a sus actividades por el bosque, en el campamento, solo quedaban algunos maestros y personal


Dentro de la cabaña que Shun compartía con sus amigos, mientras él estaba acostado en la cama, con la espalda sobre la cabecera y leyendo un libro, Hyoga estaba del otro lado, sentado en una silla, con los brazos cruzados y la pierna derecha sobre la izquierda, se veía muy pensativo


Luego de unos momentos, distraído por el silencio sepulcral, Shun apartó la mirada del libro y la fijó en Hyoha, quien aparentemente miraba el suelo, sin embargo, pareció darse cuenta que le miraban y alzó la cabeza, sus ojos se encontraron


—¿Se te ofrece algo? —preguntó el rubio con seriedad


Shun rápidamente se sintió avergonzado y su rostro se calentó, enseguida negó


—Estoy un poco aburrido ¿no quieres hablar?


Sin responder al instante, Hyoga solo se puso de pie y avanzó a la cama, por alguna razón el peliverde se puso nervioso y apretó el libro entre sus manos. Hyoga llegó hasta la orilla y se mantuvo de pie


—¿De qué quieres hablar?


—Puedes sentarte —respondió tímidamente


Hyoga rodeó la cama y se sentó en la otra orilla, frente a los pies de Shun, mirando hacia él


—Cuéntame de ti ¿Qué hay de tu familia?


—Mi padre murió y a mi padre no lo conocí, mi tutor legal es mi tío —respondió indiferente


A Shun esa respuesta le pareció muy triste, pero solo sonrió ligeramente y asintió


—Yo vivo con mis padres y mi hermano, él es muy sobreprotector


—Lo he notado —contestó tranquilo, sin un tono en particular


—¿Tienes novia? —inquirió de pronto, aunque no supo por qué quería saber eso, pero sentía curiosidad y mucha


Esta vez Hyoga no respondió, apartó la mirada sutilmente, como si buscara de qué forma responder a eso, a Shun le pareció en extremo raro, pero esperó paciente


—No —respondió al fin, había un aura de incomodidad en su respuesta


—Perdón, fui imprudente


—¿Y tú? —devolvió el cuestionamiento


Shun no se esperaba que le lanzara la pregunta de vuelta y eso lo sorprendió bastante, apenado se llevó una mano a la nuca y apartó la mirada un instante, luego negó en silencio, sin notar siquiera la mirada que el rubio posó sobre él. Hubo un silencio extraño


—¿Sabes yo? Nunca me pregunté si existía una chica que me gustara —comenzó a hablar de pronto el más joven— Tampoco sé qué clase de mujeres me gustan o lo que me atrae, ¿no es extraño? Se supone que estoy en esa edad y yo… —pausó un instante


Miró hacia Hyoga que le prestaba total atención


—Perdóname, apenas nos conocemos y te estoy hablando de estas cosas


—Tal vez no te gusten las mujeres


—¿Qué? —preguntó aturdido, Hyoga hablaba poco, pero cómo él lo dijo, solo hablaba si tenía algo qué decir, entonces si decía eso sin haber una pregunta de por medio, tal vez es que sus palabras eran más de lo que escuchaba, quizás tenían otro significado


—Quizás te gusten los hombres —aclaró, aunque parecía serio, había algo en sus ojos que gritaban otra cosa


—¿Gustarme los hombres? —bajó la mirada y analizó— ¿Dices que puedo ser Gay? —preguntó más para sí mismo que para Hyoga


El corazón de Shun se comenzó a acelerar, entonces pensó en quien tenía cerca de él, podía notarlo, era atractivo, alto, guapo, su semblante y aura silenciosa le hacían lucir guapo. Recordó el perfil a la orilla del río, su torso desnudo, el calor de su cuerpo mientras caminaban juntos un par de noches atrás, pero más que eso, cuando su mirada se posaba sobre la suya y podía sentir la eternidad en ella.


—Lo siento, olvida lo que dije —apenado, se levantó de la cama y caminó hacia el sillón


—Espera


A su llamado, Hyoga se detuvo y volteó, Shun tenía el rostro por completo sonrojado


—¿Tú eres Gay? —preguntó de pronto, llevándose un puño en dirección al corazón, le temblaba la mano y sus pupilas parecían desorbitadas


Hyoga no respondió, en cambio, meditó durante largos segundos, luego se acercó de nuevo a la cama, del lado donde Shun permanecía semi acostado, lo miraba a los ojos y lo tenía nervioso


—Por favor, solo responde


Sin usar las palabras, Hyoga se agachó hasta estar a la altura de Shun, cerró sus ojos y posó los labios sobre los de él, rápido el peliverde abrió amplio los ojos, paralizándose, Hyoga no lo forzaba, solo había puesto sus labios sobre los suyos, pero cuando estos se separaron ligeramente, Shun sintió tanto miedo que lo empujó sin pensar en nada más


Sus ojos se atraparon en una mirada mutua, el menor parecía tan asustado, sorprendido y avergonzado a la vez, que Hyoga se irguió, decepcionado


—Perdón… no me siento bien —le dio la espalda y caminó a la puerta


Shun quería detenerlo, pedirle explicaciones, aunque más que oírlas de Hyoga, quería saberlas de él mismo ¿Qué fue lo que sintió? ¿Por qué lo había apartado si la calidez de su boca se sintió realmente bien? ¿Qué significaba ese latido arrítmico de su corazón? Sin respuesta del rubio ni de su propio yo, las lágrimas corrieron silenciosas por su rostro, fue incapaz de moverse o hablar


Hyoga salió de la cabaña sin volver la vista atrás, apenas cerró la puerta, exhaló fuerte una gran cantidad de aire, luego corrió lejos de ahí. Dentro, Shun continuaba en shock, cuando este pasó, secó sus lágrimas y se tocó los labios con dos dedos


—¿Qué es este sentimiento? —abrumado se llevó ambas manos al rostro y lo cubrió con estas, la pena lo embargó y volvió a echar a llorar.


Aquella noche, Hyoga no se presentó a la cena con todos los demás, por ahí Shun escuchó que según oyeron que Hyoga no se sentía bien.


Al día siguiente, en el desayuno, comida o actividades, Hyoga se ausentó, muchos bromeaban conque le había dado diarrea, otros decían que como era muy serio, su capacidad de socializar se había agotado. Camus simplemente explicó que estaba sufriendo de jaquecas debido a los cambios de clima


Pero de entre todos, solo Shun conocía la verdad, pues durante una conversación íntima, Hyoga realizó una acción que lo avergonzó, pero el peliverde no sabía por qué, quizá se arrepintió de intentar besarlo, tal vez lo sintió inapropiado y por eso se marchó, o quizás ¿sería posible que se avergonzó por no recibir respuesta? ¿Fue acaso la inactividad de sus labios lo que le hizo apartarse?


Su rostro estaba visiblemente sonrojado, pues sintió la mano de Seiya sobre su frente, Shun volteó y le miró a los ojos, sorprendido


—No pareces tener fiebre, pero estás rojo ¿te sientes mal?


—Estoy bien, gracias —apartó la mano de su amigo— Tengo sueño, regresaré primero


Parándose de la mesa, se alejó de regreso a la cabaña, aún faltaba una hora para que comenzara el toque de queda. Sus amigos compartieron miradas entre sí, no sabían que le pasaba.


Apenas llegó hasta su cama, se tiró boca abajo sobre ella y escondió su rostro en la almohada


—¿Por qué me siento tan triste? —sollozando se quedó completamente dormido.


Llegó otro fin de semana, Shun ya podía incorporarse a las actividades, pero nada muy rudo, así que le tocó para la comida, recoger algunos vegetales y plantas, para eso, lo acompañó June, ambos sostenían cada quien un cesto


—Nos faltan las bellotas, vayamos por allá —señaló la chica una dirección


Shun obedeció a la chica y se apartaron del resto. Mientras June distinguía las bellotas buenas de las que ya no podían comerse, Shun la miró fijamente, recordando aquella conversación con Hyoga


June era bastante linda, rubia, de buen carácter, pero él no sentía que le parecía atractiva, no tenía ese aire de querer acercarse y abrazarla, miró no solo su rostro, sino su cuerpo, incluso la imaginó sin ropa, aunque él no solía hacer ese tipo de cosas, pero no se avergonzó como aquella noche al ver el torso desnudo de Hyoga


—Oye Shun ¿estás mirándome? —preguntó incómoda, aunque el peliverde no estaba mirando su cuerpo de forma morbosa, si lo veía fijamente, tanto que no notó sus ojos sobre él


—Perdóname —dijo avergonzado, apartándose rápido


June no hizo más grande el tema, pero recolectó en otra dirección, dándole la espalda


—No, ella no me gusta —analizó profundamente— Pero, es solo ella ¿no? Que no me guste no significa que soy gay —pensó con tristeza, estaba muy confundido


—Terminé, regresaré primero —informó June, de no haberse sentido incómoda lo habría esperado, pero optó por irse, Shun solo asintió


—Que torpe soy


Él también hizo lo propio y luego salió del sitio arbolado donde estaban, al volver al camino, en cuanto salió de ahí, se topó con Hyoga, a quien no había vuelto a ver, de hecho, era la primera vez que salía con los campistas


Ambos se miraron con sorpresa, completamente paralizados, el primero en reaccionar fue Hyoga, quien ignorándolo decidió pasarle de lado


—Espera —lo llamó antes de avanzar hacia él, Hyoga dejó de caminar— Hablemos


—Si quieres que me disculpe, entonces Perdóname —habló con seriedad


—No es eso, por favor ven —miró hacia los lados y nadie los veía, así que agarró su brazo y lo jaló hacia donde antes estaba con June, se detuvo en el sitio más apartado


—¿Qué quieres? —intentaba parecer frío, pero le costaba trabajo


—Es que yo, bueno… —sintiéndose incómodo, jugaba con la canasta, hasta que Hyoga se la quitó y la colocó en el suelo— Ese día


—No debí hacerlo


—No, no es eso. Más bien, yo no debía rechazarte


—¿Qué? —confundido lo miró fijamente


—No he dejado de pensar en lo que dijiste, no paro de cuestionarme lo que siento, qué es lo que me sucede, y porque yo… yo… No dejo de pensar en ti —lo miró con desesperación, su corazón latía tanto que sentía iba a desmayarse


Hyoga lo observó fijamente, inmóvil y mudo, tenía miedo de acercarse y volver a ser rechazado, no daría un paso en falso de nuevo


—¿Podrías volver a intentarlo? Besarme —pidió con timidez, agachando la cabeza


Hyoga tragó saliva, lo miró fijamente un instante, luego dio un paso al frente y le sujetó el rostro con ambas manos, al levantarlo, compartieron una mirada, los ojos de Shun brillaban y luego los cerró, esperando el beso. El rubio volvió a dudar unos segundos, luego se agachó un poco y cerrando sus ojos posó su boca sobre la de Shun, quien esta vez no lo apartó


Separó sus labios poco a poco e intentó seguirle el ritmo, no sabía si para Hyoga era la primera vez, pero no lo sintió en absoluto torpe, no como él, que se movía con timidez. Cuando sintió un poco más de confianza, le rodeó el cuello con ambos brazos y luego sintió los de Hyoga alrededor de su cintura


No supo cuanto tiempo estuvieron así, sus cuerpos juntos, fundidos en aquel abrazo y el cálido beso que Shun sintió lo elevaba al cielo. Jamás hubiera pensado que besar se sentía así de bien, la unión de los labios, el compás, el tibio aliento, la respiración agitada


Jadeó antes de terminar abruptamente el beso, un cosquilleo desconocido en su estómago y la reacción eléctrica en su espina dorsal se sintió abrumadora, ¿acaso se había excitado? Sentía no solo la cara caliente, si no el resto de su cuerpo. Se abrazó a Hyoga y escondió su rostro en su pecho, sintiendo los brazos del rubio alrededor de su espalda


—Tengo miedo —musitó apenado, aferrándose a la tela de la camisa


—Todo está bien, es normal —habló Hyoga, por primera vez en un tono dulce que se sintió reconfortante— Me gustas Shun, desde la primera vez que te vi —confesó, ya no podía ocultarlo más


El peliverde sonrió, apenado, se apartó del pecho contrario y buscó sus ojos, Hyoga le acarició el rostro y lo miró fijo a la cara, su hermosa cara


—Es verdad, soy Gay —segunda confesión, Shun ya lo esperaba


—Yo no lo sé ¿lo seré? ¿estaré confundido? ¿Cómo puedo saberlo? Estoy asustado —no era mentira, su cuerpo temblaba, Hyoga lo abrazó más fuerte— ¿Cómo lo supiste? ¿te han gustado más hombres? ¿Cuántos?


—Son muchas preguntas —dijo apenado


—Lo siento —volvió a esconder su rostro en el pecho del rubio


—No sé como explicarlo —respondió tímidamente— Es como si siempre lo hubiera sabido, cuando me di cuenta que las chicas que se acercaban a mí no me interesaban, supe que esperaba por un chico, fue así de simple


Hubo un silencio tras eso


—Es algo que tienes que descubrir por ti mismo, es diferente para cada quien —explicó con seriedad


Shun pensó en esas palabras, sonaba lógico, también se tranquilizó, quizás se precipitaba, tal vez no importaba, encontró a alguien que le gustaba y resultó ser un chico, si eso lo convertía en homosexual entonces lo sería


—¿Puedo estar contigo? —lo miró de nuevo a los ojos, con inocencia, Hyoga asintió— Quiero descubrir muchas cosas a tu lado —manifestó apenado


Hyoga le pasó un poco de cabello tras la oreja y luego le besó la mejilla de forma dulce


—El campamento termina el próximo fin de semana —dijo con tristeza Shun— ¿Seguirás conmigo cuando volvamos?


—Siempre que quieras que lo esté —sujetó su mano y luego se agachó para juntar la cesta con la otra— ¿Se lo dirás a tu hermano? Quiero saber si debo cuidarme la espalda —bromeó un poco


—Él no es tan temible, creo —soltó una pequeña risa— Pero mientras lo preparo, ¿podemos ocultarlo? —miró hacia la unión de sus manos


—¿Te avergüenza? —preguntó con tristeza


—No es eso —contradijo al instante— Comparto habitación con otros chicos y tú también, no quiero que hagan especulaciones tontas —explicó cabizbajo, mirando al suelo


Hyoga entendió al instante y le levantó la carita


—Lo entiendo, está bien —volvió a besar su mejilla


—Gracias


Soltaron sus manos y salieron de ahí, rumbo a las cabañas, mientras charlaban y se sonreían, sintiéndose completamente cómodos el uno con el otro


Al mirar el semblante atractivo de Hyoga, Shun pensó en lo afortunado que era de haberlo conocido, nunca antes se interesó por persona alguna, pero él, de algún modo, vino a descomponerle la vida como la conocía y estaba dispuesto a seguir descubriendo más cosas de sí mismo


Nunca antes le prestó atención a su sexualidad, se creyó heterosexual por tanto tiempo porque eso fue lo normal siempre para él, pero ahora, quería descubrir cuál era su lugar en el mundo, a su lado, Hyoga le acompañaría en su viaje y le emocionaba saber qué más cosas podría descubrir en él en aquella turbulenta y hormonal adolescencia.


FIN

Notas finales:

Hola y gracias por leer :) espero les haya gustado, quizás sintieran el final apresurado, pero creo que quedó bien jejeje, no había mucho más que contar. Dejen comentarios por favor, se aprecian bastante. Hasta pronto


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