—¡ESCÚCHAME BIEN DESGRACIADO HIJO DE PUTA NO VOY A DECIRTE NADA, ASÍ QUE HAZME LO QUE QUIERAS NO VOY A HABLAR!— Law apretó las muñecas, sin importarle que se lastimara con las esposas, todos los miembros de la banda miraron al marino sin inmutarse.
—Es de esos marinos fieles, que divertido— menciono Nami sonriente.
—¡CIERRA LA BOCA MALDITA ZORR— Sanji golpeó al tatuado en la boca, fue tan fuerte que el marino tuvo la sensación de quedarse sin mandíbula.
—Ten cuidado como le hablas a las damas, no me hagas educarte a mí manera— mencionó el rubio volviendo a su posición inicial.
—Oi, Torao— el ojigris atendió el llamado del sombrero de paja mirándolo con suma firmeza.
—Ya lo sabemos todo, no hay nada que puedas decirnos que sea de utilidad.
Law carraspeo —¿Qué? ¿Co-como?
—Tranquilo Trafalgar, ninguno de tus compañeros dijo nada— declaró Jinbe manteniendo una postura calmada.
— ¿COMO MIERDA SE ENTERARON.
—Luffy deberías decirle todo de una vez— Usopp cruzó los brazos al mismo tiempo que miraba a su capitán.
Posteriormente Luffy alzó la mirada en dirección a la de Law, aquella interacción le hizo saber al comandante que el chico del sombrero de paja era más inteligente de lo que pensaba.
[...]
—¡BASTARDO DE MIERDA!— Ace continuaba golpeando a Trafalgar a pesar de que este ya se había desmayado, al pecoso no le importaba que sus puños estuvieran cubiertos de sangre al igual que sus ropas.
—Hermano, ya fue suficiente— Sabo colocó una mano sobre el pecho de Portgas, este se tomó unos momentos para respirar y tranquilizarse, dándose cuenta que Law ya estaba demasiado herido, a penas podría sobrevivir si no se le daba atención en unas horas.
Sanji miraba la escena mientras fumaba su cigarrillo, Zoro se encontraba recargado sobre el cofre del auto con los brazos cruzados y los ojos cerrados, ellos ya habían saldado sus cuentas con Trafalgar.
—¡Te veré en el infierno imbécil!— el 'puño de fuego" escupió al cuerpo inmóvil del cirujano.
—Bien hecho Ace ¿Ahora que vamos a hacer con esos dos?— interrogó Sanji mirando también a Drake, tirado en el concreto con la nariz y el brazo roto, cubierto de sangre y moretones.
—Por mi qué se queden ahí, par de basuras— respondió el pecoso mientras se subía al auto.
Sabo suspiro —Los dejaré fuera de una hospital, creo que ya les quedó claro nuestro mensaje— de la nada el teléfono de Sabo comenzó a vibrar, el rubio respondió a leer el nombre de su padre.
—Bueno…ajá…entiendo…si, está bien…vamos para allá— El revolucionario termino la llamada —¡Ace! Es papá quiere que vayamos a recibirlo al aeropuerto.
Tanto el cocinero como el espadachín se inquietaron un poco ante la llegada de Dragón, estaban a solos unos días de la boda y Luffy no estaba en condiciones de encarar a su padre, tal parece que las cosas iban de mal en peor.
—Sanji, Zoro, lamentamos tener que dejarles a estos marinos— hablo Sabo.
—No hay problema, nos encargaremos.
—Perfecto, nos vemos pronto, en cuanto haya alguna novedad Luffy se las haremos llegar— finalizo Ace para luego subirse al auto y conducir fuera del lugar.
—¿Alguna idea?— interrogó Zoro pateando ligeramente el rostro de Law.
—Como dijo Sabo, hay que dejarlos fuera de—
Repentinamente el celular de Sanji comenzó a sonar.
—¿Nami?
El espadachín frunció el cejo, era totalmente insólito recibir una llamada de la pelirroja a esas horas, tal vez le hablaba para saber de Luffy.
—Alo cisne Nami—respondió.
—¡Oí Sanji!
—¿¡LUFFY!?— El rubio se quedó estupefacto al reconocer la voz de su capitán, Zoro reaccionó de la misma manera.
—¿Esta Zoro contigo?
—Ah... si ¿Cómo es que estás despierto?
—Bien pon el altavoz, Nami y Usopp, están conmigo, Chopper, Brook, Jinbe, Robin y Franky también están en la línea, ¿Todos pueden oírme?—posteriormente los mugiwaras confirmaron.
—Escuchen con atención, como seguramente Zoro y Sanji ya saben, Torao es un comandante de la marina
Los miembros que no sabían este dato cambiaron su gesto a uno de total desconcierto
—Torao, lleva años buscando la oportunidad para asesinarme, por eso se infiltró en la universidad y se hizo cercano a nosotros, ya que... desgraciadamente estoy implícito en el homicidio de su padre
—¿¡QUÉ!?—se escucho a través de todos los teléfonos
—¿¡Cómo es eso posible!?— interrogó Usopp.
—Les juro que les contaré todo pero no es el momento aún.
—¡Espera! ¡Espera! ¿Desde cuándo sabes que está infiltrado? ¿Por qué no nos dijiste nada?— Nami tomo del cuello a Luffy.
—Lo siento, es que yo tampoco lo sabía— el menor hizo un puchero —Ayer por la tarde cuando estuve en su apartamento, por fin recordé quien era, desde que lo conocí su rostro me resultó familiar, algo me decía que era él, pero sucedió hace tanto tiempo que me costó mucho reconocerlo.
—¿Ayer por la tarde dices? ¿Cuándo fue la premiación de Brook?— interrogó Zoro.
—Si, Brook lamento mucho no haber estado ahí para ti, pero tenía que hacerle creer a Torao que había ganado, su objetivo era separarnos, era la única manera de darle fin a este asunto, les debo una disculpa a todos.
—¡YOHOHOHO! no hay problema capitán, sabía que había una explicación, le prometí lealtad y lealtad es lo que tendrá de mi—respondió el músico.
—Luffy-kun hay algo que no me queda claro ¿Cuál era el propósito de hacerle creer a Law que todo había resultado como deseaba?—cuestiono Jinbe.
—¿No lo ven?—sonrió—El plan de Torao era bueno, su único error fue confiarse, en cuanto el pensara que las cosas iban justo como las planeo, iba a hacer exactamente lo que haré ahora ¡Zoro, Sanji! Si aún confían en mí háganme el favor de secuestrar a Torao y llevarlo a la bodega abandonada de papá, iré para allá enseguida.
Sanji asintió —Luffy, no quiero empeorar las cosas pero creo que tú y Zoro tienen que hablar.
—Lo sé, no se me olvida que tanto él como Nami dejaron la banda, si aún después de escuchar mis razones quieren hacerlo respetare sus decisiones.
—Yo solo lo dije por qué estaba molesta, se que no podrían sin mi— la pelirroja le dio un guiño al monito, este sonrió maravillado.
—¡Gracias Nami!— enseguida cambio la expresión de su rostro a una sería —Zoro tu…
—Esta bien, igual no tengo nada más que hacer, así que puedo seguir siendo el espadachín de tu banda
Una porra detrás de la línea sonó en gran volumen, Sanji soltó una risilla.
—Bien, entonces llevaremos a estos tipos a la bodega, cambio y fuera capitán.
—Cambio y fuera— contesto Luffy.
[...]
—Siento mucho haber asesinado a tu padre Law—dijo Luffy.
El marino quedó atónito, como si cada nervio vivo de su cuerpo hubiese dejado de funcionar, incluso su corazón parecía haberse detenido unos segundos en los que lograba conectar emociones y acciones.
—Pero las cosas no son como tú crees, antes de tomar una decisión sobre qué haré contigo, necesito que escuches con atención— volvió a mencionar el pelinegro al tiempo que tomaba asiento frente a Law, el resto de los mugiwaras imitaron la acción conscientes de que se aproximaba una historia de verdades y respuestas.
[❃...❃]
~El pasado del amor que perdí ~
Primera parte.
13 años antes.
—¡Yo no quiero ser marino!— un Law de trece años se mantenía ocupado estudiando sus libros de medicina mientras su padre adoptivo preparaba la cena o al menos lo intentaba
—¿¡Pero por qué no!? Serás un héroe para el mundo Law— Corazón colocó los pancakes frente al ojigris quien hizo una mueca de disgusto al ver el pan en exceso quemado
—¡No comeré eso! Además la vida de los marinos es muy aburrida.
—¡Por supuesto que no!— Cora le proporciono una fuerte golpe en la nunca al menor quien cayó al suelo por el intenso impacto
—¡Oye, maldito desquiciado!
—Un marino es una persona honorable que sirve a la paz mundial, que vela por la seguridad y la justicia de las buenas costumbres y nuevos progresos y tú, como médico debes unirte a la marina para proteger al mundo de la maldad que radica en— el comandante pauso su discurso al ver qué su hijo se había ido mirar la televisión.
—¡No me ignores!— El rubio le lanzo el sartén al menor, antes de que este pudiera quejarse, el más alto recibió una llamada por lo que tuvo que atender.
—¿Hola?— pregunto el rubio
—¡Mocoso de mierda! ¿¡Qué carajo estás haciendo!? Hoy por la noche es la emboscada de la familia D y no te veo practicando para el ataque— mencionó Sengoku prendiendo su puro.
—¡Por si lo olvidaste viejo decrépito, estoy cuidando de tu nieto! ¿Acaso crees que una niñera es barata? Iré en cuanto me asegure que el crío coma bien así que no estés jodiendo.
Law ya sabía que se trataba de su abuelo, esa familia tenía una rara manía de insultarse entre ellos.
—¡Al menos déjame saludar a mi querido nieto, pedazo de mierda!— grito el ese entonces almirante.
—¡Oye Law!— corazón se acercó al rostro de su hijo mientras hacia una mueca de "amor" que más bien era una cara tétrica pues el mayor miraba hacia arriba mientras arrugaba la cara y sonreía.—Dale un poco de amor a tu abuelo.
El niño le dio una cachetada por haberle asustado—¡Me das miedo imbécil!— gritó para luego agarrar el teléfono —¿Qué hay viejo?
—¡Tienes que ser amable con tu abuelo!
Law rodó los ojos —¿Qué quieres?
—¡Bah! Olvídalo, pásame a tu padre.
Corazón volvió a atender la llamada
—¿Dirás algo más?
—Rocinante, debes tener mucho cuidado, Dragón ya sabe quién eres, por favor lleva a Law al cuartel para que esté seguro, no debemos correr riesgos.
El rubio miro a su hijo con suma preocupación —Entendido almirante, estamos en contacto.
La llamada finalizo dejando de nuevo el poco ruido que había dentro de la casa, la televisión que reproducía un especial navideño, o las luces que decoraban la casa repetían un villancico, independientemente de ello, todo el vecindario estaba en total silencio, nada raro para ser la penúltima noche antes de año nuevo.
—Muy bien Law, sube a cambiarte, debo ir a una misión importante y lo mejor será que vayas con tu abuelo.
—¿Eh? Ni lo sueñes, no quiero ir con ese viejo
—No es una pregunta jovencito, anda apresúrate.
Law suspiro resignado, odiaba ir con Sengoku pues cada que estaba cerca era seguro que lo pondría a entrenar sin importar la hora que fuera, además le daba mil sermones de por qué ser marino cuando eso no le importaba ni un poco.
—Ya voy.
—Ese es mi muchacho—sonrió el rubio al tiempo que le despeinaba el cabello al niño, este le brindo una mueca de desagrado antes de subir a la segunda planta de la casa y justo cuando Corazón se disponía a prepararse para la misión, el timbre de la casa resonó por todo el espacio indicando que había alguien detrás de la puerta, el comandante miro la hora en el reloj ya era casi media noche, por lo que le pareció en extremo inusual, entonces decidió asomarse no sin antes tomar el arma que guardaba siempre en el cajón de la cocina, luego se asomo por el picaporte, al no ver a nadie abrió la puerta encontrándose con un pequeño niño, un niño que tenía una curiosa cicatriz debajo del ojo.