— Noel ¿Qué…?
— shh, vas a despertarlo— alcanzo a ver la expresión confundida de Alex cuando me ve en su sala— acaba de dormirse— Alex se apresura a dejar su cámara en el lugar de siempre y luego se sienta frente a mí, con los brazos cruzados. No digo nada, e incluso finjo ignorarlo pero en realidad veo como comienza a desesperarse.
— bien ¿quieres explicarme que es esto?
— hemos adoptado. Seremos padres— Me duelen las mejillas por aguantarme la risa. Alex parece un pez abriendo y cerrando la boca.
— qué demonios…
— ¡No digas groserías delante del bebé!
— es un perro.
— ah ¿y por eso me quieres dejar solo? ¿No quieres hacerte responsable? Está bien, no me importa, seré padre soltero y mantendré yo solo al pequeño— ahora veo como pasa las manos por su cara, despacio, y respirando lento.
— eso no fue lo que dije, Noel.
— ¿entonces aceptas?
— Noel, se lo que estás haciendo— le miró fijamente, poniendo una expresión de confusión, como si no supiera de que me está hablando e intentar comprenderlo— ¿puedes explicarme de donde salió el perro?
— venia hacia aquí, cuando estaba pasando por el parque lo vi. Estaba solo junto a una caja, así que supongo que lo abandonaron allí y no pude dejarlo ¿sabes las calles que están por el parque son muy transitadas por autos? Además siempre hay tantas personas allí y nadie lo tomo ¡es un perrito!— con tanto movimiento, el perrito se despierta. Es una pequeña bola de pelos negros y lacios. Se levanta en sus patitas traseras, apoyándose en mi pecho para levantarse y lamerme la cara— basta, basta— lo aparta, riendo.
— bien. Entiendo ¿Por qué no lo llevaste a un refugio?... aun podemos hacerlo.
— ¿Qué? ¡No!— me abrazo al perro— dijiste que te harías responsable.
— tampoco dije eso, y ese perro esta sucio, lo recogiste de la calle.
— lo bañe cuando llegamos— por supuesto que sé de dónde lo recogí y que el pequeño necesitaba comer y un baño, así que eso fue lo que hice cuando llegue aquí.
— ¿usaste mis cosas? ¿Dónde bañaste al perro?
— en el patio, por supuesto ¿Por qué estas tan alterado? Es un perro— a Alex no le gustan los animales, o eso creo. No hemos hablado nunca sobre tener mascotas, pero en vista de que precisamente nunca ha tenido una es pista más que suficiente— creo que mejor nos vamos, vendré otro día.
— espera, Noel— ni siquiera puedo levantarme cuando Alex ya está de pie e intentando detenerme— no estoy alterado, solo quería saber dónde encontraste al perro y que piensas hacer con él ¿realmente quieres adoptarlo?
— pensé que ambos podríamos. Mira, me conozco y me conoces, sé que no seré el mejor cuidador pero no quiero dejarlo. Si tú quieres ayudarme… no te sientas obligado, en serio, cuidar de algo no es cosa simple así que no me molestare si no quieres hacerlo y solo conseguiré otra familia para el— tuve mascotas hace mucho tiempo, cuando aún vivía con mi familia, y sé que no es solo el hecho de tenerlo, hay muchas cosas que se tienen que hacer.
— ¿ya lo bañaste?
— sí— saca su teléfono, por lo rápido que solo lo mira, supongo que solo vio la hora.
— llevémoslo a un veterinario. Si lo encontraste en la calle es mejor que lo revisen. Ponerle vacunas, y comprarle lo que necesita.
— ¿entonces si me vas a ayudar?
— Si— me sonríe y me extiende la mano. Me apresuro a levantarme, no vaya a cambiar de opinión— pero tú vas a encargarte de la limpieza cuando haga sus necesidades en la casa.
— claro, déjame la tarea más difícil ¿eh?
— tú lo trajiste— nuestras casas no quedan muy lejos, pero paso mucho tiempo en la casa de Alex— estoy seguro de que hay una veterinaria a unas calles, hacia allá ¿vamos a esa?
— está bien— el perro está muy emocionado por salir, no deja de moverse y querer bajarse— no parece que vaya a ser un perro pequeño.
— ¿no?
— no es precisamente chico, y crecerá— lo miro, el perro agita la cola, alegre— los perros grandes necesitan mucho ejercicio.
— supongo que tendremos que venir a pasearlo a diario.
— me sorprende mucho tu optimismo al pensar que yo también lo hare.
— ah ¿Cómo no lo harías? Será como nuestro hijo.
— necesita una correa— me está ignorando. No es que me importe mucho a este punto. Nos conocemos bien, al punto que si comienzo a pasar sus límites él solo me ignora, o sabe en qué momento paso de bromear a ser serio o de ser serio a bromear. También se cuándo Alex realmente no quiere hacer algo, cuando lo meto en dilemas.
La veterinaria es un local pequeño. Mientras revisan al perro, comienzo a elegir cosas para él: un collar, correa, tazones para el agua y el alimento. No me alcanza para pagar por una de las camas, pero por el momento será todo.
— Alex, tenemos un problema— digo cuando dejo que abra la puerta esta vez. Después de comprar las cosas para el perrito, nos separamos para ir a nuestras casas— no aceptan mascotas en mi departamento. Intente convencerlos diciéndoles que no era una mascota, pero no funciono.
— dios, Noel… ¿quieres que el perro se quede conmigo? ah, no sé ni para que pregunto.
— lo siento.
— está bien.
— voy a resolverlo… buscare un nuevo lugar donde lo acepten ¿me ayudarías con la mudanza? Solo serán unos días, y vendré diario, voy a limpiar todo.
— ya te dije que está bien. Pero que sean solo unos días, Noel— me advierte. No puedo decirle nada, porque sé que esto es algo que está más allá de lo usual, no estoy dejándole mis cosas como cuando no quiero cargar.
— eres el mejor— me abrazo a su cuello y le beso— resolveré esto pronto ¿bien? ¿Está bien si me quedo un rato más y te ayudo a organizar todo?
— ¿pensabas irte y dejarme solo con él? Vaya, y eso que tú eras quien me reclamaba por abandono y no ser responsable— me rio, aun abrazado a él— pediré pizza. Y solo para que quede claro, no dormirá en los sofás, no voy a dejarle que muerda mis zapatos y solo comerá alimento para perros.
— entendido— hago un saludo militar.
No sé cómo decirle a Alex que no he encontrado un lugar para mudarme. Todos los lugares prohíben tener mascotas, y los que no están ocupados. Dios, han pasado dos semanas, y aunque he cumplido con venir y limpiar, bañarlo y traerle cosas, me siento mal porque sigue siendo la casa de Alex.
Inhalo antes de meter la llave y empujar la puerta.
— Alex, no vas a creer…— oh, Wow… soy yo quien no lo cree: Alex está durmiendo en el sofá, con el perro a un lado, casi encima de él. Saco mi teléfono y hago una foto… pero me olvido de silenciarlo y hace el típico ruido de cuando saca una foto.
— ¿Cuándo llegaste?
— justo ahora…— intento, de verdad que intento no decir nada ¡Pero no puedo!— ya veo que estas malcriando al pequeño. Y yo pensando que odiabas con todo tu ser tenerlo aquí, al final resulta que me está cambiando por ti.
— soy el padre responsable— dice, sin intentar quitárselo de encima. Me acomodo junto a él, lo que es difícil por el poco espacio que hay.
— eso es… bueno, porque tengo malas noticias: no encuentro un departamento que acepte mascotas. Al parecer todos están ocupados.
— No te preocupes por eso. Como vez, Nugget y yo estamos bien— alzo las cejas.
— ¿Nugget?
— no le pusiste nombre, tenía que ponerle uno para no llamarlo perro todo el tiempo, y le gustan los Nugget.
— es genial, me gusta— Nugget ladra, como dando su aprobación también. Me rio y acaricio sus orejas— vas a terminar malcriándolo.
— vamos, Noel, Nugget también es tuyo— Y me gusta mucho como suena eso.