Escucho la puerta abrirse, es raro porque no escuche el auto ¿no iban a salir? Iris tiene una fiesta con una amiga y mis padres la llevan y después irían al cine y cenar hasta que tuvieran que regresar por mi hermana, así que no debería haber nadie en casa ¿olvidaron algo? ha pasado ya un tiempo para que hubieran olvidado algo.
— ¿¡Alex!?
— dios, Noel, me asustaste— murmuro, no sé si me escucha, pero ahora puedo escuchar sus pasos subiendo. Cuando entra por la puerta abierta de mi habitación, le lanzo un cojín— pensé que alguien se había metido a robar— él se ríe.
— entonces hubieras bajado a ver quién estaba aquí.
— lo que se hace es llamar a la policía. No me dijiste que venias— el viernes y terminamos las clases hace horas, normalmente no hacemos tareas los viernes y por eso no esperaba a Noel. Veo que se deja caer en la cama, usando el mismo cojín que le arroje para apoyar la cabeza.
— recordé que tus padres no estaban, los míos también salieron y no quiero quedarme con mis hermanos porque comienzan a molestarme ¿Qué estás haciendo? ¿Rompecabezas? Nunca te vi armar uno.
— tenemos algunos en casa, este es el más nuevo.
— ¿solo los arman y luego los guardan?
— sí, es más divertido así. Mi papá quiere que los sigamos usando, aunque ya los hayamos armado, volverlo a armar es iniciar el trabajo desde cero aunque ya lo hayas terminado muchas veces— muevo con cuidado algunas piezas, buscando. Me concentro tanto en encontrar las piezas azules de un rio, los bordes ya están armados, y algunas nubes. Tengo la sensación de que algo está mal ¿olvide algo? es más como si hubiera puesto mal una pieza. Ah, es el silencio. No debería estar tan tranquilo y silencioso ahora que Noel está aquí— ¿Noel?— sigue en la cama, mirando al techo con ojos ausentes.
— no pasa nada— dejo la pieza que sostenía.
— bien, no ocupo ser el mejor leyendo a las personas para saber que si está pasando algo— y no solo por la respuesta a una pregunta que nunca hice, si no por su tranquilidad. Noel es un torbellino.
— ¿puedo ayudarte con el rompecabezas?
— si quieres— hay otra silla, que Noel arrastra para sentarse a mi lado.
— ¿Qué tengo que hacer?
— solo poner las piezas en su lugar— respondo, más sarcástico de lo que quiero. Noel resopla y me da un codazo.
— ya lo sé, pero si tienes algún orden como no sé, poner las piezas por color o por forma sería bueno que me lo dijeras antes de poner una por una en un lugar para ver si encaja.
— solo por colores.
— vale— pasamos una hora más poniendo pieza tras pieza, y con cada rato que pasa, más me queda claro que algo está mal. Noel no se quedaría así, tan tranquilo armando un rompecabezas, porque estamos en silencio, sin comentarios o bromas— ¿a qué hora regresan tus padres?
— no lo sé, después de la cena supongo porque irían a cenar— ceo su pie moverse, inquieto— ¿quieres quedarte a dormir? Les puedo llamar y decirles que me te quedas y que nos traigan algo para cenar.
— …
— ¿Noel?
— sí, bien— ¿si, bien?
— ok, estoy comenzando a asustarme en serio ¿te sientes bien? ¿Estas enfermo o algo? es como si no fueras tú— Noel hace una mueca de dolor— no quise decirlo así, lo siento, es… solo estoy preocupado, está bien tener un… mal día o no sentirse bien alguna vez. Lo siento de verdad, si quieres podemos quedarnos callados.
— no, yo soy quien lo siente. No quiero asustarte ni preocuparte.
— está bien ¿quieres hablar de eso?— bajo la voz, y sigo intentando encajar las piezas frente a mí. Noel también hace lo mismo, sin mirarnos. No soy nada bueno manejando crisis, pero es Noel y seré muy torpe con esto pero no quiero dejarlo solo. Estoy tentado a decirle que puede confiar en mi porque somos amigos ¿no es eso muy egoísta? Él puede no contarme lo que le pasa aunque seamos amigos— si quieres, no te… tienes que sentir obligado a contarme, igual puedes quedarte a dormir.
— dios, Alex, eres tan buena persona…
— Hey.
— no me pasa nada… al menos nada grave.
— ¿peleaste con tus padres?— quizá con sus hermanos. Niega con la cabeza, luego parece recordar que no estoy mirándolo directamente.
— no, no tuve una pelea—le creo, él no es de las personas que se sentiría mal por una pelea sea con quien sea— he estado ocultando algo, y… estoy cansado de ocultarlo.
— ah…
— no es una travesura o una idea genial de las que tengo muy frecuentemente— añade rápidamente— es algo más sobre mí, me di cuenta…— su respiración se vuelve rápida, cada vez más rápida y agitada que me asusta. Me giro en la silla, sin saber qué hacer.
— está bien, Noel, sea lo que sea, está bien. Si puedo ayudarte te ayudare— le tomó del brazo, como para evitar que se vaya aunque ni siquiera se levantó.
— no me gustan las chicas— dice, entre una respiración y otra. Su voz temblorosa y aguda— dios, eso es… ¿Alex?
— te tengo noticias, no eres el primero al que le gustan los chicos, no sé cuántas personas hay pero estas muy atrás en la fila… ah, lo siento, es… me…— siento la cara roja— no quise bromear así, soné horrible diciéndote eso justo después de…— su risa me calla. Noel se ríe fuerte, es una de esas risas nerviosas que no podemos controlar. Se ríe tanto que veo lágrimas— discúlpame, no soy bueno con crisis emocionales. No me importa si te gustan los chicos, Noel. Sigues siendo mi amigo.
— gracias. Creo que no debería preocuparme mucho por eso pero no puedo evitarlo, siento que todos me darán la espalda y voy a quedarme solo.
— eso no pasara, yo seguiré siendo tu amigo… bueno, tal vez si llegamos a distanciarnos solo que sepas que no es eso que me contaste. Y a tus padres no les importara tampoco ¿soy la primera persona a quien se lo cuentas?
— sí.
— dios, que idiota soy. De verdad, discúlpame, tu estabas diciéndome algo importante y yo dije eso.
— no importa, me hizo sentir mejor, Alex. Creo que saber que seguimos siendo los mismos de siempre…— suspira— me hubiera sentido peor si hubieras dicho otra cosa— me sonríe, le sonrió de vuelta— si algo de lo que haga te incomoda ¿me lo dirás?
— te lo diré— quisiera decirle que no me incomodara nada ¿realmente nada? No puedo saberlo ahora, y me parece una petición valida.
— gracias, Alex.
— si tú quieres, puedo acompañarte cuando se lo digas a los demás, o solo puedes venir aquí y contarme lo que paso. Yo te apoyare pase lo que pase, y si se hace muy difícil mi habitación es muy grande y si tenemos cuidado mis padres no se darán cuenta de que vives aquí— la carcajada de Noel se escucha como siempre, alegre y libre. Me siento mejor.
— pero no pienso dormir en el piso.
— demonios— murmuro, y los dos nos reímos, carcajadas que nos liberan, como si las piezas al fin comenzaran a encajar.