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Unión de Almas por Lima369

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Notas del capitulo:

Perdón por la tardanza, he tenido unas semanas de muerte.

 

Por eso me gustaría estar actualizando en periodo de 10 a 15 días, dándome el tiempo seguro que lo logro. Igual para actualizar mis otras historias y resubir las que perdí.

 

Sin más anuncios les dejo con el nuevo capítulo

 

 

 

Al fin estábamos en ese lugar... en esa fiesta...

 

Teníamos 10 minutos ahí y ya estaba harto, con deseos de irme de inmediato; no me importaba que tanto tiempo había invertido en mi imagen, en mi ropa, en el peinado, en el toque de maquillaje, yo quería irme ya. Todas esas luces neón, el humo sobre el suelo ya resbaloso por el alcohol derramado, la estridente música tecno que hacía retumbar los cristales de toda la casa, todos saltando en sus lugares al ritmo del DJ.

 

Hobi y Kook a mi lado, los tres bebiendo... bueno, ya Kook bailaba al lado de unas chicas, no puedo distinguir si son betas u omegas, pero con el ligue a una nada de picar.

 

Tae se acercó a nosotros e invitó a Hobi a bailar mientras Jin, que iba con él me invitaba a mí. Jin es lindo, creo que ya lo había dicho antes, pero de verdad lo siento así, una persona realmente amable y carismática, acepté bailar con él, después de todo era su cumpleaños y nos habíamos colado a su fiesta, lo mínimo que podía hacer era bailar con él.

 

Hablamos de muchas cosas durante el baile, trivialidades más que nada, hubo muchas risas y Jin agradeciendo una y otra vez que estuviéramos ahí, ambos un poco atontados por el alcohol que no nos dimos cuenta del momento en el que Tae y Hobi no estaban en la pista, Jin me dijo que seguramente habían subido a una de las habitaciones y yo no podía creer aquello ¿por qué demonios Hobi lo había permitido? Fui a buscarlo lo más rápido que pude y los encontré a medio pasillo, en un fogoso beso mientras Tae se mantenía pegado a Hobi, abrazándolo contra la pared y Hobi, aferrado con brazos y piernas al otro, respondiendo.

 

No.… no.… no...

 

 – ¿Qué diablos están haciendo? –. Mis palabras fueron más furiosas de lo que me hubiera gustado. Y mi furia solo creció al ver la reacción de Hobi, el cómo se separaba abruptamente y empujaba a Tae, provocando que su fuente de sujeción a la pared se perdiera y por ende casi caer al piso, Tae no dijo nada, solo se quedó mirando.

 

– No es lo que piensas –, dijo de forma nerviosa mientras se acercaba a mí – Nosotros...

 

– ¿Qué no es lo que pienso? –, lo interrumpí, – Estabas besándolo de la forma más descarada que nunca vi, ni en películas aparece eso –. ¿Ahora mi voz se quebró, acaso ellos salían y no me lo había contado? Eso me dolía, me dolía y mucho, como pudo no decirme algo tan importante, el que rechazara la idea no significaba que no iba a aceptarlo y no era de mala gana, igual estaría a su lado, ¿por qué no confió en mí? – ¿Están saliendo?

 

– No... –. Respondió de forma apresurada y luego tapo su boca para empezar a negar una y otra vez.

 

– ¿¡No!? –. Enarqué ambas cejas y me reí un poco.

 

– Bien, entonces quédate aquí besando a tu amante. Cuando sepa la verdad y no quiera salir contigo por ello o cuando te rechace después de que se hayan acostado no esperes que te reciba con los brazos abiertos y te consuele de nuevo –. Eso último solo lo dije en mi cabeza... no pude responder nada y bajé los escalones, fui directo a la barra donde el ponche adulterado y empecé a beber un vaso tras otro a grandes tragos.

 

Minutos después vi a Hobi bailando con Tae...

 

vi a Hobi sonriéndole a Tae...

 

vi a Hobi besando a Tae...

 

vi a Tae abrazando a Hobi...

 

vi a Tae sonriéndole a Hobi...

 

vi a Tae tomando las manos de Hobi...

 

vi a Tae susurrar a Hobi a su oído...

 

vi a Hobi yéndose de la fiesta de la mano de Tae...

 

No entendía... no entendía que estaba pasando... ¿Ya no confiaba en mí?

 

Mientras trataba de reflexionar seguía bebiendo, no lo suficiente para estar completamente ebrio, pero me ayudaba a distraer mi mente de lo que sea que estuviera pasando, nunca retiré la vista de la puerta de entrada, fue así como lo vi entonces...

 

Tan guapo...

 

Iba llegando a la fiesta, el cabello un poco largo caía por su frente, se le notaba algo estilizado, pero combinaba a la perfección con ese estilo de vestir un tanto ajustado, aunque no lo suficiente a mi parecer.

 

Me senté frente a la mesa de ponche y de forma inconsciente derramé feromonas en mi camino hacia la silla, supe de inmediato que se escurrieron entre el resto, toda la fiesta estaba llena de ellas, porque mientras caminaba, tanto omegas como alfas volteaban hacia mí, las feromonas eran de atracción, similares al celo, pero no tan intensas, algo que ningún omega podría hacer y a pesar de ello nadie se acercó, estaban dirigidas a una persona en especial. Al notar lo que estaba haciendo respiré hondo y las retiré, debía estar loco para dejar que aquella porquería se esparciera por la fiesta, pero era tarde, el camino hacia mi estaba abierto, todos me veían y al final de este estaba ese hombre, sonriéndome.

 

Le sonreí de vuelta y sin dudarlo se acercó.

 

– ¿Bailas? –.

 

Su voz gruesa y profunda me hizo suspirar levemente y entonces lo percibí, el aroma a océano que evitó que siguiera pensando en lo tonto de aquello, que me hizo dejarme llevar y me hizo olvidarme de la fiesta, de Hobi, de Kook.

 

– ¿Contigo? –. Sentía la sonrisa en mis labios seguramente me hacía ver tonto pero lo único que quería era que él pensara en cuan bonita era mi sonrisa.

 

– Sí, conmigo –.

 

Extendió la mano y la tomé sin dudar, dio un tirón de mi mano y me levantó de la silla, pegándome a su cuerpo y sentí mi piel erizarse mientras me llevaba hacia la "pista de baile" moviéndonos sin separarnos un poco, mis manos, sobre sus hombros, recorriendo de vez en cuando hacia su cuello solo para tener la excusa de tocar su piel; sus manos sobre mi cadera, levantando un poco mi playera y colando un par de dedos bajo ella para, igual que yo, poder tener un contacto más íntimo, que enviaba escalofríos por mi espalda y cintura.

 

Bajó un poco su cabeza hasta poder esconder el rostro en mi cuello, yo, suspiré e hice un poco de espacio para que encajara mejor; su nariz empezó a rosar mi piel y la sentí erizarse y calentarse por todos los lugares donde pasaba, el olor de agua salada se hizo más fuerte y lo tomé por los hombros para terminar de juntar nuestros cuerpos, lo escuché emitir un sonido similar a un gruñido y entonces un beso fue a dar tras mi oreja, no sé en qué momento pero mi cabeza estaba girada por completo, como si le diera permiso de hacer lo que quería conmigo y así lo hizo porque sus labios se deslizaron en suaves toques por mi mandíbula hasta la comisura de mis labios, me separé un poco y lo vi, nos vimos justo a los ojos unos segundos antes de que mis manos fueran hasta su nuca y lo empujé hacia mí, finalizando así con un beso, al inicio suave y apenas en un rose, luego intenso, enredando nuestras bocas y uniendo al juego a nuestras lenguas.

 

Ese momento borró de mi cabeza el que estábamos en público y un beso así no era para disfrutarse en privado. Lo sentía tan bien, era satisfactorio y cálido, se sentía como llegar cansado por la noche a casa y tomar un baño para ir a dormir...

 

El chico se separó de golpe y puedo recordar la molestia que me hizo sentir y claro que la notó porque se acercó a mi oído y me dijo con voz un tanto melosa.

 

– ¿Vamos a un lugar más privado? –.

 

Su aliento caliente ante el susurro erizó mi piel nuevamente y le tomé la mano, entrelazando nuestros dedos con algo de fuerza.

 

– Sí, vamos a un lugar más privado –.

 

Me iba guiando, la verdad no recuerdo bien el camino, llevaba la cabeza hacia abajo, viendo sus zapatos, caminando tras él, nervioso; de vez en cuando se detenía y se giraba para estar frente a mí, besaba mis labios un par de veces y seguíamos avanzando.

 

Terminamos llegando a una habitación, y apenas aseguró la puerta volvió a envolverme en sus brazos y a besarme con la misma intensidad que en la pista, correspondí sin dudar, con mis brazos alrededor de su cuello, el que fuera más alto que yo algunos centímetro hacia que estuviera de punta, pero pronto aquello cambió, cuando sus manos bajaron de mi cintura hasta mis glúteos y tomando un poco de impulso me levantó del suelo; por inercia abracé mis piernas a su cadera y el me pegó contra la pared.

 

Nos besamos por largos minutos estrujando un poco los labios con los dientes, a veces él, a veces yo, los graves de la música de fondo, acompañados de sonidos húmedos de nuestras bocas y nuestras respiraciones irregulares y agitadas era todo lo que se oía, me hacía perder lo poco que quedaba de mi cabeza, ni siquiera sabía cómo lograba corresponderle, más cuando nunca había dado un beso así.

 

Cuando sus manos estrujaron mi trasero suspiré sobre su boca, ahogando el sonido y sin pensarlo mis manos se colaron bajo su remera, acariciando su pecho y levantándola hasta el cuello.

 

Me llevó al sofá de la habitación y me recostó, quedándose sobre mí, sus manos, agiles, quitaron mi playera y la suya, quedando los dos uniendo nuestras pieles, ambas ardiendo… como mi mente.

 

De un poco de manoseo no pasó en ese momento.

 

Bajamos y seguimos bailando.

 

Beso tras beso en la pista.

 

Así fue hasta que se terminó… era ya de madrugada, a menos que el reloj de aquella casa estuviera mal programado.

 

Ambos, tomados de las manos fuera de la casa, de frente uno a otro, viéndonos fijamente a los ojos.

 

– Es hora de irnos –. Dijo con algo mi nublada mente alcanzó a identificar como decepción.

 

– Si… –. Respondí con el mismo tono.

 

– ¿Te llevo a tu casa? –. Sus manos giraron apenas un poco y entrelazó nuestros dedos, acercándome a si un paso, reduciendo del todo la distancia.

 

– ¡No! –. Comencé a negar. No podía llevarme a casa. – Se supone que debo quedarme con Hobi, pero… él se fue… y ya no lo he vuelto a ver –.

 

Sentí su sonrisa.

 

– Entonces… ¿Quieres venir conmigo? Vivo solo en un departamento, nadie preguntará por ti ahí, puedes pasar la noche sin problema –. Comenzó a morder sus labios, ¿ansioso de mi respuesta?

 

– Sí… me gustaría pasar la noche contigo –.

 

 

 

Notas finales:

 

 

Si les está gustando por favor compartanlo con todos sus amigos, me encanta ver el número de leídos aumentar.

 

Chaito

 

Háganme saber si quieren este capítulo narrado por Suga 


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