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Una sola noche para ti por MomoDandelion

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Notas del fanfic:

Un escrito Scorbus.

Notas del capitulo:

Esto es un escrito de un solo capítulo, a futuro planeo hacer uno más largo pero por el momento quería mostrar este capítulo corto.

Había una palabra que podía describir a Scorpius Malfoy en ése momento y era "confusión" no se sentía listo para continuar algunos temas, tampoco se sentía decidido así que algunas veces creía que el mundo se le veía abajo entre pensamientos dolorosos donde no se apreciaba.
 


Él mismo era objeto de su propio problema, escuchar las voces de los demás le pesaba con bastante intensidad porque dejan heridas en su corazón, heridas que no eran fáciles de sanar. Su peor juez era él mismo, solía juzgarse a tal grado que no quedaba más para criticar.
 
Todos los días se levantaba con un solo pensamiento, uno de terror al tener que acercarse al espejo. Siempre tenía que mostrarse al espejo con una mirada de "un día más, tú puedes" y un intento de sonrisa que se borraba a los tres segundos, solo él sabía porque su rostro mostraba amargura ante todo.
 


Solía despertar en una cama diferente, siquiera recordaba si alguna vez durmió en la propia, era un sentimiento tan austero el sentimiento que desconocía y no podía encontrar respuesta o sentido para el mismo. ¿Quién eres? Se cuestionaba así mismo mientras veía su reflejo.
« Patético » se dijo a sí mismo dejando atrás a quién fuera, con la ley de "no sé duerme con nadie más de tres veces" era como se mantenía con el mismo ritmo de vida sin que nadie influyera en el mismo ya que la gente se creía con derecho de opinar sobre tu vida cuando se frecuentaba. Sin necesidad de dar explicaciones, sin necesidad de ataduras era como se podía mantener en una densa niebla interna llena de oscuridad, llena de insatisfacción.


 
— ¿Podemos dormir hoy también? — se pegó a él una chica rubia en el Gran Comedor, era de Ravenclaw — Soy lo que necesitas para llenar tu soledad — y ahí estaba ella, afirmando algo que siquiera entendía, por ello no llegaba a dormir más de tres veces con alguien.


 
— Lo siento, pero ahora toca dormir con un chico… Ya sabes, la facilidad de la dualidad — guiñó y se retiró buscando a su amigo. Cuando lo vió se acercó a él y recargó su cabeza para cerrar los ojos, no entendía como todo se disipaba a su lado. Podría llamarlo magia pero era un lugar donde las calabazas flotaban y los fantasmas atraviesan paredes con gran entusiasmo. Su amigo era el único que lo conocía, más allá de todos era él lo único que podía llevarle a la gloria o al fracaso si así lo deseaba.


 
— Vamos Scorpius — el aludido abrió los ojos, la gran mayoría ya se había marchado del Gran Comedor, se había quedado dormido en presencia de todos y se sintió avergonzado pero el aroma que desprendía Albus le hacía mantenerse quieto, le hacía sentir la familiaridad que desconocía. Era agradable como una cena navideña en Hogwarts y no como esas múltiples fiestas donde se aparentaba quién era mejor.
 
Ser acompañado a clases por sus amigos hacía que Scorpius Malfoy se relajará, se sintiera tranquilo y calmado olvidando todo lo demás.


Risas, bromas y un poco de juegos hacían que fuera el momento más ameno para el rubio. Le gustaba convivir pero se estaba olvidando de algo y era conseguir con quién dormir en la noche, cuando se dió cuenta ya era demasiado tarde y proceder con la oferta de la chica era posible que lo dejará totalmente atado así que dió un suspiro largo, era una noche que claramente no usaría para dormir. Desconocía su cama a tal grado que le incomodaba estar ahí. Agradece que el único acompañante en su habitación fuera Albus, así podía mantenerse despierto sin molestar aunque seguro su amigo trataría de acompañarlo.


 
Albus se levantó de la mesa listo para irse, Scorpius apenas y había tocado la comida, aunque no era raro en él, tenía un severo problema de alimentación que pocos notaban.
 
Lo siguió ya era tarde así que debían ir a la Sala Común, dispuestos a dormir y Scorpius se sentía preocupado por entrar a la habitación a dormir, no iba a poder hacerlo así que caminó lento.


 
— Anda, no te quedes atrás — lo jalo Albus mientras reía con los demás. El calor que sentía en su muñeca justo donde lo estaba tocando renació los sentimientos que había querido enterrar desde mucho tiempo atrás, la negación era su principal factor que lo hacía posible pero cada paso que daba lo traía de vuelta a la realidad. Scorpius Malfoy no iba a poder mantenerse en esa habitación cuerdo.
 
Abrir la puerta de la habitación después de despedirse de sus amigos se sintió demasiado pesado, giró su rostro a la cama vacía. No tenía ningún adorno en la misma así que en definitiva no le ocasionaba felicidad de dormir.


—Hace mucho que no venías a dormir, sé siente raro tenerte aquí — bromeó Albus mientras se quitaba el uniforme — un hábito que obtuve fue dormir casi desnudo así que tendrás que acostumbrarte — se rió y se subió a su cama mientras Scorpius se había quedado de piedra observando cada detalle, lunares que nunca había visto se mostraban ahora frente a él con una luz tenue. Se encaminó a su cama quitándose la capa y dejándose caer para mirar el techo sacándose los zapatos con sus mismos pies cayendo fuerte y sin rumbo al suelo. Cerró los ojos por un momento, intentó controlar la respiración, hasta que después de un rato sintió un peso que hundía más su cama — Estás muy callado hoy ¿Pasa algo? — el cabello de Albus hizo que abriera los ojos para ver su rostro demasiado cerca, no podía evitar sentir como su cuerpo gritaba que ocupaba calor humano así que atrajó al chico en un abrazo mientras su corazón se sacudía y estallaba flameante con solo tenerlo cerca.


 
— Para nada — dijo con una sonrisa mientras sentía la piel fresca de Albus cerca de la suya aunque él aún mantenía la ropa. Albus se removió un poco, se elevó y lo miró con fuerza como si juzgará lo que había dicho para reír.


 
— Hoy, ¿Scorpius Malfoy será mío? — preguntó Albus iniciando un pequeño fuego, uno que para Scorpius no iba a ser fácil de apagar. Así de un momento a otro sintió el calor de sus labios en una danza finita dónde el tema era reconocer el terreno, la sensación de placer por solo un pequeño roce, ni en sus más locos sueños había sentido tanta delicia en un solo beso. Repasó sus labios como si de una partitura se tratará.


 
Acarició su cuerpo como si estuviera tocando una hermosa melodía, una demasiado hermosa y triste porque se sentía tan irreal que no podía ser cierto, le dolía el corazón pero si esa era la oportunidad de ceder todo lo que tenía guardado para él, lo haría una y mil veces.
 
Albus se elevó, se puso de rodillas y Scorpius no quiso alejarse de la fascinación de sus labios así que imitó la acción para seguir rozando sus labios con delicadeza.
 
Tocó con su dedo parte de su cuerpo con suavidad mientras se deslizaba hasta la clavícula para ir hasta su cuello de forma calmada.
Su hueso sobresalía lo suficiente para poder acariciarlo con suavidad mientras la sensación dura hacía que se centrará en él y pudiera precipitarse a besarlo, el cuerpo desnudo de Albus ante sus ojos era como un festín diseñado para una fiesta de alta alcurnia, posó sus labios tanto como pudo sobre su piel.
 
Su amigo sacó con facilidad su camisa, Scorpius se dejó guiar sintiendo lo irreal del encuentro. Lo volvió a empujar contra la cama y se acomodó para retirar lo que restaba de ropa sintiendo el fresco cubriendo su piel y volviendo a sentirse cálido por los besos de Albus iniciando desde sus piernas para aferrarse en su miembro al cuál le dió un total cariño inexacto que lo volvía a remontar en un fuego intenso.


 
Albus se montó sobre él para poder ayudarse y sumergir el miembro ajeno dentro, se sintió lleno, feliz. Scorpius nunca había probado tal gusto que se dejó llevar para poder alcanzar las estrellas, aquellas que estaban lejos.
Movió sus caderas estremeciéndose por cada ola de satisfacción que su cuerpo obtenía, se dejó llevar mientras Scorpius observaba desde abajo al chico que ante sus ojos se veía como una obra de arte, demasiado increíble. Su sudor era como gotas de cristal cayendo después de romper una preciosa figura en mil pedazos y quedaban en el cuerpo ajeno para darle un brillo especial y un toque de misterio.


 
Las diferentes posiciones los hicieron culminar en inexactos momentos mientras aprovechaban la noche, única testigo del estreno de esa cama. Se quedaron con una pequeña sonrisa de complacencia hasta dormir, justo en el amanecer mientras unos rayos de luz iluminaban el frío lago que esclareció con la luz filtrada.
 
Y por primera vez Scorpius Malfoy había dormido en su cama, abrazando al chico que le había generado seguridad y satisfacción y por única vez sintió que la niebla que siempre llevaba consigo se desvanecía, justo después del amanecer, justo después del alba entrelazando los dedos de su única esperanza de seguir disipando esa espesura que le generaba una enorme carga.
Notas finales:

¡Si llegaste hasta aquí, gracias por leer!


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