El reloj marcaba las 9 de la mañana, y unos tenues rayos de sol se colaban por los pequeños espacios que no cubría la negra cortina; masajeaba sus sienes intentando mitigar el fuerte dolor de cabeza que lo atormentaba; estaba confundido, no sabía con exactitud que había ocurrido la noche anterior, pero sabría que las consecuencias no serían nada buenas.
Ahí yacía junto a el un cuerpo denudo debajo de las sabanas; piel blanca y con pequeñas pecas en la espalda y hombros, mechones de su negro cabello caían sobre su rostro evitando apreciar en plenitud sus facciones. Miró a lo largo de su habitación la ropa tirada intentando reconocer algo que fuera suyo. Ahí estaba; al pie de la cama se podía observar su boxer negro; se levanto con sumo cuidado, y lo tomó para luego dirigirse al baño; la imagen que vio reflejada en el espejo lo sorprendió, miles de marcas rosáceas y violetas cubrían su cuerpo. Intentando despertar de aquella pesadilla se lavó enérgicamente la cara. Por su mente solo corría un pensamiento François, como le diría al hombre con el que había pasado 3 años de su vida que en una sola noche había echado todo a la basura, se miró en el espejo y no le gusto la imagen que vio, talló sus ojos fuertemente; finalmente dio un último suspiro antes de abrir la puerta; cual fue su sorpresa, el hombre ya no se encontraba en la cama, sonrió para si pensando que su problema había desaparecido y sin más comenzó a acomodar la cama. Sorpresivamente unos brazos rodearon su pequeña cintura.
- Anoche estuviste maravilloso
El cuerpo de Christian se paralizó al escuchar la varonil voz cerca de su oído; el hombre seguía ahí, que haría, se encontraba demasiado nervioso, temía enfrentarse con su debilidad. Sin saber como, logró adquirir de nuevo el control de su cuerpo y sin más alejo las manos del individuo de su nívea piel.
- Me alegró que uno de los dos se acuerde de lo que pasó anoche- agregó molesto mientras se alejaba de él. Pero cual fue su sorpresa aquel hombre se encontraba desnudo y acercándose peligrosamente hasta que lo dejó acorralado contra la pared.
- Si quieres podemos repetir cada momento- el rostro del hombre se iba acercando peligrosamente al suyo.
- No!!- un fuerte gritó se escucho a lo largo de la habitación, el castaño se encontraba con los ojos cerrados y había ladeado su rostro evitando el contacto a lo cual el extraño respondió con una sonrisa perversa.
Christian se separo de inmediato del moreno y sin más comenzó a recoger su ropa y encaminarse con paso firme hacia la sala mientras el extraño le seguía, hasta que ambos sujetos llegaron a la puerta del pequeño departamento.
- Será mejor que te vayas- rompió el silencio mientras le entregaba sus ropas al chico delante de el.
- ¿Tan rápido?, ¿Ni siquiera un café?
El castaño se sorprendió ante el cinismo de aquel hombre, sus nervios se encontraban alterados y ese comentario había logrado sacarlo de sus casillas.
- No, con lo que te di anoche fue más que suficiente, así que por favor, vete
- No quiero
Aquella respuesta le sorprendió, como ese hombre se atrevía a desafiarlo, era un chico tranquilo y tolerante pero esto había sobrepasado sus limites.
- Mira- el de ojos miel hizó una pausa intentando recordar el nombre del extraño pero sus esfuerzos fueron en vano- en serio necesito que te vayas
- Ethan
- Qué?
- Me llamo Ethan.... Christian- puntualizó al final el moreno, lo cual le sorprendió; aquel chico si recordaba su nombre lo cual le hacia sentir más culpa y vergüenza de sí mismo - Qué?, acaso pensabas que me acostaba con alguien de quien ni siquiera conozco el nombre?
La expresión de Christian cambio repentinamente, acaso ese tipo le estaba insinuando que él iba de cama en cama, sintió que la sangre le quemaba por dentro.
- Mira ETHAN, ya estoy algo harto de tu presencia así que ¿porque no te vas largando de aquí?...- abrió la puerta al terminar de decir estas palabras y saco al chico de su apartamento sin importarle que estuviera desnudo- Adios- fue lo ultimo que dijo para cerrar la puerta en la cara del individuo.
- ¿Pero que...?- Murmuró el moreno para si al verse de pie en medio del pasillo desnudo; con molestia se coloco sus pantalones y su camisa- y mis zapatos?- antes de que Ethan terminara de decir estas palabras la puerta frente a el se abrió y vio que un par de zapatos salieron volando para caer a escasos centímetros de sus pies.- Gracias por la hospitalidad- gritó para luego dejar rápidamente el lugar.
Ya solo en su apartamento Christian se dirigió de inmediato a su alcoba y comenzó a buscar entre sus ropas hasta que sacó un holgado pants gris que uso para cubrir su casi desnudo cuerpo. Lo único en lo que pensaba era en limpiar el desorden, quitar rastro alguno que pudiera delatar su infidelidad, lavaría las sabanas; el piso, los muebles, todo lo que le recordara aquel momento de debilidad, todo excepto las marcas que llevaba en su cuerpo. Unos golpes en la puerta lo sacaron de su ensimismamiento y algo molesto se dirigió a ella, el tal Ethan se estaba volviendo un gran problema.
- ¿¿Se te ofrece algo mas??- decía molesto mientras abría la puerta; su rostro fue adquiriendo un color más pálido al ver al hombre que se encontraba frente a el - François- murmuró sorprendido mientras el hombre frente al el lo miraba de arriba abajo furioso.
- Veo que te divertiste anoche- el recién llegado paso alado de Christian sin siquiera mirarlo a la cara
- No es lo que piensas... estaba borracho, ni siquiera recuerdo lo que paso- su voz temblaba, sabía lo mucho que su pareja creía en la fidelidad y que tal vez no sería perdonado, se acerco a su él con la cabeza baja; podía sentir el dolor que emanaba de él y todo era su culpa.
- No me importa el estado en el que te encontrabas, el hecho es que me engañaste y al parecer te divertiste en gran medida- François se encontraba inexpresivo mientras sostenía unos boxers entre sus manos que previamente había tomado de entre los cojines del viejo sillón de la sala.
- François.... Perdoname por favor, esto no se volverá a repetir, lo prometo
- Claro que no se volverá a repetir- su semblante frío dolía como una puñalada en el corazón de Christian- no se volverá a repetir porque esto terminó- mientras decía esto se alejaba de Christian lentamente rumbo a la puerta.
El castaño sintió una opresión en el pecho que le dificultaba respirar, podía sentir sus ojos llenarse de lagrimas que se escapaban y rodaban por sus blancas mejillas- Pero... François... te amo- al terminar de pronunciar estas palabras su cuerpo se torno débil y se dejo caer en el mullido sillón en el cual rompió en llanto.
- No Christian... no me amas, si me amaras no hubieras hecho lo que hiciste, me engañaste... cuando lo único que te pedía era tu fidelidad... me voy, no me busques por favor, no quiero saber de ti... es demasiado doloroso- mirar al hombre al que amaba, ahí sentando con lagrimas en los ojos, tan frágil, tal vulnerable le partía el alma, pero su traición le hacía imposible poder convivir con el sanamente, era demasiado doloroso... por un momento dudo en dejarlo, pero su orgullo podía más que él y sin decir más salió del departamento y de la vida de Christian.