Ya se acercaba el cumpleaños de Naruto, tanto Sakura como su sensei se preguntaban que cosa sería un buen regalo para ese especial chico rubio, el cual para una era como su hermano y para el otro era ya más que un pupilo.... Era un amigo muy estimado.
Ambos llevaban ya varias semanas pensando en que podría ser un detalle adecuado para el rubito, pero sólo no se les ocurría nada bueno que darle.... Naruto ya no era el mismo ninja hiperactivo no.1 en sorprender a la gente, no, ahora era un muchacho próximo a cumplir la mayoría de edad, por lo tanto.... Su regalo debía ser muy especial y bastante significativo.
Sakura y Sai ya le habían dado mil y una ideas a su sensei de que era o que podrían regalarle al ojiazul, pero al final de cuentas ninguna de ellas convencía a alguno de los tres, lo único que tenían seguro el conjunto de ninjas, era que el tiempo estaba por terminarse.... Un par de semanas más y sería el cumpleaños de Naruto.
La lista de posibles regalos iba desde un nuevo juego de kunais con características especiales, hasta unos días de vacaciones en cualquier lugar paradisíaco del mundo ninja, pero nada.... Sabían que ninguna de esas cosas haría que Naruto fuera completamente feliz.... Pensaron que si tal vez pudieran traer a su mejor amigo de vuelta podrían darle al Uzumaki una gran alegría, pero esa opción también estaba descartada.... Hacía ya bastante tiempo que el menor de los Uchiha había terminado con la existencia de su hermano y parecía no querer volver nunca más a Konoha, así que eso tampoco era viable.
Un día después del acostumbrado entrenamiento del equipo 7; Kakashi, Sai y Sakura decidieron quedarse a pensar que era lo que debían darle al rubito.... Esa tarde aunque se les fuera la vida en ello, decidirían cual sería el regalo perfecto para su querido amigo....
-Bien chicos, hoy tenemos que resolver que vamos a regalarle a Naruto, ya sólo faltan dos semanas para su cumpleaños y no hemos decidido nada aún, así que daré por terminado el entrenamiento y nos reuniremos en el parque después de que estemos seguros de que él ya está en su casa-. Kakashi, Sakura y Sai se encontraba reunidos y cuchicheando entre ellos, cuando....
-¿De que hablan ttebayo?-. Naruto les había aparecido por detrás y por estar tan sumergidos en su plática no se percataron de su presencia, así que se llevaron un gran susto.
-¿Eh?.... ¡Ah, no! De nada importante Naruto.... ¿Sabes?, le decía a los chicos que pienso que hoy hemos entrenado suficiente así que, está bien si cada uno se retira a su casa a descansar -. Comentó el sensei con una enorme sonrisa que podía apreciarse aún debajo de la máscara.
-Por mi está bien ttebayo, pero....-. Contestó el rubito, sin embargo no terminó de hablar porque fue interrumpido.
-Nada, nada Naruto.... Aprovechemos a que Kakashi-sensei nos ha dado la tarde libre para descansar.... Mira que esto no pasa todos los días-. Le decía la pelirrosa en un tono por demás convincente.
-Si Naruto-kun, hay que ir a casa a relajarnos y a disfrutar de una deliciosa tarde de descanso-. Apoyaba Sai a su compañera y pareja sentimental
-Bueno, ya que estamos todos de acuerdo.... Me voy-. Kakashi desapareció en medio de una voluta de humo.
-Nos vemos mañana chicos, cuídense-. Se despidió el Uzumaki de sus amigos.
-¡Que te vaya bien! Naruto-kun-. Le decía un Sai bastante sonriente
-Adiós Naru-chan-. Ahora era la pelirrosa quien se despedía.
Naruto se giró sobre sus talones y emprendió rumbo hacia su casa, pero no se percató que el pequeño cuadernillo que llevaba en la bolsa trasera de su pantalón se había salido de esta, quedando tirado a unos pocos metros de donde se encontraban Sai y Sakura.
-Bueno fea, también nosotros tenemos que irnos para encontrarnos con Kakashi-sensei-. Mencionó el pelinegro con una sonrisa, pues sabía muy bien que con una sola palabrita ya había conseguido hacer rabiar a su adorada novia. Desde hacía un par de meses, ambos chicos sostenían una bonita relación amorosa.
-¡¡Arghhhhh!! Sai-baka, si no te quisiera tanto te daría tu merecido-. Contestó bastante enojada la ojiverde y levantando el puño amenazadoramente.
-Lo se mi feita linda, pero es de cariño ya lo sabes-. Se excusaba el ex-ANBU, mientras que le daba un tierno beso en la frente a su novia
-Te aprovechas porque sabes que te quiero-. Decía Sakura mientras le besaba en la mejilla.
La pareja comenzó a caminar y varios pasos después, se toparon con el cuadernito que se le había caído a su amigo....
-Mira Sai, ese es el diario que le regalé a Naruto el año pasado-. Expresó la pelirrosa mientras se agachaba para recogerlo.
-A ver, déjame revisar eso feita-. Dijo con interés el pelinegro.
La pelirrosa le pasó el objeto a su novio y vio que este lo observaba de manera muy detenida, todo iba bien hasta que Sakura se dio cuenta de las intenciones de Sai....
-No Sai, ¿qué haces?.... No puedes abrir el diario de Naru-chan, lo que tiene escrito ahí son cosas privadas.... Personales y no debemos revisar lo que ha puesto ahí-. La pelirrosa no estaba de acuerdo con lo que estaba a punto de hacer el ojinegro.
-Mira Sakura se que no es correcto, pero.... Si echamos una rápida ojeada, ten en cuanta que podremos averiguar más o menos que puede hacer feliz a Naruto y así darle el mejor regalo de cumpleaños que podamos-. Sai trataba de convencer a la Haruno para que aceptara su idea.
Después de varios minutos de debatir entre abrir o no el dichoso diario, la pelirrosa terminó por aceptar la idea de su novio y echarle una ojeada ligera para saber cual era el mayor anhelo de su rubio amigo.
En la primera hoja se encontraba una hermosa dedicatoria que le había hecho Sakura a Naruto....
-Le quieres mucho, ¿no?-. Preguntó Sai algo celoso.
-Tranquilo amor.... Si le quiero mucho, pero solamente como a un hermano.... No seas celoso-. Dijo burlonamente la de ojos jade.
Una vez aclarado el punto entre la pareja, se dispusieron a revisar el diario....
Tremenda fue la sorpresa que se llevaron ambos cuando empezaron a leer el cuadernillo y página a página sólo encontraban grabado un nombre....
-¡¡Vaya!! En verdad no tenía idea de que Naruto sintiera eso por él-. Expresó en tono asombrado la Haruno.
-Cierto, pero.... Creo que esto nos facilita las cosas en cierto modo feita linda, vamos a reunirnos con Kakashi-sensei para que así les platique a los dos la idea que acaba e ocurrírseme-. Dijo Sai muy entusiasta.
Una vez estando con el peligris....
-Pues si Kakashi-sensei, parece ser que Kami-sama quiere que Naruto sea muy feliz en su cumpleaños número 18, pues por casualidad encontramos su diario y como verá.... En él hayamos la respuesta a nuestra pregunta.... Tenemos que ira buscarlo pronto por que ya no queda mucho tiempo-. El ojinegro estaba emocionado porque al fin su búsqueda había terminado, aunque todavía quedaba el detalle de tener que ir en su búsqueda.
-¡¡Uhmmm!! Si, tienes razón Sai.... Hay que poner manos a la obra y darnos prisa por que traerlo hasta aquí nos tomará algo de tiempo.... Cosa que se nos está agotando-. Comentó Kakashi.
-Así es, la travesía es larga y además creo que tenemos que convencer a Tsunade-sama para que nos deje hacer ese viaje tan lejano-. Aportaba la pelirrosa.
-Si, pero si lo piensas mi feita linda.... Eso no será difícil.... Hokage-sama lo único que quiere es ver feliz a Naruto, así que no creo que se niegue a dejarnos ir a buscar su regalo-. Las palabras de Sai eran muy ciertas.
-Entonces, para no atrasarnos y como aún es temprano.... Vayamos a verla ahora porque además tenemos la ventaja de que Naruto no está con nosotros, así no se entera de nada y podemos darle la gran sorpresa el día de su cumpleaños-. Sakura estaba muy contenta porque sabía que el rubio se merecía una felicidad como la que ellos planeaban darle.
Los tres se dirigieron a hablar con la Godaime y ella no dudó mucho, aceptó casi de inmediato la propuesta de sus ninjas y les dijo que les permitía partir al día siguiente a primera hora para que así Naruto no notara nada, ya ella se encargaría luego de explicarle a su niño el por que de la ausencia de sus compañeros, claro que la excusa sería una gran mentira, pero todo valía la pena por lograr que el chico fuera feliz, lo merecía después de tantos años de sufrir por varias razones.
Kakashi fue el encargado de llevar el diario de Naruto a casa de este para que no se diera cuenta de que en algún momento lo había extraviado y así no llegara a pensar que alguien había podido estar husmeando algo tan personal. El rubio dormía plácidamente en su cuarto, completamente olvidado del mundo....
-Si Naruto, duerme tranquilo.... Nosotros nos encargaremos de que tengas el mejor cumpleaños de toda tu vida-. Kakashi salió del lugar como entró, en completo silencio y sin que Naruto se percatara de nada de lo que ocurría a su alrededor.
A la mañana siguiente, podía verse como tres ninjas, todos de alto rango.... Abandonaban Konoha a toda velocidad....
Mientras tanto....
Naruto dormía plácidamente en su cama, cuando en eso.... Toc, toc, toc.... Alguien llamaba a su puerta....
-¿Quién será a estas horas ttebayo?-. El rubito fue a abrir su puerta y encontró que Neji era quien lo visitaba tan temprano....
-Ohayo Naruto-kun, Tsunade-sama me ha mandado a informarte que el entrenamiento de tu equipo se ha cancelado por los próximos 8 o 10 días y ya que tus compañeros no van a estar durante todo ese tiempo....Para que no pierdas ritmo puedes entrenar con nosotros-. El pelilargo decía tranquilamente.
-Pe.... Pero, ¿cómo es eso? ¿Cómo que mi equipo no está? ¿A dónde fueron?-. Naruto preguntaba incrédulo.
-¡Uhmmm!, al parecer Tsunade-sama les mandó a hacer una misión especial.... Muy, muy importante, no estoy muy bien enterado del asunto así que, si quieres saber más, pues ve a la oficina de ella y supongo que allá te explicará mejor las cosas.... Nos vemos después Naruto-kun-. Neji desapareció rápidamente y dejó a Naruto desconcertado.
Media hora después.... Oficina de Tsunade....
-¡¡¡Quiero una explicación o-bachan!!!.... ¿Por qué no fui de misión con mi equipo?-. Naruto estaba muy molesto por haber sido ignorado para ese trabajo.
-Cálmate Naruto, déjame explicarte.... Y (antes de seguir hablando, la rubia le suelta un golpe en la cabeza), ya te he dicho mil veces que no me llames abuela, eso es para que aprendas-. Tsunade estaba enojada por el apelativo con el que la llamó el ojiazul.
-Itai.... ¡¡Eres mala!!-. El rubito se sobaba la cabeza con desesperación.
-Si, si.... Lo que tú digas, ahora déjame decirte por que no fuiste con tus compañeros-.
-¡¡Bah!! No importa, yo entrenaré con el equipo de Neji mientras ellos no están, así que no hay ningún problema-.
-"¡¡Ufff!! Esto fue más fácil de lo que pensé, supuse que tendría que inventarle una pequeña mentirilla, pero no fue necesario gracias a Kami"-. Esos eran los pensamientos de la Hokage.
-Bueno Naruto, me parece muy bien que te incorpores al equipo de Gai-sensei durante estos días en los que tus compañeros no estarán, de esa forma no perderás ritmo.... "Ni te enteraras de que planeamos una fiesta sorpresa para ti y menos que el regalo más importante fueron a buscarlo tus amigos...."
-Si, como sea ttebayo.... Bueno o-bachan, me voy a entrenar-. Naruto sabiendo lo que dijo, salió corriendo del despacho de la hokage, pues tenía en cuenta que la mujer no le pasaría que le hubiese llamado abuela por segunda vez en el día.
-¡¡¡¡¡NARUTOOOOOOOOOO!!!!!-. Fue lo último que escuchó el rubito, pero ya estaba bastante lejos como para ser alcanzado por la rubia.
Los días comenzaron a pasar y el equipo de Kakashi aún no volvía de su misión, pero era lógico.... El lugar al que habían ido a buscar el regalito, se encontraba bastante retirado.... 4 días de camino de ida y vuelta.... En total 8 días para que volvieran a Konoha.
Entre más cercano estaba el día de su cumpleaños, Naruto se ponía cada vez más triste por que parecía que ni siquiera sus amigos más allegados se acordaban de la fecha que venía, ninguno de ellos daba seña de estar haciendo algo especial para él como lo habían hecho en años anteriores, en los que habían organizado reuniones muy íntimas (sólo entre amigos) para festejar ese acontecimiento
Ya era 9 de octubre, era de noche y sus más queridos amigos aún no habían vuelto de su misión, eso tenía muy triste a Naruto por que al parecer su cumpleaños lo pasaría solo, tal y como lo hacía antes de que en su vida hubiera tantas personas que le apreciaran sinceramente.
10 de octubre....
Naruto se despertó un poco tarde, se levantó de su cama y tomó una ducha para posteriormente vestirse y tomar el desayuno.... Ramen instantáneo y algo de leche.
El rubio decidió salir a caminar por la aldea, todos le miraban, pero ya no como antes.... Ahora la mayoría de los aldeanos le admiraban y respetaban, pues eran conocedores de sus grandes logros y los y las jóvenes le veían algunos con ojos de amor y otros tantos con ojos de deseo por que algo era muy evidente.... Naruto a sus recién cumpliditos 18 años se había convertido en un hombre hermoso en toda la extensión de la palabra.
En fin que, el día transcurrió sin que ninguno de sus amigos se le acercara a felicitarlo, ni siquiera los había visto por casualidad, incluso parecía que todos se habían encerrado en sus casas y no pensaban salir de ellas durante todo ese día.
El tiempo se le hizo eterno a Naruto, las horas pasaban lentas y nadie se acercaba a decirle un: felicidades amigo o algo por el estilo y que decir de la persona más importante para él.... Ni siquiera se encontraba ahí. La noche llegó y el joven kitsune se sentía desolado, había pasado la mayor parte del día en el viejo puente donde acostumbraba a reunirse con su equipo, lo único que hacía era contemplar el correr del agua y a las aves que volaban en lo alto del cielo, nada.... Ni una mosquita se le acercó, pensó tristemente que nadie se había acordado de él, o eso era lo que creía nuestro rubito adorado.
Eran exactamente las 8 de la noche cuando Kotetsu llegó corriendo a buscarlo.... El shinobi le dijo que había sucedido algo grave y que la godaime requería su presencia inmediatamente en su oficina, el ojiazul no dudó un solo segundo y acudió rápidamente al llamado.
Cuando entró a la torre de la Hokage, todas las luces se encontraban apagadas, sólo se notaba un pequeño resplandor al final de las escaleras, así que se dirigió hacia allá.... Una de las tantas puertas que había en el pasillo se encontraba entre abierta....
-O-bachan.... ¿Estás ahí?-. Naruto estaba desconcertado, no se escuchaba ningún ruido y menos se notaba la presencia de alguien.
Por sentido común, Naruto se dirigió hacia el cuarto con la puerta semi-abierta, entró a la habitación y todo estaba oscuro, pero.... De repente las luces se encendieron y se escuchó un grito....
-¡¡¡¡¡SORPRESA!!!!!-. Todos los amigos del kitsune se encontraban reunidos ahí para celebrar su aniversario, Naruto que se encontraba muy emocionado no pudo evitar que unas cuantas lagrimillas traviesas se le escaparan, pero eran lágrimas de felicidad, por saber que sus amigos no se habían olvidado de él y que le habían preparado una pequeña fiesta para festejar ese día tan importante de su vida.
El Uzumaki estaba feliz y es que, ¿cómo no estarlo?, sus queridos amigos le habían preparado un linda fiesta sorpresa, sin embargo, algo le hacia falta.... Sakura, Kakashi y Sai no estaban con él así que inconcientemente dibujo una mueca de decepción, cosa que no pasó desapercibida por Tsunade, quien al instante le dijo: -Tranquilo.... Ya llegaran, ellos fueron a buscar tu regalo de cumpleaños-.
-¿Nani?.... ¿Mi regalo de cumpleaños?-.
-Si, tú regalo Naruto.... El más especial de todos.... Ya lo verás, lo que pasa es que tu regalo está muy lejos y bueno.... Creo que debes tener paciencia-. Dijo con dulzura la rubia mujer.
Una hora después de que hubiera empezado la fiesta, Los tres amigos de Naruto hicieron su aparición....
-¡¡¡Holaaa!!!-. El peligris sensei saludaba muy animadamente.
-¡¡¡Kakashi-sensei!!! ¿Dónde están Sakura-chan y Sai?-.
-Aquí estamos baka y.... Te traemos una sorpresa.... Estamos 100% seguros de que nuestro regalo será el mejor que recibas en mucho tiempo-. Decía el pelinegro muy seguro de si mismo.
-¿Cuál es la sorpresa?.... Díganme ttebayo-. Naruto estaba impaciente, de repente; una figura conocida para él hizo su aparición ante sus ojos....
-Hola Naruto, feliz cumpleaños-. Dijo el chico recién llegado.
-Gaa.... ¿Gaara? ¿Qué haces aquí?-.
-Pues verás amigo.... El.... El es tu regalo Naruto, así que.... Disfrútalo y quiérelo mucho siempre-. Dijo Sakura al borde del llanto, pues le emocionaba ver la cara de felicidad mezclada con desconcierto que presentaba su rubio compañero.
El pelirrojo se acercó al kitsune y le susurró al oído: -De ahora en más.... Soy tuyo solamente-. Naruto no cabía en su asombro, frente a si estaba Sabaku no Gaara diciéndole que era suyo.... El chico al que amaba desde hacía mucho tiempo le estaba diciendo que le pertenecía completamente.
Todos miraban a la parejita, estaban a la expectativa de que era lo que seguía.... El Sabaku sin ningún pudor ni vergüenza.... Tomó a Naruto por el mentón y le dio un beso suave en los labios, un roce delicado que decía: Te amo más que a nada en la vida.... Un suspiro generalizado se escuchó por toda la sala, muchos sabían desde hacía tiempo que Gaara amaba a Naruto, más este nunca le había hablado de sus sentimientos por el temor al rechazo, pero todo el miedo desapareció cuando tres ninjas de Konoha aparecieron en su aldea y le dijeron lo que sabían y que ellos deseaban hacer feliz a Naruto en ese día tan especial y Gaara escuchando toda la historia del diario y lo que en le había escrito en el, accedió a acompañarlos para pasar esa fecha especial con el rubito que tanto quería.
Gaara y Naruto, comieron, bailaron, se rieron y disfrutaron de su compañía y al cabo de un rato, Jiraiya se les acercó disimuladamente y le dijo a Naruto: -Deberías ir a disfrutar tu regalo.... Yo te cubro para que salgas sin que nadie te vea-.
-¿A qué te refieres Ero-sennin?-. Preguntó el rubito.
-¡¡¡Por kami!!! Esto es el colmo, de 18 años y sigues siendo tan inocente.... No puedo creerlo, pero en fin.... Kazekage, espero que usted si me haya entendido, yo les cubro.... Váyanse-. Les dijo el sannin con una risilla pícara.
Los shinobis hicieron caso de lo que les había dicho el maestro del rubio, así que se escaparon de la fiesta y fueron a parar a la casa del kitsune, estando ahí...
-Bueno Naruto, es hora de que le quites la envoltura a tu regalo y.... Hagas con el lo que quieras-. Gaara usó su tono de voz más seductor.
-No entiendo ttebayo-.
-Eso es lo que más amo de ti Naruto.... Esa inocencia desbordante, sin embargo, ya que tú no sabes a que me refiero con eso de que le quites la envoltura a tu regalo.... Esta noche tu presente te complacerá en todo y.... Se quitará la cubierta para ti-. Gaara se acercó a Naruto y lo besó, el pelirrojo comenzó a despojarlo de sus ropas al tiempo que hacía lo mismo con las suyas.... Para Naruto esto era algo nuevo, el jamás había estado con nadie en una situación similar, pero a pesar de que no tenía muy claro que era lo que venía, se dejó hacer por que estaba disfrutando mucho las caricias, besos y roces que Gaara depositaba tiernamente sobre su cuerpo.
Esa linda noche en la que la luna y las estrellas brillaban con mayor intensidad que nunca, regalándoles su luz que se colaba traviesa por la ventana del departamento del rubio.... Naruto y Gaara se amaron con intensidad, con pasión, dulzura y ternura infinita.... Fueron uno varias veces y el rubito no pudo hacer más que agradecer a kami-sama y claro, también a sus amigos por haberle hecho el mejor regalo de cumpleaños de su vida.... El amor llegó a nuestro querido kitsune un 10 de octubre y él.... Esperaba con todo el corazón que no se fuera nunca de su lado.
FIN