Un viaje Inevitable… por VeKo

-Mokona es la mejor- el pequeño ser blanco salía de entre las prendas de un alto hombre de cabellos oscuros y ojos rojos.

-ya cállate maldito monstruo blanco-

-ohh Kuro-chan es malo- volvió a hablar el pequeño ser

-si, Kuro-tan no seas malo con Mokona- esta vez quien habló fue un joven de ojos color zafiro y cabello rubio, pero sus palabras parecieron exacerbar al de cabello oscuro.

-ven acá déjame rebanarte con mi espada- le gritó el de cabello negro al rubio.

-kyyaaaaa Kuro-rin se ha vuelto loco- los dos comenzaron a correr por una calle.

-Kurogane-san, Fye-san, donde creen que nos encontremos- pregunto un chico de cabello castaño y ojos cafés, logrando que ambos hombres se detuvieran para observarlo.

-Mokona lo sabe-

-por favor Moko-chan dinos- la voz de una joven de ojos verdes y cabello castaño se dejo oír.

-esto es Japón- respondió.

-Japón... demonios, este no es el Japón que yo conozco-

-no este es el Japón de Yuuko-san-

-ahhh así que hemos vuelto al mundo de esa bruja-

-si, pero Mokona no sabe como llegar con Yuuko-san- dijo la pequeño bola blanca con pesar.

-esta bien Mokona no te preocupes, por ahora es mejor que comencemos a buscar donde refugiarnos, parece que en cualquier momento habrá una tormenta, aunque no creo que tengamos que quedarnos en este mundo mucho tiempo, dudo que aquí hayan plumas, será mejor que tratemos de llegar con la bruja de las dimensiones para hablar con ella-

-es verdad, Mokona no siente la presencia de plumas, además Mokona tiene prohibido hablar frente a otras personas en este Japón-

-eh y eso ¿por qué?- pregunto el rubio extrañado.

-¡¡¡PRINCESA!!!- antes de que se percataran, una bicicleta se dirigía a ellos, y sobre ella un joven dormido de cabello negro, pero por suerte para la joven, un pelirrojo la empujo ligeramente, consiguiendo apartarla del camino, aunque el resultado fue quedar aplastado por la bicicleta y el otro joven.

-¡TEME KITSUNE PORQUE DEMONIOS NO TE FIJAS POR DONDE VAS!- grito el pelirrojo furioso.

-¡además ya quítate de encima de mí!- el otro chico finalmente despertó y reparo en la situación, pero haciendo caso omiso de los gritos del pelirrojo, tomo su bicicleta y se disponía a marcharse.

-oye maldito kitsune no vas a decir nada, casi chocas a esta linda chica- dijo señalando a Sakura, quien al igual que sus compañeros veía la escena atónita.

-mhh... do’hao- fue todo lo que dijo, el pelirrojo preparo su puño para golpearlo, pero una dulce voz a su espalda lo detuvo.

-muchas gracias por tu ayuda- la voz pertenecía a la encantadora chica que acaba de salvar, pero dos voces más se unieron a la primera, sin darle tiempo ni para sonrojarse.

-muchas gracias por ayudar a Sakura-hime-

-si gracias por ayudar a Sakura-chan-

El pelirrojo observó a los sujetos que acompañaban a esa chica, el primero que hablo al igual que él y que la chica tendría aproximadamente su edad, los otros dos en cambio parecían ser un poco más maduros, pero lo que más le llamo la atención fueron sus ropas, supuso que vendrían de algún cosplay así que no le dio mayor importancia, le parecieron personas muy agradables, en especial la chica, aunque el de cabello negro le dio mala espina, le recordaba al baka kitsune, pero pensó que en general parecían muy agradables.

-ehhh no, no fue nada, es que ese baka- al decir esto miro a su alrededor y vio que el otro joven de cabello negro ya se había marchado.

-¡ahhh ese maldito zorro apestoso me las va a pagar!- volvió a fijarse en los otros jóvenes y notó que lo miraban así que decidió seguir dialogando con ellos.

-no sabía que habría un cosplay en la ciudad-

-¿cosplay, qué es eso?- pregunto el rubio con interés.

-eh bueno, es... ya saben cuando la gente se disfraza y... oigan si no vienen de un cosplay ¿por qué se visten así?-

-en realidad somos extranjeros.- respondió el chico de cabello castaño, con una sonrisa que al pelirrojo le hizo recordar a su mejor amigo.

-te pareces a Yohei...-

-ehhh yo... –

-jaja mi mejor amigo, se llama así, ahhhh lo siento este TENSAI olvido presentarse, soy Sakuragi Hanamichi, pero porque ustedes me agradan pueden decirme Hana-

-gracias soy Syaoran, es un placer- dijo el joven haciendo una reverencia.

-mi nombre es Sakura, es un placer- dijo la chica con una sonrisa.

-Y yo soy Fye D. Flowright, este de aquí es Kuro-tan, y esta es la pequeña Mokona- mientras hablaba el rubio se señalo a sí mismo, luego a su compañero de cabello negro que solo lo miro con odio y por último levanto a la pequeña bolita blanca con orejas, que no se movió ni un céntimo, al pelirrojo esta última acción le extraño, ya que no entendía porque ese tipo le mostraba un peluche blanco pero supuso que debía ser una costumbre extranjera.

-soy Kurogane, maldito porque no puedes decir bien mi nombre- el pelirrojo ignoro los comentarios del moreno al rubio y prosiguió hablando.

-bueno es un placer, me alegro que no te haya pasado nada Sakura-chan, pero ahora este Tensai debe retirarse, espero que nos veamos pronto- su tono jovial los hizo sonreír, pero antes de que se alejará, el rubio lo detuvo para pedirle un favor.

-disculpa Hana-kun, pero es que realmente estamos perdidos, y bueno... podrías ayudarnos a llegar a un lugar-

-ehhh, si claro, pero... bueno yo ahora tengo entrenamiento y no puedo retirarme aún, pero si quieren pueden esperarme apenas termine la práctica yo puedo guiarlos a donde sea que se dirigen-

-de verdad apreciaríamos mucho su ayuda Sakuragi-san- dijo el chico de cabello castaño.

-jeje, vamos Syaoran puedes decirme Hana, para que no esperen aquí, porque no me acompañan a mi práctica de basketball, ya que parece que va a llover, eh que dicen-

-claro, jajaja- dijo con una sonrisa el rubio, mientras todos comenzaron a seguir al pelirrojo.

-por cierto Hana-kun, ¿qué es el basketball?- pregunto con naturalidad.

-Fye no sabes lo qué es el basketball- el de ojos claros solo atinó a mirar a sus compañeros, pero ninguno parecía conocer el termino.

-del lugar de donde provenimos no se conoce el basketball- explico rápidamente Syaoran.

-de verdad, y de donde vienen, parecen europeos, bueno menos el vampiro ese, él parece japonés, pero hasta donde sé en Europa también se practica este deporte.-

-oye a quien le dices vampiro- pregunto el de ojos rojos mirando a su guía.

-es que te vistes todo de negro, y esos lentes de contacto rojo, a este maravilloso tensai le recuerdas a un vampiro-

-jaja y que es eso- volvió a preguntar el rubio mientras corría y se reía del moreno, que trataba de alcanzarlo para cortarlo con su espada y así detener sus estruendosas carcajadas.

-etto... ya no importa- al pobre Hanamichi le caía una gota por la frente viendo la escena.

-ohh parece que la lluvia a comenzado a caer, lo mejor es que nos apresuremos a ir al gimnasio- no tardaron mucho en llegar, puesto que dejaron la discusión momentáneamente y se apresuraron en llegar al lugar.

-vaya, ¿para que serán aquellos tableros con redes?- pregunto Sakura con inocencia, lo que hizo suspirar a Hana, por un instante le había recordado a su último amor, la última chica que le había destrozado el corazón, pero a pesar de la candidez que ambas poseían, era obvio que esta joven era muy distinta a la otra.

-jeje, esas son las canastas, el propósito del juego es introducir esa pelota naranja en ese aro y así se anotan puntos, se juega en equipos de 5 personas...-

-¡Hanamichi Sakuragi ya deja de conversar y ven a entrenar en este instante!- grito el capitán del equipo, molesto con el pelirrojo por demorar los entrenamientos del equipo.

-jeje, ese es el nuevo capitán de este año Miyagi, será mejor que vaya a hacer lo que me dice si no quiero terminar limpiando el gimnasio, no se preocupen no vamos a tardar tanto-

-animo HANA-KUN- grito el rubio con entusiasmo, logrando que más de un rostro se girará sorprendido hacía el sujeto que se tomaba tantas confianzas con alguien como Sakuragi, después de todo eso no era frecuente, pero en especial un par de ojos azules, se posaron en los celestes más claros, un simple cruce de miradas para la mayoría imperceptible, pero no para ellos dos claro.

-¡JAJA CLARO FYE YA VERAS QUE ESTE TENSAI VA A SER EL MEJOR DE LA CANCHA!-

-vaya y eso, ¿quienes son?... se visten raro... y parecen tener muchas confianzas con Hanamichi- susurro el capitán a la joven entrenadora que de un abanicazo en la cabeza lo hizo callar.

-ya cállate Miyagi que eso no es asunto tuyo- a pesar de todo la chica morena y de cabello rizado, guardaba una profunda curiosidad, pero no estaba dispuesta a demostrarlo.

La practica siguió normal, desde las gradas los nuevos amigos del pelirrojo observaban el juego, ninguno lo entendía muy bien, pero les llamaba poderosamente la atención, sobretodo al ver la condición física requerida para el juego, por su parte los jugadores lograron controlar su curiosidad y concentrarse en el juego de pelota que estaban llevando a cabo en la duela.

Al terminar la practica todos se marcharon a las duchas, claro que cuchicheando por lo bajo sobre estas extrañas personas que todos habían podido apreciar en las gradas, también Sakuragi se dirigía allí, pero no sin antes avisarles a sus nuevos amigos que esperaran a que se duchara para poder acompañarlos a la ciudad y ser su guía, para cuando el pelirrojo se dirigió a las duchas notó que ya todos se habían ido o casi todos aún quedaba el kitsune, que a pesar de siempre quedarse hasta muy tarde practicando hoy no parecía tener intenciones de hacer esto último, sino que simulaba haberse quedado dormido en la banca de los vestidores, por un instante el chico de ojos marrones pensó en mecerlo para que despertase porque a pesar de todo tenía conciencia y por muy rival que el otro joven fuera no podía permitir que se quedará ahí hasta quien sabe que hora, pero por otro lado supuso que si lo despertaba el kitsune lo golpearía y no quería empezar una pelea, no podía dejar a sus nuevos amigos esperando, ahora tenía un trabajo como guía turístico y lo cumpliría. Apenas el chico salió de los vestidores, unos ojos azul oscuro se posaron en su silueta y su dueño se acerco sigilosamente aún oculto en los vestidores para vigilar la conversación que este mantenía, con los extravagantes sujetos que lo acompañaban.

Pero para su sorpresa un hecho increíble ocurrió, el pequeño peluche blanco con forma de conejo, que uno de esos sujetos sostenía comenzó a adquirir un gran tamaño, su boca se abrió y observo como el do’hao, al igual que sus acompañantes eran arrastrados por una especie de remolino que surgió de esa boca, sin poder pensar en nada, corrió hacía ellos y tomo a Hanamichi del brazo, tratando de impedir que el conejo de felpa gigante lo tragará (N/a: bueno es lo que Mokona parece XD), pero rápidamente se dio cuenta que era inútil y pronto sintió unos brazos rodearlo, también sintió la mano del pelirrojo apretar la suya, en un intento por mantenerse unidos y luego perdió el conocimiento.

CONTINUARÁ...