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Complejos sentimientos de dos por Naara

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Notas del fanfic:

Un punto que se me había olvidado.

La letra de las canciones están en cursiva y en negrita.

Los pensamientos de los personajes en cursiva.

El resto corresponde a la narración.

Notas del capitulo: La primera la fic del triángulo. Reviews, please, que las tendré muy en cuenta.
 

Un joven de cabello rojizo estaba sentado en su escritorio de Kazekage, miraba ausente la tormenta de arena que se desarrollaba en el exterior y suspiraba.

 Durante toda su vida había estado solo y no le había preocupado, sin embargo, ahora todos sus sueños los ocupaba un rubio de ojos azules que le había robado el corazón.

Puede que en sueños me toques, pero eso no permanece. Ahora parece que  no puedo recordar tu cara.

 Pensaba mientras la tormenta arreciaba en el exterior, azotando las casas, su corazón se estaba rompiendo y no había forma de arreglarlo, por eso la arena se había desatado con furia a su alrededor.

            Maldito Sasuke,¿por qué no te ha olvidado?¿Por qué tuviste que regresar y estropear lo que teníamos?  Pensaba y contemplaba el sol que iluminaba su ventana. ¿Cómo voy a afrontar la luz del día?

 Te extraño tanto que me voy a volver loco si no regresas a mi lado, mi amor, mi Naruto.

 

            Un muchacho rubio se despertaba en su habitación a su lado yacía un hermoso ejemplar de hombre con la piel nívea y el cabello oscuro como la noche. Lo contempló, pero no sintió nada.

            Tristeza, soledad, miedo y esperanza se mezclaban en su mente como si fueran un caleidoscopio y él sólo podía pensar en los ojos verdes que no le dejaban dormir, en el cuerpo que tanto extrañaba y las noches que habían estado juntos.

¿Qué he hecho esta vez? Se preguntaba y cerraba los ojos para olvidar, para no pensar en el error que había cometido al abandonar a su verdadero amor.

Las cosas que dejamos sin decir creyendo que era lo mejor, ahora al mirarte a los ojos se me encoje el corazón.  No puedo olvidarte y mira que lo he intentado, me refugié en los brazos de mi primer amor creyendo que aún le amaba, ignorante, dobe, te perdí y ahora me sangra el corazón porque tú  no estás a mi lado.

 

            El azabache abrió los ojos y se perdió en la mirada azul, esa mirada brillante que le había acompañado en sus noches de soledad, en su venganza, esa mirada que tanto había anhelado recuperar y no había vuelto a brillar con su regreso. Suspiró, sabía que tarde o temprano llegaría ese día.

¿Oyes el río? Habla de nuestra despedida, adiós susurra la brisa.

 Sé que te irás de mi lado, te perdí una vez y desde ese momento jamás te recuperé...

 Quiero que seas feliz, lo deseo más que mi propia felicidad, pero mientras tú no digas nada aprovecharé el tiempo que tenga  para estar a tu lado y cuando te vayas podré recordar todo lo que me hiciste sentir y el error que cometí al alejarme de ti.

 

Se hace tarde y todos me están esperando, me meteré en problemas.

 Estoy provocando esto, no de forma consciente, pero todos saben que soy el Kazekage y que la arena responde a los latidos de mi corazón. No puedo seguir llorándote, no puedo aferrarme a esa historia del pasado. Tengo que salir adelante, ahora ya sin ti.

El muchacho se levantó de su silla y la arena cesó su ataque. Caminó por la ciudad, pero ninguna mirada de reproche. Todos lo conocían y sabían el motivo de su desesperanza. Unos y otros le miraba con admiración, con respeto y maldecían por lo bajo al hombre que le robó a su Kazekage la sonrisa, Uchiha, Sasuke.

 

El rubio sonrío al moreno que estaba a su lado y se alejó de él sin un beso, sin una caricia.

 Fue hacia la ducha y mientras las gotas caían por su cuerpo se preguntaba si podría regresar con Gaara, si podría recuperar a su amor.

 Hazme saber lo que hay en tu corazón, será un buen modo de empezar, todo lo que necesito es una pequeña señal y te entregaré mi corazón.

 Las lágrimas que resbalaban por sus mejillas se mezclaban con el agua que caía.

Es un buen momento para recuperarte, si me das una oportunidad. Hoy es el final, me despediré de Sasuke y regresaré a tus brazos.

No me importa mi orgullo, no me importa que me digas cosas que me hagan sufrir, lo único que deseo es volver junto a ti.

 

El moreno lo vio partir de su lado, sin un beso, sin una caricia.

Anhelaba sentir sus manos sobre su cuerpo como entonces, soñaba despierto con volver el tiempo atrás y reparar los errores del pasado, curar todas y cada una de las heridas que a su amor le había provocado.

 Nosotros todavía tenemos tantas cosas que decirnos, ser amigos no es suficiente. ¿Por qué no podemos aprovechar el día?

 La puerta del cuarto que compartían se abrió y al observar su mirada supo que era el momento del adiós.

No lloró, no suplicó, no dijo lo mucho que lo amaba porque no quería herirlo. Dejó por primera y única vez el orgullo de un lado y se limitó a sonreírle y aceptar que no podía recuperar lo que él mismo había despreciado.

Te esperaré. Pensó. Hasta el día de mi muerte, soñaré que aún puede haber un nosotros.

 

El rubio partió, dejó su ciudad, no se despidió de sus amigos, lo único que deseaba era ver los ojos que no le dejaban dormir, decir los mil te quiero que llevaba guardados en su corazón y sentir de nuevo la calidez de su cuerpo.

Corrió rápido como el viento, no sentía el frío, ni el calor, no sentía el cansancio ni el dolor, quería verlo, quería saber que estaba bien y si le había olvidado.

 

El pelirrojo se despertó esa mañana sin mucho ánimo, contempló el cielo y formuló un deseo.

Haz que vuelva a mi lado, haz que me diga te quiero, haz que sepa lo mucho que lo extraño y que sin él no me siento capaz de vivir. Dame luz en esta sombría tierra, dame esperanza en este mundo de soledad.

La puerta se abrió a su espalda y contempló como su amado se le acercaba. Los ojos del color del cielo brillaban, su rostro dorado le hizo perder el sentido.

- ¿Tú? - Le preguntó.

- Yo. - Contestó el rubio y se acercó al pelirrojo, se dejó envolver por su mirada y su corazón se aceleró. ¡Dios cuanto lo amaba!

No te das cuenta de que no tengo ni idea de qué hacer a partir de este punto, tanto por lo que pasar hasta que seamos libres. Pensó Naruto.

- ¿Por qué has vuelto? - Preguntó Gaara.

- Todavía somos amigos, ¿no? Sólo dije te amo una vez.

- ¿Qué voy a hacer ahora?

- Ámame como te amo yo.

- ¿De qué tipo de cosas está bien que hablemos tú y yo?

- De nosotros, de nuestro amor...

De mi error, jamás debí dejarte... me equivoqué y he venido para pedirte una oportunidad, para que una vez me abras tu corazón.

- ¿Te quedarás a mi lado?

- Por siempre.

- ¿Ya le has olvidado?

- Lo amé mucho en el pasado, pero jamás como a ti te amo.

- Te extrañé. - Gaara se acercó a Naruto, acarició su rostro y besó sus labios.

- Y yo, mi amor, yo también te extrañé. - Naruto se adueñó nuevamente de la boca del pelirrojo y supo que estaba donde debía estar sin importar todo lo demás.

 

 

 


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