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Sed por Sakura Hatake

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Notas del fanfic:

Mi segundo one-shot de Blood+, espero que sea de su agrado.

Notas del capitulo:

Es la primera vez que escribo un shota, me atreví a hacerlo porque la pareja está linda y me gusta.

He puesto "incesto" en las advertencias porque Kai y Riku comparten el mismo apellido, pero en realidad ellos no son hermanos de sangre.

Disclaimer: Kai, Riku y demás personajes del anime y manga Blood+, no me pertenecen... todos ellos son de la autoría de Asuka Katsura, yo sólo los uso para divertirme con ellos, creando historias locas y diferentes a la trama original de la que son parte. 

Era una noche tranquila en el cuartel del Escudo Rojo, todos o si no la mayoría dormía plácidamente, vivían un momento de calma después del ataque realizado por la gentuza.... Tremendo susto se llevaron todos cuando el menor de los hermanos de Saya fue herido por uno de los miembros de los sif.

 

En el cuarto que compartían Kai y Riku, este último abandonaba su cama para prender una lámpara e ir hacia el lecho de su hermano....

 

-Kai... Hermano, despierta... Ten... Tengo sed-. Dijo el pequeño mientras movía suavemente el cuerpo del pelirrojo, el cual enseguida comenzó a despertar.

 

-¿Eh? ¿Qué pasa Riku? ¿Por qué me despiertas a estas horas?-. Preguntó el pelirrojo mientras se restregaba los ojos para que la luz que recién había encendido su hermanito dejara de molestarle.

 

-Es que.... Tengo sed Kai-. Volvió a decir el niño, pues claramente se notaba que su hermano no lo había escuchado la vez anterior.

 

-¡Eh, bueno....! Iré a buscarte algo de agua, espera aquí-. Pidió el mayor, mientras se sentaba en la cama dispuesto a levantarse para ir en busca de algo líquido para su hermanito.

 

-No Kai, espera.... No quiero agua, tengo sed se otra cosa-. Dijo tímidamente el chiquillo, impidiendo que el más grande se pusiera de pie.

 

-¿De otra cosa? ¿De qué Riku?, dime.... Te traigo lo que quieras-. Comentó el pelirrojo mientras dejaba escapar un sonoro bostezo.

 

-Es que.... Kai.... Tengo sed de tu.... De tu san.... De tu sangre-. El pelicafé mantenía la cabeza baja, le daba pena decirle eso a su hermano, pero es que después de la primera vez que probó su plasma, no había podido quitarse ese sabor de su boca y quería más, aunque fuera una mínima cantidad, sólo para mantener ese gusto en su paladar, aunque realmente no sabía porque deseaba eso precisamente.

 

Kai estaba desconcertado por lo que su hermanito le había dicho, quería su sangre.... Lo pensó por unos segundos y entonces asintió....

 

-Bien Riku, adelante....-. El ojinegro expuso su cuello al menor, accedía a la petición de este porque desde ese día no pudo evitar dejar de pensar en la deliciosa sensación que le ocasionó el sentir los suaves y delicados labios del castaño sobre su piel y sus pequeños colmillos succionando gota a gota parte de su sangre.

 

El chiquillo no lo pensó mucho, lentamente se acercó hasta capturar el cuello de su hermano entre sus colmillos.... "Glorioso", pensó el de los cabellos rojos.... Aunque al principio dolía un poco, la sensación se tornaba placentera unos segundos después, Kai se sentía extasiado.

 

No bebió demasiada sangre, no quería dejar seco a su hermano, sólo le apetecía guardar su sabor en sus papilas para siempre; ahora que se suponía sería inmortal, aunque no entendía bien el término sabía que le esperaba una larga vida (o eso creía hasta ese momento, nadie sabe lo que el destino le tiene preparado) y no quería vivirla sin haber probado una vez más el exquisito sabor metálico de la esencia de su querido hermano mayor.

 

Con mucho cuidado retiró sus colmillitos de la nuca del moreno, cuando se apartó apreció que salía algo de sangre de los pequeños orificios que él mismo había provocado, así que con su lengua limpio el fluido que manchaba la tostada tez de su hermano, ocasionando con esto un leve estremecimiento en el más grande y haciendo que algo dentro de él despertara.

 

-Gracias hermano-. Se giró para regresar a su cama, pero entonces sintió como su brazo era sujetado con fuerza, pero sin el afán de ocasionar daño.... Miró a su aniki interrogantemente, no entendía porque no le permitía recostarse de nuevo....

 

-¿Qué pasa Kai?-. Había curiosidad en la pregunta hecha por el pequeño.

 

-Creo.... Creo que el que tiene sed ahora soy yo-. La voz del pelirrojo sonaba ronca.

 

-¿Eh?.... No te entiendo-. La confusión se notaba en los orbes cafés del niño.

 

-Tengo sed de ti-. Dijo con firmeza el ojinegro, no sabía si su hermano entendería lo que quería decirle, pero eso no importaba.... El haber sentido de nueva cuenta los labios de su hermanito sobre su piel, así como la pequeña lengua recorriendo un breve espacio de su tez, había despertado en él un deseo irrefrenable de sentir más, de probar más; mejor dicho.... De ahora ser él quien probara y se embriagara del sabor del otro.

 

-Te toca saciar mi sed-. Dijo sensualmente.

 

-¿Qué quieres decir Kai?-. Preguntó inocentemente el castaño.

 

La respuesta no fue dada en palabras, sino con acciones.... Sin saber en que momento había llegado a eso, Riku sintió como su hermano besaba con ternura sus labios, un roce leve, suave y delicado....

 

Lejos de reaccionar con temor, el ojicafé correspondió de la misma manera la dulce caricia que le regalaba su hermano, se sintió tan bien al ser tratado de esa forma por él.... Kai rompió el contacto y le miró a los ojos como buscando su aprobación o cualquier indicio de rechazo, al no encontrar señas de esto último, entonces prosiguió.... Se levantó de su lecho, en ese mismo momento tomó en brazos a Riku y lo recostó en su cama para luego posicionarse sobre el apoyado en sus rodillas y en las palmas de sus manos.... En la mirada del pequeño había una mezcla de ingenuidad y deseo, cosa que para Kai fue muy atractiva porque además el tierno rostro del niño se mostraba expectante y le gritaba que se encontraba a la espera de más.

 

No había palabras, sólo miradas y sonoros suspiros soltados por ambos; mucho nerviosismo de parte de uno porque sabía lo que seguía.... Ser uno con su niño era un gran deseo que llevaba reprimiendo desde demasiado tiempo atrás y de parte del otro habían nervios porque a pesar de ser un niño (mejor dicho, un adolescente), se imaginaba lo que estaba a punto de pasar entre ellos, pero no tenía ni la menor idea de cómo iba a ser esa experiencia, aunque de todas formas.... Su cuerpo le gritaba que fuera como fuera el debía permitir que pasara, pues sin lugar a dudas estaba deseoso de ello y ese fuego en el que se sentía arder sólo se apagaría con eso.

 

Kai se dio a la tarea de desabotonar la camisa del sencillo pijama que llevaba puesto el nuevo caballero de su hermana, en esos momentos no podía pensar en él como su hermano, menos como un niño.... En es instante sólo podía imaginarse que eran dos personas ansiosas de demostrarse lo mucho que se amaban porque había descubierto que Riku también le amaba y que hasta ese momento el pequeño no sabía que lo hacía de esa forma, pero él se encargaría de que fuera descubriéndolo con cada beso, cada caricia y cada roce de sus pieles.... El pelirrojo se dijo a si mismo que nada estaba mal en esa nueva forma de relacionarse que había surgido entre ellos, el amor es impredecible y no respeta género ni edad.

 

Cuando la prenda estuvo abierta por completo dirigió su boca al delgado cuello de quien a partir de ese momento se había convertido en su amante, trazó un camino de besos desde la nuca hasta la zona del ombligo y cuando llegó ahí y se topó con el elástico del pantalón del pijama, deslizó su mano hacia adentro y sin retirar la pieza de ropa comenzó a masajear el miembro de su niño con suavidad, haciendo que este se estremeciera y que esa zona comenzara a despertarse, poco a poco cada caricia iba haciendo que su genital endureciera....

 

El chiquillo tenía las mejillas sonrojadas y se sentía acalorado, pero estaba gozando de esas nuevas sensaciones que su hermano hacia despertar en su cuerpo. Kai retiró su mano de dentro del pantalón y después se deshizo de la molesta prenda, logrando con esto que el pequeño quedara completamente desnudo, después hizo lo mismo con él.... Retiró su camisa sport así como también los boxers con los que dormía, el pelirrojo acostumbraba a dormir algo ligero de ropa.... Cuando ambos estuvieron desnudos, tomó una de las manitas de su niño e hizo que la enroscara en su pene que ya comenzaba a dar signos de excitación, después la guió para que comenzara a moverla de forma ascendente y descendente, tal como lo había hecho él antes con el suyo, cuando vio que Riku ya había entendido soltó su mano y comenzó de nuevo a besarlo, pero ahora intercalando los besos con leves mordiscos y sensuales lamidas que hacían vibrar al castaño chiquillo.

 

-Ka... Kai... ¡¡Ahhh!!-. Los suspiros se convirtieron en gemidos más fuertes cuando el pelirrojo aprisionó entre su boca una de las tetillas de su pequeño amante, las cuales endurecieron poco a poco ante dicha estimulación, besó sus labios con más pasión que antes, hizo que sus manos recorrieran toda su anatomía mientras el otro le daba placer con sus manitas.... Entre más excitación sentía, Riku apretaba más el miembro de Kai....

 

-¡¡Oh, Riku!!....-. El pelirrojo al no querer correrse tan pronto hizo que parara dicha labor y después tomó el delicado cuerpecito de su hermano con ambas manos y lo giró a manera que su parte trasera quedara totalmente expuesta a él.

 

Llevó su rostro hasta el trasero de su niño y con su lengua se dio a la tarea de lubricar perfectamente bien dicha zona, después comenzó a introducir uno de sus dedos, la intromisión hizo que Riku sintiera dolor y unas pequeñas lagrimillas resbalaron por sus mejillas, sin embargo no se quejó; se aferró a la almohada y permitió que su hermano continuara preparándolo.... Una vez que Kai sintió que estaba listo separó su piernas, se acomodó entre ellas, lo tomó de las caderas, lo alzo un poco y comenzó a introducirse lentamente en él.... El castaño sentía un dolor indescriptible, era como si estuvieran partiéndolo en dos, pero aún así no se quejó, aunque no pudo reprimir unos lastimeros quejidos que denotaban la molestia que sentía en ese instante, cosa que hizo que el pelirrojo se preocupara por él, pues además de todo, un hilillo de sangre salió de su entrada.

 

-Es... ¿Estás bien mi pequeño ángel?-. Preguntó angustiado el ojinegro, Riku respondió afirmativamente moviendo la cabeza, Kai besó su espalda y llevó una de sus manos al pene de su koi y comenzó a masajearlo como al principio, esto hizo que el niño se relajara un poco más y que el dolor que sentía en su trasero empezara a disminuir para darle paso a una sensación placentera, cuando esto ocurrió el pelirrojo supo que su ototo estaba listo para que él iniciara los movimientos.... Primero el vaivén fue lento, pausado, cadencioso; después el ritmo de las embestidas comenzó a aumentar, ahora el pelicafé gemía de placer, pero trataba de reprimirse porque sabía que si alguien escuchaba sus ruidos seguramente irían a ver que sucedía con él y a pesar de estar conciente de que el amor no es malo, no todo mundo entendería eso.... Y es que a pesar de no llevar la misma sangre, todo el mundo los veía como un par de hermanos, no como una pareja que se amaba profundamente quien sabes desde cuanto tiempo atrás y si a eso le sumaban la diferencia de edades y que eran del mismo sexo, entonces.... Tenemos que si su relación se hacía pública sin duda alguna se enfrentarían a demasiados problemas y no les permitirían estar juntos.

 

Kai también estaba conteniéndose, la estreches de esa pequeña cavidad estaba volviéndolo loco y quería gritar, pero sabía lo mismo que Riku, así que no se daría el lujo de permitir que los descubrieran....

 

Una última estocada, la más potente y la que llegó a tocar el punto más sensible del pequeño hizo que este se corriera en la mano de su hermano y que a su vez Kai lo hiciera en su interior.... El sudor surcaba sus cuerpos, sus respiraciones eran agitadas y estaban jadeantes, el pelirrojo abandonó con sutileza ese cálido interior que esa noche lo había transportado al paraíso, se recostó en la cama y jaló el cuerpo de su niño hacia si, lo estrechó con fuerza y repartió algunos besos tiernos por todas las partes que estaban a su alcance, la frente, la boca, la nariz, el cuello, los hombros.... Estaba feliz, ambos lo estaban.... Acarició con cariño la tersa mejillita de Riku y volvió a besar su frente....

 

-Gracias mi pequeño ángel.... Soy muy feliz por tenerte-. Dijo el mayor regalándole una hermosa sonrisa al chiquillo que descansaba satisfecho entre sus brazos.

 

-Te amo Kai....-.

 

-Y yo te amo a ti Riku-. Acarició los suaves cabellos y se levantó de la cama, no podía arriesgarse a que alguien entrara por la mañana y los viera en esas condiciones, así que retiró las sabanas manchadas con semen y sangre, buscó lo necesario para limpiar a su hermanito y lo aseó con sumo cuidado, sabía que a pesar de ser un experiencia hermosa lo que había vivido con el pequeño no había podido evitar hacerle algo de daño, así que hasta que sus poderes de quiróptero hicieran efecto.... Iba a estar bastante adolorido y lastimado, por lo que trataba de ser sutil y delicado. Lo vistió nuevamente con su pijama y lo acomodó en la cama, con unas sábanas limpias que había conseguido lo arropó y le dio un último beso en la frente antes de ir a dormir el también.

 

Se acostó en su cama con la dicha de saber que su amor estaba siendo posible, aunque fuera en secreto y entre el manto oscuro de la noche, pero eso realmente no importaba.... sabía muy bien que aunque fuera en horas nocturnas podría saciar su sed de ese pequeño niño que le había robado el corazón y él también le permitiría que bebiera su sangre cuando lo quisiera, después de todo.... Era exquisita la forma en la que el chiquillo tomaba ese líquido carmesí de su cuerpo para apagar sus enormes deseos de conservar el sabor de su esencia por toda la eternidad.

Notas finales:

¿Les gustó?..... Por fis apiadense de mi y déjenme sus comentarios para saber si ha sido de su agrado.

 


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