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Una idea peligrosa por nurikosan

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Las batallas entre los dioses han terminado, por lo que los cinco chicos de bronce entregan sus armaduras a sus respectivos lugares de entrenamiento y sus poderes son bloqueados por Atena, de modo que de la noche al día pasan a ser cinco muchachos normales, al igual que Saori pues la diosa se retira al Olimpo para velar por ellos desde el lugar que realmente le corresponde.

Una vez que han asimilado su normalidad, se reúnen en el salón de la mansión para decidir que hacer en el futuro. Saori les comunica que los fondos de la Fundación están a su disposición para sufragarles los estudios, el lugar donde decidan vivir hasta que puedan costeárselo ellos mismos, e incluso si lo desean, buscarles un trabajo en la misma Fundación.  Todos guardan silencio durante unos largos minutos hasta que Ikki lo rompe.

- Una generosa oferta - le dice poniéndose en pie y dirigiéndose a ella-, no esperaba menos de ti Saori. Mi hermano Shun estudiara magisterio, siempre ha querido dar clases a los niños y yo acepto de buen grado un puesto en alguna de las empresas que forman la Fundación. En cuanto al lugar donde vivir, me gustaría un pequeño piso de dos habitaciones mínimo, no te lo tomes a mal, pero deseo perder de vista esta mansión y los dolorosos recuerdos que me traen de nuestra niñez.

- Muy bien Ikki, si Shun esta de acuerdo por mi parte no hay ningún problema.

El muchacho se pone en pie y manifiesta su acuerdo con lo planteado por su hermano mayor.

- Yo me quedare aquí - dice Shiryu poniéndose en pie-. Quiero estudiar filosofía y para ello necesito todo el tiempo libre sin preocupaciones de comida, limpieza o ropa.

- Yo también me quedare aquí - exclama Yhoga rápidamente y mirando fijamente a Shiryu- No me apetece nada volver a Siberia y en cuanto a lo que quiero hacer... no me gusta mucho estudiar así que un trabajo en las empresas estaría bien.

- Pues yo quiero volver al orfanato - dice Seiya tímidamente- Me gustaría poder ayudar a Miho a llevarlo y utilizar los fondos de la fundación para que no les falte nada a los niños. Y para vivir mi viejo apartamento de los muelles estará bien, para mi solo no necesito gran cosa.

- Perfecto - les dice Saori poniéndose en pie y mirándoles uno a uno- Me ocupare de que todas vuestras peticiones sean atendidas lo más rápidamente posible. Y una vez más, muchas gracias a los cinco por todo lo que habéis hecho por mi en el pasado, os estaré eternamente agradecida.

Con una leve inclinación de cabeza sale de la sala para empezar a dar las ordenes necesarias para satisfacer las peticiones de los chicos.

- Bueno - dice Yhoga- por fin vamos a vivir como nos corresponde. Nada de peleas, nada de superpoderes...

- Si, ya era hora de que todo esto acabase - replica el dragón-. Seiya, ¿seguro que quieres volver al puerto? ¿No estarías mejor aquí?

- Quiero estar cerca del orfanato, además - dice mirando a Ikki de reojo- el puerto esta más cerca de la ciudad que este lugar. En cualquier momento los chicos pueden necesitar ir al medico o cualquier otra cosa.

Los muchachos continúan charlando y soñando con todo lo que van a hacer a partir de ahora hasta que Tatsumi les anuncia que la cena esta servida. Durante la misma continúan con su animada charla para una vez terminada, retirarse cada uno a su habitación.

En pocos días todos tienen sus peticiones satisfechas: Ikki como director de una empresa dedicada a la exportación de componentes electrónicos para ordenadores así como las llaves de un pisito en el centro de la ciudad, Shun y Shiryu matriculados en la universidad en sus respectivas carreras, Yhoga como gerente en una empresa dedicada a la manufacturación de sedas y Seiya con una tarjeta de crédito ilimitado para cubrir todas las necesidades del orfanato.

Durante el primer mes de su nueva vida apenas se ven entre ellos, salvo Seiya que todas las tardes va a visitar a los hermanos a su nuevo hogar.

- Seiya, ¿puedo hacerte una pregunta? - le dice Shun mientras esperan a que llegue Ikki del despacho una soleada tarde.

- Claro Shun, ¿de que se trata?

- ¿Sientes algo especial por mi hermano?

Al escuchar semejante pregunta el Pegaso se atraganta con el zumo que esta bebiendo hasta el punto de que su rostro parece a punto de estallar por la falta de aire. Cuando consigue recuperar el resuello mira asustado al peliverde sin saber que contestarle.

- No temas Seiya, la verdad es que me gustaría que fuera así. Eres la pareja perfecta para mi hermano y he pensado en echarte una mano con él, pero claro, antes de empezar quería estar seguro de tus sentimientos hacia él.

- Pues la verdad es que... bueno que... que si... que estoy enamorado de tu hermano - consigue decir después de varios intentos-, pero él no se da cuenta de nada, ni siquiera me mira dos veces seguidas.

- Yo no estaría tan seguro de eso. Verás, cuando te marchas se pasa toda la cena hablando de ti, tengo la sensación que todavía no se ha dado cuenta de lo que siente hacia ti.

- ¿Y que habías pensado para cambiar eso? - pregunta el moreno totalmente excitado.

- De momento mañana iremos al orfanato a verte.

- ¿Al orfanato? ¡Pero si a Ikki no le gustan los niños!

- Cierto, pero a mí si me gustan, y sabes que es incapaz de negarme nada. Le diré que en la universidad nos han dicho que tenemos que empezar a familiarizarnos con su forma de pensar, y ¿qué mejor lugar para ello que el orfanato? Y tú podrías hablar con Miho para que no se separe de ti en ningún momento, que te agasaje y, sobre todo, que te acaricie y meta mano.

- ¿Miho meterme mano? Shun, ¿te has vuelto loco? ¿Cómo voy a pedirle algo así a ella? Además, ¿con que fin? Yo quiero que sea Ikki el que me meta mano, no Miho.

- Mi hermano es posesivo por naturaleza, no permite que nadie tome lo que considera suyo por derecho propio, así que cuando vea a Miho tras de ti, estoy seguro de que le dará un tremendo ataque de celos. El principio para que empiece a plantearse el porque de su comportamiento hacia ti, siempre con una pequeña ayuda por mi parte, claro esta.

- Una idea peligrosa, sobre todo para la pequeña Miho... pero si estas seguro de que va a funcionar pues adelante. En cuanto llegue hablare con ella sobre el tema.

- Perfecto, y ahora cambiemos de tema que ya escucho los inconfundibles pasos de mi hermano por la escalera.

Efectivamente, cuando Ikki entra en la habitación se encuentra con los dos amigos sentados uno frente a otro, bebiendo zumo de naranja y charlando animadamente sobre las últimas películas de moda. Les saluda con un gruñido y después de darse una refrescante ducha y cambiarse de ropa se une a ellos con otro vaso de zumo. Al anochecer Seiya se despide de ambos y se encamina a su casa con las manos en los bolsillos, no sin antes, mirar hacia la ventana iluminada correspondiente al salón donde sabe que están cenando.

Al día siguiente lo primero que el Pegaso hace es hablar con Miho sobre el plan de Shun, y para su sorpresa, esta acepta encantada. Así que pasan el día planeando que van a hacer hasta que por fin, a media tarde llegan ambos hermanos con una gran bolsa de caramelos que dan a los niños.

- Vaya - dice Ikki mirando atentamente el lugar-, parece que al final vas a servir para algo más que para vencer dioses Seiya. Has arreglado todo este sitio. Ahora si que parece un orfanato de verdad y no una casa en ruinas ocupada por un montón de harapientos..

- Muy gracioso. Nuestros niños no son harapientos - salta Miho toda ofendida- Y Seiya es muy bueno para muchas cosas, especialmente para cuidar de todos nosotros.

- Vamos, no te ofendas niña. Solo era un comentario sin mala intención.

- Tomare eso como una disculpa - le dice mirándole aún con el ceño fruncido- ¿Queréis tomar algo fresco?

- Una limonada de esas tan ricas que haces estaría bien - dice Shun con una pequeña en brazos- Y si me traes un par de jarras me ocupare de que estos pequeños también tengan su vaso.

- Yo preferiría algo más fuerte... ¿bourbon con hielo?

- Lo siento Ikki - dice Seiya-, pero no tenemos alcohol aquí.

- Esta bien, una limonada servirá...

Miho entra en la cocina y vuelve con varias jarras y una pequeña montaña de vasos, todo sobre una bandeja que deja en la hierba junto a Shun y los niños, para volver ella hacia la mesa que hay bajo el porche con una sola jarra y tres vasos. Después de servir a Seiya y a Ikki se sienta junto al primero muy pegada a él pasando posesivamente una mano por su cintura.

- ¿Y a que debemos vuestra visita por aquí? - pregunta Seiya con el rostro más rojo que un tomate.

- A Shun le han asignado una especie de trabajo de campo en la universidad. Tiene que pasar varios días en estrecho contacto con un grupo de niños para familiarizarse con sus retorcidas mentes.

- Tú también has sido niño - le replica Seiya- no deberías hablar de ellos así.

- Precisamente porque he sido niño se lo que me digo.  ¿Acaso olvidas nuestras continúas peleas en la mansión? Eramos crueles, siempre buscando el punto débil de los demás para hacerles daño... desengáñate Seiya, los niños son crueles por naturaleza.

- A nosotros nos criaron con odio y resentimiento, desde pequeños nos inculcaron el ser más fuertes que los demás, pero con estos niños es todo lo contrario. Tanto Miho como yo les damos amor y comprensión, les enseñamos a ayudarse unos a otros... como hicimos nosotros en nuestras peleas.

Mientras ellos hablan Miho no deja de besar a Seiya en el cuello y acariciar su cuerpo  juguetonamente, provocando que Ikki comience a fruncir el entrecejo haciendo más visible la cicatriz que le atraviesa el mismo y que se remueva nervioso en su asiento. Al cabo de media hora de arrumacos por parte de la chica, el Fénix no puede soportarlo más y se levanta con la excusa de querer ver los cambios producidos en el interior del edificio, pero dejando bien claro que sin la compañía de la muchacha.

- Seiya - le dice una vez están dentro-, ¿se puede saber a que juegas con ella?

- ¿Yo jugar? No te entiendo Ikki, ¿a qué juego te refieres?

- Me refiero a que a ti no te gustan las mujeres y ella no hace más que meterte mano, ¿qué es lo que pretendes permitiéndoselo?

- ¿Quién te ha dicho a ti que no me gustan las mujeres? ¡Claro que me gustan!

Al escuchar semejante afirmación Ikki se queda de piedra, pues siempre ha dado por sentado que Seiya era gay como él mismo. Cuando por fin es capaz de reaccionar y, sin tener muy claros los motivos de su enfado y, sobre todo de su reacción, da media vuelta en silencio dirigiéndose al jardín para coger del brazo a su hermano y decirle que se marchan. Mientras el Fénix conduce a toda prisa a Shun al coche, este gira la cabeza para hacer un guiño de complicidad a Seiya así como el signo de la victoria con la mano que le queda libre.

- Parece que ha dado resultado - dice Miho cuando el coche desaparece de la vista de todos- Ikki ha reaccionado a tu declaración de que te gustan las mujeres, pobre Fénix por fin va a tomar una dosis de su propia medicina.

- ¿Nos estabas escuchando? - le pregunta totalmente enrojecido.

- Pues claro que si, ¿acaso lo dudabas? Tenía que saber si mi actuación había sido convincente o no. Ahora es el turno de Shun.

- Si, - dice con un suspiro- ojala él sea tan convincente como tú.

Ambos chicos entran para dentro dispuestos a preparar la cena para los hambrientos chiquillos, aunque Seiya es incapaz de concentrarse en lo que esta haciendo, pues no puede apartar su mente de lo que pueda estar pasando en el piso de los hermanos.

- Shun, tú tienes bastante confianza con Seiya ¿verdad? - pregunta Ikki mientras prepara la cena para ambos.

- Así es hermano, ¿por qué lo preguntas? - contesta el menor apoyado en el quicio de la puerta de la cocina y tratando de aparentar seriedad.

- ¿Alguna vez te ha hablado de su relación con Miho?

- Pues la verdad es que no, pero ¿por qué habría de hacerlo? ¿Acaso has visto algo que yo no?

- Esa niñata no hacia más que meterle mano y besuquearle delante de mis narices, como si yo no estuviera . He tenido que arrancarle literalmente de sus brazos para llevarle adentro y estar unos minutos a solas, y cuando le he preguntado porque se lo permitía me ha dicho que le gustan las mujeres.

- ¿Y qué hay de extraño en ello?

- ¡Pues que siempre he dado por sentado que era todo lo contrario!

- ¿Y?

- ¿Cómo que "y"? ¿Eso es todo lo que se te ocurre decirme?

- Hermano no te enfades conmigo, es que no se a donde pretendes llegar con esta conversación, que a Seiya le gusten o no las mujeres es asunto suyo no tuyo. A no ser - continúa Shun bajando la voz y acercándose a su hermano por la espalda-, a no ser que a ti te guste Seiya. ¿Es eso Ikki? ¿Habías pensado tener un romance con él?

- No digas tonterías Shun. ¿Cómo podría gustarme ese botarate? Es solo que había pensado que era como yo... no se...

- ¿De verdad no sabes? - le dice apoyando la barbilla en su hombro mirando el suculento aspecto de la tortilla con espárragos y jamón que esta preparando- Yo creo que si sabes, lo que pasa que no quieres reconocer que estas enamorado de él.

Ikki se tensa al escuchar esas palabras y gira el rostro lentamente para mirar a su hermano totalmente enrojecido y con cierta aprehensión en sus ojos.

- ¿Cómo puedes haberte dado cuenta? Jamás he dicho o hecho nada que me ponga al descubierto, especialmente delante de él.

- Delante de él no, pero delante de mí si. Además no soy el único que se ha dado cuenta. Shiryu y Yhoga también lo han notado.

- ¿Ellos también? - pregunta encogiéndose sobre si mismo.

- ¡Pero hermano si cada vez que pasa delante de ti le devoras con la mirada de arriba abajo!

- ¿Y si eso es tan evidente porque él no se ha dado cuenta? Ese idiota podría haber dicho que le interesaban las mujeres y yo no me habría fijado en él, no..

- ¿No que hermano?  Quizás Seiya sea bisexual y después de todo si que tengas una oportunidad con él. En cuanto a porque no te ha dicho nada, ¿no se te ha ocurrido pensar que quizás te tiene miedo?

- ¡Ni que fuera una fiera salvaje!

- A veces te comportas como tal y atiende a la tortilla que esta empezando a quemarse.

Ikki se gira de nuevo hacia la sartén para dar la vuelta a la tortilla y terminar la preparación de la cena de forma automática. Mientras los dos hermanos dan buena cuenta de ella, el mayor esta sumido en sus pensamientos, sin prestar atención a nada de lo que le rodea, por lo que no ve la sonrisa llena de satisfacción que se dibuja en el rostro de Shun.

Al día siguiente Ikki va a trabajar como siempre, pero esta ausente, no presta atención a nada, solo tiene un pensamiento en la cabeza: declararse a Seiya y la forma en como hacerlo antes de que sea demasiado tarde. A media mañana se marcha de la oficia diciendo que esta enfermo y se dirige a comprar un enorme ramo de las rosas más rojas que encuentra para encaminar sus pasos al orfanato con el ceño fruncido.

Al llegar varios niños salen a su encuentro gritando y saltando para intentar coger alguna de las flores, pero Ikki los espanta con un furibundo grito. Una vez se ha librado de ellos echa una mirada alrededor buscando a Seiya para localizarle en el jardín tratando de arreglar una muñeca a una de las niñas sin mucho éxito.

- Trae aquí eso - le dice cuando esta a su altura- si sigues así la romperás del todo.

Seiya levanta la mirada sorprendido y le tiende la muñeca a Ikki quien se sienta a su lado cuando la tiene entre sus manos, dejando el ramo en el suelo y a su lado. En un par de minutos la muñeca esta como nueva y se la da a la niña que sale corriendo feliz para mostrársela a las demás niñas.

- Gracias por arreglarla - le dice Seiya sin poder apartar la mirada de sus ojos-. Yo soy un completo inútil para estas cosas.

- No es nada importante - responde levemente sonrojado-, siempre le arreglaba los juguetes a Shun cuando se le rompían.

- Es cierto, y a veces también accedías a arreglárnoslos a los demás. Por cierto Ikki, ¿qué haces aquí a estas horas? ¿No deberías estar en la oficina?

- Es que quiero decirte algo y he pensado que este sería un buen momento, ya que la mayoría de los chicos están en sus clases.

- Bien, y ¿de que se trata? - pregunta el castaño con el corazón latiéndole cada vez más deprisa.

- Seiya yo... esto... me gustaría saber si... si entre Miho y tú hay algo especial - suelta de golpe.

- ¿Algo especial? No entiendo a que te refieres con algo especial, somos muy buenos amigos y...

- No me refiero a si sois buenos amigos o no Seiya, sino a... a... que si estas manteniendo una relación de pareja con ella.

- ¿Y por qué quieres saber eso? ¿Desde cuando te importa mi vida privada?

Ikki levanta el rostro hacia el cielo pensando que va a ser más difícil de lo que creía. Contempla unos minutos las nubes que pasan sobre ellos en silencio, y tomando aire profundamente coge el ramo de rosas y se lo tiende a Seiya con el rostro más rojo aún si cabe que las rosas.

- Seiya, te quiero - le dice mirándole fijamente y con el corazón martilleándole el pecho a mil por hora- Estoy enamorado de ti desde hace un montón de tiempo, solo que no me había dado cuenta de ello hasta que te vi con ella. Y quisiera que fueras mi novio... por eso quiero saber si tienes una relación seria con Miho.

Seiya abre sus ojos de par en par, tanto que parecen querer salirse de sus órbitas mientras su mente procesa las palabras que acaba de escuchar. Por fin al cabo de unos minutos que al Fénix le parecen eternos coge el ramo de rosas y aspira su aroma profundamente para a continuación acercar sus labios a Ikki y depositar un largo y dulce beso en los suyos.

- Claro que quiero ser tu pareja - le dice en un susurro cuando se separa mirándole a los ojos. Nada me causaría mayor placer que serlo. Y en cuanto a Miho, no te preocupes, solo es una hermana para mí, lo que viste fue idea de Shun para hacerte reaccionar de una vez. El pobre ya no pudo soportar escuchar mis quejas sobre tu indiferencia hacia mí.

- Ese niño... cuando lo coja va a saber lo que es bueno por inmiscuirse en las vidas ajenas.

- No le regañes Ikki, reconoce que ha sido la mejor idea que ha tenido en su vida.

- Eso es cierto - dice de mala gana-, pero el mal rato que he pasado para declararme me lo tiene que pagar de algún modo. Ya lo creo que si, pero eso será más adelante, ahora quiero hacer otra cosa mucho más importante.

Sin darle tiempo a preguntar de que se trata Ikki abraza a Seiya y atrayéndolo hacia él le besa apasionadamente hasta quedarse sin aire en sus pulmones. Al separarse mira hacia el orfanato y ve a Miho asomada a una ventana rodeada de niños que aplauden felices por lo que acaban de ver, y a los que guiña un ojo y manda una gran sonrisa para volver a fundirse en un nuevo beso esta vez tumbados sobre la hierba del jardín.

- Me parece que vas a tener que mudarte de tu buhardilla - le dice entre beso y beso-. Me pregunto si en este edificio habrá una habitación para nosotros dos.

- ¿Y los niños? - pregunta Seiya acariciando la fuerte espalda de Ikki- Creía que no los soportabas.

- Bueno, haré un esfuerzo por ti, aunque para ser sincero, me encanta tenerlos a mi alrededor gritando llenos de vida, pero no se lo digas a ellos o mi autoridad se verá mermada y alguien tiene que imponer un poco de orden en este lugar.

- Jajajaja, de acuerdo grandullón, pero me temo que ya saben que eres un cacho pan.  Y en cuanto a la habitación hay una enorme en la planta alta reservada para nosotros. Si quieres podemos subir a ver si te gusta... por si falta algo que consideres necesario, ya sabes.

- Una gran idea - le dice levantándose y tirando de él lo coge en brazos para subir la escalera hasta la habitación que Seiya le indica cerrando la puerta tras ellos con el pie.

Mientras Miho abajo vuelve a empujar a los chicos a sus respectivas clases para dirigirse al teléfono y llamar a Shun para decirle que todo ha salido estupendamente.


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