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La carta por minako_usagi

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Notas del fanfic:

Un one-shot

 

^^!

 

La carta

 

 

 

 

 

-¿Que qué?- preguntó Ruki asombrado. Aoi miró estoico a Uruha quien se encogía de hombros sin saber que decir, Reita mantenía su expresión gélida apoyado en el marco de la puerta.

 

Y ahí estaba él, parado sosteniendo en sus manos el objeto que había generado tanta polémica y controversia entre los integrantes de "The Gazette".

 

 Ruki se paseaba de un lado al otro, con sus manos hacia atrás, ambas descansando en su columna, mientras un gesto pensativo se apoderaba de su rostro.

 

-Me estas mareando- se quejó Uruha, quien estaba sentado con los brazos cruzados. Aoi suspiró y el vocalista de dicha banda se detuvo mirando con el ceño fruncido hacia su amigo.

 

-Esto es serio-convino señalando al baterista de oscuros cabellos- Kai recibió una carta. . .una carta de amor- levantó la voz dándole cierto grado de gravedad al asunto, como si de  resolver un crimen se tratara la reunión.

 

-Una pregunta- interrumpió el hombre que estaba sentado al lado de Kai. Ruki volteó mirándolo con una ceja arqueada, como incitándole a que prosiguiera.- Nosotros. . . ¿qué tenemos que ver con esto?- preguntó finalmente señalando al grupo de gente que estaba mirándose entre sí de brazos cruzados.

 

-El hecho sucedió en esta compañía, por tanto todos son sospechosos- bufó molesto por la pregunta, como si la razón fuera  lo más evidente  del mundo y el cuestionamiento demasiado estúpido.

 

-Pero yo ni siquiera soy de esta compañía- se volvió a quejar el hombre de cortos cabellos castaños.

 

-No importa, estabas en el recinto en ese momento lo que te hace igual, o quizás, más sospechoso todavía- razonó el vocalista a lo que varios pares de ojos focalizaron toda su atención en el hombre que no pertenecía a dicho establecimiento.    

 

-Yo no tengo nada que ver. Y, si es así, entonces. . .también te hace sospechoso a vos- se defendió apuntando a Ruki, al terminar sus palabras todos centraron su atención hacia el vocalista.

 

-Yo. . .yo. . .-comenzó a balbucear-¡¡NO FUI YO!!- gritó.

 

-Basta. . .no peleen- interrumpió Kai separando a los dos hombres que se miraban intensamente, más lo hizo sabiendo que, su amigo, poseía una gran desventaja en altura a comparación del otro hombre.  

 

   Kai se mordió el labio avergonzado, maldiciéndose a sí mismo por haber comentado el hecho, ahora tenía que afrontar las consecuencias de la humillación, pero tenía que ser sincero, quería saber quien era el autor de aquella carta.

 

-Tal vez es solo una broma- murmuró con la cabeza gacha.

 

-No seas idiota, ¿quién haría esa clase de broma?- dijo Reita, hablando por primera vez en todo el día.

 

 El baterista miró fijo a su amigo en forma pensativa.  Volvió su vista hacia la carta y comenzó a observar a las personas presentes en la sala.

 En una esquina estaba Tora, el guitarrista de Alice Nine, si bien no habían mantenido nunca una relación muy amistosa se llevaban bien. Imaginó si fuera él, si el guitarrista de la banda amiga fuera el causante de tal acto, ¿cómo reaccionaría? Se imaginó a Tora acercándose a él, juntando sus manos con las suyas, mirándolo fijamente y pronunciando palabras de amor para él, convenciéndolo de ser su amante. De pronto toda fantasía se esfumó al ver a Saga, bajista de la misma banda, pasar un brazo por sobre los hombros del guitarrista, ambos se miraron, y Kai supo que esas miradas solo eran de esas que los amantes se dirigían.

  Suspiró alejando su mirada, Ruki seguía hablando, jugando al papel del detective, sonrió ante la idea. Y sus ojos se encontraron con Takeru, el vocalista de la nueva bandita de la PSC, el joven era una rara mezcla de Miyavi y Shou, el baterista tildó la cabeza, un escalofrío recorriendo su cuerpo, era mejor si ni siquiera se lo imaginaba, ya con el Miyavi original tenía suficiente, así que descartó la idea. Tampoco era que se llevase mal con dicho solista, pero todos acordaron en que era mejor si mantenían distancia con el "monstruo besuqueador" como le llamaban. Rió al recordar como todos le huían cada vez que lo divisaban a los lejos. Su risa cesó cuando recordó aquella vez en que lo dejaron a su suerte y tuvo que aguantar ser sometido ante el cantante. No era un recuerdo de lo más grato, por lo que sacudió la cabeza y prosiguió recorriendo la sala con la vista.

 El cantante de Alice Nine era otra cosa, el joven le resultaba todo un misterio, sus ojos redondos, grandes y con cierto aire de melancolía. Sus labios gruesos y su voz rasposa. El joven de pelos negros llevó sus dedos hacia sus labios. . .si fuera Shou, ¿cómo sería su reacción? Y su imaginación una vez más volvió a volar. Se imaginó a Shou mostrándose tímido ante él, saludándole descuidadamente, y luego, depositando la carta torpemente cerca de su bolso.

 

-Shou. . . ¿Fuiste vos todo este tiempo?-

 

-Yo. . .yo. . .no sabía como. . .como. . .como declararme- soltó de una vez.

 

-Tonto-murmuró Kai con una sonrisa- si me hubieras dicho desde un principio, no tenías que actuar tímido conmigo- se acercó.

 

-Kai. . .-

 

-Shou. . .-  

 

El vocalista tomó al otro de la cintura acercándolo bruscamente hacia su cuerpo robando de sus labios un apasionado beso, sus manos recorriendo la espalda del baterista, levantando su remera, dejando al descubierto su torso. ..Shou  miró fijo al acalorado Kai, una sonrisa pícara en sus labios. De pronto volvió a besar al baterista, esta vez su lengua danzando en las cavidades del otro, y su mano bajando lentamente hasta los pantalones del pelinegro.

 

-Yo no soy. . .- le murmuró al oído.

 

-¡¡JODER!!-

 

 El baterista se sobresaltó ante el grito, giró su cabeza en dirección a la voz encontrándose con un exaltado-enojado- Aoi.

 

-Hace tres horas que te estoy hablando-

 

-Lo, lo siento- murmuró avergonzado de sus propios pensamientos, ¿cómo había sido capaz de imaginar aquello? Sobretodo con Shou. Pero lo más extraño era lo que el joven había tratado de decirle en su fantasía.

 

-Te decía que tal vez es de alguna fan que se infiltró por acá- dijo Aoi- eso tiene más sentido, pero. . .ya no importa- se alejó disgustado ante la indiferencia de su amigo.

 

 Kai se sintió mal y sin darse cuenta posó sus ojos en el vocalista de Alice Nine nuevamente, quien para su sorpresa estaba tomado de la mano de su compañero de banda Hiroto. Alejó la mirada descartando automáticamente al joven y sus palabras cobraban sentido. No era él.  Ahora que lo notaba bien,  todos parecían tener pareja. Suspiró por enésima vez, sintiendo algo extraño en su pecho, derrotado ya no tenía ganas de seguir con aquello.

 

-¿Qué sucede Kai?-

 

 El aludido levantó la mirada, encontrándose con los ojos cálidos del hombre que no pertenecía a aquella compañía. Una sonrisa gentil adornando su rostro. El hombre realmente poseía un aura varonil. Y su imaginación decidió volverle a jugar una mala pasada.

 Se imaginó a sí mismo siendo agredido por una banda de matones, los jóvenes tenían mala pinta y le exigían dinero, joyas y cualquier cosa que tuviera cierto valor. Kai, como era un campesino, no poseía nada de aquello. Entonces los hombres comenzaron a golpearlo.

 

-Deténganse- se escuchó una fuerte y dominante voz. Los hombres se dieron vuelta para conocer al idiota que se atrevía a hablarles con ese tono.

 

 El hombre montaba a caballo, sus largos cabellos negros bailaban ondulantes debido al viento, su piel blanca parecía demasiado tersa para un hombre. Sus ojos negros destilaban seguridad y confianza y sus labios, gruesos y rosados, dibujaban una desafiante sonrisa.

 

 Los matones reconocieron algo en él, ya que sin perder tiempo salieron corriendo dejando a Kai en el suelo. El hombre se bajó del cabello acercándose a la pobre víctima.

 

-¿Te golpearon mucho? Siento no haber podido llegar más pronto-

 

-Esta bien. . .-decía el joven mientras intentaba pararse sin darse cuenta de quien era el hombre que lo había salvado. Una vez sus ojos hubieran dado cuenta del rostro de su salvador no pudo evitar que un gritito se escapara de su garganta.

 

-¡Oh, dios mío!- se llevó sus manos hacia su rostro.-Pero si es. . .es. . .-

 

-Así es- interrumpió el hombre secando pecho, orgulloso de él mismo.

 

-GACKT SAMA- sus ojos brillaron en alegría cuando el otro lo levantó depositándolo en su caballo, para luego sentarse él detrás, rodeándolo con sus brazos.

 

-Kai. . .-murmuró acercando sus labios.

 

El baterista se acercó tímidamente esperando a que sus labios chocaran con los otros y, de esta forma, un beso se formara. 

 

-Kai, Kai-

 

 Y una vez más fue traído a la realidad, su mirada fija en los ojos de Gackt, quien lo miraba confundido. Movió exageradamente la cabeza, sus mejillas tornándose rojas debido a la vergüenza. Tenía que dejar de ver esos dramas coreanos. . .le hacían mal. Una mano se apoyó en su frente, sus mejillas se pusieron más coloradas todavía al dar cuenta de que era el mismo hombre que lo tocaba.

 

-¿Estás bien?- preguntó.

 

 Kai estaba apunto de responderle cuando alguien empujó a Gackt bruscamente. Para su sorpresa era su compañero de banda.

 

-¿Qué haces?- gritó encarando al hombre.

 

-Solo revisaba si no tenía fiebre-

 

-¡¡Solo revisaba, las pelotas!!- se acercó al vocalista, a este punto la atención de todos se centraba en aquellos dos hombres que parecían estar teniendo una contienda.

 

-¡Uh, pelea, pelea!- murmuró Miyavi.

 

 Kai miró a su alrededor, todos parecían estar deseosos de ver sangre esparcida por el suelo. De repente su pecho se acongojó. Estaba harto. El jueguito había ido muy lejos, solo era un ESTUPIDA carta, de seguro una broma, y ya estaba cansado de que todos le tomaran el pelo.

 

-REITA, BASTA- gritó.

 

 El bajista, quien sostenía a Gackt del cuello de su camisa, se detuvo al instante.

 

-No quiero que pelees con él por mi culpa, por culpa de esta carta. Esta reunión es una pérdida de tiempo, ya sé que no soy la primera opción en la lista de nadie, y si es una broma solo quiero decirle al autor: TE PODES IR BIEN A LA MIERDA Y METERTE LA CARTA DONDE NO CALIENTA EL SOL- gritó arrugando la carta y tirándola al piso al instante, todos lo miraban con asombro.

 

-Pero Kai. . .-Reita tomó la carta mirándolo preocupado, intentó acercarse a su amigo pero éste salió corriendo.

 

Todos los jóvenes estaban atónitos, jamás habían visto así al baterista, el joven sin dudas era muy alegre y amable, no soportaba la mala educación ni las groserías.

 

-Creo que nos pasamos- rompió el silencio Uruha.

 

-Pero solo queríamos ayudar- defendió Ruki sentándose cerca de sus compañeros.

 

-Ese fue el error, entrometerse en un asunto que no les incumbía- dijo Nao quien no había hablado en toda la reunión.

 

-¿No serás vos, Nao-kun?- apuntó Miyavi de la nada.

 

-¿Qué? No. . .yo soy heterosexual-

 

 Todos lo miraron frunciendo el ceño.

 

-Si, si, si. Eso decimos todos.- Convino el solista.

 

-Fui yo-

 

Silencio.

 

-Yo fui quien escribió esta carta.-

 

-¿Vos. . . vos fuiste?- Ruki preguntó con voz temblorosa.

 

 El rubio oscuro sonrió con tristeza. Sentía que todo había salido mal, en vez de provocar asombro y alegría en el otro, solo había terminado por herir sus sentimientos, si tan solo los otros no hubieran intervenido, tal vez las cosas serían distintas, tal vez Kai. . .

 

 

 

-¡¡QUE SOY HETERO!!-

 

 

 

 

Notas finales:

. . .

 

Reviews?

 

No?

 

*esquiva los tomates y demás cosas que le tiran


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