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Te amo, le dijo, pero no recibió ninguna respuesta de su parte… él únicamente le miró a los ojos y guardó silencio.
-¿Por qué…? ¿Por qué nunca me lo dices?-. Preguntó en forma de reclamo después de esperar varios minutos una contestación y no recibirla. Él… él solamente seguía mirándolo fijamente a los ojos, lo veía como tratando de decirle algo.
-Es porque… porque no lo sientes así, ¿verdad?, tú... tú no me amas-. Afirmó y sus preciosos ojos azules comenzaron a ponerse brillosos, sin duda alguna eso significaba una sola cosa… el rubito tenía deseos de llorar, pero él… él seguía tranquilo, impasible, serio… justo como se comportaba siempre.
-No me… amas-. Volvió a repetir con convicción y en esta ocasión ya no había amenaza de llanto… no, ahora las lágrimas brotaban de sus ojos en cascadas y lo único que hizo “él” fue tomar el bello rostro del kitsune con ambas manos, para después besarlo… le dio un beso profundo, largo, apasionado, tierno, dulce… cargado de amor… de muchísimo amor, más del que pudiera expresar con dos simples palabras que después serían llevadas por el viento.
Cuando terminó el contacto, el Uzumaki estaba completamente atónito, pues en verdad no esperaba una reacción como esa de su parte.
-¿Qué… fue eso?-. Preguntó aún bastante azorado y con una sensación indescriptible recorriendo cada parte de su cuerpo.
-Yo no sé decir te amo, Naruto Uzumaki, así que espero que con ese beso te haya quedado claro el lugar que ocupas en mi vida, en mi mente y en mi corazón-. Habló con seriedad, se notó que las palabras que salieron de su boca, las había pronunciado desde lo más profundo de su alma.
-Neji…-. Atinó a susurrar el nombre de su novio, lo hizo como para cerciorarse de que era él y no otro con quien hablaba en ese momento.
Ahora Naruto sabía que por cosas como esas era que había escogido al Hyuuga como su pareja… él siempre sabía cómo sorprenderlo aún sin proponérselo y es que debía admitir que, aunque jamás le hubiese dicho “te amo” con palabras, se lo demostraba siempre con cada beso, con cada caricia, con cada uno de sus actos. Naruto sonrió cuando a su mente llegó esa conclusión, en verdad había sido muy tonto al pensar que porque el ojiblanco no lo decía, no sentía amor por él.
El ojiazul miró fijamente los ojos de su pareja y después de unos instantes se colgó de sus labios y lo besó de la misma manera que lo había hecho él unos instantes atrás.
Al finalizar el beso, Naruto tomó entre sus manos el rostro de Neji y le dijo: -Te amo… lo hago porque contigo las palabras sobran, te amo sólo porque eres tú… te amo a pesar de que no sabes decir esas dos sencillas palabras.
El pelilargo le sonrió como sólo lo hacía para él, lo abrazó y luego un pensamiento llegó a su mente... “Yo también te amo Naruto Uzumaki”; sí, lo pensó, pero él jamás lo diría porque… Neji Hyuuga no sabe decir te amo, él únicamente sabe demostrarlo.
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