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"Quien juega con fuego, baby" por giovanetta

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Notas del capitulo: hola, lo prometido es deuda, un new capi de la nueva temporada de este fic que me ha hecho muy dichosa compartirlo con ustedes, los personajes no me pertenecen

capítulo I    "Puedo estar sin él"


Han pasado dos días de que Harry estuvo en San Mungo. Como era de esperarse, los Weasley estaban al tanto del embarazo del moreno... éste, avergonzado, al principio quería irse de la madriguera, pero Molly, como buena madre que cuida a sus cachorros, le denegó su petición... además, los embarazos masculinos requieren más cuidados, y sobre todo, magia que proporciona el padre, claramente, el padre, iba a ser ausente, en este caso...

Ginny, no había dormido ni comido en esos dos días, la culpa y el remordimiento la mataban por dentro, sabía que había actuado de mala fe y que eso le había costado la vida de Harry y de su hijo, aunque fuese Malfoy el padre de esa criatura, era inocente de toda falta, por lo que le pidió expresamente a su madre si podía terminar de pasar sus vacaciones en la casa de Hermione, a lo cual, accedió. Entendía muy bien los sentimientos de su hija, lo mucho que había amado a Harry durante toda su niñez, si esta nueva situación la afectaba tanto, lo mejor era mantenerla al margen de todo, más que mal, no tenía nada que ver con ella.

Hermione, después de estar con Blaize, no era capaz de mirar a los ojos a Ron, no se sentía culpable por él precisamente, sino por ella, por lo mal que había actuado y que todo había sido premeditado desde antes.

-Así que las chicas se han ido- dijo Harry cabizbajo- tu hermana jamás me perdonará el hecho de que eligiera a Draco en vez de ella, pero nadie manda en el corazón- le comenta a Ron.

-Lo sé, además en su momento, cuando todo eso ocurrió, estaba tan obsecado en recuperar su dignidad, pero sobre todo, era saber que tendría la posibilidad de tener algo contigo, cosa que forcé y jamás debió pasar.

-Eso ya pasó, no lo hiciste porqué quisieras, sino porqué estabas dolido.

-Hermano, me sentí un asco después de mi mal comportamiento, no me atrevía a decirte nada, puesto que me tenías recelo, con razón, te violenté y te forcé a hacer algo que no querías... créeme que lo siento cada día de mi vida.

-Ron, no te martilices más, eso ya pasó.

-Pero... no perdonaré a ese hurón por haberte dejado, él debe saberlo aún así se fue, el muy cobarde no es capaz de asumir su paternidad.

-¡Estás equivocado!, Draco no lo sabe, le pedí a Snape en San Mungo que lo mantuviera en secreto por el momento... yo puedo vivir sin él, si vuelve quiero que sea por sus propios pies, no porqué se sienta obligado.

-¡Vas a tener un hijo!, lo necesitas aunque no lo quieras cerca.

-Por eso, este hijo es mío, yo lo puedo cuidar, no regresaré con los Dursley, viviré solo con mi hijo, en grimmauld place.

-Harry, sabes que en el fondo estás equivocado, es un hurón de porquería, pero es a quien elegiste, lo necesitas, aunque lo detesto, debe saberlo.

-Entiéndeme hermano, por el cariño que hay entre nosotros, no se lo digas... ahora sirve a Voldemort, somos enemigos, él me lo dijo antes de partir... está asumiendo su rol como debe ser...

-Entiende tú, que aunque no se lo digas, lo sabrá de igual manera.

-Snape dijo que si sobrevivía tres meses sin la magia de Malfoy, sería un milagro.

-¡Viste!, ¿acaso quieres morir?, ese es el futuro que te espera si dejas que te consuma por completo, admite que lo necesitas y no seas tan necio, si quieres ver crecer a tu hijo, lo harás.

-Ya encontraré la forma para que él no interfiera... Ron... necesitaré de tu ayuda, por favor.

-Dime, qué puedo hacer.

-No le digas nada a Zabinni sobre mi "estado actual", o sino apenas tenga noticias de Malfoy, se lo dirá todo.

-Me preocupa mucho tu situación amigo, estás poniendo en riego no sólo tu vida, también la de tu bebé.

-Estaremos bien, antes que Hermione partiera, le pedí que investigara sobre una forma en la que me pueda mantener, sin necesitar la magia de Draco, todo saldrá bien, soy fuerte y podré resistirlo.

-Herm, es una chica lista, de seguro hallará una forma en la que ambos estén a salvo.

-Ron... ¿podrías traerme un vaso con agua?, por favor- le pide el moreno.

-¿Qué pasa?, estás pálido.

-Todo me da vueltas, tengo mucha sed, por favor, si me levanto de seguro me desmayaré- le dice suplicante.

-Vengo enseguida- se levanta del sillón y sale corriendo hacia la cocina a buscar un vaso con agua.

-Draco... ¿qué estarás haciendo?... piensa Harry con la mano sobre su vientre y los ojos cerrados.

-Ya regresé, amigo- le acerca el vaso con agua a los labios.

-¿Qué es ese olor, Ron?- pregunta algo molesto por las náuseas.

-Mi mamá está cocinando espárragos- contesta sin percatarse de la cara de espanto de ojos verdes.

-Creo que... creo que... voy al baño- salió corriendo para encerrarse en el baño y devolver todo.

-Creo que las cosas se complicarán un poco, ni modo, hay que asumirlo, ¿no?

-¿Qué haces mi león?- se acerca Blaize meloso.

-Nada, serpiente rastrera, se puede saber dónde rayos te habías metido, te estaba buscando hace un buen rato.

-Eso si que es sorpresa, ¿no tienes fiebre?- pone su mano sobre la frente del pelirrojo.

-¡No estoy divagando!, ¡responde a lo que te pregunté!

-Estaba con Granger, limando asperezas, no es tan odiosa como la pintan.

-¿Qué le hiciste a Hermione?, ¡la tocaste!

-Soy sincero y le digo que no hay parte que no haya sido tocada por mí o finjo que tuvimos una larga platica de conocimiento mutuo para combatir el ocio- piensa su respuesta.

-¡Responde!- rojo de furia.

-No me digas que estás celoso, mi león- lo abraza por la espalda- me encanta que te pongas celoso, dime, qué pasaría si te dijera qué pasó entre Granger y yo, ¿qué harías?

-¿Que le hiciste?- fuera de si.

-Nada, sólo platicamos, una conversación inocente no tiene nada de malo, no me digas que tu cabecita de alcantarilla se está maquinando cosas que no pasarán aunque se congele todo el planeta.

-¡No me estoy imaginando nada!, ¡imbécil!, ¡suéltame!- se suelta del abrazo del sly.

-Nadie se pone celoso por nada, reconoce que lo estás.

-Nunca... lo entiendes... nunca te lo diré.

-Ni aunque la recompensa sea esto- lo besa por sorpresa, al principio el pelirrojo se resistió, pero pronto cedió ya que su deseo era más fuerte que su voluntad de alejarse.

BAÑO...

Harry, estaba sentado en el suelo, las náuseas lo habían dejado agotado, necesitaba refrescarse la nuca con agua fresca... se levantó cuidando no caerse por el mareo que insistía en hacerse presente, se afirmó con su mano apoyada en la pared, abrió la llave y puso su cabeza dejando que el agua corriera por sus rebeldes cabellos negro azabache...

-Todo saldrá bien hijo... le hablaba a su bebé- podremos vivir sin él.

CELDA...

-Madre, ¿ya es de día?- pregunta Draco quien recién abría sus ojos.

-Así es, ya amaneció, ven, levántate, vamos a desayunar- le tiende su mano.

-Gracias, madre.

-Hijo, ¿podrás algún día perdonarme?- dijo mientras lo abrazaba.

-¿Por qué me dices eso?- pregunta confundido por el gesto de Narcisa.

-Porqué de seguro este es el último lugar en el cual quisieras estar... tus ojos se han vuelto sombríos, sin vida, ¿es por él?, ¿de verdad te enamoraste de Potter?- le pregunta mientras lo separaba de su cuerpo y con su mano levantaba el rostro de su hijo.

-¿De qué me sirve que eso sea cierto?... hoy seré marcado y mi misión se resume en traer a Potter para ser sacrificado frente a mis ojos... el amor no me sirve de nada, no puedo tenerlo, entonces, es mejor que muera- al escucharse a si mismo, se quedó impresionado- es mejor que esté muerto, antes que siga sufriendo- termina de hilar sus pensamientos.

-¿Podrías seguir con vida si él muere?

-Podemos vivir el uno sin el otro... estamos en bandos enemigos, me limito sólo a eso, los sentimentalismos quedaron atrás, él debe pensarlo de igual manera, si me tuviera frente a sus ojos y para salvar a sus amigos tuviera que matarme, optaría por ellos... en esta guerra no caben las debilidades.

-Hijo... sólo hablas así porqué estás asustado, en el fondo, lo amas tanto que tienes miedo incluso de si Voldemort lo matara mientras duerme... sólo eres un señuelo, así como yo para atraerte aquí, si él sabe que tú estás aquí, él vendrá.

-Vendrá para acabar con Voldemort, no por mí... ya no tenemos nada, eso está en el pasado, muerto y enterrado, ¿vamos a desayunar?- le cambia el tema y se adelanta.

-No quieres delatar tus verdaderos sentimientos, ni exponerlo al peligro, aunque sé que por dentro, estás muriendo y destrozado...- salió de la celda siguiendo a su hijo.

MADRIGUERA...

Harry, salió del baño, caminó con cuidado hacia la habitación y se recostó en la cama... no tenía fuerzas para hacer nada en ese momento... y no encontró nada mejor que recordar instantes de su relación con el rubio...

 -Por tu culpa Malfoy estamos castigados- tomando una cubeta y un trapo para limpiar el piso.

-Empieza a limpiar si quieres terminar antes de la cena.

-Pronto, me suena a noche.

-Noche me suena a romance.

-Algo de lo cual careces.

-¿Qué dijiste?

-Alguien que ha besado una vez y ha poloeado una vez no es una basta experiencia.

-¿En cambio tú si sabes bastante no?

-Más que tú- con aire de autosuficiencia.

-Entonces guárdate tu basta experiencia que no me interesa.

-Ahhh, San Potter se ha ofendido, alguien venga a salvarme.

-Esa fue la gota que rebalsó el vaso, le había colmado la poca paciencia que aún tenía- ¡¡¡Cállate Malfoy!!!- se abalanzó a él cayendo ambos al piso, revolcándose, a ver quien pegaba más o tenía el control de la pelea. La respiración entrecortada, labios entreabiertos, el sudor mezclado con colonia. No supo "cuando", ni  "cómo", pero el rubio lo estaba besando.

-Malfoy y yo nos besamos en el aula de Pociones y si Snape no entra habríamos tenido sexo- completó la frase para luego taparse la boca.

Malfoy, no te metas donde no te llaman.

-¿Es una amenaza?, huy que miedo- dice con ironía.

Podría ser peor su día, estaba que creía tener una maldición.

-Mañana te haré polvo, Potter, por no mantener tu boca cerrada.

-Vete al demonio- se intenta ir.

El rubio lo toma del brazo fuertemente y lo estampa contra la pared plantándole un beso de esos que dejan sin aire.

-No juegues con fuego, Malfoy- recobrando el aliento.

-Jugaremos hasta que me canse, buenas noches.

-No me llames, Malfoy.

-¿Cómo?

-Draco, ese es mi nombre.

-Ya no llores, león- decía el rubio mientras con su mano revolvía los cabellos negros.

-Quédate- susurró Harry.

-Esto es un juego, lo sabes Potter, no podemos cambiar las reglas.

-Sólo esta noche, llévame contigo, sácame de aquí- rogaba mientras lo veía a los ojos y unas lágrimas rodaban por sus mejillas.

-¿Qué pasó?

-Por favor, no preguntes más, sólo llévame a otro lugar, por favor...

Draco se acerca a los labios del pelinegro y lo besa dulcemente... mientras que con sus dedos limpiaba las lágrimas que fluían a voluntad.

-Acortamos distancias- dice Harry.

-Eso parece- lo tomó de la barbilla y entonces agarró fuertemente su mano, levantándose ambos del suelo y entraron a una aula vacía.

Un beso dulce, que se convirtió en pasión, pertenencia... hacía unas horas que habían estado juntos, pero no era suficiente... con Draco todo era diferente, sólo con él sentía ese fuego que lo quemaba... que se partiera el mundo, que ardiera el océano, si estoy contigo, nada es igual, porqué quien juega con fuego... se quemará tarde o temprano.

Todos esos lapsos, sensibilizaron aún más al moreno, quien comenzó a llorar... se limpiaba con las manos el rostro, pero era inútil, fluían a voluntad... se tapó con el plumón y hundió su rostro en la almohada...

-¿Por qué dueles tanto?... si sigo llorando, eso le hará mal al bebé, pero no logro evitarlo... me duele que no estés, me duele que seamos enemigos, me duele que  me hayas dejado después de tanto camino recorrido... me duele porqué ahora comprendo que nunca te importé y que soy el único que quiso continuar con este sueño que nunca debió comenzar... me duele Draco Malfoy que hayas sido tan cobarde, que huiste para servir a un Lord que sólo busca la destrucción...

El moreno lloró tanto que se afiebró... tenía escalofríos y le temblaban hasta los huesos...

-Dra...co... ¿por qué?- se preguntó sin dejar de llorar...

Hay veces en que es mejor no obtener una respuesta... si Harry escuchara las palabras de Draco, dichas anteriormente, que era mejor que estuviera muerto, y que si tuviera que elegir entre sus amigos y él, sería una daga que atravesaría su corazón... aún así sin escucharlas, se sumergió en una profunda depresión...

continuará...

Notas finales: preparen sus cajitas con pañuelos desechables, porqué llorarán hasta cansarse... besos y gracias por su apoyo incondicional ^^

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