Capítulo II "EL VENENO"...
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-¿Por qué tú?- pregunta Harry abriendo los ojos, luego de romper el contacto.
-Porqué se me da la gana- dice el otro chico cruzando sus brazos.
-¿Tú no eres su mejor amigo?, ¿por qué debería creer en una serpiente como tú?
-Por las misma razón de que tú le creíste a Draco, él es el príncipe de las serpientes.
-Pero, tú eres su amigo... no me rebajaré, ni menos, tropezaré con la misma piedra dos veces.
-El clásico orgullo, "yo soy un gryffindor", ahora entiendo por qué Draco te dejó.
-Tú que sabes, eres igual a él, sólo utilizas a las personas para luego desecharlas.
-Exactamente... como tú ya no le servías, entonces... yo tomaré su lugar.
-No lo permitiré.
-¿No lo permitirás?
-No- lo empuja- aléjate de mi- sale del bloque.
-Sólo estás asustado, pero yo no soy igual que Draco... no lo soy- piensa y sale después de arreglarse la túnica.
Harry se fue al lago, corrió hasta que sus pies no dieron más.
Estaba más que enamorado de Draco Malfoy, aunque sabía que el sly había terminado su secreta relación, le dolía la indeferencia con la que el rubio lo había tratado... no podía esperar dulzura o más calidez por parte de él, pero en un rincón de su corazón, creyó que había sido importante, o al menos eso delataban sus caricias, sus besos...
¿En qué se había equivocado?... en olvidarse de que su relación no tendría futuro, ¡eran enemigos declarados a muerte!, pero su obstinación fue mayor... ese Draco, jamás iba a volver.
-Lo perderás todo, nunca tendrás nadie al cual amar, tu destino es morir en mis manos- una voz le susurró.
-¡NO!- despierta y se da cuent que había caído la tarde, la cicatriz le sangraba un poco.
Eso no podría ser verdad... el chico estaba a unos centímetros de sus labios, los cuales tomó y reclamó como suyos.
Harry lo empujó y se levantó con brusquedad del pasto.
-No soy igual que Draco- le volvió a repetir- soy una serpiente, si, soy su amigo, si, pero mi nombre es Blaize Zabini.
-Por más que digas lo contrario, para mi es lo mismo... no te quiero cerca de mi- se iba a retirar cuando violentamente es acorralado a un árbol.
-Puede que me tome tiempo demostrarte lo contrario, esto no es un juego y no es estoy pidiendo que partícipes, es una orden- le dice cerca del oído y se marcha.
Eso ya era más de lo que podía soportar...
Fue a la Torre de Astronomía, ese era su único refugio... quería estar solo, pero ya alguien estaba sentado en el suelo.
-Tú- dice el moreno con el tono cargado de dolor.
-Si, yo- dice el príncipe de las serpientes.
-Lárgate Malfoy.
-No lo haré, yo llegué antes que tú.
-Lo último que quiero es pelear contigo, vete de una vez.
-¿No soportas tenerme cerca?, ¿tanto te afecto?
-Eso no es de tu incumbencia, tú y yo no somos nada.
-Error Potter, jamás hemos sido algo, sólo me divertí contigo, quería doblegarte, humillarte, siempre has sido un ingenuo.
-Ahora puedo ver al Draco de verdad, ahora por fin puedo decirte en tu cara una cosa... to también jugué contigo, nunca sentí nada por ti.
-Eso es una mentira que no te crees ni tú mismo.
-Si no me crees, entonces pregúntale a tu amigo Blaize, él te podrá contar con lujo de detalles lo que desees oír.
-Que tiene que ver Blaize en este asunto- aireado.
-Mucho más de lo que tú piensas.
-Ni creas que me tragaré tus mentiras- lo acorrala a la pared- nadie toca algo que ha sido mío.
-¿Eso es una orden o una regla?, si lo es, te obedecen bien poco, Malfoy.
-Creo que no conoces tu lugar, Potter.
-Claro que lo conozco, apártate de mi.
-No lo voy hacer, ¿qué hay entre Zabini y tú?- celoso.
-No te incumbe.
-Si me incumbe.
-¿Por qué?, no soy nada tuyo, no te debo explicaciones.
-Hablas así porqué estás herido, ya que te dejé.
-Como ya me dejaste... entonces vete.
Potter era el único que lo sacaba de sus casillas, que hacia surgir su lado más hiriente y el más emocional... no sabía por qué, pero algo más poderoso lo arrastraba, esa obstinación, ese orgullo herido, la posibilidad de que alguien decidiera arrebatarle su lugar, uno que dejó vacante, entonces, ¿por qué?... se acerca a sus labios y lo besó.
Harry opuso resistencia, pero sus manos estaban apresadas, no podía tomar su varita.
Fueron cayendo hasta el suelo, un gemido se atoró en su garganta.
-No puedo caer de nuevo- pensaba Harry.
-Esto o es algo que puedas detener... Potter- dijo el rubio clavando sus ojos con los del otro, con la corbata de gryffindor en su mano, lo jala hacia su rostro- tú eres sólo mío- lo vuelve a besar mientras se ponía a horcajadas sobre el moreno- ayúdame a recuperar el control- reparte besos sobre el cuello mientras desabrocha la camisa y deja al descubierto el bien formado torso.
"Si estamos cerca, más nos dañamos", "si estoy cerca de él, perderé el control"
Desnudándose mutuamente, con las túnicas sobre el suelo de piedra, Draco mordisqueó suavemente los pezones de Harry hasta dejarlos erectos, el gry gemía, se tensó y su entrepierna comenzó a despertar.
Esa ya era una vista muy sugerente del gry, gemiendo, estremeciéndose por cada pequeña caricia... no podía soportarlo... bajó su mano hasta la entrepierna del moreno y comenzó a masturbarlo, sólo ese contacto, y podría darse por satisfecho, mientras que Harry tomaba los cabellos de Draco con fuerza... buscó sus labios desesperadamente, los mordió levemente, lo suficiente para que sangraran un poco, el roce de sus miembros provocaban descargas eléctricas, y la confirmación de que ambos lo deseaban...
Harry también acarició a Draco, recorrió cada rincón con sus manos, si ya había caído nuevamente, que fuera justificado...
Draco convocó un hechizo de lubricación para la entrada de Harry y la fue preparando, poco a poco se fue haciendo un suplicio, debía hacerlo con premura, estaba justamente como lo había esperado, doblegado y a su merced...
Se posicionó frente a la entrada y lo penetró, Harry gritó de dolor, luego fue besado por Draco, fue sintiendo el placer y entregándose a él. El rubio fue más a fondo y lo volvió a embestir, con fuerza, tocando su punto sensible, con eso Harry no pudo aguantar más y se corrió, había llegado a su clímax y respiraba acompasadamente, mientras que Draco siguió con las embestidas irregulares, también estaba alcanzando su punto culminante y justo llegado ese momento, clavó su mirada y lo dilatado que estaban sus pupilas... hasta que finalmente se corrió al interior del moreno y se quedó allí un instante más... su respiración estaba acelerada, su cuerpo, sudado... pasado el calor del orgasmo, llegó el frío de la noche, tomó su túnica y con ella cubrió el cuerpo del gry, quien había comenzado a temblar... se separaron y ninguno pronunció palabra alguna, pues ellas estaban demás...
Ese veneno mortal, lo había bebido nuevamente...
continuará...