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Entrelazando El Destino por akisuki

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Notas del fanfic:

 

Como lo prometí he aquí la continuación de tierra de enigmas, para todos aquellos que no han leído TE, no es necesario hacerlo para comprender la historia pero sin duda aclararía algunas cosas y ayudara a comprender otras, en fin espero disfrútenla lectura.


 

Desde muy joven la vida me enseñó que de ella podía esperar lo que fuera.

 

Y a lo largo de mi vida pude comprobar que era verdad, como si se tratara de una ley universal.

 

Parecía divertirse dando giros inesperados, como burlándose de nosotros, poniéndonos en situaciones en las que nunca creeríamos encontrarnos.

 

Aún sabiendo eso.

 

No puedo decir que yo sea una persona muy sociable, en realidad si me llamaran adicto al trabajo, tendrían razón.

 

Como nunca intente relacionarme demasiado con las personas, mi trabajo se volvió mi prioridad, mi vida, mi todo. Y nunca tuve problema por ello, eso era lo que me satisfacía completamente.

 

Relaciones, las he tenido claro está, pero jamás llego a algo más que un simple acostón, al menos para mí. Con el tiempo aprendí que repetir de amante sólo traía problemas, no importaba cuanto hablara con ellos, o les dijera que sólo era sexo, por alguna razón eran incapaces de mantener sus sentimientos a raya fuera de la cama, y con el tiempo me pedían algo más...

 

Algo que yo no estaba dispuesto a dar.

 

Y así fui feliz durante 45 años.

 

Hasta que él llego...

 

-¿Otra vez estás aquí?- Pregunté al verlo en la puerta de mi departamento, no era mi intención sonar frío o cortante pero lo había hecho-

 

-¡Qué genio!- Me respondió con una sonrisa ignorando mi tono de voz y pasando al interior de mi departamento como de costumbre-

 

A Sergio, hacía tres años que lo conocía, por una casualidad podría decirse.

 

A pesar de su corta edad, era maduro y no pude evitar llevarme bien con él, fue extraño sin duda, a los pocos días de conocernos ya me tenía la confianza suficiente para contarme sus problemas, cosa que sin duda me agradó bastante, pero creo que fue simplemente porque yo lo tomé por un lado fraternal.

 

Sergio es demasiado joven, así que creo que inconscientemente comencé a verlo como un hermano menor, como el que alguna vez tuve...

 

No quería verlo como algo más, no era que el no fuera atractivo, porque lo era, eso no tenía discusión, pero era demasiada la diferencia de edad.

 

Eso fue hasta hace dos días, cuando se me declaró, cambió toda mi visión de él.

 

En ese momento lo vi como era, un joven atractivo, maduro, inteligente, y enamorado de mí, el primero que lo hacía sin sexo de por medio, sin ningún tipo de contacto físico, el primero del que podía asegurar me quería por mi manera de ser, por quien yo era.

Y lo primero que pensé fue "dios por favor, aléjalo de mi".

 

-¿No deberías estar en la universidad?- Le pregunté cuando note que dejaba su mochila en el rincón de la sala-

 

-Sí, pero uno mis profesores se enfermó así que no tuvimos las últimas clases- me dijo mientras buscaba algo en su mochila- ¿y qué tal tu trabajo? ¿Ya terminaste ese caso de divorcio?

 

-No, ninguno de los dos cede y creo que iremos a juicio- la verdad era que no le había podido responder a su declaración, al principio pensé que había sido una broma, una cruel planeada por uno de mis amigos de la infancia, pero la descarté enseguida, la seriedad de las palabras de Sergio me dio a entender que era en serio, y cuando lo repitió por segunda vez lo único que hice fue mirarlo fijamente.

 

-Ya veo, bueno aun es relativamente temprano- eran cerca de las siete de la tarde- ¿ya cenaste?

 

-Aún no- Sergio no me insistió para obtener una respuesta, y aún ahora sigue sin mencionar el tema. Actuando como si nada hubiera cambiado entre nosotros-¿quieres salir a cenar?

 

-¿No prefieres comer aquí? Puedo preparar algo.

 

-No, necesito salir de aquí- tomé una cajetilla de cigarros que se encontraba sobre la mesa de la sala y encendí uno de los cigarros antes de ir por mi chamarra-

 

-Deberías dejar de fumar tanto- me sugirió inocentemente mientras salíamos del apartamento-

 

-Ya deja de comprármelos- bromeé provocando que ambos riéramos-

 

Ok, sé muy bien que esta es una tranquilidad fingida, la calma antes de la tormenta.

 

-------Sergio------

 

-Bueno, ¿a dónde quieres ir a comer?- Pregunté mientras ambos caminábamos por la calle, era otoño y las temperaturas ya comenzaban a bajar, con un poco de suerte ese invierno tendríamos nieve-

 

-No lo sé- me respondió, dando una larga calada a su cigarro-

 

-Bueno podemos ir a donde siempre vamos- sugerí, Rodrigo se detuvo frente a mí y alzó una ceja antes de retirar el cigarro de sus labios-

 

-¿A dónde siempre? ¿No te aburres?

 

-En realidad no- respondí con sinceridad y era verdad, no me aburría, casi siempre las conversaciones que sostenía con Rodrigo me entretenían lo suficiente como para que no prestara atención a donde estábamos-

 

-Bien, yo elegiré- continuó caminando y yo me apresuré a seguirlo- me recomendaron un restaurante nuevo que acaba de abrir, es de comida tai.

 

-Eso suena interesante- no tardamos mucho en llegar al lugar, el restaurante era bastante pequeño, pintado todo de blanco con grandes velos que caían del techo del mismo color, las mesas eran de madera pintada de color negro con adornos rojos. Más al fondo del local en las esquinas había cómodos sillones al ras del suelo de color rojo que servían también como mesas, o eso imagino ya que frente a ellos también había pequeñas mesas de madera-

 

Decidimos ocupar una mesa normal, la verdad los sillones se veían cómodos pero solo si íbamos a tomar unos tragos.

 

-¿Ya sabes que vas a pedir?- me preguntó Rodrigo, era la quinta vez que releía la carta-

 

-Escoge tú, lo único que conozco son las bebidas- tras hacerle un gesto al mesero, éste se acercó a nosotros y tomo nuestro pedido-

 

-Ayer me llamó Ricardo- dijo justo después de que trajeran nuestras bebidas, Ricardo era un amigo de la infancia de Rodrigo y padre de uno de mis mejores amigos-

 

-¿Y qué te dijo? ¿Cómo esta Andrei?- pregunté sinceramente interesado en ellos, comprendí el mundo era muy pequeño cuando entendí la relación que había entre ellos-

 

-Pues fue algo extraño, primero me agradeció el haber detenido a Andrei cuando quiso ir a buscarlo hace tres años y luego me amenazó por no haberle avisado de su llegada hace dos días-explicó con una mueca burlona en su rostro- pero en general están bien.

 

-¡Qué bien! Ya era hora de que tuvieran algo de paz.

 

La cena transcurrió con normalidad, la plática fue entretenida como de costumbre y al terminar nos despedimos, al día siguiente ambos teníamos que madrugar.

 

-Ustedes son patéticos- miré furioso a Sam, ambos estábamos en la biblioteca de la universidad, nuestro santuario, Martín estudiaba medicina así que no estábamos en la misma facultad. Sam no conocía a Rodrigo pero estaba al tanto de la situación que vivía con él, así como yo estaba al tanto de la suya con su pareja-

-No puedo creer que se comporten así, ustedes parecen una pareja de años.

 

-Oye no todas las parejas se la viven peleando- refuté, cosa que hizo que me lanzara una mirada que decía "no seas imbécil"- ¿por cierto ya hicieron las paces?

 

-No me ha llamado- dijo volviendo la vista al libro en su mesa-

 

-¿Y por qué no lo llamas tú?- Pregunté intentando no sonreír al ver quien acababa de entrar a la biblioteca-

 

-Por el mismo motivo que él no me llama- respondió y por su tono de voz, comenzaba a molestarse por mi insistencia-

 

-Ah , supongo que tú también vas a ir a buscarlo con una rosa en la mano ¿verdad?- No pude evitar el sarcasmo en mi voz, ni la risa cuando Samuel levantó la vista y se encontró con una hermosa rosa roja frente a él, acto seguido desvío la vista a los ojos de su novio que se encontraba parado detrás de él-

 

El novio de Samuel se llamaba Oliver, era un chico dos años mayor que nosotros que estudiaba en la misma facultad y en un año más se graduaría, era alto de cabellos castaño oscuro y algo largos, le llegaban por debajo de los hombros, ojos azules claros y un tatuaje en el pecho en forma de dragón, nunca se lo había visto pero había escuchado de el por Sam.

 

-Yooo...- empezó Sam sin apartar la mirada de Oliver y un leve sonrojo apareció en sus mejillas-

 

-¿túuu?- insistió el otro con una sonrisa en su rostro. Pero Sam no contestó así que él se apresuró a hablar- lamento lo que te dije el otro día.

 

-Yo invito a cenar hoy- respondió Sam tomando la rosa-

 

-Ah yo ya me voy- tercié interrumpiendo el momento entre esos dos mientras tomaba mis cosas- cursi- le dije a Oliver mientras se sentaba junto a Sam-

 

-Romántico en realidad- corrigió con alegría-¿celoso?

 

-Para nada- y era verdad, no me imaginaba a Rodrigo haciendo algo así, y en realidad de hacerlo sería intimidante o incluso perturbador - nos vemos en la noche- me despedí de la pareja con la promesa de vernos esa noche en uno de los tantos bares donde tocaba Efraín-

 

-------Rodrigo----------

 

-¿Y ese quién es?- Pregunté al aire cuando vi salir a un sujeto de la oficina de Carolina, una compañera de trabajo-

 

-Es su novio- me respondió Sandra la secretaria, la miré con curiosidad, ¿cómo hacían las mujeres de esa oficina para enterarse de todo? El otro día había escuchado hasta lo que no me importaba sobre la esposa de otro abogado-

 

-Qué bien- declaré sin mucho interés en el tema, me daba gusto que finalmente Carolina estuviera rehaciendo su vida tras su divorcio, pero nada más, qué me importaban a mí los detalles-

 

-¿No estás decepcionado?-Dijo la chica junto a mí, no pude mirarla y entender, o al menos no quería entender lo que me había intentado decir- harían buena pareja- soltó de sopetón, pero yo decidí no hacer le caso a su broma-

 

-Sandra, deberías saber mejor que nadie en esta oficina que soy gay- me serví un poco de café- después de todo tú eras la que siempre terminaba corriendo a los que me venían a buscar.

 

-Qué tiempos aquellos- suspiró mientras me daba un folder con las copias de unos documentos que le había dado el día anterior- hace mucho que no viene ninguno, así que pensé que quizás te habrías cruzado de acera.

 

-Eso nunca pasará.

 

La plática se vio interrumpida por la llegada de mis clientes, esperaba que en esta ocasión pudieran llegar a un acuerdo y se pudieran divorciar en paz, era eso o ir a juicio y la verdad no quería hacerlo con semejante pareja.

 

------Sergio-------

 

-Si me siguen molestando, uno de ustedes resultará herido- amenacé a Martín y a Efraín que me miraron antes de soltar una carcajada-

 

-Vamos no es para tanto pelirrojo- estaba considerando seriamente teñirme el cabello para que dejaran de lado esos apodos- sólo fue una simple sugerencia.

 

-Repito- dije fríamente- no voy a invitar a Rodrigo a venir.

 

-Me da mucha curiosidad conocerlo- dijo Martín- dices que es abogado ¿no?

 

-¿Qué edad tiene?- pregunto Efraín, íbamos camino a un bar de ambiente bohemio, en ese lugar empezaba Efraín la noche y terminaba en otro donde también trabajaba el hermano de Sam, Iván-

 

-No lo sé, nunca me ha querido decir su edad, y tampoco me importa- apreciaba realmente que Efraín y Martín estuvieran preocupados por mí, pero aún no iba a presentarles a Rodrigo, al menos no hasta que la situación entre nosotros estuviera aclarada-¿cómo le va a Iván en su trabajo?

 

-Buena evasiva- me felicitó Martín pero igual Efraín me respondió-

 

-Bien, resultó buen mesero- confesó mientras se acomodaba mejor la guitarra en la espalda- Cristina ya se olvidó de Martín, ahora anda tras el pequeño-

 

-¿Cristina?

 

-Una de las meseras- no pude evitar mirar a Efraín, en ocasiones me resultaba demasiado desesperante la relación entre ellos dos, hacía años me había dado cuenta que Efraín le guardaba mucho cariño a Martín y viceversa, quizás era simple fraternidad dado que ambos se conocían desde niños, pero en ocasiones ambos se mostraban extremadamente celosos uno del otro, o al menos a mí me lo parecía-

 

Pero no me atrevía a indagar, era como si hubiera un muro invisible alrededor de ese tema que impedía que alguien hablara al respecto, tristemente, el muro también estaba entre ellos.

 

-¡Chicos!- nos llamó Samuel a varios metros de distancia. Los tres nos detuvimos dejando que tanto él como Oliver nos alcanzaran-

 

-Se solucionaron los problemas en el paraíso- dijo Efraín tan pronto estuvimos todos reunidos-

 

-Eso es discreción- Sam rodó los ojos ante las palabras de Efraín, pero aún así Oliver, Martín y yo nos reímos-

 

-----------Rodrigo-------

 

" ¿Qué demonios estoy haciendo aquí?" pensé cuando entré a ese diminuto bar en compañía de mi cliente.

 

Luego de haber estado tres horas encerrados en una oficina revisando bienes, papeles, y soportando peleas y reclamos, habíamos logrado un acuerdo y con ello el divorcio.

Y por alguna razón mi cliente había decidido que la mejor manera de celebrarlo era invitándome a beber, a un bar que él solía frecuentar. Desafortunadamente no había podido negarme, aunque lo había intentado.

 

-Pide lo que quieras- me dijo cuando el camarero se nos acercó, y lo hice, pedí un whisky, iba a necesitarlo para soportar a un recién divorciado, no era la primera vez que esto ocurría-

 

No sé cuanto tiempo estuve sentado con el escuchando todas y cada una de las quejas contra su ex.

 

"Con razón se divorció de ti" pensé cuando ya iba por mi tercer trago.

 

-Rodrigo- ambos nos giramos para ver al chico junto a nosotros, era Sergio- ¿qué estaba haciendo aquí?- Qué sorpresa encontrarte aquí- me saludó con una sonrisa-

 

-Lo mismo digo- respondí, notando como miraba de reojo a Enrique, mi cliente-¿qué haces aquí?- Pregunté-

 

-Uno de mis amigos toca aquí- con un gesto de la cabeza me señaló al diminuto escenario donde un joven estaba preparando su guitarra para comenzar a cantar-¿y tú?

 

-Trabajo- me limite a responderle-

 

-¿Quién es?- terció Enrique con verdadera curiosidad por Sergio-¿familiar tuyo?

 

-No, el es...- lo medité unos segundos- un amigo- respondí-

 

-Bueno con su permiso- interrumpió Sergio- ya tengo que irme- y sin más se alejó de nosotros para acercarse a una mesa cerca del escenario donde comenzó a despedirse de los ocupantes de ella, no pude evitar notar que uno de ellos se parecía a Ricardo-

 

Desde el escenario el chico de la guitarra se despidió con un gesto de él y después me miró antes de empezar con su acto.

 

¿Por qué sentía que algo no estaba bien?

 

------------Sergio-------

 

¿Un amigo?

 

¿Sólo un amigo? ¿Eso era todo lo que significaba para Rodrigo?

 

No sé por qué pero estaba furioso con él.

 

Pero más que nada me sentía deprimido...

 

Notas finales:

 

Espero sus comentarios sobre este nuevo trabajo, prometo actualizar una vez por semana para llevar continuidad. Bueno me despido un beso y un abrazo bye bye


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