Todo en una mañana lluviosa, el día pintaba para permanecer recostado el día entero sin nada más que hacer, odiaba el sentimiento de desesperada nostalgia que se instalaba en su ser apenas veía los nubarrones ocultar totalmente el sol. No pretendía ponerse a averiguar si se trataba de soledad lo que le impedía salir de su cama, la tristeza que lo pegaba a las cobijas calientitas y reconfortantes o por el contrario el sentimiento de desamparo que le helaba el alma enteramente.
Toda la escuela se preguntaba por que El Príncipe de Slythering nunca salía en días lluviosos.
Di adiós, solo adiós
A todas las molestias, adiós
Adiós solo adiós
A no temer a las cosas que cambian, adiós
Y la pequeña mueca que simulaba una sonrisa surgió en su rostro, aún recordaba con total nitidez la cara de espanto de su padrino cuando descubrió que la lluvia lo sumía en una fuerte depresión, que el frío y cruel príncipe actuaba como un niño pequeño esperando por unos fuertes brazos confortantes.
No había una sola persona que se atreviera a entrar a su habitación.
No si amaban su vida.
Y eso se sentía terriblemente mal.
Sin rumbo, sólo camino
Al tesoro de los días que se cansan adiós
Las señales que voy dejando atrás
Son iguales que el viento del principio
Para esas alturas todavía intentaba ordenar sus ideas, hasta hace poco todavía tenía la fuerza de voluntad necesaria para salir a desayunar algo, vestido con ropa común y un suéter que por lo general le quedaba un poco más grande, su reto constituía en llegar al comedor en una sola pieza, mantener su orgullo intacto y no ponerse a tiritar bajo el brazo de Blaise, una vez logrado el primer reto, lo siguiente era ingerir lo que fuera y obligarse a no perderse en sus pensamientos mientras veía fijamente algún ventanal, la silueta lejana y sonriente de Potter o las barbas de Dumbledore que ni comiendo perdía su eterna sonrisa.
Más hoy era distinto. Hoy no podía pensar en la posibilidad de sacar la cabeza para ver si ya era hora del desayuno.
No era capaz, y eso lo frustraba.
Si no puedes hallar la manera
Hay muchos caminos sinuosos
Alzando la mano al cielo "Round & Round"
Pregunto al pequeño poema
Sintiendo inquietud por las tierras que aún no he visto
El calor de las mantas y sus propios pensamientos lo sumieron en un delicioso sopor que lo hizo caer en un profundo sueño, sabía que ninguna de las personas de su casa entrarían a verlo en un estado tan vulnerable, estaba a salvo tanto como podía estarlo así que se permitió dar rienda suelta a todo aquello que le daba vueltas desde hacía algún tiempo, más sin embargo pronto se cansó de ello, su cabeza no tenía la capacidad para nada, quería dormir, hacía frío y necesitaba que alguien fuera a encender la chimenea de su habitación.
Por favor canciones, díganme la verdad
Tu melodía
Sigue sonando dondequiera que esté
Aunque algún día me vuelva a perder
Si la escucho volveré a caminar ligeramente
Merlín, ¿Porqué hacía tanto frío?
-Sabía que hoy no te levantarías
No brincó cuando el delicado ruido de la puerta abriéndose inundó el silencio de la habitación, el tierno murmullo de aquella voz tan inconfundible lo obligó a notar la total falta de vida en ese lugar, escuchó ruidos por algunos minutos antes de sentir como el colchón se hundía por su peso justamente a su espalda, intentó sonreír, moverse para hacerle espacio o tan siquiera murmurar el "quédate" que tenía atorado en la garganta. Cuando la habitación comenzó a calentarse de nueva cuenta y las caricias en su cabello pararon, sintió como la calidez lo abandonaba súbitamente.
"No te vayas"
-Sé qué tan remilgoso eres con los zapatos en la cama así que me los quité
Di adiós, solo adiós
No tengo miedo de herirme adiós
Voy a desprenderme de todos los recuerdos
Que no puedo llevar en mi mano
El suspiro que intentó retener salió acompañado de las primeras lágrimas del día y el abrazo casi inconsciente en el que lo mantenía en situaciones así, si pudiera escoger entre salir en un día soleado o quedarse con él abrazando su cuerpo con todo su ser, sin duda se quedaría con la segunda opción. La frialdad se iba disipando lentamente mientras las manos en su cabeza le recordaban el por que sobrevivía a los peores días del año.
-Pan me dijo que hoy no bajaste a desayunar-La calidez y suavidad de su voz eran incluso relajantes-Afuera hay una tormenta tan fuerte que nos han suspendido las clases por el resto del día, los maestros dicen que es imposible enseñar nada si todos se mantienen más preocupados por sus mascotas o por los truenos
Quiso reír, imaginaba la cara de su padrino.
-En realidad creo que exageran, si hubieran puesto un hechizo alrededor del castillo... oh pero eso nos dejaría expuestos, como sea, no tenemos clases y he decidido pasar el día contigo
No le veía la cara, mas sabía de la sonrisa que adornaba su expresión.
-¿Aún si me ves así?-El susurro que era su voz fue apenas audible
-Aún si tengo que quedarme fuera de tus cobijas-respondió a modo de broma
Por favor canciones, díganme la verdad
Tu melodía
Sigue sonando dondequiera que esté
Aunque me pierda en algún lugar
Si puedo cantarla, caminaré tranquilamente
Adiós
El beso que depositó en su frente fue lo que hizo que inmediatamente diera la vuelta para hacerle espacio, ambos sorprendidos por tal acción se miraron a los ojos fijamente, Draco sonrió enternecido al sentirse acunado entre sus brazos y Harry cerró los ojos dispuesto a dormir lo que quedaba de la tarde con aquella serpiente revoltosa, altanera y tierna.
-No sé que haría sin ti-murmuró Draco contra su pecho
-Seguir conformándote con los torpes intentos de Blaise por consolarte
-Quisiera saber qué sería peor
-No amarte
Pansy cerró la puerta seguida por Hermione, ambas dieron un ligero asentimiento a Ron, Theo y Blaise que al instante relajaron su expresión, juntarlos a ellos fue la mejor idea que hubieran tenido en común, Harry se ocupaba en otra persona después de la guerra y Draco superaba todas aquellas cosas que lo atormentaban, sin duda la mejor de las ideas.
Fin