Capitulo 2
“Deseo”
Syusuke siguió el movimiento de aquella lengua y se mordió el labio para contener las enormes ganas de apresar aquella lengua en su boca y lamerla como un caramelo. Estaba demasiado cerca. ¿Y si resbalaba? Eso podía ocurrir. Besarle no seria tan difícil, podía sentir el aliento de Tezuka en la cara, mezclándose con el suyo propio. En verdad besarle no seria tan difícil. La sola idea le erizó la piel y le disparo el pulso a mil.
- ¿Syusuke?- volvió a preguntar Tezuka- ¿Estas seguro?-
- Ehh... No, no- balbució Syusuke muy nervioso. Tezuka levanto una ceja- Quiero decir, sí- concéntrate, Syusuke por Dios- Si estoy bien- trago saliva y rogó por que Kunimitsu no mirara hacia abajo.
Tezuka se le quedo viendo largo rato, quedándose callado, dudando si creerle o no. Volvió a pasar inconscientemente la legua por sus sensuales labios y entonces y solo entonces, porque no habia nadie con peor suerte en el mundo que Syusuke Fuji bajo la vista... y lo vio.
Syusuke no reaccionó. Se limitó a mirarle con el horror plasmado en su mirada, totalmente paralizado, sintiéndose el más ridículo con su ridícula erección y su ridícula y mísera existencia.
-...- Tezuka literalmente quedo en blanco. No sabia que pensar acerca de la erección de Syusuke, ni el por que la portaba ahora. No sabia que decirle. Subió la mirada y al ver la expresión pálida y consternada de su amigo, se sorprendió.- ¿Syusuke?
Syusuke finalmente despertó de su lagarto y se inclinó mecánicamente para recoger el bote de champú que se le habia resbalado y camino hacia la ducha sin decir palabra. Tezuka lo siguió con la mirada completamente desconcertado. Syusuke por el contrario podía sentir su mirada clavada en él. Apretó el envase contra su pecho y se quedó muy quieto, con la vista fija en el suelo a solo un paso de entrar en la regadera nuevamente, para no tener que mirarle. Nunca en su mísera existencia se habia sentido tan miserable.
-¿Estas bien?- en el tono de Tezuka había cierta ansiedad que conmovió profundamente al oji-azul- Syusuke por favor respóndeme. Nunca diría o haría algo que te ofendiera-
Syusuke no respondió, pero los ojos le comenzaron a arder de nuevo y el labio inferior le comenzó a temblar. Se sentía tan estúpido, tan pequeño, allí, desnudo y con aquel envase de champú apretado contra su pecho. Tenia ganas de ponerse a llorar y a la mierda con su secreto y con todo.
Tezuka se asustó. Le puso torpemente su mano fría en el hombro y le obligó a mirarle.
- Por favor Syusuke dime algo- le pidió, clavando sus ojos miel en sus pupilas llorosas.- ¿Estás bien? ¿Estás enfadado?-
Enfadado.Crees que estoy enfadado contigo.Como si pudiera.
Syusuke embolsó nuevamente una sonrisa cansada, sus ojos se le volvieron a llenar de lágrimas.
- No. No estoy enfadado. No puedo enfadarme contigo.- La voz le salió ridículamente aguda- Ese es el problema- añadió en un murmullo, limpiándose los ojos con el dorso de la mano.
Tezuka le miró sin comprender nada.
-¿El problema?¿Ese? Syusuke, sabes que si algo pasa puedes decírmelo.-
Syusuke le miró. Tenía sus hermosos ojos azules enrojecidos.
- Esto es diferente Tezuka- respondió, con amargura- completamente diferente.
La maquinaria que tenia como cerebro Tezuka, comenzó a sacar razones por las cuales Syusuke no pudiera contarle todo aquello. Se imagino a su familia, a su hermano, a Yumiko, a sus padres. A sus amigos, a todo, pero no encontraba algo que lo pusiera en aquel estado de total amargura. Además también estaba aquella erección que lo habia desconcertado y sorprendido en partes iguales.
- ¿Es tan malo?-
Syusuke sorbió por la nariz. Debía de estar ofreciendo un espectáculo lamentable, pero qué importaba. Estaba atado de pies y manos, y sabia que tardo o temprano ardería en la hoguera. ¿Qué importaba si sucedía ya? Fijo su mirada en Tezuka con tristeza, estaba comenzando a marearse.
Lo perderás para siempre. No volverás a jugar con el algún partido en dobles, ni a apoyarlo si algo le falta, ni a mirarlo cuando el este distraído, ni a mantener aquellas conversaciones en las que muestra su modo tan correcto al hablar. Nunca mas volverá a sonreírte cuando hayas terminado un partido con una victoria. Nunca más volverá a darte un abrazo cuando sea tu cumpleaños. Nunca querrá volver a acercarse a ti.
Nunca.Syusuke sintió que la garganta se le cerraba en un nudo dolorosamente grande. Su coraje, aquel que habia salido a flote se esfumo como por arte de magia.
- Da igual, Tezuka- musitó, con un hilo de voz- en verdad, no pasa nada.
- Syusuke- replicó éste- Sí esta pasando algo ¿Por qué no me lo quieres contar?- hizo una pausa y le miro fijamente- Vamos Syusuke no me gusta verte mal.-
Syusuke cerró los ojos, maldiciéndose a sí mismo. Lo estaba empeorando todo.
- Tezuka ¿no lo entiendes? Si te lo cuento, nada volverá a ser igual.- trago saliva y añadió con amargura – absolutamente nada.
Al oír aquello, Tezuka lo soltó.
Syusuke exhaló un suspiro de cansancio. Estaba empezando a dolerle mucho la cabeza, y ya no se sentia con la fuerza, ni con las ganas de afrontar La Verdad.
- Syusuke, somos amigos, nos conocemos desde hace ya bastante tiempo- dijo razonablemente Tezuka- Nada que hagas me hará cambiar la opinión que tengo sobre ti. Absolutamente nada.
- No Tezuka, no te lo diré. No quiero y no tengo ganas- respondió tan a la defensiva que Tezuka abrió mucho los ojos, sorprendido por aquel arrebato.
- Vale, tranquilo..- dijo mientras se alejaba un paso. – solo tranquilízate.- y dejando aquel tema de lado se sorprendió hablando.- Hace bastante que no mostrabas tu espíritu luchador. Dejaste de hacerlo cuando aquella chica se te declaro y tu sutilmente la rechazaste diciendo que estabas enamorado de alguien... – murmuró.
Syusuke le miró, sin decir palabra alguna.
De pronto, algo extraño le sucedió a aquellas palabras. Esta ves no fueron simplemente palabras las que pudo sentir Tezuka al razonarlas bien. Se balanceaban ante sus ojos como una gran posibilidad del estado emocional de Syusuke.
“Y tu sutilmente la rechazaste diciendo que estabas enamorado de alguien”
Ahora lo recordaba. Syusuke le habia dicho a aquella chica de un grado inferior que él tenia alguien a quien amar.
“... estabas enamorado de alguien”
Alguien a quien amar. Syusuke estaba enamorado de alguien. Las palabras de Inui le vinieron de repente a la cabeza. Sabia que no estaba bien escuchar conversaciones ajenas pero el hecho de que hablaran de él y de su compañero de dobles, a sus espaldas ya era bastante extraño, a Tezuka simplemente le extraño.
“La probabilidad de que Fuji esté enamorado es de un 82 por ciento, Oishi si Syusuke sigue asi, explotara. El apenas y puede con eso.”
“No podemos hacer gran cosa Inui. Es la decisión de Syusuke el decirle a Tezuka. Nosotros no tenemos nada que ver es eso”
“Lo se... Pero me pesa el ver como apenas se acaba de dar cuenta y esta solo con esto.”
De repente, la conversación que Inui sostuvo con Oishi habia tomado sentido. Tezuka se quedó en silencio.
“... enamorado de alguien”
Syusuke le observaba temeroso, sin decir palabra alguna. Cuando vio que el ceño fruncido de Tezuka desaparecía, supo que lo habia entendido. Sintió un retortijón en el cuello del estomago. Ya no podía dar vuelta atrás.
Se miraron por interminables segundos durantes los cuales nadie dijo nada, hasta que Syusuke bajo la vista y la clavó en piso como si ahí se encontrara la cosa mas extraordinaria sobre la faz de la tierra.
- Lo siento, Tezuka- musitó. Las manos comenzaron a temblarle ligeramente- No puedo evitarlo. Si pudiera hacer que las cosas siguieran igual... que fueran diferentes... yo lo haría... pero...- inspiro con fuerza que el pecho le dio una punzada- pero... no puedo.
Tezuka asistió lentamente, completamente conmocionado. Para la consternación de Syusuke retrocedió unos pasos, alejándose de él. Abrió lentamente los labios, como intentando decir algo, alguna frase, alguna silaba, pero no salió de su boca palabra alguna, durante interminables segundos. Finalmente, consiguió hablar.
- ¿Desde... cuando?- Tezuka nunca se habia sentido tan fuera de juego como en aquel instante.
- No lo sé- respondió muy bajito- un par de años. Tezuka parpadeó, con expresión aturdida.
Desde siempre. Puede que incluso desde antes de saber que existías ya te amaba.
-...-
Syusuke dejó escapar un suspiro imperceptible.Así que aquello era todo. Allí se acababa el trayecto; en aquel denso silencio. Siempre habia tenido una esperanza, una pequeña fantasía con respecto Al dia de la Verdad, pero en sus sueños, Tezuka reaccionaba diferente. Se enojaba, se sorprendía, pero luego el le confesaba que también sentia algo parecido y se besaban con furiosa torpeza. Ese era el devenir de los acontecimientos en las versiones mas osadas. En las mas realistas, Tezuka le escuchaba, le entendía y nada cambiaba entre ellos. Pero en ninguna se limitaba a quedarse callado.
Bueno ¿Y qué esperabas, iluso?
La realidad era la realidad y tal parecía que a la realidad le importaba una mierda los sueños de Syusuke. En sus sueños, su amistad con Tezuka evolucionaba hacia el amor, pero en el mundo real, su amistad se acababa allí, con un simple y denso silencio por epitafio. Debería de haberlo sabido, pero no por estar preparado aquello iba a doler menos.
Tezuka seguía en silencio, con la mirada perdida en algún punto de la pared. Se habia apartado de Syusuke y estaba de semiperfil, como si inconscientemente se hubiera preparado para la huida hacia la puerta.
-Y que esperabas, Syusuke- se repitió con amargura, intentando obligarse a reaccionar, a decir algo, a aceptar el final; pero simplemente no podía. No podía con ello. Era sencillamente incapaz de asimilar que su amistad habia terminado para siempre.
Pero lo había hecho. Tezuka también se había dado cuenta, o no se habría alejado de él de aquella manera. Lo mínimo que podía hacer por él era facilitarle la retirada.
Dale la oportunidad de que se vaya. Sabes que si no lo hace es por respeto a ti, aunque seas homosexual y estés perdidamente enamorado de él. Dale alguna excusa para que pueda marcharse con la dignidad limpia.
- Voy a terminarme... de duchar- murmuró, haciendo un esfuerzo sobrehumano para arrancarle algún sonido a su garganta. Aferró el bote de champú con tanta fuerza que el plástico crujió entre sus dedos y murmuro tristemente- Nos vemos luego.
Espero un segundo, dos, tres, cinco... Pero Tezuka no contestó; ni siquiera le miro. Con el corazón latiéndole con una dolorosa lentitud, Syusuke se dio media vuelta y se volvió a meter en la ducha. Cuando la mampara de vidrio se cerró a sus espaldas, cerro los ojos y se quedó inmóvil durante unos segundos.
Ya está.
Ya está, se repitió, y abrió los ojos.Dejó el bote de champú en el suelo. Lo había mantenido tanto tiempo en las manos que la etiqueta se había desmenuzado, llenándole los dedos de minúsculos pedazos de papel mojado. Comenzó a quitárselos, pero el temblor de sus manos le dificultaba la tarea. Iluso.
Al menos has recuperado tu dignidad. Al menos te has recuperado Syusuke. Llevabas una vida patética, ocultándote siempre y buscando pretextos ridículos para tus acciones. Al menos ahora vuelves a ser una persona.
El labio inferior comenzó a temblarle violentamente. Se quitó un trocito de papel que tenía pegado en su dedo índice y lo tiro al suelo.Ya no tendrás que volver a fingir, ni a mentir. A nadie. No tendrás que sentirte ridículo, nunca más. Te recuperaste Syusuke. Volverás a ser una persona de nuevo. Una persona Syusuke. En el fondo, esto es lo mejor que te podía haber pasado.
En ese preciso momento, oyó el chirrido de la puerta del baño y su débil chasquido al cerrarse. Syusuke se quedó inmóvil, mirando hacia la mampara con la pupila dilatada.Tezuka.
Se había ido.
Un lento y agudo dolor comenzó a extenderse por su estómago, como si algo le hubiera sentado mal y amenazaba con provocarle náuseas.
Tezuka se ha ido.Por supuesto que se ha ido.Es mejor así, Syusuke.
Alargo una mano temblorosa y abrió el grifo. El agua salió de la ducha como un estruendo, poniéndole la piel de gallina y convirtiendo en espuma el jabón reseco de su pelo. Syusuke cerró los ojos y apoyó la frente en la pared. Le dolía mucho el estómago.
Al menos serás una persona.
Tezuka se ha ido.
Volverás a ser tu Syusuke.
Tezuka se ha ido.
No tendrás que fingir nunca más.
Tezuka se ha ido.
No volverás a mentir.
Tezuka se ha ido.
Y se derrumbo.
Se llevo las manos al estómago. Un espasmo de dolor, lento y agudo, le obligó a doblarse. Pero el segundo que sintió fue aun peor. Syusuke gimió y se apoyó contra la pared, encorvado y respirando muy deprisa.
Se había ido. Dios, se había ido de verdad.
Tezuka.Kunimitsu, mierda, mierda...
Lo había perdido.
Mierda, mierda...
Syusuke se cubrió la cara con sus manos temblorosas. Su espalda fue resbalando por la pared hasta quedarse sentado, patéticamente desnudo, sobre el plato de la ducha. Le dolía tanto todo que pensó que se volvería loco, que le daría un ataque al corazón allí mismo, por que no podía soportar que Tezuka se hubiera marchado y no fuera a volver nunca más. La sensación de abandono era tan intensa que se encogió sobre si mismo, apretando las rodillas fuertemente contra el pecho mientras lloraba en silencio.
Así fue como le encontró Tezuka cuando abrió la mampara con un chirrido. El ruido tomó a Syusuke por sorpresa, y cuando alzó el rostro y le vio allí, mirándole, su expresión era de atónita desesperación.
Syusuke parpadeó, como si no se creyera lo que veían sus ojos enrojecidos. Las lágrimas le corrían por las lisas mejillas y se confundían con el agua que seguía cayendo de la ducha. Tenía la bocha hinchada y torpe, y sobre el labio inferior habia un rastro de sangre. Su cuerpo entro acusaba las sacudidas del estrés. Nunca había parecido más desvalido que en ese momento. Se limpio la boca con la mano, sin dejar de mirar a Tezuka, temblando.
Durante lo que pareció casi una eternidad, ninguno de los dos dijo nada.
- Cerré la puerta- dijo finalmente Tezuka- Sólo faltaría que entrara alguien ahora.
Syusuke avergonzado, se limpio la nariz con el dorso de la mano, Si sólo pudiera contener esos patéticos estremecimientos de su cuerpo...
- Creí que te habías ido- murmuró.
- No.- aclaró Tezuka, como si hiciera falta. Volvió a quedarse en silencio, pensando seriamente sus próximas palabras.- Syusuke... ¿Cuánto te gusto?- carraspeó, incomodo y tamborileó los dedos sobre el mosaico- Quiero decir... ¿Cómo sabes que te gusto?-
Syusuke parpadeó, completamente sorprendido. No se esperaba aquella pregunta en absoluto. Sorbió nuevamente por la nariz, mientras pensaba la respuesta.
- No sé- mintió, temiendo que la respuesta sonara demasiado elaborada, demasiado meditada- Cuando no te veo, en vacaciones, la paso muy mal. Fatal. Me paso todo el verano esperando que llegue el momento de reunirnos en la entrada de la escuela, como todos los año y me pongo tan nervioso que me dan ganas de vomitar.
Tezuka arqueó las cejas, sorprendido.
Silencio de nuevo. Syusuke casi podía oír los engranajes de la cabeza de Tezuka girando vertiginosamente, procesando y analizando la información que acababa de oír. Lo que le intrigaba es aún que seguía allí. Apoyado en el marco de la puerta de la ducha, y no había huido. No parecía intentarlo tampoco.
¿Significaba eso algo?
No podía y no se atrevía a pensarlo siquiera.
Pero... ¿Y si..?
- ¿Por que no me habías dicho nada?- pregunto Tezuka, interrumpiendo sus pensamientos, mientras se acercaba lentamente, como si temiera que el manojo de nervios llamado Syusuke Fuji fuera a huir de él en aquel preciso instante.
La adrenalina en el cuerpo de Syusuke comenzó a correr furiosamente por sus venas. El corazón se le aceleró violentamente.
¿Y si...?
- Te... Temía perderte- murmuro el oji- azul, mientras veía el cuerpo fuerte de su capitán acercarse hacia el mismo, con aquel porte que lo distinguía y su pasos fuertes y seguros.
Tezuka se hincó enfrente suyo. Apoyando una rodilla en el frio piso de las regaderas, para asi estar a la misma altura del lloroso Syusuke. Fijando en todo el trayecto que habia hecho, su intensa mirada en él.
¿Y si...?
El corazón de Syusuke se volvió a acelerar, enloquecido con aquella posibilidad que veía ante si. Intento por todos los medios posibles no prestarle atención, pero la esperanza regresó con una intensidad caótica. Después de todo cuanto le había dicho, cualquier otra persona se habría ido, incluso aunque fuera su mejor amigo.
Syusuke sabía; estaba completamente seguro, que si Tezuka lo rechazaba en aquel instante se volvería completamente loco. Tras varios segundos de el mas tenso silencio, por fin Tezuka se atrevió a hablar.
- ¿Me amas?.- preguntó Tezuka en voz baja, dejando que su mano acariciara tiernamente la mejilla fría de Syusuke.
Syusuke se puso tenso. La esperanza que habia regresado con aquella intensidad caótica que sintió momentos antes, se movía inquieta dentro de si. Sintió que se le secaba la boca.
- Te amo... Kunimitsu...-
Tezuka sonrió, y en un movimiento algo brusco, pero completamente cariñoso, atrajo a Syusuke hacia sus fuertes brazos para asi, envolverlo en un tierno abrazo que desconcertó y sorprendió al mas pequeño en partes iguales.
Syusuke no parpadeaba. Ni siquiera respiraba. Es más; no recordaba cuál había sido la última vez que había hecho el proceso de inhalar y exhalar para respirar. Se sentía mareado, tímido, débil y a punto de llorar; Pero sobre todo eso, sentia una extraña pero reconfortable calidez en toda aquella escena que lo hacia sentirse feliz.
No podía estar pasando. Tenía que estar imaginándoselo.
- Gracias...- murmuro Tezuka con voz profunda, mientras mantenía fuertemente abrazado a Syusuke- Gracias Syusuke-
Syusuke cerró los ojos y tragó saliva. Sentia como si su corazón se le fuera a salir por la boca, pero extrañamente se mantenía ahí, latiendo desenfrenado dentro de su pecho. Con timidez poso sus manos en torno al cuerpo de su capitán, envolviéndolo también en aquel abrazo que, a pesar de ser tímido, tenia un aire de lo mas pasional al estar los dos completamente desnudos, bajo la regadera.
Tezuka se separo, sin cortar el abrazo y con la mirada dilatada y la respiración agitada, busco con urgencia los labios de Syusuke, para después de encontrarlos besarlo. Los labios de Tezuka acariciaron fervorosamente los de Syusuke, haciendo que el corazón de Syusuke le palpitara con furia y que su cuerpo se contrajera con espasmos nerviosos. El tensai respondía con ímpetu al beso mientras que sus manos acariciaban con cariño la nuca del capitán y él, en respuesta lo abrazaba con más fuerza. Syusuke creyó llorar de alegría al sentir el sabor de los labios de Tezuka, la caricia en su lengua, la textura, todo era como un sueño. El tenerlo ahora, abrazado a él, en sus brazos, correspondiendo sus besos, era solamente comparado con la felicidad pura. Con aquel sueño que él no podía alcanzar. Se comparaba solamente con su sueño hecho realidad. ¡Lo amaba... lo amaba tanto!
Tezuka no feliz con tan solo sentirlo así, lo tomo de la cabeza bruscamente y he incremento la pasión del beso con ferocidad, con avidez, poseído por una euforia y una rabia que nunca había sentido hasta ese momento. Quería romper a Syusuke, quebrarlo, devorarlo; consumirlo. Lo empujó contra la pared de la ducha, tomando con una de sus largas y grandes manos las muñecas de Syusuke y hundiendo la otra en la carne blanda de Syusuke, comenzando a descender aquélla mano hacia su sexo hambriento y duro.
Syusuke estaba exaltado y su corazón parecía que iba a salirse del cuerpo. Los besos de Tezuka eran cálidos, fríos, mezclados en menta y una pasión desbordante. Abrió las piernas cuando sintió a Tezuka mas cerca y cuando este comenzó a besarlo con aquella pasión absoluta se vio moviendo sus caderas contra las de Tezuka casi espasmódicamente.
- Te amo...- susurro entre besos Tezuka, antes de soltarle las muñecas, demasiado perdido en lo que hacia.
Syusuke le abrazó, volvió a abrazarlo con mas fuerza, cada movimiento que hacían era mitad agonía, mitad placer. Sentía su miembro hinchado, a punto de estallar; la piel tersa y roja, las venas inflamadas. Quería más, infinitamente más; romperse, salirse de sí mismo. Acaricio el pecho de Tezuka, sintiendo el latido desbocado su corazón, igual que el suyo propio, y comenzó a descender tratando de hacer sentir de la misma forma a Tezuka.
-Quiero tocarte- murmuro apasionadamente Tezuka- Quiero besarte- volvió a murmurar mientras tomaba con la boca uno de los pezones erectos de Syusuke.Syusuke gimió.- Quiero poseerte- volvió a murmurar Tezuka contra la piel caliente de Syusuke, como si estuviera previniéndola de lo que se avecinaba. La lengua áspera de el capitán jugaba en su pecho, en sus pezones, en su vientre, descendiendo cada ves más. Una de las manos del capitán se dirigió al trasero de este, y habiendo encontrado lo que buscaba, penetro con un dedo aquella cavidad.
El oji-azul jadeo cuando sintió la boca de Tezuka en torno a su sexo y su dedo allí. Sus ojos se clavaron en los suyos, y Syusuke se sintió atemorizado por lo que vio en ellos. Una súplica atroz, violenta, como su propio deseo, como su propia ansiedad. Sus ojos estaban nublados, saturados; sólo podía pensar en su boca ahí abajo.
Le necesitaba.
Cuando comenzó a moverse en torno a él y dentro de él, Syusuke apretó los dientes. Primero fue lento, despacio, permitiendo disfrutar de la piel suave. El tensai se sentia ebrio, completamente envuelto en la pasión y la lujuria de aquel momento. Pero eso fueron las ligas menores, cuando Tezuka comenzó a moverse con mas rapidez completamente desesperado, incrementando el ritmo, las sacudidas en el cuerpo de Syusuke fueron gigantescas.
- Dios...- gimió, con la voz ronca. Cerró los ojos y hecho la cabeza hacia atrás, apoyándola contra la pared.- Ah... Ah...
La boca de Tezuka se movía furiosamente, incrementando el movimiento, mientras no dejaba de mover aquel travieso dedo dentro de él. Primero habia sido uno, ahora ya eran dos. Las rodillas de Syusuke temblaron, estaba casi seguro de que si lo hubiera hecho de pie, hubiera caído irremediablemente al suelo. Aquello que le estaba haciendo Tezuka era... No, no podía encontrar nombre para lo que le estaba haciendo.
- Kuni... ah- gemía. Los nudillos se le pusieron blancos en torno a los cabellos castaños del capitán.- Ah...!
Estalló con un grito casi de dolor; con un golpe seco de cadera. Todo su cuerpo pareció tensarse durante un segundo, para luego relajarse de golpe. Dejo caer la cabeza sobre su pecho, inerte. A sus pies, Tezuka lo observaba.
- Te amo.- volvió a murmurar Tezuka.
Syusuke estaba con la vista nublada, aquello que acababa de vivir era simplemente sorprendente. Tezuka con aire ceremonioso, tomo a Syusuke cargándolo en brazos para acomodarlo abajo de él. Syusuke estaba semiinconsciente, pero sabia muy bien que Tezuka no habia alcanzado su propio placer.
- Syusuke...- murmuro- no creo poder ser gentil...
Y Fuji entendió. Lo penetraría. Sonrió cariñosamente y acostado, en el piso de las regaderas, lo beso en los labios, dándole con eso, el permiso de hacer lo que quisiera con su cuerpo. A él podía perdonarle todo.
Tezuka lo penetro. Primero fueron movimientos suaves, leves, intentando no lastimar al castaño debajo suyo que respiraba entrecortadamente, mientras que con una mano comenzaba nuevamente a moverse en torno a él. Syusuke gemía mientras lo abrazaba. Cuando las embestidas fueron aumentado de nivel, los movimientos en torno a su sexo también. Syusuke se sentia excitado, y estaba completamente seguro de que Tezuka no duraría mucho tiempo más. Las embestidas seguían y el ir y venir de su mano también.
Un gemido muy parecido a un rugido salió de los labios semiabiertos de Tezuka antes de derrumbarse encima de él.
Ninguno de los dos dijo nada durante largos minutos. Aún les latía en corazón el las sienes, y se sentían poseídos por una fuerza sobrenatural. El silencio de las regaderas era apenas un zumbido lejano; todo cuanto importaba estaba allí, en aquel cubicuelo cerrado y denso por el calor de sus cuerpos.
Tezuka fue el primero en volver del estado de trance. Se quito de encima de Syusuke, y al ver como este tenia los ojos cerrado, no pido evitar sonreír levemente. Acercó su rostro al oído.
- La mejor manera de librarse de una tentación es caer en ella ¿Verdad Syusuke? -
Syusuke completamente perdido en el mundo de las sensaciones tardo en contestar la pregunta.
- Si...-
¿End?
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