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Freesia~ por Zoey_Masefield

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Notas del fanfic:

Título: Freesia
Pareja: Brooklyn x Kai
Canción: Freesia – Girugämesh
Advertencias: Yaoi(evidentemente) y actuar penoso y algo patético de un personaje.

Derechos:
1.- Beyblade y sus personajes NO ME PERTENECEN. [(De ser así varios personajes habrían muerto trágicamente (?)]
2.- Esta historia (o cuento, o como prefieran llamarle) en un Songfic inspirado en la canción Freesia del grupo Girugämesh, por lo cual los créditos de la canción van enteramente hacia ellos.
3.- Al estar la canción en japonés, tomé la traducción de ésta del blog http://kanatospanish.blogspot.com El traductor de la canción es SatoshixD así que todos los créditos de la traducción van a él. Gracias Sato :Z (?)

Mi forma de interpretar la canción y hacerla historia no es necesariamente el sentido de la canción en sí, ya que esta puede ser interpretada desde distintos puntos de vista. -Sin mentir, pensé en cinco finales distintos para ésta historia a partir de la misma letra.- El lyric traducido está en negritas y cursiva, entre 『』.

Bueno, sin más que agregar, espero que lo disfruten :3 Saludos!

freesia

Freesia.

Estoy un poco cansado. Se me es complejo sonrer…

Hace un mes que no ests, o creo que un mes y dos das.

Creo que te extrao. Me gustara no hacerlo.

Aunque el extraarte me hace sentir tenuemente vivo, tenuemente persona, conservando una llama que, tenuemente, an brilla, en lo ms recndito de mi pecho, tal vez en lo ms recndito de tu mente.

Tal vez no pienses en m como yo lo hago. De hecho, no creo que lo hagas. Despus de todo tienes la cabeza ocupada en asuntos mejores, personas ms importantes. Ms importantes que alguien como yo.

Ahora record, un mes y tres das, con 5 horas y 19 minutos…. 20… 21…

Tengo un agotamiento mental y todo comenz cuando te fuiste. Eras ms que un simple capricho que luego de mucho haba logrado conseguir. Eras ya el centro de todo lo que me importaba. Eras el centro de mis pensamientos y los cimientos de un futuro que- aunque no tan prometedor como el que ahora tienes- se cerna lentamente entre sombras y luces, entre risas y llantos, entre peleas y treguas y… llantos y peleas

22… 23… 24…

ltimamente el sol tarda en salir, o debe ser que me levanto ms tarde y el sol me sigue, pero no muy de cerca, ocultndose entre las nubes. Me cuesta conciliar el sueo, me cuesta encontrar alguna idea la cual me deje tranquilo en las noches y me haga pensar que tal vez el da que se asoma con parsimonia ser mejor, aunque sea un poco.

25… 26…

Garland vino ayer. Siempre lo detestaste. Te pareca molesto, escandaloso incluso, pero creo que sus escndalos son los que me han ayudado ltimamente a mantenerme desconectado de lo que es la realidad que vivo ahora. Sus escndalos me llevan a hacer cosas que tal vez antes no haca, y son tambin sus escndalos los que me sacan unas cuantas sonrisas – impulsadas con unos cuantos vasos de licor- que por lo menos le hacen conformarse como persona, porque cree que le ha arreglado la vida a alguien.

Esas sonrisas, no te mentir, hacen que yo me sienta feliz por un par de horas… que tal vez al otro da pueda recordar entre flashes y dolores de cabeza.

27… 28…

Est lloviendo, y sigue el reloj avanzando, con su “tic-tac” insistente y perturbador, entre este silencio casi sepulcral. Creo que si sigo as terminar loco, tal vez un poco ms loco de lo que ya estoy ahora…

Tic… tac…

29… 30…

『… La bondad tambin se me es compleja…

Hace una semana v un gato en la calle. Estaba en una caja de cartn, al lado de un basurero. No tena ms que un par de semanas y lloraba insistentemente bajo la suave lluvia que caa sin mayor entusiasmo sobre m – slo sobre m. (ltimamente llueve mucho, te lo he dicho?)-

Apenas me vio, el gatito comenz a llorar con ms fuerza. Record que te gustaban los gatos y eso fue lo nico que me hizo nimos para recogerle, de otro modo, habra seguido mi camino.

Tal vez me pienses idiota pero llam al gato con tu nombre. De seguro si estuvieras aqu ahora, y todo fuese como antes, te enfadaras con tal hecho y yo te sonreira y molestara, para hacerte enfadar an ms, apropsito. Amaba esos estpidos enfados de niito que te daban de vez en cuando. Eras tan alterable, tan… ah, s, te estaba diciendo, llam al gato con tu nombre, y fue todo lo que hice. Ahora est dormido en el sof en el que t tantas veces dormiste tambin, mientras yo te dibujaba en mi mente una y otra vez y grababa tu imagen, no fuera a ser que me quedase ciego y no te volviera a ver ms. Aunque ahora no hay diferencia. Estoy ciego de todos modos.

Cuando el gato tenga hambre no s qu le dar de comer, tuvo hambre hace dos das y le di un trozo de jamn. Yo hace dos das que no como y tampoco tengo hambre. Tal vez deba ir a comprarle algo… S, en un rato ms.

『…No puedo aceptarlo, regresar atrs junto con mis lgrimas.

Hoy llovi ms que nunca, y es que te extrao demasiado.

Ya va un mes y dos semanas, con diez horas y 51 minutos… 52… 53…

A pesar de la lluvia de hoy, logr mantener el fuego de la chimenea encendido, aunque apenas. Amenaz tantas veces con apagarse, tal vez unas 54… 55 veces. De seguro en tu chimenea debe haber no ms que cenizas.

Me cuesta creer que toda esta mierda me est pasando a m, s que tal vez nunca fui lo suficiente para una persona como t, con esa personalidad y con esa visin de la vida, tan centrada, irrompible y, por qu no decirlo, necia. Y tambin s que, esa mana que poseo de no prestar atencin a cosas nfimas, que para ti s eran importantes, cre la barrera que te separ irremediablemente de m. Entonces, cuando dejo de darme cuenta de eso, concluyo que tenas razn, todo fue culpa ma.

56, 57 veces tuve que secar mi rostro de la lluvia que no dejaba de caer hoy.

Parece un sueo. No, un sueo no, ms bien una pesadilla, de la cual s, y tengo ms que entendido, que jams he de despertar.

Si me vieras ahora tal vez no me reconoceras, y si lo llegases a hacer, slo me odiaras un poco ms de lo que actualmente haces, y es que mi cara ya no es la misma, la piel se me pega a los huesos, estoy plido y me siento ms dbil que nunca. Creo que debo haber bajado incluso cinco o siete kilos entre las ltimas tres semanas. -Comer es un asunto nfimo para m, lo sabas?-

Pattico... de seguro eso me diras, y te marcharas – de nuevo, para variar- arrancndome la poca humanidad que me queda.

58, 59…. Un mes con dos semanas y once horas.

Miro el amplio cielo estrellado,
mientras esbozo nuestro futuro, sintiendo miedo por el maana, pero mantenindome completo.

Sigo con la vista aquellos repetitivos das, cada vez que los observo, mi mano izquierda tiembla…

Con frecuencia me recuesto en el pasto mientras anochece, y a veces se me pasa toda la noche ah. Lo curioso es que no me resfro y quedo incluso ms descansado que cuando me recuesto en la cama. Tal vez sea porque cuando estoy en ese mullido colchn, siento ms que nunca tu ausencia. No tengo a quin abrazarme ni tampoco a alguien que me abrace, ni me de calor, en especial ahora que llueve tanto.

En este momento estoy recostado sobre la hierba del jardn, mirando las primeras estrellas de este eterno 18 de Octubre. Hace un mes y tres semanas que te marchaste. No he recibido ninguna noticia tuya, y t ni una ma.

Te extrao… y no tienes idea cunto.

A veces me pongo a imaginar cmo sera todo si siguieras a mi lado. Probablemente si hubieses seguido aqu, te habras marchado, por que nada daba para ms. O tal vez no, las cosas se hubiesen arreglado y ahora estaramos viendo esa hermosa luna llena los dos juntos, intercambiando palabras distantes pero cercanas y mirndonos vidamente de reojo, sonriendo sin saber bien por qu y agarrndonos de la mano, yo tomando tu mano derecha, y t mi izquierda, como sola ser en un principio.

Si estuvieras conmigo te comprara una flor, no, no una, sino miles, y tapara con ellas todos esos momentos que te acomplejaron desde que eras un nio. Cubrira tu pasado con los ptalos de esas flores y secara con ellos las incontables lgrimas que derramaste desde pequeo hasta ahora, an cuando creas que yo no noto que lloras –porque debes seguir llorando ahora, aunque ests feliz, yo lo s.-

Te gustaban las freesias, no? Freesias sern entonces.

He estado aqu ms de una hora, bajo este cielo inmutable, tan tranquilo, tan sereno, alrededor de este silencio que ha sido casi mi nica compaa durante todo este tiempo- Garland y el gato no se pueden considerar una compaa, o eso creo-.

El gato, recuerdas al gatito?. Bien, muri. No s cmo, ni por qu. Yo le haba dado de comer y todo, y le dej que hiciera lo que quisiera en casa. Me dediqu a no molestarlo. Me dediqu a dejarlo solo. Un da volv de haber salido a caminar, y lo encontr dormitando en el silln. No se levant de ah en dos das.

Tal vez yo acabe como ese gato, postrado en alguna parte, solo, moribundo. Tengo miedo Kai, nunca te lo dije pero siempre tuve miedo, s, miedo. Miedo de perderte, miedo de que me odiaras y que te fueras, miedo a quedarme solo de nuevo. Siempre tem acabar como estoy ahora. Y ahora contino igual, tengo miedo de morir y que eso no te importe, que permanezcas impertrrito -como cuando te conoc- si es que alguien de dice que he muerto. Temo a que me sigas odiando, y a lo que ms temo es a que me olvides. Eso s, prefiero que me odies, con el ms grande de los odios, prefiero incluso causarte repugnancia, pero nunca que me olvides. Nunca… Aunque… tal vez… ya lo hayas hecho.

Joder… qu tan bajo puedo llegar? Si me oyeras, maldita sea, si me oyeras discurseando estas agnicas palabras, estas tan lastimeras palabras… S y me han dicho que tengo facultades para seguir adelante, que no vales lo suficiente y que merezco algo mejor. Pero ellos se equivocan, yo comenc a vivir cuando te conoc y el 90% de mi alma feneci apenas cruzaste el umbral de la puerta que est a mis espaldas, con una maleta negra que era sostenida por tu mano derecha. Este 10% que se qued conmigo es lo que me ha ayudado a mantenerme entre tropiezos durante estos casi dos meses…

Un mes y tres semanas… con 2 horas… 1 minuto…


…y mi aplastado pecho lagrimoso se abre; acabo de pronunciar ese amado nombre.

Estoy apoyado sobre el alfizar de la ventana, observando la puesta de sol desde aqu. El cielo est hermosamente despejado.

Quedan solo tres horas, y sigo pensando, Por qu, por qu no me di cuenta antes de todos los errores que estaba cometiendo? Por qu no not con anterioridad que estaba echando todo a perder con mi actitud?... Por qu fui tan estpido?!...

… Por qu no me diste otra oportunidad? Kai… Yo lo habra intentado, habra cambiado. Yo te quera de verdad, y an te quiero. Kai.

Kai.

Siento mi rostro mojado nuevamente, la lluvia se ha colado por la ventana abierta y est golpeando furiosamente mi rostro, pero prefiero que sea as, no he cerrado la ventana, ni tampoco lo pienso hacer.

Esta lluvia que cae, inconstante y arrtmica, purga lentamente los pensamientos tan funestos que me siguen hace tanto tiempo, me dejan rpidamente sin fuerzas y yo caigo inconciente en un profundo sueo. Esta lluvia es casi una anestesia. Una vez que se calma por completo, me deja indolente durante una hora. Una hora. Justo el tiempo que queda para tus dos meses.

Tic, tac… La lluvia no para…

Tic, tac…

3… 2… 1… muy tarde, dos meses se han cumplido.


Dnde irn a parar las estrellas fugaces?
Mi enlodado corazn brilla, mientras que todo se envuelve.
Aquella sonrisa me dej ver, que no te pude dar una respuesta,
que solo me preocup por las cosas importantes, por eso, te pido disculpas por las heridas que no advert.

Cuando despert hoy, estaba an apoyado en la ventana. El reloj marcaba dos meses y doce horas, con 15 minutos y 27 segundos.

No recordaba cmo fue que me qued dormido ah, slo me acordaba que lo ltimo que vi fue una estrella. Pero no cualquiera, esta estrella atraves tan rpido el cielo que apenas logr divisarla. Le ped un deseo, estpidamente susurr que te quera volver a ver. Saba que no se iba a cumplir. La estrella sigui su camino, as como t. Tal vez t tambin la hayas visto, tal vez no.

Luego de ducharme, peinarme y tomar un caf con unas cuantas galletas, sal y me fui lo ms lejos posible de casa. Llegu al otro extremo de la ciudad y me recost en el pasto, bajo la sombra de un rbol en un parque. Pens que estaba soando cuando o tu voz, y la ignor. De seguro era mi mente, s, mi mente que me estaba jugando una mala pasada.

“Brooklyn…” Sent tu voz nuevamente y no pude hacer ms que abrir los ojos, por lo menos as comprobara que era verdad que no estabas ah, y que verdaderamente yo estaba, lentamente, enloqueciendo cada da ms.

Pero te vi… Estabas ah, indudablemente eras t. Ibas vestido de negro, y me observabas desde arriba, con los brazos cruzados, y mirada tranquila. Llevabas una flor blanca en la mano derecha… una freesia.

Yo estaba atnito, y creo que mi mirada desaforada te lo hizo notar. Tambin estaba feliz, increblemente feliz. El pecho se me llen de una sensacin clida, casi reconfortante. Mis ojos brillaron, disimuladamente alegres.

An as, no entenda. Por qu no estabas en Rusia, con Yuriy? All, donde eras – como yo crea- tan feliz. Qu haces en Inglaterra ahora?...

Mil palabras se agolparon en mi boca, empero, ninguna sali de ella. Un silencio inexorable se apoder de los dos, durante uno… dos minutos.

No supe ni cmo, ni por qu, pero lo nico hice fue agachar la mirada y, sin saber con exactitud qu decir, comenc a desbaratarme en un mont de excusas y disculpas, que t, pacientemente, escuchaste.

Yo en verdad no quera que las cosas acabaran de ese modo, tampoco quera que te fueras, yo te quera, en verdad te quera, y te quiero an, incluso ms que antes. Fui un tonto al nunca ver el dao que te estaba haciendo con mi actitud despreocupada, fui un completo imbcil al no notar que ese orgullo tan soberbio mo, sobrepasaba incluso al tuyo. Yo nunca me disculp por nada. T, t en cambio, increblemente te deshacas en disculpas siempre, cuando en verdad todo era mi culpa.

Apenas acab de decir ese interminable discurso – pattico discurso – levant la mirada y pude ver que tenas los labios curvados levemente en lo que se poda interpretar como una sonrisa – una muy mnima –

“Idiota” – fueron todas las palabras que salieron de tu boca y luego, sin razn, me entregaste la flor que llevabas en la mano – “Yo tambin te extra”.

No supe qu responderte, me habas quitado incluso las ganas de seguir disculpndome. La ltima imagen que tena yo de ti era una iracunda, llena de rencor y – segn yo – odio. Pero ahora, estabas junto a m, observndome atentamente con la mano derecha estirada, con una flor en ella.

“volvamos a casa…” – Recib la flor y te di mi mano izquierda, y te abrac con tanta fuerza que te dej sin respiracin unos segundos.

Ahora ests dormido en el sof. Yo te miro. No ped explicaciones, ni lo har. Quiero que t me digas qu ocurri todo este tiempo.

Tal vez me digas, tal vez no.

Y ha pasado una hora con 22 minutos desde que regresaste aqu…

23, 24…

Si esto es solo una apariencia, entonces no la necesito, quizs la ocupe cuando pueda decir: Eres el ltimo*.

Nunca volver a mirar atrs. Vivir “este momento” con mucha cautela.

Hace un mes que volviste, o creo que un mes y dos das.

Creo que alguien te extraa. No soy yo. O s lo soy. Cuando sales al Instituto o algo por el estilo.

Ahora ests frente a m, desnudo, cubierto con una sbana, con una sonrisa ladina en los labios mientras duermes. Yo estoy frente a ti, desnudo, cubierto con una sbana, con los ojos puestos en tu sonrisa ladina mientras pienso. No te extrao. Y t tampoco lo haces. Sonro al pensar en eso y miro el reloj.

Ya record.

Un mes y tres das, con 5 horas y 19 minutos… 20… 21… 22…

Notas finales: * En la traducción de SatoshixD, en esta parte decía “eres la última”. Sólo le cambié el género al sujeto de esa corta oración para que concordara con la historia. No queremos a un Kai travesti (no, por lo menos no aquí).

Bueno, espero les haya gustado.
Déjenme reviews si no es mucha molestia, y gracias por leer :3
Saludos.
Bye.

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